Shaman King
--- Cacería en colores ---
Capítulo 9: --------- Naranja ----------------
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Notas1:
Capítulo 9! Para todos aquellos que, por alguna razón, esperaban el 'Naranja' en el título.
No lo digan, sé que volví a atrasarme, pero ésta vez tengo buenas excusas, tantas y tan buenas, que sólo diré una (como para decir las demás cuando no haya excusa): se dañó mi teclado. (Y fueron semanas de frustración al por mayor n.nU)
Sin embargo, MUCHÍSIMAS GRACIAS a quienes siguen apoyando éste fic, a pesar de todo: Risa.Haradaa, Vickyng (jajaja, ¿te digo algo cómico? Lo que en tu país llaman 'caña', aquí se le dice 'ratón' xDDU), AnAbLaCk0516, SweetAngel91, Vale Chan 14, Hanna Li.Asakura.Diethel, Lady-Amaltea, Faye-BurningDeep, Marieru Takaishi y Valsed. Su apoyo y sus ánimos valen oro; a las que conozco a las que no: me siento honrada, en serio.
También gracias a los que siguen la historia desde el anonimato, I'm ok with that, aunque sí me gusta recibir comentarios xD.
Espero que les agrade n.n Falta poco para el final.
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La garganta se le secó sintiéndose terriblemente paralizado. Algo parecido al miedo subió por su espinal dorsal y sacudió su cerebro a una velocidad mareante.
.-Ly… ¡LYSERG!- Gritó justo antes de salir de su parálisis y dar media vuelta para correr en dirección de su amigo inglés.
Sólo pudo dar cuatro pasos; por alguna razón los contó. Atrás de él se sentía una fuerte presencia. Aunque sabía que así era, no se sentía como cuando algo te mira directamente, ni cuando una persona de gran carisma entra a la habitación. Se sentía como una presencia espiritual; como uno de los llamados espíritus malignos.
Volteó lentamente para darle frente al espíritu que justo en ése momento había decidido venir a jugar. "Y Amidamaru que aún no llega." Pensó algo preocupado por su espíritu; se habían tardado muchísimo más de lo que había esperado en un principio.
La vista que lo recibió lo impactó los primeros segundos, al punto que dio varios pasitos hacia atrás. En el umbral de una de las puertas de los cuartos de arriba de la pensión estaba el ratón más grande que hubiera visto en su vida. Mucho más grande del que estaba en la sala.
.-¿El… cuarto de Tamao?- Se preguntó a sí mismo con extrañeza al notar que, de hecho, la habitación de la cual salía ésa horrible cosa pertenecía a su rosada amiga.
El ratón en cuestión sobrepasaba el metro de largo si en la medida agregaban la larga y asquerosa cola que portaba. Era gris, y sus ojos negros brillaban tan extrañamente que el menor Asakura estuvo tentado a apartar la mirada. Sus grandes dientes chocaron durante unos segundos, justo antes de lanzar un chillido casi fantasmal.
Yoh sabía que en ves de ver el cuerpo físico debería estarle prestando más atención al espíritu que la poseía, si embargo, estaba lo suficientemente impresionado con la rata como para poder ver algo más allá de lo visible para un humano común.
Se controló.
.-Soy un shaman.- Se recordó a sí mismo, y trató de concentrarse para poder reconocer el espíritu que poseía a tan desagradable animal.
A penas captó una sombra negra sin forma con unos endemoniados ojos azules cuando notó que el gran ratón se movía hacía él. No, rectificó mientras daba la vuelta rápidamente y se dirigía a toda su velocidad hasta las escaleras: el ratón lo estaba cazando.
.-¡Y parece estarlo logrando!- Se gritó a sí mismo justo antes de, prácticamente, volar por encima de los peldaños empinados. Una vez abajo no detuvo su carrera y volvió a dirigirse a la sala.
Sin embargo, no importó que corriera mucho, porque pudo sentir perfectamente como la rata caía en el suelo de madera y seguía corriendo atrás de él con asombrosa velocidad.
Con lagrimitas cómicas en los ojos, dejaba escapar una especie de grito mientras corría. El pañuelo de Anna se le subía al mentón tapándole la boca, pero no le importaba en lo más mínimo.
La cosa se tornó de un color mucho más serio cuando notó a Lyserg en el suelo del pasillo antes de la sala. La escena lo llenó de rabia; le recordó la frustración, la angustia y las ganas de aniquilar a ésa horrible peste. Recordó a sus amigos, a su hermano y a su prometida. Tocó con una mano el pañuelo de Anna.
.-¡Ven por mí!- Le gritó al ratón justo antes de entrar en la sala para volver a encaramarse en la mesa. Pero a penas lo hizo se sintió como un idiota, ¡ése ratón podía tragarse la mesa si le daba la gana! Lanzó al aire una grosería en japonés.
El ratón llegó a la sala y tardó un segundo en divisar a Yoh sobre la mesa; rápidamente, se lanzó por su presa.
El castaño retuvo el aliento mientras se afianzaba duramente a su fiel escoba.
.-¡¡Los hombres mueren peleando!- Gritó antes de lanzarle una patada a la rata que con sólo levantarse un poco había llegado al borde de la mesa.
Millones de leyes espirituales le pasaron por la cabeza, pero las ignoró todas con frustración. Ninguna de ellas respondía por Anna ni por sus amigos; ninguna.
La rata iba a contraatacar; él subió rápidamente su escoba en el aire preparado para dar un golpe fulminante. El ratón salto, y justo en ése momento Yoh lo golpeó con todas sus fuerzas en la cabeza con la escoba.
Ver al ratón caer representó un gran respiro para su propia alma, suspiró cansado aún sobre la mesa. Pudo notar como el espíritu se iba a algún lugar, y rápidamente se decidió a preguntarle porqué había llevado a la rata a hacer tantas barbaridades, pero justo en el momento en el que quiso que su voz saliera se sintió paralizado.
Miró hacia abajo con asombro. En su pié derecho se podía ver con facilidad una pequeña mordida que se tornaba más y más roja con los segundos.
.-Me… mordió…- Su adrenalina había sido tanta que ni siquiera había sentido la mordida, cayó en cuenta sintiendo su mundo girar. Estuvo a punto de caer de la mesa, pero se resistió con todas las fuerzas que le quedaban.
Todo a su alrededor perdía su color original para ser reemplazado por el color naranja. Todo naranja. Era hermoso.
.-¡Jijijijijijiji!- Pero detuvo su risa inmediatamente aplicando toda la voluntad que le quedaba. Si él ya no estaba, ¿qué sería de Annita y los demás?
Llevó su mano izquierda temblorosa hasta volver a sentir el pañuelo entre sus dedos. Nuevamente reprimió una risa histérica que le hubiera fascinado soltar.
Justo en ése momento, observó claramente como un Fausto totalmente naranja entraba en la sala y lo observaba con los ojos algo más abiertos de lo normal. Ésta vez no pudo reprimir la risa, expresando gran parte de su alivio.
-¡Jajajajajajajajajajaja, Fausto! – Se tambaleó – Ayúdalos… están en el cuarto de A-Anna…
Ya sintiéndose sin fuerza alguna cayó por fin desmayado, comenzando un rápido descenso al piso desde la mesa.
"Ayúdalos; por favor…"
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Fin del capítulo 9.
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Notas:
Qué les pareció? Pocas personas dijeron: "El siguiente Yoh", la mayoría ya apostaban por el ratón… xDU Bueno, ambas están bien, ¿ne? Ahora sólo falta un capítulo, no podía (no quería) dejar las cosas a medias xD. Jajaja, además, me divierte pensar que alguien adivine el final. (Creo que he visto mucho a Fuji de TeniPuri últimamente).
Bueno! Con respecto al capítulo no hay mucho que decir, excepto que, bueno, me dolió que Yoh cayera, lo admito u.uU. Yoh es mi héroe (xDDU), y amo adoro jugar con su personalidad, de la misma forma que me gusta jugar con la de Lyserg; aunque me gustó pensar el posible enfoque que le daría Yoh a la matanza como tal.
Me divertí escribiendo.
Me perdonan la onda casi-seria; es que ando escuchando ésta canción de Shirota Yuu -reverencia- y, no sé; me pone romanticona! xDU
Espero no haberlos defraudado. El siguiente es el final.
Mi MSN está en el primer capítulo, para el que guste.
¡Muchas gracias por leer!
¡No te pierdas!
Zelshamada.
