Sí, necesitaba publicar esto.
Dos Asukas
(Asushin)
Dos Asukas
Al fin los entrenamientos habían acabado y una paz se podía sentir en todo lo que era el Geo Frente. La paz, algo que parecía imposible para todas las personas que trabajaban ahí, se estaba viviendo. Incluso los altos mandos, quienes siempre se mostraban apagados ante situaciones como estas, se relajaban a su forma, preguntándose de vez en cuando si algo así era posible.
Los tres niños, Asuka, Rei y Shinji, se encontraban en sus respectivos EVAS, listos para ser llamados de regreso a la base. Quien más estaba emocionada era la segunda niña, ya que podría salir rápido para ir y cambiarse para su cita, cosa que empezaba a molestar al resto de los pilotos ya que era lo único de lo que habló durante las pruebas.
—Bien, solo faltan unas lecturas y serán libres—dijo una voz femenina en el sistema de comunicaciones de los chicos.
—Eso espero, ya que hoy tengo una cita con el apuesto de Yamato—habló Asuka, haciendo énfasis en las últimas cuatro palabras.
—Estoy segura de que saldrá bien, ¿Verdad Rits?
—La verdad es que no me interesa eso, Misato.
—Es porque nunca has tenido un novio.
—Es cierto, lástima que no sé lo que es ser engañada.
Una discusión había comenzado en la radio entre la dos mujeres más importantes del cuartel. El trío de jóvenes no sabía que decir al respecto, ya que esto no era usual, pero tampoco querían perderse la forma en que una de sus superiores, la Mayor Katsuragi, era humillada por la doctora en jefe, Akagi Ritsuko.
Tras unos minutos llenos de argumentos entre ambas mujeres, al fin tuvieron los resultados los cuales únicamente esperaba Asuka.
—¡Vaya! ¡Asuka, has roto tu marca! —exclamó la Mayor Katsuragi al otro lado de la línea.
—Ya lo esperaba—respondió Asuka con orgullo.
—Pero Shinji-kun tampoco se queda atrás—agregó la superior—, mira que estar debajo de ti por cinco puntos es algo espectacular, en especial, si tomamos en cuenta que el odia pilotear, jeje.
—Gracias, Misato—respondió una voz masculina en la línea—, pero ya podemos irnos.
—Ya pueden regresar a las jaulas—indicó la Mayor.
Los tres partieron rumbo a las jaulas sin decir nada más.
De los tres niños, solo Asuka era la que mostraba ligera molestia. Nuevamente se mostraba opacada por su compañero, alguien que nunca deseó ser piloto. No importaba si ella había sido la mejor en esta prueba, él ya la había opacado y eso lo sabía de antemano. Una vez que estuvieran en las jaulas, sería recibido por su tutora, quien le diría que lo había hecho muy bien, y no solo eso, sino que este se iba a acercar a esa muñeca que tenían como compañera.
No tenía odio a Rei, bueno, si lo tenía, pero esto era muy diferente. No sabía cuándo empezó a detestarla, si fue por la forma en que ella le contestó o la manera en que ella y Shinji eran tan cercanos sin siquiera hablar casi nada. Ella en verdad detestaba imaginar a esos dos juntos, en especial, cuando la imaginaba sonriendo a su lado.
Justo antes de poder llegar a las jaulas, las alarmas de sus EVAS se activaron. Unas lecturas aparecieron en su pantalla, por lo cual se giró hacia donde emergía esa anomalía detectada por su unidad. Sus ojos se enfocaron en el lago artificial que estaba a escasos metros de la pirámide donde se hallaban sus superiores. El reflejo de una silueta negra en el lago le hizo entender que podía tratarse de un ángel, pero solo era un reflejo, por lo que decidió mirar hacia arriba topándose con algo que estaba más allá de su mente.
—¿Qué es eso? —murmuró ella, sin saber lo que sus claros ojos veían.
—¡Niños! ¡Tengan cuidado! ¡No sabemos que pueda ser eso!
—Recibido.
—Recibido, Misato.
—¿Asuka?
—Enterada.
Aquello que se hallaba en el techo de la caverna no era un ángel. Era energía y eso ya lo sabía gracias a sus sistemas, pero era la misma energía que liberaban los ángeles cuando eran destruidos, por lo que no tenía ni un sentido que algo así sucediera, a menos que un ángel hubiese explotado sobre ellos antes de poder llegar a los cuarteles lo cual sería estúpido a su parecer.
—¿Estás bien? —preguntó nuevamente esa voz masculina.
—Por supuesto que lo estoy, Shinji—contestó ella en un tono agresivo, pero sin dejar de mostrar cierto nerviosismo en sus palabras—, solo es que esa cosa… Esa cosa no puede ser un ángel, es como si fuera algo más.
—Sea lo que sea, nosotros nos encargaremos de ello.
Ella debía admitir que las palabras de Shinji la habían tranquilizado. Sea lo que sea, ellos estarían preparados para enfrentarlo y podría demostrar de una vez por todas quién era el mejor piloto.
Tras observar detenidamente aquella nube, si es que se le podía llamar así a lo que estaba arriba, un objeto cilíndrico salió, cayendo en dirección al lago lo cual extrañó a todos, pero de igual forma mantuvieron la guardia. Dentro de la cabina del EVA morado se encontraba un chico, Shinji, quien estaba intrigado por lo que había presenciado.
No era nada del otro mundo el sentir curiosidad por lo que pasaba, aunque la mayoría de las veces sentía miedo y solo ansiaba correr en un intento de dejar atrás todo con lo que convivía a diario. Pero algo estaba pasando en él, algo le decía que aquello que acababa de salir de aquella cosa tan pintoresca en forma de nube, era algo que de alguna forma le llamaba.
—¡Ayúdame!
—¡Asuka! —gritó él, notando entonces que la unidad carmesí de su compañera se hallaba junto a él—. Qué extraño… Pensé que ella…
—¡Ayúdame, Shinji!
Shinji juró escuchar la voz de su compañera pidiendo ayuda.
Probablemente se estaba volviendo loco tras sincronizar por tanto tiempo con su EVA; es imposible que alguien como ella le pida ayuda. Sin embargo, aquellos gritos desesperados sonaron nuevamente, cada vez con más fuerza. Miró cada pantalla y sus ojos solo veían a sus amigas, calmadas al igual que su tutora. ¿De dónde provenían aquellos gritos? ¿Y por qué su voz era igual a la de Asuka?
No, esto debía ser obra de un ángel. Ya lo había experimentado antes, ese ángel en forma de sombra lo obligó a vivir ciertas cosas que deseaba olvidar. La voz de Asuka pidiendo auxilio comenzó a inquietarlo cada vez más, hasta el punto que incluso preguntó si todo estaba bien con ellas, recibiendo insultos por parte de la dueña de esa voz y de su compañera Rei.
«Algo no anda bien» pensó, tomando entonces la iniciativa de ir hacia el objeto que había caído de esa nube.
Todos los que estaban viendo las imágenes en el centro de mando se quedaron extrañados. Shinji había decidido ir hacia lo que sea que había caído sin ninguna orden de por medio. Su tutora entonces miró la pantalla de él, notando la angustia en su mirada y entendiendo de que algo no andaba bien.
—¿Sucede algo, Shinji-kun? —preguntó ella con preocupación.
—No sé, Misato… Solo escucho una voz que me pide ayuda.
—¿Ayuda?
Sus compañeras estaban igual de extrañadas que la Mayor, por lo que siguieron al chico pese a las protestas de parte de la doctora Akagi.
Una vez Shinji llegó al lado, se sumergió hasta poder encontrar el objeto cilíndrico al que momentos antes había visto caer. Al tenerlo en sus manos, de inmediato notó que era un Entry Plug igual a los que usaban ellos para estar en sus EVAS, pero este se hallaba muy dañado y con unas iniciales que mostraban un nombre diferente al de NERV. Esto era extraño, pero no le dio más importancia, procediendo entonces a salir con él.
Una vez fuera, puso el objeto sobre el suelo el cual se humedeció aún más por la presencia de agua en el mismo como la que Shinji tiraba debido a su EVA. Las chicas al llegar con él vieron de lo que se trataban, incapaces de entender de igual forma lo que sucedía en verdad.
—¡No me dejes! —volvió a gritar esa voz.
Parecía que con cada segundo que pasaba esa voz, igual a la de Asuka, perforaba casa vez más dentro de él, pidiendo auxilio.
Su mente estaba hecha un desorden en esos momentos, pero algo dentro de él le decía que debía ir afuera y ayudar a salir a quién sea que estuviera dentro de aquella cabina. Presionando unos comandos que la doctora había actualizado hace poco, logró salir del EVA el cual lo dejó sobre el firme suelo.
—Asuka—murmuró, sintiendo una mezcla de miedo y esperanza que solo incrementaba con cada paso que daba—. ¡Te ayudaré a salir de ahí! —gritó con fuerza.
Sus manos se posaron sobre el ha frío metal. No le importaba en nada lo que había pasado o si estaba contaminado, solo deseaba ser de ayuda y sacar a quién sea que estuviera dentro… Incluso si no era Asuka.
Sabía que el Entry Plug solo podía liberarse de forma manual en el estado en el que se encontraba por lo que de inmediato buscó el volante con el que se abría la puerta. Al posar sus manos en él, imágenes comenzaron a bombardear su mente mostrando hechos que nunca antes había visto, pero que de alguna forma estaban íntimamente relacionados con él y la persona que estaba dentro, la cual ya conocía su identidad. Sin perder más tiempo, abrió la compuerta que protegía al piloto, dejando así que los rayos artificiales iluminaran el interior de la cápsula donde pudo ver un bulto carmesí, justo donde el piloto debía sentarse.
—Asuka… ¡Asuka! —gritó él con alegría.
—¿Shinji? ¿Eres tú?
—Asuka… ¡Eres Asuka!
Aquel bulto se había movido, dejando ver una forma humana.
—Ven aquí—dijo el castaño.
—No puedo—respondió ella con debilidad—. Mi cuerpo está cansado, Baka.
—Asuka.
Los ojos de Shinji inspeccionaron a la joven; era igual que Asuka… era Asuka, pero también se veía muy diferente. Notó la fatiga en su cuerpo, evidenciando sus palabras, por lo que tomó la decisión de entrar por ella. El olor de la cabina casi lo golpeaba, jamás se pudo acostumbrar al olor de la sangre, pero decidió ignorarlo para concentrarse únicamente en ella.
Tan pronto sus brazos rodearon el frágil cuerpo de la chica, esta se desmayó, preocupándolo.
Decidido a no perder más tiempo, salió de ahí con ella en brazos, viendo entonces como el resto de las unidades llegaban en compañía del personal de NERV. Esto lo alivió, ya que significaba que muy pronto esta Asuka que cargaba tendría atención médica, pero también le preocupaba, ya que algo como esto no pasaría desapercibido por su padre, quien procedería a una interrogación no solo de él, sino de ella.
—¡Shinji!
—¿Misato?... ¡Misato! ¡Por aquí!
Su tutora había arribado al lugar en compañía del resto del personal de NERV. Su rostro mostraba preocupación debida a sus prematuras acciones antes de que ella o la doctora Akagi le dieran alguna instrucción para proceder. Sinceramente, no le importaba si se metía en problemas, lo único que deseaba es que esta Asuka recibiera atención médica de inmediato.
Con algo de esfuerzo, logró ponerla en una camilla médica donde varios paramédicos la esperaban. El joven de catorce años podía ver los procedimientos de emergencia, escuchando muchos de los murmullos que se hacía el personal con respecto a la chica lo que hacía que se enojara un poco debido a que muchos de estos no eran contrario a algún halago que su verdadera compañera recibiría.
—Se parece a Asuka—dijo la Mayor—. ¿Es esta la razón por la que viniste corriendo hasta acá? ¿Era ella por la que estabas tan nervioso y confundido hace unos momentos?
—Sí, se parece—dijo con calma—, pero incluso así, hubo cosas que no podría explicar. No sé porqué, pero de alguna forma me conecté con ella.
—¿Igual a la vez en que Asuka y tú bailaron para derrotar a ese ángel?
El rostro del joven Ikari se había tornado rojo ante el recuerdo de su entrenamiento en compañía de la segunda niña. Sabía muy bien lo que conllevó aquella práctica, dejando secuelas en ambos de las cuales poco querían hablar, decidiendo seguir con su misma rutina de siempre.
—No, no creo que fuera como en esa ocasión—respondió.
—De cualquier manera, no debiste desobedecer nuestras órdenes—recalcó Misato.
—Lo lamento.
La Mayor no podía estar molesta con él, sabía que esta reacción de Shinji sería beneficioso para su relación con Asuka, la suya.
—Shinji, lo mejor es que nos mantengamos alerta con esta situación. Es de suponer que tú padre ha de investigar más sobre lo que acaba de suceder—aunque ella no quería tener razón, era más que evidente que el padre del chico buscaría saber la verdad que había detrás de la chica que llegó en el Entry Plug—. Puede que consiga que la veas, pero requiere mucho tiempo.
Los ojos del joven Ikari se enfocaron en su tutora. Ella veía hacia donde estaba la Asuka que se hallaba dentro de la cápsula de inserción. Sus palabras eran acertadas; su padre buscaría conocer más de ella, llamándola al límite con el fin de saber todo lo que había detrás de su llegada y algo dentro de él le indicaba que no era bueno conocerlo, al menos no de momento.
Helicópteros y más carros de combate aparecieron en el sitio. La JSDF y la ONU habían ordenado a NERV realizar un perímetro alrededor del lago con el fin de mantener un sitio para identificar el origen exacto de aquel fenómeno que intrigó a las supercomputadoras como para enviar múltiples mensajes a las ramas de todo el mundo.
Asuka, la Asuka de este mundo, había bajado de su unidad. Todo este ajetreo la tenía bastante intrigada por lo que se movió entre todas las personas con el objetivo de buscar a su tutora, y si podía, de encontrarse con Shinji. Una gran multitud parecía haberse formado alrededor de un lugar lo cual captó su atención. Ella sabía que podía tratarse de Shinji ya que las veces anteriores había reunido a gran cantidad de personal con el fin de evaluarlo, pero su mente lo descartó de inmediato porque a lo lejos se hallaba él en compañía de su tutora.
—¿Qué hacen esos dos? —se preguntó ella mientras sentía una molestia por verlos tan juntos—. Lo mejor será hablarles y preguntarles que…
—¡Pervertido! ¡Aléjate de mi cuerpo!
—¿Eh?
—¿Quién te ha dado el derecho de querer quitarme mi traje? ¿Acaso deseas morir?
—¡Asuka!
—¿Shinji?
«Baka»
Ante su mirada vio como Shinji se despegaba de Misato para correr entre toda la multitud de técnicos y doctores. La voz que había gritado había sido llamada Asuka por él. Aquella voz era la de ella. Shinji la había llamado por su nombre, el suyo. Antes de que él pudiera abrirse paso, una mancha roja saltó hacía él casi tumbándolo contra el suelo de no ser porque había recuperado la compostura segundos antes.
—Esa soy… yo
—¿Estás bien? ¿Asuka, estás bien? —la preocupación era evidente en el rostro de Shinji, pero entonces la joven le sonrió con dulzura.
—Me siento mucho mejor, Baka—respondió ella, pero entonces logró divisar a la otra Asuka—. Así que era cierto lo que dijo Rei…
La joven germana se acercó con cautela mientras se acomodaba a un lado del joven Ikari. Sus ojos inspeccionaron a su otro yo, notando una gran diferencia entre ambas que la hizo dudar por un momento que se trataba de si mismas.
—¿Tú eres? ¿Yo soy tú? Quiero decir…
—Soy tú, Asuka Langley Shikinami.
—¿Shikinami? Yo no me llamo Shikinami
—¿Qué? ¿No te apellidas Langley Shikinami
Ella estaba en verdad confundida. Tanto Shinji como Asuka estaban confundidos por esto. Se supone que ella respondió al nombre de Asuka y lo llamó a él "baka" como solo Asuka lo hace, como solo ella lo hace. Los dos jóvenes que viven bajo el mismo techo se miraron para después verla a ella de nuevo.
—Mi nombre es Asuka Langley Soryu y el estúpido que está a mi lado es Ikari Shinji—Asuka había hecho una de sus típicas presentaciones donde solía nombrar como un adjetivo a su compañero. Esto molestó mucho a la otra Asuka que simplemente le dirigió una mirada de pocos amigos—. ¿Qué pasa? ¿No estás contenta de conocer a alguien tan genial como tú?
—Creo que no somos tan iguales.
—¿A qué te refieres?
—¿Cómo lo explico? Ah, ya sé. Asuka Langley Soryu, yo no soy una mocosa tan idiota como lo eres tú, así que la siguiente vez que desees denigrar a alguien, mejor mira tus pasos.
El silencio logró reinar entre los tres jóvenes por escasos segundos. Misato, quien había hablado con algunos doctores alcanzó escuchar lo que dijo la otra Asuka a la suya. No fue agradable y sabía que algo así significaba una pena de muerte de parte de su violenta niña.
—¡¿Quién te crees para hablarme así?! —Asuka estaba hecha rabia y en su hablar mostraba afilados dientes—. ¡Tú no eres nada! ¡Ya veo que eres una estúpida al igual que el idiota de Shinji!
—Lo que digas, Segunda.
—Maldita
Asuka no pudo contenerse más y decidió lanzar un puñetazo a su otro yo, sin embargo, su puño no llegó jamás. Un fuerte dolor se apoderó de su mano la cual se hallaba atrapada por la mano de Shikinami.
—¡Suéltame! —exigió ella.
—Ni siquiera eres capaz de golpearme—Shikinami comenzó a ejercer más fuerza en la mano de Asuka haciendo que esta gritase de dolor ante un incrédulo Shinji—. Me pregunto si cortarte la mano te ayudaría a entender que no eres invencible.
El rostro de Asuka mostró miedo ante esas palabras y por primera vez deseaba ser sacada del combate.
—¡Es suficiente! ¡Por favor, suéltala! —el joven Ikari estaba desesperado -y aterrado- por lo que le podría llegar a suceder a su compañera—. Por favor, Asuka.
Tan pronto Shikinami notó los ojos temerosos de Shinji soltó a su otro yo, bajando la mirada mientras intentaba no volver a mirar ese rostro de terror hacia ella.
—Lo siento mucho, Shinji —se disculpó con pena—. No lo volveré a hacer.
—Lo lamento—él también se disculpó a la vez que atrapaba a su Asuka tan pronto esta perdió el equilibrio—. ¿Estás bien, Asuka?
Soryu volteó a ver a su compañero mientras se sostenía su lastimada mano con la otra, asintiendo con leve miedo de volver a decir algo que de verdad cabree a su otro yo.
—Bien chicos, es hora de irnos—solo hasta ese momento hizo acto de presencia la Mayor Katsuragi—. Shinji, tu padre desea saber lo que ha sucedido y ha pedido que llevemos a Asuka, la otra Asuka, para un interrogatorio de protocolo. Yo sé que estás en contra, pero créeme que no estará sola ya que Kaji y Ritsuko estarán junto a ella en todo momento.
—Prefiero morir antes de volver a verlos—susurró Shikinami, pero sus palabras llegaron a oídos de Misato.
—Suban al auto, será un largo viaje y Rei va con nosotros—tras decir eso, fue directamente a su auto mientras preparaba todo para que la nueva Asuka estuviera cómoda y no peleara con la suya.
Una vez los niños se subieron al auto, quedaron en este orden: Asuka, Shinji y Shikinami se iban en la parte trasera; Ayanami le tocaba ser el copiloto; y Misato, como siempre, sería la que domara a su corcel hecho a base de baterías y con el que rompía las leyes haciendo que en más de una ocasión Gendo Ikari se planteara la opción de mandarla a clases de manejo.
El viaje no fue largo, especialmente por las habilidades de Katsuragi al volante, provocando que en más de una ocasión las dos niñas pelirrojas se abrazaran a un temeroso Shinji que intentaba mantener la compostura ante lo cambios bruscos de velocidad que hacía su tutora y que lo hacían dudar de su padre al no mandarla a un curso de manejo. Ya con el carro dentro de los rieles, el corto viaje terminó, lo que llevó a los tres niños en la parte trasera a soltar suspiros.
—No fue tan malo—comentó Misato mientras sacaba su lengua.
Asuka estaba a punto de decir algo, pero entonces Rei decidió hablar.
—Me ha gustado como conduce, Mayor Katsuragi.
—Rei…
Las dos Asukas ni Shinji daban crédito por lo que habían escuchado. Ayanami había elogiado las habilidades de su tutora e incluso sus labios se curvearon ligeramente.
—¡No es humana! —gritaron ambas Asukas.
—¿Acaso ocurrió el Tercer Impacto? —por primera vez en su vida, Shinji se preguntaba si en verdad no se hallaba dentro del ángel que lo absorbió hace algunos meses—. ¡Devuélvanme a Ayanami!
