Capítulo 5

Acercamiento I


―¿Qué clase de interrogación fue esa, Ikari-kun?

―¿Acaso te has vuelto blando desde la llegada de tu hijo?

―Lo dudo mucho, después de todo el plan de lanzar las bombas N2 fue autorizado por él.

―Ya no había necesidad de seguir con el interrogatorio―habló el comandante de NERV interrumpiendo al comité quienes esperaban una respuesta tras haber dejado que la nueva segunda niña se fuera tras revelar su naturaleza artificial―. La duda crece en ella; su afecto por hijo hará que cometa errores mismos que podemos usar para nuestra conveniencia.

―¿Planeas usar a tu hijo como medio de control para la señorita Shikinami? ―cuestionó ahora el líder de SEELE y del comité de instrumentalización―. Recuerda que la UNIDAD 01 sólo responde al llamado de tu hijo, ni siquiera Ayanami o Soryu han sido capaces de sobrepasar los treinta puntos de sincronización. ¿Qué te hace creer que Shikinami podrá cambiar esto?

La imagen de Keel Lorenz se reflejó en los oscuros lentes de Ikari Gendo. Una pequeña sonrisa se había dibujado en el rostro del padre de Shinji.

―Porque conozco a mi hijo y sé que él ya no podrá abandonar a la segunda niña.

Tal respuesta sorprendió a los miembros del comité. Ni siquiera ellos creían en la crueldad del padre por su hijo, pero aquel semblante serio eran todo lo que necesitaban pasa saber que él usaría a su sangre para culminar los planes de todos.

―Recuerda, Ikari; el plan de instrumentalización humana depende de ti.


Shikinami al fin había salido de la sala de interrogatorios. Su rostro reflejaba por completo aquel miedo y desesperación que la consumían por dentro tras enterarse de que el comandante ahora conocía mucho mejor su naturaleza. Había sido una tonta al creer que podía vencer al padre de Shinji en su propio juego. ¿Ahora que debía hacer?

Ya sólo era ella en contra del Comité. Esos ancianos ya conocían su naturaleza y lo más probable es que envíen a más de sus hombres para que la vigilaran. Debió quedarse callada fingiendo ser una ignorante a las órdenes de Ikari Gendo; ahora sólo le quedaba luchar y tratar de explicarle su naturaleza a Shinji a expensas de ser maltratada por su yo de este mundo quien parecía odiarla cada vez más.

―Debí quedarme callada... con todos―murmuró para si misma antes de seguir su camino para reencontrarse con Shinji. Justo antes de poder llegar al ascensor, se topó con Ayanami Rei quien parecía extrañada con ella―. ¿Sucede algo, primera?

―¿Te sientes bien, Shikinami-san? ―cuestionó la peli azul tomándola por sorpresa.

Fue en ese instante en que se percató de las lágrimas que descendían por sus mejillas. Estaba llorando y ni siquiera se dio cuenta de eso hasta que Rei lo notó por ella.

―No es nada, sólo recordaba algunas cosas que me hicieron llorar―contestó Asuka con cierta tranquilidad algo muy inusual en su yo de este mundo lo que sorprendió genuinamente a Rei―. ¿Shinji sigue allá abajo?

―Sí, está con la Mayor Katsuragi y con Soryu-san.

―¿Ella también vino?

Esta vez Ayanami no respondió limitándose únicamente a asentir.

Lo que Shikinami menos quería era ver el rostro arrogante de Soryu quien de enterarse sobre su naturaleza, emprendería una cacería de brujas la cual no sabía si resistiría, no después de recordar cómo había perdido todo tras el último impacto producido por su propio Shinji con el que salvó su vida condenándola a vagar en un mundo el cual no era de ella.

―Gracias, Rei.

―Shikinami-san...

―¿Sí?

―Ikari-kun le encanta verte sonreír, así que dale una gran sonrisa en cuanto lo veas.

Esto último sorprendió mucho a Asuka. Jamás conoció a una Ayanami tan expresiva como lo era la de este mundo. Incluso notó una mirada llena de cariño hacia ella, casi como si fuera el reflejo de Yui en vida.

―Lo haré, Ayanami-san.

Tras recibir esta respuesta, Rei se adentró más en el pasillo hasta desaparecer dentro de la oficina de Ikari Gendo.

Shikinami sabía que había algo diferente en este mundo. No sólo se trataban de la existencia de la Asuka original, sino también la concepción de una niña modelo mucho más expresiva de la que llegó a conocer en sus escaramuzas dentro del territorio que NERV controló tras el casi tercer impacto. Aquel recuerdo nuevamente hizo emerger su rabia la cual se liberó en un golpe contra el muro de metal que rodeaba al pasillo.

No estaba sola en este mundo, tenía al Shinji de aquí quien le daría su apoyo, pero aquella rabia que evocaba de su interior con el mero recuerdo de todas esas personas que condenaron a su Invencible Shinji la hacían sentirse cada vez más sola. Ella no tenía nada que perder, pero él sí y una lucha abierta en contra de SEELE solo traería dolor a todos aquellos a los que conoció en este mundo y eso era algo que no estaba dispuesta a aceptar.


―Así que ella es una espía...

―Asuka, Shikinami-san no es una espía, es otra tú de un mundo distinto.

―Eso es lo que te quiere hacer creer, Baka Shinji.

Asuka y Shinji se encontraban discutiendo en el primer piso natural que compone al Geo Frente. La segunda niña se había enterado gracias a Kaji sobre el interrogatorio que se le haría a su doppelgänger con quien no tenía una excelente relación. Esto la había llenado con una alegría indescriptible, que aunque su Baka Shinji no la compartía, mejoraba mucho más su tan aburrido día de descanso.

―Si Shikinami fuera un espía, lo más seguro es que hace tiempo se hubiera desecho de ti para poder tener entre sus manos a tu precioso Shinji―declaró Misato a la vez que abría su lata de café para tomar un sorbo en espera de la explosiva respuesta de su niña.

―¡Ja! ¡Como si esa idiota fuera capaz de ganarme en belleza y talento! ¿Verdad Shinji?

―Bueno, técnicamente las dos son iguales y...

―¡¿Anta Baka?!

En ese momento, Shinji sintió el verdadero terror. Nunca antes había visto una mirada llena de ira en Asuka, ni siquiera en aquella ocasión en que la vio desnuda por culpa del pésimo sistema de tubería que tenía el departamento de Misato. Por un segundo pensó que sería su muerte lamentándose de ser asesinado por la chica que le gusta. Con mucho coraje tomó el destino en sus manos cerrando sus ojos en espera de su amargo final.

―¡Auch! ¡No jales mis mejillas!

―¡Ah, no fuera la tonta de Shikinami porque hasta te da gusto!

Tal trágico final jamás llegó, pero en cambio era torturado de una forma muy cruel por Asuka quien se encontraba disfrutando del tormento que le ocasionaba a Shinji al pellizcar sus mejillas con ligera fuerza para moverlas de un lado a otro.

―¿Cuánto más tiempo debo esperar para que me den nietos? ―comentó la mayor recibiendo una mirada asesina de sus dos niños―. Siento que esta noche deberé dormir en la casa de Rits.

―Será la idea más brillante que jamás has tenido―dijo Asuka con sarcasmo a la vez que continuaba jalando las mejillas de su querido Baka Shinji―. Y tú Baka Shinji, cuídate a partir de ahora que el demonio carmesí te acechará tal y como lo dicen tus tontos amigos.

―¡S-Sí!

Justo en ese momento el sonido del ascensor llamó la atención del peculiar trío. De él salieron varias personas, pero una en particular llamó su atención.

―Shikinami... ―murmuró Shinji tras notar el semblante triste en su rostro.

Esto no pasó desapercibido por Asuka, pero esta no dijo nada ya que debió ser algo muy serio para que aquella idiota estuviera tan decaída.

―Ve y dale un abrazo―declaró Asuka con una molestia, pero entendiendo que esto era lo que Shikinami deseaba―. Si no lo haces, prometo hacerte sufrir por desobedecer mis órdenes.

Shinji estaba asombrado. No se esperó esta clase de respuesta por parte de su Asuka. En ese momento logró percibir algo más tras verla a los ojos. Shikinami tenía razón al igual que Misato; ambos sentían algo por el otro y lo iban reflejando de forma gradual sin percatarse. Ahora todo tenía más sentido, todas esas actitudes de su parte y la forma de ser de él que habían cambiado con su llegada.

―Le debo a Kensuke una cámara nueva...

―Baka... Ve con ella.

Sin más que decir, Shinji se acercó a Shikinami quien alzó su vista para encontrarse con aquellos ojos color cobalto que siempre le encantaron. En menos de un segundo los dos se abrazaron dejando ver aquel lazo que compartían tras haberse sincerado el uno con el otro. Tal muestra de afecto no pasó desapercibida por Asuka, pero había algo más en aquel abrazo que hacía sentir su pecho doler, casi como si fuera capaz de sentir una pérdida semejante a la que sufrió de niña.

Aún cuando no conocía a Shikinami, no pudo evitar sentir pena por ella. Algo muy dentro de ella le decía que ella necesitaba a su Invencible Shinji, no el suyo, sino el de ella.


El regreso a casa estuvo lleno de un silencio particularmente extraño. Una extraña mezcla de alegría y de tristeza se podía respirar en el aire. En todo momento Asuka observó como Shinji mantuvo abrazada a una agotada Shikinami quien no pudo evitar quedarse dormida en la parte trasera del coche de la Mayor Katsuragi. Tal escena conmovió a su tutora quien decidió conducir de forma más precavida en esta ocasión.

―Baka... ―murmuró Asuka en voz baja mientras apretaba ligeramente sus puños.

Esta ocasión ella demostró que era la mejor. Ni siquiera Shikinami se comparaba con ella como ser humano. Sin embargo, aún sentía ese dolor en el pecho que no la dejaba descansar.

«Shikinami es igual a ti, sólo que tú jamás perdiste a ese alguien especial...»

Su conversación con Kaji resonó en su mente. De no ser por él, ella jamás se hubiera enterado del interrogatorio ni mucho menos tendría lo recuerdos que hizo hoy junto a Shinji. Tenía que ser una tonta muy ciega para no darse cuenta de que su amado guardián siempre tuvo la razón con respecto a su inusual admiración el tercer niño.

«Te amo, Baka Shinji...»

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Asuka... lamento no haber ido contigo.