Capítulo 8

La semilla de Kyoko II


Por primera vez en mucho tiempo, Misato no escuchó las quejas de Asuka durante todo el viaje al Geo Frente. Esto se podía considerar un milagro, pero con la llegada de Shikinami, más que un milagro esto era un regalo de Dios por todas las obras que buenas que había hecho desde que era joven.

―Quita esa sonrisa del rostro―murmuró Asuka con molestia.

―Shinji, ¿Prefieres a una alemana callada o a una que se queja por el camino? ―comentó Misato con una gran sonrisa tras ver como su protegida volvió a guardar silencio tras ver que cómo fue atrapada en su propia promesa―. A todo esto, ustedes dos no deberían discutir por Shinji-kun, lo mejor que pueden hacer es formar una alianza para alejarlo de cualquier otra niña que busque llevárselo.

― ¡Misato!

―Tranquilo, no creo que... ―y antes de poder terminar esa frase, logró ver con el espejo retrovisor como ambas germanas cambiaban su rostro a uno más decidido―. C-Creo que ya sabemos que es lo que más desean en este mundo.

Por un instante Shinji sintió que esto era mala idea, pero al ver el rostro ilusionado de ambas de tener una oportunidad de cuidarlo no pudo evitar pensar en lo afortunado que era al ser querido por ellas. Ahora entendía mucho mejor la envidia del resto de su salón cuando lo veían acompañar a Asuka todos los días sin que ella les prestara atención por más intentos que buscaran para salir con ella.

No tardaron mucho en llegar al Geo Frente. Después de todo las indicaciones eran visibles y para su sorpresa, tuvieron que ser instaladas por su tutora quien se perdía innumerables veces tratando de encontrar una de las numerosas entradas que fueron instaladas alrededor de la ciudad.

―Por cierto, Asuka―habló Misato ganándose la atención de ambas segundas niñas―. Perdón, Shikinami; hay una noticia para ti.

Esto sorprendió mucho a Shikinami quien no esperaba esto―. ¿De qué se trata?

―Has sido escogida para poder subir en una prueba de sincronización en la maravillosa [UNIDAD 01] de Shinji-kun, ¿No estás feliz?

Asuka estuvo a punto de protestar por esto, pero entonces notó la mirada llena de miedo que se dibujó en el rostro de su otro yo.

Esto no pasó desapercibido por parte de los otros dos pasajeros. Por un instante Misato creyó que esta noticia alegraría a la joven que provenía del otro mundo, pero para su sorpresa esto no fue así. Ya se había hecho una idea de que algo como esto pudo suceder. Intentó buscar alguna forma de subirle los ánimos para que no se sintiera obligada.

― Es por tu Shinji, ¿no? ― ese comentario vino por parte de Asuka quien decidió ver a través de la ventana del auto antes que ver a su doppelgänger llorar―. Si quieres honrar su memoria deberías subir al EVA y demostrarle que sigues siendo capaz de eso. Claro que jamás podrás superarme.

—¡Asuka! —exclamó Misato tras notar el poco tacto de su niña con su otro yo.

―No estoy diciendo nada malo, simplemente le estoy dando palabras de aliento para que demuestre que es mejor que yo―declaró Asuka sintiéndose ofendida por la manera en que Misato malinterpretó las cosas―. Además, es claro que ella también desea hacerlo, muy en el fondo lo desea y es por lo que vino con nosotros al Geo Frente antes de quedarse sola en casa.

―Asuka, no creo-

―Planeo hace la prueba de sincronización―contestó Shikinami sorprendiendo a todos menos a Asuka―. Es lo mínimo que puedo hacer tras haberme recibido con los brazos abiertos.

Shinji estaba a punto de decir algo, pero al ver ese rostro decidido de Shikinami supo que lo mejor era mantenerse en silencio respetando su decisión.

―Bien, entiendo―dijo Misato en voz baja―. ¡Entonces a darle!

―¡No lo hagas! ―gritaron el trío de chicos, pero era demasiado tarde.

En menos de un segundo habían alcanzado los casi cien kilómetros por hora lo que provocó el grito de los tres pilotos quienes habían jurado que la mayor ya no haría algo tan temerario como esto. Por un momento pensaron en lo corta que fueron sus vidas, salvo Shikinami, y se lamentaron de no poder descansar otro fin de semana ante su inminente muerte.

―¡¿Se están divirtiendo?!

―¡¿Acaso eres idiota?! ―gritaron ambas germanas quienes se encontraban ahora abrazadas―. ¡Ayuda!


―Aún no han llegado―murmuró Maya mientras veía su reloj―. Debieron llegar hace cinco minutos.

―Es común en Misato llegar tarde a todo―respondió detrás de ella la doctora Akagi quien sostenía un nuevo traje para Shikinami―. Es curioso que Asuka y Shinji compartan casi las mismas medidas.

Maya no pudo evitar imaginarse a los dos niños intercambiando vestuario lo que le provocó una risa que llamó la atención de su jefe.

―¿Ya te los imaginaste, no?

―Pagaría por ver a Asuka usando las ropas holgadas de Ikari-kun―contestó la castaña a la vez que veía nuevamente su reloj―. ¿Por qué la mayor Katsuragi siempre se retrasa en asuntos tan importantes?

Ritsuko conocía la respuesta a esa pregunta, pero no quería contestarla.

―Tal vez se desvela mucho viendo esos concursos pensando que algún día podría llegar a participar en uno―mintió ella antes de ver como unas luces iluminaban el túnel que se encontraba delante de ellas―. Parece ser que se ha dignado en llegar más temprano de lo usual.

Dicho comentario tomó a Maya por sorpresa. Juraba conocer mucho a su superior, pero ella era tan distinta con la Mayor Katsuragi que hasta parecía otra persona.

Una vez el auto se detuvo, Shinji fue el primero en bajar antes de dejar libre el asiento para que así las dos germanas pudieran salir también.

― ¡A un lado, tercero! ―gritó Asuka hecha toda una furia―. ¡¿Ya está mi estúpido traje listo?!

―Ya está listo, pero creo que... ―y antes de que Akagi pudiera decir algo más Asuka se dirigió directo a los vestidores.

—¡A un lado, Baka Shinji! —exclamó Shikinami mientras apartaba de forma más gentil al chico quien no pudo evitar soltar un suspiro—. ¡Ya denme ese estúpido traje para hacer las malditas pruebas!

Maya estuvo a punto de decir algo, pero su boca fue tapada por la doctora Akagi.

—Parece ser que las dos están molestas contigo—comentó Ritsuko mientras veía al hijo de Gendo quien simplemente negó con la cabeza—. Juraría que estaban enojadas contigo por la forma en que salieron gritando.

—No es conmigo, es con Misato—señaló Shinji para después ver como su tutora salía del auto con un rostro triste y con varias lágrimas que salían cómicamente de sus ojos—. Aceleró de más y ambas tuvieron un accidente dentro del auto; es posible que Misato no esté viva para mañana.

Ritsuko no pudo evitar soltar una carcajada por esto. Esta acción tomó desprevenida a su protegida quién juraba nunca haberla visto reír de semejante manera.

—Es la primera vez que te veo tan asustada—comentó la doctora a su mejor amiga quien fue directo a abrazarla—. Ya no llores, tú misma te has buscado este problema.

—¡Shinji no me defendió! —dijo Misato en un tono triste y que transmitía una traición del segundo chico más importante en su vida—. ¡Él no me quiere!

El pobre castaño no pudo evitar dejar salir otro suspiro. Ahora no sólo debía lidiar con la rivalidad que nacía entre amabas germanas, sino que además tenía que evitar el asesinato de su tutora por parte de ambas pelirrojas. Ya tenía mucho trabajo con ser piloto como para andar cuidando a Misato a causa de su inmadurez al volante.

—Vamos Misato, ya no llores, hay más Shinjis en el mar.


—¿Y mi traje?

—Aquí está…

Shinji ya había alcanzado a las chicas en los vestidores. Ver a Asuka portar su traje de siempre con aquel orgullo tan típico de ella le provocaba una gran sonrisa que no pasó desapercibida por la germana.

—Baka… —susurró Shikinami mientras tomaba el traje de las manos del castaño.

Tal acción no pasó desapercibida por parte de Asuka quien se regocijaba por dentro al ser ella quien recibía toda la atención por parte de Shinji.

—Sabes tercero, creo que al final si tienes un buen gusto—declaró Asuka antes de salir de la habitación—. Te espero en las jaulas, quiero que veas quién es la mejor.

Y sin decir nada más, Asuka salió de ahí con dirección a su EVA dejando a Shinji ahí parado a la espera de que saliera Shikinami de su vestidor.

—¿Ya estás lista? —preguntó Shinji mientras esperaba a que Shikinami saliera del vestidor.

—Estoy lista—dijo ella antes de abrir la pequeña puerta que cubría su cuerpo.

Dando unos cuantos pasos, Shikinami por fin salió para mostrar aquel traje que la doctora Akagi confeccionó para ella.

—Te ves hermosa… —comentó Shinji sin poder ocultar su sonrojo.

—Baka…

El traje que ella estaba usando jamás en su vida lo había usado. Sabía de antemano que este estaba confeccionado a partir del traje del tercer niño por lo que muy dentro de ella se sentía victoriosa por compartir algo que le recordaba mucho a su Shinji.

De inmediato se acercó al espejo viendo así su cuerpo el cual se ajustaba a la perfección con el traje. Por un momento llegó a creer que esto era un sueño, pero al tocar con sus manos cada parte de su vestimenta pudo deducir que se trataba de la realidad.

—Shinji… —susurró ella con algo de melancolía.

—Él debe estar contento de verte usar ese traje—comentó Shinji a la vez que le dedicaba una de sus mejores sonrisas a la germana—. Él debe estar feliz tras ver a su Asuka portar el mismo traje que él usó alguna vez.

Las palabras del castaño llegaron a lo más profundo del corazón de Asuka.

Ella estaba viva porque así lo quería su Shinji. Por más que trató de hacerlo entrar en razón, él la dejó dentro de aquella capsula antes de que el último impacto en su mundo arrasara todo. No supo en que momento lo hizo, pero el abrazo que le estaba dando al Shinji de este mundo transmitía nuevamente todas esas emociones que seguían presente en su alma como heridas que no han sanado.

—Sigo aquí, Asuka… sigo, aquí…

Shinji no tardó mucho en entender lo que ella sentía en ese momento. De igual forma la abrazó esperando que ese afecto suyo llegara a aliviar aquel dolor por el que Shikinami pasaba.

—Baka…


Asuka ya se encontraba lista para abordar su unidad de producción en masa. Su [EVANGELION] a sus ojos era el más indicado para el combate, pero desde hace un tiempo que ella no conseguía otra baja en esta guerra. La última victoria la había tomado Shinji tras despedazar a aquel monstruo de adentro hacia afuera tras casi pasar todo un día dentro de aquel mundo al que se le denominó [MAR DE DIRAC].

Ese día casi perdía a Shinji para siempre tras enterarse del plan que tanto Akagi como el comandante había trazado. Hasta ese momento jamás le importó en lo absoluto la vida de su compañero, pero tras escuchar como este sería sacrificado en pro de recuperar aquella unidad prototipo, algo dentro de ella la hizo entender lo mucho que esa idea la aterrorizaba.

—Baka… —susurró para sí misma ese apodo que había comenzado como un insulto.

Minutos antes de que él emergiera del décimo segundo ángel, ella por primera vez en su vida se dio el lujo de rezar y pedir por un milagro. No sabía si Dios en sus cielos la había escuchado a ella, pero tan pronto vio surgir a la unidad de Shinji entre los restos de aquella criatura fue que entendió lo afortunada que era al tener a alguien como él.

—Pilotear me da una identidad—se repitió una vez más aquella frase que se ha dicho a través de los años en un intento por enmascarar ese miedo por ser superada—. Yo sin el EVA soy nada.

Las memorias de su pasado nuevamente la golpearon. Tan sólo tenía cuatro años cuando su madre partió de este mundo por la salida fácil. Nadie nunca se preocupó por ella de forma sincera, ni siquiera le permitieron darle el último adiós a su madre. Ese mismo día la dejaron en un orfanato hasta la llegada de su padre quien no le importó llamarla un error a escasos días de haber visto morir al único ser querido que la amó de verdad.

—No puedo quedarme atrás, no puedo ser esa niña llorona de antes—se dijo a si misma mientras apretaba sus puños con fuerza—. No debo dejar que esa tonta doppelgänger tome mi lugar.

Con una actitud decidida, Asuka tomó el elevador que la llevó hasta la entrada de su cabina. Los técnicos la estaban esperando y sin prestarles atención se subió dentro del único lugar en donde se sentía la persona más importante del mundo.

—No cederé mi puesto a esa idiota.

Y así sin más comenzó una de las tantas pruebas de rutina que tendría a lo largo de este conflicto que parecía no tener fin.


—Asuka está decidida a romper su puntaje este día—declaró Akagi mientras observaba el porcentaje de sincronización que la segunda niña tenía con su unidad—. ¿Dónde se encuentra el tercer niño y la nueva segunda niña?

—Se encuentran en el elevador que la da con la cabina de la [UNIDAD 01]—respondió Makoto a la vez que mostraba las cámaras del sitio.

—Bien, preparen todo para la prueba de Shikinami.

—¡Recibido! —contestó el trío de técnicos mientras iniciaban el proceso de activación de la unidad más peligrosa.


—El EVA 01…

Por primera vez en mucho tiempo Shikinami tenía miedo de acercarse nuevamente a aquella unidad prototipo. Los amargos recuerdos de su pasado la golpeaban recordándole aquel dolor que llegó a experimentar a manos de la unidad designada al Shinji de su mundo. No debió haber aceptado a esta prueba, fue una tonta que creyó poder controlar su miedo en un intento por demostrarle a la mocosa de Soryu de lo que era capaz.

—No quiero hacerlo, déjame bajar—comentó Asuka mientras intentaba encontrar el botón para detener el elevador—. No quiero subir a esa cosa, por favor…

—Asuka…

—No me importa si es la unidad de Ayanami o de la de Soryu, pero no me dejes subir a esa cosa—expresó ella con miedo a la vez que su respiración se volvía cada vez más irregular.

En ese momento Shinji la abrazó siendo lo único que se le ocurrió que podía llegar a calmarla.

—Estoy aquí, sigo aquí—le susurró Shinji esperando que su voz pudiera tranquilizarla—. No dejaré que subas al EVA, no importa lo que diga Asuka, no te dejaré sola.

—Shinji…

Por un breve instante Shikinami se sintió soñada. Ella era fuerte, eso lo sabía, pero muy en el fondo seguía siendo esa niña pequeña que tanto Mari como Kensuke le comentaron en más de una ocasión. Aun recordaba aquellas noches de luna llena en donde veía el firmamento esperando ver alguna estrella fugaz que cumpliera su más profundo anhelo.

Todo el mundo había sacado su juicio en contra de Ikari Shinji, incluso ella lo había hecho. No fue hasta el día en que regresó que se enteró de lo alegre que se encontraban sus amigos por esto. Ellos nunca perdieron la fe en verlo regresar y tampoco emitieron juicio alguno en contra de sus acciones, especialmente Hikari quien logró entender todo el dolor por el que pasó su Shinji al creer que había acabado con ella.

Por años había piloteado creyendo esas palabras que Misato le dijo. Su tutora se había encargado de hacer de ella uno de sus instrumentos más preciados en su guerra personal con Gendo. Nunca le reveló la verdad sobre el Dummy System, mucho menos le explicó la verdadera razón por la que Shinji fue a salvar a la niña modelo. Todos esos años creyó en una mentira que la mantenía viva, pero sólo hasta el final pudo entender lo tonta que fue al nunca emitir un juicio propio.

Tú deber es pilotear tu unidad, no hacer preguntas― aquellas palabras de su tutora ahora eran más claras. No le importaba la vida de amabas una vez acabaran con lo que quedaba de NERV―. Si no puedes hacerlo, se te retirará de la nave y serás reemplazada por alguien más apto.

A Misato nunca le importó lo mucho que a ella le aterraba enfrentarse a la [UNIDAD 01] cuando esta despertaba. Ninguno le había dicho sobre el incidente de contacto ni mucho menos le explicaron el alcance real de la unidad de Shinji. La mandaron a luchar una y otra vez hasta que ya no pudo más.

¡Por favor, ayúdame Shinji! ―ese grito la había salvado de morir a manos del EVA 01.

Shinji la había salvado una vez más. Él había logrado controlar evitando así su muerte.

―Por favor... ayúdame Shinji ―susurró ella mientras ocultaba su rostro en el hombro del castaño quien simplemente se limitó a guardar silencio dejando así que ella se desahogara―. No te vayas nunca.

―Sigo aquí, me quedaré aquí contigo...

Tras eso, las puertas del ascensor se abrieron y los técnicos dirigidos por la doctora Akagi observaron la escena con curiosidad.

―Necesito hablar con la doctora Akagi y con la Mayor Katsuragi―dijo Shinji sin dejar de abrazar a Shikinami―. Por favor...


Desde el centro de operaciones Akagi podía ver todo lo que sucedía. Misato finalmente había arribado y con ella las otras dos niñas quienes ya habían tenido sus pruebas. Asuka estaba hecha un mar de celos al ver como Shinji abrazaba de forma protectora a aquella a quién consideraba una mera copia de si misma. Por su lado, Ayanami miraba esto con curiosidad ya que las muestras de afecto entre Shinji y Soryu eran escasas según por lo que entendía con respecto al amor y cariño.

―Parece ser que ella tuvo un ataque de pánico―declaró Akagi a la vez que tomaba asiento en la silla detrás de los controladores―. Algo le aterra de la [UNIDAD 01], existe algo en su memoria que le impide acercarse a la unidad de Shinji.

―Lo más seguro es que ni siquiera sea capaz de pilotear―comentó Asuka dejando salir un comentario que no fue del agrado de su tutora.

―Asuka, no sabemos por lo que ella pasó; hasta donde sabemos ella es una versión tuya que pudo pasar por peores cosas―le respondió Misato con un tono serio a la vez que prestaba atención a la imagen del EVA de Shinji.

―¿Cómo que pudo pasar para que le de miedo ese tonto EVA?

―Una muerte segura―dijo Ayanami lo que sorprendió a todos―. El EVA 01 casi acaba con mi vida durante mi primera prueba, puede que ella también haya pasado por algo similar siendo salvada por su versión de Shinji-kun.

Todos los presentes guardaron silencio mientras analizaban las palabras que la peli azul dijo. Asuka estuvo a punto de decir algo, pero entonces recordó como aquel EVA salió de entre las entrañas del ángel soltando un rugido animalístico tan escalofriante que la seguía hasta en sus sueños.

―La [UNIDAD 01] se caracteriza por ser volátil con todos los pilotos de prueba que ingresen a ella sin su consentimiento―declaró la doctora mientras recordaba el fracaso de Ayanami y el de la piloto de Estados Unidos quienes no pudieron ser capaces de despertar a la unidad incluso cuando hacían uso de una simulación basada en los patrones neuronales del EVA―. Sólo ha sido Shinji-kun el único capaz de sacar todo el potencial dormido de la unidad prototipo, pero cada vez que eso sucede el pierde el sentido del mundo obteniendo así un puntaje mayor al tuyo, Asuka.

―¿Acaso él no...?

―Cuando el EVA despierta, Shinji duerme; no es tan complicado de entender―comentó Ritsuko a la vez que preparaba todos los sistemas del EVA―. No obstante, el EVA responde al llamado de Shinji, lo protege como si fuera su hijo y logra que la sincronización llegue a puntajes cercanos a los cien puntos.

Asuka finalmente estaba entendiendo todo. No era Shinji quien la quería vencer para demostrar que era mejor que ella, era su vínculo con la unidad lo que le permitía romper esa barrera que al final lo llevaba a la victoria.

―Pero la única ocasión en que él ha tenido un puntaje cercano a los ochenta puntos de forma consciente ha sido durante la batalla sexto, séptimo y octavo ángel―dijo Ritsuko antes de mostrar en pantalla la imagen del tercer niño acompañado de la segunda niña mientras discutían tras la derrota a manos del séptimo―. Que bonita foto de archivo.

Para este punto Asuka ya había unido los hilos. En esos combates había sido un trabajo casi exclusivo con Shinji, aunque no entendía mucho cómo se sincronizó de tal forma con el último.

―¿En qué momento Shinji alcanzo ese puntaje con el último ángel? ―preguntó Asuka estando muy nerviosa para sorpresa del grupo.

―Cuando decidió lanzarse al volcán sin protección alguna nada más para salvar a cierta niña de ojos claros que estoy viendo en este momento.

Dos sentimientos florecieron en ese momento dentro del corazón de Asuka. La culpa por ser una mala compañera la invadió generándole un dolor que la hacía palidecer, pero este mismo era detenido por aquel otro sentimiento que nacía dentro de su corazón y que llegaba tocar su alma.

No lo iba a admitir en frente de nadie, mucho menos dejaría que su tutora obtuviera esta información. Aun cuando tenía dudas con respecto a esto, su mente le decía que era la verdad y que buscara huir de ella.

Asuka Langley Soryu amaba aún más al idiota de Ikari Shinji...

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Asuka, prometo que un día de estos te llevaré a conocer a mi madre...