Disclaimer: Los personajes que os suenen no son mios sino de Rowling. Los demas si. Espero que os este gustando el fic.
CAPITULO 2: Pociones y Quidditch "…habia elegido el peor momento para empezar a enamorarse de James"
Lily apenas se había sentado jadeando en el último carruaje de la fila cuando oyó a sus amigos y a Katie, la hermana pequeña de Sarah abrir la portezuela
-¿Estas bi…?- empezó a decir Jack.- ¡Ay, Sarah!
Lily no pudo dejar de notar la mirada de advertencia de esta hacia su hermana y hacia Jack.
-Chica, la velocidad que puedes llegar a coger.- bromeo Sarah mientras se subía.- Creo que has batido el record de los 100 m. lisos con baúl y lechuza. ¿Crees que existirá?- pregunto a Jack.
-No creo, la verdad. Parece un deporte algo arriesgado, pero a lo mejor Lily lo pone de moda…
Lily tuvo que sonreír ante las bromas de sus amigos.
-¿Qué tal los TIMOS, Katie?- pregunto con la respiración todavía entrecortada.
-Bien. He suspendido Adivinación y Herbologia, pero he sacado una E en Aritmancia y yo lo que quiero es trabajar en Gringotts.
Siguieron hablando de las asignaturas y las notas durante todo el camino, aunque en realidad ellos tres hablaban y Lily fingía escuchar. ¿Por qué se había puesto así? Lo había "odiado" durante tres años. Tres largos años. ¿Y ahora se arrepentía? Intento volver a la conversación de sus amigos, pero ahora hablaban de los Mundiales de Quidditch que tendrían lugar el próximo verano en España. Aunque no existía conversación que aburriera más a Lily, intento prestar toda su atención para no pensar en nada… ni en nadie.
Cinco minutos después los carruajes pararon frente a Hogwarts. Lily suspiro. Un año mas y podría estudiar para ser auror. Entonces podría plantar cara a todos esos que aterrorizaban el mundo mágico. Esos mortifagos…
Entraron al comedor y se sentaron en el extremo de la mesa mas alejado de la mesa de los profesores. Lily alzo la cabeza para mirar sobre las cabezas de sus compañeros de casa. Vio a Dumbledore, el director, a McGonnagall, la jefa de la casa Gryffindor, a la que cada vez le estaban saliendo mas arrugas, a Flitwick, a la joven profesora Sprout y a Slughorn, el profesor de pociones. Este miro a Lily y le sonrió, pero ella hizo una mueca que no se molesto en ocultarle al profesor. Slughorn no le gustaba, discriminaba a los alumnos. Además, cada año estaba mas gordo y con el bigote que se había dejado se parecía cada vez más a una morsa. Lily siguió recorriendo con la mirada la mesa de los profesores. El profesor de defensa contra las artes oscuras, Peterson, no estaba y su lugar lo ocupaba un hombre de unos 30 años. El lugar de su amigo Hagrid el guardabosques, también estaba vacío. Aun no había cruzado el lago con los de primero.
Lily se había distraído un momento al entrar James en su campo de visión, cuando Dumbledore se levanto y dio la bienvenida a todos.
-¡Bienvenidos, alumnos de Hogwarts!- dijo mientras los alumnos aplaudían.- Tengo una desagradable noticia. Nuestro querido profesor de defensa contra las artes oscuras, el profesor Peterson ha tenido un contratiempo con el lado oscuro y nos ha dejado. Su lugar lo ocupara el señor Alastor Moody.
El hombre se levanto y saludo a todos con una leve inclinación de cabeza. Justo después, Hagrid entro en la sala y ocupo su lugar en la larga mesa a la vez que McGonnagall salía del comedor y entraba cinco minutos con un viejo sombreo en la mano, encabezando una pila de niños de 11 y 12 años bastante asustados. Lily recordó su selección. Le toco justo después de Lucy Eduards y justo antes de Sarah cuyo apellido era Foster. Temblaba como una flor y cuando el sombrero toco su cabeza solo dijo "No hay duda" antes de gritar a los cuatro vientos que era Gryffindor. El resto ya no lo recordaba.
Volvió a la realidad cuando una niña recién seleccionada se sentó a su lado. Lily le sonrió pero la niña parecía decepcionada. Cuando Jack le pregunto que le pasaba, la chica les contó que en su casa se decepcionarían ya que todos eran Slytherin. Sarah comenzó a decirle que ya se alegraría de no se Slytherin, cuando los platos se llenaron de comida y la niña se olvido de sus problemas.
Después de la cena, Remus y Lily eran los encargados de explicar a los de 1º donde tenían que ir. Lily estaba muy callada y solo sonrió cuando la niña con la que había hablado en la mesa paso por su lado hablando con otra niña y la miro.
-¿Algún problema, Lily?- pregunto Remus cuando Lily se sentó en un sillón después de explicarles a las niñas de primero donde estaba su dormitorio.
Ella se sobresalto.
-No, para nada.- contesto forzando una sonrisa.- Todo va bien. ¿Por qué lo preguntas?
-¿Yo? Por nada, por nada…
-¡LILY!- grito Sara cuando entro en la sala común.- Ah, hola Remus…- dijo bajando notablemente el tono de voz.
-¿Qué pasa?
-Nada, nada… Solo… Solo te buscaba… Venga, vamos a la habitación a deshacer el equipaje.- dijo tirándole del brazo.
-¡Sarah¿No ves que estoy hablando?- dijo Lily muy extrañada por el comportamiento de su amiga.
-Tenéis hasta junio para hablar. Venga, ahora vamos arriba.
Lily miro a Jack y a Katie, que tenían expresiones muy extrañas. Sarah continuaba tirándole del brazo y cuando se dio cuenta estaba junto a la escalera que llevaba al dormitorio de las chicas. Lily iba a preguntar de mala manera de que iba todo aquello cuando la puerta del retrato se abrió y James y Moon entraron pegados por los labios y se sentaron en el sillón que había ocupado Lily hacia un momento. La chica tardo unos cinco segundos en reaccionar y cuando lo hizo, miro a sus amigos.
-No seria por esto por lo que queríais arrastrarme a la habitación…
-Hombre, hasta allí fijo que no llegaban.- razono Katie. Los demás solo asintieron.
-Pues no veo el motivo.- dijo mientras subía la escalera acompañada de las dos chicas.- No me importa en absoluto.
Por supuesto Lily era consciente de que podía mentirle a sus amigas pero no a si misma. Había sentido deseos de coger a Moon por los pelos y sacarle los ojos, pero evidentemente no lo había hecho. Primero porque podrían castigarla y segundo porque se iba a notar demasiado que había elegido el peor momento para empezar a enamorarse de James.
Pero a Lily le quedaba sufrimiento para rato. Britney se paso la noche contándole a Lizzie y por extensión a Sarah y a Lily, todos los detalles de su relación con James, desde lo bien que bailaba el vals hasta lo bien que besaba, pasando por la lista de todos los regalos que le había hecho. Lily sentía que le iba a estallar la cabeza y sentía mas ganas que nunca de hechizarla cuando Sarah le grito que o se callaba o la dejaba sin voz.
Lily le dio las gracias para sus adentros mientras se quedaba dormida.
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Por poco llego tarde a la primera clase del día, pociones. Había dormido muy mal, soñando que era la dama de honor en la boda de James y Britney, llevando un vestido rosa con flores y volantes.
Lily llego a la mazmorra antes que el profesor, pero los alumnos ya estaban sentados, así que busco con la mirada a Jack, ya que Sarah no cursaba pociones, pero se lo encontró sentado con Lydia, una Ravenclaw que estaba loca por el. Jack le pido ayuda con la mirada. Resultaba evidente que Lydia se había sentado en el sitio que Jack le guardaba a ella, pero esta ignoro su mirada de auxilio, sonrió y siguió buscando sitio con la mirada. Lo encontró junto a Remus… justo delante de James.
Se acerco con toda la tranquilidad del mundo.
-¿Esta ocupado, Remus?- pregunto con suavidad apartando la silla.
-No. Siéntate, Lily.
-Evans¿se te han pegado las sabanas?- pregunto Sirius, en tono burlón.
-Pues si Black.- contesto ella sin volverse.- Resulta que una compañera de habitación no me ha dejado dormir porque no paraba de hablar sobre algo que según ella era interesante.
Remus sonrió. Sirius iba a responder cuando Slughorn entro en la mazmorra y se hizo el silencio. Fue una clase exactamente igual que las de los años anteriores: Slughorn hacia la pelota a algunos mientras ni siquiera se sabía el nombre de otros.
-Bien Jason. Tu veritaserum esta perfecto.
-Me llamo James.- dijo el chico ofendido, pero el profesor ya se iba.
Lily sonrió. Aunque a James le molestaba que hubiera una sola persona en Hogwarts que no supiera su nombre, por una vez a ella no le molesto esa desagradable costumbre del profesor.
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Pasaron los días. A las chicas de 7º curso de Gryffindor solo les faltaba saber la talla de calzoncillos de James para saberlo todo sobre el, cuando en realidad lo único importante que había dicho era que los mortifagos, en uno de sus primeros ataques, habían asesinado a los padres de James cuando este tenia diez años y desde entonces se había criado con sus abuelos
Lily, por su parte, creía que había superado la fase de querer asesinar a Moon cada vez que pasaba por su lado cuando al volver de la ronda de prefectos al lunes siguiente se encontró a Katie llorando en la sala común junto a su hermana.
-¿Qué ocurre, Katie?- pregunto
-Se ha presentado a las pruebas para cazadora.- respondió Jack que tenia su brazo alrededor de los hombros de su amiga.
-¿Y que tal?- pregunto Lily, imaginando que su amiga se había hecho el ridículo por los nervios o algo parecido.
-Pues muy bien. Katie ha marcado los cinco puntos que debía marcar mientras los demás solo marcaron uno o dos.- explico Sarah. Lily no entendía porque entonces su amiga estaba tan indignada.
-Entonces¿Cuál es el problema?
-¿El problema?- exclamo Katie levantándose tan repentinamente que Jack por poco se cae del sillón.- El problema es que Potter no me ha cogido. No me ha cogido porque ha elegido a Moon.
