Disclaimer: Los personajes son de Rowling, excepto los que no os suenen de nada a excepcion de haberlos visto en capitulos anteriores a este, que son mios
CAPITULO 6: El cumpleaños de Lily "Te mandé un ramo de flores cada 16 de noviembre durante los últimos tres años."
La noticia de que Katie era la nueva cazadora de Gryffindor fue tan bien acogida por los chicos que incluso a Jack se le paso el enfado y la levanto en brazos haciéndola girar en cuando James salio de la Sala Común.
Lily también estaba muy contenta, casi eufórica. Lo de Katie la alegraba, pero lo que realmente le provocaba ganas de ir bailando claqué por los pasillos era el hecho de que James había roto con Moon.
Una semana después, mientras Lily dormía tranquilamente, ya que había dejado de soñar lo de ser dama de honor, su amiga la despertó airándole un cojeen.
-¡Hey dormilona! ¡Que llegas tarde a clase de Moody!
Lily se levanto de golpe. Cuando lo hizo vio a su amiga sonriendo y con un paquete en la mano.
-¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- grito. Lily se puso la mano en el oído. Probablemente habría perdido el 50 de capacidad auditiva.
-Calla, que vas a despertar a "Miss Hogwarts" y a la 1º Dama de honor…- susurro al ver que Moon se revolvía en la cama.
-¡Y eso a mi que mas me da! No todos los días es el cumpleaños de mi mejor amiga. Y la mayoría de edad además… 17 años… Mi pequeñina esta hecha una mujer.- dijo abrazando a Lily con falsa emoción. Esta se echo a reír.- Toma, espero que te guste.
Sarah le tendió un paquete envuelto en papel rosa con corazones. Lily miro a su amiga aguantando la risa al ver el envoltorio.
-¿Qué quieres? Es el único que tenían en la tienda. Si no te gusta le pones un moño…- dijo haciéndose la ofendida.
-Lo que le faltaba es el moño.- dijo Lily, mientras abría el paquete sonriendo. El contenido le encanto. Eran dos preciosas horquillas de plata adornadas con piedrecillas brillantes.
-Muchas gracias, Sarah.- dijo volviéndola a abrazar.- ¿Qué hora es? ¿Llego tarde?
-Pues no creo. Te desperté a las siete.
Lily abrió mucho los ojos.
-Te matare… Me has despertado a las siete de la mañana.- dijo acomodando la almohada para volver a dormir, pero Sarah no se lo permitió. La copio del brazo y la arrastro fuera de la habitación.- Déjame en paz, que no tengo clase hasta las nueve…
Sarah la arrastro hasta la Sala Común donde Jack y Katie esperaban con una tarta de chocolate.
-¡FELICIDADES!- gritaron los dos a la vez tan fuerte que Lily temió que despertaran a todo Gryffindor.
La chica, ya espabilada (que remedio le quedaba) se sentó con sus amigos a comer pastel y a abrir sus regalos: unos pendientes a juego con las horquillas, regalo de Katie y un libro regalo de Jack. Cuando más a gusto estaba, oyó los pasos de alguien que bajaba por las escaleras.
-Buenos días James.- saludo Jack. Lily se volvió instintivamente.- ¿Te hemos despertado?
-Vosotros no, el despertador. Tengo clase hoy. ¿Bajas conmigo?- añadió dirigiéndose a Lily.
-¡Las clases!- exclamo ella.- ¿Qué hora es?
Rápidamente miro el reloj de la pared. Eran las nueve menos veinte y ella aun estaba en pijama.
-Ya te veré en clase, Evans.- murmuro el saliendo por el hueco del retrato mientras Lily subía rápidamente a cambiarse sin dejar de repetirse a si misma lo idiota que era.
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Finalmente, Lily llego diez minutos tarde a clase. Llamo a la puerta casi con temor.
-¡Adelante!
Lily entro en el aula, temiendo una charla de Moody sobre lo importante que es para un auror el ser puntual y tomarse las cosas en serio, pero para su sopesa, no dijo nada. Aun así Lily intento justificarse.
-Perdone profesor, yo…
-Tranquila señorita Evans. El señor Potter ya me ha explicado los problemas que ha tenido con esos chicos de primero. Así que por favor, siéntese para que podamos comenzar la clase.
Lily se había quedado helada. James la había justificado ante Moody. Ella le miro y el sonrió, así que le devolvió la sonrisa tímidamente.
Lily jamás recordaría lo que se supone que había aprendido ese día ya que se paso la mañana en las nubes mientras dirigía inevitables miradas a su compañero. Miradas que apartaba en cuanto se daba cuenta de adonde miraba. Cuando al fin termino la clase, Lily salio como siempre, directa a la Sala Común.
-¡Hey Evans! ¡Lily!- Ella se volvió. James se habría paso entre un grupo de chicos de tercero.- Espera un momento.
Lily se paro, esperando a que el la alcanzara.
-Ven un momento.- dijo el cociéndola suavemente del brazo. Se alejo del pasillo principal y paro junto a uno de los ventanales.- Toma
James saco un paquetito de la mochila y se lo dio sonriendo. Lily lo sostuvo unos momentos entre las manos sin acabar de creerse la situación.
-Feliz cumpleaños. ¡Vamos, ábrelo!
Esas palabras hicieron reaccionar a Lily, que rasgo el papel para descubrir a un pequeño osito de peluche que lucia una enorme L blanca sobre su camiseta roja.
-Es precioso. Muchas gracias.- dijo mirándole a los ojos.- Pero ¿como te has acordado?
James se rió.
-Te mandé un ramo de flores cada 16 de noviembre durante los últimos tres años. Como para que se me olvide…
Lily se enfado consigo misma al oír esas palabras de James. Era verdad. Los tres años anteriores había recibido un ramo de rosas el DIA de su cumpleaños. Un ramo de rosas que ella había tirado directamente a la basura. De repente se sintió muy triste.
-Bueno, ¿y que mas te han regalado?- pregunto el animadamente mientras se apoyaba en el dintel del ventanal.
-Bueno, aun no he recibido el regalo de mis padres, pero mis amigos me han regalado un libro, unos pendientes y estas horquillas.- dijo señalándose la cabeza.
-A ver…- dijo el mientras ponía su mano sobre su cabeza y la bajaba por su pelo.- Son preciosas. Y te quedan muy bien.
Lily no podía apartar los ojos de los de James. El también la miraba, sin apartar todavía la mano de su pelo.
-En fin…- susurro el, acercándose. Lily cerro los ojos, sintiendo cerca el aliento de James… que la beso en la mejilla.- Feliz cumpleaños, Evans.
Lily abrió los ojos, decepcionada, frustrada y furiosa consigo misma mientras James se alejaba. ¿Cómo había podido ser tan idiota para creer que iba a besarla? Lily suspiro pensando que había hecho el ridículo cuando miró el osito de peluche que sostenía en su mano y sonrió. Al fin y al cabo, no había salido tan mal. Tal vez no estuviera todo perdido…
Cuando llego a la habitación, Lily puso al pequeño oso sobre su cama y desenvolvió los regalos que Mara había traído desde casa: una pulsera de oro de sus padres y un precioso gorrito de lana de su hermana mayor. Sonrió y se tumbo en la cama. Aquel había sido sin duda uno de sus mejores cumpleaños.
-Sin duda…- murmuro, recordando su conversación con James antes de quedarse profundamente dormida.
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Los días continuaron pasando como siempre excepto por una pequeña novedad. James ahora se quedaba hablando con Lily después de clase, iban juntos a las clases de Moody e incluso se sentaban juntos a comer. Lily, que ya había superado eso de estrellar contra el suelo la fuente de las patatas, estaba encantadísima con la situación. Incluso habían pasado de llamarse Evans y Potter a ser tan solo Lily y James sin que ella se diera cuenta.
Lily estudiaba en la biblioteca cuando alguien se sentó a su lado. Ella se giro rápidamente con una sonrisa preparada. Pero no era quien ella esperaba, sino Remus.
-Ah… Eres tú.
-Pues si.- respondió el. Luego sonrió.- ¿Decepcionada?
-Tal vez…- murmuro distraídamente.- Oye, ¿te importa que te haga una pregunta?
-Tú dirás.
-James me dijo que te gusta Sarah. ¿Es verdad?
Lupin la miro incomodo.
-Puede ser…- dijo el.- "Vaya con el bocazas de James…"- murmuró.
-¿Entonces por que no se lo dices?- dijo Lily sonriendo.- Ella esta loca por ti.
Su amigo simplemente negó con la cabeza.
-No es tan fácil.
-¿Cómo que no es fácil?- pregunto asombrada.- Ella te gusta, tu le gustas. ¿Cuál es el problema? Lo que tienes que hacer…
Lupin golpeo la mesa con la mano.
-Mira Lily, lo ultimo que necesito es que alguien que no es capaz de reconocer que esta enamorada me de consejos amorosos ¿vale? No sabes de la misa la mitad, así que no te metas donde no te importa.- dijo Remus antes de salir dando un portazo.
