Se q debo actualizar alguien como tu pero no me mateis! se me a borrao y e tenio q volver a escribirlo... creo q es una buena excusa no? y el domingo actualizare te odio, te quiero... en fin aki os dejo con el segundo cap.
prendiendo la hoguera
El timbre de la puerta principal sonó y oyó a su madre hablar, después oyó pasos subiendo la escalera y dos toquecitos en su puerta.
-Adelante.- dijo sin muchas ganas. La persona que estaba tras la puerta abrió y entró.- ¿Tu?
-Hola Rollings.- dijo el chico incómodo.
-¿Por qué eres tú mi tutor?
-Porque tus padres pagan muy bien y mis notas en Hogwarts son buenas...
-No quiero que tu me des clases.
-¿Prefieres suspender?
-Pues resulta que si.
-Esta bien... se lo comunicaré a tus padres... no creo que al señor Rollings le haga mucha gracia...
-¡Lupin! Espera... haremos un trato ¿vale? Tu no me darás las clases y yo haré como que si. ¿Qué te parece?- el chico la miró a los ojos.
-Creo que no...- contestó dejando la carpeta y los libros, que llevaba en la mano, sobre el escritorio.- ¿Por donde empezamos?
-¿Eres tonto? Seguirías cobrando, por supuesto...
-Que no. ¿Das la clase o me voy?- Bridget bufó y se sentó de mala gana en la silla.
-¿Y qué me darás?
-De todo un poco... ¿qué te parece empezar por transformaciones?
-Fatal.
-¿Pociones?
-Peor aún.
-Pues... ¿Defensa Contra las Artes Oscuras?
-No.
-¿Encantamientos?
-Soy mucho mejor en Encantamientos que tu, Lupin.
-Esta bien...- dijo el chico perdiendo la paciencia. -¿Qué coño quieres¿Hacer las clases insoportables¡Está bien¡Las haremos¡Tu lo has querido!- Bridget le miró.
-Yo lo siento... pero es que estas clases me la han impuesto mis padres.- dijo intentado mejorar la situación.- No es por ti ni nada por el estilo...
-Pues antes no lo parecía.
-¡Oh vamos! Eres un merodeador... y no se porque este verano parece una invasión...
-¿Por qué lo dices?
-Potter y Black viviendo al lado de Kim, tu al lado de Kirsten, me encuentro con Pettigrew en el callejón Diagón, te tengo a ti de profesor particular...
-Pura casualidad ¿no?
-No creo en las casualidades.
-Es una pena...- dijo el abriendo el libro de Historia de la Magia.-¿Empezamos?
-¡Kim, abre!- dijo James tocando el timbre. Fue la señora Fliregan quién abrió.
-¿Qué quieres, James?
-Solo quería decirle a Kim que no vaya a casa porque yo no voy a estar... mi abuela me ha puesto a trabajar.
-Que chico más maduro... que buena decisión por parte de Dayan... quizás debería hacer yo lo mismo con Kimberly...
-El caso, es que no vuelvo hasta esta noche. Si quiere que pase sobre las nueve. ¿Se lo dirá?
-Por supuesto. ¿Quieres una galleta? Están recién hechas.
-No, déjelo... tengo prisa.
-De acuerdo, cariño.- James se fue a su casa y se metió en la chimenea tras echar los polvos flú.
-Llegas tarde.- dijo Tom ,el tabernero al ver saliendo entre toses de la chimenea.
-Solo han pasado dos minutos.
-Tarde.- repitió el hombre. James apretó los puños pensando que no sería conveniente formar un escándalo el primer día. Al menos el era camarero pero Sirius trabajaba en Madam Malkim y ya llevaba una hora allí. Se rió al imaginar al moreno en la tienda.
-Bueno y... ¿empiezo a servir?- preguntó al dueño.
-¿Servir?- dijo el con burla.- Tu no vas a servir copas, niñito... en el almacén hay muchas botellas polvorientas. Límpialas, devuélvelas a sus cajas y tráelas aquí, debajo de la barra. Al modo muggle.- la mandíbula de James se desencajó.-No tengo todo el día. Necesito una espalda joven y fuerte...- dijo mientras James iba al almacén.
-¡Hola, querido!-dijo la señora Malkim al ver entrar a Sirius.
-Hola.- dijo el chico.- Soy el nuevo...
-Si, ya lo sé. ¿Quieres saber en que consistirá tu trabajo?
-Si.
-Pues bien... tu sabes que nuestra mayor clientela es femenina ¿no?
-Si... eso tenía entendido.
-Pues, tu te encargarás de atender a las clientas. Eres un chico muy apuesto y creo que serás una buena elección para mi negocio...
-¿Me está diciendo que soy una especie de cebo?- la mujer sonrió.
-Me alegra ver lo rápido que aprendes.- Sirius puso una cara rara.
-Es decir¿qué solo atiendo a la gente no?
-No. También recogerás las telas y las túnicas al final del día.
-Vale...- suspiró el chico.- ¿Qué hago ahora?
-Ponerte tras el mostrador, claro.- dijo la mujer como si fuera lo más obvio. Sirius obedeció y esperó la llegada de clientas.
-Bueno¿ha sido tan malo?- preguntó Remus cerrando el libro de Pociones.
-Supongo que no...- comentó Bridget aburrida.
-¿Me has hecho algo de caso?
-Hombre... algo si.
-Mira Rollings...
-Tu tranquilo, no pienso decirles nada a mis padres.
-No es eso. Pero me gustaría que me prestases un poco de atención...
-Si solo es un poco... esta bien.- Remus puso los ojos en blanco.- La clase ya ha terminado. Deberías irte Lupin. Seguro que tus aburridísimos libros te llaman.
-¿Quién te ha dicho que leo libros aburridísimos?
-Tus clases.- dijo ella levantándose y estirándose. -¡Ah! Recuerda que no queremos más invasión merodeadora...
-¿Queréis?
-Mis amigas y yo.
-Vale... tomaré nota.- dijo el con una sonrisa y cogiendo sus cosas.- Hasta mañana Rollings.
-¿Mañana también?
-Todos los días, excepto fines de semana.
-¡Oooh!- dijo ella dejándose caer en la cama.- Vaya horror me espera...- el chico salió con una risa disimulada y poco después Bridget oyó el ruido de un motor al arrancar.- Y encima el muy imbécil viene desde Londres hasta Kent en coche... existiendo los polvos flu... – Cerró los ojos y se sumergió en un ligero sueño que su padre se encargó de cortar.
-¡Te pasas el día durmiendo! Pero ni pensar en tocar un libro...
-¡Oh vamos!- replicó Bridget bajando las escaleras.- ¿No toco un libro¿Y esas asquerosas clases que me imparten todos los días que son¿Clases de baile?
-Espero que me demuestres que de verdad aprendes... o el señor Lupin pagará las consecuencias.- Bridget se sintió un poco mal. Lupin era un tío legal que había dejado claro su deseo de dar las clases.
-Vale, pero no querrás obtener resultados en la primera clase ¿no?
-Si estudiaras cuando tienes que estudiar no tendrías clases en verano...
-Si tu me dejases en paz...- respondió ella sentándose a la mesa.
-Si yo te dejase en paz, acabarías mendigando por las calles y haciendo a saber que...- Bridget puso los ojos en blanco y apoyó los codos en la mesa para más tarde taparse la cara con las manos.
-¿Aún no has aprendido que los codos en la mesa es de mala educación?- dijo una mujer de unos treinta años entrando en el comedor. Tenía el pelo caoba y era alta y esbelta. Bridget destapó su cara y miró donde procedía la voz.
-¡Tía!- dijo levantándose y abrazándola.
-Hola Bi...- dijo ella sonriendo.- Vaya, creo que ya podremos irnos a comprar ropa juntas... estas toda echa una mujer...
-No me ves desde que entré en Hogwarts...- dijo la chica.
-Tienes razón... pero creo que a partir de ahora pasaremos más tiempo juntas... me vengo a vivir aquí...- sonó un ruido. La copa de vino que el señor Rollings tenía en la mano se había caído al suelo y estaba haciendo una mancha carmesí en la alfombra azul claro. Una sirvienta vino corriendo y con un movimiento de la varita reparó la copa, que dejo de nuevo sobre la mesa, y limpió la alfombra.
-¿Qué has dicho Helen?
-Hola hermanito. Ya veo que sigues tan estirado como siempre... he dicho que me quedo a vivir aquí. ¿No te alegras?- el señor Rollings que estaba adquiriendo un color rojo se levantó, agarró a su hermana del brazo, apartando a su hija del medio, y salió del comedor con ella a rastras. Cuando volvió a entrar venía solo.
-¿Ves? Por eso quiero que estudies, no quiero verte convertida en una persona como ella...-dijo sentándose a la mesa.
-Creo que la tía Helen es un muy buen ejemplo a seguir.- dijo Bridget alzando la barbilla.
-¿A si¿Qué te hace pensarlo?
-La tía es una medimaga estupenda, que ayuda a los más necesitados. Creo que es mejor trabajar como lo hace ella que en San Mungo.
-Está bien... sigue sus pasos, conviértete en su doble. Si quieres estropear tu vida, no seré yo quién te lo impida.- dijo el hombre sirviéndose ensalada.
-Gracias.- dijo Bridget saliendo como un torbellino del comedor.
Peter salió del callejón Diagón y entró a tomar algo al Caldero Chorreante. James salió sudoroso de la trastienda cargando con dos cajas llenas de vasos.
-¡Prongs¡Eh¿Así atiendes a la clientela?
-Ni me nombres a la clientela... yo que pensaba que este trabajo sería solo servir copas... no toco la barra salvo para guardar miles de cajas llenas de vasos y botellas a los que he tenido que quitar capas y capas de polvo. Este trabajo es una mierda. Prefiero dar clases a una niñita rubia, servir helados o vender túnicas...- dijo incorporándose.
-¿Crees que trabajar en una heladería es algo estupendo?
-Mejor que esto...
-Hablando de niñitas rubias... el otro día serví un helado a Rollings.
-¿Rollings? Rollings era la chica a la que tiene que dar clases Remus.
-¿En serio¡Oh! Es mi oportunidad... esa chica es una preciosidad.
-Bueno si, es guapa pero...
-Estoy enamorado, te lo digo de verdad Prongs.
-¿Enamorado? Jajaja no me hagas reír Peter.
-Ya veo para lo que sirve una amistad... me voy a ver al afeminado.
-¿Te refieres a Sirius?
-Si, porque trabaja en una tienda de tías.
-Ya... bueno, no le digas que mi curro es una mierda ¿vale?
-Lo prometo...
-¡Sirius¡El trabajo de James es una verdadera mierda!- dijo Peter entrando en Madame Malkim.
-¡Shhhh¡Chico calla!- dijo la señora Malkim poniéndose un dedo en los labios.- Sirius esta haciendo un trabajo estupendo...
-Entonces... ¿me queda bien la túnica color escarlata?
-Genial.- dijo Sirius con una irresistible sonrisa. La chica sonrió bobamente.
-¿Mejor que la gris marengo?
-Bueno... a un cuerpo como el tuyo le quedan bien todos los colores... yo creo que deberías llevarte las dos.
-¿En serio?
-Si. Te quedan muy bien, y algún día... podrías venir a enseñarme como te quedan.- dijo con una sonrisa. Después se inclinó hacía delante y añadió con un susurro: O como no te quedan.- la chica rió con una risa tonta y nerviosa.
-Esta bien... me llevaré las dos.
-Es la décima venta que hace en lo que llevamos de día. ¡Es un diamante en bruto! Tiene una mano especial... las embauca, las cautiva y las hace llevarse dos o tres túnicas de una vez. Nunca he hecho un trato mejor...- dijo sonriendo para ella misma.- En fin¿qué querías¿Una túnica, una pamela, una boa de plumas?
-No es por ofender señora, pero... ¿me ve usted pinta de mujer?- la señora se hizo la loca y cogió un pergamino ajado.- Creo que debería pedir más túnicas fuxias... por cierto, aún no tengo la verde de Rita...- dijo metiéndose en una especie de trastienda. La chica que atendía Sirius salió cargada con tres bolsas pues Sirius le había conseguido meter un pañuelo y unas plumas de escritura a conjunto con su ropa.
-¿Qué decías?- dijo mirando a su amigo.
-Que quiero ser como tu.- Sirius sonrió.
Lily salió de la tienda y cogió el autobús muggle. Llegó a la parada de su barrio y camino por las calles hasta llegar al número cuatro de Privet Drive.
-¡Mamá ya estoy en casa!
-¡Papá y mamá han salido, anormal!- gritó Petunia desde el salón.
-Yo también te quiero Pet...- comentó su hermana subiendo las escaleras camino a su cuarto. Se tiró en su cama agotada. Por lo menos ese día había vendido un pantalón y un vestido... a ese paso no salía de pobre... y había visto esa falda monísima de Benetton que costaba una pasta que no tenía... se levantó y se puso su pijama favorito. El mejor pijama del mundo, suave como el que más después de muchísimos lavados, era el indicado para conseguir coger el sueño... echó la sábana para atrás y se metió dentro con un soplido de gusto.
-Esto es vida...- se le estaban cerrando los ojos cuando su teléfono sonó. Pegó un brinco impresionante en la cama. Aún sin saber muy bien donde estaba descolgó.
-¿Si?
-¿Tengo que hablar por aquí?- se oyó la voz de Bridget.
-¡Que si!- gritó Kirsten.
-¿Bi?
-¡Déjame a mi!- se quejó Kim.- ¿Has dicho que por aquí no Kirs?
-Sois un desastre... si, por ahí...
-¡Livansie!- gritó Kim.
-Kimberly sabes que odio...
-Si, que te llame así, pero ahora no puedes pegarme. ¿o si? Kirs¿puede venir a través de el... feletono?
-Es teléfono. T-E-L-É-F-O-NO. Y no, no puede venir por allí.-Lily rió.
-Vale... bueno, el caso. Estamos en casa de Kirs. Nos quedamos a dormir y de paso espiamos un poco a Lupin que por lo visto no tiene cortinas... jaja.- rió Kim.- Y hemos pensado que te gustaría venir con nosotras...
-Me encantaría, cierto, pero resulta que estaba durmiendo y...- Se oyó un ruido raro y lo siguió la voz de Bridget.
-Creo que me estas oyendo aunque no confío mucho en estos cacharros... en fin, Lily métete unos vaqueros en tu raquítico culo y una camiseta en tu mini cuerpo y tira para acá.
-Si mi coronel...- dijo Lily colgando el teléfono. Cogió una mochila y metió su suave pijama, el cepillo de dientes, las zapatillas de andar por casa y la ropa para el día siguiente. Sin despedirse de su hermana salió de casa, alzó la varita y el autobús noctámbulo se materializo ante ella.
-¿Dónde se dirige?- dijo el conductor.
-Hampstead, número quince.
-Aaadelante.- Lily tubo que agarrarse. Se sentó y depositó la mochila sobre sus rodillas. Media hora más tarde llegaba al barrio de Kirsten, justo delante de su puerta. Llamó al timbre y abrió el padre de la chica.
-Hola señor Kooper.- dijo Lily cordialmente.
-Hola Lily. Sube, las chicas están en la habitación de Kirsten. ¡Ah! Dentro de quince minutos vendrá el repartidor de pizzas así que ya sabéis...
-En quince minutos estaremos aquí abajo.- dijo la chica mientras subía las escaleras. Entro en el cuarto de paredes blancas que era la habitación de Kisten. Sus tres amigas estaban en pijama mirando por la ventana.
-¡Babosas¡Ya vino vuestra pelirroja!- dijo acercándose. Ellas no la hicieron ni caso. Miraban embobadas la ventana.
-¡Oh díos!- dijo Kim.
-¡Qué culoo!- gritó Kirsten.
-Sois unas pervertidas...- dijo Bridget sin dejar de mirar por la ventana.
-¿Qué es lo que pas...- Lily se calló al ver en la ventana del baño de la casa de los Lupin a Remus metiéndose en la ducha. Desde ese ángulo tenían buena vista de su musculosa espalda y su culo que según Kirsten era el mejor que había visto en su vida. Esperaron siete minutos más, cuando el chico abrió la cortina y alcanzó la toalla, pero antes de coger la toalla cuatro amigas ya estaban con la mandíbula desencajada de tanto abrir la boca, después estallaron en chillidos histéricos y risas desenfrenadas. Se tiraron en la enorme cama blanca de Kirsten y unas encima de otras abrazándose a cojines rieron sin parar. Al cabo de un rato cuando parecían serenarse y solo se oían murmullos de risa Kim se levantó.
-Bueno, ya vale pervertidas. Parecéis tíos salidos...- dijo muy seria. Pero entonces Bridget se echó a reír de nuevo con aquella risa tan contagiosa que tenía. Y Kim volvió a caer riendo junto a las demás que se agarraban la tripa y los costados doloridas.
-¿Ha llamado Kim?- dijo James entrando en su cuarto donde Sirius estaba quitándose la ropa de la calle.
-No, y doy gracias a Merlin por ello.- James bufó y le imitó poniéndose el pijama.
-¿Qué tal el trabajo?
-Es la hostia.
-No te creo. ¡Trabajas en Madame Malkim!
-¿Y? Lo único que tengo que hacer es sonreír cuando ellas están indecisas. Decirlas que todo las queda genial y convencerlas para que compren cuantas más cosas mejor. Es genial. Y ya tengo la dirección de tres que estaban estupendamente... En cambio, por lo que se, tu curro es una mierda...
-Voy a matar a Peter, es un sucio traidor...
-No digas eso... simplemente... se le escapó información... jajaja... dentro de dos semanas andarás con joroba... y después del verano te estudiaremos en Cuidado de Criaturas Mágicas.
-Creía que no habías cogido al final esa asignatura.
-¡Cierto! Se me olvidaba...- dijo Sirius dándose con la palma de la mano en la frente.- Tu tampoco, cogiste Runas por Evans... jaja que ridículo. Ella sigue sin hacerte caso...
-Me da igual. Evans es... cosa del pasado.- Sirius le miró un segundo y después se tumbó en la cama negando con la cabeza. -¿A qué hora entras mañana? Podríamos desayunar juntos.
-Si... creo que a las diez.
-¿Diez? Yo a las ocho...
-Olvida el desayunar juntos...
-¡No es justo! Tu tienes un curro de puta madre en el que lo único que haces es ligar y encima entras dos horas más tarde que yo...
-Lo sé. Pero este mundo esta mal repartido... deberías saberlo. Y si no, fíjate en los chicos de Hogwarts, muchos son enclenques y feos y luego estoy yo, guapo y con cuerpo digno de diez. ¡Así es la vida!
-Creo que me voy... tu ego me esta aplastando contra la pared...- dijo James.
-Ja, ja, ja.
-¿Y entonces estás dando clase a Rollings?- preguntó Peter atosigando a Remus.
-Que si...
-Y... ¿cómo es?
-Pues... rubia, con los ojos azules...
-¡No! No me entiendes... que como es... ella, de personalidad.
-Pues no lo sé... solo le he dado clase un día...- dijo sentándose en la cama de su aún vacía habitación.
-Y... ¿podrías hablarle de mí?
-¿Me estás diciendo que actué de carabina entre tu y Rollings?
-Si.- dijo su amigo asintiendo vigorosamente con la cabeza.
-Ni lo sueñes...- dijo su amigo levantándose.
-¿Por qué?
-Porque no. Y no hay más que hablar.
-¿Me puedo quedar a dormir? Mi padrastro hoy salía y seguro que ha bebido...
-Claro. Quédate...- dijo Remus mirándole con un poco de lástima.- Iré por sábanas.- Remus salió del cuarto y Peter se acercó a la ventana. Entonces vio una melena rubia en la ventana de enfrente.
-¡Remus¡Remus!- gritó. El casi rubio entró en la habitación.
-¿Qué quieres?
-¿Kooper es rubia?
-No. Es morena.
-Eso quiere decir que Rollings esta en su casa... – Remus negó con la cabeza y volvió a salir.
-¿Es mi imaginación o Pettigrew está en la ventana de Lupin?- dijo Lily mirando por encima del hombro de Bridget, que estaba sentada en el alfeizar. La rubia se giró y Kim y Kirsten se acercaron.
-¡Es Pettigrew!- dijo Brigdet girándose rápidamente. El chico movió la mano como saludando desde la ventana. Kim le contestó. Las cuatro amigas se reunieron en una especie de círculo.
-Pettigrew es un poco raro ¿no?
-Un mucho raro.- dijo Kirsten asintiendo.-Tengo hambre... ¿bajamos a cenar?
-¡Mierda! Tu padre me dijo cuando llegué que vendrían los repartidores de pizza...
-¡Lily te matooo!- gritó Kirsten bajando corriendo las escaleras. Cuando llegó a la cocina, con barra americana, vio las dos cajas vacías sobre la encimera.
-Toda una consideración por vuestra parte...- gruñó a sus padres que estaban viendo la televisión en el contiguo salón.
-Haber bajado antes.- dijo Albert.
-¡Cállate!- chilló Kirsten notando sus tripas rugir.
-¡Kirsten¡No grites a tu hermano!- la reprimió su madre.
-Tengo hambre, supongo que mis amigas también. ¿Hay algo ingerible en esta casa?
-La comida de Scotty.- dijo Renée refiriéndose a la comida de su perro.
-También pueden ser tus vísceras a la romana.- dijo Kirsten acercándose a la pequeña.
-¡Aaaahhh!- gritó su hermana abrazándose a su padre.
-Pedir comida china.- propuso la señora Kooper.
-¡Muy buena idea, señora Koop!- dijo Lily tirando del brazo de Kirsten y arrastrándola escaleras arriba.- Llamaremos por teléfono al restaurante chino...- les explicó a sus amigas de procedencia mágica.
-¿Por el felétono también se puede pedir comida?- preguntó Kim.
-Vaya cosas inventan los muggles...- dijo Bridget. Kirsten y Lily se miraron y entre risas volvieron a entrar en la habitación de la adolescente Kooper.
Al día siguiente...
Lily y Bridget fueron las primeras en despertarse se arreglaron y tras dejar una nota a sus amigas salieron de allí.
-¡Espera!- dijo Bridget.- Me voy para Kent con Lupin... te podemos dejar en Surrey, pilla de paso.
-Claro...- eran las siete de la mañana. Bridget decidió que era mejor no llamar al timbre y que lo más adecuado sería tirar piedras a la ventana de Lupin.
-¿No has pensado que podría romperse el cristal?
-¡Nah!- cuando iba a tirar la primera la puerta principal se abrió y Peter, Remus y James aparecieron en el umbral.
-¡Evans!- dijo James con una impresionante sonrisa. Lily puso los ojos en blanco y murmuró un piérdete Potter.
-¡Rollings!- dijeron Remus y Peter. El último fulminó a su amigo con la mirada y se adelantó.
-¡Que sorpresa, Pettigrew!- dijo en voz baja Bridget...
-Que alegría diría yo. Siempre es un placer verte...- dijo pasando el brazo por los hombros de la chica.
-Si bueno...- dijo ella liberándose del brazo.- ¿Lupin, puedo ir contigo a mi casa? En el coche, digo...
-Claro.
-Vamonos...- dijo la chica agarrándole por el brazo y arrastrándole hasta el coche azul que había aparcado junto a la acera.
-¡Ey¡Qué os olvidáis de mi!- gritó Lily echando a correr hasta el coche. Se subió y ser tiró en el asiento trasero.-¡Gracias por esperarme!
-Me alegra saber que Lily Evans sigue siendo la misma...- dijo Remus con una sonrisa mirando por encima de su hombro.
-Hola Lupin.- dijo ella respondiendo también con una sonrisa.-Osea que vecino de Kirs y profesor de Bi... invasión merodeadora...- murmuró.
-¿Tu también?
-¿Qué?
-La invasión merodeadora...
-¡Es que es cierto!- exclamó indignada Lily mientras abandonaban Londres. -¿Qué hacía Potter en tu casa?
-James es mi amigo ¿lo recuerdas?
-Pero que hacía el, el rey de los vagos, en tu casa un viernes a las siete de la mañana?
-Tenía que ir a trabajar y me hizo una visita.
-¿Tanto te importa su presencia Lils?- preguntó Bridget.
-¿Tu eres tonta? No me importa para nada...
-¿Te turba?
-¡Que turba ni que leches! Simplemente me cae mal...
-Ya hemos llegado.- dijo Lupin entrando en Privet Drive.- ¿Qué número?
-El cuatro.- El chico paró justo delante de la entrada de la casa de los Evans.
-Muchas gracias Remus. Nos vemos. Adiós Bi.- se bajó del coche y entró en la casa. Bridget y Remus fueron en silencio hasta Kent.
-Aún falta un rato... salimos demasiado pronto...- dijo Remus sentándose en los escalones de la entrada de la casa de los Rollings.
-No te ofendas pero... tu amigo Pettigrew es un poco pesadito...
-Si... pobrecillo. Dice que esta enamorado de ti.- dijo el negando con la cabeza mientras una sonrisa se pintaba en su cara.- Pero no le digas que te lo he dicho yo.
-¿Qué esta enamorado¡Pero si no me conoce! Solo me ha visto dos veces...
-¿Crees que en Hogwarts no te ve?
-Pero no te enamoras de alguien solo con verle. ¡Oh por favor! Es una bobada...
-Lo sé, pero así es Peter... ¿qué quieres dar hoy en las clases?
-¿Nada?
-Historia de la magia.
-¡No! Que muermo... ¿sabes tienes un cuerpazo y más recién salido de la ducha pero como profesor eres...
-¿Qué has dicho?- le cortó el. Bridget se tapó la boca con la mano y unas ronchas rojas aparecieron en sus mejillas.
-Nada...
-¡Rollings¿Qué has dicho de mi de la ducha?
-Quizá deberías poner cortinas en el baño...- dijo Bridget en voz baja.
-¿Tu y tus amigas me espiasteis?- preguntó cabreado.
-No... espiar no es la palabra... nosotras... estábamos en la ventana y... saliste de la ducha y... chico no somos ciegas...
-Ya... joder... que vergüenza... ¿Kirsten me vio?
-Creo que... si.- dijo Bridget.
-¡Es mi vecina!
-Bueno... ella tiene piscina y la gusta tomar el sol sin la parte de arriba del bikini... quizás...- Remus sonrió un poco pero luego su expresión se endureció.
-¿Me estas diciendo que la espíe yo también¿En deuda con lo mío?
-Más o menos.
-Entonces... para compensar, digo, tendría que veros a ti, a Kirsten, a Kimberly y a Lily completamente desnudas. No solo a Kirsten sin la parte de arriba del...
-Sigue soñando...- dijo Bridget mirando hacía otro lado.
-Hagamos una apuesta Rollings.- dijo el chico. La rubia se giró y le miró a los ojos.
-¿Cuáles son las condiciones?
-Ya las verás. Pero te advierto, que estas jugando con fuego.
-Tengo agua para apagarlo.
-Pero las brasas son muy fuertes y te puedes quemar...
-No tengo miedo al fuego, Lupin.- Remus sonrió misteriosamente y después estrechó su mano con Bridget.
-¿Empezamos con la clase?
Bno ya ta no se cuando lo actualizare... spero q os guste yo si stoy contenta de como a kedado pero en fin... reviews!
