Cuarto capítulo
Visión –Parte I-
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No lo había notado.
De hecho, sólo lo había visto bien –y no tanto como debió haberlo hecho- en su batalla contra Kai. Cuando él sonrió, lo hizo en su dirección, no en la de Kai. Y eso era algo que debió de haber notado, pero que pasó pro alto. En parte por lo que sucedió en la batalla de Rei contra Boris. Y en parte por la batalla que tuvo con Yuriy. Y en parte porque, una vez pasada la última batalla, no volvería a verlos más. O en un buen tiempo. Pero se equivocó.
Si había pensado que Sergei no lo miraba mientras batallaba –a él, no a Yuriy- se equivocaba. Lo miraba a él. Y el tema no era que lo miraba, sino cómo lo miraba. Había deseo, sí, pero eso no era todo. Había algo más. Pero¿acaso iba a verlo? Era el que menos hablaba, el menos agraciado y el menos visto. Sólo lo notó porque Iván no entró a luchar, y no sabía por qué había pasado eso. Quizás para variar, o porque el más pequeño era su arma secreta, en el hipotético caso que hubiera un empate.
Pero no lo hubo. Y Sergei fue el primero en luchar, por lo que debió haberlo notado. Pero cuando no batallaba, él, Takao, lo había barrido con la mirada. Ni siquiera había surgido la idea que pudiera haber algo entre ellos. ¿Y por que, de todos modos? Sergei hablaba poco y era el menos agraciado del grupo. ¿Quién iba a mirarlo¿Qué posibilidades había que lo miraran con algún sentimiento bueno, y más si el que lo miraba era otro varón¿Y qué posibilidades había que fuera Takao? En especial porque no sabía si él sentía alguna clase de atracción por otros varones.
Y por eso no quería salir. Los otros NeoBorg, extrañados por los cambios que había en la abadía, salían a caminar por Moscú, pero él no quería hacerlo. La empresa había cambiado de manos, y los cambios en su lugar de residencia se notaban. Los entrenamientos eran igualmente duros, pero ahora no eran entrenados como soldados por científicos locos salidos de la Guerra Fría. Ahora eran tratados como seres humanos, con más descansos y muchas mejoras, no sólo en el trato y en la comida, sino también en sus recreaciones: ahora las tenían, y podían hacer lo que quisieran.
Pero Sergei sólo quería una cosa. Quería a Takao. Pero él ya se había ido a Tokio, y no volvería nunca más. Se maldijo a sí mismo por no haber podido controlar lo que sentía. Ahora ése dolor era intenso, mucho más intenso que cualquier dolor que hubiera sentido. ¿Y qué importaba que Kai estuviera en su misma habitación? Ni siquiera podía imaginarse que era Takao, porque sólo al ver la palidez de su piel le recordaba en dónde estaban y qué distancia los separaba.
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Eso ya debía ser un chiste. Ninguno de los NeoBorg había asistido a una escuela, se les habían dado los conocimientos necesarios en la abadía o directamente se los habían inyectado en su cerebro. Y uno de los cambios que más le sorprendió –a él y a todos los NeoBorg, excepto a Kai- fue que todos los menores de la abadía debían ir a la escuela de ahí en más. No podían ir todos a una misma escuela, no había cupo para tantos, así que se los dividió en cinco grupos. Los NeoBorg irían juntos a una misma escuela. Kai incluido, por más que superara los estándares de los chicos de su edad.
Más de una vez estuvo tentado de preguntarle a Kai sobre Takao, pero se detenía antes de dar el primer paso. Tres veces lo llamó, y tres veces empezó con la pregunta, pero nunca la terminaba. Kai debía pensar que era un tonto o que era él quien lo atraía, pero no le importaba. Kai no mostraba interés por nadie, y con el único con quien se podría afirmar que tenía aun "amistad" era Yuriy. Sólo hablaba con él. No así Boris e Iván, que –se notaba a kilómetros- eran más que amigos. Y, para peor, dormían en la misma habitación.
No sabía qué hacer, estaba más distraído que de costumbre, hasta que Kai lo encaró. Esperaba que pasara, pero no fue como pensó que pasaría.
¿Qué te sucede- le preguntó Kai, en el recreo.
-Nada contigo- respondió Sergei.
-Eso ya es algo- dijo Kai, disipando sus sospechas. Un problema menos ¿Acaso es con Takao-
Esa pregunta tomó por sorpresa a Serguei. ¿Cómo era posible que Kai supiera¿Acaso era tan obvio¿Alguien más lo había notado¿O se refería sólo a la beybatalla?
¿Qué quieres decirme- preguntó, azorado.
-No le sacabas los ojos de encima, y luego de la batalla estás más apático que de costumbre-
¿Hay alguna diferencia-
-Sí, antes comías más, salías más y hasta podías hablar. Ahora ni eso, excepto para intentar preguntarme por él-
Serguei bajó la cabeza.
¿Y ahora que harás¿Burlarte-
-No, voy a hacer algo mejor. No se me olvidó que me derrotaste, y ahora me vengaré. Más vale que te prepares, porque nunca te vas a olvidar de mí-
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Al día siguiente, Sergei esperaba cualquier cosa. Kai era capaz de todo, y se podía decir que tenía miedo. No esperaba que aún le guardara rencor por lo de ésa batalla. Pero no lo vio ése día, ni el siguiente, ni el lunes tampoco. Parecía haber desaparecido, pero Sergei aún estaba atento, esperando un golpe de cualquier lado. Después de todo, era un Hiwatari: era capaz de todo.
Pero al ver entrar a Takao, se quedó estático. Y no pudo reunir las piezas sino hasta que casi terminaba el día de clase. Kai no estaba: Takao había venido. Kai quería vengarse: Takao con su uniforme. Kai tenía muchas influencias: Takao había mencionado que le gustaría volver a Rusia. Kai venía de Japón, y poco le habría costado volverse allá para estudiante de intercambio: Takao le estaba hablando a él, sonriendo, feliz de estar con él.
Cuando sintió la piel de Takao sobre la tela de la manga de su brazo, se sobresaltó. Él le estaba hablando, y lo había tocado porque quería dialogar, no monologar. Y no sabía si podría decirle algo.
-Si quieres, puedes decírmelo luego- dijo Takao.
¿Eh- Sergei estaba confundido ¿Qué cosa-
-Kai dijo que querías hablar conmigo, que era importante y que no te deje en paz hasta que me lo digas. Pero si quieres, puedo esperar-
¿Tenía que sonreír siempre cuando lo miraba? Su lengua no le obedecía, y su mente no hacía más fácil el trabajo. No tenía amplia experiencia en relaciones humanas, y menos aún en ÉSTE tipo de relaciones humanas. Ni siquiera podía hablar, y temía haber estado tartamudeando como idiota. Pero no había sido así. Takao aún esperaba, sonriendo, con los codos apoyados sobre su mesa y sosteniendo su cara con las manos, a menos de treinta centímetros del rostro de Sergei.
Nunca antes había estado más consciente de su poca gracia. Si los NeoBorg tenían admiradoras, él no tenía ninguna. O admiradores, daba lo mismo. Nadie de fijaba en él. ¿Por qué iba a ser diferente ahora? Takao podía ser muchas cosas, pero no era idiota. Teniendo a tantos muchachas y muchachos que lo perseguían por su reciente título mundial, él no tenía oportunidad. Ni la más mínima. Maldijo a Kai por hacerlo sufrir de ésa manera. Le había dicho que se vengaría, y vaya que lo había hecho.
-No te vas a ir hasta decirme qué te pasa- le dijo el japonés. Su piel morena contrastaba con las pieles pálidas, tan habituales en Rusia. Y lo miró a los ojos.
Entonces Sergei se dio cuenta que no podía escapar. Los ojos de Takao le exigían que dijera la verdad, y él sabía que no podría ocultársela. Estaban ellos dos solos, los otros se habían ido: y al final se lo dijo todo. Takao se quedó sorprendido, sin poder moverse, hasta que Sergei terminó. Ni siquiera podía ver a los ojos al japonés, y menos ahora que finalmente lo sabía. Sólo en su mismo equipo tenía cuatro muchachos que estaban juntos, siempre en su casa, según había oído. Y todo por su pasión por el Beyblade. No tuvo ánimo de robarle un beso, sólo tomó su mochila y salió de ahí, caminando hacia la abadía con pasos lentos, derrotado.
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¿Y bien- le preguntó Iván cuando lo vio llegar.
¿Y bien qué- le preguntó, sin ganas de nada. El más pequeño se había cambiado y ahora usaba una ropa diferente a la que había usado en el campeonato. Si no hubiera calefacción tal vez sí la llevaría puesta, al menos por nostalgia o costumbre, pero ahora tenía una camiseta violeta oscuro, uno vaqueros azules y unas zapatillas negras. Boris venía tras él, con su ropa de siempre. No le importaba la ropa nueva.
-Queremos saber qué pasó con Takao- dijo Boris, con voz neutra.
¿Qué- Sergei levantó la cabeza, sorprendido.
-Kai nos lo dijo. Y, por lo visto, no te fue bien- dijo Iván al ver el rostro de Sergei –Las lágrimas se congelan rápido en este país, por si no lo sabías-
-Déjenme tranquilo- Sergei trató de irse, pero Boris lo tomó del brazo.
-Así no vas a lograr lo que querés- le dijo, con calma.
-Ustedes no entienden... – empezó Sergei.
-A ver, si no me equivoco, ahora vas a deprimirte a tu habitación, o a hacer alguna tontería porque Takao no te contestó, sin siquiera esperar respuesta. O vas a salir a caminar y no vas a volver, o, si volvés, lo harás enfermo. O mejor aún: vas a fugarte porque no quieres enfrentarlo. ¿Acerté en algo- pregunto Iván.
Ése enano sí que me conocía, o al menos supo lo que iba a hacer. O las opciones en las que pensaba. Me detuve y ya no hice más intentos de irme.
-Ve, cámbiate y espera. Otra cosa no puedes hacer- dijo Boris, y lo dejaron solo, pensando.
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No, decididamente el NO era un cobarde. Iba a esperarlo despierto aunque le tomara toda la noche. Se había bañado y se había ido a su habitación, sin tomar la merienda ni la cena. Cuando Takao fuera a dormir, él esperaría su respuesta. Si le daba una respuesta. Si entraba en la habitación que compartían. Si había comido. Si había ido al comedor. Si había llegado a la abadía. Si no se había perdido.
¿Alguien le había dicho cómo llegar hasta la abadía?
Sergei se levantó de un salto. Habían anunciado nevada, y Takao no estaba acostumbrado a ésas temperaturas tan extremas. ¿Y si le había pasado algo¿Y si, por su culpa, por haberlo confundido, terminaba en algún lugar peligroso¿Y si estaba muriéndose de frío en algún callejón, golpeado o peor aún, inconsciente? Tenía que ir a buscarlo o si no...
Antes que pudiera tocar el picaporte, Takao abrió la puerta y Sergei se quedó estático. Takao estaba bien, había llegado y, por el olor de su ropa, había estado en el comedor. Estaban a menos de veinte centímetros uno del otro, y Sergei se puso nervioso. La ropa que llevaba no era el uniforme, o sea que había llegado antes que el y se había cambiado. Por eso Iván y Boris sabían lo que había pasado. Tal vez, al verlos juntos les contó y entonces...
¿Estás bien- preguntó, preocupado. Takao no levantó la vista.
-Si, estoy bien, gracias- dijo, con la voz apagada.
Takao entró y se dejó caer sobre su cama, separada de la de Sergei por una mesa de luz con un velador. Sergei cerró la puerta y esperó, de espaldas a ésta, a que el japonés hablara.
-Y... ¿Lo has pensado- era demasiado apurado, lo sabía, pero toda su autodeterminación se estaba acabando.
¿Qué sucederá después- dijo el moreno al fin.
¿Cómo- pregunto el ruso, desconcertado.
¿Qué sucederá después que yo vuelva a Tokio-
Golpe directo.
¿Kai piensa volver pronto-
-Dijo que volvería en una semana-
Golpe crítico.
-Y... ¿qué piensas tú de... tú y yo- tenía el corazón en la boca.
-Esperaba que fuera Yuriy, pero... por lo visto él no es como nosotros-
¿Acaso te dijo algo-
-Dijo que debías decirme algo importante, y que alguien estaba enamorado de mí, pero no pensé que fueran la misma persona-
-Ah- no sabía qué decir ¿Y qué opinas-
-Me... Me... Me gustaría intentarlo, a ver qué sucede-
Golpe mortal.
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Las palabras salieron torpes al principio, pero luego con más facilidad. Takao había tenido que aprender ruso, y lo hablaba a las patadas, pero al menos podía entender a Sergei. Hablaron de muchas cosas, y Sergei escuchaba más de lo que hablaba. Miraba a Takao al rostro, a veces a los ojos, pero el japonés desviaba la mirada. Como si le huyera, pero él no se sentía así. Estaba algo confundido. Nunca se había enamorado, y no quería rechazar a Sergei. Pero sentía algo raro cada vez que estaban tan cerca el uno del otro. Sergei tenía una temperatura mayor a la que esperaba en su cuerpo, y no sólo porque estaba sonrojado. No se lo estaba diciendo todo, sino que le había ocultado algo. Takao no era tonto, a pesar de lo que pudieran pensar algunas personas. Y cuando llegó la hora de dormir, le costó despegarse de Sergei, en especial porque su cama le parecía fría sin él.
Y Sergei se reprochaba el no haberle dicho todo. ¿Pero cómo iba a decírselo, si no lograba pensarlo con calma¿Y cómo iba a decírselo ahora, que acababa de declarársele? Eso tomaba tiempo, y esperaría a Takao el tiempo que fuera necesario. No quería forzarlo a hacer nada que no quisiese, y menos ahora que tenían tan poco tiempo juntos por delante. Kai tenía toda la razón: no se iba a olvidar de él, y mucho menos ahora. Pensó que no lo tenía en cuenta, que nadie lo tenía en cuenta, pero ahora empezaba a ver que las cosas no eran así como él las pensaba. Alguien lo quería, y eso ya era motivo más que suficiente para vivir la vida.
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Sergei despertó con algo cálido sobre él. Todavía estaba dormido, así que las ideas llegaban muy lentas a su cerebro. Había alguien sobre él. Un muchacho. Del tamaño de Takao. Con el pelo de Takao. Era Takao. Takao durmiendo, abrazado a él, en su cama. La que se le había asignado, junto a la de Sergei, apenas había sido tocada. Alguien tocaba a la puerta, llamándolos, y al no recibir respuesta, entró.
Cuando vio la extraña mirada de Boris sobre ellos dos y su sonrisa torcida, se despabiló. Takao aún tenía puesta su ropa de dormir, al igual que Sergei, pero la posición en la que estaban, uno arriba del otro y abrazados, era más que sugestiva. Sergei se sonrojó violentamente, y trató de deshacer el abrazo de Takao, pero no pudo. Se incorporó y movió al japonés para que estuviera cómodo y entonces Boris entró.
-Y decías que éramos rápidos por acostarnos al tercer día- preguntó, burlón –Por como estàla deben haber pasado muy bien anoche... –
-No ha pasado nada- dijo Sergei, rojo hasta las orejas.
¿Y Takao dirá lo mismo-
-Sí-
¿Sólo hablaron-
-Si- empezaba a sospechar.
-Y él habló más que tú¿verdad-
¿Acaso nos espiabas-
-No. Es demasiado fácil picarte cuando sabes en dónde hacerlo- Boris ahora no sonreía de forma torcida, sino que lo hacía como si tuviese a Iván frente a él.
-Ah- no sabía qué decir ¿Por qué viniste-
-Es hora de desayunar. Si no se despertó con eso¿qué querías que pensara-
-No digas eso-
-Bueeeeeeeeno, entonces apúrate porque no quiero hacer esperar a Iván-
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¿Era eso lo que llamaban "felicidad"¿Era eso el amor que describían los poetas en los poemas rusos que leían en la escuela¿O era otra cosa? Sergei no se había enamorado nunca, y no esperaba ser correspondido. Menos por un muchacho. Si bien en Rusia no se hacían problemas con las parejas que uno elegía, había reprimido sus sentimientos por demasiado tiempo, y tenía miedo de ir demasiado rápido. Había leído que si se reprimían los sentimientos durante un largo tiempo y luego estos eran liberados, se podría llegar a ser un sexópata (1) Y no quería hacerle eso a Takao.
Pero el japonés lo provocaba cada día. Se vestía y desvestía frente a él con toda naturalidad. Cada vez que Sergei se bañaba, él entraba y le frotaba la espalda. Se sentaba sobre sus piernas y le pedía que le acariciara el pelo, a veces dejándoselo suelto, sólo para él. Y esos eran sólo tres ejemplos. Sergei quería decirle que no lo hiciera, pero cada vez que iba a decírselo, algo pasaba. Y si no pasaba, Takao hacía que pasara.
Cuando llegó la última noche que Takao estaría en la abadía, Sergei se sintió abatido. No iba a volver a ver a Takao en mucho tiempo o, lo que era peor, tal vez no lo volviera a ver. No pudo dormir, y fue por eso que escuchó el roce de las sábanas sobre el cuerpo de Takao. Se estaba levantando, como cada noche. Sergei caía rendido antes de poder escucharlo, pero ahora era diferente. O Takao había salido antes o él tenía insomnio, o quizás eran las dos cosas. Pero al sentir cómo retiraban las sábanas de su cuerpo y el frío inicial era sustituido por la calidez del cuerpo de Takao, supo que él estaba allí, con él. Y tembló, no por el frío, sino por la duda.
-Dorogoy... (2)- le habló a Sergei con voz suave y dulce.
¿Eh-
¿Quieres hacerlo-
¿Qué- Sergei no lo creía. ¿O sea que lo había estado provocando a propósito?
-Je, resistes mucho, así que ahora tuve que tomar la iniciativa-
Sí, lo hizo a propósito. Y lo estaba haciendo a propósito. Sus brazos buscaban la piel desnuda bajo la parte superior de su ropa, y entonces Sergei reaccionó.
-Espera- le tomó las manos y se dio la vuelta, levantándose ¿Estás seguro de querer hacer esto-
Asintió.
-Pero... Puedo lastimarte-
-Resistí cosas peores -
-Pero no quiero lastimarte-
-No lo harás-
-Pero si lo hago... –
-Dorogoy- dijo Takao tomándole el rostro, haciendo que lo mirara directo a los ojos –No me lastimarás- hizo una pausa ¿Tienes un preservativo-
Eso le cayó como un balde de agua fría.
-No pensé que esto podría pasar y... –
-Yo sí- dijo Takao, señalando la mesa de luz, donde había un paquetito de plástico. Sergei se sonrojó.
El japonés le dio un profundo beso, obligándolo a ir hacia abajo con él. Sergei era grande y pesado, pero no le molestaba tenerlo encima. El ruso se sorprendió al sentir la excitación de Takao, que se destacaba bajo la ropa de cama. Ya le había sacado la camisa al ruso, y empezaba a bajar por su cuello, cuando Sergei decidió dejar su papel pasivo. Tomó el borde de la parte superior de la ropa de Takao y se la sacó, cortando sus besos. Luego, fue él quien invadió la boca del japonés, haciendo que sus lenguas chocasen y empezaran a luchar. Takao quería tocar su piel, pero Sergei le mantenía las manos agarradas sobre su cabeza.
Su temperatura iba subiendo. Sergei estaba ahora en las mismas condiciones de Takao, restregando sus miembros, sólo separados por unas capas de tela. El ruso decidió que eran un estorbo, así que soltó una de las manos de Takao, que fue directamente a su espalda, y empezó a sacarle el pantalón. Las tetillas del japonés parecían llamarlo a gritos, y empezó a mordisquear uno, hasta que se endureció. Empezó a atacar el otro, excitado por los gemidos de Takao. Estaban sólo en calzoncillos, pero casi podían sentir la piel del otro debajo de la tela.
Ya había soltado la otra mano de Takao, y sus manos recorrían su espalda hasta donde podía, porque el ruso era más grande que él. Sergei besaba el hombro del japonés, haciéndolo gemir más alto, hasta que, de repente, se separó. Takao lo miró confundido.
¿Qué pasa-
-Suéltate el pelo- dijo el ruso.
¿Qué-
-Quiero verte con el pelo suelto-
Takao obedeció, y dejó que su pelo cayera sobre la cama. Sergei hundió su cabeza en el pelo del japonés, sintiendo su suavidad, que en nada debía envidiar a Rei Kon. Acariciaba su cabello, seguía por su espalda y llegaba a sus piernas, rozando la cara interna de sus muslos. Takao gimió, acercándose al ruso, pidiendo más sin palabras. Sergei entendió, y tomó el paquetito que había sobre la mesa de luz. Se sacó la ropa interior para ponérselo, rompiendo el paquetito con los dientes. Pero no sabía cómo ponérselo. Se sentía avergonzado, pero su sonrojo de vergüenza fue sustituido pro otro tipo de sonrojo cuando Takao le guió las manos. El japonés sonreía mientras le ponía el preservativo a Sergei, como si fuera una caricia más. Era cierto, Sergei era grande en todos los sentidos, pero él no quería parar por más que doliera un poco.
El ruso empezó a preparar a Takao, metiéndole un dedo. El japonés gimió con fuerza dentro del beso, sin romperlo. Cuando estuvo aclimatado, Sergei le metió otro, y esta vez el beso sí fue roto. Takao escondió su cabeza en el hombro de Sergei, esperando que no lo notara, pero él sí lo notó.
¿Quieres que pare-
-No... no quiero-
-Pero te duele-
-Ya va a dejar de doler-
Aún algo inseguro, sacó sus dedos de Takao, quien dio un hondo suspiro. Luego le levantó la cadera, haciéndolo encajar, y empezó a bajarlo, penetrándolo. Takao se aferraba a su espalda, clavándole las uñas, pero Sergei sabía que ése dolor no era nada comparado al que estaría sintiendo el japonés. Cuando estuvo dentro de él por completo, esperó a que sus cuerpos se acostumbraran. Podía sentir cómo Takao contenía sus sollozos, y lo abrazó con más fuerza. Cuando sus cuerpos se acostumbraron, empezó a entrar y salir de él, primero de forma suave, para no desgarrarlo, dejando que Takao marcara el ritmo de las penetraciones. Luego fueron más y más violentas y rápidas, haciendo gemir a ambos. Sergei no pudo contenerse más y estalló dentro de Takao, casi al mismo tiempo que el japonés.
Salió enseguida y se sacó el preservativo. Lo anudó y lo tiró al tacho de la basura, junto con el paquete vacío. Luego abrazó a Takao por el frente, lamiéndole las lágrimas que aún salían de sus ojos. Lo mantuvo junto a él hasta que cesaron las lágrimas.
-Te lastimé- dijo Sergei, con algo de culpa.
-Pero valió la pena- dijo Takao.
-No quiero volver a lastimarte-
-La próxima vez dolerá menos-
¿Menos que qué cosa-
-Mañana los vas a averiguar-
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Y dolió, despedirse de él le dolió, pero sabía que volvería a verlo. Kai los miró a ambos con ésa mirada maliciosa que sólo usaba en ocasiones especiales, y Sergei supo que, aunque lo negara, le tenía algo de cariño a él y a Takao.
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(1) Esto lo saqué del Fic de Radko "Das schönste Kind" Esa teoría puede ser válida o no, pero igual me sirve.
(2) "Querido" en ruso
Muy decepcionada me he quedado al ver cómo recibieron al capítulo dos, "Sol de medianoche" Parece que cuando una intenta escribir ago lindo, un cuento de hadas con tintes de romance entre varones no les gusta... Pero a la mierda a quienes no les guste. A Lady Kagura le gustó y eso es lo que importa. Incluso me pidieron que escriba más claro, pero no se puede condicionar la creatividad, porque sino, no hay libertad de expresión.
Desde el capítulo uno que no escribía lemmon, y ya lo estaba extrañando (pero es una de las pocas veces que escribo una relación que tiene sexo cuidándose) Este es sólo la primera parte, porque la segunda tiene la pareja Boris/Iván, que me habían propuesto antes. Debo admitir que no sabía cómo hacer este capítulo, y empecé a buscar imágenes de Serguei en mi computadora. Sólo encontré cuatro, y en grupo, nunca solo. Es una injusticia. Y mayor injusticia fue ver la cantidad de escenas que sacaron los yanquis ésos a la serie que nos compete. ¡Todavía quiero ver a Iván en G-Revolution! Y en Beyblade 2000 la escena en donde se bañan Takao, Kyo y Max juntos... Y los pinches gringos de porquería se empacan en querer jodernos las series...
Por lo menos tengo algunas imágenes del Manga –en yanqui, pero al menos lo tengo- donde se ve el ENORME favor que le hicieron a los personajes al rediseñarlos para la serie. No es joda, en el Manga hasta Boris y Kai llegan a verse feos. Y no sólo por la actitud de este último –es un pandillero que la primera vez que puede trata de robarle su blade a Takao- sino por cómo varían los personajes de cuadro a cuadro –si no era por la ropa y la expresión, a veces no sabía quién era Kai- Y, lo más notorio, es que en el Manga todos parecen haber engordado varios kilos y la ropa luce menos... elegante de esa forma. El pelo de Boris es una cortina blanca lisa, sin volumen ni gracia. Buda-sama...
Volviendo a este Fic, va a tener al menos diez capítulos. O sease, cinco parejas Yuri y cinco Yaoi. Y si quieren parejas raras, pero raras en serio, esperan a ver la que sigue. Si la que eligieron no aparece, paciencia, que la mayoría va a ser publicada –otras no porque me perdí ciertos capítulos para estudiar para los finales de la facultad- Y por cierto, el primer Fic de Mao/Emily era de BitterCherries, "Abriendo los ojos", un shoujo ai. Así que el primer Yuri de esta pareja sí es mío –de hecho, creo que es el primer Yuri que se publica de Beyblade-
Este capítulo va para Dark Lilith Evolution –Ahora Lilith s. Valkov- mi compatriota, que después de –milimétricamente- tres meses nos ha honrado de nuevo con otro capítulo de su Fic "Sangre y sexo" (ya te estaba por hacer un escrache por no actualizar) Espero que el siguiente capítulo sea tan bueno como este, pero que no demore tanto. Y si es por dibujar, decí donde podemos ver las pruebas gráficas (¡quiero ver!)
Y para Kiri Miyamoto, no entendí bien la pareja de Robert (Ralph) ¿Quisiste decir Rei (Ray) o Lai (Lee)? Si pudieras aclararme eso, te estaría muy agradecida.
M. G.: holas chica! Espero que estés bien, y no te preocupes, las cosas van a estar bien (con esa carita linda¿quién no te querría?) Mei Ling fue el primer nombre que se me pasó por la cabeza, y los mails que publiqué fueron reales, porque esos fueron los que me mandó a mí. El Hitoshi/Kai ya he leído de ellos, pero a pedido del público, puede ser... Y si, Mei Ling es Miong Ming, la chica del equipo BEGA. Me alegra que te haya gusado Shigeru Igarashi, fue el primer vampiro que inventé y me salió algo estereotipado, pero si te gusta, bien por tí. Parece que el mondo noe stá listo para ver mi imaginación a su máximo exponente, pero al menos lo intenté.
Silverhell: Muchas gacias por los ocmentrios, me subieron el ánimo Me alegra saber que el capítulo conmovió a alguien, me han dicho hasta que escriba más CLARO, pero no se pued, así soy yo, así es mi mente. En el primer capítulo dije que podía ponerla, y después me dije "Por qué no?" y así fue la cosa. Con Mystel, las primeras veces, pennsé que se llamaba Mistral, o MAgistral. El chiste es que MAgistal es el nmbre de un detergente en mi país, así que cada vez que lo véia me acordaba de eso, y me reía XD Muchas gracias por el rewiew.
Ayani: Holas y gacias por dejarme tu opnión. Eso de "Extraño pero interesante" fue una de las mejores cosas que e han dicho, muchísimas gracias! Yuriy se presta demasiado pasa uke, poque simepre lo emparejan con chicos que son más grandes que él, o que atraen más por su personalidad.
Reviuwador Anonimo? Como gustes, así te llamo. Bienvenido al sitio, y gracias por tu rewiew. EL próximo capítulo es un Julia/Matilda, un cuento de "hadas y sílfides" Y eso del fanlisting estuvo interesante... Lo tomo en cuenta, proponga que escucho ofertas... Parjitas "normales" no pensaba hacer... Pero ya que son raras, quizás, quizás... Gracias por tu rewiew.
Damika: Te pongo este porque es más familiar. Si este fue un fic actual, de hecho es el primero que pasó de fic a cuento y no a la invesa.La historia fue real, sólo que usé a los personajes de Beyblade, para poner algo más de variedad a las historias (el próximo Yur es una histori de "hadas y sílifdes") Gracias por tu rewiew.
ALeXiA-AshForD1: Muchas gracias por tu rewiew, y es cierto, hasta ahora le Mao/Emily fue le mejor Yuri demi autoría. Tomé nota de las paejas que me diste, es más, para Mystel ya tenía historia armada, peo me faltaba la paeja. Muchas gracias!
Alexia Kon: Chica, tu rewiew me confundió. Pero tomaré en cuenta lo que me dices. Sólo intentaba dar rienda suelta a mi imaginación, pero creo que el mundo no está listo para ello...
Nos leemos
Nakokun
