Décimo capítulo
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Doce años.
Doce de sus dieciocho años habían pasado desde que se habían conocido. Doce años desde que se habían vuelto amigos, y era la amistad que más le había durado. A pesar de los continuos viajes por los Campeonatos, a pesar de los problemas y de los enfrentamientos, seguían siendo amigos. Amigos inseparables, de esos que se cuentan en las leyendas. Y esperaba que él lo viera como más que un amigo, que le correspondiera, así podría dejar de callarse lo que quería gritar a los cuatro vientos.
Pero esto era la vida real. Y Kyo se dio cuenta de eso cuando escuchó a Takao hablar de él. Y no fueron palabras bonitas precisamente, sino algo que lo hizo parar en seco.
Todo por un mandado de su madre.
"Se acabaron el pan y los tomates, hijo. Por favor, andá a comprar más a la tienda" le había dicho su madre, y él había ido. Después de todo, había terminado todo su trabajo con el beyblade de Takao y el suyo propio, y había hecho grandes progresos. Su amigo estaría orgulloso de él.
A la ida no había tenido problemas, pero a la vuelta vio a Takao con dos de sus amigos, de ésos que conocía antes de empezar los Campeonatos. Estaban en una calle recta, y pensó en decirle todas las mejoras que le había hecho a su beyblade, cuando escuchó su nombre.
.-Así es, deberías ver cómo se puso Kyo cuando se lo dije...-
Paró en seco, sin saber qué hacer. Se escondió en una puerta, rogando para que no lo vieran. Presentía que no debían verlo, por el tono y la expresión de Takao.
.-Se lo creyó todo, y su cara de bobo casi me hace largar la carcajada. La verdad no sé cómo lo aguanto, es insoportable. Quizás cuando logre que me asignen otro encargado del mantenimiento de Dragoon le diga las cuarenta verdades que pienso de él-
Cuando pasó frente a la puerta, sin verlo, Kyo pudo ver cómo se reían de él. Sintió como si algo frío y oscuro se hubiera roto en su interior, y el líquido se expandiera por todo su cuerpo. Doce de sus dieciséis años los había pasado al lado de Takao, pensando que era su amigo, su mejor amigo, y al final no era así. No recordaba haber hecho algo como para que Takao lo tratase así, y pensó en correr y pedirle explicaciones.
Pero desistió al sentir que estaba empezando a llorar. Seguramente Takao diría que era una nenita porque los hombre no lloraban. Se fue a su casa cabizbajo, dejando que sus pies lo llevaran, sin querer hablar con nadie. No le respondió a su madre, y dijo que tenía cosas que hacer, que iba a repasar para el examen en el que había salido mal. Era el primero en que había desaprobado, y sus padres se enojaron mucho con él, porque pensaban que pasaba demasiado con su computadora y que eso le quietaba el tiempo a sus estudios.
Sabía que ella estaba preocupada porque lo quería, pero no podía hablar con ella. Porque ella hablaría con el abuelo de Takao, y éste con su nieto. Y Takao les diría a todo el mundo lo que pensaba de él, si es que no lo había hecho hasta ése entonces, y volvería a estar solo.
Y él odiaba sentir que nadie lo amaba.
.-.
Lunes 10 de Enero del 2005
"Nunca sino hasta este momento extrañé tanto a Dizzara. Es un sentimiento egoísta, porque necesito hablar con alguien, y ella es la única con quien podría hablar. A veces me pregunto por qué escribo esto en un blog perdido en Internet, y ahora creo que encontré la respuesta. Por qué no lo hablo con alguien. Y es porque para empezar, todos tienen ya suficientes problemas.
El mes pasado salí mal en un examen por primera vez en años. Papá se puso como loco, y me dijo que no era posible que yo desaprobara. Que era culpa de que estaba demasiado tiempo con mi computadora, y entonces tomó mi laptop. Durante toda la noche estuve pensando en que le estaría haciendo, hasta que me la entregó la mañana siguiente. Cuando la encendí, Dizzara no estaba, y papá me dijo que no iba a dejar que "ese programa tonto" me quitara horas de estudio.
No aceptó razones. Ni mamá pudo hacerlo cambiar de opinión. Dijo que lo hacía por mi bien y que esperaba que eso no se volviera a repetir. El resto de los exámenes de este mes los saqué perfectos, pero ni eso hizo que me devolviera a Dizzara. Dijo que la había borrado y que no la volvería a ver nunca más, que hacía mal a mis estudios.
Y me callé. Me guardé todo lo que pensaba y sentía adentro, encerrado, como un líquido frío que no debía expandirse. No les dije nada a Takao, Max, Rei o Kai, porque era algo mío y no valía la pena que se preocuparan por mí. Después de todo, Dizzara sólo era valiosa para mí. Y no quería que Takao viera lo que en realidad quería decirle.
Pero lo peor llegó esta mañana. Cuando volvía de hacer unos mandados, vi a Takao y empecé a caminar hacia él, hasta que escuché que hablaba de mí. Estaba con dos de sus antiguos amigos, y no sé por qué, pero me escondí en un portal. Y le oí decir a Takao que no sabía cómo me aguantaba. Que sólo me tenía como amigo porque no tenía otro que le arreglara su Beyblade. Y lo peor de todo es que sonreía al hablar, como si fuera muy gracioso.
Lo conozco desde los cuatro años, quizás más. Hemos tenido nuestras diferencias, pero nunca esperé que dijera eso de mí. Más ahora, que lo he dejado de ver como amigo desde hace tiempo, y esperaba la ocasión apropiada para decírselo. Fue una sensación horrible, y me siento peor porque sé que soy un egoísta. Cuando Dizzara se fue, no me sentí tan mal, porque suponía que aún tenía amigos que me apoyaban y me querían. En Takao era en quien confiaba más, y esperaba que algún día me correspondiera, pero creo que soy demasiado ingenuo.
Nos les dije nada a mamá y papá, porque iban el primero iba a decir que era una excusa y la segunda iba a armar un escándalo. Dolió, y mucho, y sigue doliendo. Es un dolor sordo y constante, pero que chilla a gritos. Y no tengo con quién hablarlo. Me siento muy mal, y sé que esto es otra cosa que me voy a guardar hasta quién sabe cuándo. Lo más seguro es que todos piensen que no pasó nada, que todo sigue igual, que voy a seguir siendo el mismo y no creo que nadie intente demostrar lo contrario. No vale la pena.
Y yo tampoco"
.-.
Joder, ¿hacía cuánto que escribía en su blog? ¿Cinco años? ¿Seis? Daba lo mismo, cada vez que lo releía podía ver todo lo que se había guardado. Demasiado, y más ahora que sólo tenía una pantalla vacía para hablar. Carajo, ¿es que no le podía contar a nadie? ¿Es que creía que acaso alguien le iba a echar una mano ahora, si él era el que más manos había dado en su vida? Él no pedía ayuda, él la daba. No tenía una amistad duradera pero él debía serlo pasara lo que pasara. Sabía que de lo contrario sería peor, porque estaría solo. ¿Por qué no se dejaba de jorobar de una vez y se pegaba un tiro en la cabeza? Si, de todos modos, nadie lo iba a extrañar.
Se puso a revisar sus correros, casi siempre vacíos o llenos de publicidad. Más que nada para perder el tiempo, dejarlo pasar hasta que tuviera que irse a dormir y no pensar más en las palabras de Takao. O soñar que todo era un sueño, que no lo había oído porque nunca había pasado. Se pasó media hora sin hacer nada en especial, sólo tratando de no pensar y miraba sin ver todas las cosas que le mandaban.
Subjet :"Reply to your post" Y la hora indicaba que había sido recibida dos minutos atrás. Kyo lo abrió, casi sin interés. Seguramente era más publicidad...
"Vaya, parece que no te aprecian lo suficiente"
Casi se cayó de la silla cuando lo leyó, y se aseguró de no haber sido engañado por sus ojos.
"Por lo que cuentas, estás en un entorno que te desmerece. Deberías decirle de frente a ése Takao que no debe tratar así a las personas, o se quedará solo, en especial cuando se opaque su estrella. Cosas así siempre pasan"
Joder, tenía que ser una broma.
"Por lo que he leído, pocas personas te verían como alguien inútil. Mucho de lo que es Takao ahora se debe a ti, y no es justo que personas como tu se sientan así. Eres una persona amable y valiosa, y si quieres pensar lo contrario, estarás destruyendo algo precioso. A ti"
Si nombres. Sin direcciones. Sin ninguna pista que le dijera quién le había escrito.
Joderrrrrrrrrrrrr.
"¿De donde caíste?"
"No caí, ya estaba"
"¿Quién eres?"
El sistema de mensajes y respuestas era lento, y cada oración demoraba un minuto en ser contestada, pero a Kyo no le importaba.
"Te lo digo mañana"
.-.
JOROBAR, que odiaba esperar. Pero no podía negar que era algo inesperado e interesante el saber que alguien había tenido el tiempo suficiente como para leer lo que escribía.
Que le importaba a alguien.
Misma hora, mismo lugar: Kyo estaba impaciente las palabras de ésa otra persona, aunque no tuviera idea si estaba en la casa de al lado o al otro lado del mundo. Al menos entendía el japonés...
"Es algo incómodo comunicarnos así, ¿qué te parece si me das tu correo electrónico y hablamos mejor?"
"Si, ya te lo mando"
La respuesta fue inmediata, y Kyo se reprochó el haberlo hecho. Seguro que ahora pensaría que era un desesperado, pero ya que, si había leído todo lo que escribía ya lo debía conocer bastante.
Kyo dice:
Hola.
Lisette dice:
Hola, Kyo. Me alegra poder comunicarme con vos ahora. Era bastante incómodo el método unilateral anterior.
Kyo dice:
¿Método? ¿Es que estuviste leyendo TODO?
Lisette dice:
Cuando hay algo interesante, que merece ser leído por mí, lo leo. Así que de nada, que no leo cosas bobas como "hay me comí un pastel de queso"
Kyo dice:
¿Aún hay de esos?
Lisette dice:
Demasiados, querido. Y la mayoría son de gente arrogante, tonta y con poca sensibilidad.
Kyo dice:
¡¿!
Lisette dice:
Quedan pocos hombres sensibles en este mundo. Y ésos son los que más me agradan.
Kyo dice:
...me alegra saber que te agrado...
Lisette dice:
Agrádame cuanto quieras, pero agrádame. Hablemos.
Kyo dice:
¿Qué te puedo decir que vos ya no sepas?
Lisette dice:
¿Es la primera vez que te enamoras?
Kyo dice:
Si
Lisette dice:
Mala suerte, chico. Ese tipo de ilusiones mueren de forma lenta y dolorosa.
Kyo dice:
¿Lo dices por experiencia?
Lisette dice:
Sí, en especial porque no compartía mis gustos.
Kyo dice:
¿Quién?
Lisette dice:
La persona que se robó mi corazón. Fuimos amigos durante mucho tiempo, hasta que me di cuenta que me había enamorado. Cuando se lo dije, me dejó en claro que sólo éramos amigos. Aparte de eso, casi nada cambió entre nosotros.
Kyo dice:
Tuviste suerte.
Lisette dice:
Más que nada porque me veía como soy. Pero vos te guardás muchas cosas maravillosas que nadie ve, porque no quieren verlas. Ese Rei es muy amable con vos, pero sólo es tu amigo. No tiene intereses románticos con hombres, al menos a simple vista. Ese tipo de amigo quisiera tener yo, al menos, tan cerca.
Kyo dice:
Pero tienen amigos.
Lisette dice:
Viven lejos, muy lejos. Y distan mucho de ser tan amables como ese chino. Pero al menos se puede hablar con ellos.
Kyo dice:
¿Y no tienen amigas mujeres?
Lisette dice:
No. Me rodean muchas personas, pero a veces siento que estoy en medio de la soledad.
Kyo dice:
Entiendo el sentimiento.
Lisette dice:
Me alegra haberte encontrado, Kyo. Y me alegra haber aprendido el japonés para poder hablarte.
Kyo dice:
Me haces sonrojar.
Lisette dice:
Yo sólo digo la verdad a aquéllas personas que se merecen mis palabras.
.-.
Poco tiempo tardaron en darse cuenta quienes lo rodeaban que algo había pasado. Cuando tenía ésa cara de bobo feliz, sabían que Lisette le había escrito o hablado con él. Tenían una cita por chat cada sábado, y Kyo salía como si volara de cada una.
Pero había algunas cosas que le intrigaba de Lisette.
Primero, nunca le había dicho su apellido, o si ése era su nombre real. Segundo, nunca le había mandado una foto de ella. Tercero, nunca le había dicho de dónde era. Sólo le dijo que no era de su continente, y Kyo no tenía un rostro para ella. Porque había muchas cosas de ella que sabía y que habían formado un concepto de Lisette, pero la mayoría era de cosas que no se podían explicar.
Pero le hacía sentir bien. Con el correr de los meses, cada vez que pensaba en Lisette (concientemente o no) se sentía como si estuviera flotando sobre su cuerpo, cálido y con un extraño hormigueo de hormigas de seda le recorría todo su cuerpo, allá abajo.
Kyo dice:
¿Sabés? La última vez que hablamos casi me fui volando.
Lisette dice:
Espero que algún día podamos vernos. La próxima vez quizás llegues a mi casa y te sientes a mi lado.
Kyo dice:
Ojalá pudiera, pero si no sé en dónde vives...
Lisette dice:
Vivo al otro lado del mundo.
Kyo dice:
¿En América?
Lisette dice:
No, por favor.
Kyo dice:
¿En dónde vives?
Lisette dice:
Te digo si tú me dices tu dirección
Kyo se la dio.
Kyo dice:
Ahora decime.
Lisette dice:
Después te digo. Ahora, chau.
Y se desconectó.
.-.
Kyo quedó desconcertado, pero no molesto. Lisette podía ser rara a veces, y otras le parecía que no le decía todo lo que quería decirle. Pero no la podía culpar de eso, si él hacía lo mismo. A veces quería que ella lo descubriera y que lo obligara a decírselo, pero otras se ponía a temblar cuando ese tema se insinuaba siquiera. Pero o Lisette no se daba cuenta o no quería tocar el tema, porque siempre se iban para otros lados.
Y tenía la descabellada idea que Takao estaba celoso. Pero sospechaba que era más porque Hiromi no le había dado no cinco de pelota cuando él le propuso ser novios que porque Kyo ya no estuviera... bueno, disponible para él.
Seis largos meses tuvieron que pasar para que el dolor del despecho desapareciera, y no le había dicho nada a nadie, sólo a Lisette. Ella había sido su ángel, y se lo había dicho varias veces. Un ángel, un caramelo, y llego a pensar en serio lo primero, porque cuando una vez le iba a preguntar si era un ángel, cayó un rayo que cortó la luz en cinco kilómetros a la redonda por veinticuatro horas. Su computadora y la conexión se salvaron de milagro, pero Kyo se asustó mucho. Hasta pensó que Lisette desaparecería si se lo preguntaba.
Pero no pasó, y ése sentimiento sólo fue superado por el que ahora sentí cuando pensaba en Lisette.
Pero nada fue tan grande como la sorpresa que recibió al día siguiente.
"Kyo:
¡Hola! Te escribo algo apurada porque necesitaría que me respondas rápido. ¿Te gustaría que yo fuera a Japón a visitarte? Es que tengo algunos asuntos que atender allí, y es en tu misma ciudad. Por favor, respóndeme antes de la fecha..."
Era con un mes de adelanto, y Kyo empezó a hiperventilarse. Lisette en Japón. Con él. Lisette iba a venir a verlo a él. Y lo mejor de todo era que no sabía que ahcer.
Sus padres tuvieron una reacción bastante diferente a la que él esperaba. Dijeron que no iban a dejarlos ni un minuto solos, que si ella quería venir que iban a averiguar si tenía antecedentes y otras cosas peores, que a Kyo le parecieron una falta de respeto.
Y no tenía con quién hablarlo. Le parecía una ofensa nacional el pensar así de Lisette, que era la persona más dulce que había conocido. Pensó y pensó, hasta que se decidió por una persona que sabía que no iba a decírselo a Takao, en especial porque él se lo iba a pedir especialmente.
.-.
.-Buenas tardes Kyo- dijo Hiromi, con amabilidad -¿Qué te trae por aquí?-
Kyo tomó aire y dijo todo de un solo golpe.
.-Necesitodetusconsejos-
.-¿Qué?-
.-Que necesito de tus consejos porque... vos sos una chica, y sé que no se lo vas a decir a Takao, porque yo te lo pido por favor-
.-Como quieras, pero mejor vamos a nuestra pieza. Ahí hablamos mejor, ¿te parece?-
En la habitación de Hiromi, Kyo dejó de lado su postura.
.-Hiromi, tú eres una de las pocas personas que sabe de quién me enamoré por primera vez-
.-Lo sé, y lamento mucho que ése Takao no haya apreciado lo que hay en vos-
-Bueno, debo decirte que.. bueno me he enamorado de nuevo. Y ella va a venir, pero no sé... No sé si decirle que venga o no- y le contó todo el revuelo que había causado, y lo mal que pensaban tratarla. Y la verdad es que no sabía qué iba a hacer, porque quería hacer muchas cosas con ella.
.-Dice que ya tuvo experiencia... Y la verdad es que creo que no se va a interesar en mí, que nunca he tenido sexo con nadie. Ella es más madura, tiene más edad y ya va a la universidad... Y no creo que se quiera comprometer con alguien que está en otro hemisferio-
Hiromi lo escuchaba, abrazándolo. Escuchó todo lo que Kyo tenía que decir, muchas cosas que sólo se había dicho a sí mismo, o ni siquiera eso, y se sintió aliviado. Era la primera vez que hablaba de forma tan sincera con alguien, y que ése alguien lo escuchaba.
.-Entonces decile que no hay problema y listo, si tanto querés verla-
.-Pero es que... Hay algo que todavía no te dije-
.-Decime, si querés-
.-Yo... quiero perder la virginidad con ella-
Silencio.
.-Bueno, eso ya es decisión tuya. Es algo que vos y sólo vos debes decidir si decírselo o no, ya que sos quien la conoce mejor-
.-Pero... no voy a tener oportunidad si mis padres están vigilándonos todo el tiempo-
.-Eso es algo que tenés que hacer vos, ahí ya no te puedo ayudar-
.-Muchísimas gracias Hiromi, sos una gran ayuda para mí- le dijo a la chica, abrazándola.
.-Cuando guste, señorito. Ahora vaya que tiene que prepararse para esperar a su princesa-
.-.
Iba a venir a las cuatro, y Kyo no daba más de los nervios. Iba a venir Lisette, y él no tenía idea de cómo iba a reaccionar. De si iba a poder esconder lo que sentía y, lo que más temía de cómo iba a reaccionar ella, en especial si se enteraba que su primer amor fue un hombre. No daba más de nervios y ya eran las cuatro en punto. Cuando sintió que tocaban el timbre, casi se cae, pero dijo que él iba a abrir y, con un gran suspiro, tomó el picaporte.
Esperaba ver a una linda chica al otro lado de la puerta, aunque nunca sospechó lo que se encontró del otro lado. En principio le pareció una chica, pero cuando la persona que tenía delante lo abrazó, se dio cuenta, por el pecho plano, que era un chico. Y con pelo verde.
.-¡OLIVER!- chilló Kyo, sin saber qué hacer –Qué... sorpresa, no te esperábamos en Japón... Pero esta no es la casa de Takao-
.-No vine a verlo a él, vine a ver a alguien que conocí por chat... –
.-Li... ¿Lisette?- Kyo no entendía nada.
.-Así es-
.-Pero...-
.-No tenés ni idea de cuánto quería estar con vos y abrazarte...- y le dio un besito en la frente.
.-Pero... Pero vos y ella...-
.-Nunca dije que yo era una chica, ¿o sí?-
Lo miró con una sonrisa encantadora y Kyo se puso colorado.
.-Ahora vamos, quiero conocer tu entorno-
.-.
Sus padres reaccionaron muy bien, aunque también se sorprendieron porque Lisette era Oliver, o mejor dicho, Oribiie. Hiromi quedó encantada también, aunque se retiró pronto porque sabía que querían estar solos, lo mismo Rei, Max y Kai. Pero el que no reaccionó para nada bien fue Takao. Incluso había desafiado a Oribiie a una beybatalla, y había perdido.
.-Vaya, Takao, creo que no estás en tus cabales hoy- dijo el francés cuando terminó la batalla.
.-Es que... No te esperaba en Japón, eso es- dijo el moreno, molesto.
.-Muy mal, Takao. Deberías estar listo para todo, como eres el campeón mundial habrá muchos beyluchadores que querrán tu puesto y...-
.-¡No me importa lo que digas, sino qué es lo que estás haciendo aquí!- gritó el japonés, molesto.
.-Hum... ¿Descubriendo lo que vos tenías al lado? Tarde, eso te pasa por no valorar lo que tienes y despreciar a quienes te quieren-
.-¡Kyo no se va a ir a Francia con vos!-
Eso sorprendió tanto a Oribiie como a Kyo. ¿Pero qué estaba diciendo?
.-Sé que quieres llevártelo para que nos deje- terminó Takao, cruzándose de brazos-
.-¿No será que tienes miedo que TE deje?- replicó Oribiie, mordaz.
.-Es lo mismo, yo soy el capitán y, por lo tanto, la parte más importante del equipo-
.-Entonces, sabrás valorar a quien realmente mantiene al equipo funcionando-
.-¡YO!-
.-Vámonos, Kyo, el ego de Takao no nos deja espacio...- dijo Oribiie tomándolo de la mano y empezando a caminar.
Kyo estaba confundido, y ahora estaba muy colorado. Ni siquiera necesitaba volverse para notar que Takao estaba que reventaba. Pero no estaba seguro de que estaba así porque lo habían vencido, porque Oribiie fue quien le ganó o por las palabras que dijo después. Quizás por las tres cosas. O quizás...
.-No creo que sea por perder a alguien que se quiere, sino por perder algo- le dijo Oribiie –Déjalo, en unos días se le pasará la chinche (1) y se tragará su orgullo-
.-.
Kyo estaba muy sonrojado. Oribiie lo estaba tomando de la mano, y hacer eso en público en Japón no era bien visto. Pero el francés no lo soltó hasta que llegaron a la casa del japonés. Para aumentar el nerviosismo d eKyo, sus padres no estaban. Después de todo, confiaban en Oribiie.
.-Mejor descansa, estás muy rojo- le dijo el francés -¿Te sientes bien?-
.-Eh, ah, si, es que... Takao nos va a matar-
.-Va a tener problemas con mucha gente si osa hacer eso-
.-Es cierto pero... Creo que nunca lo vi tan furioso-
.-Está frustrado porque alguien lo puso en su lugar. Pero si no era yo, otra persona podría haberlo hecho con menos delicadeza-
Kyo estaba muy nervioso, y su nerviosismo aumentó cuando Oribiie se sentó a su lado para ver la televisión. Las siestas de los domingos del verano en ésa parte de Japón eran muy calurosas, así que Oribiie se había puesto ropa ligera, que dejaba ver sus piernas y brazos. Creía que el francés le había dicho indirectamente que él le interesaba, por como lo había defendido frente a Takao. De hecho, le parecía que a veces le quería decir algo, pero que el francé son se animaba a decirle.
Tomo aire.
.-¿Me lo vas a decir?-
Kyo se atragantó con su propia saliva. Oribiie lo estaba mirando con atención. Cuando recuperó la compostura, volvió a tomar aire y empezó a hablar.
Empezó diciendo lo mucho que le había mejorado la existencia al hablar con él, y lo mucho que le debía. Oribiie sonrió, esperando... o eso le pareció a Kyo. Tomó aire y se lo dijo de una vez, tomando sus manos entre las suyas y viendo su rostro.
Notó el asombro en él y sintió que algo iba mal. Después de todo, ¿acaso Oribiie iba a rebajarse, teniendo a muchísimos chicos (mucho mejores que él) pretendiéndolo? Sin ir más lejos, estaba Giancarlo, y el resto del equipo. Le dijo todo, de sus sentimientos y de lo que había hablado con Hiromi, poniéndose rojo y bajando la mirada. Jamás había estado tan avergonzado en toda su vida.
No preguntó si Kyo lo decía en serio. Sabía que no jugaba con ésas cosas, y el ruido en la puerta les anunció que alguien llamaba. Kyo se levantó, corriendo, tratando que no se le notara que estaba a punto de llorar.
.-¿Si?- preguntó, al lado de la puerta.
.-Kyo, abre- era Takao, y se notaba en la voz que estaba muy enojado.
.-No-
.-Abre-
.-No quiero- jorobar, ¿por qué justo ahora?
.-Abre o volteo la puerta-
.-Hacélo, dale-
Silencio.
.-Abre-
.-¿No tenés nada mejor que hacer?-
.-¡Abrí de una vez!-
.-No, y ya me voy-
No escuchó los alaridos de Takao. Quería volver a ver a Oribiie, y escuchar qué había decidido.
Pero no estaba. Buscó en toda la casa, pero no lo encontró.
Y se sintió derrotado.
Roto por segunda vez.
Dejó que el dolor lo sumergiera hasta más allá de su ser, y se fue a su pieza, sin preocuparse de apagar el televisor. Si tenía la remota esperanza de encontrarlo allí, se le fue apenas su cuerpo tocó la cama.
Había llorado muchas veces por amor.
No hizo caso a sus padres cuanto lo llamaron a cenar, ni a Hiromi cuando llamó por teléfono a su celular. Había jugado y perdido, así de simple, y tenía que aceptarlo. Quizás el amor no era para él, porque no se podía tener todo. Personas como Takao tenían la felicidad, el amor y la popularidad y él... Inteligencia para muchas cosas. Cosas que le servían cuando saliera de la universidad.
Pero no en las que quería.
.-Soy un idiota- dijo contra la almohada –Soy un imbécil estúpido sin el más mínimo tacto-
Ahora reconocía que había sido un error decírselo todo de una vez. Podría haber disfrutado del resto del tiempo con Oribiie, y decírselo al final, cuando no le quedara tiempo pare rechazarlo. Y, quizás, robarle un beso, con la loca esperanza que, por primera vez, fuera correspondido.
.-.
.-.
(1) Capricho, enojo egocéntrico.
Agradezcan a una amiga mía, que me hizo algo parecido "No sé como la aguanto" dijo, y me enteré. La diferencia es que yo no escribo de ésas cosas en mi blog, sino que las pongo en hojas de papel perdidas, a ver si a alguien le importo lo suficiente como para buscarlas, que las lea y me de un abrazo. Pero no creo ser tan valiosa para alguien.
Mil disculpas por la demora, es que tuve un período sembrado de parciales, finales, trabajos prácticos, falta de tiempo por el estudio y de inspiración por diversos motivos. En compensación, el capítulo es el más largo que he escrito, y ya tengo el inicio del próximo.
Este capítulo va para Lilith, o Lilith S. Valkov, quien me dio la idea. Gracias, compatriota.
Nos leemos
Nakokun
P. D.: si no dejan rewiews en el próximo Yuri doy por terminado el Fanfic.
