Basketball
Summary: Para algunos el basketball es un deporte como cualquier otro que consiste en que la pelota entre en la canasta bajo las reglas indicadas... Para otros, el principio de un amor. 01x0204x03
Disclaimer: Los personajes de Gundam Wing no me pertenecen, esta historia es sin fines lucrativos sino tan solo de aficionados.
Este FanFinc tiene contexto yaoi, si eres intolerante y/o crees que no estas apto para leerlo, esta bajo tu decisión; yo te advierto Parejas: 01x02, 04x03 & posiblemente 05xT
Comillas: ' '
Diálogos: - -
Pensamientos: " "
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Giró su vista, no quería volver a ver esos ojos, lo distraían demasiado y no era así como quería ser, no quería ser distraído, no quería ponerse nervioso, quería estar tranquilo y solo como siempre lo estuvo. Soltó al oji-violeta regresando a su caminata en dirección al vestidor, necesitaba estar solo y pensar, despejarse y auto ponerse limites o de lo contrario perdería el control de su vida.
Duo se había quedado más que asustado mirando al suelo, jamás creyó esa reacción, pero, sin embargo, Heero la había tenido y le había hecho tener miedo, esos ojos estaban muy molestos... ahora el también quería estar solo, nuevamente le dolía el pecho y sentía que el amor no servia de nada, pero por otro lado todo lo que había vivido el día anterior le servia de stop para no hacer locuras... aunque eso no evitaba que quisiera llorar. Aspiró hondo para disminuir esas lagrimas que amenazaban con salir mientras una mano se posó en su hombro llamando su atención
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El resto del día fue bastante tenso ya que apenas y Heero salió de los vestidores venía más frío y seco que antes, por lo que apenas y dijo unas cuantas palabras bastante negativas durante el entrenamiento y una vez que todo finalizó, entonces cada uno se fue, Duo permanecía callado mientras Quatre y Trowa intentaban aligerar el ambiente, mas Heero lo cortaba a cada rato con frases cortantes y secas.
Ambos jugadores de Zero acompañaron a los otros a su departamento ya que les quedaba de paso y luego cada cual se fue a su respectivo 'hogar' sin tocar ningún tema al respecto de aquella tarde.
En casa de Quatre...
- ¿Estas bien Duo? No sueles ser tan callado... -comento preocupado apoyando una mano en el hombro de su amigo-
- Sí Quatre, solo algo... raro. -terminó en un murmullo- fue extraño que me tratara así, nada mas... creo que necesito dormir.
- Si ve, yo hago las tareas y mañana te las paso -aclaró dándole una palmadita-
- ... -suspiró- no me llames para comer -se fue a su habitación-
Realmente era extraño, ese chico bonito de ojos claros no era así con él y solo porque gano por 4 puntos de diferencia se ponía así de cabroso... era muy complicado entenderle... no quería pelearse con él por una pavada, porque seguramente no fue más que eso, si no había hecho absolutamente nada malo ¿o sí?... Quatre también estaba preocupado, pero no por el capitán de Zero sino por su mejor amigo, no le gustaba verlo deprimido por alguien más pero no podía hacer nada, porque no era su asunto sólo le quedaba consolarlo y darle su apoyo... ¡cuando deseba que Heero desapareciera del mapa!... De ese modo tendría a Duo para el solo, no debería preocuparse por nadie más.
Duo se durmió rápido, algo deprimido pero el sueño le quitaría todo eso de una vez sin que tuviera que pensar más en aquel asunto. Pero desdichadamente la noche no quería aquello, por lo que pasadas algunas horas volvió a despertarse y se encontró con la casa en silencio y penumbras, Quatre dormía profundamente; al mirar el reloj descubrió que eran las 1:18 am y para colmo no tenía sueño por lo que decidió ir a dar una vuelta para despejarse, aún sentía los efectos de la depresión en él.
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Apenas había pisado el departamento se había recargado en la puerta soltando un pesado suspiro, debía admitir que le costaba mantener esa postura fría todo el día y más aún frente a ese chico, pero debía hacerlo si quería tomar las riendas de su vida y no perder la cabeza como en el partido contra Low, debía actuar como si realmente ese niño no existiera, no debía permitir que se intimidara ante aquellas orbes violetas.
Se había preparado algo de tomar y se había dispuesto a hacer las tareas, pensaba terminar algunos proyectos para los talleres antes de que hubieran problemas y de paso concentrarse para no volver a distraerse en clase, ahora le estaban costando bastante los ejercicios por culpa de distraerse dos días seguidos en aquella materia... maldito profesor de contabilidad, explicaba muy rápido para su gusto. Pasó así las siguientes horas hasta que se le hizo muy tarde, las doce y media, ya debería irse a dormir para ir al colegio; por lo que ordenó el living y se cambió de ropas para más tarde disponerse a dormir.
Mas no lo logró, apenas a las una treinta alguien tocó timbre, se levantó sumamente molesto por la interrupción y se puso un pantalón ya que dormía solo en bóxers, dirigiéndose dispuesto a matar al que se le ocurría venir a esas horas, en cambio al abrir la puerta todo el enojo se fue a la basura, había sido una sorpresa muy grande el verle allí de pie y con la mirada bastante dolida, tanto así que apenas y pudo mostrarse tranquilo... aunque en realidad debería haberlo echado de allí y terminar con esa maldita manía de una vez por todas para poder vivir su vida normal.
- Tenemos que hablar -informó en tono serio y mirándolo fijamente-
- ¿Ahora? -preguntó alzando una ceja-
- Si ahora -afirmó haciéndolo a un lado para pasar- No puede ser que me trates mal si yo no tengo la culpa de nada -se volteo enfrentándolo- quiero que te justifiques por lo de esta tarde, por lo de TODA la tarde.
- No tengo nada que alegar, te quiero lejos de mi vida -se cruzó de brazos con la mirada lo más fría posible-
- Eso no fue lo que me dijiste ayer -apretó sus puños- dame una razón, dime porque, dime que te molesta y lo cambiaré ¡Ayer dijiste que podía quedarme a tu lado!
- Entonces me retracto, te quiero lejos -repitió desviando la vista-
- ¡Por que! -se acercó y lo abrazó por la cintura-... dime porque... lo que sea, solo dilo, no importa lo que te moleste yo lo voy a cambiar, déjame estar contigo. -lo abrazó más fuerte hundiendo su rostro en el pecho del otro-
Se quedó estático, de nuevo le estaba pidiendo eso... de nuevo solo le pedía quedarse con él bajo ninguna condición ¿Acaso no había modo de alejarlo? No quería volver a sentir esos nervios, no quería volver a verse incomodo en sus practicas, quería poder seguir con su vida normal, aquella que tuvo hasta el lunes. Pero ese niño... ese niño solo le complicaba la existencia con su aroma, con sus ojos, con su sonrisa, con sus palabras...
Había caminado tranquilamente hasta que sintió que no aguantaba la angustia que se formaba en su interior, tenía que saber porque lo había tratado de aquel modo, entonces haciendo lo único que le quedaba por hacer fue a la casa de aquel chico de apariencia seria que tanto le cautivaba. Y este ahora le decía que no quería volver a verlo ¿Por qué? ¿Qué había hecho mal? ¿Qué era lo que no le gustaba?... Quería quedarse a su lado, quería estar con él, haría lo que fuera para poder tenerlo... y cuando decía lo que fuera, iba desde entregar su vida hasta simplemente ser una mascota suya. De repente no aguantó más la angustia y comenzó a llorar ¿Qué más le quedaba? Era su primer amor, no quería perderlo... iba a hacer hasta lo imposible por no perderlo... y luego, unos brazos abrazándolo muy cálidamente le hizo creer que quizás solo había estado de mal humor, que quizás si le permitía estar allí.
- Duo no quiero que estés conmigo -le repitió en un tono más suave abrazándolo- quiero que te olvides de mí.
- No... -negó con la cabeza- no quiero, quiero quedarme aquí, contigo... no importa lo que me pidas quiero quedarme contigo.
Y de nuevo se lo pedía, no entendía porque lo hacía, simplemente no había motivo... y, sin embargo, ahí estaba, abrazándolo con fuerza y llorando únicamente porque le había pedido alejarse ¿es que realmente se había enamorado? ¿Tan importante era para ese chiquillo?... y quizá lo peor ¿le correspondía? ¿Por qué se sentía así con él?...
- Deja de llorar -le pidió apartándolo para limpiarle las lágrimas- No me gusta que lo hagas.
- Entonces dime porque... porque eres así, que hago mal -se aferró a su pecho- dime que tengo que hacer para quedarme a tu lado...
- ... -negó y le dio un beso en los labios- no me gusta que estés conmigo.
- ¿Por qué? -preguntó aún cerca de los labios del otro-
- Por que me distraes, no estoy cómodo -respondió terminando de alejarse y separándose- No pierdas tu tiempo, regresa a tu casa.
- Pero... -lo miró dolido y frunció el entrecejo- no me iré de aquí hasta que me digas que te retractas de lo de recién ¡dame una oportunidad! ¿Por qué no te dejas conquistar siquiera?
- ¿¡Por que no entiendes? ¡¡Nunca voy a querer a alguien! ¡¡Y contigo sólo estoy incomodo! -abrió la puerta-
- ... -frunció más el ceño y se acercó a la puerta para cerrarla de un golpe- ¿Por qué estas incomodo?
- No me exasperes -ordenó en tono frío y con los ojos cerrados-
- Heero eres un cobarde, orgulloso, ciego -se quejó- quizás lo que tu sientas no sea incomodidad sino solo orgullo, quizás después de todo si me correspondas... pero no lo quieres aceptar, sigues diciendo que no puedes querer a la gente ¿Qué te hace pensar eso? Tienes corazón y mente, eres como cualquier otro... no te entiendo -concluyó en voz baja- y si quieres que desaparezca de tu vida me desapareceré ¡¡pero jamás me busques ni siquiera para verme, porque en cuanto salga por esta puerta dejaré de decirte que te quiero! -soltó las últimas lágrimas- no voy a estar tras alguien como tu siempre.
Duo se quedó unos instantes más inmóvil, dándole unos minutos para pensar, y cuando creyó que ya había pasado suficiente tomo la iniciativa y abrió la puerta dispuesto a irse, le dolía, pero si realmente no quería verlo no lo vería mas, desde ese momento serian completos rivales... que lástima, le había entregado su primera vez a alguien que terminó por defraudarlo, que iluso era.
Heero solo quedo sumido en sus pensamientos, las palabras que había dicho ese niño de ojos violetas chocaban contra su cabeza una y otra vez... como queriendo creerlas, pero simplemente no podía, no podía creer lo que ese chico le decía a pesar de que su corazón le decía que tenía la razón... lo que más le molestaba era el hecho de la amargura que le daba pensar que jamás lo volvería a ver, que jamás le vería esos ojos, o tocaría ese cabello... o vería esa sonría... o sentiría aquel aroma, o aquel sabor dulzón que poseían sus labios. De repente la puerta abriéndose seguida de un pesado suspiro y ese chico que lo hechizaba saliendo de su departamento, todo en cámara lenta, como mostrándole que aún estaba a tiempo...
... ¿Realmente estaría listo para detenerlo?...
... ¿Realmente podría amar?...
... ¿Realmente podría aceptarlo?...
... ¿Podría vivir sin ese chico ahora que sabía que existía?...
No, ya no podría sabiendo que había alguien que le hacia sentir todo eso, ya no podría estar tranquilo, existiese o no en su vida continuaría distraído, continuaría pensando en él como hasta ahora... ¿Esto era realmente amor?...
Pero no tuvo tiempo para pensar mas, la puerta del departamento se cerró haciéndolo caer en la realidad, la fría realidad, y de repente un sobresalto, un susto, un mal presentimiento. Salió del departamento sin importar las condiciones y logró verlo comenzando a bajar las escaleras, no lo dudó dos veces... aquel mal presentimiento le daba miedo, mucho miedo; corrió hasta tomarlo de la mano y lo detuvo volteándolo para más tarde besarlo con necesidad y reflejando aquel temor, lo abrazó por la cintura para evitar que cualquier movimiento lo separase de aquel cuerpo y continuó saboreando aquella boca cuyo sabor era único, completamente único y excitante.
- Quédate, esta noche, conmigo -le pidió una vez que se separaron-
El trenzado aún estaba en las nubes, de repente así de la nada lo detenía y lo besaba, era como... era como un 'perdón' silencioso que le pedía, y ahora esto, que se quedara con él... ¿realmente le dejaría estar a su lado el resto de su vida?... Sonrió abiertamente abrazándolo por el cuello con fuerza, corroborando que esta vez no era su imaginación, y ciertamente no lo era porque el oji-cobalto lo abrazó igual de fuerte por la cintura aún con ese susto en el pecho.
Esa noche durmieron juntos, no hubieron pretextos ni reproches, solo silencio, durmieron abrasados cada uno relajado en su mundo, con la mente en blanco y cada uno sintiendo el aroma particular del otro, sin que el frío de la época llegara hasta ellos, sin que nada les molestase; Duo acurrucado en el pecho del otro, escuchando los suaves y pausados latidos de su corazón y relajándose como cual bebé con su madre, mientras este otro sólo disfrutaba de la sensación que le proporcionaba tener una vez más aquel frágil cuerpo entre sus brazos.
A la mañana siguiente desayunaron en silencio y salieron rumbo al departamento del trenzado ya que éste debía ir al colegio y tenía sus cosas allá, mientras que su rubio amigo moría de la angustia al no encontrarlo en casa a tempranas horas.
- ¡Q-man! ¿Estás despierto? -llamó entrando por la puerta seguido de Heero-
- ¡¡Duo! -exclamó saliendo de la cocina dejando todo un desastre- ¡¿¿¡DONDE ESTABAS HOMRBE! ¡¡CASI ME MUERO DE UN SUSTO AL NO ENCONTRARTE EN TU HABITACIÓN Y YO SÉ QUE NO MADRUGÁS!
- Jeje, perdóname -se encogió de hombros y rascándose la cabeza- Es una tremenda historia, luego te explico, venia por las cosas para el colegio.
- ¿Quieres desayunar? ¿O ya comiste? -preguntó mirando a su acompañante- Buenos días -asintió suavemente-
- Ya desayune Quatre -ordenando los libros- ¡... uta! No hice las tareas -se quejó- Bueno, no importa... ¿Oye ya terminaste de ordenar? Así nos vamos al cole.
- Si, espérame -se volvió a la cocina- ¿Y a que hora saliste de casa? Ni te sentí, y eso que sueles ser despelotado. -comentó terminando de ordenar las tasas-
- ¿De acá? Como a las una y veinte... -respondió cerrando la mochila- No me escuchaste porque estabas RE dormido Q-man... además, procuré no hacer ruido. -se volteó- Heero ¿No se te hace tarde?
- No -respondió recargado en la pared y mirando a la nada-
- Vamos nos -salió de la cocina- ¿Ya ordenaste tus cuadernos?
- Sip -asintió el trenzado encaminándose a la puerta-
Salieron del departamento sin ningún problema y el oji-cobalto los acompañó hasta el colegio en silencio, por algún motivo no tenía deseos de separarse... tenía un mal presentimiento, muy malo, que le alteraba los sentidos poniéndolo alerta de todo. Pero salvo eso, estaba tranquilo... tenía la mente bastante calma y hasta se podía decir que sonreiría de no ser porque no se lo tenía permitido. Duo estaba contento, en toda la noche se había despertado una sola vez y cuando lo hizo estaba al lado de la persona que más quería, siendo abrazado... era muy dulce despertarse así, entre tanto el rubio comenzaba a ponerse un tanto celoso de la situación, ese chico de mirada fría parecía corresponderle al trenzado y en cierto modo le molestaba ya que implicaba que debía olvidarse por completo de lo que sentía, después estaba el hecho de que los boletos que le envió su padre aún no llegaban y cuando lo hicieran debían viajar para intentar explicarle la razón por la cual no se casaba.
Luego de que ambos amigos entraron en el colegio Heero se fue directo al suyo, por suerte ese día entraban media hora tarde puesto que los talleres duraban una hora más, así que llegaría a horario... a dos cuadras se cruzó con Trowa, quien por suerte no hizo ninguna pregunta con respecto a la dirección de la cual venia, que era la contraria a su departamento. Continuaron caminando en silencio hasta el colegio y las clases comenzaron normalmente.
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Era el primer descanso, por fin le contaría a Quatre lo que sucedió anoche, necesitaba desahogarse con alguien o de lo contrario se moriría de angustia, estaba feliz pero al mismo tiempo algo confundido y no sabía exactamente que hacer; se sentaron en la cafetería mientras tomaban un jugo cada uno, era el primer descaso y el más largo del día debido a que la mayoría estaba dormido.
- Bueno entonces... salí de casa a la noche y me fui a caminar -comenzó el trenzado dándole un sorbo a su jugo de pomelo- y a mitad del camino se me ocurrió aclarar las cosas con él así que me fui a su departamento... me dijo que me fuera porque no podía querer a nadie, yo creo que cualquiera puede sentir algo por otra persona. -miro a su amigo que lo observaba atentamente- le pregunte porque, y que si había algo que le molestaba de mí me lo dijera... pero el simplemente insistió con que no quería que estuviera a su lado.
-¿Y no te dio una razón? Tiene que tenerla, no puede no querer porque si, debe haber algo que le haga sentirse de ese modo -aclaró irguiéndose-
- Dice que esta incomodo, que no puede ser él... y, aún así, me besó, eso es lo que no entiendo. -volvió su vista al vaso- me pidió que me fuera pero no me fui y le pregunté porque, por qué estaba incomodo, que le hacía ponerlo así... y termine diciéndole que si salía de ahí nunca más nos volveríamos a cursar porque no iba a seguir esperándolo.
- Cierto, tu no puedes vivir al pendiente de una sola persona, puedes encontrar alguien mejor que un patán como ese -aseguró dándole un trago a su jugo de naranja-
- Cuándo salí del departamento, porque el no había dicho absolutamente nada... antes de que pudiera bajar las escaleras él ya me había detenido y me besó, no sé como tomar eso... aunque después me pidió que me quedara con él por esa noche, fue extraño ¿No te parece?... -miró a su amigo tomando de su jugo-
- Quizá por fin pudo ver que eres muy valioso y que realmente te quiere lo suficiente como para no dejarte ir -opinó tranquilamente- quizás tus palabras lo hicieron reaccionar, ¿No te dijo nada más?
- No, después nos fuimos a dormir -se sonrojó suavemente- por eso no estaba en casa esta mañana...
- Entiendo -sonrió- pues disfrútalo, quizás realmente sea el comienzo de algo lindo entre ustedes -borró su sonrisa unos instantes mirando seriamente a su amigo-
- ¿pasa algo? -preguntó al ver su rostro-
- Si, verás... -bajó la vista sonrojándose- es que últimamente... no puedo verte como un amigo... me acuerdo de cuando éramos chicos... y es como si de repente me diera cuenta que te quiero de un modo especial. -se sonrojó un poco más-
- Quatre... -susurró poniéndose serio y luego sonrió dulcemente estirando su mano para levantarle el rostro- oye amigo, no sé si estarás en un error... pero probablemente lo estés confundiendo, quizás tus celos sean porque no estas acostumbrado a que esté en estas situaciones
- No Duo yo sé bien que te...
- Shh... yo no te estoy cuestionando lo que pienses o sientas, simplemente te estoy dando mi opinión -retiró su mano del mentón del albino- no me gustaría que te dieras cuenta de eso ahora... no quiero que sufras por mi culpa, eres mi amigo, el mejor que tengo, y quiero que sigamos como hasta ahora.
- ... lo sé -bajó la vista de nuevo- pero es inevitable...
- ¡Vamos Q-man! No te deprimas -sonrió alegremente- no pienses en eso, y menos si te lastima, sientas lo que sientas por mí puedes contar conmigo para lo que necesites, yo seguiré siendo tu amigo.
- Gracias -sonrió amargamente- eres un buen amigo... a pesar de todo te aguantas todos mis problemas.
- Eso porque tu te aguantas todos los míos -le dio un coscorrón- vamos, vamos, sonríe ¡arriba el animo!
El rubio sonrió ante la alegría del trenzado y levantó la vista mas despreocupado, quizás Duo tenía razón y solo estaba confundiendo las cosas... por otra parte el oji-violeta no podía negar que no se esperaba esa noticia, pero técnicamente lo que había dicho era cierto... no quería verlo sufrir por su culpa y, además, sintieran lo que sintieran seguirían siendo amigos.
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Trowa estaba serio, más de lo normal quizás, pero no decía nada al respecto de nada... tan solo ignorando el hecho de que su amigo frío estaba más ido que de costumbre, hasta que de repente no aguantó más su intriga, le era demasiado complicado esconder esa chispa de curiosidad por saber quien había logrado conquistarlo, así que sin mas preámbulos preguntó.
- Heero el otro día no me respondiste ¿De quien estas enamorado? -inquirió mirándolo fijamente-
- ... -regresó a la tierra tras la pregunta de su amigo, pero no se movió- Aún no estoy seguro de eso.
- Ya veo -se limitó a decir- Hoy también estas distraído.
- Tengo un mal presentimiento -contestó levantando la vista al techo-
- ¿Crees que suceda algo malo? ¿A quien? -frunció el entrecejo-
- No lo sé... pero no estoy tranquilo -suspiró- locuras mías, seguramente.
- Con lo raro que has estado no me extrañaría que ahora fueras empático -comentó burlón-
- A mí tampoco -murmuró aún más ido-
Continuaron las clases normalmente, y ahora Heero realmente estaba inquieto, sentía que algo iba a suceder y no podía concentrarse en nada con esa opresión en el pecho, intento toda la mañana pensar en otra cosa pero no lo logró. Trowa lo había estado observando y también lo notó extraño, comenzó a preocuparse, quizás su amigo tenía una premención de algo y si eso era correcto debía estar alerta para ayudar a quien fuera que estuviera en aquel aprieto.
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Habían terminado con su horario y el último profesor se quedó hablando con Quatre sobre su último examen, el cual lo tenía sorprendido porque había sacado una nota perfecta, por lo que Duo guardó sus cosas en silencio y salió del salón para comenzar con su regreso a casa a paso lento pensando en como haría para poder conquistar el corazón de aquel jugador tan frío... realmente era muy orgulloso, se preguntaba si en realidad lo había hecho reaccionar con las palabras de la madrugada, ojalá que así fuera, porque entonces significaría que le importaba; no quería ilusionarse de nuevo, era muy iluso.
Quatre terminó de guardar sus cosas rápidamente y maldijo a su amigo por no esperarlo, así que salió a toda carrera escaleras abajo para alcanzar al trenzado el cual iba muy sumido en sus pensamientos y ya saliendo del colegio; cuando el rubio alcanzó a verlo continuó corriendo hacia él para alcanzarlo, pero vio que su amigo iba a cruzar la calle y estaba completamente distraído, luego miró hacia delante y vio el auto, el auto deportivo verde... iba directo a...
- ¡¡¡DUOO! -gritó intentando hacerlo reaccionar-
Pero el oji-violeta iba demasiado concentrado en Heero y las mil formas de conquistarlo que conocía, no escucho absolutamente nada, el rubio ante el inminente accidente continuó corriendo hasta casi poder detenerlo.
- ¡¡¡DUO EL AUTO! -le gritó de nuevo rogando porque se diera cuenta-
Y demasiado tarde, el trenzado le escuchó y volteó a verlo pero lo único que pudo observar fue el deportivo verde acercándose a toda velocidad, mil ideas cruzaron su cabeza, pero principalmente dos: Heero y Quatre. Segundos después solo oscuridad mientras su mejor amigo miraba aterrado como el vehículo no lograba frenar a tiempo e impactaba contra el capitán de Orange Road.
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Habían logrado salir antes del colegio, el profesor de uno de los talleres había faltado y ahora se dirigían a sus departamentos a paso tranquilo, cuando de repente el corazón del oji-cobalto dio un fuerte sobresalto haciéndole detenerse en seco y que una sola cosa pasara por su cabeza, extrañamente, de un modo muy vació y amargo entre tanto el oji-verde lo miraba extrañado.
-... Duo... -murmuró mirando a la nada del final de la calle-
Trowa frunció el ceño tras escucharlo ¿Pensando en ese niño?... pero no se pudo cuestionar nada más, porque así de la nada Heero se hecho a correr, algo dentro de si le decía que tenía que verlo, tenía que verlo JUSTO AHORA, y no pensaba cuestionarse solo iba a verlo, solo necesitaba verlo, el dolor en su pecho era continuamente más agudo. Su amigo no lo dudó y lo siguió de cerca, ambos corriendo y enseguida distinguió la dirección; iban hasta Orange Road, el colegio donde asistía ese joven de cabello largo que estuvo con ellos el día anterior.
Al final de unas calles, un tumulto de alumnos y un auto frenado en mala posición... el corazón de Heero comenzó a latir más fuerte y se detuvo en seco rogando porque no era lo que creía, luego la intriga lo carcomió, no podía ser, su mal presentimiento no podría ser ¡¡¡SIMPLEMENTE NO PODIA!... Se abrió paso por entre los alumnos y entonces el oji-cobalto quedó petrificado, en completo silencio mirando la escena.
... Imposible...
... Simplemente no podía...
... su Duo...
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N/A: o.o a que las deje condicionadas no? U amenazas, insultos, sadomasoquismos, denuncias... todas serán atendidas en los reviews.
¿Qué pasara con Duo ahora que sufrió este accidente? ¿Qué pasara con Heero? ¿Se decidirá al final por aceptar lo que siente? ¿Aceptara tener como pareja al trenzado? ¿Duo morirá por el golpe? ¿Quedara en coma? ¿Perderá la memoria? TODO ESTO Y MUCHO MÁS EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO DE BASKETBALL! LA HISTORIA QUE TE ATRAPA CAPÍTULO A CAPÍTULO!
XDD me sonó a re televisión! Jajajajajaj!
Bueno dejen reviews, chicas y chicos, espero les halla gustado... ya saben recibo amenazas de muerte, de rapto, de lo que venga! XDDDD
Ryoko de Leonhart
