Basketball

Summary: Para algunos el basketball es un deporte como cualquier otro que consiste en que la pelota entre en la canasta bajo las reglas indicadas... Para otros, el principio de un amor. 01x0204x03

Disclaimer: Los personajes de Gundam Wing no me pertenecen, esta historia es sin fines lucrativos sino tan solo de aficionados.

Este FanFinc tiene contexto yaoi, si eres intolerante y/o crees que no estas apto para leerlo, esta bajo tu decisión; yo te advierto Parejas: 01x02, 04x03 & posiblemente 05xT

Comillas: ' '

Diálogos: - -

Pensamientos: " "

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El resto de la tarde fue tranquila, pero Heero no pudo pedirle a Duo lo que tenía planeado así que tuvo que dejarlo para la próxima vez que se vieran... que obviamente no sería dentro de mucho tiempo. Trowa continuo pensando en el cambio de Heero, realmente aquello le había dejado más que impactado, mientras que Duo y Quatre solo charlaban y charlaban intentando incorporar a los demás y lográndolo únicamente con el oji-cobalto, con quien rápidamente comenzaron a charlar sobre diferentes aspectos.

La cena fue esplendorosa, a nadie se le olvido felicitar al trenzado por su buena practica del arte culinario, y luego de unas horas mas cada cual se fue a su casa para descansar en paz.

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Al día siguiente al momento de ir al cine la salida resulto ser muy amistosa, aunque tuvieron que fingir demasiado ante los demás ya que Quatre supuestamente era el novio de Trowa, aún no le explicaban todo a su padre pero indirectamente le habían dado a comprender que había mas que amistad... lo que no sabían era que el oji-verde realmente tenía intenciones de conquistarlo, solo Duo lo sabía, y no pensaba interponerse ya que el alto le había caído estupendamente bien salvo porque era callado, en extremo callado, tanto como Heero quizás.

Luego de ese fin de semana, en el cual Heero no se animó a declarársele correctamente al trenzado, paso una semana larga y extenuante, aunque en el fondo bastante relajada ya que sabían que todos ellos estaban bien y sin ningún tipo de problema fuera de lo normal. Llegó el martes de la otra semana, habían tenido un sábado y domingo agitadísimo; Trowa porque tuvo que enfrentar al padre de Quatre y Heero estaba entrenándose para uno de los partidos además de estudiando para los exámenes y de tener algunos problemas con Relena... no había tenido absolutamente nada de tiempo para nada más, luego una llamada de su otro tutor había llegado hasta él y parece que ahora lo tendría de visita para corroborar que su vida estuviera en orden, ese tipo verdaderamente no tenía nada que hacer.

- Estoy muerto -exhaló el oji-verde al salir del colegio-

- ¿Cómo te fue el domingo? -preguntó el oji-cobalto caminando a su lado a paso tranquilo con la mochila al hombro-

- Pelea tras pelea, ese hombre es terco... tuve que dejar las cosas a medias para no pelear con Quatre -relató guardando una mano en el bolsillo-

- Ya veo... ¿Hoy también iras a buscarlo? -mirando las baldosas pasar-

- Si, iremos a intentar convencer a su padre... de nuevo -respondió con un suspiro metalizándose-

- Te acompaño -concluyó alzando la vista y mirando al horizonte-

- Heero... -llamó mirándolo de reojo- ¿Es él quien te gusta? ¿Es por él por quien estas tan extraño? -preguntó aprovechando el tema- Me refiero a Duo.

- ... -cerró los ojos frunciendo el entrecejo, debatiendo en responder, y luego volvió a mirar al horizonte-... creo que sí.

- Entonces los rumores son ciertos -finalizó mirando al final de la calle-

- ¿Rumores? -preguntó mirándolo-

- Dicen que ustedes son novios y que por eso abandonaste el club además de la pelea, que te logró sacar del camino ofreciéndote sexo, que ese chico se ah llevado a muchos a la cama, no cre...

- ¡¡ESO ES MENTIRA! -interrumpió enojado- ¡¡Duo no es así, él aún era virgen cuando yo...! -se interrumpió tragando saliva y volviendo su vista a las baldosas-

- Como te decía... -continuó mirándolo con el ceño fruncido- no creo que eso sea cierto, Duo parece ser un chico demasiado inocente.

Heero ya no supo como arreglarlo, había metido la pata hasta el fondo del hoyo y ahora no podía retractarse... sabía que Trowa había entendido a la perfección las cosas y cuando algo se implantaba en aquella cabeza terca nada ni nadie lograba quitarlo; Pero en el fondo... ¿Qué mas daba?... Si después de todo tarde o temprano iba a declarársele a Duo y las cosas quedarían claras, sabía que ese chico no le habría mentido, el día que lo hicieron y le confesado que había sido su primera vez hasta había llorado y reclamado varias veces por ello, no podía ser una mentira. Hoy pondría punto final a esta relación tan extraña que llevaban desde hacia una semana y daría comienzo a algo mejor para ambos.

El oji-verde estaba extrañado pero al mismo tiempo complacido, los rumores que había en Broken Wings sobre el capitán de Orange Road no eran muy buenos que digamos pero él había tenido la oportunidad de conocerlo personalmente y Duo no era definitivamente nada de lo que comentaban; Pero aún estaba sorprendido por su amigo, lo había hecho con un hombre, él que siempre dijo no ser homosexual... ahora estaba enamorado de una persona de su mismo sexo... eso era raro y bastante increíble, pero estaba sucediendo y no podía decir nada al respecto porque se hallaba en iguales condiciones con ese rubio tan angelical e inocente que ahora se hacía pasar por su novio en busca de la libertad.

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Quatre y Duo estaban ordenando sus útiles para salir del colegio e irse a sus 'hogares' ya que el oji-azul se encontraba viviendo temporalmente con su familia y el trenzado con su 'novio'. Éste último estaba alegre y al mismo tiempo melancólico, aún no habían podido hablar seriamente con Heero ya que o tenían muchos deberes o venia de visita esa niña rubia; Mientras que el otro estaba bastante contento a pesar de los problemas en su casa, cada día le iba gustando mas aquel chico de ojos verdes y eso le emocionaba, adoraba sentirse enamorado, era como volar en un mundo de imaginación... en cierto modo agradecía que su padre no se hubiera dado por vencido en casarlo ya que así podía compartir más tiempo al lado de Trowa y creerse su novio sin ningún problema.

Mientras se deponían a salir del salón un joven de otro curso contiguo se acercó a ellos sonriendo tranquilamente y pidió hablar a solas con el capitán, el trenzado asintió intrigado por semejante petición y el rubio se fue luego de saludarlos y dedicarle un 'no tardes' a su amigo; Luego de eso ambos jóvenes entraron en uno de los salones vacíos para comenzar a platicar.

El oji-azul llegó afuera donde no vio a nadie esperándole, pero luego de unos instantes su 'novio' apareció junto a Heero, ambos con un semblante tranquilo.

- Buenas tardes -saludó con su habitual sonrisa-

- Buenas tardes Quatre ¿Y Duo? -cuestionó el oji-verde-

- Esta adentro, tuvo algo que hacer y pues me dijo que saliera primero que luego me alcanzaba -respondió sonriente recordando que tan celoso era el oji-cobalto-

- ¿No crees que tengamos problemas con tu padre? -preguntó preocupado el alto-

- ¿Más de los que ya tenemos? -bromeó sonriendo- Trowa no importa, estoy seguro que tarde o temprano cederá... eso o me deshereda, pero no representa un fuerte problema, descuida.

La charla entre aquella pareja comenzó inmediatamente, era increíble como no se cansaban nunca de hablar, Heero sólo se recargó en la pared mirando al suelo y esperando por su amante, tenía fuertes deseos de abrazarlo y estar con él pero el muy tonto estaba ocupado en algo más, y más vale que fuera algo y no alguien.

Los pocos alumnos que quedaban en la vereda de la institución fueron disminuyendo porque cada cual se iba a su casa, pero éste trío continuaba allí y ya habían pasado unos minutos desde la llegada de los pertenecientes a Broken Wings. De repente alguien llamó su atención haciendo que los tres voltearan a la puerta, un muchacho apenas lograba salir del colegio al parecer agitado llamando al trenzado mientras que éste había salido mucho antes a la carrera sin mirar a nada ni a nadie y bastante sonrojado hasta que abrió los ojos, según Heero vidriosos, logrando divisarlos y sin dudarlo dirigiéndose a abrazar fuertemente al oji-cobalto por la cintura ahogando los sollozos en el pecho del más alto.

- ¿Duo que pasó? ¿Estás bien? -interrogó el rubio preocupado, pero no contestó, sólo continuó en la misma posición sollozando- ¿Duo?

- Vamos nos -ordenó en tono neutral tras notar que su koi no dejaba de llorar-

- Pero Duo... -intentó protestar, pero la mano de su 'novio' se posó en su hombro llamándole la atención y dándole a entender- bueno... Heero cuídalo, nosotros nos vamos a casa que mi papá debe estar hecho una fiera.

- Suerte -saludó apartando suavemente al oji-violeta que se oponía- Duo dime qué pasó. -le secó las lagrimas, cuanto odiaba verlo llorar-

- ... no... -negó con la cabeza volviéndose a aferrar a su pareja- vamos a tu departamento... por favor... no quiero estar aquí... -pidió entre lloriqueos-

- Esta bien -asintió abrazándolo por la cintura y comenzando a caminar logrando que el otro se calmara-

Continuaron así unas cuadras entre tanto el pelilargo se tranquilizaba completamente y ya solo le quedaban los ojos húmedos por el acontecimiento, caminaron unas cuadras más hasta llegar al departamento del de ojos claros donde ingresaron y el dueño dejó las cosas en el sofá tomando la mano de su acompañante para conducirlo afuera de nuevo.

- ¿A donde vamos? -preguntó intrigado por el comportamiento del otro-

- A dar una vuelta -respondió cerrando con llave la puerta-

- Pero... -intentó quejarse-

- Pero nada -interrumpió volviéndolo a tomar de la mano- no te arrepentirás.

-... Oki... -asintió un tanto sonrojado-

Era hoy o nunca, no iba a dejar pasar este momento, no podía esperar más tiempo, tenía que saberse con el completo derecho de hacerlo suyo como y cuando quisiera, tenía que saber que era completamente suyo y éste era el día en que aclararía todo eso para darle punto final a esa relación sin nombre que llevaban. Sintió como el trenzado le apretaba la mano que sostenía y se perjuró por décima quinta vez en lo que llevaban de veinte minutos que Duo sería su novio, ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE SUYO. El oji-violeta estaba contento a pesar de lo sucedido momentos antes, ahora sólo existía su Heero y nada ni nadie más, por lo que su felicidad giraba en torno a él provocándole una paz inmensa.

Caminaron hasta una plaza que había a unas cuadras del departamento del oji-cobalto en completo silencio, era increíble como no necesitaban palabras para estar cómodos entre ellos; luego de que llegaron al centro el capitán de Zero se detuvo mientras su acompañante le miraba relajado y hasta dulcemente para que después de unos instantes el primero se volteara estrepitosamente mirando al suelo, Duo casi hubiera jurado que estaba sonrojado, pero no podía estar seguro así que no dijo nada y se limitó a continuar observando a ese chico que le robó el corazón desde el primer día. Heero alzó la mirada muy nervioso y tragó saliva en el proceso hasta dar con aquellas mágicas orbes violáceas para más tarde acercarse hasta poder besar a su dueño que le aceptó gustoso y le entregó toda la boca para que pudiese explorarla a gusto; Luego de unos minutos disfrutando de aquel manjar el pelicorto ya tenía el valor suficiente para tragarse los nervios y terminar con toda la incertidumbre que había provocado.

- Duo yo quiero... -comenzó en un murmullo-

Pero los nervios lo invadieron de nuevo y se vio obligado a desviar la vista y controlarlos rápidamente para luego volver a levantarla y tragar saliva juntando nuevamente el valor, de lo que estaba seguro era que jamás se olvidaría de esto.

- Duo quiero... -se acercó hasta besarlo de nuevo, esta vez más lentamente, convenciéndose de que era imposible que le rechazaran-... quiero dejar de ser lo que somos, esto que no tiene nombre... -le tomó el rostro entre las manos- quiero que seas mi novio.

El trenzado le miró seriamente unos instantes y luego sonrió, ya se la veía venir y había sido muy divertido verlo tan nervioso por algo tan simple... bueno para él era simple, decir que quería a alguien no le resultaba nada complicado pero al parecer al capitán del Zero le faltaba costumbre porque solo decir algo como eso le había costado la vida. Se acercó hasta besarlo y pasó sus brazos por el cuello del oji-cobalto besándolo con dulzura contenida, al fin su novio... al fin suyo con todas las letras; una vez que se separaron el pelilargo sonrió un poco más ahora complacido con los avances obtenidos.

- Dilo, dime por que quieres eso -exigió en un susurro, no se necesitaba hablar fuerte por la poca distancia que había entre ellos-

- ... -lo miró un tanto extrañado por la petición, eso era lo más difícil que le podía haber pedido en esos momentos y no pudo evitar sentir nuevamente los nervios esta vez acompañados de un calor intenso-... por que yo... -bajó la vista-

- ¿Por qué tu...? -repitió gracioso percibiendo el sonrojo notorio-

- Porque yo te... -tragó saliva apretando sus puños en la espalda del otro- te odio, eres un maldito insensible que se aprovecha de la situación -refutó molesto abrazándolo posesivamente mientras el otro comenzaba a reír a más no poder-

- Jajajajajaja... pero debiste... jajajaja... debiste verte... -continuó riendo sosteniéndose del pecho de su acompañante para no caer- ¡Ah por dios que gracioso! Jajajaja...

- Hn... -lo separó un poco hasta besarlo- a mi no me parece gracioso que te aproveches de la situación... -se quejó mientras el otro sonreía aún con los efectos de la risa-... menos cuando intento decirte que te amo idiota.

- Hum... -sonrió aún más- yo también te amo Heero -volvió a pasar los brazos por el cuello del otro y se acercó-... te amo como no tienes idea...

Se besaron con extrema dulzura, no tenían que reafirmar que eran novios, eso ya no hacía falta entre ambos, ahora sabían que se correspondían por boca del otro y que continuarían juntos para ser felices... sólo eso importaba y nada más, porque al fin y al cabo ya tenían a ese ser especial que llenaba sus días.

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Ambos adolescentes estaban sentados en aquella sala, el moreno abrazando al rubio mientras este segundo se mantenía recargado en el pecho del primero, esperaban que el señor Winner llegara de su junta para que comenzara la 'lucha por la libertad', llamada así por Quatre y afirmada por Duo.

El hombre no tardó en llegar y fue entonces cuando ambos chicos se separaron para dar la buena imagen entre tanto el adulto se acercaba molesto y se sentaba frente a ellos.

- ¿Y bien? ¿Aún en contra papá? -preguntó el oji-azul con una sonrisa relajada-

- Me lamentaré toda mi vida, pero no -negó el hombre rendido- puedes hacer lo que gustes, no te presionaré... pero si algún día decides casarte con una mujer, te estaré agradecido, mientras tanto no me tengas ni a favor ni en contra, solo has tu vida dentro de las reglas.

El silencio recorrió la sala mientras el hombre se levantaba y se dirigía a una ventana, Quatre no podía dar crédito a lo que acababa de escuchar, en parte estaba feliz pero... pero... pero ésta libertad significaba que no continuaría fingiendo con Trowa... que nunca más sentiría sus abrazos ni nada similar y eso le entristecía. Éste otro moreno sólo se mantenía serio, bien aquí llegaba el final de su plan y visto que Quatre no daba indicios de sentir algo por él debía desaparecer del mapa para dejarle continuar con su vida sin interferir, lamentablemente todos sus esfuerzos fueron en vano pero la experiencia ya la tenía y era feliz con ello.

- Esperamos sean felices -concluyó el adulto- nosotros regresaremos a Arabia mañana por la mañana, continua bien en tus estudios Quatre por favor.

- Si papá -sonrió forzosamente- gracias.

- De nada hijo, sabes que no me gusta tenerte en contra -sonrió y se alejó rumbo a su despacho-

- Bueno Quatre -suspiró poniéndose de pie- felicidades, eres libre. -saludó con dolor, él si se había enamorado, y se dirigió a la puerta-

El rubio no supo como reaccionar, realmente aún estaba concentrado en las palabras de su padre y toda la información llegaba lentamente a su cerebro para ser codificada, se percató de la realidad cuando la puerta de la casa se cerró y la tristeza inundó su corazón; Él quería continuar fingiendo... pero ¿por qué?...

Su cabeza era un desastre por causa de la depresión, pero no lograba comprender el motivo de la misma, no entendía porque se sentía de aquel modo tan extraño y apesadumbrado... sólo sabía que quería continuar con aquella farsa en la que había vivido todos estos días, pero no podía ir y seguir así... no tenía un motivo, no tenía nada a que aferrarse, sólo comprendía que su corazón dolía y se desesperaba por una muestra de cariño... ¿cariño o algo más?... ¿Qué era esto que sentía, ¿Qué era lo que había venido sintiendo, ¿Por qué se sentía así, ¿Qué era lo que quería realmente?.

-... no entiendo... -susurró poniéndose de pie y encaminándose a las escaleras- Trowa se fue... mi padre lo aceptó... ¿Qué es esta inquietud?...

Una vez que entro en su cuarto se recargo en la puerta deslizándose hasta quedar sentado en el suelo con las piernas flexionadas, no tenía deseos de nada, estaba deprimido pero no lograba comprenderlo.

- Quiero que alguien me abrace... -murmuró abrazándose a sí mismo-... no... -cerró los ojos- yo quiero que Trowa me abrace... ¿Por qué?... -levantó la vista mirando la pared donde había un cuadro suyo-... ¿acaso yo...? -suspiró-

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Salió de aquella mansión hecho un desastre, sentía su corazón oprimido por causa de la derrota, tristeza, amargura... ese rubio se había sabido clavar bien hondo en su corazón y ahora de la nada salía dejando una herida muy profunda que dolía increíblemente, se sentía morir internamente... pero jamás le diría nada, ese chico tenía que hacer su vida, no le había pedido jamás amor simplemente un pacto para lograr salir del problema con su padre.

- Que tonto fui... -concluyó comenzando a correr por las calles-... ahora tengo que olvidarlo...

Ahora comprendía a Heero, ahora comprendía su cambio y sus reacciones... su mejor amigo también estaba perdidamente enamorado y era por ello que actuaba de ese modo que él hasta el día de hoy vio raro, pero ya no le resultaba extraño, lo comprendía perfectamente, Heero era correspondido y podía ser feliz por ello que comenzaba a usar aquella soltura con su carácter que nunca antes se permitió; Pero él no era correspondido, él tenía que guardarse todas esas apariencias para evitar lastimar al otro... él tenía que ser más discreto y ocultar todos sus sentimientos para que el otro no se sintiera intimidado y no huyera corriendo.

Continuó corriendo mientras las lágrimas que había derramado por causa del dolor se borraban debido al viento que chocaba con ellas, su rostro estaba algo húmedo pero era casi imperceptible, tanto así que ni él se había percatado de aquella agua salada que recorría sus mejillas. Pero era inevitable no llorar... es que el dolor de no ser correspondido era enorme, y más aún después de haber aquellos delicados labios unas pocas veces; se habían besado mientras los demás creían que no se daban cuenta, y así reafirmar que eran pareja... pero eso había sido demasiado, eso había sido la gota que terminó de llenar el corazón del oji-verde para hacerlo revalsar de amor por aquel rubio angelical.

Lo amaba, lo amaba con locura y jamás se opuso a ese sentimiento, creyó que no se negaría, creyó que lograría conquistarlo... ¡¡Pero que iluso fue!... ¡¡Que creído había sido!...

Al momento en que llegó a su departamento entró y se dejó caer en su cama para intentar olvidarse de todo y dormir, por suerte lo logró debido al cansancio producido por la carrera de momentos antes. Durmió profundamente soñando con aquello que creyó lograría, pero que ahora sabía no había conseguido, durmió por horas simplemente haciéndose creer que aquel rubio de hermosos ojos aqua le pertenecía en su totalidad... después de todo, soñar era gratis...

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Dos jóvenes estaban recostados en la cama, uno sobre el otro, acariciándose y besándose apasionadamente mientras las prendas de ropa caían en el suelo torpemente luego de ser retiradas de su portador; Algunos suspiros y gemidos salían de la boca del que permanecía abajo entre tanto el otro, de cabello corto, se dedicaba a lamer una de las tetillas del primero con extremo deseo.

Luego de confesarse cuanto se necesitaban habían regresado al departamento con pensamientos no muy inocentes e inmediatamente la puerta se cerró comenzaron a besarse y a acariciarse para ambos terminar sobre la cama, excitados y preparándose para hacer el amor por segunda vez desde que se conocían... preparándose para sentirse del otro por segunda vez desde que se vieron a los ojos, preparándose para disfrutar aquel momento por segunda vez desde que sus bocas hicieron el primer contacto.

De repente el teléfono de la casa suena provocando que ambos adolescentes se mirasen agitados cada uno metido entre sus pensamientos, el de pelo largo intentó levantarse para atender ya que algo le decía que tenía que atender esa llamada, pero el de pelo corto lo detuvo volviéndolo a la cama de un jalón.

- No atiendas... -pidió posesionándose sobre el otro impidiéndole que se moviese-... no debe ser importante -comenzó a besarle el cuello-

-... sólo es un segundo... -cerró fuertemente los ojos tras sentir la húmeda lengua recorrer su piel- Ahhh Heero...

- ... sólo disfruta... -susurró mordiendo el lóbulo de la oreja-

- ... No... -negó con la cabeza alejándolo- por favor, quiero atender.

El oji-cobalto suspiró rendido y se movió recostándose al lado mientras su acompañante se ponía de pie y se dirigía a la sala medio mareado por los efectos de la excitación, luego de que llego a la mesa del teléfono levanto el tubo y logro que dejara de sonar.

- Buenas tardes -habló medio perdido-

-... Duo... -la voz de Quatre-... ¿No tienes la dirección de Trowa por favor?...

- ¿Qué pasó Quatre? Te oigo muy... deprimido. -aclaró frunciendo el ceño-

- Mi padre aceptó lo nuestro... -comunicó con un dejo de triztesa-

- ¿Entonces? ¿Eso no es bueno? -preguntó intrigado-

- Si... pero me siento mal, quiero hablar con Trowa y él se fue de casa sin decirme nada más que un 'felicidades, eres libre'... Duo ¿tienes su dirección?...

- Seguro amigo, espera un segundo -bajó el tubo- ¡Heero donde tienes la dirección de Trowa!

- En la libreta al lado del teléfono -contestó sin moverse con un brazo sobre la frente, sentía las consecuencias de la excitación-

- Quatre ¿Tienes para anotar? -volvió al teléfono-

- Si, pásame -afirmó-

Así Duo le dio la dirección de Trowa con una sonrisa, al parecer el plan de oji-verde realmente había tenido efectos en su rubio amigo... esperaba que ambos tuvieran mucha suerte y pudieran terminar juntos porque los dos se lo merecían. Luego de colgar el teléfono regreso a la habitación donde Heero le esperaba de PESIMO humor debido a que la excitación le provocaba fuertes dolores en la zona baja del vientre, con suma paciencia se subió sobre el cuerpo de su ahora novio y comenzó a darle besos en el cuello mientras éste permanecía indiferente y hasta ausente hasta que luego de unos instantes comenzó a devolverle los besos y caricias comenzando de nuevo donde habían quedado; el pelicorto sobre el oji-violeta besándose y terminando de quitar las ultimas prendas que aún les cubrían el cuerpo.

Owary...

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N/A: No me maten aún, falta el epilogo, pero si, terminó ahí xD... jajajajja soy maldita ehh? XDDD JAJJAJA! Eso si el epi tardara un poquitin mas porque tiene un partido de basketball estará bueno y será el final final final... esto es solo xD el final primero jajajaj

Espero les halla gustado xD las deje con las ganas de lemon eh! Jajja... descuiden, si dios quiere en el epilogo les doy un lemon bueno, nos vemos

Gracias por leer tanto gracias por dejar comentarios, no se pierdan el epilogo!

Ryoko Yuy