Diana: Ahora si todo listo para el capi 16 mis queridos saltamontes

Azura: Tu y tus cosas… en fin lo importante es que sepan que en los próximos capítulos vamos a hacer referencias muy directas a El Señor de los Anillos

Diana: Si…aparecerá el sexy de Legolas

Azura: ¿Me permites continuar? Como decía, también queremos agradecerles a todos ustedes que nos dejan reviews porque nos alientan mucho,

Diana: Si todos ustedes son personas hermosas non pero…estos capítulos siguientes son para sufrir jajajajajaja

(Azura le avienta un zapato)

Azura: Lo siento, en fin lo que importa es que sepan que este capitulo casi no va a tener humor, pero no se preocupen, ya falta poquito para que las cosas mejoren

(Diana se sigue riendo sólo que ahora le faltan dos dientes)

Azura: Los dejamos con el fic

La Academia de Ciencias de la Magia Negra y Blanca

Capitulo 16: Del tiempo al olvido

Sakura miró estupefacta la figura fantasmal de la mujer, que vestía con simpleza y la miraba casi inexpresivamente solo su boca tornada en una suave sonrisa mostraba vida en ese ser triste y sereno, la mujer tenía largo cabello negro y ojos de un color rojizo, caoba mejor dicho. Lo que había sorprendido tanto a Sakura de esta mujer era su parecido con…no, imposible.

"Me alegra ver que continuas en el mundo de los vivos" hablo la mujer con esa voz profunda que la había recibido en ese misterioso lugar "Haz escogido un momento muy propicio para regresar"

"¿Regresar?" pregunto extrañada la muchacha mirando a la dama "Pero, si todavía no me eh ido ¿o si?"

"No te diste cuenta" murmuro la mujer mirando a Sakura a los ojos "Eso quiere decir, que no te diste cuenta del paso del tiempo"

"¿De que hablas?" preguntó Sakura aun más confundida "Yo estaba peleando contra…"

"Si lo se, Sakura" la recién nombrada parpadeo confundida "Peleabas contra el 'joven enmascarado', el te lanzo un hechizo y tu desapareciste"

"¿Cómo sabes todo eso?" Sakura cada vez estaba más alarmada

"Porque yo lo presencie todo" le contesto impasible la mujer "Sakura, soy yo, Meiling"

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La figura del hombre de la larga espada llego a un pequeño pueblo y se acerco a la tenue luz de un farol iluminándolo y permitiéndonos ver la alta y musculosa figura de un hombre de mirada castaña que combinaba perfectamente con su cabello color avellana, su grande y masculina mano sostenía una espada que todos los lectores de seguro conocen, el hombre escudriño toda el perímetro como buscando algo.

Syaoran comenzó a avanzar lentamente hacia donde la oscuridad era más profunda.

"Esta vez no te escaparas, y espero que me estés escuchando, porque estoy cansado de tantos misterios"

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Sakura observó cuestionante a la mujer, si todo lo que le había dicho era cierto, había viajado cuatrocientos años al futuro y lo más impresionante de todo era que todos sus amigos habían corrido destinos horribles y desastrosos…incluido Syaoran.

"Que horror" exclamó derrotada cerrando los ojos, no quería que Meiling pensara que mientras ella se había convertido en alguien fuerte ella siguiera como antes "Y no puedo hacer nada"

Meiling escuchó sollozar a Sakura y miro su temblorosa figura, sabía que no era correcto dejarla llorar, cuando ella sabía que todavía había una solución… ¿Pero que tal si solo le daba falsas esperanzas?

La joven se acerco a la flor de cerezo y la envolvió en sus delgados brazos.

"Deja de llorar" le murmuro suavemente al oído "Escucha, yo cuidare de ti y ambas buscaremos una forma de arreglar todo esto ¿te parece?"

Sakura asintió son el rostro escondido en el pecho de Meiling, haciendo todo lo posible

por evitar que más lagrimas salieran de sus ojos.

"Vamos a tratar de informar a los demás que haz regresado" le dijo Meiling después de un corto silencio "Empecemos por la persona más cercana que, por así decirlo vive aquí"

Sakura fijo su mirada en la de su amiga cuestionante

"¿Quién…?"

"Ya lo verás"la interrumpió Meiling levantándose y extendiendo su mano a la jovencita "Sólo no sueltes mi mano, por si tenemos que salir de aquí"

La castaña asintió y tomó la mano que le era extendida y juntas caminaron por el estrecho camino que tenían que seguir para llegar al destino al que Meiling la llevaba

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"Cuatrocientos años de oscuridad han pasado Sauron… No creas que tendrás la misma suerte que antes"

"Estamos aquí los diez guerreros y estamos listos para acabar contigo"

"Aun puedes arrepentirte, todos te queremos Tomoyo"

Sus amatistas ojos se abrieron y se incorporó de un salto, acababa de tener otra visión, siempre eran tan vividas que no podía evitar pensar que eran reales, la hermosa mujer seco su perlada frente y salio de la cama, se levanto completamente y se dirigió a su espejo, que era de cuerpo completo, contempló su frágil figura delgada y no muy alta envuelta en una pijama de seda azul, sus ojos se empañaron un poco pero ella agitó la cabeza, haciendo que su hermosa y abundante cabellera que ahora le llegaba a la altura de las rodillas se agitara.

"Estoy completamente rodeada de lujos" se dijo a si misma saliendo al balcón donde podía ver una luna oscura "¿Pero a que precio?"

La hermosa amatista se recargo en el barandal del balcón sin despegar sus ojos del cielo. Tantas noches sin dormir y repitiendo el mismo ritual, permitir que la luz de la luna bañara su piel en un vano intento de aminorar sus penas y culpas.

Cuatrocientos años sin dormir tranquilamente por volverse al lado oscuro.

Esa era la razón por la cual Tomoyo estaba ahí en esa casa que parecía un sueño y sus 'amigos' se encontraban allá afuera, durmiendo bajo el cielo, sin techo que los cubra ni alimento que los fortalezca, esperando sin protección el ataque de los orcos y los inferis como todas las demás personas en ese mundo que temían por sus vidas.

Pero ahí estaba ella, sin compartir los temores de los demás diría cualquiera pues ella vivía bajo el mismo techo que el hombre que regía sobre su vida, Saruman el gran hijo de Sauron.

Y ahora esa visión venía a ella, sabía que ese momento iba a pasar pero ella temía ese momento con toda su alma y más aun temía contarle a Saruman… No quería causar más problemas.

"Suficientes he causado contándole mis antiguas visiones"

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Sakura y Meiling se detuvieron frente a un nicho hecho de mármol negro que tenía una inscripción hecha de plata en el frente que rezaba lo siguiente:

Aquí descansa

Azura Jekyll

Te recordaremos siempre.

"Cuando hicieron esa placa" comentó Meiling rompiendo el silencio "No sabíamos que poner, había tantas cosas que decirle y ninguna podía ser expresada con palabras y era más difícil porque debía ser un mensaje pequeño"

"En serio lamento no haber estado ahí" comento con sinceridad la joven "me cuesta trabajo creer que asaron por tantas cosas…"

"Tengo que admitir que muchas cosas hubieran sido diferentes si tu no hubieras desaparecido" le respondió mientras ponía una mano en su hombro "Pero con el tiempo todos aprendimos que el hubiera no existe"

La flor de cerezo asintió sin alejar la mirada del nicho.

De repente sintió como una punzada en el corazón y sin saber lo que hacia comenzó a acercarse lentamente al nicho, la mano de Meiling resbaló de su hombro y la mujer la vio interrogantemente pero no hizo nada para detenerla.

Sakura por su parte se sentía como en trance, solo sabía que se estaba acercando al nicho peligrosamente, involuntariamente alzo su mano izquierda y la apoyó en la puerta de mármol que parecía muy pesada, pero con un ligero roce de sus delicados dedo, la puerta cayó hacia atrás, dejando a la vista el interior del nicho.

Meiling sintió que su corazón se detenía ¿Qué estaba pasando? Trató de preguntarle a Sakura pero sus nervios la traicionaron y no fue capaz de pronunciar ni una palabra.

Se acercó a la muchacha que se había detenido y parpadeaba repetidas veces, al parecer aquel trance se había detenido.

"Meiling" murmuró como tratando de recuperar sus azorados sentidos "¿Qué pasó con la puerta?"

"Alguien debió de haber roto el sello que protegía este recinto" murmuró alarmada más para sí que para la asustada muchachita a su lado.

"¿Para qué?" preguntó Sakura sin entender y sin saber que Meiling se preguntaba lo mismo.

Pero el razonamiento no tardó mucho en llegar a Meiling que después de soltar un gritito que asusto de muerte a la joven salió corriendo al lugar donde se encontraba el féretro y asustando más a Sakura lo abrió de golpe.

"¡Vacío!" exclamó

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Sus ojos azul cobalto examinaban cuidadosamente todo el lugar, mejor conocido como Mordor con preocupación todas las criaturas se habían puesto en movimiento, estaban alertas la pregunta era ¿a qué?

Silenciosamente comenzó a acercarse por entre las rocas que eran su único refugio, pues Mordor es una ciudad de fuego y rocas como algunos han de saber.

"Tenemos que tener cuidado, toda la puerta esta vigilada por orcos y si nos ven es probable que tengamos muchos problemas"

"¿Le temes a la batalla Edward?"

"No, tu lo sabes mejor que yo, pero si temo que despertemos más alarma en estas bestias, alterando de esa manera a su amo"

Henry se detuvo un segundo a pensar en las palabras de su alter ego, que en realidad eran ciertas.

Sauron, pensaba que él y sus compañeros ya no trabajaban más para las fuerzas del bien, pensaba que habían huido sin esperanza de vida a su otro mundo alterno, pero estaba equivocado, ¿Qué pasaría si el insensatamente se mostraba frente a las puertas de Mordor y atacaba sólo? Corriendo el riesgo de morir y sacrificar todos los esfuerzos en secreto de sus compañeros.

"Es mejor que vayamos a dar alarma"

"¿A quién?"

"Eriol sabrá que hacer"

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Sakura y Meiling se dirigían con paso acelerado hacia la salida del cementerio, perturbación claramente marcada en la cara de Meiling y la flor de cerezo mostraba acongojo.

"Meiling" le llamó con la voz muy baja a su compañera "¿Por qué…estaba vacío?"

"Eso mismo me gustaría saber" replicó la mujer preocupada "Esto es una mala señal"

La pequeña se estremeció ante la voz de ultratumba que había utilizado la mujer China. Sakura elevó su mirada y visualizo la puerta y sintió un alivio pasajero ante la idea de poder salir de ese horrible lugar.

Pero no duró mucho, pues Meiling se detuvo en seco alarmando a la pequeña castaña que sólo miraba como la mujer pelinegra miraba en todas direcciones buscando algo que Sakura no lograba descifrar.

"Sakura" le llamó Meiling antes de que ella pudiera decir nada "Sal de aquí rápido"

"¿Qué?" la joven de mirada verde sintió que su corazón se aceleraba

"¡Sólo hazlo!" replicó Meiling empujándola hacia la salida "Y pase lo que pase, no intentes regresar"

Sakura estaba a punto de preguntar el porque de tanta alarma cuando de repente frente a ella aparecieron los 'inferis' como le había dicho Meiling y comenzaron a avanzar hacia ellas.

La flor de cerezo instantáneamente intento convocar su báculo para hacer lo que le había aconsejado Eriol, quemarlos, pero cual fue su sorpresa al darse cuenta que no llevaba la llave consigo.

"¡Vete!" Meiling se interpuso entre los inferis y su amiga "¡Corre en dirección del bosque, ahí encontraras ayuda!"

Sin más preámbulos la asustada muchacha salió corriendo como le había ordenado Meiling. Giró su mirada una última vez hacia el tétrico lugar y pudo ver a Meiling flotando en el aire y atacando con pequeños remolinos a los inferis, parecía que la muchacha que ella había conocido, con tantas dudas sobre sus poderes, ahora era una mujer segura de lo que hacía.

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Se quitó los lentes y restregó los ojos cansados, había estado leyendo toda la noche y aun no encontraba lo que quería.

"Donde estará" se pregunto a si mismo levantándose de su silla y caminando hacia su librero donde esperaba encontrar algo "Vamos, de la muerte a la vida, algo debe de haber"

Se preguntaran porque Eriol buscaba ese tema tan extraño, pues bien, Eriol había sentido una presencia hace ya varias semanas y ese acontecimiento había coincidido con una cadena de sucesos extraños que llamaron su atención.

Se decía por muchos pueblos que habían sido salvados por las sombras que parecían cobrar vida en forma de un ave.

Como era de imaginarse al escuchar semejantes relatos se sorprendió muchísimo al igual que algunos de sus compañeros de trabajo, sobre todo los que habían tenido la oportunidad de presenciar las manifestaciones de magia que hacía Azura…

"Tengo que saber si es posible que alguien vuelva de la muerte sin necesidad de reencarnar"

El hombre de mirada azul siguió escarbando entre los pocos libros que no había leído.

"Syaoran esta tardando demasiado" murmuró una vez más "Eso tal vez sea una buena señal"

Eriol aparte de investigar teóricamente había enviado a su querido y mejor amigo Syaoran a investigar la trayectoria que había seguido la misteriosa sombra.

El hombre encontró un libro que desvió sus pensamientos hacia otra persona que ahora estaba tan lejos de él pero aun así la amaba tanto que parecía imposible.

"Videntes" es el titulo que salió de sus labios suavemente "¿Por qué, Tomoyo, porque buscaste la felicidad en el? Yo te amaba tanto…y aun ahora lo hago"

Eriol se dejo caer al suelo y escondió su rostro entre sus manos siempre le pasaba lo mismo cuando pensaba en aquella morocha tan hermosa que le había robado el corazón durante su juventud y aun lo tenía cautivo, así fuera en el lado oscuro. Recordaba el día en que ella se volvió al lado oscuro como si hubiera sido ayer.

Flash back

Eriol miraba la espalda de Tomoyo expectante, tal y como se lo habían dicho, cuando el joven pidió que Tomoyo le escuchara ella accedió pero el ya sentía algo distinto en ella ¿había tardado demasiado?

Suspiro, hace tres días que ella había regresado del secuestro en el que aquel maldito enmascarado la había mantenido durante meses, todos estaban muy contentos de ver a la morocha de vuelta pero ella se veía cabizbaja y de cierto modo distinta. Jamás quiso dar explicaciones de que paso durante su encierro, ni como escapo.

No ejercieron mucha presión supusieron que habían sido días demasiado dolorosos como para pedirle que los viviera nuevamente en la memoria.

Al segundo día Eriol tomó la resolución de decirle a Tomoyo todo el sufrimiento que su ausencia le había provocado y explicarlo todo lo que había pasado antes, y esperaba poder confesarle su amor a la joven…y así lo hizo.

Nervioso comenzó a jugar con la punta del cuello de su blusa mientras esperaba para escuchar lo que pensaba ella de todo lo que él había dicho.

"No" dijo ella al fin después del calvario de su silencio a lo que Eriol sintió que el corazón se le iba a los pies "Eriol, ya es demasiado tarde…yo encontré a alguien más"

El joven no contesto, no podía, se había quedado en una sola pieza, no sabía definir todo lo que sentía en ese momento.

"¿Quién es, Tomoyo?" preguntó después e un rato en el que la morocha aun le daba la espalda, temiendo la respuesta.

La joven no tuvo que contestar, con un susurro del viento junto a ella apareció el joven enmascarado que tantos días los había atormentado y había la tomo entre sus brazos sin que ella opusiera resistencia.

Los ojos del inglés se oscurecieron, comprendiendo todo con una sola imagen, Tomoyo no había escapado, había sido liberada y por eso no quería hablar de eso con nadie.

El joven lo miro con una sonrisa burlona, sin decir nada.

"Te odio, sólo lo haces por destruirnos, tu jamás serías capaz de amar" murmuró con los dientes apretados el joven "Y a ti Tomoyo…"

Su voz se cortó en su garganta.

"A ti Tomoyo" repitió con mucha fuerza "No te recrimino que no me ames pero si que hayas hecho esto…después de lo que este bastardo le hizo a Sakura y Azura, tal vez no te importe pero jamás te lo perdonare"

Tomoyo se encogió y Eriol sintió que toda la cara y el cuerpo le ardían.

"Ten por seguro" le dijo en un murmullo agresivo "Que cuando nos tengamos que enfrentar…no tendré piedad"

"Ella no necesita tu piedad" rió Saruman "Y tu no le podrás hacer nada, porque esta bajo mi protección y juntos te destruiremos a ti y a tus 'amigos'"

"¡Bien!" gritó Eriol al tiempo que ambos empezaban a perderse junto al viento "¡Destruyenos a todos Tomoyo! ¡Espero que logres lo que deseas!"

Eriol se dejo caer sobe sus rodillas y lanzó un grito de desesperación, que todos pudieron escuchar…Comenzó a llover.

Fin Flash Back

Eriol gruño, cada vez que pensaba en esas palabras se sentía estúpido, la agredió en vez de pedirle que se quedara a su lado…

"Soy un idiota" se dijo a si mismo aun tirado en el suelo. Giro en el suelo y se quedo viendo el techo "De todos modos, no entiendo a que regresó, ¿a burlarse de mi?"

Los pensamientos del hombre fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta. Se levantó y levanto junto con él el libro de 'Videntes'.

"Adelante" habló con voz ronca, sacudió la cabeza tratando de borrar sus oscuros pensamientos y giró su mirada a la puerta donde se encontraba un pelirrojo acompañado de otro con la misma cabellera y una mujer de cabellos lilas.

"Eriol, como siempre eres un desastre" comentó la hermosa mujer "Te dijo que cuando tengas tanto trabajo hagas el pequeño esfuerzo de mandarnos un mensaje y nosotros responderemos gustosos"

Eriol sonrió, y los invitó a pasar.

"Tu sabes que me gusta trabajar sólo Yuri" le respondió el "No quiero ofender a nadie pero a veces siento que sólo soy más eficaz"

"No ofendes a nadie" respondió el hombre pelirrojo y de mirada verde "Todos nos sentimos así en algún momento de nuestra vida"

"Dejemos las platicas amenas para después" comentó el último hombre con un ademán de su larga mano "Tengo noticias"

Skinner, Yuri y Eriol observaron atentos a Henry que parecía muy preocupado.

"¿Qué es?" preguntó Eriol en voz queda

"Mordor esta en movimiento" contestó sin hacer muchos preámbulos, en voz firme pero baja, confidencial, con miedo a ser escuchado por alguno de los múltiples espías del lado oscuro "Algo a alertado a Saruman, y este es uno de los peores momentos"

"Sigues con la sospecha de que Saruman tratará de traer de vuelta a su padre cierto" preguntó Skinner con voz grave

"Así es" respondió el inglés "Y cada día se hacen más grandes"

"Entonces tenemos que actuar rápidamente" concluyó Yuri "Si pelear en contra de el hijo es difícil no quiero imaginarme lo que sería pelear con padre e hijo"

"Pero no podemos apresurarnos tanto" le replicó Eriol desconfiado "Recuerda que Saruman piensa que nosotros estamos en nuestro mundo"

"Pero tarde o temprano va a descubrirnos o nosotros mismos vamos a tener que revelarnos" comentó Skinner "No esperaras que estemos encubiertos para siempre"

"No" le dijo Eriol dando media vuelta y asomándose por la ventana del viejo edificio donde había habitado desde sus quince años, esperando siempre un nuevo golpe, su mirada se perdió en la luna oscura sin saber que Tomoyo hacia lo mismo mientras su mente pensaba en el "Pero no quiero elegir el momento equivocado"

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Sakura continuó corriendo tan rápido como podía, ya estaba en su campo visual un bosque que parecía muy antiguo, miro hacia atrás y vio con terror que algunos inferis aun no desistían en la tarea de atraparla. Acelero el paso con mucho pesar pues sus pies ya estaban cansados y su respiración era cada vez más agitada.

Estaba preocupada por Meiling que aun estaba en el cementerio suponía ella, pero en el fondo sabía que Meiling era fuerte y estaba más en peligro ella sin su báculo mágico que Meiling sin ella.

Después de varios tortuosos metros que para ella figuraron largos kilómetros llegó al bosque y se internó en el con miedo a la oscuridad que lo envolvía, pero aun más miedo le causaban las horribles criaturas detrás de ella.

Escuchó los extraños gemidos de las criaturas aun detrás de ella y soltó un grito de desesperación.

"¡Alguien ayúdeme por favor!"

Sakura tuvo el extraño sentimiento de que los árboles hablaban entre ellos pero aun así no dejo de correr, a pesar de que le dolía todo el cuerpo.

Lamentablemente, la oscuridad no permitía a la joven cuidar sus pasos, por lo que su pie se atoró en una raíz de árbol y tropezó.

La flor de cerezo intento ponerse de pie pero su cuerpo ya no respondía, lágrimas de impotencia empezaron a llenar sus ojos al escuchar a las criaturas justo detrás suyo, se dio la vuelta para quedar boca arriba y vio a las terribles criaturas rodeándola. Cerro los ojos con fuerza como tratando de imaginar que cuando los abriera frente a ella estarían todos sus amigos sonriéndole y todo era sólo una pesadilla.

Sakura escuchó un extraño sonido, como el que hace una espada cuando corta el aire y la sangre se le helo en las venas, se atrevió a mirar y vio que muchas de las criaturas yacían en el suelo atravesadas por flechas.

Elevó su mirada y vio la sombra de tres personas, una sostenía un arco, otra una espada y la otra se limitaba a golpear a las criaturas, que resultaron ser más de las que Sakura había contado en un principio.

Una de las sombras se volvió a ella y la tomó en brazos.

"No te preocupes te sacaremos de aquí" le dijo una voz grave pero conocida a la vez, las otras dos personas al ver que Sakura estaba a salvo dieron la media vuelta y el grupo emprendió la huida.

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La puerta del lugar se abrió de golpe y una fuerte ráfaga de viento entró asustando a los cuatro Eriol, Yuri, Skinner y Henry que observaron alarmados la figura desgastada de Meiling.

"Meiling" murmuró Yuri levantándose y acercándose a su hermana "¿Qué sucedió?"

"Encontré a Sakura en el cementerio" dijo con la voz muy elevada, todos se le quedaron viendo estupefactos "Y…la tumba de Azura esta vacía"

Henry sintió que su quijada iba a parar al suelo. ¿Quién se atrevía a profanar en el recinto de paz de su hermana?

"Y tu ¿cómo sabes?" preguntó escéptico Skinner "¿Te metiste ahí?"

"La puerta del nicho estaba caída" respondió acalorada la muchacha "¡Pero eso ahora no tiene relevancia!"

"Seguro no" contestó sarcástico Skinner "Alguien se robo el cadáver de nuestra amiga y no importa mucho mejor hay que tomar té y comer galletitas"

Meiling le lanzó una mirada asesina.

"A lo que me refiero es que unos inferis están persiguiendo a Sakura, y ella se ha internado en Mirkwood"

Todos se levantaron en el acto y se dirigieron hacia el bosque todos con la idea de encontrar a Sakura, todos excepto Eriol.

"Si la tumba de Azura esta vacía, eso confirma mis dudas"

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"¡dios del fuego ven!"

El golpe de Syaoran disperso las sombras dejando a la vista por un segundo la figura de una persona. El joven Li arqueó una ceja al ver que las sombras se volvían a arremolinarse alrededor de la persona y tomaban la forma de un cuervo y empezaba a moverse hacia arriba de un edificio.

Syaoran no espero mucho y comenzó a correr hacia el edificio tan rápido como podía, y cuando llego al edificio comenzó a correr verticalmente retando a la gravedad con el afán de desenvolver este misterio que le estaba tomando tanto tiempo.

Llegó al techo del edificio y ahí estaba la sombra de una mujer de cabello largo hasta la cintura y ojos blancos centellantes.

"Muestra tu verdadera identidad" le retó a la sombra "No debes temerme"

Syaoran comenzó a acercarse a la mujer que comenzó a retroceder.

"No me temas…Azura"

Al escuchar el nombre la sombra levantó los brazos que se convirtieron en alas y de nuevo tomó la forma de un cuervo.

"¡Azura no te quiero hacer daño!" repitió el viendo como la sombra trataba de continuar avanzando en los siguientes edificios y el rápidamente la siguió "¡Sólo quiero que vuelvas con nosotros! ¡Te necesitamos!"

Llegaron al último de los edificios y la sombra se detuvo, Syaoran se detrás de ella. La oscuridad rodeaba todo haciendo difícil la tarea de ver lo que hacia la sombra.

"No te temo Syaoran" el hombre Chino sintió que su respiración se detenía en su pecho y su mano apretó la empuñadura de su espada aun más "Temo traer más dolor a mis amigos"

Las sombras se dispersaron totalmente y la figura de una mujer alta y muy delgada, que parecía brillar de la palidez que su piel despedía se giró hacia el chino que la vio sorprendido, aunque sabía que era ella, nunca pensó que volvería a ver a Azura Jekyll después del funesto día en que ella falleció y Sakura desapareció…

"Han pasado muchos años desde la última vez que nos vimos Syaoran" le dijo ella "Hace trescientos años que desperté y la verdad es que…me hubiera gustado salir antes, pero un sello me mantenía encerrada"

Syaoran escuchó con atención, entonces, eso quería decir que había estado cientos de años encerrada.

"Pero, algo saque de todos esos años de encierro" comentó Azura, pero para los ojos de Syaoran era visible el dolor que guardaba su corazón.

Syaoran no sabía que hacer, tantos años habían pensado que ella estaba muerta y ahora que estaba ahí frente a él no era capaz de acercarse y mostrarle la felicidad que le causaba ver que no todo estaba perdido…

"Tengo algo importante que decirte" interrumpió sus pensamientos con su voz baja y fría por no haber sido usada en tanto tiempo

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Sakura abrió los ojos y se sorprendió al ver que estaba en una hermosa habitación en un lugar muy bonito, lleno de pureza y agua, también se dio cuenta de que estaba descansando en una enorme y confortable.

Mucho a su pesar, salió de la suave cama y trató de buscar su ropa pues estaba vestida en un enorme camisón de seda color crema, también intentó buscar sus zapatos pero nada estaba al alcance.

Después de quince minutos buscando se dio por vencida y se dirigió a la puerta, tal vez encontraría a alguien que la pudiera ayudar.

Abrió la puerta pero no pudo pasar pues ahí frente a ella se encontraba una de las criaturas más hermosas que había visto en toda su existencia.

Rubio alto de tez blanca y con ojos color azul, sus labios estaban curvados en una pequeñísima sonrisa pero aumentaba la belleza de su rostro. Sintió un rubor subir a sus mejillas, que pensaría Syaoran si pudiera leer sus pensamientos donde quiera que estuviese.

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"Me lo puedes repetir una vez más" preguntó Syaoran que había entendido pero quería saber si no se había equivocado.

Azura suspiró y asintió sin muchas ganas.

"Durante mi encierro, alguien me habló" dijo mirando el espacio sin verlo "Y me dijo que tiempos aun más oscuros de los que yo creía se avecinaban"

"…Me dijo que tuviera cuidado, que tenía que romper el sello que me encerraba para poder ayudar a las personas que amaba, porque sino el mundo perecería, que tenía que salir a terminar mi misión, que aun no se cual es, y me dijo que el día que yo apareciera el señor oscuro ya llevaría días de extenuante regeneración que sería de tiempo para que el apareciera, pero también me dijo que guardara las esperanzas, porque los dos guerreros faltantes para la destrucción del mal desaparecerían…"

"¿Los dos guerreros faltantes?" preguntó Syaoran aunque ya se lo había repetido "Se refiere a los diez guerreros que acabaron con Sauron hace muchos años, ya hay ocho…dos regresaron…de seguro eres tu y…"

"Sakura"

"¿Quién?"

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"Que bueno que despiertas pequeña" comentó el hombre "Mi nombre es Legolas, soy un elfo (N/D: Elfo sexy) y espero que te encuentres mejor"

"Muchas gracias por la ayuda" murmuro Sakura el elfo la conducía de nuevo a su cama

"No hay de que" dijo el elfo "En estos tiempos de peligro todos debemos apoyarnos mutuamente"

Sakura asintió y se acostó tal y como el elfo le indicaba.

"Espera un segundo" le dijo el saliendo de la habitación, después de una pequeña cantidad de tiempo regreso con una bandeja de plata llena de comida, pastelillos, jugo de frutas y unos pequeños bocadillos que parecían hechos con nuez y otros con fruta seca "Este va a ser tu desayuno, estas muy pálida y se nota que no haz descansado ni comido en días"

Sakura no sabía que decir, en realidad había perdido la noción del tiempo completamente, así que no hizo nada, sólo se dedico a ingerir los deliciosos alimentos en compañía del elfo.

"Tus amigos subirán a verte en unos momentos" comentó el haciendo que ella parpadeara confundida el elfo rió "Me dijeron que de seguro no sabrías de lo que hablaba y ya veo que no, me explicaron toda tu historia pequeña Sakura"

"¡SAKURA!" la muchacha guió su verde mirada hacia la puerta y se encontró con rostros conocidos pero diferentes "¡Entonces se cierto, no era que Meiling se había golpeado con algo de nuevo!"

"Cállate Yuri" dijo la voz de Meiling imperiosa ella le dedico una sonrisa a Sakura y se acercó a ella "Lo hiciste muy bien Sakura"

"¡Sakura!" Esta vez eran Eriol, Skinner, Tom, Dorian, Henry y Mina los que se amontonaban a su alrededor.

"Pequeña no sabes el susto que nos metiste a Dorian, Mina y a mi cuando supimos que estabas en el bosque en peligro" comentó risueño el estadounidense.

Sakura sonrió al ver a su alegre y rubio amigo que parecía verle a todo el lado positivo, porque mientras todos se limitaban a sonreír, él se reía y lanzaba exclamaciones de felicidad tal era la belleza de los sentimientos que expresaba que Sakura también sintió ganas de reír.

Legolas salió de la habitación y permitió que los 'jovenes' para el platicaran un rato con la pequeña flor de cerezo. Salió del castillo donde era su hogar junto al rey Trandhuil, su padre y se sentó en las escaleras observando todo lo que sus elfitos ojos podían ver en la lejanía.

"Una sombra se acerca" murmuro

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Azura estaba muy preocupada, no lo decía pero vaya que lo estaba. Ella que había estado encerrada tantos años aun recordaba fielmente a sus amigos y Li Syaoran el fiel amante de Sakura no la recordaba

Si no mal recordaba la voz que la otra vez le dijo que era lo que tenía que hacer le advirtió que los dolores más grandes a veces e mitigaban con el olvido, y que muchas personas sucumbían ante la frialdad del mundo y simplemente continuaba viviendo y día tras día iba olvidando.

El parecer eso le había pasado a Syaoran y ella calladamente lo lamentaba.

Soltó un suspiro dentro de la mente de Elizabeth, que se había quedado callada desde que habían salido de su encierro.

Azura se había transformado una vez más en Elizabeth y junto con Syaoran se dirigieron al bosque de Mirkwood, donde sentían que emanaba una fuerte cantidad de magia. En el camino Syaoran le explico todos los acontecimientos de esos cuatrocientos años a la inglesa.

"Entonces" dijo ella con pesar en su voz "Perdimos a mi querida Tomoyo"

"A todos nos dolió muchísimo la perdida" le afirmo Syaoran "Todos la queríamos mucho, Eriol duro muchos años hundido en depresión, si me lo preguntas a mi, apenas se esta recuperando"

"Pobre Eriol" comentó con tristeza la mujer "Me hubiera gustado poder ayudarlo"

"Nada lo hubiera podido ayudar" le respondió Syaoran "Mira ahí esta, el castillo del bosque de Mirkwood."

Elizabeth asintió y comenzaron a descender. Aterrizaron y Azura regresó a su forma original, ambos comenzaron a caminar hacia el castillo, pero sin esperarlo Syaoran se detuvo y Azura chocó con su espalda.

"¿Qué sucede?" pregunto levantándose y colocando su mano derecha sobre su cabeza.

"Alguien nos vigila" murmuró "Y nos van a atacar"

Azura se levantó de un salto y giro su mirada hacia todas las direcciones pero no vio nada.

"Yo no…"

Pero la inglesa fue interrumpida pues una flecha paso volando y se enterró en su brazo.

"Bien ahora si te creo" Azura tomo la flecha y la sacó de su brazo, inmediatamente la herida se curó "Syaoran entra al castillo y alerta a todas las personas yo me haré cargo del resto"

"¿Estas segura?" preguntó el preguntó algo alarmado, no quería que exactamente cuando había regresado de la muerte muriera de nuevo. Sentía que dos presencias poderosas se acercaban con un gran ejército a su lado.

"Claro que voy a estar bien" dijo ella empujándolo al interior del castillo.

Syaoran no renegó más y entró al castillo corriendo, en su camino se encontró con muchas caras conocidas que platicaban muy contentos con una pequeña niña muy bonita. El chino frunció el ceño.

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"¿Cómo pueden estar perdiendo el tiempo?"

Eriol al escuchar la voz palideció, lo había olvidado…Syaoran…hace 100 años que el nombre de Sakura no salía de sus labios y hace tantos años que sus recuerdos no rondaban su memoria ¿Cómo lo había podido olvidar?

Sakura en cambio elevó la mirada y sus ojos se quedaron prendados a la figura del hombre que aunque parecía enojado para ella era la persona que más amaba en el mundo, sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción al verlo vivo, su corazón latía rápido y su boca formaba una sonrisa, tanta era su felicidad que no veía el rostro pálido de las demás personas. Sin pensarlo dos veces se levanto y salió corriendo con los brazos estirados hacia su amado, pero en lugar de recibirla con alegría, la miró como un

Bicho extraño.

Sakura, se quedo confundida por un momento, pero después volvió a sonreír sn soltar a Syaoran.

"¡Syaoran!" le llamó alegre sin ver como los demás le miraban con pena "¿No me recuerdas? ¡Soy Sakura!"

Sakura abrió los ojos de la impresión al sentir como Syaoran la separaba de él, elevó su mirada para ver el rostro serio del hombre.

"Disculpa, pero te equivocaste de persona" le dijo con rudeza "Yo no conozco ninguna Sakura"

Diana: JAJAJAJA cada vez somos más crueles

Azura: …..Y eso es ¿bueno?

Diana: ¡Claro! así al final todo será mejor n.n

Azura: Sabes un día de estos todos los lectores nos van a perseguir con antorchas y palos de escoba para matarnos

Diana: Pues de ahora en adelante viviremos en anonimato

Azura: …Claro….

Diana: En fin por favor dejen review para que sintamos las ganas hermosas de continuar ¿OK? Los queremos

Azura: No se preocupen las cosas se van a poner mejor un día de estos.