Nota: Me tomé unas vacaciones que no fueron vacaciones, pero aquí ando de nuevo. Vengo con la novedad de que el segundo nombre de Marcy es Regina y el segundo de Sasha es Elizabeth xD. Viene en buena hora esta información, sin saber el color de ojos de las chicas, me encontraba en un pequeño aprieto intentando no repetir palabras. Bueno, espero les guste el capítulo de esta semana. ¡Hasta la siguiente!
Respuestas a reviews:
J0nas Nagera: He amado completamente leer cada comentario tuyo, de verdad que sí. Me gusta mucho ver qué es lo que opinan de la historia, así que muchas gracias por tu tiempo! Btw, yo también me sorprendí un poco con lo de Grime si te hablo con la verdad hahaha, es que, pensé el fanfic y cuando acomodé a Grime, en mi mente fue como "Es más que obvio que Grime es papá de Sasha, o un tío buena onda", pero luego me acordé que Sasha sí tenía papá hahaha, per , nada me iba a detener. Espero continúes disfrutando del fanfic, un abrazo.
"Rock you like a hurricanne"
Capítulo 6:
Es hora.
El primer tema que su padre tocó durante la cena fueron sus bajas calificaciones. Sí, reconocía el esfuerzo que Sasha había hecho para salvar su estadía en la preparatoria, pero no le bastaba con que la chica se mantuviera, quería que mejorara. William no era precisamente un genio comunicando su sentir, así que sus intentos de alentar a su hija a que fuera mejor se entendían como una profunda decepción hacia su vástago.
Grime se encargaba de traducir cuando esto sucedía; sus bromas ayudaban a aligerar el ambiente.
—Bueno, entonces, ¿mañana vas a tocar con los chicos? —preguntó el padre de Sasha.
—Sí… ¿vendrás?
—Claro que sí, hija —El hombre de cabello rubio sonrió —. No me lo perdería por nada del mundo.
—Sí —La rubia se sonrojó ligeramente ante la emoción de pensar que su padre la vería en el escenario junto a sus amigos. Si hacía dos años le hubieran dicho que sería así, no lo hubiera creído.
Su celular no paraba de vibrar en su bolsillo, ella sabía quién era. Yunan no era una persona que buscara sermonearte con letras, ella hablaba contigo de frente. Olivia, por su parte, no se metía a menos que le pidieras un consejo, en el momento en que lo hicieras, para ella significaba que le dabas total y absoluto permiso de darte su opinión, y aunque Sasha valoraba mucho la honestidad, la chica de cabello negro y puntas azules se pasaba de honesta, así que solo había una persona que podría estar acosándola de esa manera. Tras terminar la cena, subió rápidamente a su alcoba para mirar qué tanto alboroto traía su amiga.
[Estamos con Anne en el Grial, ¿dónde estás?]
[¿Está todo bien?]
[A Anne le gustó mucho la decoración del lugar, espero que puedas hacerte un tiempo y venir. Iremos a la casa de los Boonchuy]
[Me quedaré a dormir, ¿quieres venir?]
[Sasha]
[-.-"]
[Vale, sí, entiendo que no hayas ido a ver a Anne al aeropuerto ni que estuvieras con nosotros en la tarde. Necesitan tiempo a solas sin todos nosotros alrededor. Mañana va a venir al concierto, así que aprovecha.]
Sí, el mensaje era de Marcy.
¿Tiempo a solas con Anne? Dioses, no. Todo menos eso. Dentro de su pecho, algo le pedía que dejara todo y se recluyera en su casa hasta el siguiente lustro, pero la idea la hacía sentir cobarde, como si estuviera huyendo de su mejor amiga… de una niña de complexión delgada y mirada inocente. ¿Qué podría hacerle? Miró sus brazos y piernas, claramente no partiría una sandía con la mano, pero tampoco es que no se notaran todos esos años sacando sus frustraciones con las pesas y calistenia, lo más que podría recibir de la castaña era una bofetada, y bien merecida.
Se levantó de su cama, inhaló profundo y apretó la mandíbula… Sí, no se atrevería a no asistir, estaría ahí, demostraría que Sasha Elizabeth Waybright no se doblegaba ante nada ni ante nadie. Aceptaría las consecuencias de sus actos con la cara en alto y dejaría que pasara lo que tenía que pasar.
Los ojos tristes de la última vez que vió a Anne cara a cara cruzaron por su mente, lo cual la hizo sentarse de vuelta. Suspiró con pesadez, tomó su celular y respondió el mensaje de su mejor amiga.
[Lo siento, no podía dejar mi casa hoy, pero mañana nos vemos. Gracias por tu apoyo, Marcy, haré las cosas bien.]
Bajó al segundo chat, dudó. Se había llenado de coraje hace un momento, pero no logró encontrar su anterior resolución. El mensaje era corto, alcanzaba a leerse sin abrir la conversación… después de pensarlo mucho, presionó sobre el contacto.
[¿En verdad está bien que vaya?]
Comenzó a escribir un escueto "sí, adelante", pero casi inmediatamente lo borró cuando Anne apareció en línea. Salió de la aplicación y aventó su celular contra la almohada.
Esto iba a ser más difícil de lo que pensó.
Marcy suspiró mientras miraba la respuesta de su amiga. Ese "no podía dejar mi casa hoy" sonaba más a un "no quise dejar mi casa hoy". Anne regresó con las botanas y ella guardó el aparato con disimulo. Se dispusieron a mirar la serie que había recomendado la hiperactiva pelinegra.
—¿De verdad piensas que está bien que asista? —preguntó la chica de cabello alborotado mientras abrazaba sus rodillas.
—¡Claro que sí! ¿Por qué lo preguntas?
—Sólo… no sé. Quizá de verdad Sasha no quiere verme.
—No digas eso, ya oíste a Grime, ella era una de las más emocionadas, sólo que es una tonta y seguro está sobrepensando mucho las cosas.
—Bueno… tienes razón, pero siento una presión muy fuerte en mi pecho cada que pienso en ella, como si tuviera mucho que decirle, pero no viene nada a mi mente —la chica de alborotado cabello castaño presionó su mano derecha contra su pecho, la aflicción se mostró en su rostro.
—Wow… bueno, eh… la verdad no sé qué decirte, pero Sasha ya no es una niña y tú tampoco… quizá ahora puedan hablar de lo que sea que haya pasado cuando te fuiste.
—¿No te lo contó? —Anne elevó la mirada hacia su amiga, quien acariciaba su espalda con cariño.
—Bueno, no… Llegué a preguntarle un par de veces, pero siempre me decía que eran cosas de niños, así que lo dejé por la paz hasta que estuviera lista.
—Cosas de niños… —La mente de la chica de cabello castaño trajo de vuelta el recuerdo de esa noche, esa donde pensó que su amiga la besaría. Con los años el recuerdo se acomodó a la versión que le había dado la rubia, lo cual la hacía sentirse un poco culpable por su reacción, pues pensaba que había hecho las cosas incómodas. El rostro sonrojado de Sasha era rápidamente reemplazado en sus recuerdos por su expresión de sorpresa ante la bofetada que le había dado. Posterior a su mirada inexpresiva que terminó transmitiendo tristeza y decepción. Eran dos acontecimientos que estaban tan ligados dentro de sus memorias que era difícil pensar en aquella época sin uno y otro.
—Tranquila, todo estará bien. —Marcy la abrazó con delicadeza y recargó su mejilla en la cabeza de la chica de cabello castaño —. Ustedes dos se quieren mucho, así que sabrán salir de esto.
Anne abrazó a la pelinegra. Tenía razón, lo arreglarían eventualmente, después de todo, no importaba si era una pequeña esperanza, pero saber que Sasha estaba emocionada porque llegara hacía latir su corazón de la alegría.
Después de que el momento pasó, retomaron la serie que estaban mirando. Durante el cambio de capítulo, Anne miró su smartphone y, ahí, debajo del nombre de la ausente, había dos palomitas azules que confirmaban que la chica había leído el mensaje. Una sonrisa se dibujó en su cara, pues, aunque aún no había respuesta, tampoco la ignoró en esta ocasión. Guardó el celular, sintiendo el peso en su pecho más ligero. Deseaba que ya llegara la tarde del día siguiente.
¡¿Por qué rayos el día había avanzado tan rápido?!
Sasha veía con angustia cómo el reloj tomaba carrera para marcar las seis de la tarde, mientras, a cada minuto, la rubia se sentía como un condenado a muerte esperando a ser ejecutado.
No, estaba decidido, no iría.
No, no, no. De ninguna manera.
'… Ah…'
Se frotó la cara con ambas manos. No podía dejar así a sus compañeras, a los pequeños Plantar; habían trabajado tan duro durante los últimos meses para que todo saliera más que excelente, para demostrar de lo que estaban hechos, incluso ella había elegido la canción con la que se presentarían. Miró su reflejo en la pantalla de la sala, definitivamente no se reconocía temerosa. Violenta, apática, sinvergüenza y pedante sí, pero con miedo… jamás. Sólo quería una señal, una sola… de que debía ir, que ya era hora.
El timbre de su casa sonó con insistencia, y ella saltó como si le hubieran dado el susto de su vida.
—¡Con una vez que lo toques es suficiente, Sprig!
—Olivia nos dijo que, si no abría a los dos minutos, continuáramos tocando hasta que saliera a gritarnos.
—¿Y crees que nuestra integridad lo vale? —Elizabeth rió por lo bajo al escuchar la discusión de los hermanos.
—El que tenga miedo de morir, que no nazca — Sprig estaba por volver a tocar el timbre, pero casi de inmediato, la rubia abrió la puerta, haciendo saltar a los pelirrojos.
—¿Qué quieren, renacuajos?
—Vinimos a escoltarla al Grial, señorita —el chico de ojos verdes hizo una reverencia.
—Sí, lo que él dijo.
—¿Y los mandó Olivia?
—Y Yunan. Dijeron que no te atreverías a decirnos que no, y que no permitirían que te acobardaras como una gallina —expresó la menor de ambos con inocencia, pero aparentada, pues ella sabía el efecto que tendría lo que estaba diciendo.
Los colores subieron a la cara de Sasha. No podía mostrar debilidad ante los hermanos Plantar, y esa era una sucia treta de Olivia. La maldijo tanto como le agradeció… quizá no era una señal 100%, pero sus amigos deseaban ayudarla, eso quería decir que se preocupaban genuinamente por ella, pues nunca les había mencionado nada de Anne y ellos lo habían respetado, sin embargo, todos tienen un límite de cuánto puedes ignorar una problemática que afecta a un amigo. Sonrió, negando con la cabeza… Sí, si ella estuviera en su lugar, haría lo mismo.
—Bien, iré por mi chaqueta, esperen.
Los hermanos Plantar le sonrieron y asintieron.
De camino al Grial intentó hablar de cualquier cosa con los niños, vaya que tenían anécdotas que contar. Polly había comenzado a estudiar robótica después de que su abuelo la atrapara por tercera vez en la semana desarmando la televisión, le dijo que, si quería desmembrar cosas, sería bueno que lo hiciera en la escuela bajo supervisión de un experto. Sprig había logrado hacer una presentación como solista en su escuela sin desmayarse en el intento, ya muchas veces decía que prefería cubrir a Marcy en la batería porque casi siempre se encontraba atrás, ligeramente elevada, pero la atención siempre recaía en Sasha y la chica de cabello rubio rosado, aparte de que estar en un grupo lo hacía sentirse apoyado, pero solo… casi le había dado un ataque al corazón. El dúo apoyó al pequeño con toda violencia, literalmente. Pues mientras Marcy y Olivia lo animaron con palabras de alegría y soporte, Yunan y Sasha lo retaron, casi lo empujaron. Todo había salido bien al final, la escuela no había permitido gente que no fuera del cuerpo estudiantil, pero Polly lo grabó para las chicas. Entregó el celular a la mayor para que mirara su creación, y ella, orgullosa, revolvió el cabello de Sprig, diciéndole que había hecho un gran trabajo.
Las preparaciones no la habían decepcionado en lo más mínimo. El sitio tenía un aire diferente, realmente parecía que un gran suceso estaba por dar lugar; y por supuesto que ella y sus chicas estaban a la altura.
—Buen trabajo —Escuchó a Olivia felicitar a los hermanos Plantar.
—Qué bajo de tu parte, Spencer. Usar niños para tus fines malvados —Sasha se cruzó de brazos y elevó una ceja mientras miraba increpadora a su amiga de cabello negro y puntas azules.
—No los usé, ellos mismos se ofrecieron a ir por ti, yo estaba revisando que todo estuviera en orden para nuestra presentación —La chica se encogió de hombros y revisó su celular —. Yunan no tarda en llegar, pasó por Marcy y Anne.
Tal como si fuera caricatura, Sasha se quedó petrificada al escuchar el nombre de la castaña. Olivia lo notó e, inmediatamente, posó una mano sobre su hombro en señal de apoyo; no quería decirle explícitamente que algo iba a ocurrir y que ella lo sabía, no deseaba que la rubia se sintiera incómoda de ninguna manera, así que se limitó al gesto y a mirar desinteresadamente a otro sitio.
—Iré a prepararme —dijo Sasha, casi susurrando.
—Seguro, yo esperaré a Yunan y las demás. Rómpete una pierna —sonrió, mientras golpeaba con delicadeza el hombro de Elizabeth.
—Ojalá —suspiró la rubia, ganándose un golpe más fuerte en el hombro de parte de la pelinegra.
Tenía la esperanza de que los chicos no metieran a Anne tras bambalinas, y para su paz mental, cuando Marcy apareció delante de ella, no iba a acompañada de nadie que viniera de sorpresa de Tailandia. La curiosidad mató al gato, sin embargo, y no pudo evitar asomarse a la explanada, por una parte, diciéndose que quería convencerse de que era real. Por otra, quería ver si era capaz de distinguir a la recién llegada entre la multitud, pero no fue así. No sabía si eso le alegraba o la decepcionaba, tampoco tuvo el valor de preguntar directamente por ella a sus amigos.
Ahí, frente al espejo, aplastó sus mejillas entre sus manos para despejarse.
Tenía que salir a dar esa presentación.
Tenía que hacer esto.
Anne había vuelto, gran cosa, la rubia ya se había hecho a la idea de que superaría todo lo que tenía que ver con ella, tanto su culpa, su pena, su enamoramiento… Qué mejor manera de terminar con algo que viendo a la persona en cuestión a la cara. Así, derecho, sin miedo, como debía ser.
Se levantó de su asiento y se acercó a sus amigos.
—Bueno, ya estamos aquí, ¿a alguno se le ocurrió un nombre?
—Yo pensé que tú lo decidirías —apuntó Yunan —. Pero admito que se me olvidó pensar en alguno —reconoció la chica de cabello rubio rosáceo.
—Yo pensé que podríamos ponerles "Las leonas y una pantera" —dijo Sprig —. Ya sabes, tú y Yunan son rubias… y Marcy pelinegra, queda bien, hasta podrían vestirse con melenas y…
—NO —Sasha sentenció.
—Yo quisiera algo en inglés o japonés, pero pensando en ello me acordé de un videojuego que hace mucho que no usaba y… bueno… —Marcy hizo un puchero y desvió la mirada.
—Deberían llamarse "Las Diosas indestructibles destroza bandas rompecorazones", sinceramente creo que es un nombre bastante adecuado —Polly infló el pecho con orgullo.
—Me gusta eso de indestructibles, pero quizá es un poco largo —la rubia rosácea llevó una mano a su barbilla.
—"Las Diosas indestructibles" entonces —acomodó la pequeña pelirroja.
—¡Oh! ¡Oh! ¡Yo quiero ser una Diosa indestructible! —celebró Sprig mientras saltaba.
—O podríamos usar el nombre que teníamos cuando tocábamos antes.
Tal como si fuera un arma de destrucción masiva, lo dicho por Marcy dejó en silencio a todos. La mayoría conocía la historia del nombre que compartían en agrupación con Anne, pero usarlo sin la mencionada se podría prestar a algún malentendido, y por todos los Dioses que ya tenían suficientes.
—Lo pensaremos después, ya es hora —habló Sasha, mirando cómo Grime se acercaba a ellas.
—¿Están listas? Cuando termine este grupo será su turno.
—Listas.
Grime le sonrió a Sasha, sólo para después hacer un ademán de lamerse la mano y pasarla por el fleco de la rubia.
—¡Joder! ¡Qué asco!
—Te arreglaba un poquito, ahora estás perfecta. Vayan ahí y déjenlos sin aliento, chicas —El hombre se retiró sonriendo con malicia.
—Como lo odio —vociferó.
—No, no lo haces —dijo Marcy mientras la abrazaba.
—LET'S GOOO! —gritó Yunan, corriendo al escenario.
Pasar de la cortina a la vista de algunas decenas de personas fue un cambio de 360 grados. Todos ahí las miraban con curiosidad, pues eran las más jóvenes de la carta de presentaciones, sin mencionar el ya clásico y llamativo detalle de que no tenían nombre, así que los propios habían sido puestos en la tabla.
—¡Buenas noches, Grial! —Sasha sacó todo su nerviosismo en ese grito, a la vez que improvisaba un enérgico solo de guitarra que rápidamente fue seguido por Marcy en la batería y Yunan con su guitarra eléctrica.
Después de tan enérgica presentación, la rubia elevó la vista al público y ahí, a un par de metros de ella, se encontró con los ojos cafés intensos de Anne. La castaña contuvo la respiración cuando su mirada se encontró con la de su vieja amiga, pero el momento no duró tanto como parecería, pues inmediatamente Sasha entró con las primeras notas de la canción, y entonces, la presentación estalló.
—It's early morning, the sun comes out, last night was shaking and pretty loud… My cat is purring, it scratches my skin, so what is wrong with another sin?
(Es de madrugada, sale el sol, anoche
estaba temblando y bastante… Mi gato ronronea, rasguña
mi piel, entonces, ¿qué está mal con un pecado más?)
Savisa sintió su piel erizarse al escuchar a Sasha cantar, la chica arriba del escenario estaba tan cómoda, tan libre, sintió que nunca había visto así a su amiga y eso la hizo sonreír. Lo único que provocaba que su pecho se contrajera de vez en cuando era que las miradas de la rubia hacia ella eran cada vez más frecuentes, pues desde la primera que había sido furtiva y evasiva, poco a poco los intensos ojos almendra de la chica Waybright se posaban en ella durante más tiempo y con una extraña determinación que Anne no supo descifrar.
—Here I am, rock you like a hurricane. Here I am, rock you like a hurricane.
(Aquí estoy, sacudiéndote como un huracán.)
Podía reconocer esa canción, sus padres eran grandes fans del rock, era claro que conocía a los "Scorpions", tuvo la tentación de cantar la letra junto a Sasha, pero se contuvo porque, justo ahora, la voz de la chica de cabello rubio la tenía hechizada, no deseaba perderse ningún momento de esa presentación. Eran todo un espectáculo, el cabello de Marcy se movía al ritmo de la batería, Yunan dominaba el escenario con su vistoso performance de guitarra y Sasha encantaba a todos con sus miradas rudas, su sonrisa socarrona pero brillante y su preciosa voz. Parecería que sabía que tenía a todo el pequeño auditorio a sus pies y no perdía momento para demostrar su carisma.
—The night is calling; I have to go. The wolf is hungry, he runs the show. He's licking his lips, he's ready to win on the hunt tonight for love at first sting.
(La noche está llamando; me tengo que ir. El lobo está hambriento,
él se encarga del show. Se está lamiendo los labios, listo para
ganar en la cacería de esta noche por amor al primer pique.)
La presentación terminó y los aplausos llenaron el recinto, Anne se unió a la celebración colectiva mientras sonreía con orgullo.
Después de unos minutos Marcy llegó a su mesa con una sonrisa enorme.
—¡¿Nos viste?! ¡Fuimos unas Diosas! ¡Estaba tan nerviosa, cielos!
—¡Estuvieron asombrosas Mar-mar! —La chica de cabello alborotado se levantó para abrazar a su amiga y ambas saltaron de la emoción.
—¡Yo también estuve ahí! ¿No hay abrazo para mí? —exigió Yunan.
—No, no, hoy Anne no recibe más abrazos que los míos, tú tienes a Olivia, dile a ella que te abrace —Marcy infló las mejillas y apuntó a la chica de cabello negro y mechas azules, quien se sonrojó hasta las orejas.
—Qué remedio —La mayor se acercó a la más baja para abrazarla, pero ella le dió un codazo en las costillas —. Captado, lo siento…
Todas se rieron de la situación y se sentaron en la media luna.
Sasha miraba esto en la lejanía mientras se acercaba a paso de tortuga, todos estaban tan emocionados que sintió que era ella quien se había ido por tantos años, aunque bueno, quizá de alguna manera era así.
'Vamos, cobarde, ¡es hora!' se dijo, mientras apretaba la mandíbula. Con cada paso que daba sentía cómo su corazón comenzaba a aumentar sus pulsaciones hasta el punto de sentir que la jalaba desde su pecho hasta la mesa. Había algo más, sin embargo… Miedo, sí, ahí estaba el desgraciado. Sus pensamientos paseaban entre una Anne enojada e indispuesta a perdonarla, hasta otra que simplemente la miraba como si le tuviera pena. Se detuvo y presionó el puente de su nariz, ¿cómo podía reunir valor si su propia mente le pedía que corriera hasta el siguiente cerro?
… Quizá no era necesario que fuera en ese momento, podría ser mañana… ¡Sí! ¡Mañana! Tendría más tiempo de prepararse y mitigar todas esas acusaciones que la Savisa de su cabeza le tiraba sin piedad. Estuvo por darse media vuelta cuando, entre todas sus ideas pesimistas, su propia voz le habló enojada.
'¡¿Cuánto maldito tiempo más, Waybright?! ¿Ésta eres tú? ¿Una cobarde?'
Apretó la mandíbula, inspiró aire y lo contuvo en su pecho mientras daba media vuelta, recordando la curiosa frase que Sprig había dicho por la tarde: El que tenga miedo de morir, que no nazca.
'Avanza ahí, joder, de una vez por todas, dale un fin a esto, ¡demonios!'
—Maldita sea —susurró cuando sus ojos y los de Anne se encontraron, mientras ella detenía su caminata una vez que había llegado lo suficientemente cerca del grupo.
—Sasha… —La castaña puso ambas manos en el sillón con la intención de apretar lo que pudiera del mueble, queriendo reprimir lo que parecía ser un circo en su estómago.
—Hola… Anne… —Una sonrisa torcida se formó en los labios de la rubia. Intentó decir algo, pero su boca sólo se abrió y cerró con torpeza, no alcanzó siquiera a balbucear una frase casual como un "¿cómo estás?" o similar —. Yo… eh…
Sintió que las lágrimas se agolparon en sus ojos. Tenía tanto que expresar… pero tal parecía que su garganta no produciría nada más que balbuceos sin conexión. Las palabras no saldrían de sus labios, pero sí de sus ojos, pues una lágrima resbaló por su mejilla; Sasha entró en pánico al sentir esto, dió un paso hacia atrás con rapidez, pero no contó con que la misma Anne se levantaría con premura de su asiento y casi correría hacia ella para abrazarla con fuerza.
—Hola —respondió Savisa con la voz afectada por el llanto contenido.
La rubia tragó saliva y apretó la mandíbula, cerró los ojos, queriendo ignorar las miradas curiosas, las voces en su cabeza que le decían que no merecía que fuera tan fácil obtener un abrazo de aquella a la que había herido tanto y rodeó con fuerza la cintura de Anne, pegándola a ella.
—Hola —repitió, poniendo una mano sobre la cabeza de esa chica que, en ese momento, estaba poniendo una barrera entre ella y sus demonios —. Te extrañé mucho.
