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"El Amo y su Sierva"

Por: Galdor Ciryatan

CAPÍTULO 3.- Hablándote de mí

La cantidad de información que Ilúvënis sabía era abrumadora, conocía mucho acerca de Las Plagas, de los experimentos realizados en la isla, también cosas sobre las mutaciones del virus-T…

Leon se abocó a indagar sobre Saddler, Mark estaba muy interesado en los experimentos, pero ella prefería contestar las preguntas de Kennedy.

— Lord Saddler era alguien que tenía sus objetivos ordenados, sabía lo que quería y cómo obtenerlo…

"Antes de ser transformado por Las Plagas, era Padre en la iglesia del pueblo, la gente le tenía un gran respeto. Ahí fue cuando lo vi por vez primera, después de celebrar una misa el domingo por la tarde.

"Yo había estado vagando por el bosque de los alrededores. Ese día llovió mucho y me acerqué a la iglesia a buscar refugio. Terminada la misa, Lord Saddler salió a despedir a los campesinos. Me vio bajo un árbol. Me dio alimento y me invitó a quedarme. Permanecí ahí esa noche, a la madrugada siguiente me marché sin que me viera.

"Días después regresé, lo vi, estaba tosiendo sangre. De alguna forma se había infectado y la mutación tardó días, durante los cuales aguardé afuera de la iglesia. A veces me asomaba por alguna ventana y podía ver que de su cuerpo manaba sangre, le salían otras extremidades… Era horrible y por eso nunca entré.

"En una ocasión un campesino fue a buscar a Lord Saddler, al abrir la puerta el hombre vio a Osmund convertido en un monstruo. Los campesinos nunca fueron muy inteligentes pero en menos de media hora había una turba con antorchas fuera de la iglesia. Pensaban que sería grandioso quemar al monstruo que (según ellos) había profanado la iglesia y matado al padre Saddler… Pero yo no los dejé…

— ¿Cómo los detuviste tú sola? — Le interrumpió Leon.

— Sé sacar fuerzas de flaqueza, Mi Señor— tergiversó Ilúvënis—. Aunque al final caí, uno de los campesinos me derribó, estuve a punto de desmayarme… Fue cuando Lord Saddler salió de la iglesia, no aquel monstruo ni tampoco el padre Osmund. Porque a pesar de tener aspecto humano su mirada había cambiado.

"Les dijo algo a los campesinos que seguían ahí, pero ya no lo recuerdo bien. Era algo acerca de que Lord Saddler había adquirido un ángulo diferente de ver las cosas, que le había sido concedido un poder más allá de lo imaginable. Dijo que nada lo podía dañar y también que se ocuparía de hacer justicia.

"Algunos campesinos huyeron y otros se arrodillaron, fue desde entonces que comenzaron a temerle. Pero yo estaba en deuda con él, no le temía, le respetaba. Y adonde él iba yo lo seguía…

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Ilúvënis prosiguió con sus relatos durante unas horas más, pero se hizo de noche, Leon tenía que irse y Mark estaba cansado.

— ¿Volverás mañana, amo?— preguntó la joven de cabellos blancos cuando de nuevo la dejaban en la habitación del espejo.

— Mi nombre es Leon, llámame así… Y si tengo tiempo vendré mañana a primera hora.

"Amo Leon, no suena mal. Ojala pudiera seguirte a donde sea que vallas" pensó Ilúvënis.

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.-.-.-. Un poco más tarde, en el departamento de Leon .-.-.-.

Leon Scott Kennedy llegó a su casa a las 9:08 PM. Era un departamento grande, de 2 pisos a pesar de que vivía solo. Se encontraba en un barrio elegante, a 3 cuadras de un parque.

Al entrar y cruzar por el pasillo percibió el aroma a soledad que inundaba su casa, un olor que a pesar de ser muy sobrio le traía recuerdos que lo ponían nostálgico. Y desde hacía tiempo, aquella soledad se negaba a marcharse.

Leon fijó su mirada en un marco plateado, concretamente en la fotografía que ostentaba. En ella habían 2 personas: un hombre y una mujer. Él era de cabello rubio y vestía de traje, ella llevaba un elegante vestido de noche y su aspecto era el de una persona oriental. Ambos sonreían, el joven la abrazaba a ella por la cintura.

Pero de vuelta a la realidad, Leon esbozó una triste sonrisa al venírsele a la mente tantos recuerdos. Descolgó la fotografía y luego de contemplarla un rato más la dejó boca abajo en una mesita de noche.

Al día siguiente la iba a ver y de nuevo la pondría en su sitio en la pared.

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CONTINUARÁ…

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Galdor C.