La profecía

Capítulo 1

El sol brillaba con fuerza en uno de los días más calurosos de los últimos veinte años en la historia de Londres. La mansión Hellsing estaba herméticamente cerrada y con las persianas bajadas para evitar que el tórrido calor penetrase. Todas menos una. La persiana de la ventana del despacho de Integral Fairbrok Wingates Hellsing.

En su interior, el vampiro Alucard estaba sentado en una esquina del escritorio de su ama, de espaldas a ella, sin abrigo y con las mangas de la camisa dobladas hasta el codo. El sombrero y las gafas reposaban en el suelo a su lado. Ella estaba sentada frente al escritorio inclinada sobre sus papeles. Su chaqueta estaba colgada del respaldo de su silla. El silencio reinaba en la habitación.

Alucard se llevo las manos a la cara para secarse el sudor. Después las bajo hasta su cuello y suspirando se desato el lazo para, acto seguido, desabrocharse cuatro botones de la camisa. Al descubierto quedó su amplio pecho lampiño. Integral le miró de reojo un momento pero rápidamente volvió a centrar su atención en los papeles que cubrían su escritorio.

Alucard estaba ansioso pro conocer el motivo por el que su ama le había llamado a mediodía pero no dijo nada. Seguramente a ella le molestaría que la interrumpieran, así que cerro los ojos y espero. Le encantaba sacarla de sus casillas pero adivinaba que si lo hacia ella no soltaría prenda.

Cuando ella hubo acabado se recostó en la silla quitándose las gafas y se masajeó el puente de la nariz.

¿Por qué me has llamado a esta hora? – preguntó Alucard no pudiendo contener por mas tiempo su naturaleza impaciente.

Mi hermana vendrá esta tarde – declaró integral volviendo a colocarse las gafas.

Una expresión extraña cruzó el rostro del vampiro tan rápidamente que integral dudó haberla visto ya que automáticamente adoptó su característica sonrisa burlona. Integral se dijo que había sido producto del calor y del cansancio.

El caso es – continuó integral – que como aún no vuelvo a gozar del pleno favor de la Reina no puedo dejarte salir así que durante el tiempo que este aquí mi hermana deberá quedarte aquí en mi despacho. Es el único sitio donde ella no entra.

¿Aquí? – protestó él poniendo cara de disgusto – pero si hace mucho calor. ¿ No seria más fácil que le contaras la verdad de una vez por todas? Creo que con dieciocho años ya tiene edad para comprender...

No es por su edad – dijo Integral levantándose de la silla – No quiero mezclarla en todo esto. Es aún muy inocente y todo este mal le corrompería. Además no es realmente una Hellsing. Y ni siquiera es inglesa.

Puede que no lleve tu misma sangre pero según la ley es hija adoptiva de tu padre. Tiene el mismo derecho que tu...

No pienso involucrarla y no se hable mas del asunto. Deberás hablar con Victoria para que pase este tiempo en su antiguo apartamento.

En ese momento se oyeron unos ligeros golpes en la puerta.

Adelante – dijo Integral.

La puerta se abrió y por ella entro Walter que, tras cerrar la puerta a su espalda se acercó al escritorio.

Ya esta todo preparado. El avión de su hermana llegará dentro de una hora. ¿ Querrá acompañarme hasta el aeropuerto a recogerla?

Tengo demasiadas cosas que hacer... – respondió Integral desviando la vista.

Di mas bien que te da vergüenza mirarla a la cara tras mandarla a estudiar fuera y estar cerca de ocho años sin hacerle una visita – dijo Alucard con tono acusador y sonriendo con malicia.

Integral se volvió hacia él con las mejillas encendidas por la ira dispuesta a replicar pero no pudo porque en ese momento se oyó un gran estruendo fuera y un gemido apagado.

Walter se asomó al otro lado de la puerta.

Señora – dijo sin volver a meter la cabeza en la estancia – será mejor que venga a ver esto.

Integral se acercó a la puerta intrigada por la extraña actitud de su mayordomo. Al salir al pasillo pudo comprobar la causa de su comportamiento.

Sentada en el suelo entre un montón de maletas estaba una chica morena de pelo largo y flequillo frotándose la parte posterior de la cabeza. En ese momento levantó la vista y centró sus ojos castaños en Integral y su boca se abrió en una cálida sonrisa.

¡Hermana! – exclamó tratando de levantarse y abrazarla al mismo tiempo con el resultado de que se piso la falda larga de color blanco y amplios vuelos que llevaba y volvió a caer al suelo.

¿Hikary? – preguntó Integral incrédula al ver como aquella niña delgada, espigada y taciturna se había convertido en esa joven rellenita y llena de vida que la miraba tendida sobre una gran maleta de color rojo mientras trataba de liberar uno de los tirantes de su camiseta azul que se había enganchado en la cremallera.

Capítulo 2

No has cambiado nada – comentó Hikary abrazándola una vez que hubo conseguido levantarse.

En ese momento sus ojos se clavaron en un punto situado sobre su hombro y se abrieron mucho por la sorpresa y ... ¿tal vez también un poco de reconocimiento?.

Integral se volvió rápidamente al tiempo que Hikary preguntaba:

¿Quién es?

Pero Alucard ya estaba pasando al lado de Integral y tras quitarse la camisa y dejarla a un lado abrazó a Hikary y depositó un beso sobre su frente.

"Porque esta haciendo esto" pensó Integral con rabia.

Cuánto tiempo sin vernos ¿verdad? – preguntó Alucard dirigiéndose a Hikary.

Pero que estas diciendo... – protestó ella que se había puesto muy roja pero no hacia ningún intento por separarse de su abrazo.

Creo que ya es hora de contarle a tu hermana nuestro pequeño secreto ¿no te parece?.

Hermana – dijo Integral con un todo de voz peligrosamente bajo – creo que debieras contarme lo que esta pasando aquí.

Pues veras – respondió Hikary – Nosotros ya nos conocíamos de antes...

¿Qué quieres decir con "de antes"? – Integral estaba empezando a salirse de sus casillas.

Fue poco tiempo antes de irme hacia España, cuando yo tenia diez años. Una noche no podía dormir y salí a dar un paseo por el jardín y me lo encontré sentado en un banco de piedra bebiendo sangre de un envase plastificado con una pajita – al decir esto su cara se iluminó con una sonrisa al recordarlo – Me contó lo que era y lo que hacías tu. Desde entonces venía cada noche a mi habitación tras cumplir tus ordenes y me contaba historias y jugaba conmigo. Tu nunca lo has hecho, siempre estabas muy ocupada. Pero luego me mandaste interna a in colegio, lejos de ti y de él. No creí que fuese a verle nunca mas porque con la vida que lleva pensé que...

Como has podido... – murmuró Integral con la cabeza gacha y los dientes apretados.

¿Qué...?

¿Sabes lo que me he preocupado por ti? – explotó Integral - ¿Sabes lo que me a costado mantenerte alejada de este horror? Y ahora vienes tú y me cuentas que eras amiga del peor vampiro de todos los tiempos y que te parece un cuento de hadas.

No te lo dije porque sabia que te enfadarías – protestó Hikary.

¡ Pues claro que me enfado!.

Pero...

¡ Nada de peros! ¡ A tu cuarto!.

Hikary se quedó muy quieta, mirándola con lágrimas en los ojos, durante un momento. Después echo a correr hacia su cuarto tropezando con las maletas y evitando la caída en el último momento. Poco después se oyó el golpe de una puerta al cerrarse con fuerza.

No deberías... – empezó Alucard.

¡ No me digas lo que debería o no debería hacer, vampiro!. Ella es mi hermana y no tiene nada que ver contigo. Ahora vete donde yo no pueda verte.

Dicho esto Integral entro en su despacho y cerro la puerta con fuerza.

Si, mi ama – dijo Alucard en el pasillo mientras desaparecía dejando a Walter solo moviendo la cabeza con tristeza.