Fic basado en la serie Gundam Wing:

SHINIGAMI

En medio el cielo II

Capítulo 2

Dedicado a todos los fanáticos de Duo Maxwell.

Por DarkCryonic.

--Otro día de trabajo bien hecho.-No pude dejar de decir cuando llegamos a la que iba a ser nuestra casa por los siguientes tres días. Habíamos vuelto sanos y salvos de una pequeña preinspección de una base de Oz, que estaba a menos de una hora en mobile suits.

Ya eran pasado las 4 de la mañana, así que me tiré en la que había sido designada como mi cama. No me había tocado compartir habitación con alguno de los gruñones, sino que con el rubio. Por lo menos algo bueno había pasado, Quatre era un buen conversador, así que me haría más amena la estadía.

El lugar dejaba bastante que desear, pero por lo menos teníamos un baño decente y con eso me conformaba, aunque de agua caliente, ni pensarlo. Hubiera sido demasiado pedir que los 5 pilotos, que luchaban todos los días ( bueno no todos, pero es como si lo fuera) por la paz de las colonias, tuvieran agua caliente para ducharse, así que teníamos que conformarnos con el agua fría que venía no sé de que congelada vertiente.

No pude evitar suspirar.

--¿Pasa algo Duo?

--Nada, Quatre amigo.-Respondí volteando a verlo. Estaba sentado en su cama, en medio de la penumbra.-¿Y a ti?-Pregunté al ver un dejo de tristeza en su rostro.

--No me gusta este lugar.-Dijo tratando de sonreír.-Creo que es el peor en el que nos ha tocado estar. - Dijo recostándose sobre las mantas.

--Eso es verdad, pero ya nos iremos de aquí...-Dije sentándome en mi cama sin dejar de mirarlo. Como parecía ido, le lancé mi almohada sobre el rostro. Reaccionó sentándose con cara de confusión.-Discúlpame, Q-Amigo, se me resbaló de las manos.-Dije sonriendo angelicalmente.

--Esa no te la crees ni tú, Duo. - Dijo sonriendo. Bueno ya había logrado mi propósito. El rubio sonreía.

--¿Me la puedes devolver?-Pregunté, esperando una reacción audaz del chico.

--No.-Dijo acomodándola junto a la suya y volviéndose a recostar.

--¿Qué? Me dejaras sin la única comodidad de este lugar apestoso?-Le pregunté elevando un poco más la voz. - Eres maloooooo...

Mientras hacia el escándalo, el pobre no sabía si reír o mirarme con confusión, mientras decidía como actuar. Bueno, no era que fuera la primera vez que me viera haciéndole un escándalo, sino es que eran las 4:30 de la mañana, y yo estaba metiendo más ruido del que debiera cuando en el dormitorio de al lado estaban los tres gruñones durmiendo.

--------------------------------

--¿Quién va?-Preguntó Trowa mientras se tapaba la cara con la manta.

--¿Yo no? Es capaz de meterme en el escándalo. - Dijo Wufei dándoles la espalda a los otros dos, acomodándose en su cama.

--Hmmm?-Miró Heero a sus compañeros. Sin decir nada, se puso de pie, dejando la laptop sobre la cama. Había salido sorteado. Sin meter ruido salió de la habitación, y sin golpear a la puerta de sus vecinos entró.

--------------------------------

--Vamos... devuélvemela...-Dije saltándole encima.-No ves que sin ella no puedo dormir.--Quatre reía, mientras trataba de alejarse de mí, corriendo por la habitación. Me gustaba hacerlo olvidar de la realidad, jugando con él. De paso, me olvidaba yo también. Todo iba bien, hasta que la puerta de la habitación se abrió y dejó frente a nosotros a un Heero Yuy con la mirada más fría que haya visto, bueno, exagero, he visto peores... pero todas en Heero. (o.o)0

--Heero... -Murmuré soltando a Quatre, quien al percatarse de la visita, soltó mi almohadón con cara de espanto.

--¿Es necesario que diga algo?-Preguntó cruzándose de brazos y sin dejar de observarnos.

--Sí, ya que nunca dices nada y estoy cansado de adivinar...-Dije antes de sentir el codazo del rubio haciéndome callar.-Aush!! Q-Amigo... además tú tienes la culpa.-Dije mirando al chico a mi lado.-- No me querías devolver mi almohada... - Dije guiñándole un ojo, mientras él me miraba con cara de "qué diablos dices, si el que empezó fuiste tú"...

--Veo que no fue buena idea dejarlos a los dos juntos.-Dijo Heero.

--No, Heero. Prometo que me porto bien. No nos cambies. Wufei es capaz de matarme con la katana por sólo respirar, Trowa está loco...

--Trowa no está loco...-Dijo Quatre.

--Es que a ti te aguanta, pero a mí...

--Ya callate, baka.-Dijo Heero.-No los cambiaré, pero si los escucho nuevamente, te haré dormir con los Gundams allá afuera.-Dijo dándose la vuelta y cerrando la puerta.

--Eso estuvo cerca...-Murmuró Quatre, aliviado.

--Sí, pero no te salvarás de mi venganza.-Dije mirándolo mientras mi sonrisa maléfica se posaba en mis labios.

--0.0-Fue la cara que puso el rubio, antes de saltarle encima nuevamente a hacerle cosquillas...

----------------------------

15 minutos después...

Diablos... Aquí hace frío. Y ni siquiera puedo encender los dispositivos de aclimatación de mi Gundam, por asuntos de seguridad... quien nos va ha encontrar en este fin de mundo lleno de árboles y cerros con más árboles aún.

Heero si que es un malvado. Como se le ocurre echarme de la casa, junto con mi almohadón y una manta. Si me resfrío, será su culpa. Miro mi reloj. 5 AM.

Bueno, Deathscythes, amigo mío, aquí estamos nuevamente tú y yo solos, como al principio. Quien pensaría que nos iríamos a conseguir tan extraños compañeros. Con decirte que parecen estar más locos que nosotros dos, y eso es ya de temerse.

Hace frío no crees. Me acurruco más en la silla, y acomodo la manta sobre mí. Pero no es tanto como los de mi niñez. Así que esto no es nada. Murmuro mientras mis ojos se cierran y caigo en el cansancio del largo día.

-----------------------------

8 AM

--Y Duo, ¿aún no aparece?-Pregunta Quatre mientras se sienta alrededor de la mesa en que han organizado las cosas para desayunar.

--Debe seguir dormido.-Murmuró Wufei, antes de beber su té.

--Afuera hace frío.-Dijo Quatre, poniéndose de pie y caminando hacia la puerta.

--Este clima no es nada para el shinigami.-Soltó Trowa, sin mirar al rubio.

--De todas formas, voy por él.-Sentenció el chico tomando su casaca y saliendo. Desde que habían llegado había algo que lo incomodaba de ese lugar, era como un mal presentimiento.

----------------------------------------

-------------------------

"--Vamos, Duo, no te duermas...

--Déjame dormir Solo, estoy cansado...

--Vamos, despierta... Que está empezando a nevar y es mejor que vayamos con el padre Maxwell..."

-----------------------------

---------------------------

--Duo!!! Estás despierto!!

Lentamente abro los ojos. Me sorprendo un poco al notar donde estoy. Pero la imagen de Heero echándome de la casa, viene a mí, rápidamente refrescándome la memoria.

--Duo!! - Escucho que me llaman. Abro el compartimiento y me asomo aún con los ojos a medio abrir.

--Quatre amigo, que no ves que estoy durmiendo.-Digo haciéndole una seña para que me deje en paz.

--El desayuno está listo.-Dice.

--Y porque no me lo dijiste antes!!! Eres un mal amigo!! - Grito lanzándole la manta y el almohadón, mientras bajo de la cabina.

--Si que estás loco.-Escucho que murmura mientras se quita la manta de encima.

--Pero si no fuera así, estarías aburrido.-Digo haciéndole un guiño, mientras tomo mis cosas de entre sus manos y nos ponemos a caminar hacia la casa.

--¿No pasante frío, Duo? - Me preguntó con algo de angustia en la voz.

--Para nada.-Contesté sonriendo, aunque en sí le estaba mintiendo. Pero tampoco quería que se sintiera mal y para más remate, se preocupara de mí.

--Hoy nos toca ir a dar un vistazo a las casetas de vigilancia que vimos en el reconocimiento.-Dijo Quatre, antes de entrar a casa.

--Lo sé, Quatre amigo.

--No me gusta el hecho de que lo hagamos de día.

--Es la única manera de ver bien lo que nos espera. Es un trabajo complicado, así que el riesgo lo vale.-Dije entrando en la casa seguido del rubio.

El trío dinámico parecía ocupado en un mapa. Quatre y yo nos sentamos a la mesa, y comimos en silencio. Había algo de la misión que me incomodaba.

La base parecía estar, en mayor parte, bajo tierra. Así que, según los planes, uno de nosotros debía entrar, mientras los otros se encargaban de distraer a los guardias y distraer la mira de las defensas. Las casetas que teníamos que ver hoy, eran 4, ubicadas equidistantemente alrededor de la entrada de la base. No se encontraban a simple vista, estaban bien camufladas por los árboles que rodeaban toda la zona. Teníamos que ver la forma de que uno de nosotros las pasara sin ser notado, ya que el lugar parecía estar rodeado de minas y detectores de movimiento... y en caso de que fuéramos descubiertos, destruirlas antes de que mandaran el alerta a la base y sus mobile suits, que por el tamaño del lugar, debían ser muchos.

Aún no habíamos decidido quien de los 5 entraría. Pero como ya todos sabían, era un trabajo destinado a mí. El ladrón del grupo y el único que era tan idiota y suicida como para entrar con una sonrisa en los labios. No pude evitar sonreír mientras miraba mi café.

--Diez minutos, y salimos.-Dijo Wufei. Los demás asintieron.-¿Me escuchaste Maxwell?

--Shinigami siempre escucha.-Dije poniéndome de pie y yendo a la habitación a cambiarme de ropa.

-------------------

--Parece distraído.-Murmuró el chino.

--Él está bien.-Dijo Heero, quien conocía al trenzado desde más tiempo y sabía cuales eran los pensamientos del Shinigami, desde que había sabido de lo complicado de la misión.

--------------------

Dejamos los mobile suits no muy cerca, así que gran parte del recorrido fue a pie. No fue nada de entretenida la caminata entre los árboles. Caminábamos en fila india. Heero era el primero, seguido del chino, luego Quatre, Trowa y yo cerrando la fila. Siempre me tocaba la retaguardia. Acaso que no se acordaban que yo era el 02, y por lo tanto tenía que estar adelante... bueno, más bien detrás del soldado perfecto, pero por lo menos sería más entretenido, que ver a las ardillas huir al vernos.

Después de unos 20 minutos Heero paró la marcha, y para variar, estaba distraído y choqué con el cirquero. Por un momento pensé en los tres chiflados, pero más bien éramos 5 .y creo que estábamos más que chiflados.

Después de recibir una de sus miradas congelantes de parte del payaso sin sonrisa, nos reunimos detrás de unos árboles. Heero llevaba uno de sus extraños artefactos, que nos decía si había alguna cosa electrónica en los alrededores.

Pasé mi vista por los árboles con tranquilidad. Si le hiciera caso a mis instintos, estaría sobre algún árbol; pero como no tengo derecho a esos arrebatos, me quedé quieto y tranquilo; mi reloj marcaba las 9 AM, y la pálida luz del sol empezaba a tomar fuerzas.

--Duo.-Dijo Heero, haciéndome una seña para que me acercara. Me señaló unos árboles, a unos 5 metros delante de nosotros, y luego me mostró la pantalla de su radar.

--Interesante.-Dije. - Debe haber cientos de esos en este bosque.-Murmuré.

Wufei se acercó con el mapa y siguiendo las indicaciones de Heero, marcó varios puntos. Tomé los larga vistas que tenía Quatre y me dediqué a ver a nuestro alrededor. Como lo había imaginado. Hilos finos que atravesaban los árboles como si fueran parte de una telaraña, más allá de la caseta de vigilancia, que apenas podía ser percibida desde donde estábamos... Esperaba no darme de frente con la dueña de aquel lugar. Sería todo un reto cruzar siquiera la primera fase de defensa, después de pasar a los guardias.

Creo que ya estaban cansados de que les destruyéramos sus lindas bases, porque se notaba que habían puesto mucho empeño en proteger ésta. Qué sería lo que tanto protegían dentro. Debía haber más que mobile suits que hacer detonar, sí... mi instinto de ladrón me lo decía. Allí dentro había resguardado algo muy importante y yo lo descubriría.

No pude evitar sonreír, era mi lado Shinigami reaccionando de emoción. Esto sería muy divertido.

---------------------------------

Heero miró de reojo al Shinigami, y pudo notar la expresión de éste. Sonreía, pero de una manera distinta, de esa forma que demostraba que estaba demasiado entusiasmado con enfrentarse a un verdadero desafío.

----------------------------------

--Allí esconden algo, y no creo que sólo sean mobile suits.-Murmuré para mí, mientras mi mente planeaba una manera de pasar la primera barrera de censores, sin quitar mis ojos de los larga vistas.

--¿Por qué crees eso?-Me preguntó Heero atrayendo la atención de los demás.

--Ah!! - Dije dándome cuenta de que había hablado demás.

--¿Por qué dices que allí hay algo más?-Preguntó nuevamente clavando sus ojos fríos en los míos.

--Instintos de ladrón.-Dije sonriendo irónicamente y devolviéndole los larga vistas al rubio, que me miraba con preocupación.-Espérenme aquí.-Dije antes de que pudieran detenerme, echándome a correr hacia adelante.

--¡¡Maxwell!! - Escuché gritar a Wufei.

--¡¡Baka!!-Ese debió ser Heero. Pero si estaba en lo correcto, esos censores serían fácil de pasar. Sólo quería alivianar el trabajo y de paso ver con mis propios ojos lo que me esperaba, porque de algo estaba seguro, esa misión era para mí. Ya lo tenía decidido.

----------------------------

--Diablos Maxwell!! ¿Qué tendrá en la cabeza? Ni siquiera hemos revisado las demás casetas de seguridad.-Dijo el chino, fastidiado.

--De hecho corrijo, ni siquiera hemos revisado ésta.-Dijo Barton cruzándose de brazos y afirmándose en un árbol con despreocupación, cerrando los ojos.

--¿Qué hacemos?-Preguntó el rubio. Heero tomó sus binoculares y empezó a seguir los movimientos del Shinigami.

--Lo único que podemos hacer es ver como piensa cruzar los censores.-Dijo. Los demás lo imitaron, y se pusieron a verlo. Para ellos las habilidades del trenzado eran siempre sorprendentes, pero tomar riesgos innecesarios siempre iba de mano de el Shinigami, poniéndolos nerviosos.

---------------------------

--Buuu... Pensé que sería más difícil. Creo que compraron estas maquinitas en una barata. No tienen tanto alcance como creía. ¡¡Oh!! ¡Que interesante! Ya puedo ver el puesto de vigilancia, con mejor vista. ¿dónde es que dejé la cámara de Heero?... aquí.-Dije sacándola de mi bolsillo de la chaqueta.-Tomaré unas lindas fotografías para el soldado perfecto, así no me matara cuando vuelva, o por lo menos tendré tiempo de huir. Veamos... sí, una de la caseta, otra de la parabólica, si... ah!! No olvidemos a los guardias... mmm... interesante, esa debe ser la caja de fusibles... creo que es suficiente. Ah... falta la mía... bien ahora sí... Con estas tendremos.-Dije guardando cámara digital en mi chaqueta.-- Así nos ahorramos de ver las demás. Todas deben ser lo mismo... aunque quizás debería echar un vistazo más adelante...

--Ni se te ocurra, baka.-Dijo una voz a mis espaldas. Me giré sorprendido. o.0

--Heero... amigo, ¿cómo has estado?-Pregunté mientras lo tomaba del brazo y lo hacia agacharse. - ¿Estás loco o qué? Quieres que nos descubran, nunca creí que fueras tan descuidado...

--Cállate Baka.-Dijo con brusquedad.

--Bueno, si lo pides tan amablemente... no me queda otra...-Dije sonriendo y pasándole la cámara.-Esto es tuyo, verdad?-Me miró con cara de sorpresa y después se puso a revisar las imágenes. Hizo un gesto raro cuando llegó a la última en que salía yo, saludando con la señal de la victoria.

--Vámonos.-Dijo echándose a caminar con naturalidad. Se notaba que le faltaba la practica del soldado de jungla, que recta por el barro... ok...sí, estoy exagerando, ni yo había hecho aquello para llegar, pero sería divertido siquiera verlo.

Pasamos sin ser detectados, guiándonos por las huellas que había dejado. Cuando llegamos con los demás, noté las ganas que tenía Wufei de matarme, pero Quatre lo detuvo sonriéndole amablemente.

--Bien. Ya tenemos como organizar el plan. - Dijo Heero echándose a caminar hacia nuestros Gundams...

--¿No seguiremos revisando el lugar?-Preguntó Quatre.

--No... eso era sólo si no podíamos conseguir más datos, pero con los que tenemos basta.-Dijo.

Tomamos el mismo orden en la fila. Pero esta vez, cada 5 minutos el chino decía mi apellido y me tocaba decirle algo, para saber que yo seguía con ellos. Parecía del ejército pasando lista. Que fastidio. Acaso nunca había hecho algo así, que no estuviera planeado hasta el último momento. Llegaba a creer que nunca nos llevaríamos bien.

------------------------------

11AM...

--Ok. Ahora sólo nos toca elegir quien de nosotros va a entrar.-Dijo Trowa, mirando a Heero, quien observaba el mapa y los puntos marcados en él, mientras Quatre miraba las fotografías. Pude notar que sonrío con la última. "Así que no la borraste." Pensé mientras miraba a Heero que parecía más callado de lo común. Ok..eso es difícil de imaginar, ya que siempre está callado. Pero está vez impresionaba. Si siquiera había dicho "Cállate, baka" o algo por el estilo; y eso rompía con el esquema totalmente. ¿qué diablos estaría pasándole?

--Eso ni siquiera hay que pensarlo.-Dije cerrando los ojos.-Shinigami va a ir.-Dije mirándolos con mi típica sonrisa.-Además es un trabajo hecho a mi medida.-Agregué.

--Estoy de acuerdo.-Dijo Heero, sin mirarme.

--Yo igual.-Dijo Trowa con su acostumbrada cara sin emoción.

--Bien. Somos mayoría.-Dije poniéndome de pie y caminando hacia el que era mi cuarto, sin dejar que hablaran mi rubio amigo y el chino quisquilloso, ya que sabía cuales eran sus preocupaciones. Uno temía por mi seguridad y el otro, porque lo echara todo a perder.

Trataría de dormir un poco antes de concentrarme del todo en la misión.

---------------------------------

--Es un suicidio.-Murmuró Wufei sentándose en la silla que había dejado el trenzado minutos antes.

--Es el único de nosotros que tiene las habilidades suficientes para hacerlo sin ser percibido hasta muy tarde.-Dijo Trowa.

--Si tuviera que ver con sistemas, le hubiera tocado a Heero.-Murmuró Quatre.-O con armamentos a Trowa...

--Todos tenemos características. El merodeador y escurridizo, es Duo.-Dijo Heero.

--Es sólo poner una bomba y salir antes de que todo estalle.-Dijo Wufei mirando el techo.-Es un suicidio.-Murmuró cerrando los ojos tratando de pensar en otra cosa.

------------------------------------

----------------------------------------

"--Vamos Duo... deja de jugar.

--Pero Solo, es tarde... y no puedo ver bien.

--No solamente debes ver, sino sentir. Dime ¿qué dicen tus instintos?-Dijo apuntando a la calle vacía y oscura.

--Qué ni muerto debo pasar por allí.-Dije riendo.

--Bien...eso esta bien... Pero si yo te dijera, que esa calle es más segura que cualquiera de las que están iluminadas, cruzarían caminando por ella...

--Sí tú lo dices, sí, amigo.-Dije, mirando a mi amigo que sonreía.-Sí tú lo dices sí..."

------------------------

---------------------------------------------

----------------------

-- Sí tú lo dices sí, amigo...-Repetí antes de abrir los ojos, y encontrarme con el techo en mal estado de nuestra vivienda en medio de la nada.

--¿Duo?-Preguntó Quatre. Volteé mi rostro hacia él y sonreí, parecía llevar mucho tiempo allí, en medio de la habitación en penumbra, ya que había tapado la ventana con una de las mantas, para poder dormir.

--¿Qué hora es?-Pregunté mientras estiraba mis brazos; y sonreía al notar que desde que estábamos en aquel lugar no había tenido pesadillas, pero que había soñado incesantemente con Solo y mi infancia. ¿Qué significaría ello?

--Las 1.800-Dijo con algo de seriedad, mientras miraba sus pies.

--Q-Amigo, ya suenas como el soldado perfecto. - Dije sentándome en la cama, mirándolo. Parecía triste.

--Yo...-Trató de decir algo, pero se calló.

--No me digas que ya te entró el pánico... - Dije riendo.-No creas que tengo pensado dejarte sólo con los tres gruñones.

--Duo...-Dijo mientras sonreía, sin dejar de parecer triste. ¿Acaso su sensibilidad le estaba jugando en contra?

--Vamos a ver que podemos comer. Ya tengo hambre y sabes, que shinigami no piensa con el estómago vacío.-Dije poniéndome de pie y bostezando. Quatre me siguió en silencio. Cuando entré en la sala que servía de comedor, me encontré con los demás platicando sobre la misión. -- ¿qué? Nadie piensa en comer?-Pregunté.

--Esperábamos que despertaras.-Murmuró Quatre a mis espaldas.

--Bien... ya desperté y me muero de hambre.-Dije entrando a la cocina y viendo entre nuestras provisiones. Quatre estaba parado junto a mí. - Bueno, no hay de mucho elegir... frijoles con salsa picante, frijoles solos, frijoles con carne, frijoles... ¡diablos!... que no hay más que frijoles aquí!!

--No grites...-Dijo el rubio riendo.

--Lo que nos matara será la comida y no los de Oz...-Dije.-Bueno, el elegido es... - Dije pasando la mano sobre las latas...-Este... oh..por Shinigami... esto se llama suerte... frijoles negros... (o.o)0

Quatre no pudo aguantar más, y soltó una gran carcajada.

--Ya cálmate, Quatre... - Dije tapándole la boca con una de mis manos.-Que nos van a hacer callar.-Dije mientras le hacia cosquillas y reía más fuerte.

------------------------

--Esos dos no cambiaran.-Dijo Trowa, mientras miraba la cocina.

--Eso espero.-Murmuró Heero sin que los demás escucharan.

Wufei se puso de pie y fue a ver que tanto pasaba en la cocina.

------------------------

--Para, Duo... - Decía el rubio tratando de apartarse.

--Tu te lo buscaste, ahora no vengas con que no te advertí...-Dije soltándolo. Ya que estaba rojo de tanto reírse y no quería que se agotara, más ahora, cuando teníamos una misión frente a nosotros... aunque más bien el que estaba frente a nosotros era un chino de mirada fría y asesina.-Hola Fei, amigo.-Dije tratando de parecer calmado, mientras jugueteaba con mi trenza.

--No que ibas a comer.-Dijo sin dejar de observarnos como si tratara de descubrir cuán locos estábamos, pero para sorpresa mía y de el rubio, parecía no querer regañarnos.

--Pues sí, pero no sabíamos que elegir entre tanta variedad.-Dije con un dejo irónico. Quatre rió nuevamente, pero se controló rápido. Wufei caminó hacia una de las alacenas y sacó otras conservas dejándolas entre nuestras manos.

--Hay tienen... - Dijo saliendo de la cocina, sin decir nada más.

--Mmmm...veamos... sabía que tenía que haber algo menos explosivo que comer.-Dije. Quatre rió de nuevo.-Ya cálmate, Q-Amigo. Creo que ya te pegué las malas costumbres.-dije, mientras encendía la pequeña cocinilla para calentar la comida para todos.

------------------------------

La comida estuvo tranquila. Los únicos que hablábamos éramos los de siempre, ya adivinaran... (u.u)0... no hay mucho misterio en ello.

A las 10 partiría yo y mi Gundam hasta el primer punto, y desde allí tendría que hacer el trayecto a pie, por donde habíamos caminado en la mañana. Llevaría unos intercomunicadores de corto alcance, que sólo funcionarían en caso de que algo saliera mal. Lo demás estaría organizado guiándose cronológicamente. Llevaría un mochila con bastantes explosivos como para volar New York, junto con una brújula, unos lente infrarrojos, mi automática, con algunos cambios de tiros. Supuestamente tenía que pasar desapercibido, así que ponerme a disparar no estaba entre las prioridades, así que puse una daga en una de mis botas y un cuchillo en mi espalda, en caso de que tuviera que defenderme.

Cuando estuve listo, y vestido pulcramente de negro, no pude evitar sacarme la cruz de mi cuello y ponérsela a Quatre. Éste se quedó pálido. Y sin dejar que dijera algo él o alguien más, salí de la casa en silencio. Subí a Deathscythes y me puse en camino.

--------------------------

--Le daremos 20 minutos de ventaja.-Dijo Heero, mientras tomaba su chaqueta y su laptop, saliendo de la casa hacia los Gundams.

Los demás se vieron fugazmente y asintieron. Quatre no podía dejar de pasar la mano por la cruz que le había dejado Duo. Sabía que el shinigami era ateo y que él, como árabe, no creía en el dios cristiano; entonces, ¿cuál era el significado real de aquel símbolo para alguien como Maxwell? ¿Y por qué se lo había dejado?

Baton miró con preocupación al rubio, pero no dijo nada. Sabía mejor que nadie que la misión era peligrosa y las posibilidades de sobrevivencia del trenzado era mínimas. Pero prefería pensar, que las cosas saldrían como las habían planeado.

---------------------------

"Bien, amigo mío, ya estamos en esto y no hay vuelta atrás. Miro los radares de Deathscythes, y noto que en menos de 5 minutos estaré en el punto 1 de la misión desde dónde tendré que avanzar a pie.

Aún no sé por qué le entregué mi cruz a Quatre, pero no me siento preocupado por ello. Quien mejor que yo sabe, que es muy posible que no vuelva de cruzar este callejón oscuro. Pero eso no quiere decir que no esté preparado para pasarlo. Sólo seguiré los consejos de mi amigo, no debo temer... la oscuridad no siempre es mala... menos para quien dice ser la encarnación del Dios de la Muerte. Sí, ver morir al resto ya se ha vuelto una costumbre bastante insignificante; así que verme morir a mí mismo, deberá ser menos doloroso de lo pensado. Además, si lo pienso bien, no hay nada que perder. No tengo familia, no tengo a mis amigos de la infancia y las únicas personas que se preocuparon por mí, están bajo tierra.

Deja de pensar tonterías, Duo Maxwell, ya que no morirás. Un reto así no podrá contra el gran Shinigami. Y además está Quatre y los tres gruñones, que son lo más parecido a una familia; y Hilde...si, le prometiste que cuando las cosas se calmaran, tendrían una vida normal... y las promesas son para cumplirlas."

------------------------------

--Seguro que las cosas saldrán como planeamos.-preguntó Quatre prendiendo el intercomunicador, viendo los rostros de sus compañeros en las pantallas.

--Sabes muy bien, Winner, que las cosas se planearon bien, pero que no podemos manejar todas las variables.-Dijo Chang, sin mirarlo a los ojos.

--Cumplamos con nuestra parte, el resto depende de Duo.-Dijo Heero, cortando la comunicación.

--Ok. Separémonos.-Dijo Barton, alejándose del resto, quienes también tomaron rumbos distintos, quedando cerca de las casetas de seguridad, pero fuera de los radares. Sólo 15 minutos más y empezarían los "fuegos artificiales", como solía llamar Duo a las distracciones.

Quatre no quitaba la vista de los radares de Sandrock, dividiendo su atención entre lo que sucedía a su alrededor y lo que estaría haciendo Duo.

Wuffei trataba de quitarse la imagen del trenzado entregándole la cruz a Quatre. Nunca había hecho algo así antes... y eso lo ponía nerviosos. ¿Sería que no tenía pensado volver?

Barton y Yuy sólo esperaban mostrando su normal frialdad.

-------------------------------

11:30 PM

Duo pasó fácilmente los censores, como lo había hecho con anterioridad. La sonrisa típica, estaba sobre su rostro. Sus movimientos eran certeros y sigilosos. Todo un experto. Cuando se encontró frente a la caseta de seguridad que tenía que pasar, miró hacia atrás. Detrás de él, a más de un kilómetro tenía que estar Heero Yuy, esperando que se cumpliera el tiempo para empezar con los juegos.

Miró su reloj y sin decir más, se echó a caminar agachado por entre los árboles, usando sus anteojos de infrarrojos, pasó la primera parte, llegando hasta la muralla principal de la pequeña instalación, quedando hincado bajo la ventana de vigilancia. Los guardias parecían bastante distraídos, ya que ni notaron que se había pasado corriendo desde el bosque frente a ellos hasta allí.

--Creo que la suerte está de nuestra parte.-Murmuró, mientras rodeaba la muralla y llegaba hasta un costado de la caseta, donde se encontraba la puerta de entrada y la caja de fusibles. Demasiado a la vista, para su gusto. Sus instintos le decían que mejor no la abría, podía tener algún dispositivo. Así que la dejó como estaba. Siguió rodeando, hasta estar frente al pequeño sendero que lo llevaría hasta la base misma. Corrió y se escabulló rápidamente por los arbustos, quedándose quieto, contemplando lo que lo rodeaba.

-----------------------------------------

----------------------------------

Continuará...

Saludos cordiales, DarkCryonic.

Chile 2006.