Fic basado en la serie Gundam Wing:

SHINIGAMI

En medio el cielo II

Capítulo 7

Traición...

No, Shinigami no era traicionero o sí? Pero sólo se traiciona a un amigo; pero ellos no lo eran... por lo menos no amigos de verdad.

¿Quatre? ... sí, sería amistad lo que lo unía a mí? O es puro interés? Quizás porque soy el más a fin en el grupo y no tiene a quien más apegarse? Será eso, o estoy buscando una excusa para emprender un rumbo diferente. Es eso, o ya estoy volviéndome un Judas.

Tomo mi cruz y la observo bien de cerca. Sería ese mi destino. Ser Judas.

Un ruido en el hangar me distrajo de mis pensamientos. Trowa estaba entrando junto a un grupo de mecánicos. No pareció percatarse de mi presencia, por lo que no hice ningún movimiento que le hiciera darse cuenta de que estaba. Allí había pasado las últimas 6 horas desde que había recibido la llamada de la chica Inferno; y aún tenía que definir mis pasos.

--¿Y por qué no?—Murmuran mis labios.

Nada me retiene en ninguna parte. Era un huérfano, no tenía casa ni nada que pudiera llamar hogar. Entonces por qué preocuparme por los que hasta ese momento había querido volver mi familia, si ellos parecían indiferentes a mí... bueno, para ser justo no todos, pero aunque Quatre fuera el más cercano, eso no me aseguraba que fuera mi amigo o algo así.

--¿¿Duo??—Llamaron desde abajo. Me asomé un poco y noté que Trowa me miraba con fijeza. A su lado el grupo de mecánicos parecía esperar sus órdenes. Al ver que no decía nada y me le quedaba mirando como si nada habló.—¿Necesitas ayuda con la revisión de tu Gundam?—preguntó. Miré distraídamente hacia un lado y negué con la cabeza. Siempre había tratado de encargarme solo de las reparaciones de Deathscythes, y por lo que había revisado, estaba en perfectas condiciones.

No se distrajo más y se alejó rumbo a Gundam de Quatre; mientras yo volvía al interior de la cabina a seguir pensando. Hasta que el monitor frente a mí se encendió dejando ver a quien menos creía frente a mis ojos. No pude evitar sonreír, mientras aquellos ojos parecían responder a mi gesto.

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En la nave que los lleva al espacio para cumplir la misión...

Los cinco pilotos estaban sentados en sus respectivos asientos. Duo parecía algo distraído, y no dejaba de jugar con la punta de su trenza, mientras Quatre paseaba su mirada por los rostros de sus compañeros buscando respuestas a su intranquilidad. Podía estar seguro que había estaba sucediendo algo a su alrededor, pero su sensibilidad no le estaba jugando a bien.

Heero y Wufei estaban sentados controlando la nave; a un lado Trowa monitoreando los radares junto a Quatre, mientras en el lado contrario estaba Duo con la vista perdida en el teclado frente a él y sin moverse siquiera un milímetro, después de cansarse de jugar con su trenza.

De pronto la pantalla principal dejó ver la cara de uno de los científicos encargados de la base en que habían estado escondidos en la tierra. Su rostro estaba alarmado.

--¿Qué sucede?—Preguntó Wufei.

--"Se han robado al Gundam... Inferno ya no está en las instalaciones"

Heero miró la pantalla con seriedad.

--Entendido.—Dijo cortando la comunicación.

--Pero...—Trató de decir Wufei.

--No podemos encargarnos de eso. Nuestra misión es otra. Que los soldados de la base se encarguen de averiguar que pasó.

--Pero Heero, es algo importante...—Dijo Quatre mirando al chico.

--No podemos desviar nuestra atención de nuestras prioridades.—Dijo Trowa a su lado con su típico tono de estar de acuerdo con Heero.

Duo miró rápidamente a sus compañeros, y se puso de pie.

--¿Adónde vas?—Preguntó Wufei.

--Vuelvo enseguida.—Dijo sin verlo.

--En menos de una hora llegaremos al objetivo 1.—Dijo Wufei.

--Ya vuelvo.—Dijo Duo saliendo del compartimiento sin decir más. Heero no volteó a verlo y siguió viendo los controles. Por su parte Quatre se apretó el pecho por un leve momento. Una corriente de aire frío cruzó su espalda.

"Algo mal está sucediendo"—Pensó mientras trataba de parecer normal, aunque su corazón saltara en su pecho sin control.

Tuvo la intención de seguir al Shinigami pero un fuerte movimiento de la nave lo hizo tambalear y volver a sentarse en su puesto. Trowa le miró preocupado.

Luces rojas en los controles de todos empezaron a tintinear como si fueran parte de una fiesta.

--Diablos ¿Qué sucede?—Pregunto Wufei mirando los controles.

--La puerta de uno de los compartimentos esta abierta.—Dijo Heero sin perder la compostura.

--Duo...—Murmuró Quatre. Trowa escuchó a su compañero y prendió los monitores del hangar.

--Duo esta saliendo con Deathscythes.—Dijo Trowa mirando a sus compañeros.

--¿Qué se supone que está haciendo? – Dijo Wufei tratando de cerrar las puertas. Heero le detuvo la mano y negó con la cabeza. Wufei no supo que hacer, pero algo le indicó que debía obedecer al chico de ojos azules.

--Aquí Águila 1 a Gundam 02, conteste...—Dijo Trowa...

--"Aquí 02..".—Respondió Duo apareciendo en la pantalla frente a todos. Sus ojos estaban cubiertos por lentes oscuros.

--¿Qué demonios estás haciendo, Maxwell?—Preguntó Wufei casi parándose del asiento.

Shinigami soltó una carcajada bastante fría. Wufei le miró con sorpresa. Trowa miró de reojo al rubio, que no dejaba de mirar fijamente la pantalla mientras que con una de sus manos se apretaba el pecho, como tratando de tranquilizarse.

--"Digamos que decidí ver como es el otro lado de la moneda."—Dijo mientras sus labios formaban una de sus características sonrisas.

--Pero... – Trató de decir Quatre.

--"Q-amigo... ya sabes dónde encontrarme si decides dejarlos... bueno, no perdamos el tiempo más...tengo cosas que hacer..."—Dijo Duo haciendo una seña de saludo con la mano y apagando la pantalla.

--¡¡Maxwell!!—Gritó Wufei golpeando la mesa de controles con sus manos. Y al darse cuenta de que Heero no había dicho nada, se le quedo viendo.—Y tú, no dices nada?

Heero lo miró con una ceja elevada sin decir nada y con la misma calma de siempre. Negó desviando la mirada hacia la pantalla que mostraba el espacio.

Quatre recordaba las palabras del trenzado invitándolo a seguirlo. Pasó sus ojos por sus compañeros y negó para sí. No, él no podría o sí?... miró a Trowa junto a él y se sorprendió al ver que éste lo miraba con fijeza.

Rápidamente llevó su vista al tablero frente a el, tratando de evitar parecer nervioso.

Wufei se dejó caer en la silla y se quedó callado. Todos se quedaron dentro de ese estado de sorpresa por largos minutos hasta que la computadora de la nave indicó la proximidad con el objetivo 1 de la misión.

Heero se puso de pie y salió seguido de sus compañeros en busca de los Gundam. Lo que quedaba del camino lo harían en ellos y separados.

El silencio los invadió hasta que cada uno estuvo en la cabina de su propio Gundam.

--¿Qué es Duo ahora?—Preguntó Wufei mientras veía a sus 3 compañeros en la pantalla frente a él. Quatre bajó la mirada y negó con la cabeza. Trowa cerro los ojos y calló. Heero miró directamente a Wufei.

--Duo es ahora Shinigami.—Y desapareció de la pantalla de Wufei.

El Wing salió primero del compartimiento. El chino se quedó impávido. No sabía que significado darle a las palabras de piloto del 01. Pero Duo siempre había sido Shinigami... Wufei miró a sus compañeros salir tras Heero.

"No hay espacio para dos dioses de la muerte en este universo..."

Sí, era lo que había dicho Duo... Pero que tenía que ver con el hecho de que los había abandonado para irse con el enemigo... porque había dicho que iba a ver el otro lado de la moneda.

"Duo es ahora Shinigami."

¿Qué había sido lo que Heero le había querido decir con eso? Sabía que en si Duo y Shinigami eran lo mismo, sólo que... Shinigami... Shinigami era el guerrero dentro de Duo, el que no titubeaba, el que sonreía en medio del caos...

Duo amaba la tranquilidad y la diversión; Shinigami gozaba con el caos. Esa era la diferencia.

Wufei no pensó más y salió de la nave poniéndose en trayectoria a el objetivo 2, donde empezaría todo.

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Nave espacial Preludio 01

Las luces de las consolas de la gran nave se encendieron causando un caos en medio de los soldados vestidos de blanco impecables. Un hombre de una estatura media, se paró entre todos mirándolos con frialdad y obligándolos implícitamente a quedarse quietos. Uno de ellos, de mayor rango, explico la situación. Un Gundam se acercaba a ellos en forma directa.

--Encended la pantalla, quiero verlo.—Dijo el hombre.

La gran pantalla se encendió dejando ver a una sombra acercarse. Antes de que lo ordenara, se ajustó la imagen y pudo distinguir nítidamente al Deathscythes acercándose sin hacer movimientos.

-- ¿Qué hacemos, señor?—Preguntó el oficial.

-- Llamad a Inferno, para que lo reciba.—Dijo el hombre esbozando una sonrisa. El chico afirmo y se alejó a paso veloz hacia los comunicadores dando las órdenes precisas a los subordinados.

Detrás del hombre apareció un joven de cabellos largos y castaños hasta los hombros; sus ojos grises resplandecieron cuando vio la pantalla. No podía negar que estaba ansioso. La batalla definitiva estaba por comenzar. Giró sobre sus talones y se encaminó hacia donde estaban sus demás compañeros, o por lo menos esperaba. Debía darles la gran noticia. Pronto se enfrentarían a los primeros Gundam. El tiempo de cambiar las cosas había llegado. Una nueva etapa comenzaría... y los primeros, quedarían olvidados en el espacio, fuera de los recuerdos...

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La chica apagó el comunicador y sonrió.

-- Así que viniste.—Murmuró para sí misma, mientras subía el cierre de su ajustado traje negro, que hacía ver aún más blanca su piel visible. Se miró por última vez en el espejo de su habitación y salió.

Caminó por el pasillo y antes de llegar al hangar, el chico de los ojos grises le salió al camino. la piloto del Inferno sonrió levemente.

--Inferno ya está en el hangar.—Dijo el chico.

--Lo sé. – Contestó la chica pasando de largo.

--No te desearé suerte porque sé que no la necesitas.—Dijo el chico alejándose en dirección contraria.

La chica no dijo nada. Además no eran amigos, sino que pilotos. Había cosas más importantes que la camarería entre soldados. La imagen del chico trenzado se había quedado en sus retinas desde ese día en que lo vio a través del videófono. Le pareció alguien sin sentido de lo serio, pero atractivo. Pero podía distinguir ese dejo triste en alguna parte de sus ojos, algo que le había provocado la sensación de que había algo más atrás de la cara sonriente y de las palabras divertidas y desafiantes.

El piloto del Dios de la muerte, no era alguien común. Era verdad las palabras del trenzado "no había espacio para dos sombras" y era algo que tenía más que claro desde que supo de él.

Aún no entendía como ese chico había osado quitarle su Gundam casi en sus narices y saliendo a tiempo de la explosión. Quizás, debía hasta agradecerle haberlo rescatado de aquella base, o sino, ya no tendría que pilotear. Era extraño pensar cosas como esas. Más ahora que partía a verlo frente a frente. Sería algo muy interesante.

Miró a Inferno y no pudo evitar sonreír. Nunca tuvo un destino claro hasta que lo vio frente a ella, hace menos de un año. Desde entonces había entendido tantas cosas, y había ideado tantas otras. No... mejor no recordar ahora. Había cosas más importantes que recordar un pasado en soledad, en medio de gente que no tenía lazos reales con ella. Sí... Huérfana... había sido su nombre por mucho tiempo, era lo que salía de la boca de los demás cuando hablaban de ella y trataban de definir su manera de actuar. En un principio había sido alocada, casi extrema en reacciones que distaban de la cordura. ¿pero por qué lo hacía? Era sencillo: porque no tenía nada que perder. Pero luego... el destino pareció acordarse de ella y estaba ahora allí, sentada en medio de una gran máquina, que le recordaba el infierno del cual quería escapar.

¿Qué quedaba de la antigua Mara S. Andersons? Nada. Un nombre sin sentido. Lo único que había quedado de la que alguna vez fue su familia. No había recuerdos. No había algo que la retuviera. Sólo aquel nombre y su colgante en forma de espada que colgaba de su cuello desde que tenía memoria. ¿Quién lo había puesto allí? No lo sabría nunca y quizás era mejor así. ¿Por qué lo seguía usando? Porque la costumbre de llevarlo le llenaba de tranquilidad. Además le ayudaba a recordar que ahora era alguien más. Inferno... la piloto de Inferno.

Sonrió una vez más, antes de prender los controles frente a ella. La puerta del hangar se abrió dejándola frente a la oscuridad del espacio. Avanzó lentamente y cuando estuvo fuera se dejó flotar en dirección a su destino.

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Las luces de los radares de Deathscythes se encendieron. Duo miró los monitores a su alrededor. Aún estaba lejos de la base flotante. Pero alguien venía hacia él y bastante rápido.

-- Que de inicio el plan.—Murmuró mientras se quitaba los anteojos oscuros y los dejaba a un costado.

"Judas?... sí, puede que lo sea al negarme a compartir mis sentimientos y pensamientos con aquellos que poseo el único lazo en este mundo. ¿Amigos? No lo sé... ¿Compañeros? Muy probable. ¿Enemigos? Nunca... aunque ellos lo creyesen ahora. Podría ser un ladrón, escurridizo y odioso, pero nunca sería un traidor. Primero muerto."

-----------Flash back------------

--Estás seguro que puedes con el plan?—Preguntó Heero.

--Claro.—Respondió mientras sonreía.—Pero no sé si los demás se crean todo.—Dijo mirando de medio lado la puerta abierta del compartimiento de su Gundam. Trowa estaba en una parte alejada dando indicaciones para reparaciones del Sandrock.

--Duo.—Volví mi vista a Heero. – Sólo sé Shinigami.—Dijo apagando la comunicación.

¿Sólo sé Shinigami? Cómo si fuera tan fácil serlo. Aunque podría ser una buena idea. Sólo sería Shinigami.

---------------- Fin Flash back ---------------

--Todo por la paz de las colonias.—Dijo sonriendo y poniéndose en marcha hacia su destino.

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--01, acercándose a las coordenadas.—Dijo el chico mientras su radar le indicaba que la base estaba donde los planos decían. Las cosas estaban saliendo como se esperaba. Pero se sorprendía no notar movimientos de otros mobiles suits a los alrededores , como en la última base. ¿Sería que ya pecaban de orgullosa confianza?

--03, listo.—Respondió Trowa mientras miraba y verificaba la posición de sus compañeros con relación a la base. Cerró los ojos y se quedó quieto. No sabía el porqué, pero las próximas horas serían una verdadera rebelión de ángeles y demonios por mantener el control del cielo y del infierno. ¿De parte de quién estaría el Dios de la Muerte?

--04, en posición.—Contestó Quatre mientras aún revolvía pensamientos en su cabeza. Miró el espacio negro que le rodeaba y recordó las palabras de Duo. "No tengo intenciones de cambiarme de bando"; pero la última vez que vio a Duo, esas palabras le sonaron a mentira. Pero no había podido comprobarlo, ya que no pudo ver sus ojos ya que estaban cubiertos por lentes oscuros.

05, listo.—Respondió Wufei mientras trataba de relacionar las acciones pausadas de Heero y las extrañas del trenzado.

Éste último había dicho que quería ver el otro lado de la moneda. Pero no podía creerle. Sabía que Duo Maxwell podía ser un pillo ladrón y realmente molesto cuando estaba de buen humor; pero también era un guerrero... por lo tanto había honor en sus actos... aunque Heero le había dicho que ese no era Duo, sino que Shinigami... y eso era algo distinto.

A veces, en medio de la batalla, se había quedado observando por breves momentos la figura del Dios de la Muerte cortando víctimas en medio de la noche del espacio. Y era impresionante, y no podía negarlo, y más de una vez le había causado un escalofrío. Ese chico sonriente, podía volverse un demonio en menos de siquiera pensarlo. Pero aún así, podría jurar que no era un Judas. Podía ser un idiota de los más imbéciles, pero traidor nunca. Entonces ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Qué sabía Heero? Porque de algo estaba seguro, el piloto del Wing parecía saber más de lo que había dicho.

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Continuará...

DarkCryonic.

Chile-2006.

---------- Anexo de perfiles de nuevos pilotos Gundam ------

Gundam: Inferno

Descripción de la máquina: reflejo de Deathscythes. Alas rojas y armadura de color negro. Arma: una espada que sale de uno de sus brazos.

Nombre de Piloto: Mara S. Andersons ( MaraAngustia)

Edad: 16 años.

Nacionalidad: desconocida.

Familiares: Desconocidos. Se cree que es huérfana al igual que Duo. Fue criada en el ceno de una familia de cuidadores junto a otros niños. Fue sacada de allí al cumplir los 8 años. Fue entrenada como soldado por un grupo de científicos que trataban de comprender el manejo de los Gundam. Maneja el Inferno desde hace un año.

Características físicas: cabello negro y corto. Ojos negros. Sonrisa fría sólo cuando está en verdad enojada.

Características psicológicas: Agresiva, juguetona y sarcástica. Poseedora de una mente analítica envidiable a la hora de ser necesario. No niega un reto. Algunas veces puede actuar de puro impulso, sin medir las consecuencias ( temeraria) pero reacciona rápidamente cuando lo amerita.

Accesorios: un colgante en forma de espada que cuelga en su cuello.

Religión: ninguna. Pero su filosofía es la sobrevivencia a toda costa.

------------- fin perfil------------

Los perfiles los agregaré como una forma de ayudarles a imaginar a los nuevos pilotos.

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Saludos cordiales,

DarkCryonic.