Fic basado en la serie Gundam Wing:

SHINIGAMI, EN MEDIO EL CIELO II

Capítulo final: No dejaré que las cenizas cubran mis pasos...

----------------

Todo empieza y finaliza,
sin ninguna garantía de vida.

La vida corta y angosta,
de malestar y dolor,
sacrificios de corazón y lágrimas de dolor

Cae la cordura y se agranda la locura,
la mente se pierde y los instinto corren,
des-estabilidad mental y perdida de objetivo.
el dudar en actuar, te podrán matar.

Corazones nobles,
justas razones,
batalla inevita y guerra plena.
Uno pierde y con ello el conocimiento,
vida ida de un momento.
El otro ganador y sobreviviente,
que a duras apenas puede moverse.

El cielo desquebrajado,
dos ángeles peleando,
dos misiones aceptadas y sin ninguna falla,
dos esperanzas casi apagadas,
ahora arden como llamas.

Duelo de sangre,
dos observadores y pensadores,
mirándose,
no saben saldrá adelante,
no saben mas que ahí un deber por hacer.

Desaparece las esperanzas
¿Qué importa mas un viejo "castigo"?
el universo mudo testigo de un duelo,
estrellas observando agonizantes,
de esa batalla de Titanes.
Creando su propio pandemonio,
no importa nada mas, solo ganar y matar,
solo uno vivirá y el otro desaparecerá,
ni el vació se acordara.
Milagros no existen,
penitencias te darán una ves llegues,
las piernas te temblaran. Pelean dos Dioses,
de perdida pasión y mutuo desosiego,
solo pelear una vez mas, no importa nada mas."

Zen, 2006.

---------------------------------------

Agradezco tu poema con todo el corazón.

-------------------------------------

Por DarkCryonic

CHILE 2006

-------------------------------------

--------------------

-------------

------

--

Si alguien me hubiera dicho que las cosas acabarían así, no lo hubiera creído. Creo que hasta me hubiese reído en su cara con todas mis fuerzas. Pero la vida es más complicada de lo que creemos a veces, aún yo, que suelo decir que soy el Dios de la Muerte... Sí, de la muerte... pues de la vida no sé nada... estoy aquí y me siento un minúsculo ser que respira en medio de muchos más, que trata junto a otros lograr un cambio.

Quizás somos demasiado inocentes para darnos cuenta que nuestra fuerza no es suficiente para hacerlo... o será que me tengo muy poca fe... sí, puede ser aquello...además quien creería en alguien como yo... del cual se desconoce su nombre real y que lleva una cruz al cuello, sin creer siquiera en la esperanza de la que se cuelgan los otros.

Por qué me siento con derecho a ser diferente? Por qué no podría tenerlo? Acaso no pago con mi dolor las acciones que hacen libres a los otros. Acaso mi corazón no bombea sangre también, como la de los niños indefensos de las colonias y de la Tierra. Acaso mis ojos no ven la misma realidad que ven los otros... acaso yo no tuve alguna vez, eso que se llama familia? Sí... soy humano... y tuve aquello que tienen los otros, entonces... por qué me miran así... como si fuera malo destruir a los otros sólo por el bien común...

¿Guerreros? Recuerdas Wufei... es lo que somos... entonces por qué no me miras como si fuera un asesino?

Las cosas pasaron como debieron pasar... Minuto por minuto... Instante por instante... y aún las recuerdo con detalles...

Aunque ahora me encuentre en este cuarto blanco, entre estas sabanas blancas... tras ventanas de cortinas inmaculadas, que me separan del resto... por qué blanco? Es por qué tratan de blanquear mi alma? No se engañen... eso es imposible... ya que la muerte vive en mi pecho desde siempre... desde antes de ser conciente de quien era y de quien quería ser...

Vienen a verme cada cierto rato, y no sé porqué lo hacéis... Sólo soy un piloto Gundam... nada más que eso... será que no quieren que escape... no... serían muy ilusos si fuera por aquello... que no saben que no soy de los que huyo... más bien de los que se dejan en las manos del destino sin sentir siquiera dolor en ser martir de una causa de la que nunca quise ser parte en principio... pero que más me quedaba... la calle? El frío? La soledad?... quién sabe.. las cosas pudieron ser mucho peor... pero aún así mi cuerpo se niega a dejarme ir... aun ahora...

Un dios de la muerte que no puede morir... que irónico verdad?

Sí... querida Inferno... no había tiempo ni espacio para dos de nosotros en este universo... y cómo estoy tan seguro de ello? No lo sé... sólo es lo primero que me vino a la mente cuando supe de ti y sé, que tú pensaste lo mismo...

Quizás eres la única que entendió lo que sucedió ese día... cuando nos vimos en medio del espacio y nos enfrentamos...

--------------------------------

--¿Aún quieres luchar?—Preguntaste y lo recuerdo bien, ya que nuestras Gundam demostraban la igualdad en la batalla... era obvio que terminaría uno o los dos muertos... más cuando nos negábamos a rendirnos...

--Sabes muy bien que seguiré luchando... y sé que es lo que quieres que haga...--Respondí y sonreírte. Yo también sonreí, porque por primera vez no me sentía un mentiroso... y no hablo de el hecho de mentir en palabras, ya que no lo hago... sino de fingir ser alguien frente a los demás para que te acepten y no te tengan miedo... porque de algo estoy conciente... si supieran lo que realmente pienso, me temerían...

--------------------------

El tiempo pasó lentamente, pero percibí cada uno de tus movimientos, y podría jurar que pasó lo mismo contigo... pero nunca podría haber adivinado que tus pensamientos eran más temibles que los míos...

Aprovechaste que estábamos cerca, para detonar a Inferno. Mis ojos se abrieron como platos, ya que la imagen de Heero haciendo eso recorrió mi mente. Eras tan decidida como él... inconscientemente trate de aferrar mi Gundam al tuyo, como evitando que las partes de Inferno salieran desperdigadas por el espacio, y con ello, tú... la única que podría comprenderme... Olvidé por un instante, que mi vida también estaba en juego... pero soy Shinigami y no temo a estas cosas... sólo sentí el aire caliente rodearme, y las llamas y explosiones en medio de nosotros dos...

El vacío lleno mi pecho y comprendí, que ya no estaban... que el juego había terminado, antes si quiera de empezar y encontrarle el gusto. ¿Sería que sólo buscabas una excusa para hacer lo que yo no he tenido el valor de hacer?¿Sería eso? ¿O había algo más tras tus ojos negros y tus palabras?

Eres libre ahora, más de lo que yo llegaré a ser en esta vida... y quizás ni siquiera muerto llegue a sentir esa libertad... porque no la merezco... soy un ser bajo y sin sentimientos... aunque los demás no lo crean así... si supieras que siendo mi reflejo, eras más merecedora de vida que yo...

El que debió morir ... el que debería estar en donde estás tú.. ese debí ser yo... pero decidiste que las cosas fueran diferente y no pude hacer nada para evitarlo.

Y es eso lo que veo en los rostros de mis compañeros... sé que la misión fue un éxito... que la base se destruyó al caer en la atmósfera de Marte... o por lo menos es lo que me ha contado Quatre mientras cree que estoy dormido... y que todos están bien... o por lo menos lo van a estar...

Wufei... sí, nunca me perdonaras que haya actuado así contra ella, más porque siempre has dicho que las mujeres no son para la guerra... sé que no es que las encuentres inferiores, sino que son demasiado delicadas para que se mezclen en una atrocidad así... y puede que comparta parte de tus pensamientos románticos y antiguos con relación a las chicas; pero fue algo que salió de mis manos... en un momento estaba allí sonriendo y en el otro, su Gundam se hacía pedazos frente a mí... traté de abrazarla en medio de todo, pero mi fuerza no pudo contra todo lo demás...

------------------------

-----------------------------------------------------------------

Wufei atravesó la armadura del Furia con todas sus fuerzas. Era una de las pocas posibilidades que tenía para lograr algo de ventaja. Ya que la piloto había demostrado con creces al chino, que era una de las mejores pilotos de la tierra y que su fortaleza era superior a cualquiera.

Sí, no podía negar, que la palabra "debilidad" no le quedaba a esta chica y eso lo hacia sentir bastante extraño. Más cuando él estaba acostumbrado a las costumbres chinas que dejaban fuera de las guerras a las mujeres, por sus delicadas condiciones.

Pero también había sabido descifrar, que detrás de todo... esta mujer debía tener una muy buena motivación para luchar como lo estaba haciendo. Pero que podía ser más fuerte que lograr la paz de la tierra, o en su caso, la paz de las colonias y de los soldados.

Un movimiento de Nataku contra el Furia, hizo que la lanza del primero destrozara una de las piernas del Gundam, dejando ver pequeñas explosiones y cortos de eléctricos en aquel sector de la máquina.

--Ríndete, Mujer...—Dijo Wufei, abriendo la comunicación con su sombra.

--Nunca!!!—Fue la respuesta rápida y llena de odio de Belona. Sus ojos atravesaron al chino, quien quedó convencido de que la chica no se calmaría hasta matarlo, o hasta que él la matara a ella... Y el chino estaba seguro de que él no mataba mujeres, pero tampoco era tan "gentil" como para dejarte matar, más cuando aún la guerra entre las colonias y la tierra aún no habían concluido.

--¡¡No seas terca!!—Gritó Wufei volviendo a profundizar con su lanza en el Furia. Belona aprovechó la cercanía para también usar la lanza contra Nataku, destrozándole parte del hombro derecho, debilitando la fuerza del brazo de la maquina del chino.

--Te mataré, aunque sea lo último que haga en esta maldita vida!!—Gritó Belona, mientras sus rubios cabellos que caían sobre su frente, empezaban a pegárseles al rostro por causa del sudor.

Estaba tan concentrada en lo que hacía que no había notado el recalentamiento de parte del sistema del Furia, que había sido provocado por los daños. Las luces rojas de sus tableros eran claras; pero estaba cegada por conseguir su venganza. Era su familia muerta la que la motivaba a seguir adelante, a costa de su propia vida.

--Lo siento, pero no puedo perder...—Dijo Wufei con tranquilidad...

La comunicación se apagó. Wufei miró levemente la negrura del espacio, y de un certero movimiento partió en dos al Furia. Provocando el aumento de estallidos en la máquina. El Furia soltó la lanza que quedó flotando en el espacio.

-- Noooo... No puede ser... Tengo que destruirlo... sí, aún puedo... – Se repetía Belona, sin notar que parte de los tableros ya no respondían y que la señal de emergencia estaba encendida emitiendo un ruido sordo que significaba "huye", pero que ella no parecía escuchar. Clavó su vista en el rosario que colgaba desde el techo. Era lo único que tenía de su familia. Lo único que quedó después de la gran explosión que destruyo y mató a todos los que vivían en su pueblo.

Nunca se perdono el no haber estado con ellos y morir junto a ellos... nunca se perdonó ser tan débil como para evitar la catástrofe... nunca se perdonó...

Y ahora, desde ese día su mente estaba inmersa en la venganza... tanto que había actuado toda la pelea a puro instinto... sin darse cuenta que cada vez que se acercaba a Wufei, también su maquina salía perjudicada. Golpeó sus puños contra el tablero inservible, mientras una lágrima surcaba su mejilla derecha, mientras sus ojos azules estaban como congelados mirando el vacío aire frente a sus ojos. El sonido de la alarma seguía sonando, pero no pensaba moverse... quizás esperando pensar en algo que la pudiera ayudar a destruir a Nataku o esperando a la muerte, para reunirse en el otro mundo con su familia.

Pero nunca pensó en salvarse, de eso podemos estar en lo cierto; ya que era fácil leer la desolación en sus ojos. Estaba perdida y no quería dejar de estarlo...

Wufei veía como las explosiones sucedían una a otra alrededor del Furia, y notaba también que la piloto no hacía nada por salir de allí. Sus ojos estaban fijos en la escotilla, pero esta no se abría.

------------------------

----------------------------------------------------------------------------------

El débil soy yo, amigo mío... el único débil soy yo... y entenderé que nunca me perdones aquello, ya que tú si tuviste el valor de enfrentarte a tu sombra y a la vez, salvarla de la destrucción. La piloto del Furia esta viva en algún lugar y puede que nunca te perdone el haberla dejado vivir, pero sé que tú, prefieres que te odie, a sentir el vacío que siento yo ahora... sí, porque es eso lo que siento ... un inmenso vacío... más grande que el que tenía antes... más grande al que sentí cuando me vi enfrentado a la sustitución... más grande...

Hasta Quatre demostró ser más fuerte en todo esto... aunque mató al piloto del Calíope, lo hizo por salvar a alguien más... sé que siempre se ha sentido una especie de ángel protector de nosotros, así que no lo culpo... además el fin lo valía... ya que de otra forma, Trowa hubiera muerto despedazado por Loki... o quizás no... quien sabe?

--------------------------------------------

-------------------------------------------------------------------------------

Cuando Quatre llegó a donde se encontraba el 03, la visión lo dejó frío. El hacha de Loki estaba incrustado en parte de la base de Heavyarms... No supo cómo ni cuándo? Pero lanzó sus espadas curvadas contra su sombra, que al percatarse de su presencia solo pudo interceptar una de ellas, quedando atravesado por la otra en un costado.

--Veo que llegaron los refuerzos.—Dijo irónicamente Loki, abriendo comunicación con el rubio.

Quatre quedó intrigado al notar que los ojos del chico frente a él, parecían guardar una gran tristeza... pero no sólo aquello...

--Veo que eres tal cual te imaginé...—Dijo Loki mirando a Quatre y ladeando levemente su rostro sin dejar de mirarle.

--Tú... tú...

--Sí.. yo... —Contestó Loki soltando una carcajada que retumbó con frialdad, sorprendiendo al rubio, que llevó una de sus manos a su corazón.—Es extraño, siempre supe que nos encontraríamos alguna vez... Pero nunca creí que el saber que sientes, me causaría esta sensación... – Dijo Loki imitando el gesto de Quatre llevando su mano a su corazón...

--Trowa...—Dijo el rubio.

--Él está "dormido", no te preocupes.—Dijo Dav. Ya que podía apreciarse que la mirada fría había desaparecido por completo. ¿Qué habría provocado aquello?— ¿pero contéstame algo?

Quatre lo miró de forma interrogativa.

--Sí yo hubiera matado a tu amigo, ¿qué habrías hecho?—Preguntó.

--Yo...

-- No hay necesidad de que digas nada...—Dijo Dav cerrando los ojos y echando su cuerpo hacia atrás, como si descansara.—Ya notó lo mucho que quieres a 03... y también sé, que si me enfrentó a ti no saldré librado...—Agregó sonriendo.—Me gusta pelear, pero no soy tonto...—Agregó volteando su vista a una de las ventanillas al costado. – El espacio se ve tan extenso... tan frío... que pienso que nuestras luchas e ideales no valen nada, en medio de todo esto...

-- Entonces... no...

-- No... puedes llevarte a tu amigo... que no impediré que lo hagas... – Dijo Dav apagando la comunicación y alejándose, mientras volvía a dejar su hacha en la espaldas de su Gundam y quitaba una de las curvadas espadas del Sandrock que tenía en uno de los costados, devolviéndosela a su dueño.

¿Hacia donde iría ahora? Qué diablos importaba, pero antes tenía que hacer algo... Después ya habría mucho tiempo para decidirlo... sonrío una vez más y se alejó en medio de las estrellas.

--------------------------------------------

-----------------------------------------------------------------------------

A último momento demostró ser el más cuerdo de los 5 pilotos sombra. Pero sé, que si los hechos hubieran sido distintos, Quatre hubiera destrozado también a ese piloto... Matar por defender a un amigo, cambia todo; en cambio yo... no luchaba más que por mi orgullo... por mi maldito orgullo... Así que las cosas salieron tan mal como podría habérmelas imaginado... pero aún no sé porque diablos Heero me salvó... debió dejarme en medio de toda la destrucción... debí irme con ella, al infierno... eso hubiera sido mejor...

--------------------------------------------

-------------------------------------------------------------------------------

Heero aprovechó un movimiento algo torpe del Bóreas para estrellar el Wing contra la espalda del otro.

Ya había comprobado con creces las palabras de Duo. Las sombras no eran algo sin importancia. Y lo estaba comprobando. Pero no se iba a dejar ganar. Ya se había percatado que Quatre había destruido a uno, y que el chino, había deshabilitado a otro. Así que sólo quedaba Duo, Trowa y él, para cumplir con la misión... y ellos tres eran considerados los mejores. El dios de la muerte, el chico callado y el soldado perfecto. Ninguno de los tres tenía derecho a fallar en esto, mas cuando 04 y 05 ya habían cumplido con su parte.

Ice man comprobó con frialdad la desaparición de dos de los Gundam sombra. Las palabras de Armand se repitieron dentro de su cabeza: "Ángeles de destrucción.." sí, así los había llamado... Pero acaso las palabras no eran antagónicas entre ellas... Ángeles y destrucción en la misma frase... sería que eso eran los pilotos de los Gundam que defendían las colonias... Ángeles? ... ángeles que destruían... Entonces qué eran ellos? Sombras de Ángeles? o eran algo más... Demonios?... Sería que aquello que siempre creyó lo correcto no lo era?

Su vista se clavó en sus manos sujetando los controles, su cabello se fue hacia delante cubriendo parte de su rostro. ¿Sería que no estaba del bando correcto? No... definitivamente no. Él había nacido en la tierra, por lo tanto su deber era cuidar de ella a toda costa... y aunque se enfrentara a ángeles debía vencerlos... aún a costa de su sangre y de las de sus compañeros... debía cumplir con lo que le habían enseñado y había aceptado como cierto. Retroceder o dudar en este momento no era correcto. Ya no era tiempo para ello.

Regresó de la realidad, notando que el Wing arremetía con su espada contra él. Rápidamente sus láser cruzados detuvieron el golpe certero que se diría a la cabina en donde se encontraba. Era claro que Heero Yuy quería acabar lo más pronto con él. Pero no podía juzgarlo, ya que también pensaba en ello.

Una sonrisa se formó en sus labios... Justicia... sí, esa era la palabra que había marcado su vida, aún aquella que formó parte de su infancia... Justicia... era todo lo que quería lograr... y deshacerse del 01 era parte de aquello.

Heero por su parte no podía dejar de recordar fugaces imágenes del pasado cercano. Y lo que más lo sorprendía, que gran parte de las imágenes que bombardeaba su cerebro, eran de sus compañeros y de las personas que había conocido desde que estaban los 5 juntos.

Miró los controles, específicamente el radar y comprobó que todos sus compañeros parecían estar vivos aún. No supo por qué, pero sintió una especie de alivio, pero ello no evitó que las imágenes se quitaran de sus retinas. Sería que más que compañeros de armas, los considera amigos... sí, ya que sólo eso podía indicar esa preocupación que sentía por saber que aún estaban en algún lugar y con vida. Sería que se había acostumbrado a tenerlos cerca, a a escuchar sus palabras o a pelear con ellos...

Cada uno de ellos tenía algo que le agradaba... Trowa y su silencio tan parecido al de él.. eso de comunicarse sin siquiera tener que hablar... era algo que no era fácil de conseguir... Quatre y sus amabilidad, era quien le hacia recordar que era humano y que aún habían personas como él, que merecían ser protegidas.

Wufei, el guerrero y el orgullo... la fuerza y la decisión... un buen contrincante...

Duo... el Shinigami, quizás su mejor amigo, si es que podía llamarle así. El que no se cansaba de luchar por romper su caparazón y mostrarle el mundo... el que lo hacía sonreír.., a la fuerza, pero sonreír...

Sí, demasiado valiosos como para permitirse no tenerlos cerca... familia? Sería eso... la única familia que conocía...

De pronto, un golpe seco del Bóreas lo hizo volver a la realidad. ¿Por qué se permitía este desliz en la regla de concentración? No debería estar enfocándose en el Gundam frente a él, al cual sólo le dedicaba mínima parte de su concentración, pero suficiente para mantenerlo al margen sin sufrir daños considerables.

Pero de pronto algo en su tablero lo dejó quieto y frío. El punto en el radar que indicaba la presencia de Shinigami había desaparecido sin dejar rastro. El vacío volvió dentro de sí y cubrió todos sus músculos y venas...

No supo como, pero de un movimiento rápido clavo su espada en medio del pecho del Bóreas con todas sus fuerzas; deslizando el filo cortando hacia un lado, hasta liberar la espada del Wing de la destartalada coraza de su contrincante.

Con eso sería suficiente. Ya su sombra no podría seguir luchando, y lo comprobó al ver que el Bóreas soltaba las espadas, que se apagaban dejándolos en medio de la oscuridad casi cegadora de el espacio.

No ocupó más su concentración en él... y como alma que lleva el diablo se dirigió hasta las últimas coordenadas que tenía de Deathscythe.

Cuando Heero llegó al lugar donde se suponía estaba Duo, sólo encontró partes de Gundam por todos lados... No sólo Shinigami había sido destrozado, sino también Inferno. Rastreó rápidamente el lugar. Sus ojos se movían quirúrgicamente por todo el lugar, hasta que la imagen de la cabina de Deathscythe le quitó la respiración.

No supo cómo, pero se vio dentro de un traje especial, flotando en medio del espacio, unido a su Gundam por una soga de acero, dirigiéndose lo antes posible hasta aquel lugar.

Lo único que repetía su mente era : "DUO"... No tenía tiempo para nada más.

-- Duo ¿Dónde estas?—Gritó sabiendo lo inútil que debía ser llamarlo.

Pero cuando lo vio, sintió un pesar inmenso. Estaba allí, tras el cristal que lo protegía del vacío del espacio. Pero no estaba seguro de que viviera.

-- Duo!!!

--------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------

Sí... después de todo eso, estoy aquí en medio de estas 4 paredes tan blancas que me molestan a la vista... tan blancas, como yo nunca podré llegar a tener el alma.

Cuanto tiempo ha pasado desde que estoy aquí? 2 días, una semana... un mes... El tiempo se ha vuelto indescifrable para mí... no entiendo, no comprendo... sólo estoy y me dejo estar.

Entran, me conversan, me miran y se van... dicen palabras para que me sienta mejor; pero no puedo hacer más que mirarlos a los ojos y tratar de no llorar frente a ustedes ni frente a mí mismo. No tengo derecho a hacerlo... el llanto es para aliviar el alma y no tengo derecho a eso... así que dejaré que las lagrimas te queden donde están y me maten lentamente... junto a las pesadillas...

Muertos y más muertos... es lo que debí acostumbrarme a ver en mis sueños... pero ahora a cambiado las imágenes... es fuego, gritos y desesperanza...

Respirar se me hace cansador, más cuando las cicatrices de mi cuerpo me escuecen con fuerza cada vez que mis pulmones se llenan de aire.

Hoy debo hacer algo por salir de aquí, o terminaré loco... el blanco ya no me deja pensar. Sacó mis brazos de debajo de las sabanas que me aprisionan, y apoyándome en mis manos me siento en la cama...

No dejó escapar ni un quejido, ya que no me lo permito. Soy Shinigami, y debo aceptar las consecuencias de serlo y de acarrear tantas muertes entre mis manos... ya he perdido la cuenta, pero no he olvidado los rostros que me han visto como la última persona antes de cerrar los ojos para siempre y ver fugarse las almas de sus cuerpos.

No soy dueño de mí, ya no lo soy. Ya vendí mi alma al mismo infierno, que me espera cuando la muerte se canse de hacerse la sorda conmigo. O quizás me deja aquí porque soy el mejor de sus emisarios... sonrió tristemente... y puedo decir que es la primera sonrisa que osado sacar de mí, desde que desperté en medio de este lugar...

Giro mi cuerpo y saco mis piernas de la cama. Al tocar el piso frió y liso, mi piel se eriza al sentir un escalofrío recorrer desde la punta de mis pies hasta mi nuca. Siento pesada mi cabeza... y sin querer me preguntó sobre como estará mi trenza... mientras la observo entre mis manos algo dañadas por pequeños cortes, me río al notar que esta hecha de forma extraña...

Me olvido de ello y busco con la mirada alguna gaveta donde pueda encontrar mis cosas. De un movimiento rápido me pongo de pie, pero un mareo me arrebata la estabilidad y vuelvo a sentarme en la cama.

Que estúpido soy... dejo pasar unos minutos y vuelvo a intentarlo con mayor éxito. Camino hasta una pequeña puerta en la pared y al abrirla notó un bolso. Sonrió por segunda vez. Reconozco mis cosas en su interior. Con la mayor rapidez que puedo me desahogo del pijama que me envolvía y me visto con mis ropas que contrastan fuertemente con el ambiente de hospital.

Debo salir de allí... es el único pensamiento que me llena la cabeza. Cuando terminó de vestirme respiro con fuerza, pero el dolor en el pecho aún sigue como siempre y el cansancio en mis músculos es aún notorio. Debo salir antes de que mi cuerpo se niegue a moverse. Dejo las cosas en el bolso y cierro la puertecilla. Miro por última vez el cuarto, y salgo del lugar. Afuera un pasillo de color amarillo suave me sale al encuentro. Mis ojos vagan por él... por un momento no lo reconozco, pero las imágenes vuelven a mí, después de tranquilizar mis pensamientos.

Estoy en la base en la cual se inició todo este asunto. Estoy en aquel lugar que alguna vez por broma llamé hogar... que tonto fue entonces... ya que después de mucho, comprendo que el único hogar que tengo en este mundo, es mi propio cuerpo. Vivo en él siempre y sólo en él podré estar siempre... o hasta que la muerte me lleve con ella.

Camino lo más rápido que puedo, y ya imaginaran que no es muy rápido. Pero para mí, es lo más veloz dentro de lo que puedo. Cruzó un par de pasillos sin encontrarme con nadie. Por un momento pienso hasta dónde quieren llevarme mis pies, ya que concientemente no he decidido nada de nada... sólo salir de la habitación.

La imagen de mi cuarto en la base llega a mis retinas... sí, será un buen lugar para pensar. Sigo caminado y sin querer doy una vuelta mal en alguna esquina, ya que no comprendo como vine a dar al hangar donde guardan los Gundam... y la maldita pregunta que me había negado a hacerme desde que desperté llegó a mi con todas sus fuerzas... ¿Qué había quedado de mi Deathscythe?

Mis ojos recorren el lugar... están todos allí, pero ni veo a mi Dios de la muerte...

--¿Qué haces de pie?—Pregunta una voz a mis espaldas. No volteó, ya que mis ojos siguen mirando a mi alrededor...--- ¿Duo?—Pregunta por segunda vez, mientras mi manos se aferrar a una baranda para no caer de rodillas al no ver a mi Gundam... lo único realmente conectado a mí en esta vida.

--Deathscythe?—Murmuró a penas. Notó un silencio sepulcral.

--Tu Gundam no está en este hangar...—Dices.. Volteo a verte y noto que me miras con tristeza. ¿Tan mal me veo, compañero?...

--¿Dónde está lo que quedó de él?—Preguntó...

--Trowa y Wufei lo están reparando cerca de aquí. Tienen a todos los científicos de la base rearmándolo lo más rápido que pueden.—Dices. No puedo evitar sentir un leve alivio. Por lo menos uno de los dos que pueda volver a ser lo que era antes...

-- Que bien... – Murmuro bajando la vista al suelo... y notando que mis fuerzas parecen abandonarme... caigo sentado en el frío suelo y no puedo evitar sonreír... después de todo, sigo siendo un humano débil.

Te acercas y te agachas viéndome de forma interrogativa. Siempre lo haces, porque iba a pensar que hoy sería diferente.

--No debiste salir de tu cama.

-- Ya estaba aburrido de tanto blanco.—Dije soltando una leve risita.

Tomas mi brazo con una de tus manos y me obligas a ponerme de pie. Cuando ya lo estoy pasas mi brazo por sobre tu hombro y empiezas a arrastrarme. Recuerdo que yo hice algo parecido la vez que te saqué del hospital...

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las cosas nunca son lo que queremos que sean... o por lo menos eso pensamos a veces... más cuando los laberintos del alma se vuelven confusos en medio de la noche gris que nos envuelve...

¿qué pasó después?

No lo sé y quizás es mejor no saberlo. Podría ser muy difícil de comprender o aceptar, sólo sé que la lucha siguió tanto en la vida real como dentro de sus cuerpos... almas que no se dejan dominar por la sencillez de la vida ni por los absurdos que envuelven a los mediocres...

Siguieron juntos luchando por esto que llamamos Paz...

No sé si la lograran alguna vez y menos, si esta será duradera...

Pues los hombres son hombres, y como tales

Siempre buscan excusas para pelear.

FIN

DarkCRyonic

2006.