¡Lo siento! ¡Me quede sin Internet y no he tenido tiempo de ir más que para revisar mi correo y hacer tareas! Y como no tengo Internet no puedo bajar música, y soy desgraciada.

Por otro lado acabo de cumplir 14 años el 7 de noviembre: hice una fiesta en que mis amigas locas y yo hicimos cosas locas y estupidas, como encerrarnos en el baño o quitarle el zapato a brenda y meterlo al refrí.

Nada del otro mundo.

¿Recuerdan que les platique de Sofía y Ricardo.

Pues resulta que eran o son (ya ni se) los amigos del alma. Y me empece a llevar con Mario (Ricardo), tanto, que se alejó de Sofía. Tanto que el otro viernes Sofía, que es de vanguardia, se puso a llorar en clase de historia cuando la maestra no estaba y le dijo a Mario que por mi ya no tenía a nadie con quien hablar de lo mal que lo estaba pasando en vanguardia por que ya no le queda tiempo de hacer nada... o sea que no le queda tiempo de hacer la tarea pero si de irse a pasear por la escuela de mi hermanoa las diez de la mañana el día que teníamos que entregar lo de geografía.

Desde ese día, cuando intento platicar con Mario, se voltea Sofía y se lo lleva.

Así que si a Sophia la trato mal en este fic, es por puro rencor a la de verdad.

Ahora si, olvidemos de mis problemas y entremos al capitulo 3 en...

5...4...3...2...1...

Capitulo tres: Cumpleaños

Cumpleaños

Usado

Malignamente

Para

Localizar

Enormes

Armas

Ñoñas

Oscuramente

Solas

En la casa del árbol del sector I se respiraba un ambiente de alegría y emoción.

La razón de tal celebración se debía a la victoria de Susan y al próximo cumpleaños de Sofía.

Lo que nadie sabía era por que Susan estaba tan contenta…

-A ver… ¿Jim, los globos ya están? ¿Paco… mi pastel? Ricardo…. ¡Ricardo deja mis regalos!

Jim tenía el nada agradable trabajo de decorar el lugar para mañana. Paco tenía el deber de comprar Las cosas como refrescos, adornos, y el pastel. Ricardo debía dizque que también ayudar a decorar las cosas Susan debía supervisar junto con Sophia el trabajo de los demás y ayudar a Paco a traer las cosas… pero en realidad lo único que hacía era tener plantada una sonrisa boba en el rostro y observar a los demás.

Sophia le dijo algo, como respuesta saco la cámara de video y empezó a grabar a sus compañeros.

-¿Qué haces?- le preguntó Paco

-¿Qué parece? ¿Qué estoy bailando o qué?- y cuando dijo bailando se puso roja.

-quiero decir… ¿para que nos grabas?

-Mmm...No se, se me ocurrió…

Se encogió de hombros y siguió grabando hasta que Paco le preguntó si quería ir por el pastel de Sophia y otras chuchearías. Ella aceptó y salieron los dos juntos platicando de lo rápido que pasa el tiempo…

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-Pero padre… no tenía caso luchar contra ella… es una de las mejores de los chicos del barrio.

Un hombre se hallaba sentado en su escritorio. Se ocultaba entre las sombras, pero a su alrededor se veía una línea roja, como de fuego, que delineaba su figura y lo hacía visible. El estudio estaba iluminado con antorchas que hacían que todo se viera más atemorizante de lo que ya era. Un hombre mayor que fumaba pipa con ojos rojos, casí diabólicos. Su voz, cuando hablo, fue fría y prepotente:
- ¿Una de las mejores eh? Bien vamos a verlo…

Echo un poco de humo por la boca y tecleo algo en su computadora.

Meses atrás sus hijos habían robado el modulo de códigos de los chicos del barrio. Fue con eso que pudo llevar a cabo su malvado plan de convertir a los chicos del barrio en animales, sin embargo, por culpa de un chiquillo que era nuevo, había fracasado estrepitosamente y había caído en su propia trampa, convirtiéndose en un puma. Pero a pesar de que su maquina había sido modificada, Tomy no se había dado cuenta de que Padre había guardado el historial de cada uno de los agentes de los Chicos del Barrio, pensando que tal vez le podía servir.

Se metió a los historiales y le preguntó al adolescente, que estaba acompañado de dos de sus compañeros, como se llamaba la chica.

-Susan

Tecleo Susan en donde decía "Buscar" y aparecieron 350 chicas llamadas igual.

-¿Cómo se apellida?

-¿Cómo demonios voy a saberlo?- respondió insolente el chico. Inmediatamente padre le echo una mirada de odio que hubiera echo estremecer a cualquiera, pero él se quedo impasible. Cómo no hubo muestra visible de que la mirada lo incomodara siquiera un poco, Padre se dio por vencido y le pregunto con la voz llena de rabia:

-¿Qué edad tiene?

Cerró los ojos, intentando recordar que le había dicho:

"-¿Cuántos años tienes?-dijo el chico serio. Ella sintió peligro.

-12… pero me faltan cinco meses para los 13."

-Doce y medio- contesto abriendo los ojos.

-Mmm- escribió rápidamente "Susan 12 años y medio" y tres carpetas aparecieron, cada una con la foto de diferente chica. Volteó la computadora y le preguntó cual era.

Marco Antonio señaló a la chica de el pelo negro, la gorra azul y los aretes de oro: Susan Rosellini/ Sector I/ Segunda en rango/ Espionaje internacional.

-Ah… ya la conozco… su hermano es Saúl…

Leyó el expediente de Susan con una sonrisa en el rostro… una sonrisa macabra… A Marco Antonio eso le dio mala espina y supo que algo andaba mal. Sus sospechas quedaron confirmadas cuando escucho de boca de padre las palabras:
- Es la mejor agente del sector I…Francisco tiene poco sentido común, cree que puede hacerlo todo y por eso siempre anima a su equipo a luchar más, por eso es buen líder… pero ella… es excepcional… un arma perfecta contra los KND, con o sin memoria… pero sería mucho mejor con memoria.- le dirigió una sonrisa que pretendía ser dulce a Marco Antonio, pero él por primera vez sintió miedo- Y tú… te encargaras de acercarte a ella, que crea que eres su amigo y después, cuando este totalmente convencida de tu amistad la traes aquí…Simple y sencillo. Nada puede fallar.

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-¿Nada falló ayer? ¿No tuviste problemas para robar los papeles?

Con una sonrisa alegre, de esas que a Francisco le encantaba ver en el rostro de Susan, ella le respondió:

-No, al contrario…

"De hecho más que problemas tuve muchas facilidades… me invitaron al baile, mi hermano no se dio cuenta de que estaba ahí, aprendí a bailar, conocí a una persona… ¡uff!"

-Me alegra- eligió un pastel en forma de corazón sabor chocolate, con un "¡Feliz cumpleaños!" escrito en medio con betún. A ella se le hizo agua la boca tan solo de verlo.

Cuando lo pagaron decidieron que primero debían regresar a la casa del árbol y después volver para comprar lo demás. Y después de pocos minutos de autocompasión por no haber comprado los demás adornos primero, se dieron media vuelta para llegar al cuartel.

Con lo que no contaban era con que Marco Antonio se les atravesaría de "casualidad".

-¡Susan!- un chico llegó corriendo hacia ellos una cuadra antes de llegar. Ese día vestía un pantalón de mezclilla y una playera roja, con tenis del mismo color. Y llevaba una gorra café…

Francisco miro al chico con curiosidad y al darse cuenta de que era una adolescente se puso delante de Susan para "protegerla".

-No seas ridículo- le dijo Susan apartándolo con el brazo y sonriéndole a Marco Antonio de manera… coqueta.- Es amigo mió.- le aseguro adelantándose para saludar al moreno. Francisco se quedó boqui abierto cuando Marco Antonio tomo a Susan por el brazo y le plantó un beso en la mejilla. En realidad, más que nada, se puso celoso.

-Susan… ¿un pastel? ¿Vas a hacer fiesta?- le pregunto después del beso, sujetándola por la muñeca.

La chica, roja como tomate se observo un momento la muñeca, asintió y de repente se sintió apenada por que ese día llevaba unos simples jeans y una blusa azul de lo más "x".

-Si… es que cumple años una amiga…

-¿Cuántos?

-12..

-Ah- dijo decepcionado, sin notar que Francisco lo miraba con ojos francamente, diabólicos- ¡vaya! ¡Y no me invitaste! ¡Qué mala onda!

-Este…- se puso más roja y nerviosa. Francisco carraspeo.-Yo te iba a invitar.

Francisco volvió a carraspear.

-¿Si? ¿En donde es?

-Este… te digo luego es mañana… ¿nos vemos aquí?

Francisco volvió a carraspear.

-Bueno- se encogió de hombros. Aun seguía sin soltar a Susan. Y se fijo en Francisco, que para él, no debía ser más que un chiquillo común y corriente… y enano.

-Ah…este, Francisco, el es Marco Antonio…Marco Antonio, Francisco.

Se dieron un "cordial" apretón de manos y se echaron una mirada de celos y de desconcierto respectivamente.

-¿Y de donde se conocen?- le pregunto Paco al moreno. A susan se le seco la boca.

-Fuimos al baile de la secundaria juntos… ayer, ¿no sabias?

-No, no sabía.- le envió una mirada asesina a Marco Antonio y otra del tipo "vas a ver cuando estemos solos" a Susan.

-Si… Fue divertido ¿verdad Susan?- le pregunto cariñosamente abrazándola por la cintura. La pre-adolescente se asusto al ver la cara que había puesto el líder de su cuadra.

-Este… si… Marco, ya nos tenemos que ir.

Y a los cinco minutos ya estaban en la casa de árbol.

-¿Y bien?- le dijo Paco con la ceja alzada. Sus compañeros se voltearon para ver el espectáculo…

-Este… yo, bueno, cuando fui a la escuela lo conocí, charlamos y me invito al baile y pensé que sería buena idea, por qué así podría robar la información…

-¿en medio de un montón de adolescentes y adultos?- le preguntó Paco con los brazos cruzados y la ceja alzada.

-Bueno… estaban en una fiesta, obviamente estaban más relajados… ¿no?- Paco arrugo un poco el entrecejo; ella tenía razón. Sophia, Ricardo y Jim los miraban sin entender nada.

-¿Y tenías que ir al baile con él?- Una mueca de diversión apareció en los rostros de los amigos, que estaban seguros de que su líder, por alguna razón todavía desconocida para ellos, estaba celoso.

-Bueno… aproveche que me invito… este…

-¿A ver, qué esta pasando aquí?- preguntó Jim. Susan por primera vez en la vida vio a James con una sonrisa de burla en su boca.

-¡Esta fue al baile de la secundaria con una adolescente y para colmo lo invito a la fiesta de mañana!

Si el pensaba que sus amigos compartirían su indignación por el tema, se equivoco. Al contrario, los tres, hasta Jim que siempre se mostraba indiferente a la vida social de sus amigos, se mostraron interesados.

-¡¡¡¿¿¿Qué!- gritó Sophia y totalmente emocionada la obligo a sentarse en el sillón y a contarle todo.

Cuando acabo todos estaban con la boca abierta.

-¡Le gustas!- exclamaron Ricardo y Jim al mismo tiempo, con los ojos muy abiertos.

Ella se sonrojo, se removió en su asiento y no dijo nada.

-Le gustas… ¡vaya! Que cosas ¿verdad paquito?- dijo Sophia echandole una sonrisa burlona a número 31.

-mmm.

-Y a ti te gusta…- continuo Sophia divertida.

-¡Nooooooooo! Bueno… ¡no! Es mi amigo…- dijo no muy convencida.

-Aja… ¡tu amigo!- se rió Sophia.

Los demás ya se habían reído suficiente, así que decidieron volver a sus ocupaciones. Paco le echo una última mirada de rencor y salió para ir a comprar los adornos.

"Pero… ¿qué tiene el que yo no?" se decía mientras caminaba por las calles "Es decir… bien, es una año mayor que yo ¿no? Y se supone que sabe más y es mucho más maduro. ¿Pero es que no ha pensado que puede estar jugando con ella? ¿Pero jugando de qué forma? ¡Si no son nada! Solo son amigos… o eso dijo. Pero, ¿es que no viste el tono rosa de sus mejillas cuando le aseguraron que le gustaba? Y se supone que cuando uno se sonroja quiere decir que si ¿o no? Y a él también le gusta, por eso le dio el beso. ¡Si lo acaba de conocer! ¡Y a mi me conoce de toda la vida! Bueno, desde los ocho años… pero eso es casi toda una vida ¿verdad? Y soy mucho mejor… ¿Qué tiene él que yo no? ¡Soy mucho más guapo! Bueno… Sophia siempre me dijo que cualquier niña que quisiera se fijaría en mi. ¿Y Susan?"

Entonces se dio cuenta de que se había pasado dos cuadras y corrió de regreso, pensando en cual seria la mejor forma de eliminar a Marco Antonio.

"Pero... ¿y si juega con ella?"

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-Bueno, ya que lo pones así… si, en realidad si va a parecer que juegas con ella.

-No va a parecer, va estar confirmado.

-Bien… ¿pero que daño puede hacerte?

.Mucho- Marco Antonio se encogió de hombros y se tendió sobre la hierba del jardín de su casa. Mientras tanto, Héctor, un chico de su misma edad, de cabello negro, pantalones azules, camisa negra y cara de "no he dormido nada en tres días y por eso nada me importa" lo acompañaba a su lado, sentado.

Ambos trabajaban para Padre, pero se conocían desde antes y por eso, eran mejores amigos. Sin embargo, algo que Héctor no podía comprender de su amigo era que le preocupara tanto una niña que apenas acababa de conocer.

-Por la cara que pones, diría que te has enamorado a primera vista…te a flechado cupido… ¡él amor!- añadió de forma melodramática, llevándose la mano a la cabeza como si se fuera a desmayar.

Marco Antonio levantó una ceja elegantemente, pero no dijo nada. Y se había sonrojado.

-¿Qué significa eso?- salto Héctor asombrado- ¿Estas enamorado?

-Nadie se enamora de nadie en dos minutos. Es imposible.- le dijo Marco Antonio.

-¿Entonces… te gusta?

Marco Antonio se encogió de hombros y miro hacia el cielo: ¿Si le gustaba? Susan era bonita, por supuesto. Y era muy agradable. Y madura, e inteligente… no estaba nada mal. Por supuesto que le gustaba, el problema es que no sabía de que forma le gustaba.

-¿Eso es un si?

-No estoy seguro, supongo que si.

-¡Supones! Bueno… ¿y te invito a la fiesta?

-Si. Me imagino que será en su casa del árbol.

-O sea que hay que averiguar en donde queda la casa del árbol del sector I.

-¿Para? Ella nos va a llevar a ahí.

-Corrección: Ella te va a llevar a ti. A mi no me conoce… ¿cuándo me la presentas?

-Después. Deja que me gane su confianza.

-No creo que sea tan difícil- Héctor tomo un pedazo de pasto y lo echo al aire, como si se tratara de confeti.- Es decir; mira como te tiene a ti. Seguro que la tienes igual. Solo espérate un poco y veras que se hacen novios

Marco Antonio puso cara de espanto.

-¡Calma hombre! ¡Era broma!

-No fue chistoso.

-Ya… como si no fuera justamente eso lo que buscas- se burlo Héctor, pero al ver ka mirada de odio que su amigo le dedico, mejor cambio de tema- Oye, ¿y qué vas a hacer? ¿Te vas a meter a buscar información? ¿Vas a buscar las armas…?- Se detuvo por que Marco Antonio se había levantado de un salto y había abierto mucho los ojos:

-¡Eso es!- exclamo emocionado- ¡Si robo sus mejores armas, las podremos examinar para poder enfrentarlos mejor!- dijo y salió corriendo a su casa, dejando a Héctor muy desconcertado.

-¡Oye, no me dejes!- le gritó y entro corriendo también a la casa.

Ni dos minutos habían pasado cuando, en el umbral de la habitación de Marco Antonio, se apareció Héctor con cara de perdido.

-¿Se puede saber que diablos haces?- le reclamo al darse cuenta de que el chico miraba a su computadora con ansias.

-Vamos… apúrate- le decía Marco Antonio a la computadora- Es que esta lenta- le explico a Héctor.

-¿Y que buscas?

-La base de Datos del sector I.

-¿La tienes?

-Por supuesto: Padre me la dio cuando me encargo reclutar a Susan… o sea esta mañana. Aquí esta todo.

Cuando la computadora, alrededor de diez minutos después, tuvo una velocidad decente, abrieron la carpeta con el nombre "Sector I". Dentro de la misma, había varias secciones, entre las que se encontraban la información de cada uno de los agentes, detalles técnicos de la casa y… toda la información referente a las armas. Abrieron esa, y para su sorpresa (y tedio), aparecieron 75 archivos. Pero uno de ellos llamo la atención de ambos: Secreto.

Lo abrieron:

Barco de los Chicos del barrio.

Bello

Artilugio

Raro

Comandado

Oscuramente

Este barco combina varias de las mejores armas de los chicos del barrio en uno solo y un 10 más grandes. Desde cañones de dulces y helados, rifles dispara chicles, velas de azúcar, combustible de gaseosa y una versión grande del AMEP (Arma Multiusos Extremadamente Peligrosa) para ofrecer una maquina capaz de nadar en cualquier tipo de mar, incluso volar. Además de que adentro trae un carro para la lucha en tierra.

Marco Antonio levantó una ceja mientras veía la fotografía del barco: color rosa (por eso lo de bello).

-¿Esta es la súper arma secreta del sector I?-Le pregunto Héctor haciendo énfasis en la palabra "súper".

-Al parecer, si.

-¿Un barco que parece haber sido sacado del país de Nunca jamás? A mi me parece que mas bien deberíamos avisarle al capitán Garfio que le robaron el barco y que se lo pintaron de rosa.- dijo sarcástico, pero divertido Héctor.

-A lo mejor deberíamos decirle a Peter Pan, seguro que le hacer más gracia que al capitán.

-¿Para que vas a la fiesta?-inquirió Héctor.

-Quiero pastel

-¿Quieres pastel o quieres ver a susi?

-Las dos cosas.

-¿No me invitas?

-No

-Entonces es una perdida de tiempo tratar de robar un barco que… ¿Cómo demonios cabe en la casa?-preguntó Héctor, imaginándose una miniatura de casa del árbol, y adentro, una súper barco.

-Ay, yo que se… igual y no lo han construido…

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Tal y como había sucedido antes de la fiesta después del juego, ahora Susan se encontraba buscando algo que ponerse. Y otra vez había ropa tirada en el suelo.

¡Por supuesto que Marco Antonio no había tenido ese problema! Se decía Susan molesta. Lo mas seguro era que Marco Antonio tenía todo fríamente calculado. Sin problemas, totalmente fresco.

Finalmente se decidió por unos pantalones de mezclilla color café y una blusa rosa de manga larga. Perfecto. Ni muy casual ni muy elegante. Perfecta armonía.

Se puso unos aretes rosas, un poco del perfume de su madre, se pinto las uñas, soltó un par de suspiros y risitas bobas, su hermano paso por ahí y le pregunto que si estaba loca, ella le echo una almohada como respuesta y le echo un ultimo vistazo a su habitación.

Solo faltaba una cosa: la cámara.

La tomo y la guardo en su mochila.

Ese día tenía que grabar a Marco.

Mientras, Marco esperaba en la calle a su amiga, esta vez vestido con jeans, una playera café y la gorra del mismo color que ya se le estaba haciendo costumbre usar de lado o para atrás.

En eso vio llegar a Susan, igual de bonita que el día anterior, pero con un andar un poco más nervioso que de costumbre. Recordó que Héctor decía que la chica ya estaba a sus pies y se pregunto si sería cierto, o si más bien, sería al revés.

Pero eso se le olvidó cuando Susan llegó, lo saludo y lo tomo del brazo.

Nada, en serio, nada lo hubiera preparado para el shock que recibió momentos después: Una enorme casa del árbol adornada con un montón de globitos de colores en la mayor parte las ramas. Adentro, un montón de niños desde los 8 años hasta los 12. Y más globos. Y serpentinas. Y un pastel. Y envueltos. Y una mesita llena de regalos.

En resumen era una fiesta de niños, hecha para niños por niños.

Niños.

Su peor pesadilla.

Por suerte, acababa de cumplir los 13 años y no se le notaban tanto.

-Mira- señalo al otro lado de la habitación- ahí están mis amigos, te los voy a presentar-lo tomo de la muñeca y lo jaló hacia sus compañeros.

Suspiró: la música era de "Cómplices al rescate" (N/A: ¿qué querían que pusiera? ¿Pablo y Andrea? Además, de todas las novelas que pasaron para niños, fue de esa la única vez que me compraron el disco)

Los presento, Sofía se rió entupidamente, Jim lo estudio de forma cuidadosa y Ricardo solo dijo "ah". Paco solo lo fulminó con la mirada. Susan sintió peligro y fue a dejar su mochila a su cuarto, con todo y cámara. La sacó, se quedo pensativa y la dejó en su cama. Después regresaría.

Mientras tanto, Paco y Marco hablaban... muy "animadamente".

-Entonces... ¿la conociste en el baile?

-Si- Marco aun no había captado el tono de odio con el que le hablaba el otro- Baila muy bien... y es muy guapa, la verdad

Eso le cayó como un balde de agua fría:
-ah... y muy linda e inteligente.

-Por supuesto.

-La conozco desde antes.

-Si... ¿te ha abrazado?

-No

-A mi tampoco... más bien yo la abrazo mucho.

-¿Aja?

-Si... es que... es guapa... creo que me gusta- confesó poniéndose algo rojo. Sophia, Ricardo y Jim, gracias a dios, se habían ido a dar la vuelta, bueno, Sophia bailaba. Y si Marco creía que eso ayudaría a romper el hielo y de paso a conseguir un cupido, se equivocó. En cambio...

-¡Pero a mi me gusta!- gimió en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Marco lo oyera

Los dos habían abierto los ojos como plato y se veían como si no pudieran creerlo.

Al final, Marco dijo lo que nunca debió haber dicho:
-De todas formas, yo le gusto a ella.

-¡No es cierto!

-¡Si es cierto!

-¡que no!

-¡Que si!

-¿Qué si que?- preguntó una voz a sus espaldas. Los dos se quedaron helados al oírla y apenas pudieron voltear.

-¡Susan, vamos a bailar!- Paco la tomo del brazo y la llevó hacia la sala. En ese momento empezó "sapito" y Marco decidió que sería bueno, bondadoso y justo que el chico tuviera su"primer y último baile con Susan".

Sonriente, aun que molesto y celoso, fue a la bodega. Sabía donde estaba, por que había conseguido un croquis de la casa.

Torció a la izquierda, a la derecha, adelante, se perdió, para atrás, a la derecha, izquierda, izquierda '¡derecha!

La bodega.

Un montón de cajas con armas y algunos vehículos. Más cajas y trajes.

Y el barco.

No era tan grande como había imaginado. No era más grande que un coche.

Entonces se dio cuenta de que ese no era el maldito barco.

En una mesa al lado, se encontraban los planos. Era inmenso. Y no solo eso:
Los KND eran tan tramposos como los adolescentes y adultos. Tenían un plano de la mansión de padre, y según algunas anotaciones al margen, planeaban infiltrarse y atacarla.

-¡Vaya!- murmuro.

En la mansión de padre tenían un espía.

Tomo los planos y los metió a su mochila.

Nueva misión: Averiguar quien era el espía.

Saboreando su descubrimiento, que según él era muy importante, busco una habitación vacía. Entro a una adornada con varios peluches, y al parecer, era la de Susan.

Llamó a Héctor, sentado en la cama y le contó lo que había descubierto:
-¿Ves?- le dijo- Juntarme con Susan tiene sus recompensas.

-Es una niña.

-Pues si, es una niña. Pero sirve ¿no?

-¿Y quien es el espía?

-¿Quién es el espia? No se, intentare sacarle información a Susan.

-¿Qué no te gusta?
A Marco, aceptar que si le gustaba la niña no le pareció buena idea:
-No, no me gusta, solo es por obtener información.

-¿En serio?

-Si.

Colgó y se fue tatareando de nuevo a la fiesta.

Padre lo recompensaría.

Solo que no se dio cuenta de que la cámara estaba encendida.

Y ese fue el detalle que más tarde lo delataría.