Capítulo 4

Un Familiar Inesperado

Durante las primeras 2 semanas Jakotzu era un paño de lágrimas para Rin. Sabía bien que ella lo amaba con locura, pero la condición de su madre no le permitía salir de Marseille. A la tercera semana, su madre empeoró y Rin la mudó con ella, para así tenerla más cerca aunque no eran sus deseos.

-Mamá… aquí está tu cena…

-Rin…

Rin le colocó la bandeja sobre sus piernas y la besó en la mejilla.

-Rin, no quiero importunarte, ponme en un hogar…

-No! Tú eres mi mamá, y si yo puedo cuidarte, te cuidaré.

-Pero hija, sacrificar tu relación con Sesshoumaru por mí no era lo indicado.

-Si me ama, sabrá esperar por mí. Además al momento en que el doctor diga que puedes subir a un avión, nos vamos a Japón.

La madre de Rin sonrió. En el fondo sabía que eso nunca pasaría. Ella le había pedido al doctor que no le dijera a Rin su estado real, que no la quería preocupar.

-Mamá, no está bueno?

-Sí, hija, está delicioso. Tienes unas manos benditas.

Rin sonrió.

Entre penumbras pasó esa semana, cuando Rin se comenzó a acostumbrar a vivir con su mamá, notó que había pasado un mes desde que se separara de Sesshoumaru. Tanto su madre, como el doctor se preocupaban por Rin, ya que se notaba muy delgada, con falta de sueño y muy cansada.

-Tómate unas vitaminas, eso calmaría a tu madre…

-Gracias tío, pero no es lo que necesito.

-Yo bien que me pude quedar con ella. Por qué no te quisiste ir a Japón?

-Yo lo amo, tío, de eso no se puede dudar. Pero no quiero estar tan lejos mientras mi mamá está enferma…

-Yo no dudo que lo ames, ángel, pero nosotros somos unos viejos. Tuvimos una juventud y la disfrutamos al máximo… no queremos verte desperdiciar la tuya en cuidarnos…

Rin sonrió.

-Tío, es lo menos que puedo hacer por ella. Y lo que sea que haga por ti…

-Rin… Amelie es fuerte…

-Lo sé… pero todo lo que ella hizo por mí después de que mi papá nos dejó… debe haber una manera de pagárselo…

El tío de Rin se quitó los anteojos.

-Rin, tu papá… Amelie sabía lo que hacía…

-Él también, no lo protejas tío.

-No lo protejo, pero…

-Por mí, el se puede comer un vidrio. Pero mi mamá no.

-Bien, no hay manera de convencerte de lo contrario… al menos ve a mi consultorio mañana, te haré una prueba de sangre. Quiero que te pongas las vitaminas y lo voy a lograr.

Rin sonrió.

-Está bien, mañana voy sin falta. De verdad que a veces sí me siento bien mal…

……………………………

Inuyasha reconocía que Sesshoumaru estaba completamente cambiado, parecía un león enjaulado, no había quién le hablara y quedara con la cabeza sobre sus hombros. Los rumores de la actitud de Sesshoumaru llegaron a su padre. Y decidió enfrentarlo en su propio ambiente. Entró en la oficina. Sesshoumaru estaba de espaldas a la puerta.

-Quien quiera que sea, no estoy de humor.

-Sesshoumaru…

Sesshoumaru giró en su sillón para encontrarse con su padre.

-Sesshoumaru…

-Qué es lo que quieres, papá? Simplemente te pararás ahí a repetir mi nombre?

-No seas insolente. Tendrás 30 años, pero para mí eres un mocoso.

-Sí, eso me ayuda mucho, gracias.

Inutaisho se acercó a Sesshoumaru y se sentó en la butaca del otro lado del escritorio.

-Hijo, sé bien por lo que estás pasando. Viví eso…

-Tú estás felizmente casado…

-Hablo de tu madre.

Sesshoumaru se interesó en el tema de inmediato. Inutaisho no solía hablarle de ella.

-La conocí cuando era apenas un pasante… y me enviaron a trabajar a Estados Unidos… Hice exactamente lo mismo que tú… hasta que en un viaje, Jenna terminó conmigo porque le habían arreglado un matrimonio…

De repente Sesshoumaru comprendió porqué el secreto sobre la familia de su madre.

-Papá, no es lo mismo…

-Tal vez no, pero cuando volví, nos casamos a escondidas y la traje conmigo a Japón…

-No es lo mismo, ya quisiera yo hacer eso con Rin… pero ella está atada de pies y mano en Marseille…

-Pero espera por ella…

-Y si ella no espera por mí?

-Crees que sea capaz de hacerlo?

-No…

-Entonces esa pregunta es estúpida.

Sesshoumaru sonrió por primera vez en todo un mes.

………………………

Rin no podía creer lo que su tío le decía.

-Tío, por favor no me hagas una broma como ésta…

-Rin, no estoy bromeando. Estás embarazada.

Los ojos de Rin se llenaron de lágrimas al instante.

-Y ahora qué hago, tío?

-Cómo que ahora qué haces? Tú sabías a lo que te exponías…

-No es eso! Tío, no sé qué hacer!

-Cómo que no? Sesshoumaru es el padre, verdad?

-Claro que sí… pero…

-Rin…

-Tío… cómo puedo tener un bebé con mi mamá en las condiciones en que está?

-Eso ni se pregunta, lo tienes y ya… además, yo te ayudaré en todo lo que necesites.

Rin sonrió entre lágrimas y abrazó a su tío.

-Yo te amo Rin, como la hija que nunca tuve… lo sabes?

-Siempre has sido más un padre que un tío…

-Entonces, princesa, no llores. Debes estar feliz…

-Lo estoy, tío… sabes qué? Si es varón, le pondré… Chandler…

El tío de Rin rió a carcajadas.

-A poco dirás que te gusta ese nombre?

-Es bonito… además, te lo mereces…

-No… por qué no mejor me dejas elegirlo?

-Trato…

Ambos rieron. Rin trató incontables veces de contactar a Sesshoumaru, pero su celular estaba apagado, en su casa sólo salía la máquina contestadora y no le respondía los mensajes electrónicos. Al cabo de 3 meses, Rin desistió con el corazón hecho trizas. Cerró la llamada con el corazón en la mano y se recostó sobre Jakotzu que le brindó sus brazos como desahogo.

-Tranquila, Rin…

-Acaso fui un juguete para él y ya me olvidó?

-No lo sé… no lo creo… Se veía muy enamorado de ti…

-Pero no me ha devuelto ni una sola llamada en 3 meses…

-Tal vez deberías enviarle un mensaje y simplemente cuéntale la verdad. Sin rodeos…

-Pero esa no es la forma…

-No contestarle las llamadas a la persona que amas, tampoco es la forma. Vamos, te ayudaré…

Con el corazón en la boca, Rin le escribió el mensaje a Sesshoumaru y se lo envió al correo de la oficina para asegurarse de que lo leería.

………………………………

Rin y Jakotzu elegían las cosas de la habitación del bebé. Cada vez que pateaba, Rin reía a carcajadas.

Después de la cena, Rin, Jakotzu y Amelie estaban viendo una película. Tal vez debido a la risa, el bebé se movía mucho. Rin tomó la mano de su madre y la puso sobre su vientre.

-Vaya! Se mueve mucho!

-Sí, se pasa todo el día así… bueno no tanto, pero se mueve bastante…

-No recuerdo que te movieras tanto…

Rin rió.

-Es que de seguro mi bebé es igual de inquieto que su papá…

Para Amelie y Jakotzu no era ningún secreto que Rin continuaba amando a Sesshoumaru, y nadie más que Amelie la comprendía. Pasaron años para que ella lograra olvidar al padre Rin. Aún sabiendo que él la había engañado.

………………………………

Los meses pasaban y Sesshoumaru no sabía nada de Rin. Mandaba correos todos los días desde su oficina, sin recibir respuesta. Lo que más lamentaba era que le habían robado el celular y no tenía el número de teléfono de Rin. Se lo preguntó a Kagome, pero el que ella le dio era un número viejo.

-(Han pasado 4 meses… qué le habrá pasado?)

Determinado a descubrir la verdad, le pidió a su secretaria que le reservara un vuelo hacia Francia. La secretaria entró con un fólder.

-Señor… sus correos del día de hoy…

-Gracias…

Sesshoumaru se sentó y comenzó a leer los encabezados de cada correo, hasta que reconoció la dirección de Rin. Al leerla, la arrugó ente sus manos y lanzó todo lo que había en su escritorio al piso. Salió de su oficina t canceló todas sus actividades.

-Señor, su vuelo…

-Cancélalo!

Durante los siguientes dos días, nadie supo de Sesshoumaru.

……………………………

Rin entró en su casa mientras acariciaba su crecido vientre. Jakotzu y Chandler ayudaban a Amelie a salir al balcón.

-Hola mamá…

La besó en la mejilla al igual que a Jakotzu y Chandler.

-Traje la cena.

-No debiste molestarte…

-Ustedes cuidan a mi mamá, claro que sí.

Rin les sonrió.

-Tengo calor, iré a darme un baño.

Mientras Rin se daba un baño, recordó en la sensación del agua recorriendo su cuerpo, las caricias de Sesshoumaru. Mientras se enjabonaba el vientre, el bebé pateó, Rin sonrió.

-Tranquilo, mi amor… yo te cuidaré siempre… aún no sé qué eres porque no quieres abrir las piernitas cuando voy al médico…

Sintió dos patadas más, rió.

-Quieres jugar con mami? Sí? A ver…

Rin se daba un leve golpecito y poco después, sentía la patada. Al terminar el baño, se recostó en su cama. Y mientras se acariciaba el vientre, se quedó dormida. Jakotzu entró en la habitación, Rin despertó.

-Disculpa, no quería despertarte…

-Estoy bien. Estaba muy cansada…

-Debes descansar, no quiero que le pase nada malo a mi sobrinito.

Rin sonrió.

-Gracias Jakotzu… por todo…

Jakotzu la besó en la frente.

-Linda, me acogiste en tu familia cuando yo no tenía a nadie…

-SH! Eso no se menciona…

Ambos rieron. Rin lo abrazó.

-Cuando mi familia me rechazó por ser "feliz"… tú me aceptaste y tu familia me acogió como un miembro más de tu familia… y sabes qué? Te lo agradeceré eternamente…

-Jakotzu, no menciones esas cosas…

Rin bostezó.

-Estás bien?

-Sí… Tío dice que es normal que me de mucho sueño.

-Descansa…

Jakotzu se iba a levantar.

-No te puedes quedar? Hasta que me duerma?

-Claro que sí… Quieres saber algo emocionante?

-Qué cosa?

-Anoche, en el bar, conocí a un…

Rin trató de callar su risa.

-Oye, no que aún estás enamorado de… cómo se llama?

-Ah! No! Pues resultó que no. Pero Toddy es tan dulce…

-Sí?

-Sí!

-Y cómo sabes que es tan dulce si apenas lo conociste anoche?

-Ehem! Pues es que…

Rin rió a carcajadas mientras su amigo trataba de ocultar el rubor de sus mejillas.

-Ya comprendo el dulce de Toddy…

-Rin!

-Sólo te daré un consejo como tu hermana mayor que soy. Cuídate, mira lo que me pasó a mí…

-Ay! Cómo crees Rin, si yo no me puedo embarazar… o sí?

Ambos rieron a carcajadas.

-Sabes? Me haré un estudio, por que toda mi vida he sentido que estoy en el cuerpo equivocado…

Rin lo besó en la mejilla.

-No lo creo… creo que te tocó el cerebro equivocado… sabes algo? Cada vez que te veo, pienso lo mismo…

-Qué cosa?

-Que si fueras de mi bando yo sería la primera detrás de ti.

-Pues como hombre gay y orgulloso te digo que si fuera hetero, hace rato que me hubiera casado contigo.

Rin rió y se acomodó en el pecho de su "hermano".

-Pero entonces pienso que me hubiera perdido de tener al mejor amigo del mundo… Porque bastante picaflor que saliste, ah?

Después de unos minutos, Rin se quedó dormida. Jakotzu la besó en la mejilla y salió de la habitación en silencio.

-Como esta?

-Está bien, sólo está cansada.

Amelie sonrió.

-Gracias, Jakotzu.

-Gracias a ti, mamá…

Jakotzu se marchó, prometiendo volver más tarde.

…………………...

Inuyasha llega tarde en la noche a su casa. Encontró su cena servida y tapada en su puesto en la mesa del comedor, no tenía mucha hambre así que la guardó en la nevera. Llegó a la habitación de Kira, y notó la cuna vacía. Fue a la habitación de Kagome y la cama estaba sin tocar. Entonces escucha sus voces tras la puerta del baño. Kagome abre la puerta mientras carga a Kira y las dos salen del baño vistiendo sus pijamas.

-Papa!

Inuyasha sonrió y la recibió con los brazos abiertos. Luego de llenarla de besos, le permitió dormirse sobre su pecho. Luego de dejarla en su cuna, cuando volvió a su habitación, Kagome notó una mirada extraña en su marido.

-Inu…

-Te amo…

Inuyasha se acercó a ella y la besó apasionadamente sin darle oportunidad a nada más que para separar sus labios y permitir el paso de su lengua a su interior.

-Inu…

-Te amo tanto Kagome…

Kagome sonrió y lo dejó desvestirla mientras la hacía acostarse en la cama.

-Mi amor…

-Te extraño… perdóname por descuidarte…

Kagome negó con la cabeza ligeramente.

-No tengo nada que perdonarte mi amor…

Inuyasha la besó apasionadamente mientras se acomodaba entre sus piernas, se movía y la rozaba como si le hiciera el amor, pero aún vestido. Kagome movió sus manos y con cierta agilidad le abrió el pantalón para así acariciarlo ya erecto. Le quitó la camisa mientras entre besos él se deshacía de su pantalón. La acarició asegurándose que no le haría daño al entrar en ella.

-Mi amor…

Inuyasha rozó sus sexos en un juego tortuoso y extremadamente sensual, que lograba que sus cuerpos se tensaran más. Finalmente su mujer mueve sus caderas haciéndolo entrar en ella.

-Ohhh! Kagome!

Inuyasha la penetró hasta estar completamente dentro de ella, arrancándole más de un gemido.

-Mi amor!

Inuyasha se movía lentamente sobre ella, saboreando su piel de a poquitos, disfrutando cada gemido y cada suspiro, sintiendo cómo lo aruñaba en un intento desesperado por evitar que se alejara de ella. La besaba tomándose su tiempo mientras continuaba moviéndose de aquella manera tan deliciosamente lenta en la que la sentía en toda su profundidad, aquello le provocaba estremecerse.

-Kagome… mi Kagome… Oh! Kami, mi amor!

Kagome creyó que se estaba volviendo loca. Sentía que todo su cuerpo iba a estallar, la cabeza le daba vueltas y se sentía intoxicada por la nube de amor y pasión que los rodeaba, todo su cuerpo temblaba ante el inminente orgasmo. Atrapó a su marido entre su carne mientras todo su cuerpo se estremeció de forma violenta a la vez que gritaba su nombre a los cuatro vientos. Su marido colapsó sobre ella mientras liberaba toda su cremosa esencia dentro de su mujer.

…………………………

Inuyasha le llenaba el cuello y hombro de besos mientras deslizó su mano por su cintura y cadera, elevó la pierna de su mujer un poco más para facilitarle la penetración desde aquella posición mientras le llenaba la espalda de besos y la estimulaba con su mano.

………………………………

Kagome salió de su letargo para notar que apenas amanecía. Se movió para que su marido abandonara su interior. Él sonrió y la besó con ternura.

-Eres hermosa, mi amor…

Volvió besarlo mientras se acomodaba en su pecho. Se quedó despierta mientras escuchaba sus latidos calmarse poco a poco.

-Mi amor…

Al no recibir respuestas, levantó la cabeza para descubrir que su marido dormía plácidamente. Lo besó en los labios con ternura y volvió a acomodarse en su pecho.

Cuando Kagome despertó, era más de media mañana, lo supo porque vio el despertador de Inuyasha, y también estaba acostada sobre él.

-Oh! Kami!

Kagome se levantó de golpe, no podía creer que no se había levantado. Inuyasha despertó exaltado por aquellos movimientos bruscos.

-Inuyasha, nos quedamos dormidos!

-Tranquila…

-Y Kira? Kami…

-Kagome…

-Tenía que ir a la oficina…

-Kagome, cálmate…

-Pero es que…

-Kira está en el colegio, llamé a tu oficina y dije que estás enferma y yo no iré a trabajar hoy…

-Pero por qué no?

-Porque estoy cansado. Y porque quiero estar con mi bella y hermosa esposa.

Kagome estaba sentada sobre sus piernas de frente a Inuyasha, completamente desnuda. Inuyasha tenía el pecho desnudo y la sábana lo cubría de la cintura hacia abajo. Se incorporó y acaricio su rostro.

-Buenos días, mi amor…

La besó con ternura, ella sonrió y volvió a acomodarse en su pecho.

-Cómo dormiste?

-Hm! Rico! Como tenía tiempo que no lo hacía…

-Amor, perdóname… estoy haciendo lo que te prometí que nunca pasaría…

-Yo comprendo Inuyasha… no es fácil…

Inuyasha sonrió y acarició sus mejillas.

-Tengo a la mejor esposa del mundo… te amo…

Kagome sonrió.

-Yo también te amo… me daré un baño y vuelvo contigo…

-No…

-Pero es que tú hueles tan rico… y yo debo apestar a todo…

Inuyasha rió a carcajadas.

-Y me vas a dejar solito con mis ganas?

-Ganas de qué?

Kagome movió sus piernas y pudo sentirlo erecto.

-Inuyasha!

Inuyasha tenía una sonrisa arrogante y un brillo que Kagome no pudo reconocer.

-Mi amor…

……………………………………

Kagome trataba de recuperar la respiración.

-No tienes remedio…

Inuyasha estalló en carcajadas. Kagome lo besó en el pecho y se acomodó en el mismo.

-Mi amor…

Kagome apoyó la barbilla en su pecho. Inuyasha acarició sus mejillas y sus labios.

-Qué pasa?

-Puedo pedirte algo?

-Puedes pedirme lo que quieras.

-Seguro?

-Completamente. Qué quieres?

-Quiero tener otro bebé…

Inuyasha no dijo nada, se perdió en la mirada castaña de su mujer. Embobado, no notó como su expresión se ensombreció. Kagome lo besó en el pecho y se acomodó en el mismo. Lo abrazó con fuerza mientras desechaba la idea de tener más hijos.

-"Tranquila, Kagome. Siempre supiste que no le gustaban los niños. Pero tienes a Kira…"

-(Sí, pero siempre quise tener más de uno... supongo que es verdad. No puedo pedir más de él…)

-"Acaso vas a llorar?"

-(Claro que no!)

Sin embargo, Kagome sentía que los ojos le ardían. Esperó un buen rato con los ojos cerrados y luego se fijó en su marido que dormía mientras la abrazaba. Se levantó y se dio un baño. Al bajar las escaleras, vio una foto de ella con Kira a los pocos días de nacida. Sonrió mientras se pasaba las manos sobre su vientre. Llegó a la cocina y empezó a lavar los platos del desayuno de Kira e Inuyasha. Se paralizó al sentir unos brazos, pero luego se calmó al reconocer a Inuyasha besándola en el cuello mientras rodeaba su cintura con sus fuertes brazos.

-Mi amor…

-Tienes hambre?

-Sí… pero de ti…

Kagome rió mientras esquivaba las manos de su marido que se metían debajo de su camisa.

-Quédate tranquilo!

Inuyasha rió mientras respiraba sobre su cuello.

-Qué haces?

-Lavo el reguero que me guardaste. Pudiste echarles agua, cuando menos.

-Lo olvidé…

Kagome continuó lavando los platos. Al terminar y mientras se secaba las manos, Inuyasha la hizo girar y la besó apasionadamente.

-Te amo…

-Y yo a ti… Hm! Mi amor, qué quieres comer?

-Lo que sea…

-Prepararé la comida…

-No. Comeremos en un restaurante. Quiero que te relajes…

Inuyasha la besó nuevamente y la sacó de la cocina. Estaban en la sala, Inuyasha se recostó del regazo de Kagome, ella acariciaba su rubia melena. Más tarde fueron por Kira al colegio. Era poco usual que Kagome lo hiciera, por lo que al verla, corrió a ella lo más rápido que pudo.

-MAMA!

Kagome la recibió en sus brazos y la levantó en los mismos mientras la besaba en la mejilla.

-Hola, mi amorcito!

En el auto y en el restaurante, Kira no se separaba de Kagome.

-Mira, papa. Mama está con nosotros!

-Sí princesa…

Al llegar a la casa, Kagome la ayudó a hacer su tarea. Y luego de darle un baño.

-Mientras juegas, te haré un rico postre, sí?

-Sí!

Kagome recibió con una sonrisa el abrazo que le daba su pequeña.

-Mama, no puedo hacerlo contigo?

-Claro que sí, mi amor…

Inuyasha fingía interesado en el programa de televisión, pero le interesaba más ver a su esposa y a su hija reír felices mientras preparaban un dulce.

-No, así no… mira, les tienes que quitar la parte verde. Así…

Kagome le enseño a limpiar las fresas. Partió una por la mitad y se la dio a Kira.

-Ves que es rico?

-Sabe raro, mama… pero después si…

Kagome sonrió.

-Ahora vas a mezclar esto… lo haces así…

Inuyasha entró en la cocina por un vaso de agua, y se quedó viendo de más cerca. Kagome se le acercó y le puso un trozo de fresa en la boca y lo besó con ternura.

-Hm! Deliciosa!

-La fresa o mi mama?

Inuyasha y Kagome cruzaron miradas.

-Oye! Estás demasiado atrevida! De dónde sacaste eso?

-Nada… pero tú siempre le dices a mi mama que está deliciosa…

Inuyasha rió a carcajadas.

-Las dos…

Cuando el postre estuvo listo, lo degustaron, Inuyasha las besó a las dos.

-Delicioso! Mi princesa va a cocinar igual de rico que su mamá!

Rieron. Estuvieron el resto de la tarde juntos. Ya en la noche, Kagome la llevó a su cama.

-Mama, cuándo lo hacemos otra vez?

-Qué cosa, mi amor?

-Hoy…

-Hicimos muchas cosas hoy…

-Así como hoy, estar juntas después del colegio…

Kagome sonrió y la besó en la mejilla.

-Ya veremos. Descansa, mi amor…

-Te quiero mucho, mami…

-Yo también te quiero mucho…

-Mama, navidad está cerca?

-Sí.

-Ya sé qué pedirle a papá Noel.

-Sí? Qué cosa?

-No quiero juguetes…

-Ah, no? Y qué quieres?

-Un hermanito…

Kagome sonrió sorprendida por la coincidencia.

-No creo que se pueda eso, mi amor…

-Por qué no?

-Por que cuando se trata de un bebé, papá Noel no puede hacer esos regalos. Él nos lo dice a los padres y nosotros nos encargamos de eso. Pero tu papá y yo no podemos tener otro bebé.

-Por qué no?

-Porque los dos trabajamos mucho... pide tus juguetes, mi amor…

-Demo…

-No se puede. No lo pidas.

Kagome la besó en la frente y esperó a que se durmiera antes de salir con el corazón en las manos. Entró en su habitación, donde Inuyasha se ponía el pantalón de su pijama. Lo abrazó y lo besó.

-Qué pasa, mi amor?

-Gracias…

-Por qué?

-Por darme el mejor de los regalos. Sé que no te gustan los niños, pero aún así me diste una hija… gracias…

Kagome volvió a besarlo. Inuyasha la abrazó.

-Kagome, sabes que amo a Kira, verdad?

-Sí, lo sé…

-Entonces no tienes que agradecerme nada…

Ya estaban acostados. Kagome descansaba sobre el pecho de Inuyasha.

-Kagome…

-Hm!

-Estabas dormida?

-Casi…

-Quiero decirte que si…

-Ah?

-Está bien…

-Qué cosa, mi amor? No te entiendo…

-Tener otro bebé…

Kagome sonrió y lo besó.

-Te amo, Inuyasha, pero mejor no…

-Por qué?

-Porque no te gustan los niños…

Inuyasha guardó silencio. Kagome lo besó en la mejilla.

-Gracias…

Kagome estaba dormida cuando Inuyasha la despertó nuevamente. Pero ésta vez, de una forma muy peculiar. Kagome despertó mientras se escuchaba a sí misma gemir al sentir los labios de su esposo entre sus piernas.

-Ih…

Inuyasha sonrió y se deslizó sobre ella como cuchillo caliente entre la mantequilla.

-Ah!

-No pude contenerme…

Inuyasha se movía mientras saboreaba sus senos y su piel. Kagome se sentía diferente, pero no se imaginaba lo que era.

-Ah! Mi amor!

Finalmente ambos sucumbieron al placer a la vez. Kagome se acomodó en su pecho.

-Inuyasha, eres un pervertido!

Inuyasha rió divertido.

-Sabes qué acabo de hacerte?

-El amor?

-Aparte de eso…

-No sé… yo me concentré en hacer el amor…

Inuyasha rió y alcanzó algo sobre su mesita de noche. Al verlo, Kagome se sonrojó hasta las orejas y se lo quitó de las manos.

-Inuyasha! Cómo pudiste!

-De verdad quieres que te explique?

-Tonto! Por qué lo hiciste? No uso nada más como anticonceptivo!

-Lo hice porque quiero otra hermosa bebita como su hermosa madre…

-Inu!

-Te amo, Kagome… y me gustan nuestros niños…

Kagome lo abrazó emocionada.

-Inuyasha!


N/A: (risa malvada) ahora es que falta mambo!

Gracias a mi manita del alma, Ceci, Lou, Esme, Eli, te deseo lo mejor para ti y tu bebé, Mary, espero que te pongas al día, Amy Gora, Clo, HawkAngel, Karina, FENIXGIRL, Saya, Atori-chan, Fabisa… jeje, si me falta alguien acepto tomatazos.

(Me siento tan bien de tener tantas lectoras! Pero tan mal a la vez cuando no las recuerdo. Ustedes se merecen que las recuerde siempre, lamentablemente, soy terrible para los nombres ...Es algo de familia… Recuerden dejar sus reviews, y así me aseguro de no olvidar a nadie, a veces extraño los reviews cuando no me los dejan y pienso qué le pasará a Lou o a Syren888… jjeje son ejemplos. Espero que les haya gustado)

Besitos

Mizuho