Capítulo 8

El Dolor de Mi Corazón

Tanto Rin como Sesshoumaru no volvieron a hablar del beso en la oficina. Sesshoumaru firmó los papeles inmediatamente y se los llevó a Kagura.

-Estás loco si crees que los firmaré…

Sesshoumaru tiró sobre la mesa sus fotos con Naraku. Estaban caminando por una acera.

-Y? Eso no dice nada.

-Tengo muchas más que explican muchas cosas. Este divorcio se procesó con adulterio como móvil, así que firma la maldita cosa.

Kagura decidió firmar para salir de Sesshoumaru. Con una sonrisa arrogante, le robó el momento de gloria que le daba su nueva libertad. Recibió el cheque que Sesshoumaru le extendió.

-Te puedes quedar con el apartamento, no me interesa.

-Y qué haces que no me devuelves mi hija?

-Nunca volverás a acertarte a mí hija.

Kagome estalló en una sonora carcajada.

-Tanto la quieres? Cuánto estás dispuesto a pagar?

-Eres una zorra!

-Tal vez, pero al menos estoy segura de que si vamos a la corte, no te la darán.

-Te vas a podrir en el infierno!

-Acéptalo, Sesshoumaru, esa niña no es tuya, ni siquiera se parece a ti.

-CÁLLATE!

Sesshoumaru por primera vez en su vida se atrevió a golpear a una mujer. Kagura tenía las dos manos sobre el lugar donde Sesshoumaru descargara una cachetada.

-No te quiero volver a ver cerca de mi hija, nunca más! Me escuchas! Nunca más!

Sesshoumaru salió del lugar como alma que se lleva el diablo. Llegó a su apartamento y se vio al espejo sin poder reconocerse. Tenía que ver a Megan. Pero en su estado no podía ir a la casa de Rin.

Rin puso los platos sobre la mesa ante James y Megan. Los pequeños engulleron sus tostadas y los revoltillos de huevo con jamón y queso que Rin les había preparado. Satisfecha de verlos comer, Rin se sentó un rato y se preguntó cómo le habría ido a Sesshoumaru al conseguir la firma de su divorcio. Se permitió soñar con volver a su lado, pero entonces recordó que ese no era el Sesshoumaru que ella amó. Pero empezaba a sospechar que él nunca se enteró de que James es su hijo. Ahora, tenía que aclarar eso y decirle la verdad si era necesario. Por otro lado, a través de Inutaisho y en una conversación casual, salió a flote el hecho de que siendo los genes Kazami tan fuertes, James pareciera más Kazami que Megan. Aquello le provocó escalofríos. El parecido de James con Sesshoumaru era cada vez más obvio.

Una vez que los niños terminaron de comer, Rin les puso una película infantil mientras lavaba los platos. Apenas terminaba cuando sonó el timbre de su puerta. Al abrir, vio a un Sesshoumaru derrotado y muy cansado, envejecido en minutos.

-Sesshoumaru!

-Rin! Ayúdame!

Sesshoumaru la abrazó con fuerza mientras dos lágrimas escaparon de sus ojos ambarinos.

-Sesshoumaru, qué pasó?

Sesshoumaru consiguió la paz que necesitaba en los brazos de Rin.

-Papa… papi… estáz enfedmo?

Sesshoumaru sonrió y soltó el abrazo que mantenía con Rin para arrodillarse y abrazar a su hija.

-Te amo, princesa…

La pequeña lo abrazó con fuerza.

-Yo también te quiedo papi…

Rin sonrió con los ojos aguados. James haló su mano, ella lo cargó y lo besó en la sien.

-Mama, por qué lloras?

-No importa mi amor… tu mama es una llorona…

James la besó en la mejilla. Luego de varios minutos, James y Megan se fueron a jugar a la habitación de James. Rin le preparó un té a Sesshoumaru y logró así que se calmara.

-Sesshoumaru, qué pasó? Estabas tan feliz cuando trajiste a Megan…

-Rin, quiero una prueba de ADN.

-Qué! De quién?

-De Megan… Rin, Kagura me la quiere quitar, dice que no es mi hija. Y yo no se la puedo dejar…

-Sesshoumaru, si no es tuya, y lo pruebas con ADN, tendrás que devolvérsela a tu mujer…

-Ex mujer, ya firmó.

-Por Kami… Sesshoumaru… si ella lo dice…

-Rin, esa niña es mía… es mía... ponte en mi lugar, tú misma has tenido que criar a tu hijo sola, y si ahora aparece alguien y te lo quiere quitar…

-Eso nunca!

-Por eso mismo…

-Pero es diferente, Sesshoumaru… yo soy su madre, nació de mí… salió de mi cuerpo, no es lo mismo… yo sé quién es el padre de mi hijo y eso no va a cambiar nunca…

-Entonces…

-Si ella lo dice, es posible que tenga la razón…

Sesshoumaru bajó la cabeza.

-Rin… te voy a ser sincero… sin esa niña… yo me muero… sin mi hija, yo me muero…

Sesshoumaru colapsó sobre su regazo. Rin sintió que el corazón se le encogía. No sólo por colocarse en su lugar, sino que darse cuenta que Sesshoumaru ni siquiera sospechaba que James era su hijo.

……………………………………

Sesshoumaru despertó con Megan pegada a su pecho y la besó en la sien. Se levantó con cuidado de no despertarla.

-Puede ser que te parezcas a mi mamá… a su familia…

No dejaba de pensar en eso a sol ni luna. Le preparó un desayuno que sabía de sus favoritos y sonrió.

-Era mi favorito desde niño…

Cuando la pequeña despertó, fue hasta la cocina estrujándose los ojitos.

-Papa…

-Ya te despertaste!

Sesshoumaru la llevó al baño y probando el agua primero, la bañó y la vistió. La iba a peinar, pero ella lo detuvo.

-Papa, matte…

-Qué pasa?

-Din me degadó un cepillo como el de ella…

-Sí? Dónde está?

La pequeña buscó entre sus cosas el cepillo y se lo pasó a Sesshoumaru, quien se esmeró en peinarla y desenredar hasta la última hebra.

-Lista, estás hermosa, como siempre…

La pequeña sonrió y abrazó a su papá. Luego del desayuno, Megan esperó paciente a su papá que terminara de prepararse. Una vez listos, la llevó al colegio. Al dejarla en el aula, se encontró con Rin que dejaba a James en la misma. Los pequeños se saludaron con un abrazo y se sentaron juntos.

-Te puedo llevar?

-No creo que…

-Tengo que hablar contigo…

-Sobre qué?

-Por favor…

……………………………

Todo aquello quedó pospuesto, cuando Rin recibió una llamada de Inuyasha, diciéndole que Kagome estaba en labor de parto. Llegaron al hospital en cuestión de minutos. Inuyasha estaba más que nervioso. Estaba fuera de sí, se veía pálido y completamente alterado.

-Inuyasha, cálmate…

-Rin, ella no puede dar a luz…

-Deja que los médicos hagan su trabajo…

-Es que no entiendes… estábamos discutiendo…

-Ella te va a perdonar… sea lo que sea…

-No, Rin, es mi culpa… es mi culpa…

Al cabo de 45 extenuantes minutos, un doctor fue a la sala de esperas. Inuyasha lo reconoció.

-Felicidades, tiene usted una hermosa niña…

-Niña?

Inuyasha sonrió y abrazó a Rin.

-Cómo está mi esposa?

La expresión del doctor fue otra.

-Aunque las condiciones de la niña son excelentes… la señora se encuentra en un estado grave…

-Tengo que verla…

-Ahora mismo está en recuperación. Tan pronto despierte, la llevaremos a una habitación…

Aquellas palabras fueron la estocada final e hicieron que Inuyasha se desplomara. Sesshoumaru sabía que antes de Kagome, Inuyasha era un enclenque, bueno para nada, un irresponsable y un cero a la izquierda. Él no era el fuerte de Kagome, como muchos creían. Ella era el suyo.

……………………………………

Kagome terminó necesitando sangre de emergencia y no había de su tipo disponible en el banco de sangre, pero al ser igual al de Rin, ella se ofreció. Inuyasha le estaba eternamente agradecido. Para el día siguiente, Inuyasha estaba con la bebita en la habitación de Kagome, ella despertó.

-Hola, mami… despierta ya para que me conozcas…

Kagome sonrió y notó que todo era rosa.

-Inu…

-Hola, mi amor… cómo te sientes?

-Estoy bien… porqué está todo rosa?

-Porque no tenemos un bebé. Tenemos una bebita.

Kagome no pudo evitar las lágrimas y extendió sus brazos para cargarla.

-Perdóname, mi amor… lo siento tanto… no te lo imaginas…

-Inuyasha, estoy bien…

Inuyasha le pasó la pequeña mientras la besaba en la mejilla.

-Es hermosa, mi amor… como tú…

Kagome la sostuvo entre sus brazos.

-Gracias, Kami… gracias…

Besó a su pequeña en la cabeza.

-Está perfecta, ya le dieron de alta… pero tú te quedarás unos días más.

-Por qué?

-Te debilitaste mucho, te hicieron una transfusión…

-Pero…

-Rin fue la donante…

Kagome sonrió.

-Inu, quiero que Rin sea la madrina…

-No puedo estar más de acuerdo.

Sonrieron, Inuyasha la besó en la sien mientras ella se recostó de su pecho para ver a su bebita.

-Qué nombre le pondremos?

-Sabes? Me gusta mucho Mara…

-Es bonito… y a ti, mi amor, te gusta tu nombre? Sí? Mara?

Inuyasha sonrió.

-Kami, Kagome! Me asusté tanto! No te puedes imaginar…

-Estoy bien, mi amor… y Kira?

-Donde papá…

Kagome vio a su pequeña Mara nuevamente.

-Es un milagro, mi amor… es un milagro…

Inuyasha la besó con ternura.

-Te amo, Kagome…

-Flashback-

Kagome llegó a su casa cerca de las 9 de la noche, dejó su abrigo de invierno colgado y continuó al interior de la casa. Inuyasha bajaba las escaleras y al verla, sonrió y la abrazó con fuerza mientras le llenaba el rostro de besos.

-Hola, mi amor…

-Te extrañé tanto…

Ambos sonrieron y se besaron apasionadamente. Inuyasha acarició el vientre que apenas daba señales de una vida en su interior.

-Cómo estás? Cómo está mi bebé?

-Mejor imposible. Y Kira?

-La acabo de dormir. Se durmió enojada, porque no viniste.

Kagome subió las escaleras, seguida por su esposo que llevaba su maleta, entró en la habitación de Kira y la besó en la frente. La pequeña despertó y al verla la abrazó de inmediato.

-Mama!

-Hola, mi amor… perdóname por llegar tan tarde, tenía mucho trabajo…

-Te quiero, mama…

-Y yo a ti, mi cielo… ahora es hora de dormir… mami está cansada, mañana tendremos todo un día para nosotras.

Kagome la besó nuevamente y se quedó con ella hasta que se durmió. Al entrar en su habitación y no ver a su esposo, decidió bajar las escaleras, pero tampoco lo vio abajo, volvió a subir y al entrar al baño, lo vio preparando la tina.

-Tienes hambre?

-Hace frío en el polo norte? La verdad es que tengo varios días con un malestar…

Inuyasha sonrió y se puso de pie.

-Qué tal si te das un rico y relajante baño y yo te preparo algo de comer?

-Qué tal si me acompañas y mañana resolvemos ese otro asunto?

Inuyasha la haló por la cintura haciéndola quedar completamente pegada a él.

-Me gusta más tu idea…

Se besaron apasionadamente.

……………………………

Esa misma madrugada, Kagome despertó con el mismo dolor que sentía desde una semana atrás. Al remover las sábanas para levantarse, el horror de ver tanta sangre fue tal que el grito no sólo despertó a Inuyasha, sino a Kira también.

10 minutos más tarde estaban en la sala de emergencias, a Kagome la transfirieron a cirugías. Mientras, Inuyasha cargaba y calmaba a su pequeña. Cuando el médico salió, una hora más tarde, Inutaisho e Izayoi estaban con Inuyasha. El doctor le dijo que el embarazo había sido en las trompas y que gracias a que actuaron rápido la vida de Kagome no se comprometió. Sin embargo, había perdido a su hijo. Inuyasha se desplomó de rodillas al instante en que supo la noticia.

De la nada, Kagome tuvo que sacar fuerzas para seguir, la depresión que embargó a Inuyasha fue tal, que dejó de comer, varias veces lo descubrió llorando amargamente mientras tenía algo del bebé en sus manos.

Una mañana despertó y Kagome estaba recogiendo todas las cosas que habían comprado y que les habían regalado. Las metía en cajas. Inuyasha trató de detenerla.

-Qué haces!

-No puedo tener un santuario. Inuyasha, han pasado 6 meses!

Inuyasha bajó la cabeza, Kagome lo abrazó.

-Mi amor… Inuyasha… yo ya no puedo más… no soporto verte así, ni a Kira…

-Era mi hijo…

-Lo sé, era mío también… pero no estaba destinado a nacer, mi amor… no estaba destinado a nacer…

Inuyasha la abrazó con fuerza hundiendo su rostro en su larga melena azabache.

-Podemos volver a intentarlo, mi amor… dentro de poco, podemos volver a intentarlo…

-No te quiero perder a ti también…

-Pero mi amor…

-Te puse en peligro…

-No, no fue así. Inu, no fue culpa tuya, ni mía, ni de nadie…

Inuyasha se arrodilló frente a ella y la besó sobre la marca de la cirugía. Kagome acarició su melena rubia platinada.

-Inuyasha, más por ti que por mí, debemos seguir adelante… por Kira…

La pequeña era la adoración de su padre, pero después de eso, lo fue aún más.

Casi un año después, pidiéndole completamente sinceridad al doctor, el mismo les apagó la llama de esperanza que mantenían ardiente, cuando les dijo que las posibilidades de un nuevo embarazo eran casi nulas.

Renuente a aceptarlo, Inuyasha la llevó a cuanto especialista hubo en Tokio con el fin de lograrlo como fuese.

-Fin del Flashback-

El resultado del quinto intento de inseminación dormía plácidamente entre los brazos de su madre. Inuyasha la acomodó en el moisés, consciente de que su hija pesó 8 libras al nacer y que Kagome aún estaba débil. Se acomodó al lado de su esposa y la besó con ternura. Ella lo abrazó.

-Gracias, mi amor… gracias…

Kagome sabía bien que de no ser por la perseverancia de su esposo, Mara no sería parte de su familia.

Con el permiso del médico y con ayuda de Inuyasha, Kagome se puso de pie y se dio un baño. Apenas se volvía a acomodar en la cama cuando Rin y un enorme oso de peluche entraron en la habitación.

-Hola…

-Hola! Y James?

-Aquí!

-Se convirtió en oso de peluche?

El pequeño dejó al oso a un lado y salió de detrás del mismo. Eran sorprendentemente del mismo tamaño. Rin sonrió y se acercó a Kagome.

-Él insistió en que es un hombre y que él debía cargarlo. Cómo te sientes?

-Como un trinquete!

Kagome señaló su brazo mostrando sus músculos. Rin sonrió.

-Me alegro. Y la pequeña...

-Mara...

-Mara, es bellísimo ese nombre!

Inuyasha le señaló el moisés.

-Ya le dieron de alta…

-Kami, es preciosa!

Kagome e Inuyasha sonrieron tomados de la mano y abrazados.

-Rin, queremos que seas la madrina de Mara…

Rin sonrió ampliamente.

-Es un gran honor… pero eso debería ser algo de la familia…

-Y quién dijo que no eres parte de la familia? Además, aparte de todo y que conste que ya lo tenía pensado… me salvaste la vida…

-Eso no se dice…

Los tres rieron, James haló la mano de Rin.

-Dime, mi amor…

-Yo quiero ver a la bebé…

Rin sonrió e Inuyasha y Kagome se sorprendieron.

-Y ya habla tan bien?

-Sí, aprendió a la velocidad de la luz.

-Cuál es el secreto?

-Le dejé de hablar en francés.

-Pero lo va a olvidar.

-No, ahora que sabe japonés, se los mezclaré. Los aprenderá los dos a la vez.

-Entonces? Qué dices?

-Acepto encantada.

La pequeña despertó y Rin la cargó.

-Es hermosa… simplemente…

-Perfecta…

Rin sonrió y se acercó a Inuyasha para pasársela, pero antes, se bajó para presentársela a James.

-Mi amor, ella es tu prima Mara.

-Ma-ra…

-Sí, ella nació ayer… es la bebita que estaba dentro de la barriguita de Kagome.

-Es hermanita de Kira?

-Sí.

-Es muy bonita, mama…

-Verdad que sí?

James se inclinó sobre la pequeña y la besó en la mejilla. Rin sonrió.

-Cuando puedo jugar con ella?

Todos rieron.

-No, mi amor… Mara es muy pequeña, pasará un buen tiempo antes de que puedan jugar juntos.

Rin le pasó la pequeña a Kagome. Sesshoumaru entró en el justo momento en que Kagome amamantaba y por respeto esperó afuera.

-Papa, qué hazemoz aquí?

-Vamos a conocer a tu primita que nació ayer.

-Papa, cómo yo era cuando nací?

-Eras preciosa, como ahora. Muy chiquita, me cabías en las manos así…

Juntó sus dos manos y las entrecerró.

-Tus manitas eran pequeñitas pero muy fuertes y me apretabas los dedos, te gustaba apretarme el meñique y te lo llevabas a la boca. Tus ojos grandotes como faroles… sabías que tu primera sonrisa fue cuando me viste?

-No…

-Yo estaba de viaje, y cuando llegué, tu estabas en tu cuna llorando y cuando te cargué, dejaste de llorar y sonreíste. No tenías ni un solo diente, pero igual de hermosa como ahora.

-Verdad que yo me padezco a ti?

-Sí, mi princesita.

Sesshoumaru la besó en la frente y la pequeña se acomodó en su hombro, con sus manitas alrededor de su cuello, jugaba a sus espaldas con la melena platinada de su padre.

-Papa, dame un chin de tu cabello, pada yo padecedme maz a ti…

Sesshoumaru rió a carcajadas. Nunca sospechó que Rin fue testigo de aquel intercambio. Ahora más que nunca estaba segura de las palabras de Sesshoumaru. Perder a esa niña, sería como sentenciarlo a muerte. Pero igualmente estaba segura, ahora a más de un 50 por ciento de que esa niña no era la hija de Sesshoumaru.

Abrió la puerta por completo y entonces se encontraron de frente.

-Rin…

-Sesshoumaru…

James salió corriendo al encuentro de su gran amigo.

-Hola! Cómo estás?

-Bien! Ven a ver! Tengo una prima nueva!

Sesshoumaru sonrió.

-Entraré cuando termine de comer…

-Ya terminó. Ven a verla! Es muy linda!

Sesshoumaru entró con Megan en brazos, pero ya adentro, la niña le pidió bajar.

-Hola…

-Sesshoumaru…

-Cómo te sientes?

-Bien.

-Y la princesa?

-Está de maravillas. Inu…

Inuyasha se la pasó a su hermano. Sesshoumaru sonrió al tenerla en sus brazos.

-Una auténtica Kazami.

Los evidentes cabellos platinados que asomaban en la cabellera de la pequeña y los ojos pardos, eran un rasgo indiscutible de la herencia genética Kazami. Esto hizo que Rin se detuviera a pensar que entonces sí era posible que Megan fuese hija de Sesshoumaru. James no tenía dichos rasgos al momento de nacer, sin embargo era irrefutable sobre quién era su padre. Sonrió al verlo con Mara en brazos.

-Sesshoumaru, quiero que seas el padrino de Mara…

Sesshoumaru sonrió ampliamente.

-Con gusto…

Rin no podía creer lo que escuchaba. Vio a Kagome que le guiñó el ojo y tomó una nota personal de hablar con ella.

-Rin es la madrina…

Sesshoumaru levantó la mirada y le sonrió.

…………………………………

Rin despertó y vio su reloj. Medianoche. Continuó escuchando el golpe constante de la puerta de su apartamento. Se levantó cerrándose la yukata y besó a James en la cabeza. Abrió la puerta del apartamento para encontrarse con un Sesshoumaru derrotado, los ojos rojos por las evidentes lágrimas y un papel en las manos.

-Por Kami! Qué te pasó?

Kagura lo citó a una corte para pelear por la custodia de la niña.

-Dónde está Megan?

-Se la llevó…

-Cómo?

-Con unos oficiales de la corte… Rin, va a sufrir…

-Sesshoumaru, estás completamente seguro de que es tu hija?

-La amo y eso me basta!

-Claro que sí, pero me refiero a una manera de ganar la batalla.

Rin le dio un poco de agua y esperó a que se calmara.

-Me refiero a probar que la maltrata, inmediatamente perdería el derecho de quedarse con ella, entonces rematas con el ADN…

Sesshoumaru respiró aliviado. Parecía como si volviera a ver la luz. Durante el último mes no había visto mucho a James y eso relajaba a Rin, James se parecía demasiado a Sesshoumaru. Afortunadamente sus ojos parecían abrazar el verde de su madre y conservaba el pelo negro, aunque inequívocamente, rechazando los rizos, legado de su madre y tan lacios como la sedosa melena de su padre. Rin logró calmar a Sesshoumaru.

-Mañana irás a esa audiencia y dirás todo lo que sabes que ella le hace. Entonces, ella alegará que no eres su padre y tú pedirás la prueba de ADN.

James se levantó y fue hasta la sala estrujándose los ojitos. Con su pijama azul de aviones y cohetes y un cohete de peluche bajo el brazo, se acomodó inconscientemente entre los brazos de su madre, creyendo quizás que estaba trabajando. Rin supo que lo había hecho prácticamente sonámbulo y lo besó en la sien.

-Me estoy volviendo loco…

-Qué pasa?

-Me he obsesionado con buscar parecidos entre Megan y yo… y los encuentro en James…

-Es…

-Imposible, lo sé… el padre de tu hijo es pelirrojo, con pecas y ojos azules…

La única persona conocida de Rin con esa descripción era su amigo Brodin. Tragando un suspiro se aseguró al 100 por ciento que Sesshoumaru no sabía que James era su hijo. Una nueva interrogante invadió su mente. A dónde fueron a parar los cientos de mensajes que le envió, correos, cartas, llamadas? De repente Sesshoumaru era otro. No olvidaba la conversación en su oficina, y mucho menos que llamara a su hija Megan. La misma Kagome le dijo que a él le había dolido mucho enterarse que estaba esperando un hijo. Ahora todo encajaba. Nunca sospechó que fuera suyo. Nunca lo supo, por eso no le contestó.

………………………………………

Uuf! Voy volando a hacer el otro cap! Jeje pretendo subir de los 3 fics!

El martes es mi cumpleaños! Pero tengo 2 examenes U.U

Qué triste es mi vida…

Espero que les guste, el mejor regalo son sus reviews!

Besitos

Mizuho