Capítulo 10

Una Sombra del Pasado

Sesshoumaru despertó y volvió a cerrar los ojos. Había pasado una semana de que su vida se hubiera vuelto un absoluto cero. Sintió algo sobre su pecho, abrió los ojos, sobre él estaba James que acariciaba su barba rasa y descuidada.

-Sesshoumaru… todavía estás triste?

Sesshoumaru se sentó en el sofá cama en el que dormía en el apartamento de Rin. James lo abrazó.

-Sesshoumaru, yo puedo ser tu hijo, si tu quieres.

Sesshoumaru sonrió.

-Tu papá de verdad se pondría celoso.

-Pero yo no tengo papá. Ni de verdad, ni de mentira.

-No?

-No. Mami dice que un día me va a dar un papá que me quiera mucho. No quieres ser mi papá de mentiras?

-Yo lo haría feliz… pero tenemos que preguntarle a tu mamá.

James sonrió.

-Va a decir que sí, porque ella te quiere.

Sesshoumaru pasó su mano por la cabeza de James y sintió que su corazón le latió, fuerte, como un solo golpe.

-Sesshoumaru…

-Dime…

-Cuando mi abuelita se fue al cielo. Me dijo que no puedo llorar para siempre. Que ella era más feliz si la recordaba feliz… crees que abuelito también quiere lo mismo?

-Sí, James… eso es lo que tu abuelito querría.

-Y Megan? Porqué se fue?

-Megan se fue a vivir con su mamá. Y se fueron a un lugar muy lejos.

-Pero tú eres su papá.

-No, James. No soy su papá. Yo creía que sí, pero no.

-Y ya no la quieres?

-Claro que la quiero, James. Pero ya no puede vivir conmigo.

James lo abrazó. Rin había escuchado toda la conversación, entre ellos existía un lazo invisible y se notaba la compatibilidad instantánea entre ellos. Entró a la sala como si no supiera nada y James se lanzó a sus brazos. Rin lo abrazó y lo besó.

-Mama y a Sesshoumaru?

Rin sonrió adivinando que las intenciones de su hijo era juntarlos. Por el momento, estar cerca de Sesshoumaru, le brindaba paz y decidió seguirle la corriente. Se inclinó sobre Sesshoumaru y lo besó en la mejilla.

-Buenos días…

-Buenos días, preciosa…

Rin fue a la cocina y comenzó a preparar el desayuno.

-Porqué no se lo dices?

-Qué cosa?

-Que la quieres…

-James, no es tan fácil…

………………………………………

Sesshoumaru se reunió con Inuyasha y le preguntó si estaba de acuerdo con la decisión de su padre.

-Sesshoumaru…

-Inuyasha, si la vas a ocupar, sólo quiero un trabajo. No tengo dinero, estoy secando mis ahorros…

Sesshoumaru se sentó, Inuyasha se paró a su lado.

-Si fuiste capaz de comprar una empresa quebrada y devolverla a la cima. No dudo que tengas toda la capacidad que se necesita para llevar las riendas de Shikon Entrerprises. Yo confío en ti. Y te defenderé a capa y espada, para que seas y continúes siendo el presidente de las empresas.

Inuyasha fue hasta la caja fuerte y sacó un gran sobre amarillo. Se lo pasó a Sesshoumaru.

-Qué es esto?

-Tú parte de las acciones. Yo fui el misterioso socio que las compró.

Sesshoumaru estaba perplejo.

-No es completo. Kagome posee un 10 por ciento, mamá también… Y tenemos que leer el testamento. Y las cartas para Rin.

-Pero entonces.

Inuyasha sonrió.

-La familia unida es dueña del 69 por ciento de las acciones de la empresa… el resto se fracciona en Rin y los demás socios.

……………………………………

Habían pasado 3 meses. Sesshoumaru vivía en su apartamento, pero se le encogía el corazón al ver la habitación de Megan vacía. Estaba en su oficina cuando Rin entró.

-Me necesitabas?

-Quiero que abras lo que papá te dejó.

-No, no lo quiero.

-Rin, Inuyasha y yo estuvimos sacando cuentas. Falta un 15 por ciento de acciones. Si se llega a saber que hay un desconocido dueño de ese 15 por ciento, sería nuestra ruina… tenemos que saber si son tuyas…

Rin exhaló y se sentó.

-Bueno, pásamelo.

Sesshoumaru le pasó el paquete aún sellado. Rin extendió las manos temblorosas.

-Sesshoumaru, no lo quiero… Haz lo que quieras con él…

-Rin, es tu herencia…

-Aceptarla sería aceptar a mi padre. Y ese hombre destruyó la vida de mi madre. Es imposible que yo lo acepte…

-Sabías algo de él?

-No, nunca lo conocí. Si bien me sé su nombre es porque mi tío me dijo que ese era el nombre del mismísimo diablo.

Sesshoumaru sonrió.

-No se equivocó. Yo lo conocí. Murió hacen 10 años aproximadamente. Un hombre prepotente, desmesurado, cizañero y mentiroso. Nunca imaginé que tú eras…

-Sabían de mi?

-Sabíamos de una mujer que apareció más o menos cuando yo tenía como 6 años… decía que esperaba un hijo de él. Pero él mismo la lanzó a la calle y negó haberla conocido en toda su vida…

-Mi madre trabajó muy duro por mí. Para que nunca me conformara, para llevarme a las mejores escuelas y tener lo mejor…

A Rin se le escaparon varias lágrimas.

-Nunca pude agradecerle como se lo merecía. Para cuando tuve la oportunidad de darle sus merecidas vacaciones… ya era muy tarde…

Sesshoumaru sabía bien que Rin vivía únicamente para su madre. Y que aquellas vacaciones en las que se conocieron, fue porque ella misma insistió en que se fuera. Se acercó a Rin y colocó una mano sobre su hombro. Sabía muy bien lo que era no poder demostrarle a una madre todo lo que valía. Rin sonrió entre lágrimas y aceptó el abrazo que Sesshoumaru le ofrecía.

-Rin…

-Lo sé…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y se sentó a su lado. Rin abrió el sobre con un nudo en la garganta. Entre documentos había un acta de un investigador. Aparentemente, así era como Inutaisho había dado con Rin. Había una carta sellada con el nombre de Rin afuera y especificaba que sólo ella la abriera. Rin miró a Sesshoumaru con el pulso tembloroso. Abrió la carta.

"Rin… He dado contigo de la manera más increíble. Cuando tu padre abandonó a tu madre, yo le prometí a ella que velaría por ti. Soy tu padrino… era, si estás leyendo esta carta, mi corazón no resistió lo suficiente como para llegar a decírtelo. Durante años le envié dinero a tu madre para ayudarla con tu educación. Pero un día, me devolvieron el dinero diciendo que la cuenta bancaria estaba cerrada y que ninguno de los datos que tenía sobre tu madre existían. Por muchos años las creí muertas. Tu madre se cambió el apellido al apellido de soltera de su madre. Evidentemente, con el cambio de nombre, se mudó a Marseille, donde creciste y te convertiste en la bella mujer que eres ahora. Mientras te buscaba me enteré de que Sesshoumaru se había enamorado de una hermosa abogada de Marseille. Y de inmediato y aún no sé porqué razón, pensé que podrías ser tú. Claro que como te llamaba Rin, no sabía que me hablaba de Megan Dupuis, era como te buscaba, el apellido de soltera de tu madre.

Es cierto que mi hermanastro fue un hombre de la peor calaña, pero también es cierto que eres mi ahijada. Durante la búsqueda, el investigador finalmente te localizó, pero ya te habías separado de Sesshoumaru, desde el principio supe que el hijo que esperabas era suyo, pero esperaba paciente a que decidieras decírselo. Entre nosotros nunca quedó clara la verdadera razón de su separación. Quiero que sepas que él nunca lo supo. Nunca se enteró de que esperabas un hijo suyo. Soy testigo del sufrimiento de mi hijo al enterarse que estabas embarazada.

Tal vez el despecho al pensar que habías reconstruido tu vida, fue lo que lo impulsó a casarse con esa mujer.

Los he visto en estos últimos días. Juegan a los enamorados que no saben nada. Disimulando y disfrazando las miradas, sin embargo, el día del cumpleaños de James… tú me entiendes, sé que lo amas y tratas de luchar contra ello. Él te ama y lo oculta porque es un torpe. Este es el impulso que necesitan. Si de verdad quieres estar con él, díselo. Y si no, al menos dile la verdad.

También se que Megan, la hija de Sesshoumaru no es su hija biológica. Pero a lo que realmente le tengo miedo es a que él se entere, a lo que esa mujer le pueda hacer. Evita por todos los medios posibles que se entere. Eso sería como matarlo en vida. La única persona capaz de llenar el vacío que dejaste ha sido su hija."

Rin interrumpió la lectura con los ojos arrasados en lágrimas. La carta había llegado demasiado tarde. Entonces Rin comprendió que el simple hecho de imaginarse que nunca volvería a verla, había sido lo que cavara la tumba de Inutaisho. La última parte de la carta decía que la herencia no era de su padre. Que era de parte suya para su ahijada. Entre las demás cosas estaban las acciones faltantes. Y una súplica de que no las vendiera. Que si lo quería hacer, que se las vendiera a Sesshoumaru o a Inuyasha.

Rin guardó la carta mientras las lágrimas resbalaban por su rostro. Sesshoumaru sacó su pañuelo del bolsillo trasero de su pantalón y le secó el rostro.

-Qué te dice?

-Que era mi padrino, y que me quiere mucho… y que tú eres un tonto por no haberte quedado en Marseille…

Sesshoumaru sonrió y la abrazó con fuerza. Sabía que ésas eran cosas con las que saltaría su padre.

-El viejo nunca se equivocó. Tienes las acciones?

-Sí. Dice que es el 15 por ciento, así que es la parte que falta…

Sesshoumaru respiró aliviado.

-Bienvenida a bordo. Eres la nueva socia de Shikon Enterprises.

Rin asintió. Sesshoumaru la besó en la frente.

-Será mejor que te vayas a descansar…

-No, estoy bien…

-Rin…

…………………………………

6 meses se hicieron presentes. Y era el primer cumpleaños de Mara. Si algo le había dolido a Rin era que Sesshoumaru apareciera en la casa de Inuyasha con una mujer. Al verla, Inuyasha palideció y Kagome trató de mantener la calma. Rin estaba con Mara sentada en su regazo y al verlo entrar con ella, su sonrisa se desvaneció. Esperando un momento adecuando y mucho mas aún, armarse de valor, Rin no llegó a decirle la verdad sobre James.

James era demasiado despierto para el gusto de Rin en varios aspectos. Uno de ellos era que sabía mucho más de lo que ella deseaba sobre relaciones adultas. Y el verla apretarle el trasero era un signo muy claro de que Sesshoumaru era suyo. Sesshoumaru le dijo incómodo que no lo hiciera y sonrió al ver a James acercársele. No esperó que el pequeño le lanzara un puñetazo a pleno estómago. Obviamente enfadado y con el ceño fruncido, James lo enfrentó.

-Eres un mentiroso! No te acerques a mi mamá!

-No, James!

Inclusive la nueva aparecida se dio cuenta de inmediato del parecido entre ellos. Rin notó su impresión, así como había notado la que tuvo cuando vio la casa llena de niños, era obvio que no les gustaban.

-Tienes un hijo?

-No, no es…

-No te quiero! Tú haces a mi mamá triste!

James lo pateó en el espinazo y justo en ese momento, Rin lo tomó en brazos y dedicándole la más dura de las miradas a Sesshoumaru, se lo llevó a una habitación.

-Qué rayos te pasa, James! No tenías ningún derecho a golpearlo!

-Es un mentiroso!

-Aún así! Mírame!

El pequeño levantó la mirada con los ojos llenos de lágrimas y la punta de la nariz roja. Rin se bajó frente a él y acarició su rostro.

-Porqué lo golpeaste? No era tu mejor amigo?

-No! Ya no lo quiero!

-James, no se deja de querer así tan de repente…

-Es un mentiroso y yo no quiero un amigo mentiroso!

Rin trató durante un buen rato sacarle la información al pequeño, pero no lo logró.

-James…

-Ya no lo quiero, mami, ya no lo quiero…

Rin decidió que lo mejor era irse. Con el pequeño aferrado a su cuello, lo abrazó. Luego de despedirse de ambos, Sesshoumaru trató de interceptarlos.

-Tú y yo hablaremos después…

Rin se marchó. Al día siguiente, Rin estaba en su oficina. Sesshoumaru entró.

-Rin…

-Te voy a dejar algo bien claro.

Rin se puso de pie dejando sus anteojos sobre el escritorio.

-Conmigo puedes hacer lo que se te venga en gana. Ni eso, no creo que te aguantaría tanto. Pero a mi hijo… Con James no vas a jugar. No sé qué rayos fue lo que le hiciste, pero sí tengo seguro que no te quiere volver a ver. Y si sólo lo harás sufrir, yo tampoco quiero que lo vuelvas a ver. Ahora, tengo mucho trabajo, hazme el favor de cerrar la puerta cuando te vayas.

Sesshoumaru estaba perplejo ante todo lo que Rin le dijo. Rin esperaba que le aclarara la situación, pero no pasó. Sesshoumaru salió de la oficina.

…………………………

Inuyasha entró en la oficina de Sesshoumaru. Antes de que pudiera hablar, Inuyasha le dio sendo derechazo.

-A MI CASA NO VAS A LLEVAR LAS GOLFAS CON LAS QUE TE REVUELCAS. MI CASA Y MI FAMILIA SON SAGRADAS! Esperaba muchas cosas de ti, Sesshoumaru. Pero de ahí a meter a Kikyou a mi casa, es demasiado!

De la misma manera, Inuyasha se fue. Ahora Sesshoumaru estaba seguro de dos cosas. Una era que Rin estaba celosa y otra, que tenía toda una legión protegiéndola. Haciendo una tercera obvia, más le valía andarse con pasos finos.

…………………………

Inuyasha llegó a su casa en la noche, ya agotado. Kira corrió a sus brazos, él la cargó y la besó con una gran sonrisa. Notó que ya tenía su pijama puesta.

-Dónde está tu mami?

-Arriba con Mara…

Inuyasha subió las escaleras con la pequeña en sus brazos. Kagome tenía a Mara recostada de su pecho mientras tarareaba una canción. Inuyasha sonrió y al acercarse, Mara abrió los ojos.

-Papa!

Exclamó con un alto tono un tanto chillón. Inuyasha la abrazó con fuerza y la besó.

-Hola, mi amor… perdóname por llegar tan tarde… ahora es hora de dormir con mami…

Kagome sonrió, pero la pequeña se negaba a abandonar los brazos de su padre. Así que Inuyasha se sentó al lado de Kagome, que tenía a Kira recostada de su regazo. La besó con ternura.

-Te amo…

-Yo también…

Kira sonrió y se abrazó a la cintura de su madre. Inuyasha durmió a Mara y notó que Kira también estaba dormida. Luego de acostarlas, se fue a su habitación. Se desvistió y se metió al baño. Kagome sonrió al verlo. Su marido gozaba de excelente salud y eso se reflejaba en su musculosa complexión. Al salir, luego de una deliciosa y larga ducha, Inuyasha se cayó de bruces al ver a su mujer vistiendo una fina prenda de seda, de un grosor ínfimo, casi transparente.

-Inu, estás bien?

-Sí… Kami! Eres hermosa!

Kagome sonrió mientras se acercó de rodillas sobre la cama hasta su esposo, tomo su rostro entre sus manos y lo besó apasionadamente mientras sus manos resbalaban y se perdían en la rubia cabellera. Inuyasha la pegó a él en un posesivo abrazo mientras sentía las piernas flojas. Sintió una mano de Kagome deslizarse acariciando cada músculo de su torso y hasta la toalla a su cintura. Deshacerse de ella y encontrarse con su hombría.

-Amor…

Fue cuestión de pocos segundos para que la sangre se terminara de agolpar en la parte baja de su cintura. Deslizó sus manos debajo de la prenda y acariciando sus curvas en un paso desenfrenado hasta sus senos.

A medida que se adentraba en la cama, de rodillas, Inuyasha se deshizo de la prenda y sus ojos corrieron a encontrarse con los suculentos senos de su mujer. Redondos, perfectos y rebosantes de vida. Acariciando un pezón con sus dedos y luego los reemplazó por su lengua. Kagome enredó sus dedos entre la cabellera de su marido mientras disfrutaba de sus caricias en su pecho. Inuyasha la hizo quedar acostada de espaldas y la continuó besando y acariciando.

-Ah! Inu!

Inuyasha desvió sus besos hasta su intimidad, separando sus piernas con una caricia suave, pero firme a la vez. Kagome no pudo contenerse al sentir el placer recorrer a la velocidad de la luz todo su cuerpo desde su entrepierna y hasta su cerebro. Sabia que si seguía gritando de aquella manera, Kira despertaría, se tapó la boca con las manos, pero aquello no fue suficiente cuando Inuyasha insertó su lengua en su interior lanzándola por el despeñadero de sus pasiones.

-Kami! Inuyasha! No puedo!

Todo el cuerpo de Kagome se contrajo rítmicamente al momento de alcanzar el clímax por los labios de su marido.

-Ah! Mi amor!

Inuyasha sonrió y se deslizó poco a poco sobre ella, creando un camino de besos desde su intimidad y hasta sus labios. La besó larga y apasionadamente. Hasta que su propio cuerpo le recordó su situación. Trató de soportar lo más posible. Disfrutaba el poder alargar el placer de su mujer al máximo.

-Kagome… ya… necesito…

Kagome lo acarició y lo guió a su interior, ambos soltaron un sonoro suspiro al sentir sus cuerpos unirse y fundirse en uno. Inuyasha la besó apasionadamente mientras se descargaba sobre su mujer. Inmovilizada por el peso de su marido sobre ella, Kagome sentía que perdía el control sobre su propio cuerpo mientras Inuyasha se desvivía por brindarle el máximo placer con sus penetraciones.

-Ooh! Kagome! Oh! Mi amor!

-Ih-nuh!

-Oh!

-Inuh… yaaa!

Inuyasha la sentía apresarlo en su interior. Quemarse con el calor de sus entrañas. La abrazó mientras continuaba sus penetraciones. La besaba apasionadamente mientras sentía que pronto la inconsciencia se apoderaría de su cuerpo.

-Oh! Mi amor! Kagome!

Clamar sus nombres a la vez, mientras se entregaban a la marejada de placeres que inundó sus cuerpos. Aún dentro de ella, Inuyasha la besó apasionadamente mientras trataba de recuperar el aliento.

-Te amo, Kagome…

Kagome abrió los ojos y sonrió.

-Te amo, mi amor…

Inuyasha abandonó el interior de su mujer y la recibió entre sus brazos, mientras se cubrían con las sábanas.

-Kagome…

-Sí?

-Perdóname…

-Porqué?

-Estoy muerto…

Kagome sonrió y lo besó en la mejilla.

-Descansa, mi amor…

Inuyasha sonrió y exhaló mientras cerró los ojos.

-Te amo, princesa… no lo olvides…

Manteniéndola apretada entre sus brazos, Inuyasha se quedó dormido poco a poco mientras Kagome le llenaba el pecho de besos y caricias. Kagome se quedó dormida escuchando sus latidos.

………………………

Kagome despertó y se encontró con la mirada ambarina de su esposo y una amplia sonrisa. Lo rodeó con sus brazos y volvió a cerrar los ojos.

-Aún me siento como si me acabaras de hacer el amor…

Inuyasha rió a carcajadas, con su rostro entre sus senos.

-Pero te he dicho cientos de veces que no me gusta cuando no me dejas hacer nada…

-Eres la mejor amante del mundo. No quiero que hagas nada más…

-Inu…

Inuyasha la besó con ternura. Kagome era sólo un poco más joven que él, sin embargo él fue el primer y sería el único hombre en su vida. Pero esa misma falta de experiencia al principio, había sido la misma que de vez en cuando la asaltaba de inseguridades con respecto a poder satisfacerlo en la cama.

Kagome cerró los ojos sintiéndose abarrotada por aquellos sentimientos de inseguridades. Cuando salían, Inuyasha trató de llevarla a la cama un par de veces, recibiendo el mismo trato en tales ocasiones, sendas cachetadas que le bajaban las ganas de inmediato. Decidió llevar las cosas con calma y luego de un año de estar saliendo juntos, Kagome le confesó que era virgen. Inuyasha solo sonrió y le prometió esperarla todo el tiempo que fuera necesario. Durante aquel noviazgo, increíblemente sin ponerle un dedo encima, le pidió que se casara con él.

Inuyasha la besó nuevamente y le pidió que abriera los ojos.

-Kagome…

-Inu…

-Kagome, deja de pensar en esas bobadas.

-Porqué tenía que aparecerse ella? Ay no! Inu! Y se te vuelve a engatusar?

Inuyasha frunció el ceño.

-Kagome…

-Es que yo te amo, Inu, pero… pero… mi amor… no quiero ni pensar en que…

-Kagome…

-Es que mi amor… no recordaba lo que ella me había dicho hasta anoche…

-Y qué fue lo que te dijo? A ver, si ahora lo recuerdas, dímelo.

-Me dijo que se me notaba lo niñata por encima de la ropa… que nunca te iba a satisfacer, porque te gustaban las mujeres con experiencias…

-Ahora quiero que me recuerdes algo… con quién me casé? De quién me enamoré y a quién es que amo con cada fibra de mi ser?

Kagome sonrió, Inuyasha la besó y se acomodó a su lado.

-Kagome, lo digo en serio. Es cierto que en mi pasado hubieron muchas mujeres con experiencia… pero siempre faltaba algo y aunque no lo creas, no me satisfacía, por eso era un mujeriego… pero te juro que todo el placer que sentí al besarte por primera vez, al acariciarte, la dulce tortura de esperarte y hacerte el amor sabiendo que era tu primera vez… Mi amor… eres la mujer de mi vida… y no quiero que lo dudes por lo que una estúpida golfa te vino a decir antes de casarnos.

Inuyasha se levantó y le pidió que lo hiciera ella también. La llevó a la habitación de Kira y la abrazó besándola en el cuello. La contemplaron dormir con las mismas posiciones que Inuyasha. Salieron sonriendo de la habitación y fueron a la de Mara. Al volver a la suya, Inuyasha la besó apasionadamente.

-Gracias por regalarme dos maravillosas hijas como lo son Kira y Mara…

…………………………………………………

Yujuuu! Terminado!

Jajaja, solo este cap! Hahaha

Espero que les haya gustado

Besitos

Mizuho