Capítulo 11

Perdón

Rin despertó con James sobre ella haciéndole cosquillas, lo tomó por sorpresa y lo atacó haciéndole cosquillas de la misma manera. Ambos reían a carcajadas. Luego de un buen rato de juegos.

-Ya! Mama! Ya! Me rindo!

Rin sonrió y lo besó en la mejilla. Acarició su rostro apartando el pelo azabache de su rostro.

-Mama, qué pasa?

-Nada, mi amor…

……………………

Luego del desayuno, Rin y James jugaban por todo el apartamento. Sus risas eran audibles desde el exterior.

-BAM!

-Oh! No! Me han herido! Adiós mundo cruel!

Rin se tendió en el piso y se quedó inmóvil.

-Mama…

Rin no se movió.

-Mama, no es gracioso! Despierta! MAMA! Mama, yo no quería!

Rin lo abrazó imitando un rugido y haciéndolo gritar.

-Mama, eres mala!

Rin lo llenó de besos. Ambos reían cuando sonó el timbre. Cruzaron miradas y corrieron a la puerta.

-PIZZA!

James abrió la puerta y se quedó sujeto a la puerta al ver a Sesshoumaru.

-Es la pizza, James?

Rin apareció tras James con el dinero en la mano. Sesshoumaru sí tenía una caja de pizza en las manos.

-Sesshoumaru…

-James… Rin…

-Mama, dile que se vaya.

-No, James… quiero que me perdones…

-No!

-James…

-James, mi amor… déjanos solos, por favor…

James los dejó solos como Rin se lo había pedido.

-Tu… tu pizza…

-No sabías que eras repartidor…

-Rin, onegai… quiero hablar contigo…

-Te escucho…

Sesshoumaru fijó su mirada sobre el hombro de Rin, al voltear, James estaba parado detrás de ella.

-Mama, tengo hambre…

Sesshoumaru le extendió la caja, Rin la llevó al comedor. Volvió a la puerta.

-Rin… quiero que me perdones… los dos…

-Sabes dónde está tu error? TÚ quieres, TÚ necesitas, TÚ… no todo gira entorno a ti, Sesshoumaru. Tú te querías revolcar con ella? Perfecto, me la querías restregar en la cara, lo lograste. Ahora qué quieres?

-No! Rin! Las cosas no son así!

-Entonces dime cómo rayos son! Porque yo… mejor olvídalo.

-Rin… por favor… perdóname… sé bien que metí la pata…

-No, Sesshoumaru, yo no tengo absolutamente nada que perdonarte. Yo sólo soy tu abogada.

James haló la mano de Rin.

-Mama…

Sesshoumaru se bajó a su altura.

-James… perdóname…

-No, tú me dijiste mentiras y eso es malo.

-Yo no te dije mentiras. Todo lo que te dije es verdad. Pero a veces los adultos somos tontos y hacemos las cosas mal. Yo lo hice mal.

James guardó silencio.

-James… ya no quieres ser mi amigo?

El pequeño guardó silencio. Sesshoumaru le entregó un paquete que tenía en manos.

-Esto lo compré para ti hace unos días. Espero que te guste mucho.

Sesshoumaru se marchó sin más. James abrió el paquete en sus manos y en su interior estaba el más asombroso modelo de avión a escala para armar. James vio a su madre sorprendido.

-Mama…

-James, porqué no lo perdonaste? De verdad ya no lo quieres como tu amigo?

-Demo él me mintió…

-Sí pero te pidió perdón. El no volverá, porque tú ya no lo quieres ver.

-No!

James salió del apartamento corriendo y llamando a Sesshoumaru. Al llegar al parqueo, vio el BMW gris ponerse en marcha, se lanzó sin pensarlo. Sesshoumaru frenó de golpe al verlo meterse en el medio. Bajó del auto.

-JAMES!

Corrió hasta él para ver que estaba bien.

-Estás bien, no te toqué? Kami! Nunca hagas eso!

El niño estaba lívido y frío.

-James, estás bien?

Entonces fue que reaccionó. Al ver a Sesshoumaru frente a él, lo abrazó con fuerza. Sesshoumaru se sorprendió, pero le devolvió el abrazo.

-Gracias a Kami que estás bien… James, nunca te pongas frente a un auto en marcha. Te pude chocar!

-Gomen!

Sesshoumaru sentía sus manitas aferradas a su cuello. Se levantó con él en brazos y volvió al apartamento de Rin.

-Qué pasó!

-Está asustado, se lanzó frente a mi auto.

-Kami! Fuiste tú quien frenó!

-Sí.

-James, estás bien? No te duele nada?

El pequeño asintió y negó con la cabeza aún en brazos de Sesshoumaru.

-Nunca debes pararte frente a un auto en marcha.

-Gomen…

Sesshoumaru lo besó en la frente.

-Lo único que me importa es saber que estás bien…

-Perdón…

-Claro que te perdono… pero sólo si me prometes que no lo volverás a hacer.

-Te lo prometo…

Sesshoumaru lo despeinó sonriendo.

-Será mejor que me vaya…

-Sesshoumaru?

-Sí?

-Ya no quieres ser mi papá?

Aquella pregunta tomó a Rin por sorpresa, Sesshoumaru sonrió y se acercó al pequeño.

-Claro que sí.

-Yo quiero ser tu hijo otra vez… pero si me prometes que no me vas a mentir.

-Te lo prometo.

Sesshoumaru recibió sonriente el abrazo que le regalaba su hijo.

-Mama, no se puede quedar con nosotros hoy?

Rin no tuvo el corazón para separarlos y aceptó el que Sesshoumaru los acompañara durante todo el día.

Todo había pasado en minutos y la pizza conservaba su calor, así que con Sesshoumaru como invitado, se sentaron a la mesa a comer. Rin los veía lado a lado comer con los mismos gestos, masticar de la misma manera y hasta agarrar la comida igual. Se preguntó al verlos, cuánto más sería capaz de ocultarle la verdad a Sesshoumaru.

…………………………

Inuyasha y Kagome descansaban abrazados en el jardín, sentados bajo la deliciosa sombra de un frondoso árbol, mientras Kira jugaba con sus muñecas y Mara. Inuyasha acarició el vientre de su mujer.

-Son hermosas, como su madre…

-Inu, pero si son igualitas a ti…

Inuyasha sonrió.

-Sabes qué recordé anoche?

-Qué cosa?

-Nuestra primera noche de luna de miel.

-No! Qué malo eres!

Inuyasha rió.

-No te rías. Sé bien lo desastrosa que fue.

-No fue desastrosa. Simplemente no creía que a tu edad fueras tan inocente.

-Discúlpame, pero sólo tenía 20 años!

-Y?

-Sabes? Kira también tendrá 20 años. Qué piensas hacer?

-Eso es diferente, Kira es mi hija.

-Y será la novia de alguien más y la esposa y la madre… Yo también era la hijita adorada de alguien. Inu.

-Pero mi hija no saldrá con depravados.

-Como tú?

Kagome lo besó en la mejilla.

-Yo prefiero que sea así. Es maravilloso sentir ese dolor sabiendo que lo haces por amor.

Inuyasha sonrió.

-Nunca lo olvidaré…

-Yo menos…

-Flashback-

Inuyasha y Kagome se habían escapado de la fiesta. Llegaron a la habitación de hotel entre besos y caricias. Inuyasha la cargó hasta la cama, pero tropezó antes de llegar. Ambos estaban en el piso y reían como locos. Inuyasha comenzó a quitarle el vestido.

-Inu! Espera!

-No sabes lo que implica serte fiel por dos años!

Kagome rió divertida mientras Inuyasha trataba de descifrar la maraña de botones.

-Vamos, mi amor… vamos a hacerlo bien…

Inuyasha esperó con calma que su joven esposa se desvistiera. Cuando salió del baño, vistiendo un sexy negligé de seda blanca, Inuyasha apenas se pudo contener para no brincarle encima. Kagome dio una vuelta y se quedó parada frente a él.

-Qué tal?

-Hermosa…

Kagome sonrió mientras su esposo se acercó a ella y apreciándola de más cerca, colocó sus manos en su cintura y la besó apasionadamente. Las manos de ella rodearon su rostro mientras él pegaba sus cuerpos en un posesivo abrazo.

-Te amo, preciosa… Eres hermosa, mi amor…

-Inu…

Inuyasha acarició sus curvas levantando lentamente la tela que lo alejaba de su piel. Una vez desnuda, Kagome sintió la necesitad de taparse al menos con las manos. Inuyasha sonrió mientras tomaba sus manos y las besaba. "Te amo" le dijo y acarició sus curvas sólo con sus dedos.

-Quieres verme?

Kagome asintió sonrojada. Inuyasha sonrió y comenzó a desvestirse. Kagome lo detuvo tomando sus manos y las besó.

-P-puedo? He soñado tantas veces con esto…

-Adelante, mi amor…

Kagome terminó de abrirle la camisa acariciando su musculoso torso y hombros. Pasó sus manos sobre sus pectorales y lo besó con ternura.

-Mi amor...

-Hm?

-Está bien?

-Sí, preciosa…

Kagome lo acarició hasta llegar a su pantalón. Entonces se detuvo. Inuyasha sonrió y se abrió el mismo dejando a la vista su masculinidad erecta, con una sonrisa arrogante se acercó a su esposa.

-Kami! Inu! Se supone que debe ser así!

Inuyasha rió a carcajadas.

-Nunca habías visto a un hombre desnudo?

-Sí… pero no así…

Inuyasha la abrazó permitiendo que sus pieles y sexos rozaran. La besó apasionadamente, mientras las caricias mutuas lo excitaban cada vez más. Acostado sobre ella, la contempló y sonrió.

-Eres hermosa, mi amor… no lo olvides…

Deslizó sus besos sobre su cuerpo y besando sus piernas en toda su extensión, las fue separando con un movimiento suave. Al verla, sonrió mientras la acarició con sus dedos haciendo que se estremeciera.

-Inu!

-Eres hermosa…

Inuyasha la besó con la noción de que sería el primero y el único en probar la esencia de su mujer. Kagome se estremecía sin poder controlar su cuerpo. Tanto que fue rodando hasta quedar al borde de la cama. Un movimiento más y ambos estuvieron en el suelo abrazados. Kagome tenía la cara más asustada de su repertorio. Inuyasha, al verla, rió a carcajadas.

-Estás bien?

-Sí? Y tú?

-Sí, preciosa…

Inuyasha la besó aun riendo. Luego de un largo rato de besos y caricias.

-Qué tal si volvemos a la cama?

-No sería muy peligroso?

Inuyasha volvió a reír. La cargó y la dejó sobre la cama. Kagome se tapó el rostro con las manos.

-Kami! Esto es un desastre! Perdóname, Inu…

-Perdonarte? Por qué?

-No sé qué hacer…

Inuyasha sonrió y la besó con ternura.

-No tienes idea de lo feliz que soy, mi amor… y una parte, es todo esto…

-Pero… y si no soy como esperabas?

-Eres lo que esperaba. Eres la mujer que amo… bueno, técnicamente aún no eres mujer… pero pronto…

Inuyasha le prometió ir a su ritmo, el que fuera necesario para que conociera su cuerpo y el suyo.

-Estás lista?

-Sí…

-Te amo, preciosa…

Inuyasha se acomodó entre sus piernas. Descendió lo suficiente hasta romper la barrera que lo separaba de ella. Ella se aferró a su espalda y dejó escapar un grito. Inuyasha se detuvo y notó en sus ojos dos lágrimas.

-Estás bien?

-Kami! Cómo duele!

-Mi amor…

Inuyasha iba a salir de ella.

-No te muevas! Me duele!

Inuyasha se detuvo al instante. En la posición más incómoda que conocía, se mantenía estático. Sentía que sus músculos le ardían.

-Kagome… tengo que moverme…

Kagome asintió, Inuyasha se acomodó a su lado. Ella se refugió en su pecho llorando. Inuyasha la abrazó y la besó en la cabeza.

-Qué pasa mi amor?

-Perdóname, Inu… perdóname…

-Pero qué cosa te voy a perdonar?

-Soy una tonta! No sé qué rayos hago! Si es normal o no!

-Tranquila, mi amor… sabes? No tiene que ser precisamente hoy… qué tal si descansas y ya mañana será otro día…

-Inu!

Inuyasha acarició sus mejillas mojadas por las lágrimas.

-Kagome… no llores, mi amor…

-Pero es que yo quiero hacer el amor contigo… mi esposo… pero… Kami, Inu, duele tanto…

Inuyasha la besó con ternura.

-Sé bien que es tu primera vez… y eso es lo que me gusta…

-Inu… hazme el amor…

-Pero…

-Quiero hacerlo… pero no sé nada…

-No te preocupes, preciosa… sólo tienes que recordar que te amo…

Kagome asintió.

-Te prometo que tendré cuidado… pero no te puedo prometer que no te dolerá al principio…

Entre besos y caricias, Inuyasha se aseguró de que estuviera preparada y entonces la penetró, despacio, con calma, hasta estar completamente dentro de ella. La vio a los ojos, con el rostro rojo, ella le sonrió.

-Ya no duele tanto…

Inuyasha la besó apasionadamente y comenzó a moverse lentamente, la escuchaba gemir a su oído y le repetía al suyo cuánto la amaba.

-Mi amor… olvídate de todo… sólo somos tú y yo…

-Kami! Inu, me estoy volviendo loca!

Finalmente Inuyasha no pudo contenerse más y derramó su esencia en su interior.

-Ah! Kagome!

Inuyasha la besaba apasionadamente, abandonó su interior provocando que todo su cuerpo se estremeciera. La rodeó con sus brazos y la besó con ternura.

-Mi amor… eso fue… fue fantástico!

Kagome sonrió ahora un poco más segura de ella misma.

-Qué fue eso? Lo… último?

-Te gustó?

-Sí! Kami, es extraño, pero es como morir y volver…

Inuyasha rió y le dijo al oído que ese había sido su primer orgasmo. Kagome rió escondiendo su rostro en el pecho de su esposo. Se dejó de reír al ver su mano, sus anillos de compromiso y matrimonio. Inuyasha tomó su mano y la besó. Entrelazaron sus dedos.

-Mi amor…

-Ya eres mi mujer… en el total sentido de la palabra…

-Inu…

-Te amo, preciosa…

-Te amo, mi amor…

-Fin del Flashback-

Inuyasha sonrió mientras acariciaba la mano con los anillos de su esposa. La levantó hasta sus labios y los besó. Su mujer se movió entre sus brazos. Kira y Mara se acercaron e Inuyasha les dijo que guardaran silencio. Las niñas se acomodaron a su lado. Inuyasha sonrió y las acarició en la cabeza.

-Papi, tú nos quieres?

-Claro que sí, princesa…

-Y a mami?

-También…

Las pequeñas sonrieron. Inuyasha veló sus sueños vespertinos con una sonrisa en su rostro. Por Kagome había renunciado a una vida llena de mujeres y fines de semana de parrandas. Sin embargo, ahora vivía rodeado de las mujeres que más amaba y cada día era una celebración de algo nuevo.

………………………………

Sesshoumaru cedió a los ruegos de James y lo llevó a su cama. Al salir de la habitación se encontró con Rin.

-Preciosa…

-Buenas noches, Sesshoumaru…

Sesshoumaru sonrió mientras bajaba la cabeza.

-Buenas noches…

-Tenemos que hablar… pero será cuando las cosas estén realmente calmadas…

-Sabes dónde encontrarme. Sabes algo? Tienes un hijo maravilloso, Rin…

-Lo sé…

-Sé que sí… sólo te lo quería decir…

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-Quiero que me perdones, Rin… quiero estar contigo…

-Sesshoumaru…

Sesshoumaru selló sus labios con su dedo índice.

-No digas nada… estoy harto de escucharte decir no.

Sesshoumaru se marchó. Rin pasó su mano por la mejilla en la que Sesshoumaru la besara.

-Kami, dame fuerzas!

……………………………………

Rin fue a la oficina de Sesshoumaru, le diría sin más que James era su hijo. Sin embargo, no sería posible. Al entrar, lo encontró con los ojos rojos mientras sostenía un papel en sus manos.

-Sesshoumaru…

Vio que era un montón de garabatos.

-Kami, Sesshoumaru, eso es de Megan?

Sesshoumaru asintió mientras una lágrima escapó de sus ojos. Rin se acercó.

-Porqué no te tomas el día libre? Debes descansar…

-No… éste fue su primer dibujo…

Rin no sabía qué hacer. Sesshoumaru la abrazó.

-Perdóname Rin… perdóname… no sabes todo lo que me arrepiento de haberme ido de Marseille… Debí luchar por ti… cuidarte…

-Sesshoumaru…

-Sé que ya no me amas… pero Kami, Rin, yo aún te amo… no sabes cuánto te amo…

Rin acarició su cabellera.

-Tú no me amas, Sesshoumaru… lo nuestro…

-Ha sido lo mejor que me ha pasado en toda la vida…

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Quiero agradecerle a todas de corazón por sus reviews, por ellos es que sigo maquinando ideas locas. Hehe, no sé hasta dónde lo voy a complicar, o hasta cuando Sessh no se enterará…

Espero que lo hayan disfrutado.

Besitos

Mizuho