Capítulo 12
Irrompible
Rin estaba en su cama con James abrazado a ella. Había una terrible tormenta eléctrica y el pequeño no lograba conciliar sueño.
-Mama, tengo miedo…
-Tranquilo, mi amor… es sólo luces y sonidos…
-Mama, y si Sesshoumaru tiene miedo? Quién lo cuida?
-Sesshoumaru se sabe cuidar solo. Ya es un hombre grande.
-Y a ti, quién te cuida?
-Yo también me sé cuidar sola...
Rin lo besó en la frente.
-Duérmete, mi amor…
James la besó en la mejilla y se acomodó en su pecho.
-Mama… cuándo se va a cumplir mi deseo de cumpleaños?
-No lo sé, mi amor. Qué deseaste?
-Pero si lo digo no se cumple…
-Entonces, si yo puedo cumplirlo, pero no sé que es, no lo puedo hacer.
James guardó silencio.
-Mama, para hacer un bebé, se necesita un papá y una mamá. Verdad?
-Sí.
-Pero dónde está mi papá? Cómo me tienes sin papá?
Rin rió a carcajadas.
-Tienes un papá… pero… no te preocupes, mi amor… tal vez muy pronto conozcas a tu papá…
-Pero cuándo?
-No lo sé, James…
-Te quiero mucho, mami…
-Y yo a ti, mi amor…
Rin lo besó.
-Descansa…
Cada día se le hacía más pesado el no decirle a Sesshoumaru la verdad. Dos semanas después, Sesshoumaru llegó de un viaje de negocios. Fue a visitar a James y le llevó varios juguetes.
-James, cómo se dice?
-Gracias!
El pequeño lo besó en la mejilla. Sesshoumaru sonrió.
-Puedo ir a mi cuarto a jugar?
-Sí.
James corrió a su habitación con sus juguetes nuevos. Sesshoumaru y Rin se quedaron solos.
-Nunca lo he visto tan feliz… Sesshoumaru… hay algo que debí decirte…
-Qué cosa?
-Más bien debí aclarar al momento en que pisé Japón.
-Rin…
-Se trata de James… hubo un mal entendido… al principio estaba dolida y molesta… pero al menos eso debes saber…
-No te comprendo, Rin…
-El padre de James…
-No quiero saberlo.
-Pero…
-No me interesa.
-Pero…
-Pero nada.
Sesshoumaru no la dejó decir una palabra más y luego de despedirse de James, se marchó. Rin lo vio alejarse.
-…Eres tú…
-Qué cosa, mama?
-No importa, mi amor… te gustan los juguetes que te trajo Sesshoumaru?
-Sí, mama! Son súper!
James había construido un puente entre ellos. Con cada visita, Rin se quedaba más tiempo con ellos.
-…Eres mi esclavo!
-Como usted diga, amo…
-Yo te ordeno que beses a la reina!
-Pero no hay reinas en el juego…
-Ahí está!
Rin entraba en la sala con una bandeja con refrescos y galletas.
-James, la reina me va a matar, si hago eso.
-Claro que no! Mama! Quieres jugar?
-Qué están jugando?
-Yo soy el príncipe de las tierras del Oeste, un youkai perro. Y él es mi esclavo.
-Aha? Y qué haría yo?
-Quieres ser la reina?
-Está bien. Qué tengo que hacer?
-Sólo te quedas ahí.
Rin se quedó sentada luego de poner la bandeja sobre la mesa.
-Esclavo! Cumple mis órdenes!
-No puedo…
-Mama, dile que me obedezca!
-Obedece a tu amo, esclavo.
-Si tú lo dices…
Sesshoumaru la besó apasionadamente. Rin ni siquiera pudo luchar contra ello. James rió a carcajadas.
-Pero qué haces?
-Esas fueron las órdenes del príncipe…
-Mira! El esclavo sapo se convirtió en un rey! Y ahora, la reina se enamoró del rey y se van a casar!
Rin estaba en su oficina con Kagome. Hacía un tiempo ya que la misma Kagome se había dado cuenta de que James era hijo de Sesshoumaru.
-…Rin, hablamos del padre de tu hijo…
-Lo sé… aún lo amo, y quiero volver con él… Sesshoumaru!
Sesshoumaru estaba en la puerta de la oficina, sostenía un pequeño ramo de margaritas y por la expresión de su rostro, no cabía duda que lo había escuchado todo.
-Parece que interrumpí algo importante…
Sesshoumaru cerró la puerta a su paso.
-Kami! Qué hago!
-Ve tras él! Dile la verdad!
-Pero…
-YA! VETE!
Rin salió de la oficina, le preguntó a su secretaria para dónde había ido Sesshoumaru y ella le dijo que al ascensor. Sin poderlo localizar, Rin fue a su apartamento, pero tampoco estaba allí.
Rin le sirvió la cena a James, pero él se negó a comer.
-Qué pasa, mi amor?
-Por qué no quieres a Sesshoumaru?
-James…
-Dime, mama… Porqué no lo quieres? Si él es bueno?
-Sí lo quiero, mi amor…
-Mama, no me digas mentiras… no quiero dejar de quererte… Sesshoumaru me dijo que vas a tener otro novio… me dijo que se va de viaje. Para que tu novio no se ponga celoso… yo no quiero que se vaya! Es mi amigo!
-Sesshoumaru nunca me deja hablar… James, hay muchas cosas en las que Sesshoumaru está equivocado y no me deja hablar… no lo entenderías…
-Claro que no si nunca me dices nada!
-James!
-Es la verdad, mama, tú siempre me guardas secretos. Además de que los adultos son muy tontos! Por qué no le dices a Sesshoumaru que lo quieres? O por qué no él no te acaba de decir que quiere ser mi papá? Solamente saben pelear y se quedan sin hablarse y entonces yo me quedo solo!
-James…
Las palabras de James taladraban su mente, nunca llegó a pensar que a sus escasos 5 años pudiera hablar de aquella manera. Sus ojos le ardían y sintió el frío característico de retener las lágrimas en los ojos.
-Cuándo has estado sólo, mi amor? Cuándo te he dejado sólo?
-Desde que vinimos a Japón… ya no te veo mama… sólo los sábados y domingos… siempre llegas tarde y haces la cena para después dormir…
-Perdóname…
-Mami, yo quiero ser normal… yo quiero tener un papá…
Rin no pudo contener las lágrimas ni el aire en sus pulmones, se llevó las manos a la boca.
-James, por favor…
-Mami, quién es mi papá? Donde esta? Por qué no nos quiere?
Con cada pregunta de su pequeño, Rin sentía el corazón encogérsele. No tenía salida, no sabía qué hacer. Siempre pensó que tendría tiempo para responderle esas preguntas, algunos años extras. Pero ya ese tiempo se había vencido. Así como se enorgullecía de la capacidad de aprendizaje de James, debía enorgullecerse de su madurez. Entonces comprendió que su hijo estaba dejando de ser un niño demasiado rápido, hacía conjeturas y razonaba demasiado rápido, estaba muy avanzado para su edad. Se acercó a él, que al verla, limpió sus lágrimas de su rostro.
-Yo no quiero que llores, mami… eso me hace muy triste…
-Perdóname, mi amor… parece que tu mami es una tonta y está cometiendo muchos errores…
-Tú me dijiste que de los errores se aprende… mami…
-Es verdad, mi amor… pero los errores que yo hice, no son para aprender de ellos… tengo que arreglarlos… porque si no, tú no podrás ser un niño feliz…
-Yo soy feliz, mami… estoy contigo…
Rin sonrió entre lágrimas.
-Si fueras realmente feliz, no me dirías tantas cosas… tantas cosas que no debes saber, que no debes decir…
-Dije algo malo?
-No, mi amor… nunca has dicho nada malo… yo te prometo que arreglaré mis errores… pero mi amor, no te puedo prometer que si conoces a tu papá él te quiera. Mucho menos que me quiera a mí…
-Pero mami… quién no puede quererte? Si tu eres buena…
-Es como dijiste, mi amor… los adultos somos tontos. Y muchas veces olvidamos que decir la verdad es siempre mejor que mentir… aunque no siempre sea fácil.
-Por eso se miente?
-Sí… es mucho más fácil decir una mentira y que te la crean, a decir la verdad. Pero entonces cuando quieres decir la verdad, no te creerán…
James abrazó a Rin.
-Si quieres, yo le digo a Sesshoumaru que lo quieres… yo puedo decir la verdad por ti…
Rin rió mientras apretaba a su pequeño entre sus brazos.
-Gracias, mi amor... pero eso es algo que debo hacerlo yo…
Luego de convencerlo para que comiera, Rin lo preparó para acostarlo.
-Veré que puedo hacer con mi trabajo para poder estar más tiempo contigo… No puedo hacer como cuando vivíamos en Francia, por que allá, yo no trabaja.
-Y porqué aquí sí?
-Porque yo estaba buscando un trabajo, mi amor. Y éste es mi trabajo.
-Mami…
-Dame unos días, mi amor… porque ahora mismo no sé dónde está tu papá. Tengo que buscarlo…
-Mama… yo no quería decir cosas malas que te hicieran llorar… yo solo dije lo que veo que está mal…
-Lo sé, James…
-Todavía me quieres?
-Claro que te quiero, mi amor! Eres mi bebé! Nunca te voy a dejar de querer! Más que quererte, yo te amo, James…
-Qué es eso?
-El amor? Es el sentimiento más lindo creado por Kami y cómo él lo hizo, él es amor…
-Y solamente Kami hace el amor?
Rin rió a carcajadas.
-No, mi amor. Todos nosotros podemos amar. Del amor nacen los bebés…
-Mama, el amor se muere?
-Sí… muchas veces las personas se dejan llevar por las mentiras y otras cosas y eso le hace mucho daño al amor y lo mata.
-Tu amabas a mi papá?
-Mucho…
-Y qué pasó?
-Tu papá y yo no podíamos estar juntos… y eso me dolía mucho… tanto que lloraba por varios días, él no podía vivir en Francia y yo no podía salir de ella… y entonces cometí el error más grande… yo era muy feliz con tu papá, pero sólo unos días mientras estábamos juntos, después, me sentía muy sola y muy triste… y le dije a tu papá que se fuera…
-Pero por qué?
-James, ser feliz por tres días no te quita la tristeza de 6 meses… pero yo no sabía que tu papá me había hecho el mejor de los regalos…
-Qué te regaló?
-A ti, mi amor… te dejó dentro de mí.
-Mama…
-Yo traté muchas veces de hablar con él, pero no pude… y entonces ya es muy tarde para decir la verdad sin hacerle daño a nadie.
-A quién le vas a hacer daño?
-A él… a mí misma… y lo que menos quiero es que te pueda hacer daño a ti…
-Pero tú me cuidarás…
-Claro que sí, mi amor… pero ese daño, no se repara… así que una vez hecho, tendremos que vivir con él… me comprendes?
-Es como algo que se rompe y no puede arreglarse?
-Algo parecido…
James la abrazó y se refugió en su pecho.
-Entonces yo te voy a cuidar a ti… yo tampoco quiero que te hagan daño…
Rin sonrió y lo besó en la cabeza.
-Gracias, mi amor…
Decirle que aquello era imposible sería hacerlo crecer antes de tiempo. Sin embargo, tiempo era de lo que menos disponía. En cuestión de días tenía que hablar con Sesshoumaru y decirle la verdad sobre James.
Sesshoumaru dijo que no iría a la oficina en los días siguientes. Sin embargo, Rin estaba determinada a decirle la verdad y fue a su apartamento. Sesshoumaru abrió la puerta sólo vistiendo pantalones y una camisa a medio poner.
-RIN!
Rin sonrió sarcásticamente.
-Ya no tengo idea de porqué me torturo de esta manera…
-Rin…
-No te molestes… no tienes que darme ninguna explicación…
-Rin, no es lo que piensas… no significa nada de lo que crees…
-Y yo? Alguna vez signifiqué algo para ti? Yo sé que no… y tal vez ella tampoco, pero para mí significa mucho…
-Rin…
-Te dije que no me tienes que explicar nada…
Rin se marchó aguantándose las lágrimas, mucho más al escuchar la voz de la mujer desde el interior del apartamento llamándolo y de paso confirmando sus sospechas acerca de lo que ocurría.
En su auto, pensó en James.
-Perdóname, hijo… perdóname…
Al llegar a la casa, despachó a la niñera y llamó a su secretaria.
-No iré hoy, tengo que atender otros asuntos…
-No se preocupe señorita Porter.
-Cualquier cosa muy importante me llamas.
Al terminar la llamada se quedó sentada en la sala con las manos sobre su rostro. Al sentir a James, se limpió las lágrimas como pudo. Pero era muy tarde, James estaba frente a ella.
-Mama…
-Hola, mi amor… ya hiciste tus tareas?
-Sí… mama, qué te pasa?
-Estoy bien, mi amor…
-Mama!
-No te quiero decir ahora, James… vamos a salir, a dónde quieres ir?
-No quiero salir, mama… quiero estar contigo…
-Vamos a estar juntos, mi amor…
-Mama!
Rin sonrió y acarició su rostro.
-Eres un niño maravilloso, mi amor… el mejor hijo del mundo. Pero no es a ti a quién le toca preocuparse, eso es a mí. Así que olvida lo que pasó…
Rin lo besó en la frente.
-Vamos a salir, mi amor…
-Podemos ir al centro de maquinitas?
-A donde quieras, mi amor…
Rin lo llevó y luego de un buen rato fueron a cenar. Rin no solía darle comida chatarra, pero lo complació y le compró una hamburguesa, estaban cenando cuando Sesshoumaru entró en el mismo restaurante.
-"Hay 350 restaurantes en la cuidad y él viene a parar aquí!"
Rin pensó mientras lo ignoró. Sesshoumaru se acercó a la mesa al verlos.
-Sesshoumaru!
-Hola, James… Rin…
-Hola! Porqué ya no vas a la casa?
-He estado un poco ocupado…
-Ya lo creo…
-Rin…
-No te preocupes, esta vez no permitiré que te golpee.
-Mama, pelearon otra vez?
-Son cosas de adultos, James. Ya empezaste a armar los aviones?
-No… bueno, sí uno, pero no lo he terminado. Cuándo vas a ayudarme?
-Qué te parece si voy mañana? Estoy de vacaciones…
-Puede, mami? Sesshoumaru puede ir a la casa mañana?
-Sí…
-Sí!
Rin despertó con un James muy emocionado sobre ella.
-Mama! Ya es de día!
Rin rió y lo abrazó. James apenas cabía en sí de la emoción por pasarse todo el día con Sesshoumaru. Después del desayuno, Rin lavó los platos.
-Te vas a quedar, verdad que sí?
-No puedo mi amor… yo vendré en la tarde.
-Está bien…
-James, si Sesshoumaru te dice que tiene novia, respétalo, de acuerdo?
-Pero…
-James. Te estoy hablando! Si me entero de que le faltaste el respeto, te voy a castigar.
-Está bien…
En ese momento llegó Sesshoumaru, James lo recibió abrazándose a sus piernas.
-Hola! Oye, me dejarías un ratito con tu mami? Tengo que hablar con ella…
-Sí!
James corrió a su habitación. Rin recogió sus cosas.
-Rin…
-Hola…
Aquél saludo fue más seco que un desierto, Sesshoumaru sabía que se lo merecía.
-Rin, tenemos que hablar.
-Bien, yo hablaré. Sólo hago esto por mi hijo, porque te juro que si no te quisiera tanto ayer mismo me montaba en un vuelo a Francia. Hazme un favor y no lo ilusiones diciéndole que quieres ser su papá o que me quieres. Por Kami, lo estás volviendo loco y a mí junto con él. Y te agradecería que a mí casa no traigas a las rameras con las que te revuelcas. Dejando eso claro, James es hiperactivo, no le des muchos dulces o cosas con azúcar a la vez.
-Ya puedo hablar?
-Y realmente crees que te quiero escuchar?
-Rin…
-…-
-…-
-Bien, me tengo que ir.
Rin se marchó dejando a Sesshoumaru con las palabras en la boca. Todo el camino a la oficina, se aferró al volante, se sentía como el ser más despiadado que hubiera existido.
Sesshoumaru y James se pasaron gran parte de la mañana jugando. Estaban armando el modelo sin terminar.
-Sesshoumaru, tú conoces a mi papá?
-No lo creo…
-Mama me dijo que es japonés…
-Sí?
-Sí… y que lo va a buscar para que yo lo conozca… pero si él no quiere a mi mama, yo no lo quiero.
-Y qué te hace pensar que no la quiere?
-Mama me dijo que puede ser que no la quiera a ella. Por que ella dijo una mentira y que ahora hace mucho daño decir la verdad.
-Ah, que no la perdonará. Y qué más? No te dijo su nombre?
-Hmm… no, no me dijo… pero me dijo que lo amaba mucho… pero que no podían estar juntos… yo me acuerdo que mi abuelita, a veces me pedía perdón…
-Tu abuelita Amelié?
-Sí, ella me decía que era su culpa que yo no tuviera papá. Porque mami no la quería dejar sola.
Sesshoumaru comenzó a sentir un vacío en el estómago.
-James… qué más sabes?
James le hizo toda la historia tal y como Rin se la contara a él. Sesshoumaru se sentía frío y con la cabeza ligera. Se fijó en el pequeño frente a él y se dijo estúpido a sí mismo. El pequeño si apenas tenía rasgos ajenos a los suyos.
-"James… James es mi hijo! ES MI HIJO!"
El niño seguía hablando sin notar los cambios en su amigo.
-…Tío Jakotzu me dijo que mami siempre estaba triste… pero no se lo digas a mami, ella no sabe lo que tío me dijo…
-Qué te dijo? Porqué estaba triste?
-Porque ellos dos llamaron muchas veces a mi papá y le mandaron cartas y muchas cosas para decirle que fuera a Francia y él no fue. Y que por eso mami cree que mi papá no la quiere…
-Estás seguro de todo esto?
-Sí, tío me lo dijo en su última visita. Me acuerdo de muchas cosas.
Sesshoumaru sonrió, si apenas recordaba dos o tres cosas de su infancia eran muchas.
-Y ahora? Tú mamá lo quiere?
-No sé… no me lo dijo… pero sí se notaba triste cuando me dijo que él no la va a querer y después, no sé porqué se asustó mucho.
-Se asustó?
-Sí, y dijo algo raro, no entendí, pero creo que dijo: "primero muerta" o algo así…
-James, se supone que me puedes decir todo esto?
-Ella no me dijo que era un secreto. Así que creo que sí. Además tú eres mi amigo.
-"Yo soy tu papá…"
-Sesshoumaru, sabes cómo puedo hacerme fuerte?
-Para qué quieres ser fuerte?
-Para cuidar a mi mami si mi papá no la quiere.
-Eso no va a pasar…
-Cómo lo sabes?
-No te preocupes…
James se quedó pensativo. Sesshoumaru lo observaba y se descubrió sonriendo ampliamente.
-Qué pasa, Sesshoumaru?
-Sabías que te quiero?
-Sí.
Sesshoumaru sonrió aún más.
-Y quiero a tu mamá…
-Pero ella me dijo que tienes novia… y se puso muy triste…
-No tengo novia, es que Rin no me dejó hablar… James, ella me quiere?
-Sí.
-Sí?
-Mucho, ella le dijo a Kagome que te ama… pero tiene miedo de decirte algo… dice que si lo sabes, puedes querer quitarle algo… qué le vas a quitar a mi mamá? Porqué?
-Nada… no te preocupes…
Sesshoumaru continuó jugando con él, ahora con la noción de que era su hijo. Pero entonces recordó la carta que aún conservaba, de hecho, este día la cargaba consigo, decidido a poner los puntos sobre las íes. Si Rin intentó localizarlo tantas veces, y le mandó tantas cartas, porqué él nunca se enteró? Su mente comenzó a trabajar a mil por hora hasta dar con una remota respuesta. Su antigua secretaria, por alguna razón ella y Kagura eran amigas. De por sí era algo extraño dada la obsesión de Kagura con la élite y la posición social.
Cuando Rin llegó a la casa, James corrió a sus brazos y la abrazó con fuerza y la llenó de besos.
-Hola, mi amor…
-Mami!
Rin sonrió y dejó todas sus cosas a un lado, incluyendo una rosa roja que tenía en las manos. Al verla, todo lo que Sesshoumaru tenía en mente se fue por el caño. Fijó sus ojos doraros enardecidos por la furia en la inocente flor en sus manos.
-Mami, y eso?
-Ah, esa flor me la regaló Inuyasha.
-Por qué?
-Porqué sí, porque me quiere mucho. Te portaste bien?
-Sí!
-Sí? Y qué hicieron?
-Terminamos el avión! Y comenzamos un carro…
-Vaya…
-Mami… tú me dijiste que querías decirle algo a Sesshoumaru. Sesshoumaru quiere decirte algo a ti. Pero los dos dicen que no se dejan hablar.
-James…
-Mami…
-Ve a tu cuarto, yo hablaré con Sesshoumaru.
El pequeño salió corriendo sin decir más y se escuchó la puerta cerrarse. Rin se sentó en un sillón de la sala.
-Sesshoumaru… esta mañana yo…
-Estabas en tu derecho… pero de verdad necesito hablar contigo…
-Te voy a escuchar.
-Todo… todo este tiempo… todo lo que he hecho… ha sido promovido por mi orgullo herido… el despecho… sé que suena estúpido decirlo, pero me siento de todo, excepto estúpido… Rin, nunca te dejé de amar. Te iba a esperar… estaba dispuesto a esperarte… pero entonces me llegó una única carta, un correo electrónico… después de 3 meses, fue lo único que recibí… una carta donde me decías que te ibas a casar, que no me amabas… que estabas con este hombre maravilloso que vivía cerca de tu casa y que esperabas un hijo suyo…
Sesshoumaru le mostró la carta. Aquello golpeó a Rin en lo más bajo.
-Qué! Sesshoumaru…
-A causa de esta carta, me dejé enredar por Kagura… sabía que me era infiel, pero nunca me permití contemplar que Megan no fuera mía… por eso le puse tu nombre… aún así y supuestamente odiándote, te amaba…
-Sessoumaru, yo no…
-Cuando viniste a Japón y lloraste cuando me viste por primera vez, se me encogió el corazón… Rin… supe que la carta era falsa… hasta que supe que sí tenías un hijo… entonces lo creí todo…
-Sesshoumaru, yo no escribí esta carta! Nunca! Yo te pedía que fueras a Francia, te decía que tenías que verme… yo nunca escribí esto!
Rin tenía lágrimas en su rostro.
-Tienes que creerme, yo nunca escribí esta carta…
Gracias a todas por sus reviews!
Besos
Mizuho
