Capítulo 14

Una Familia de Verdad

Rin tenía que reconocer que no había visto a ninguno de los dos más felices que ese sábado por la mañana en el que jugaban por todo el lugar. Finalmente, Sesshoumaru cesó el juego y dijo que iría a recobrar energías. Rin nunca se imaginó que sería besándola hasta dejarla sin idea de dónde era arriba y dónde era abajo. Ambos rieron a carcajadas presas de ser sorprendidos por James. Sesshoumaru la volvió a besar y le dijo que tenía una sorpresa.

-Sí? Qué es?

-Ya verás.

Sesshoumaru los llevó a una enorme casa. Los recibió un señor un tanto mayor.

-Sesshoumaru-sama, todo está listo.

Sesshoumaru sonrió. De la cocina salió una muchacha joven de curvas peligrosas y se lanzó a los brazos de Sesshoumaru. A James no le gustó, de hecho no le gustaba verlo abrazado con nadie que no fuera Rin.

-Papi, dónde estamos?

-Tienes un hijo? Vaya, no me lo esperaba…

-Kitome, por favor…

Sesshoumaru prácticamente se la tuvo que quitar de encima. Rin viró los ojos exasperada y se dio media vuelta. Seguramente era otra de sus ex – amigas.

-Te esperaré afuera…

-No, amor…

Sesshoumaru la tomó de la mano y entrelazó sus dedos.

-Vamos a ver la casa, sí?

Rin asintió. El señor mayor, les mostró cada rincón de la casa y hasta les habló detalladamente de la decoración. La casa estaba completamente amueblada. Por otra parte, Sesshoumaru sabía que Rin notó las intenciones de Kitome y eso la tenía molesta. Si no actuaba pronto, las dos mujeres se enfrentarían. Le preguntó que si le gustaba la casa. Ella le contestó que era maravillosa, pero aún no tenía idea de lo que pasaba. Se acercó a la sala mientras Sesshoumaru revisaba unos documentos.

-Miren nada más. Aquí vino la zarrapastrosa esta. Qué es lo que pretendes con Sesshoumaru? Ten mucho cuidado por que es mío!

Rin sólo pudo levantar las cejas como única reacción a tal agresión.

-Será mejor que te cuides la lengua si no quieres que te la arranque, qué es todo esto de que Sesshoumaru es tuyo. Te voy a decir algo, mocosa, vuelve al colegio, y quédate allí.

-Argh! Tengo meses tras él y ni tú ni nadie me lo va a quitar!

Kitome le dio una bofetada a Rin.

-Ahora sí te encontraste con el diablo!

Al escuchar los gritos, Sesshoumaru corrió a la sala. Rin le había devuelto el golpe a Kitome y con una fuerza mucho mayor. Tanto que Kitome tenía el rostro mucho más marcado que Rin.

-Pero qué pasa aquí!

-Sesshoumaru! Esta niñera con ínfulas de no sé qué… mira cómo…

Sin embargo, la realidad para Kitome fue otra cuando Sesshoumaru le examinaba el rostro a Rin y la llenaba de besos.

-Estás bien, mi amor?

-Sessh, me quiero ir de aquí. Sé bien cuando no soy bienvenida…

Por otra parte, James estaba que ardía de la rabia. Según él, nadie le hacía daño a su mamá y vivía para contarlo. Se acercó a la rubia despeinada y le pisó el pie con todas sus fuerzas y sus botas nuevas.

-James!

Rin lo cargó y se lo llevó al carro.

-Te estás volviendo loco!

-Pero ella te dio!

-Ese es un problema entre ella y yo! Tú eres un niño y los niños no le dan a sus mayores.

-Yo no la voy a respetar!

-Tienes que hacerlo!

-No! Mi sensee dice que quien quiere respeto, lo ofrece primero! Y ella no te respeta! Yo no la respeto a ella!

-James Arturo Porter!

James tembló al escucharla llamarlo por su nombre completo. Aquello significaba muy serios problemas para él.

-Estás castigado desde hoy hasta que se me olvide. Quiero que te quedes ahí sentado y no dirás una palabra más.

Rin salió del auto y se encontró con Sesshoumaru.

-Me quiero ir de aquí.

-Rin…

-Sesshoumaru, escúchame, no me importa si fue tu novia o no se qué. Pero me quiero ir.

Kitome salió ayudada por el anciano y le sangraban algunos dedos del pie que James le pisó. Rin se preguntó porqué rayos ellos no se movían de allí.

-SESSHOUMARU! ME QUIERO IR!

-A dónde quieres ir?

-A mi casa!

-Estás en ella!

James lloraba en el interior del auto.

-Mama!

-Sesshoumaru, por favor, vámonos…

-Rin. Ésta es nuestra casa.

-Qué! Pero si está llena de muebles!

-Que acabo de comprar. Preciosa. Ésta casa es tuya. Y todo lo de adentro.

-Sessh, pero… esa mujer…

-Es la asistente del corredor. Mi amor, te juro que nunca he tenido nada con ella.

-Sesshoumaru no bromees, no estoy de humor.

-No estoy bromeando, Rin. James…

-Está castigado.

-Yo estaba a punto de hacerle lo mismo a esa loca.

Sesshoumaru le dijo que bajara. James abrazó a Rin pidiéndole perdón.

-Mama, perdón… mama, voy a ser bueno…

Rin se arrodilló frente a él y limpió sus lágrimas.

-James, no sé dónde aprendiste eso de golpear a la gente, pero no quiero que lo hagas. Y te voy a castigar cada vez que lo hagas.

-Perdón… te prometo que voy a ser un niño bueno…

-Mi amor, y si ella te hubiera lastimado? No, cariño, no puedo soportarlo.

-Perdón…

Rin limpió sus lágrimas y se dejó abrazar por el cuello. Lo besó en la mejilla.

-Sessh…

-Nos vamos?

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-La casa es nuestra?

-Sí.

-Y esos muebles?

-Los compré y la decoró un profesional.

El apartamento de Rin era rentado con los muebles incluidos. Entraron en la casa y esta vez Rin se fijó en los detalles. La gran mayoría, los había elegido Sesshoumaru guiándose de lo que a ella le gustaba en las tiendas. Había una exquisita mezcla del gusto de ambos. Fueron a las habitaciones, en la segunda planta, 5 en total. La de ellos estaba amueblada, pero no tenía detalles y la de James tenía las paredes forradas de un papel tapiz con dibujos de autos, aviones y naves espaciales. La cama, propia de un niño y no la enorme cama del apartamento de Rin, era un auto de carreras. James corrió a la cama y se tiró sobre ella.

-Te gusta?

-Sí!

-Es toda tuya.

Rin lo besó con ternura.

-La habitación…

-Esa la dejé para que tú hagas lo que quieras allá.

-Mi amor…

-Aún no has visto lo mejor.

-No?

Sesshoumaru la guió hasta el vasto jardín trasero, James estaba en el cielo.

-Papi, vamos a vivir aquí!

-Sí.

-Sí!

Sesshoumaru rió.

-Mi amor… qué piensas?

-Es prefecta… me encanta!

Rin lo besó apasionadamente. Al romper el beso por falta de oxígeno, Sesshoumaru acarició sus mejillas.

-Ya olvidaste lo de antes?

-Sí…

Rin sonrió.

-Pero cómo?

Sesshoumaru sonrió y la besó.

-A caballo regalado no se le mira el colmillo.

-Te amo, mi amor. Gracias.

James apareció con un pequeño cachorrito blanco de ojos azules.

-Sessh!

-El perro va incluido…

Rin se lo comió a besos.

-Qué raza es?

-Es un Golden Retriever… pero éste en especial es albino.

-Mi amor, los Golden Retrievers, son dorados…

-Te estoy diciendo que es albino. El veterinario me explicó que no tiene una proteína que le da el color al pelo y los ojos y la piel. Y yo no lo quería. Pero es tan tierno…

-Tú consideras a un perro tierno?

Rin le pasó la mano por la frente asegurándose de que no estaba enfermo, Sesshoumaru rió y la besó.

-Sí, es muy cariñoso. Y me aseguraron que si única diferencia es esa.

-Mi amor! Eres tan lindo! Adoptaste un perro anormal!

Sesshoumaru rió a carcajadas.

-Especial, preciosa. Eso de anormal se oye feo…

Rin rió.

-Mama, nos lo podemos quedar?

-Sí.

-Sí! Oíste eso, Yuki?

Rin rió a carcajadas.

-Yuki? (Nieve?)

-Sí, porque es blanco como la nieve…

………………………………………

En dos días se habían mudado a la casa nueva. Estaban cenando con Inuyasha y Kagome, las niñas e Izayoi. Después de la cena, James le mostró a Kira, su perro Yuki.

Días después llegaron desde Francia, Chandler y Jakotzu. Rin casi se desmaya al verlos los abrazó brincando de la alegría.

-Qué hacen aquí?

-Pero y es que te esperabas que no viniéramos a tu boda?

-Qué bueno!

James corrió a abrazar a su tío Jakotzu.

-Tío!

-Mira nada más lo grande que estás! Ya eres todo un hombrecito!

James le sonrió a Chandler de la misma manera que Rin a esa edad. Tanto, que los ojos parecían cerrársele.

Cuando Rin se enteró que había sido Sesshoumaru, que los mandó a buscar, saltó a sus brazos y lo abrazó comiéndoselo a besos.

-Te amo! Gracias, mi amor!

-No fue nada, preciosa…

Rin sonrió y lo besó apasionadamente.

……………………………

El día cero había llegado. Sesshoumaru sentía el corazón a mil mientras veía a Rin caminar hacia él acompañada por Chandler. James, a su lado sostenía las sortijas y Kira una canastilla con flores.

Cuando Rin estuvo frente a él, le sonrió ampliamente. Sesshoumaru se acercó y la besó en la mejilla.

-Quién entrega a esta mujer en santo matrimonio.

-Yo lo hago.

Chandler la besó en la mejilla y se sentó al lado de Jakotzu, que ya sostenía un pañuelo cerca de sus ojos.

-…Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora, o calle para siempre…

Hubo un silencio sepulcral.

-Por el poder…

-Yo me opongo!

Sesshoumaru sintió una presión en el corazón. Un hombre, pelirrojo, de ojos azules se acercó al altar.

-Shippo!

-Rin, no te puedes casar con éste imbécil que sólo te provoca lágrimas y sufrimientos… yo te amo… y tengo el mundo para ofrecerte…

Sesshoumaru estaba nervioso aunque confiaba en Rin, ella le dedicó una mirada tranquilizadora.

-Shippo… hacen casi 7 años que no te veo…

-Pero te amo…

-Yo te quiero mucho… pero como mi amigo. Shippo, estoy casándome con el hombre que amo… con el padre de mi hijo.

-Tienes un hijo?

Rin le señaló a James.

-Rin, realmente lo amas?

-Con todo mi corazón.

-Y eres feliz con él?

-Muy feliz…

Shippo bajó la cabeza.

-Espero que seas muy feliz, entonces…

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-Lo seré, Shippo.

Shippo sonrió y se marchó. Rin tomó las manos de Sesshoumaru.

-Padre, será mejor que termine antes de que aparezca una lunática ex de él.

Todos rieron.

……………………………………

James se quedó con sus tíos mientras Rin y Sesshoumaru volvían al lugar donde todo comenzó. Sesshoumaru la cargó a través del umbral de la lujosa habitación. Una vez en el interior de la habitación, Sesshoumaru le haló los pantalones de jeans que Rin vestía. Ella rió a carcajadas.

-Mi amor! Cálmate…

-Tengo dos meses sin tocarte, cómo rayos se te ocurre pedirme que me calme?

Rin volvió a reír. Sesshoumaru le sacó el pantalón y se deslizó sobre ella besándola en el vientre, entre sus senos y finalmente en los labios.

Rin se escapó de entre sus brazos. Sesshoumaru la iba a seguir, pero ella lo detuvo.

-Como te has portado tan bien, te daré un regalo…

-Un regalo?

-Sí…

-Preciosa, no quiero regalos, quiero hacerte el amor!

Rin rió a carcajadas.

-Ya verás…

Rin comenzó una sensual danza al ritmo de unos tambores que se escuchaban un poco lejos. Sesshoumaru la contemplaba prácticamente babeando y se preguntaba si le podría hacer el amor moviéndose así. Las caderas de Rin tenían un contoneo que lo estaban volviendo loco. Apoyado sobre sus manos y arrodillado en la cama observaba a Rin moverse para el deleite de sus ojos. Cuando ella se acercó, él retrocedió hasta quedar sólo sobre sus rodillas, entonces ella tomó sus manos y las colocó en sus caderas para que sintiera su ritmo. Incapaz de articular palabra, Sesshoumaru sonrió, Rin lo tentó a besarla, pero lo empujó hacia atrás, haciéndolo quedar acostado sobre sus piernas. Sesshoumaru nunca pensó que sería tan flexible.

Una vez que sus piernas estuvieron extendidas, Rin se sentó sobre su estómago. Continuaba con el contoneo. Sesshoumaru trató de incoporarse, pero la posición de Rin se lo impedía.

-Amor…

Rin se sacó la blusa, quedando sólo en el interior de encaje blanco. Sesshoumaru acarició su vientre y sus piernas.

-Bésame…

-Aún no…

-Te lo ruego…

Rin rió pícaramente. Se inclinó sobre él y con un tono de voz extremadamente sensual, le dijo que lo amaba, luego lo besó apasionadamente.

Sesshoumaru no supo cómo ni cuando, pero se hallaba desnudo, tendido sobre el colchón y a merced de su esposa. Rin lo acarició en toda su extensión y así mismo lo dirigió a su interior. Todos los deseos de Sesshoumaru se cumplieron cuando Rin comenzó a moverse tal y como le había bailado. Sentía que se volvería loco, su resistencia estaba diezmada.

-Ah! Kami! Rin! MEGAN!

-SESSHOUMARU!

Rin colapsó sobre el cuerpo de su esposo luego de haberlo bañado con su esencia. Cubierta por el sudor y temblando por el éxtasis, se refugió en su pecho. Él la abrazó mientras halaba las sábanas para cubrirla.

-Te amo, preciosa…

Ambos sonrieron y se besaron apasionadamente. Entre caricias y besos se entregaron a un sueño que repondría sus energías para hacer el amor hasta el amanecer.

Rin despertó por los besos que su marido le daba en el pecho y le arrancaba más de un suspiro.

-Mi amor…

Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente.

-Me vas a rogar que me detenga…

Rin rió y se estremeció al sentir sus dedos en su interior.

-Ah! Sessh!

Sesshoumaru se dedicó a besarla y saborearla a sus anchas. Rin gimió de placer al sentir sus labios en su entrepierna. Se retorció mientras el placer se adueñaba de su cuerpo. Sentía que algo caliente la recorría por dentro. Se descubrió gritando al máximo de su capacidad pulmonar.

-Kami! Sessh! Detente!

Rin sentía que se estaba volviendo loca. No tenía fuerzas para mover sus piernas. Sentía los músculos de su vientre contraerse.

-Sesshoumaru! Ya!

Sesshoumaru no se detuvo. Finalmente Rin se retorció dándole a Sesshoumaru su recompensa, el poder saborear a sus anchas su esencia. Con su sabor en su lengua, la besó apasionadamente, para que ella lo sintiera.

………………………………

Rin recibió a James en sus brazos al momento en que pisó la casa. Lo llenó de besos mientras lo abrazaba con fuerza.

-Mi amor! Te extrañé tanto, mi vida! Te amo!

Sesshoumaru reía mientras esperaba su turno para saludar a su hijo. Pero ese turno no llegó, Rin lo llevó a la habitación. Jakotzu y Chandler rieron a carcajadas al verla. Sesshoumaru la siguió.

-Oye! Qué hay de mí!

-Consíguete el tuyo!

Sesshoumaru rió a carcajadas comprendiendo que era la primera vez en toda su vida que James y Rin se separaban. Finalmente rompieron el abrazo y James se lanzó a los brazos de su papá.

-Te quiero, hijo…

Luego de que todos se marcharan y que Chandler y Jakotzu insistieran en irse a un hotel, Rin llevó a James a su cama, lo besó con ternura.

-Te amo, mi amor…

-Te quiero, mami…

Rin sonrió y esperó a que se durmiera. Cuando entró en su habitación Sesshoumaru terminaba de desarmar su maleta. Rin sonrió y lo besó apasionadamente.

-Sabes? Es algo patético que destrocemos una cama a 200 mil kilómetros de casa, y nuestra cama sólo la hayamos usado para dormir. Y para colmo, para dormir sola.

-Y lo haría cada vez que lo pudiera repetir.

-Yo también…

Ambos rieron. Sesshoumaru la cargó y la dejó sobre la cama.

-Eso termina esta noche, mi amor…

Rin se dejó desvestir por su esposo, quien al hacerlo, la contempló desnuda y sonrió. La besó en el vientre.

-Rin…

-Hm?

-Cuándo me vas a dar mi bebita hermosa como tú?

Rin rió mientras se retorcía por las cosquillas que él le hacía.

-Mi amor…

-Te amo, preciosa…

-Te amo, Sessh…

Con la noción de que James dormía a unos pasos de ellos, hicieron el amor un poco más calmados de lo que lo harían en el hotel. Sin embargo, el resultado fue la misma sensación plena de satisfacción y placer al llegar al clímax juntos. Rin descansaba en el pecho de su esposo.

-Mi amor…

-Hm?

-Hablaste en serio? Quieres?

-Claro que sí, preciosa. Quiero una niña.

Rin rió.

-Y si es otro niño?

-No importa, pero seguiremos intentando, quiero una niña.

Rin rió y se dejó besar apasionadamente.

Despertaron abrazados con los rayos del sol bañando la habitación. Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente.

-Buenos días, señora Kazami…

-Buenos días, señor Kazami…

Aún entre las sábanas, comenzaron un juego de por más sensual, pero se detuvieron al sentir algo entre sus pies.

-Kami! Qué es eso!

Rin se cubrió el pecho al ver a James sobre la cama, sonrió y lo recibió en sus brazos.

-Hola, mi amor…

-Mami…

-Dime…

-Ya si somos una familia?

-Sí, mi amor…

-De verdad?

-De verdad.

-Y desde ahora, te vas a llamar James Arturo Kazami.

-Por qué?

-Porque eres mi hijo, y ese es mi apellido.

El pequeño se quedó pensativo y vio a Rin con los ojos llorosos.

-Ya no soy tu hijo, mama?

Rin lo abrazó sonriendo.

-Claro que sí, mi amor! Lo que Sessh quiso decir es que los niños llevan el apellido de su papá. Y ahora que tienes papá. Te toca su apellido…

-Pero sigo siendo tu bebé?

-Sí, mi amor… Siempre vas a ser mi bebé.

James sonrió y la besó en la mejilla. Rodeando su cuello con sus bracitos.

-Mama, porqué no tienes pijama? Ni papa?

-Ejem! Er- pues…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y se levantó con la toalla alrededor de la cintura.

-Yo me voy a bañar.

-No me dejes sola!

-Esa batalla te toca a ti…

-Traidor!

Como pudo, Rin logró contestarle a James y satisfacer su curiosidad. Cuando Sesshoumaru dejó de escuchar las preguntas, cada una más inquisidora que la otra, salió del baño y sonrió al verlos abrazados y dormidos. Se inclinó sobre su esposa y la besó con ternura.

-Te amo, mi amor…

Rin sonrió entre sueños.


Hola! Ando rapidito antes de irme.

Espero que lo disfruten. Y me da cosita decir que el final se acerca. Tal vez uno o dos capis más. Ya veremos.

Besos

Mizuho