Capítulo 19
Felices por Siempre
Rin estaba sentada en el comedor. Sesshoumaru llegó y la besó en la mejilla, dejó los paquetes que emanaban un delicioso olor a comida sobre la mesa.
-Qué pasa mi amor?
-Leíste el periódico?
-No… qué pasa?
-A Naraku lo mataron en la cárcel…
-Qué?
-Sí… está en el periódico… es horrible, pienso que nadie debería morir así… ni siquiera el peor de los bandidos.
-Lo que pasa es… que…
Sesshoumaru la abrazó y la llenó de besos entre palabras.
-…Tú… tienes… un corazón… demasiado… bueno…
Rin sentía cosquillas y comenzó a reír.
-Quién sabe? Tal vez se lo buscó. Y si me preguntas, si me lo dejaban, lo mataba yo. No olvidemos que era de la peor calaña…
-Sessh, hablamos de un muerto…
-Lo siento Rin, pero a personas como esa, si es que realmente era humano, no les tengo lástima.
Sesshoumaru vio el periódico, la foto que mostraban era grotescamente sangrienta. Según el reportaje, lo habían violado y luego lo empalaron.
-Te comprendo, mi amor…
-Era cuestión de tiempo para que ese bastardo le desgraciara la vida a Megan.
-Eso lo sé…
-Vamos a cenar y olvídate de eso, sí?
Sesshoumaru la inclinó hacia atrás y la besó apasionadamente. Estuvieron así un largo rato hasta que James y Megan los vieron y rieron. Durante la cena, Sesshoumaru los escuchó contarles su día en el colegio, luego jugó con ellos un rato, hasta que Rin los mandó a prepararse para dormir. Sesshoumaru entró a la habitación de Megan y la acomodó en su cama.
-Quedó muy linda tu habitación, princesa…
-Sí, mami la hizo como yo la quería…
Sesshoumaru sonrió.
-Sabes que pronto, Rin no podrá prestarte tanta atención…
-Sí, los bebés ya van a nacer… Yo quiero que nazcan para ayudarla con ellos.
-Sí? La quieres ayudar a cambiarlos?
-Sí.
-Papi…
-Dime…
-Mami de verdad me quiere como a James?
-Claro que sí, princesa. Sabías que las mamás tienen un corazón especial?
-No…
-Ah! Pues, mira, las mamás, tienen un corazón gigante, porque no importa cuántos hijos tenga, los quiere a todos por igual. Así que Rin quiere a James, te quiere a ti y quiere a los bebés por igual.
-Papi, y a ti? No te quiere?
-Claro que sí, princesa… Así como yo la quiero a ella, y los quiero a todos por igual.
-Pero papi… yo no quiero quererla también…
-A quién?
-A ella…
-A Rin?
-No… a Kagura… tengo que quererla?
Sesshoumaru lo pensó un momento.
-No, princesa. No si no quieres. Tú eres libre de querer a quien quieras.
-Yo solo quiero a Rin…
Rin entró a la habitación.
-Yo también te quiero mucho…
Rin la besó en la frente.
-Mi amor, los bebés van a nacer mañana y yo ya no tendré…
-Ya papi me lo dijo… mami, pero los bebés vienen mañana?
-No lo creo, estaremos unos días en el hospital. Los bebés y yo. Megan, mi amor. Yo sólo quiero que mientras yo no esté, obedezcan a su papi en todo. De acuerdo?
-Sí…
-Mi amor, Megan ya se sabe bañar sola. Sólo necesito que te cerciores de sus ropas…
-Rin, yo sé.
-Y a James también…
Rin besó a Megan en la frente.
-Dulces sueños, mi amor…
-Mami, despiértame antes de irte…
-Sí, mi amor...
Ambos salieron de la habitación. Al entrar en la suya, Rin se abrazó a Sesshoumaru.
-Mi amor…
-Tengo miedo Sessh… tengo mucho miedo…
-Todo va a salir bien, preciosa. Ya has dado a luz…
-Sí, pero no por cesárea… le tengo terror a los quirófanos…
-No te preocupes, preciosa… yo estaré contigo…
Sesshoumaru le dio un rico masaje, eliminando cada punto de dolor en su espalda. Acomodó todas las almohadas contra el espaldar y la recibió entre sus brazos. Después de todo, era la única posición que soportaba Rin.
Al día siguiente, Sesshoumaru la besó para despertarla.
-Mi amor…
-Buenos días, preciosa…
Rin sonrió mientras Sesshoumaru se inclinó sobre su vientre y lo besó.
-Te amo, preciosa…
-Y yo a ti, mi amor…
Rin se levantó para prepararse, cuando bajó, James y Megan estaban listos para ir al colegio. La abrazaron y la llenaron de besos.
-Hm! Te amo, mi amor… y a ti…
Los besó a los dos. Los llevaron al colegio. Sesshoumaru la llevó al centro médico, donde Bankotzu los esperaba. Le hizo una sonografía y sonrió.
-Es el momento perfecto. Estás lista?
-Si te digo que no?
-Tienes media hora.
Rin sonrió.
-No tiene gracia.
-Vamos, vas a estar a bien. En menos de una hora conocerás a tus hijos.
Rin apretó la mano de Sesshoumaru y asintió, siguieron a Bankotzu. Prepararon a Sesshoumaru y lo vistieron para que pudiera entrar al quirófano. Al momento de ponerle la epidural, él le sirvió de soporte mientras la admiraba al ver la aguja en toda su extensión.
-Va a sentir un pequeño "pop".
Al sentirlo Rin se mantuvo quieta, sin embargo gritó.
-Ah!
Sesshoumaru la continuó sosteniendo.
-Tranquila, mi amor… ya pasó…
-Sessh…
-Te admiro, preciosa… yo no me dejaría hacer esto ni loco… de hecho, no me atrevería a embarazarme nunca…
El doctor le dijo que ya podía moverse. La acostaron en la camilla. Sesshoumaru secó sus lágrimas que apenas se quedaron en sus ojos.
-Rin…
-Hm?
-Te amo…
Rin sonrió. Las enfermeras cruzaron miradas y sonrieron.
-Señor, debe permanecer detrás de la bambalina…
Sesshoumaru se colocó donde le indicaron y una enfermera levantó una sábana a manera que Rin no viera. La prepararon con el yodo y entonces Bankotzu entró. Había dos perinatólogos, y dos equipos listos para los bebés.
-Mi amor…
-Dime…
-Quiero que el niño se llame Inutaisho…
-Yo quería Satoshi… Era el segundo nombre de papá…
-Entonces será Satoshi…
-Y la niña?
-No lo sé… no me decido…
-Amelié, como su abuelita…
Rin sonrió.
-Sí… Amelié…
Bankotzu tomó el bisturí.
-Rin, estás lista?
-Sí…
-Sientes algo?
-No… nada…
-Bien, aquí vamos…
Habían pasado varios minutos, sólo se escuchaba la voz de Bankotzu.
-Mamá, espero que estés lista para conocer a tu bebé…
Bankoztu lo sacó, la cabeza primero.
-Es una niña!
Sesshoumaru rió y la besó en la frente a través de la mascarilla de papel.
-Te amo, preciosa… Kami, es hermosa…
-Papá, nos hace los honores?
Sesshoumaru tomó la tijera temblando.
-Entre las dos pinzas… perfecto!
De inmediato la pequeña comenzó a llorar y un equipo la tomó, la estaban limpiando cuando Bankotzu sacó al segundo bebé.
-Es un niño!
Sesshoumaru prácticamente brincaba de la alegría.
-Te amo, Rin, te amo…
Sesshoumaru cortó el cordón. Mientras limpiaban a Satoshi, les acercaron a Amelié.
-Realmente es hermosa…
-Como su mami…
-Será rubia…
Rin introdujo su mano en la incubadora.
-Te amo, princesita…
La pequeña apretó su dedo, Rin sonrió con lágrimas en los ojos. Se la llevaron y le acercaron a Satoshi.
-Es precioso, como su papi… Vas a ser igual de carpetoso que tu hermanito…
Sesshoumaru sonrió.
-Rin, te vamos a preparar…
-Está bien…
-Qué cosa?
-Ya no puedo tener más hijos. Te lo dije, Sessh…
-Ah, sí…
Se llevaron al niño. Sesshoumaru se quedó con Rin.
-Estoy orgulloso de ti, mi amor…
Rin sonrió.
-Te amo, Sesshoumaru… no lo olvides…
Rin cerró los ojos. Un pitido se hizo permanente y de repente todos los médicos se alertaron.
-Rápido, descarguen…
-Rin!
-Vamos, no puede ser!
-RIN!
…………………………………
Sesshoumaru despertó al escuchar el llanto de uno de los bebés. Tocó el colchón vacío.
-"Lo olvidé…"
Fue al baño y se lavó la cara para despertarse. Y entonces fue a la habitación donde se originaba el llanto.
Allí, sentada en una mecedora, estaba ella, con Amelié en brazos y amamantándola, le brindó una dulce sonrisa mientras Sesshoumaru se acercó a Satoshi.
-Ya, escandaloso. Ya te daré tu leche.
Sesshoumaru lo cargó y tomó una botella, para luego sentarse junto a su esposa. La besó en la mejilla.
-Qué tal?
-Ya se está durmiendo…
-Perdóname… se me olvidó levantarme…
-Sé que estás cansado…
Sesshoumaru vio a su pequeño tomar desesperado. Acarició su pie, que estaba apoyado en su mano.
-Tranquilo, hay mucha más… además mami está aquí…
Rin sonrió. El pequeño pareció calmarse.
-Parece increíble que me perdiera todo un mes de sus vidas.
-Lo importante es que estás con nosotros, mi amor…
Rin se concentró en su pequeña ahora dormida. Acarició su rostro.
-Te escuchaba. Me llevabas a los niños y ellos me contaban su día… los escuchaba llorar y te imaginaba haciendo malabares para calmarlos.
Sesshoumaru sonrió.
-Aún no te perdono que no me dijeras la verdad.
-Yo sólo quería que fueras feliz, mi amor…
-Y qué felicidad es esa si no te tengo?
-No me arrepiento, Sesshoumaru… tengo cuatro hijos maravillosos y no me arrepiento…
-Aún así… no quiero perderte, preciosa…
Rin se puso de pie y acostó a Amelié en su cuna. Volvió con Sesshoumaru y se apoyó de su hombro. Él levantó el brazo y la abrazó, volvió a tomar la botella. Finalmente Satoshi se durmió. Rin besó sus piecitos.
-Me encanta. Es igualito a ti…
-Preciosa…
-Mis bebés son perfectos, los 4…
Sesshoumaru sonrió.
-James es como yo cuando era niña. Nunca se guarda nada… Megan es simplemente especial, me encanta cuando intenta ser como James, pero más reservada… Amelié… aún no sé a quién se parece… es tan dulce en un momento y al otro presiona hasta que tiene lo que quiere…
-Hm… segura que no sabes a quién se parece?
Rin sonrió y lo besó en la mejilla.
-Un pajarito me contó que tu mamá era así. Perseverante hasta el final. Y que sólo así te controlaba…
-Pero Satoshi… Satoshi es tu copia al carbón…
Sesshoumaru sonrió. El pequeño se movió un poco, ya dormido. Lo besó en la cabeza y lo dejó en su cuna. Abrazó a Rin mientras ella apagaba las luces.
-Es increíble que ya tengan 5 meses…
Salieron de la habitación abrazados.
……………………………………
Rin se acomodó entre los brazos de su esposo y lo besó en la mejilla. Acarició su barba de madrugador y sonrió.
-No te imaginas lo increíblemente sexy que te ves así.
-A las 4 de la mañana…. Me veo así sólo para ti…
Rin sonrió.
-Si no me doliera tanto el pecho, te haría el amor ahora mismo.
-Ves? Estoy en desventaja! Ahora que mi juguete favorito se ve mejor, no lo puedo usar!
Rin rió a carcajadas.
-Cómo serás!
Sesshoumaru rió y la besó con ternura.
-Descansa, preciosa…
…………………………………………
Rin despertó al sentir la cama fría. Se puso la yukata y salió de la habitación, un delicioso aroma a panquecas la llamó hasta la cocina. Al llegar, vio a James y Megan sentados a la mesa.
-Mami!
Ambos corrieron a ella y la abrazaron.
-Hola, mis amores…
Rin los llenó de besos. Sesshoumaru llevó los platos a la mesa.
-Aquí está… preciosa…
-Me encanta cuando haces el desayuno.
Sesshoumaru sonrió y puso los platos en la mesa. La abrazó y la besó con ternura.
-Cómo estás, mi amor?
-Bien… con hambre…
Sesshoumaru sonrió y le buscó un plato con dos waffles y miel por encima, una fuente con frutas y un vaso de leche.
-Vaya! Y todo esto?
-Un desayuno balanceado para mi reina, para que la comida de mis bebés sea la mejor…
Rin sonrió y lo besó.
-Gracias, mi amor… pero le faltan las proteínas…
-Ya viene… cómo quieres el huevo? Frito o hervido?
-Frito y con tocineta…
-Aprovechada.
-Relajado.
Sesshoumaru rió y la besó con ternura. Volvió a la cocina cantando Cielito Lindo.
-Ese lunar que tienes, cielito lindo, junto a la boca… no se lo des a nadie cielito lindo que a mi me toca…
Los niños comenzaron a reír a carcajadas. Como todo un charro, Sesshoumaru continuó su canto.
-Ay, ay, ay, ay… Canta y no llores… porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones!
James se reía de una forma tal que se cayó de la silla, Megan comenzó entonces a reírse aún más, a Rin no le quedó más que reírse. James se acercó a Rin y se subió en sus piernas. Cuando Sesshoumaru volvió al comedor, vio a Rin.
-Tú tambien!
-Mami, me duele…
Rin le besó la mano que se lastimó. Sesshoumaru dejó el plato en la mesa y volvió a la cocina. Rin al verlo, sonrió, era una carita feliz. Dos huevos en el lugar de ojos, la tocineta era la boca sonriente y puerro picadito como cejas y cabello.
-Sessh…
-Buen provecho…
-Sessh, mi amor, ven acá…
-No, te estás burlando de mí…
-Sessh… mi cielo…
-No, no quiero nada…
-Ni siquiera un beso?
Antes que de inmediato, Sesshoumaru estuvo junto a Rin. James y Megan volvieron a reír. Rin intentó ocultar la risa pero no pudo. Sesshoumaru se volvió a meter en la cocina, entonces rieron aún más fuerte.
-Sessh, lo siento, ven…
Rin dejó a James en la silla y fue hasta Sesshoumaru, lo acarició en la nuca y lo besó en la mejilla.
-Gracias, mi amor… está delicioso…
-Se te va a enfriar el desayuno.
-Pero no me lo quiero comer si no estás conmigo… anda, mi amor… ven…
Sesshoumaru fue con Rin. Al terminar de comer, Rin lo besó en la mejilla.
-Delicioso… gracias, mi amor.
Cuando los niños subieron a lavarse los dientes, Rin le dio a Sesshoumaru tiernos besitos.
-Ya se te pasó?
-No…
-Tengo una idea… los niños están por despertar… pero luego de bañarlos y alimentarlos, se vuelven a dormir hasta las 11… qué tal si te olvidas del trabajo y yo te doy un trato especial por un desayuno especial?
-No, te burlaste de mí…
-Te voy a…
Rin le decía al oído mientras deslizaba sus manos por su cuello y pecho, se hizo la que no sabía nada y lo acarició sobre el pantalón.
-Si no lo haces, me divorcio…
Rin rió a carcajadas. Cuando los niños estuvieron listos, Sesshoumaru los llevó al colegio. Al volver, Rin amamantaba a Satoshi mientras vigilaba a Amelié. Sesshoumaru sonrió y la cargó.
-Hola, mi amor… hola, princesa…
La pequeña sonrió y agarró su nariz, Sesshoumaru rió. Tomo la botella y la acomodó en sus brazos.
-La princesa come con papi hoy…
Sesshoumaru comenzó a darle la leche, la pequeña levantó sus manitas y agarró la botella en la misma posición. Sesshoumaru se sorprendió.
-Mira, Rin, la agarra sola…
-Sí, Satoshi también…
Al terminar de alimentarlos, Rin y Sesshoumaru los acomodaron en sus cunas. Sesshoumaru se quedó viendo a su pequeño dormir.
-Son hermosos…
-Igual que su apuesto papi…
Sesshoumaru sonrió y salió junto con Rin de la habitación. Ella lo guió a la suya.
-Preciosa…
-Vas a tener que esperar que me bañe…
-No…
-Huelo a leche… no es sexy…
-Hueles a mujer…
Sesshoumaru la haló y la besó apasionadamente pegándola contra su pecho, deslizó sus labios hasta sus senos y se apartó con la boca echa una trompa.
-Tienes razón… no es sexy… de verdad se comen eso?
-Para ellos es delicioso…
Sesshoumaru la llevó a la ducha y la llenó de besos mientras se hacía del jabón, Rin reía con las caricias de su barba incipiente en su cuello, luego de varias caricias, Sesshoumaru cerró el paso del agua y la llevó a la cama.
-Sessh…
-No me digas que me espere…
Rin rió al sentirlo completamente erecto. Decidió complacerlo y lo haló por el cuello. Sesshoumaru la acarició con sus dedos y la sintió esperando por él. Besaba sus senos, los sabía sensibles y disfrutaba cada gemido. Sabía que Rin lo hacía únicamente por él. Así que se esmeró en brindarle todo el placer que le fuera posible con sus labios. Finalmente la penetró, con calma. Le hacía el amor acorde a ellos. Habían crecido como pareja y hacer el amor no indicaba una lucha entre hurones bajo la sábana. Rin lo rodeó con sus piernas y lo hizo quedar contra el colchón.
-Atrapado!
Sesshoumaru rió y se movió hacia arriba, hundiéndose dentro de ella. Rin suspiró y se apoyó contra su pecho.
-Vamos, mi amor… me toca divertirme…
-P-pero…
-Recuerdas nuestra luna de miel?
-S-sí…
Rin se comenzó a mover de la misma manera que le bailase aquella vez. Sesshoumaru sólo la sentía apretarlo en su interior, la agarró por los glúteos y aceleró el vaivén de sus caderas. Antes de lo previsto, sus mentes estuvieron en blanco y experimentaron el más delicioso de los placeres.
Sesshoumaru abrió los ojos y se fijó en la delicada figura de su esposa que descansaba sobre su pecho tratando de recuperar el aliento. Levantó su mano aún adormecida, todo su cuerpo se sentía como bajo el efecto de una potente droga. Acarició sus mejillas haciendo su cabello a un lado.
-Te amo, preciosa…
La sintió sonreír aún contra su pecho.
-Te amo, Sessh…
Sesshoumaru la apretó entre sus brazos y se quedó acariciando su espalda, hasta que ella comenzara a reír.
-Quién se imaginaría a Sesshoumaru Kazami enamorado y casado?
Sesshoumaru rió.
-Ni yo…
Los bebés despertaron y comenzaron a llorar. Al ver que no planeaban seguir dormidos, Rin se apartó de Sesshoumaru y se cubrió con la yukata. Sesshoumaru hizo lo mismo y la siguió. Rin cargó a Amelié y Sesshoumaru a Satoshi. Sonrieron al verse uno al otro. Los pequeños rieron y comenzaron a halar sus ropas para llevárselas a la boca.
……………………………………………
Rin despertó y lo primero que vio fue a todos los niños sobre la cama. Satoshi se lanzó sobre ella y la llenó de besos.
-Edíz umpanoz, mama!
-Mi amor!
Rin los abrazó sonriendo. Por algo Sesshoumaru le había pedido que se vistiera en la madrugada. James la besó en la mejilla y le entregó un regalo.
-Feliz cumpleaños, mami…
-Te quiero mucho, mami…
Megan le entregó otro regalo.
-Gracias, mis amores. Los quiero tanto!
Rin los besó a cada uno. Y los abrazó. Amelié parecía algo apenada y en su idioma propio le dijo a Rin que no le tenía ningún regalo.
-Ma, o mo ego gado…
Rin sonrió acariciando el rostro de Amelié.
-Cómo que no? Ya no sabes sonreír?
Rin le hizo cosquillas y la hizo reír.
-Ves? Ya no necesito más regalos. Te amo, mi cielo…
La besó en la punta de la nariz. De la nada apareció Yuki con un sobre en la boca, lo dejó en el regazo de Rin.
-Hola, Yuki…
El perro ladró. Rin sonrió y abrió el sobre. En una tarjeta de papel de hilo había una nota con la caligrafía de su marido.
"La señora Kazami y sus 4 retoños
Están invitados a disfrutar del desayuno
Que está servido en la terraza.
Con amor, tu amor."
SK
Rin sonrió y les dijo a los niños que fueran a desayunar. Todos bajaron, menos Amelié.
-No tienes hambre, mi amor?
-O' ma…
-Con mamá?
Rin entró al baño, al poco tiempo salió y se peinó, cargó a Amelié y fue a la terraza. Rió al verlo todo listo. Realmente un desayuno de reyes. Sesshoumaru se acercó y dejó a Amelié en su silla luego de comérsela a besos, cargó a su esposa y la besó apasionadamente.
-Feliz cumpleaños, mi amor…
-Gracias, mi amor…
Rin se sentó a desayunar con su esposo e hijos. Al terminar el delicioso desayuno, los niños se pusieron a jugar con el perro por todo el jardín. James se acercó a Sesshoumaru.
-Papi, pon la piscina!
-Más, tarde, es muy temprano.
-Sí!
Sesshoumaru sonrió y abrazó a Rin. La besó en la mejilla. Rin rió mientras él rozaba la punta de su nariz con la suya. Rin dejó escapar un sonoro suspiro.
-Qué pasó?
-Nada…
-Rin…
Rin sonrió y acarició su rostro.
-Cuando nos separamos en Marseille… nunca creí que volvería a ser feliz…
-Yo tampoco, preciosa…
-Y hay algo que le que quiero preguntar a mi bello esposo.
-Qué cosa?
-Siempre vas a ser igual de encantador? Atento y deliciosamente sexy?
-Alguna vez he dejado de serlo?
-No…
-Pídeme lo que quieras preciosa… lo que quieras… y será tuyo…
-Sessh…
-Feliz cumpleaños, preciosa…
Sesshoumaru la besó apasionadamente aferrándose a su cintura. Rin sonrió acariciando sus mejillas. Vio a su alrededor y supo que no necesitaba nada más.
Quién diría que una aventura de verano se convertiría en la felicidad de toda una vida? Dos adictos al trabajo que aprendieron a dejar sus orgullos heridos de lado, a pedir ayuda cuando la necesitaban, pero sobre todo, a amar con todo lo que se tiene.
FIN
…………………………………………………
N/A: Qué les pareció? Quiero agradecer a todas mis lindas lectoras que me han apoyado en este y los demás fics. Me siento muy bien por la forma en la que responden y recuerden que la mejor paga que tengo por hacer esto, son sus reviews. Así que no solo espero más de éste último capítulo, si no de todos los que aún no he escrito. Ustedes me han ayudado a hacerlos mejores, a quererme superar y es que son un público exigente.
Espero seguir viéndolas más adelante.
Besos
Mizuho
