Bueno capitulo 15 y último. Aquí esta el desenlace de "Un Fantasma un tanto diferente".

Espero que os haya gustado.

Besos

Vania

P.D.: Savetheliterature y Anticristo81, una cosa es hacer una crítica pero vosotros os estáis pasando. Con esto no quiero decir que me importen vuestros comentarios. Pero os hacéis cansinos, siempre con lo mismo. Además, sois los más listos, pero sois los únicos que no tenéis nada publicado... ¡Ah! Es que lo vuestro es poner de gilipollas a los demás... pero claro... como no os gusta que os lo llamen a vosotros no publicáis... Pues no se si seré la primera que os lo dice, pero me parecéis unos pedantes y unos payasos. Así que me dejáis en paz, que nadie os obliga a leer mi fic.

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Capitulo 15: Una vida plena y normal

-Althea yo...- respira hondo y la mira a los ojos antes de hablar- sé que a ellos les da igual, pero la gente de los alrededores comentarán

-oh no, por eso no te preocupes

-bueno, te daré mi respuesta al medio día

"Estuve pensando toda la mañana en la propuesta que me había hecho Althea, se que ella se vendría conmigo a cualquier sitio, pero donde puede ser mas feliz que con su familia"

Como me prometió, a media mañana vino a darme una respuesta.

-He estado pensando y… creo que tienes razón. Quizás la boda deba celebrarse allí, todo entre tu familia. Althea solo quiero lo mejor para ti.

-Entre NUESTRA familia, Erik, tu ahora perteneces a ella.

Pasado el mediodía, vino el señor Moncharmin, a pedirme que cantara otra vez esa noche, pues la Carlotta todavía no se había recuperado del todo, pero yo le conteste.

-Lo siento Monsieur, pero cojo esta noche un carruaje que me llevara a junto de mi familia y es allí donde seré feliz junto con mi prometido. Adiós Monsieur - y le cerré la puerta

Preparamos nuestras maletas y fuimos a coger el carro, llegamos a nuestro destino, una vez allí bajamos y fuimos a casa, toda la familia nos recibió con los brazos abiertos, mi abuela lloro cuando le dijimos que íbamos a casarnos, todos estaban contentísimos la boda fue a la semana siguiente.

Mi vestido lo había diseñado el mejor diseñador de Paris, Erik lo había echo venir única y exclusivamente para eso, era muy sencillo, tenia escote de barco, era largo hasta los pies, la falda la tenia recogida en un lado como la de las gitanas y en el corpiño, tenia unas flores en color amarillo claro.

El iba vestido con un Frac, un chaleco, una camisa blanca y el pantalón negro, y llevaba la mascara.

Después de habernos dado el Si quiero, hicimos una comida para toda la familia.

Esa noche era la más especial de nuestras vidas. Fuimos a pasarla a una cabaña muy bonita a lado de la playa, que recuerdos, como era costumbre me llevo asta la habitación en brazos y me poso en la cama.

La estancia estaba iluminada con la suave luz de unas velas, se acerco a mi y me beso, luego me recorrió el cuello depositando pequeños besos y pequeños mordiscos, no miramos durante un segundo, yo comencé a quitarle el chaleco, me volvió a besar, muy despacio comenzó a desabrocharme el vestido, mientras, yo le desabotonaba la camisa, acaricie su torso y deposite unos cuantos besos en el, muy lentamente me empezó a quitar el vestido, cada segundo que pasaba, la pasión aumentaba, el se deshizo de sus pantalones y por fin ocurrió, dejo entrar su secreto en mi jardín, nos fundimos en un solo alma…

Después, yo descanse mi cabeza sobre su pecho, así estuvimos mucho tiempo. Esa noche se quito la mascara y nunca mas se la volvió a poner.

Durante el mes siguiente estuvo trabajando en los planos de nuestra futura casa, y en los de un teatro, que quería abrir. Una vez hubo terminado, comenzó la construcción de dichas obras, la casa estaba pegada a la de mi abuela y el teatro como a unos 5 kilómetros.

Ya habían pasado dos meses desde nuestra boda, me encargue de de darle una noticia.

-Felicidades, papi – le dije, se quedo mirando para mi, con cara de no entender nada, de pronto le cambio, se acerco a mi y me beso.

-Voy a ser… increíble… - y me volvió a besar.

Durante el embarazo todo fue bien, también en el parto. Fue una niña y se llamo Paola. Tenía los ojos azules de su padre. Erik fue un padre excelente, entre las obras y la composición casi no tenía tiempo libre, pero siempre sacaba un ratito para estar con nosotras y las noches las dedicábamos a estar juntos y a disfrutar el uno del otro, salíamos a dar paseos a caballo, o simplemente nos acurrucábamos en el sofá y charlábamos.

Dos años después, nuestra casa ya estaba lista, era preciosa, entre muchas otras cosas tenia en el piso superior un estudio con un piano.

El teatro tardo un poco mas, pero, enseguida lo acabaron; Erik sería su director, de cuando en cuando si alguna obra le interesaba en especial el era el Tenor principal, yo me convertí en la soprano principal del teatro. Mi nombre se izo muy conocido, vinieron a verme los directores de las Operas mas importantes de Europa, no paraban de hacerme ofertas, que yo siempre declinaba.

La inauguramos con "Don Juan Triunfante". Yo en el papel de Aminta y el en el de Don Juan. Paola ya tenia 10 años, había heredado el talento para componer de su padre.

Consiguió dejar la morfina; un día Paola encontró en un cajón la mascara, y me pregunto de quien había sido aquello, llevaba muchos años guardada y estaba llena de polvo, puesto que después de casarnos la metió en el cajón y juro no volvérsela a poner mas, salía a la calle sin ella, actuaba sin ella, y asistía a las representaciones desde su palco privado sin ella, e incluso a fiestas, a las pocas que asistía era en mi compañía, lo mas importante de todo es que nunca escondimos nuestro amor, ya no era El fantasma de la Opera, era Erik.

-Es una historia muy larga, otro día te la cuento, pequeña.

FIN