Weno, aquí estoy otra vez. Hace ya tres años que deje este fic, en el primer capitulo, porque me daba pereza seguir con el. Durante este tiempo he recibido algunos reviews para que lo siga (cuando empecé era el único fic en español y veo q sigue siendo así). Bueno, ahora y tras este tiempo intentare sacar un tiempo para seguir con el trabajo. Y como ya he dicho lo continuo porque con todos vuestros reviews me habéis animado, así que espero que me enviéis alguno mas después de este capítulo para que siga animándome. Gracias

Capítulo 2: Lo siento Spinelli

Aquel domingo pasó rápidamente para los chicos, y fue bastante más divertido que el día anterior.

Todos los estudiantes habían conseguido terminar pronto su trabajo y notas, por lo que los profesores decidieron dejarles el día libre en vez de incrementar su tarea. Aquel lugar era muy bonito, y los chavales se lo merecían.

TJ, Gus, Gretchen y los demás habían comido debajo de la sombra de unos árboles, hablando de trivialidades y echándose unas risas. De vez en cuando Gretchen le decía cosas a Spinelli al oído, de tal forma que nadie más les escuchase, riendo nerviosas después. Sus amigos de toda la vida les miraban con curiosidad, sabiendo que ese comportamiento era más típico de las Ashleys que de ellas dos. Tan sólo uno de ellos acabaría sabiendo de qué se reían.

El autobús que les llevaría de nuevo a casa saldría en una hora y media aproximadamente, era el momento de Spinelli.

TJ y Vince dormían en su habitación, mientras Gus y Mickey jugaban a las cartas. Alguien llamó mientras Gus barajeaba, y según abría la puerta Mickey entró Spinelli sin saludar a nadie. Fue de un par de brincos a la cama de TJ y empezó a zarandearle.

"Despierta TJ, venga hostias"

"Hey Spinelli, está durmiendo, lo que le tengas que decir podrá esperar" dijo Gus "mientras esperas podríamos echarnos un cinquillo los tres" Spinelli ignoró este comentario.

"Déjalo Gus, ya no estoy dormido. ¿Qué pasa Spinelilla? Dijo TJ entreabriendo sus ojos

"Nada importante" dijo Spinelli evidenciando que sí que lo era "pero necesito hablar contigo ya, ven conmigo fuera" TJ no puedo negarse, si habían unos ojos a los que no podía negarse a hacer nada eran los de Spinelli.

Fueron al río dando un paseo y comentando el día, lo que fue suficiente para TJ para entender que algo le pasaba a su amiga. Ella cada vez andaba más lento, sin saber si quería o no llegar al destino que había pensado idóneo para la situación, el árbol en el que habían comido.

"Y bueno, ¿qué es aquello tan importante que me querías contar? Preguntó TJ según se sentaban a la sombra. Spinelli miraba a la hierba y la arrancaba violentamente intentando relajarse.

"TJ, decirte esto me resulta muy difícil, pero como no te lo cuente voy a reventar. Pero antes, me tienes que prometer que no te enfadarás conmigo" dijo Spinelli con una voz que, según TJ, apenas parecía suya, muy dulce y suave, en vez de la típica vozarrona llena de tacos de su amiga.

TJ, empezando a preocuparse sin saber qué le podría haber hecho su amiga para que pensase que podría enfadarse con ella. Además esa voz no se la había escuchado más que en contadas ocasiones, solo cuando ella había estado realmente triste o nerviosa. Todo aquello era muy raro.

"Sabes que no me sé enfadar contigo Spin, nunca he podido" dijo TJ tratando de conseguir que su amiga cogiera confianza.

"Eres tan dulce" susurró Spinelli levantando la vista. TJ alcanzó a escucharla y, en un momento esas palabras y su mirada vidriosa despejaron la duda de su cabeza. Siempre había conseguido entender a su amiga con miradas, pero nunca habría imaginado que podría recibir un mensaje suyo así. ¿Sería verdad que…?

"TJ, creo que te quie..."

"Para Spinelli" cortó TJ a su amiga poniéndole un dedo en la boca "sé lo que vas a decirme y..." no pudo seguir. Ella le miró, y la cara de él confirmó lo que su tono de voz delataba. Se le escapó una lagrima comprendiendo que el no la quería... y dándose cuenta de que lo había arruinado todo. Sintió una humillación como nunca, e intentó levantarse para salir corriendo.

TJ la agarró cuando se iba

"Lo siento Spinelli, yo…" TJ notó que él también estaba a punto de llorar. No sabía qué decir, y cuando quiso darse cuenta ella se había soltado. Siempre tuvo más fuerza que él.

Unos metros más allá del árbol Spinelli corría con todas sus fuerzas deseando levantarse y descubrir que todo había sido una pesadilla.

Bueno, esto es lo que hay del segundo capítulo. Volviendo a escribir me he animado bastante a seguir, así que con un pequeño apoyo por vuestra parte en forma de review podré seguir aún más animada.

Ciaooo