Del Conocimiento a la Responsabilidad.
Written by: Lore-chan.
Capítulo 5º : Uniones.
Hiroyuki, el mismo muchacho que había tenido un encuentro con Mimi en la universidad y el mismo que había sido invitado por Xiang un jugo en su restaurante, caminaba con su peculiar jockey color azul el cual tenía un pequeño bordado en el frente en forma de fénix, lo traía inclinado hacia los ojos y avanzaba lentamente entre muchedumbre de la ciudad con las manos enterradas en los bolsillos y la vista clavada en el suelo.
Su mente dibujaba la figura de una chica pelirroja acercándose por unas calles más adelante, podía hasta oler el aroma de ella, saber con lo que estaba vestida: unos pantalones negros y una blusa verde limón cruzada a la espalda.
En un principio, se asustaba de saberlo todo…de tener esa facilidad para conocer el futuro, sabía con precisión lo que ocurriría en una semana o en minutos. Lo que nunca supo era de dónde había obtenido ese don.
Así fue como se enteró de quien realmente era él.
Hiroyuki vivía en una pequeña casa en el centro de Kioto con su madre y su padrastro, tenía una hermana y al parecer venía otro pequeño hermano en camino, claro que no era precisamente hermano en un cien por ciento sino que sólo por parte de su padrastro con su ex mujer. Sentía tristeza de que su madre aceptase todo, ella estaba postrada en una cama hace meses con una enfermedad terminal y lo único que deseaba era que los demás siguiesen con su vida, no quería ser un estorbo para el resto.
En la familia todos estaban conectados o unidos los unos con los otros de extraña manera; su hermana era hija entre su madre y su padre que había muerto años atrás, después ella se casó con un hombre divorciado que no tenía hijos. Él, aunque su madre no era capaz de decírselo frente a frente era…adoptado. Por lo tanto, no tenía una unión directa con ninguno de los que eran su familia.
Hiroyuki lo sabía gracias a su don podía ver la figura de su madre convaleciendo el habla y contándole la verdad minutos antes de expirar. Era terrible para él saber el día en que ella moriría y cómo…diciéndole toda la verdad, la cual no era sólo decirle que era adoptado sino que había sido acogido por la muerte de un hijo anterior de la pareja y que él conocía su paraje…precisamente no estaba muerto. Él lo buscaba desesperadamente para conocerlo en persona, no estaba conforme con verlo en sus pensamientos.
-¿hermano? – la voz de un chica lo hizo alzar los ojos para encontrarse con una pelirroja.
Era precisamente la que se presentaba en su mente minutos antes.
-¿qué haces por acá?.
-no mucho – sonrió él – y ¿tú?, no se supone que deberías estar en la casa cuidando a mamá.
-me dio permiso para salir – le indicó – Kaji se quedó cuidándola, ¿sabes la nueva noticia? – preguntó juguetonamente mientras tocaba su cabello.
La respuesta se avecinó al instante en su cabeza, él ya estaba al tanto…por supuesto. No quiso ser impertinente, su hermana no sabía lo de su don, así que la dejó hablar aparentando curiosidad.
-tendremos un hermano… - sonrió – Amar está embarazada.
Fingió un asombro. Su pelirroja hermana era bastante apegada a la familia de su padrastro, en realidad las dos familias eran muy apegadas, Amar visitaba con frecuencia a la madre de Hiroyuki para saber de su salud. Había sido la madre de Hiroyuki quien tras saber la noticia de su enfermedad años atrás quien unió a ambas castas.
Si se trataba de una opinión personal él estaba en completo desacuerdo con la situación, era inaudita. No se podía compartir algo tan importante como un padre, éste no podía ser para dos partes, sino para una. En su interior odiaba a Kaji, su padrastro, por aceptar la petición de su madre.
-Amar me dijo que si era niña me dejaría elegir el nombre…
-escucha Kasumi – pidió él – sabes que no estoy de acuerdo con eso, por favor trata de no hablarme mucho del tema.
-está bien…
Se quedaron callados, si ese no podía ser el tema la chica no sabía muy bien de qué hablar con su hermano.
-¿a dónde irás ahora? – preguntó ella.
-a dar una vuelta por los alrededores, ¿sabes si ya vendieron la casa de Kioto?.
-me parece que sí. ¿quieres que le pregunte a Kaji?.
-no, no es necesario. Y tú, ¿te vas a la casa?.
Ella se sonrojó un poco y la imagen de un chico rubio casi de su edad, apareció de pronto y duró segundos, pero fue necesario para saber que el nombre de él era: Yamato.
Hasta esos momentos, aquello no había aparecido por su mente, trató de que la imagen volviera pero no pudo, su don eran más bien trozos de situaciones futuras…duraban instantes y aparecían de un segundo a otro manteniéndose muy poco y, extrañamente, volvían a repetirse.
-¿a dónde irás entonces? – inquirió.
-a dar una vueltas, al igual que tú.
-me estuve preguntando… - comenzó – …hace días que sales sin decirle a nadie, ni siquiera a mi madre a dónde vas…
-recuerda que me inscribí hace cuatro meses en un curso de natación que imparte tu universidad…
-¿no estás saliendo con nadie?
-…por supuesto que no.
* ~ * ~ * ~ * ~ *
Sora salió del baño un poco mareada tras sentir el timbre sonar sin cesar un y otra vez, con desesperación. Caminó apoyándose de las paredes y llegó lentamente hasta la puerta. Cuando la abrió Mimi entró disparada sin siquiera saludar.
-¿qué ocurre? – preguntó la novia de Koushirou cerrando a pausas la puerta principal - …te ves pálida.
-¿por qué no abrías? – fue la respuesta y la Tachikawa se acercó hasta su amiga nerviosa.
-estaba ocupada, no me he sentido muy bien estos días.
-¿está tu mamá?.
-no, ella nunca está por estas horas…
-entonces te lo diré – la tomó de la mano y la sentó en su sofá – es mejor si te quedas sentada.
-no me preocupes – pidió Sora sacando un mechón de su rostro - ¿qué te pasa?.
-tienes que faltar desde hoy a la universidad…sino te encontrarás con él.
-¿con quién?, ¿por qué tengo que faltar? – la pelirroja no entendía absolutamente nada.
Mimi trató de apaciguar su agitada respiración y dijo : - Taichi, llegó hoy.
-¿qué?, no puede ser cierto…pero…si él… - se sostuvo de los brazos del sillón, sus ojos comenzaron a vagar por el living sin poder dar crédito a lo que había escuchado.
-…me lo encontré en la universidad. Estaba preguntando por ti – se arrodilló al frente de Sora posando sus manos sobre las de ella suavemente – el momento llegó…tendrás que contárselo.
-¡no estoy preparada! – se levantó de súbito – no en mi estado… No tengo cara para mirar a Taichi y decirle que ya no estoy con él.
-debiste decirle a Taichi lo que te ocurría con Koushirou antes de que se fuera. Explícale a Koushirou también, ambos sabían a lo que se tendrían que enfrentar si seguían con su relación.
-yo lo sabía…o sea, los dos lo sabemos. Pero, ahora no es fácil… - se detuvo a mirar a Mimi- ¿qué le voy a decir?.
-tendrás que prepararte luego…porque es de seguro que Taichi viene a tu casa a buscarte.
Y justo en ese momento el timbre comenzó a sonar.
Koushirou miraba atentamente como su madre arreglaba con alegría su maleta, el avión saldría en cuatro días más con dirección a Europa a pasar una semana libre de los ajetreos diarios. Su padre, en tanto, estaba en el comedor arreglando algunas cuentas y verificando minuciosamente el dinero que podrían gastar. Se acercó a él sentándose a su frente.
-mi madre está muy contenta con el viaje – comentó Koushirou palpando los pasajes a un lado.
-…sí, esto la ayudará a sentirse mucho mejor.
-no hay por qué preocuparse, ella me dijo que había sido sólo una recaída. Nada importante.
El hombre levantó la vista de sus papeles y lo miró un poco aturdido, ¿acaso él no sabía nada?. Era de suponer, parece, que ella no quería que su hijo se preocupara: -sí, nada importante – afirmó.
Koushirou lo contempló unos momentos mientras el retomaba las cuentas. Algún día debería contarle que su novia estaba en una situación bastante delicada. Ambos padres del pelirrojo le tenían bastante aprecio a la muchacha, pero quizá eso se revertía si les contaba la noticia.
Y, ¿si le contaba ahora?, tal vez lo ayudaría a enfrentar mejor la circunstancias. Pero y si lo obligaban a casarse…ya había pasado por problemas existenciales a causa de aquello. No quería darle a su hijo un hogar con un padre arrepentido de su decisión, no sabía si después de varios años seguiría amando a Sora como ahora.
De pronto el recuerdo de él se hizo presente. Si sus padres eran un problema, peor iba a ser enfrentar a Taichi…enfrentar a su amigo Taichi. Mirarlo a la cara y contarle que estaba con su novia hace meses que la amaba y que estaba embarazada…
-hijo – sonó la voz de su padre - ¿me puedes traer un refresco, por favor?.
-claro, claro – se levantó torpemente de su asiento y fue hasta la cocina.
De vuelta con el vaso en la mano, observó a ese hombre frente a sí y descubrió que debería de algún modo zafarse de uno de sus preocupaciones. Trabajó su cabeza encontrando las mejores palabras para contarle…barajó las posibilidades y decidido, dejó el vaso emanando gas en la mesa.
-padre… - llamó su atención y luego aclaró su garganta – tengo algo importante que decirte.
Nuevamente el hombre dejó los papeles de lado y subió la mirada junto con una sonrisa – te escucho – dijo.
Corrió la silla nervioso y se sentó doblando una pierna.
-verás…Sora y yo llevamos ya cinco meses juntos y…nosotros empezamos a… - se detuvo de golpe.
Era incómodo hablar del tema frente a su padre…pero éste entendió enseguida así que no tuvo que ser más específico.
El adulto tosió un poco y agregó: -en la sexualidad no hay nada de malo en ello, lo que sí es malo e indebido en afrontarlo con inmadurez y liviandad. El tema en si no es fácil y tiene requisitos para llevarlo a cabo – miró a su hijo – debes de estar enamorado y asumir responsabilidades, debes saber que si saltas hay muchas probabilidades de caer.
-yo estoy enamorado… - murmuró.
-debes recordar también que el amor no lo es todo… - entrecruzó sus dedos – el amor no paga los estudios, ni tampoco da alimento a un futuro hijo. El amor sólo da las fuerzas para hacer aquello, pero también depende de cada persona. Además esto es de a dos.
-Sora me quiere.
-entonces deben hacer las cosas a su tiempo: primero, son los estudios. Segundo, es casarse, tercero, los hijos. Si el cariño es verdadero únanse, no le tengan miedo a las uniones.
-creo que no podré hacerlo.
-pues a mí parecer no estás enamorado. Si lo estuvieras no tendrías que tener miedo…
-no es eso, papá. Estoy seguro de lo que siento.
-¿entonces?.
-yo salté…pero caí.
-¿qué ocurrió?…acaso… - guardó silencio quería escucharlo de la boca de su hijo.
-Sora está embarazada…de mí. Nos falló el orden de las cosas…
Yamato se quedó mirando la barra de equilibrio, aunque en realidad, no la miraba…sus pensamientos estaban tras una pelirroja de quince años.
Exactamente, ella tenía quince y Yamato ya cumpliría los veintidós, la diferencia ya ascendía a siete años. Pero el problema no era ése, sino que comenzaba a quererla y para el rubio querer significaba sufrir y él lo que menos quería era hacer sufrir a Kasumi. Era por ello que no quería formalizar la relación… lo que conllevaba a conocer a su familia, además.
Si no la hubiera conocido ese día, hace tres meses…
Él la encontró llorando en una parada de autobús, por lo que alcanzó a balbucear la pequeña, se le había perdido la dirección de su nueva residencia y no sabía cuál transporte tomar para poder llegar.
-pues yo vivo algo cerca de donde me describes…si quieres puedo ayudarte a llegar.
Ella lo miró con desconfianza, pero esa sonrisa acompañada de esos ojos azules la hicieron ceder. Subieron a un mismo autobús y Luciano iba contándole algo para distraerla de su timidez.
Apenas se bajaron del transporte, la pelirroja reconoció la zona.
-muchas gracias, señor. Debo admitir que en un principio estaba dudando de su intención.
-no hay problema, yo también hubiera dudado. Más si llego a un lugar donde no conozco a nadie.
-sí, yo no conozco a nadie.
-pues sí, me conoces ahora a mí. Yo soy Yamato Ishida.
-y yo Izumi, Kasumi Izumi.
-¡Ishida – le llamó su profesora – es tu turno en la argollas.
-ya voy.
El sonido del timbre se detuvo. Sora aún estaba estática en su sitio al igual que Mimi. No se atrevían ni siquiera a hablar, les daba terror de que si lo hacían se escucharía afuera. Ambas estaban seguras de que podía ser Rafael el que estuviese allí. Eran como segundos eternos que se interrumpieron por el timbre nuevamente.
Las dos chicas dieron un respingo simultáneamente.
-¿abro? – murmuró Mimi avanzando unos pasos.
-espera…yo no estoy preparada para enfrentarlo…no ahora. Por favor, dame tiempo…al menos esta noche.
-pero…
-¡¿Sora?! – se escuchó la voz de su madre - ¡¿estás ahí?!.
Exhaló más tranquila…sus nervios antes contraídos, se relajaron inmediatamente.
-lo lamento – dijo su madre ya adentro – olvide las llaves en la escuela…es que se me quedaron unos materiales y los necesito urgente para la próxima clase.
-no hay problema… - Sora suspiró.
-pero, ¿por qué no abrían?, ¿acaso no escuchaban el timbre?.
-estábamos en el dormitorio de Sora – respondió la prometida de Jou– creo que estábamos muy compenetradas con la conversación.
-bueno, yo las dejo…tengo que marcharme en seguida.
-adiós, mamá.
-adiós señora Takenouchi.
-adiós chicas.
Sora no podía faltar a sus clases, tenía exámenes en dos de sus ramos. Apenas puso su primer pie en la Universidad, trató de encontrar a Koushirou para ponerlo al tanto. El día de ayer lo había llamado miles de veces, pero nadie contestaba. Mimi, por su lado, buscaba a Taichi para distraerlo lo que más pudiese para que no tuviera intenciones de ir en busca de su novia.
Hiroyuki atisbó a la trigueña desde la distancia y se acercó cuidadosamente para toparse con ella por 'casualidad'. Corrió metros más adelante mientras su mente dibujaba los pasos de la muchacha que se atravesaría por su camino. De detuvo de pronto en medio del pasillo para inclinarse y amarrarse las zapatillas segundos antes de sentir como Mimi se tropezaba con su cuerpo. Lo que no pronosticó fue la caída abrupta que ella se dio por su culpa.
-lo lamento, lo lamento – se excusó extendiendo su mano para que ella se levantara.
-fue mi culpa, estoy un poco apurada…
Por su mente pasó la imagen fugaz de un moreno de cabello desordenado mirándose en el espejo de la universidad.
-¿buscas a alguien? – preguntó.
-sí, otra vez… - Mimi lo miró y se dio cuenta que era le mismo con el que se había encontrado el día de ayer – pero si eres tú…
-buenos días, Mimi.
-buenos días…aún recuerdas mi nombre – sonrió.
-claro, difícil de olvidar el nombre de una chica como tú.
Ella abrió sus ojos sorprendida, pero se hizo la desentendida: -bueno, como adivinaste hace poco estoy apurada. Tengo que irme.
-yo lo buscaría en el baño.
-¿cómo lo sabes?… - curioseó – ayer también supiste quien era la persona a quien buscaba, y el jugo de papaya.
-no puedo decírtelo… - se quedó callado ahora la imagen que llegaba era la del chico moreno caminando hacia la zona de humanidades – corre – le dijo.
-¿por qué?.
-el que buscas va camino a la zona de humanidades…
Mimi lo quedó mirando unos instantes, para luego recapacitar : -va a buscar a Sora…
CONTINUARÁ…
Notas:
Este chico me encanta!!. ya se sabe un poco de la vida de Hiroyuki y si hacen cálculos y viajan capítulos más atrás se darán cuenta de las uniones que harán y sacarán sin más, conclusiones ^_^. Lo entretenido es que saben las conclusiones, pero no saben como lo relataré yo, ni como se enfrentaran ambas personas…además de que no saben el pasado, cómo ocurrieron las cosas. Personalmente mi personaje favorito es Hiroyuki, además de que le atrae Mimi ^^ y tiene premoniciones, ve el futuro…etc. muy kawaii él!.
La que está en un problema es, sin duda, Sora. Veremos como sale de este problemita. Al igual que Koushirou.
Por favor…déjenme un review aunque sea. -.
L o r e – c h a n.
