Del Conocimiento a la Responsabilidad.

Written by: Lore-chan.

Capítulo 7º:  La casa de los Izumi.

       Sora cayó abrumada por los nervios al suelo. Si bien trató de controlarlo los primeros minutos de ese encuentro, al advertir que Taichi abrazaba a Koushirou al verlo en las escaleras, sus piernas se quebraron sin más. No sintió el golpe a pesar de caer pesadamente en medio del pasillo.

       Taichi corrió a su lado y le tomó la cabeza a medida que buscaba el pulso de la chica. Yamato llegó pronto a su lado para tomarla en brazos y llevarla a la enfermería. Lo hubiese hecho el Yagami, pero no sabía donde estaba  cada lugar en la universidad. El rubio pasó al lado de Koushirou y en una fugaz mirada le indicó que no sería buena idea que fuese con ellos. Pero Izzy le envió una respuesta severa a través de sus ojos, él tenía derecho a estar con Sora y los siguió.

       Mimi llegó con retraso, un poco perturbada, abrazándose con fuerza apoyada en una pared cerca de la enfermería. Observaba meticulosa cada paso de Taichi y Koushirou que estaban cada uno a un lado de la puerta. ¿Qué pasaría?, ¿qué haría Taichi al saber que Koushirou era el actual novio de Sora?.

       Casi seis minutos se demoró en salir Yamato, la trigueña escuchó que Sora estaba bien, pero que necesitaba descansar y que por el momento sólo una persona podía entrar a verla.

       Koushirou bajó los ojos y no dijo nada cuando Taichi se adelantó hacia la puerta.

       -llama a Jou – dijo Yamato a Mimi y no pudo esconder que permanecía enfadado con ella.

       -Jou está en un examen, no lo dejarán salir así de fácil – ella estaba tranquila a pesar del alboroto que podría sobrevenirse en cualquier momento.

El Ishida se acercó y sin tener mucho cuidado la tomó por el brazo arrastrándola fuera del sitio y donde Koushirou no pudiese oírlos.

-tú descuidaste a Tai, inventa cualquier cosa, pero saca a Jou de su salón. Yo no podré solo con Tai si es que llega a ocurrir algo más serie de lo pronosticado. Necesito a Jou – trató de escrutarle el pensamiento y saber a que se debía esa calma.

       -¿cómo está, Sora? – preguntó cambiando el tema y para que su amigo no se alterase aún más.

       -bien…ya despertó – soltó a Mimi un poco más apaciguado de ánimo - le están dando algunas golosinas para que recupere el color en las mejillas.

       -¿Taichi está dentro, verdad?…¿Koushirou está esperando para ver si es que lo dejan entrar también? – miró a Yamato.

       En efecto, Koushirou estaba esperando que Taichi saliera y, al menos, le contara cómo se hallaba Sora de salud, aunque lo encontraba muy descarado de su parte preguntarle al moreno siendo que no se sentía ni con el más mínimo derecho a dirigirle la palabra, pero era tal su urgencia por la pelirroja que se tragaría cualquier humillación por la información.

       Lo que más le inquietaba era su hijo que con la caída pudo haber sufrido algún golpe, a pesar de las pocas semanas de gestación.

Se movía de un lado a otro, de esquina a esquina. Pero Taichi no salía. 

Y, ¿qué si lo hacía?. ¿Con qué cara lo iba a mirar?, ¿con la misma que lo hizo cuándo se lo encontró, él en las escalera y Tai en el pasillo?. Que sobresalto había sufrido en esos segundos de 'reencuentro'. Izzy sólo bajaba al baño. Durante toda la mañana y no sólo la mañana, toda la semana, lo estaba afligiendo un mal presentimiento y he ahí el mal presentimiento: Taichi. ¿Por qué volvió sin siquiera avisar?.

-está mejor…

       El Izumi dio un respingo asustado.

Taichi ya había salido, tenía una leve sonrisa en los labios y lo miraba agradecido. Pero, ¿por qué agradecido?. Si él supiese que Sora era su novia…no tendría en los ojos agradecimiento, sino un profundo odio y Koushirou prefería una mirada de odio a la que le estaba dando Tai en esos instantes.

-¿mejor? – repitió el pelirrojo.

-sí – el Yagami se apoyó en la muralla con sutileza – no pensé que mi llegada la afectara tanto, yo quería sólo sorprenderla, pero al parecer fue tanta la asombro que desmayó.

-eso parece… - Izzy se sentía incómodo como nunca antes.

-gracias por venir hasta acá, sé que tienes clases – dijo Tai mirándole de reojo – es un gusto volver a verte, Koushirou – y le extendió su mano.

Él la miró indeciso, si la tomaba estaría ratificando la alegría de estar junto al moreno, pero no era lo que sentía. Y si no la tomaba, Taichi se sentiría ofendido.

-¿Sora aún no sale? – preguntó Yamato llegando donde los dos.

-no, pero ya lo hará. Le están dando algunas indicaciones – dijo Tai y olvido, para alivio de Izzy, el estrecharle la mano.

-es bueno verte – sonrió el rubio, mas sabiendo que era sólo de apariencia ya que tanto él como el pelirrojo no pensaban ello.

-gracias, amigo. Lamento el no haberte avisado. Quería que fuera una sorpresa.

-y que sorpresa nos has dado, luego de siete largos meses sin saber nada de ti.

-oh…no fue a propósito. Mucho estudio y poco tiempo.

Yamato asintió y en seguida miró a Koushirou indicándole que se fuera, pero éste nuevamente se negó.

-¿nos esperas un segundo…? – pidió Yamato a Taichi.

       No esperó respuesta y le ordenó a Izzy con los dedos que lo acompañara un poco más lejos.

       -debes irte - dijo entre dientes sin quitarle ojo de encima a Tai que los observara sin entender.

       -no me iré hasta hablar con Sora.

       -por favor, Koushirou…tendrás todo el tiempo del mundo para hablar con ella más tarde.

       -no – insistió – quiero hablar con ella ahora. Estoy muy preocupado.

       -pero si ya sabes que está bien.

       -Yamato…te lo suplico, déjame conversar con Sora. Al menos cinco minutos.

       Ante la súplica, el Ishida no pudo negarse más. Después de todo era su novio.

       -está bien – y Kou' sonrió agradecido – llevaré a Taichi a dar una vuelta, mientras tu entras. Pero trata de no demorarte demasiado, no sé cuanto tiempo lo retenga.

       -sí!.

       -o.k. quédate aquí y yo te aviso.

       Koushirou observó como ambos chicos platicaban, Yamato no se demoró mucho en convencer a Taichi que lo acompañara, así que el pelirrojo no tuvo que esperar.

       Se escabulló unos pasos y abriendo la puerta con suavidad, entró.

       -¡Kou'!, ¡¿qué haces aquí?! – fue el recibimiento de Sora que tomaba agua y miró a todos lados esperando que ni Taichi ni la enfermera aparecieran – si Tai se…

       -no te preocupes por él que Yamato me ayudó a alejarlo un momento. 

       Se acercó hasta su novia y se abrazaron felices de haberse unido otra vez. Ella, quizá por el embarazo, rompió en llanto a penas sintió los brazos del chico envolviéndola. Él, le acarició la espalda esperando con ello menguar su sollozo.

       -¿Por qué tuvo que llegar?…¿por qué ahora?… - preguntaba Sora sin lograr detener el lloriqueo – no sé cómo se lo diré…debí pensar en esto antes, pero no…siempre lo aplazaba. Ahora me encuentro embarazada y Taichi no me perdonará nunca.

       -tampoco creo que me perdone a mí… - suspiró Izzy.

       -no perdonará a nadie. Todos le hemos mentido.

       Se quedaron callados, cada uno pensando una forma para solucionar en embrollo en el que se hallaban metidos.

       -¿él está bien? – curioseó el pelirrojo apuntando a su vientre.

       -ella está bien… - dijo Sora con una sonrisa acariciándolo y sin más dejó de llorar.  

       -¿ella?…

       -claro, siento que será una niña.

       -entonces será tan bella como tú… - y pasó su mano por la mejilla de su novia.

       Lejos de ahí, Kasumi llegaba a su casa dando brincos.

La vivienda situada en un barrio donde todas la casas eran de un solo pido y al puro estilo japonés, era la única que tenía su puerta al estilo occidental y alguno que otro lugar, mueble, artefacto provenientes de ese parte del globo. ¿La razón?, años atrás la casa había sufrido un incendio y fue comprada por unos ingleses que llegaron Japón buscando nuevas fronteras. Pronto emigraron a otro país dejando la casa al cuidado de unos vecinos que tenían todos los derechos sobre el inmueble hasta que apareciesen los verdaderos dueños.

El hogar les fue arrendado a la Familia de Kasumi por medio de Kaji, padrastro de ella y de su hermano Hiroyuki. Se mudaron con todo lo necesario y vivían allí hacía poco tiempo.

Kasumi entró rápidamente puesto que buscaba sólo sus cuadernos para volver a la universidad otra vez y pasar a buscar a su hermano más tarde, cuando sus clases concluyeran. Caminó a través de un pasillo que daba al pequeño jardín y para lo único que se detuvo, antes de llegar a su cuarto, fue para pasar a otro dormitorio con aroma a enfermedad.

El dormitorio tenía las cortinas semi cerradas y sólo entraba la luz necesaria para que la mujer que estaba acostada pudiese leer. En esos momentos ella estaba dormida con un grueso libro apretado a su mano. Tenía el rostro sereno…un hermoso y largo cabello pelirrojo, igual al de Kasumi, recogido en una suave trenza que caía con gracia por su pecho, pero se veía muy anciana a pesar de no tener mucha edad.

La muchacha se sentó a su lado y le plantó un beso en la frente.

-mamá, te has quedado dormida – dijo risueña y la mujer se despertó mostrando sus vivaces ojos verdes.

-¿así?…leía, leía… - dijo retomando el libro – este libro es excelente.

Kasumi rió, ese libro lo estaba leyendo desde que había caído enferma, es decir, hacía muchos años. Pero ella no lo recordaba… sufría de un Alzheimer muy avanzado. Había días en que ni siquiera recordaba quien era ella ni mucho menos recordaba a sus hijos y esposo.

-¿dónde está Kaji?… - preguntó Kasumi mientras apoyaba su cabeza en el pecho de su madre.

-comprando medicina. ¿Supiste que Hiroyuki comenzará a ir a la universidad?…estoy tan contenta – sonrió.

-sí, mamá…lo sé.

Por supuesto que su hermano iba a la universidad, pero su madre lo había olvidado.

       -quiere estudiar teatro…es un actor maravilloso, me hacía reír cuando se disfrazaba de detective y buscaba pistas por mi habitación, creyendo que un asesino se escondía aquí.

       Kasumi observó la habitación de la mujer para ver si algo le faltaba. Como su madre no tenía memoria, a veces necesitaba algo con urgencia, pero olvidaba decirlo.

       -mira te falta agua… - dijo al percatarse que el jarro estaba vacío – te traeré en seguida.

       La volvió a besar en la frente y salió disparada a la cocina.

       Allí se encontró con un hombre muy alto, para ser japonés, con el cabello y los ojos marrones que estaba preparando un té.

       -buenas tardes, Kaji – saludó ella y comenzó a llenar el jarrón.

       -buenas tardes… - respondió - ¿fuiste a ver a tu madre?.

       -sí, apenas llegué. Siempre lo hago – lo miró pensativa – pensé que habías ido a comprar medicina, eso dijo mamá.

       -fui en la mañana, ella debe haber olvidado que volví.

       -bueno, yo debo volver a la universidad. Pero me quedaré un momento más con mamá.

       -dile a Hiroyuki que vuelva a penas terminen sus clases.

       -está bien.

       La chica ya se marchaba se la cocina, pero Kaji le llamó la atención: -Kasumi, vuelve con Hiroyuki. Últimamente estás llegando muy tarde y preocupas a Noriko.

       -sí.

       Al regresar su madre se había quedado dormida otra vez, colocó el jarrón en la mesilla y le dio un tercer beso ahora en su mejilla, despertándola por segunda vez.

       -¿ya llegaste? – preguntó.

       -no, mamá…llegué hace poco.

       -aah, y ¿Hiroyuki?…¿ya se fue a la universidad?.

       -sí, está en clases. Yo también debo ir…pero prometo llegar temprano y no preocuparte.

       -eso está bien, pequeña – extendió su mano hasta la cabellera de su hija para tocarla - ¿por qué llegabas tan tarde?…¿tienes novio? – Kasumi se sonrojó – claro…tienes un novio, no puedes esconderlo. No a tu madre. Espero que sea guapo – dibujó una pícara sonrisa.

       -lo es. Su nombre es Yamato.

       -espero que sea educado y te trate bien. Por supuesto y que te quiera. Aunque, ¿quién se negaría a querer a un muchacha tan linda como tú?.

       -vamos, mamá…si soy igual que tu a los quince años. Ambas somos muy lindas.

       -yo ya no. Fui bella en alguna época, claro que sí. Y con esa belleza me casé con tu padre y conquisté a Kaji luego del accidente. Ahora me encuentro vieja, mira estas arrugas que me invaden…

       -aún así eres una viejita muy hermosa.

       -muchas gracias…y, ¿Hiroyuki tiene novia?.

       -no lo sé, no lo he visto con ninguna chica…parece que no tiene mucho arranque con ellas.

       -no importa ya encontrará Koushirou una novia que lo quiera.

       -¿Koushirou?.

       -claro, tu hermano – dijo ella como si no se hubiese equivocado.

       -mamá, el nombre de mi hermano es Hiroyuki.

       -¿en serio?…

CONTINUARÁ…

Notas:

Me dan flojera las notas así que sólo diré que ya terminé este cap.

Un beso

L O R E - C H A N