Había pasado una semana y media y si bien los pueblerinos se estaban acostumbrando a los visitantes, los rumores y miradas recelosas aun eran abundantes.
Alphonse no entendía porque todavía seguían en ese lugar, ya que su hermano se había curado y Daiyari también.
Hermano...
¿Qué sucede Al?
¿Por qué seguimos aquí hermano? — Edward miró hacia abajo ofuscado y sin poder decir nada, la pregunta lo había inmutado.
No lo sé...
¿No lo sabes? ¿Es por Daiyari?
Si, creo que sí.
Pero hermano, ella está curada y si bien es posible que pueda volver a hacerlo, tiene que aprender a cuidarse... A quererse. ¿Es que acaso tú?
¡Ya no sigas Al! — El joven apretó los puños y salió corriendo hacia un bosque e intrépidamente se subió a un frondoso sauce. Alphonse no pudo hacer más que salir tras él hallándolo mirando el horizonte, como si fuera inevitable impedir la caída del sol y por consiguiente, el fin del día.
Hermano, puedo saberlo...
¡Es difícil Al! Tengo un camino trazado, una meta que debo seguir pero ahora... Ahora quisiera que se desvaneciera todo! Desearía que ser feliz, estar tranquilo.
Con Daiyari, estás enamorado de ella.
Pero ella me mira como un paciente más y no puedo permanecer más tiempo aquí para que me corresponda.
No creo que sea así hermano.
¿Eh?
La forma como te observa cuando te das vuelta y se ruboriza cuando le hablas hace creer que siente lo mismo que tú. Aunque creo que si ninguno de los dos hablan, todo acabará en la nada.
Al... Sorprendido No sabía que nos observabas tanto...
Gota Es que en casa de Daiyari no hay nada interesante que hacer y ese es mi único entretenimiento hermano...
Gotas ¿E – entretenimiento?
Jajaja... Es divertido, nunca te vi así — Edward sonreía por el ocurrente pasatiempo de su hermano pero en un instante su cara se tornó seria nuevamente.
¿Y tú Al? No puedes seguir así...
Yo... No te preocupes por mí... Además estoy haciendo unos pequeños amigos, los hijos de unas vecinas de Daiyari que me vienen a ver a escondidas.
Gracias Al... Eres un gran hermano.
No tienes que agradecerme, somos hermanos...
Mientras caminaban hacia la morada de Daiyari, que por lo menos Edward ya consideraba su hogar, al joven Alphonse sólo le intrigaba algo.
Hermano... ¿Y Winri?
¿Qué sucede con ella?
La verdad siempre pensé que terminarías junto a Winri, son tan cercanos, fuimos muy unidos en un tiempo.
Y quiza por eso nunca se me pasó por la cabeza, es cierto, fuimos muy cercanos en un tiempo y ahora gracias a sus habilidades mecanicas podemos vernos, pero es sólo por eso. La aprecio, ella ha hecho mucho por mí. Aunque jamás sentí algo tan profundo y... ((¿Sensual y placentero? No puedo decirle eso, Al no lo entenderia))
¿Y que?
Y... y dulce... profundo y dulce... ¡Bah! Cruzándose de brazos No se como describirlo, no sé usar palabras románticas, nunca tuve la necesidad de usarlas. Pero estoy seguro que lo que siento por Daiyari es muy distinto a lo que siento por Winri.
Hermano...
¿Y ahora que Al?
¡ESTAS MUY ENAMORADO! Riéndose — Y comenzó a correr.
¡AL! ¡SHHHH! Sonrojado ¡Te puede escuchar! — Siguiéndolo enfadado.
¡Muy enamorado!
¡AL!
Así ellos siguieron corriendo por un extenso prado luego jugando como acostumbraban, con una pequeña batalla. Ese día Alphonse se hallaba muy feliz, él corazón de su hermano se había ablandado, pensó que ese día jamás llegaría. Y lo más extraordinario era que se lo había confiado a él. Ese día se sintió como tantas otras veces, su hermano y un amigo.
Tu eres mi hermano del alma,
realmente el amigo
Que en todo camino y por nada estas siempre
conmigo
Aunque eres un hombre aun tienes el alma de un niño
Aquel
que me da su amistad su respeto y cariño
Recuerdo que
juntos pasamos muy duros momentos
Y tu no cambiaste por fuertes
que fueran los vientos
Es tu corazón una casa de puertas
abiertas
Tu eres realmente el mas cierto en horas inciertas.
En
ciertos momentos difíciles que hay en la vida
Buscamos a
quien nos ayude a encontrar la salida
Y aquella palabra de fuerza
y de fe que me has dado
Me da la certeza que siempre estuviste a
mi lado.1
CONTINUARÁ...
1 Fragmento de la canción de Ataque 77: "Amigo"