Disclaimer: decir que todo esto, para mi desgracia, no me pertenece, sino que es de la rubia, a la que me habría gustado degollar en más de una ocasión Ù.Ú ¡Y sí¡Sirius está vivo!

Venganza para dos

1r paso: Lo que ella piensa

¿Quién lo diría? Yo aquí para hacer otra cosa que no sea lo que él en realidad quiera: acostarse conmigo. Sí, sí, porque eso es en realidad lo que quería de mí, sexo puro y duro. Lo que me extrañaba era que no quisiera venir aquí a su casa, siempre íbamos a mi apartamento. Ah sí, pero ahora lo sé.

Tengo que reconocer... que el pisito no está del todo mal. Nunca lo había visto por dentro, como ya he dicho antes, el muy cabrón no a querido traerme nunca. ¿Por qué? Muy sencillo. Tiene aquí de mantenida a una fulana... a la que yo antes llamaba amiga.

No lo entiendo. Simplemente no puedo entender cómo es que no me di cuenta del engaño. Lo cierto es que era bastante evidente, pero claro, yo loquita por él estaba completamente ciega, mientras iba jugando conmigo una y otra vez... y cada momento era peor.

Cuando los vi junto con Harry saliendo de aquel local, a las ocho de la noche, pensé que tan solo se habían encontrado, tal vez fuera eso, pero entonces... ¿Qué hacía la mano de MI novio deslizándose estratégicamente hasta el trasero de la novia de mi amigo, agarrándolo posteriormente? Eso era lo que me preguntaba hasta que los vimos muy claramente envolverse de lleno en un apasionado beso que... más hubiera valido que se hubieran ido a un motel.

Bueno... os podéis imaginar nuestra cara, la mía y la de mi amigo... el pobre parecía que le iba a dar un ataque de apendicitis en cualquier momento pasando del blanco, al azul, al verde y al morado... acabando en un rojo de ira que no combinaba para nada con sus ojos y contrastaba un montón con el pelo.

Lo cierto es que en ese momento me alarmé. Sí, pensé que se iba a lanzar directa hacia mí supuesto novio, de hecho... estuvo a puntísimo, si no fuera porque yo lo frené. Creo que se sorprendió de que hiciera eso, pero era mejor sacarlo de ahí y hablar con más tranquilidad. Fue entonces que ya esto me iba rondando por la cabeza...

Pensé que era mejor cavilar todo con calma, así que invité a Harry a ir a mi casa y reflexionar las cosas con calma tomando un café… o una cerveza mejor. No sé como es que me vino la idea tan rápido, casi ni me di cuenta y ya estábamos planeando una venganza para esos dos… aunque, como se dice normalmente, la venganza es mejor si se sirve en frío… así que hemos estado esperando un tiempecito… nada, un par de semanas en las que hemos dejado en ascuas a nuestras respectivas "parejas". Supongo que se entiende cuando digo "en ascuas"…

¡Pobrecito mi novio! (Léase con el tono más sarcástico que una puede poner). En serio… es que me da hasta lástima. Jejeje... recuerdo un día, hará una semanita o así, vino a mi casa a cenar, lo invité yo. Claro tenía que parecer que todo iba de maravilla, así que... ¿Qué mejor que una cenita romántica antes del "postre"? Sí, sí… creo que el chico venía con ganas de un buen postre, bueno… unos cuantos tal vez, pero yo no lo dejé, o hice que no lo dejaba.

¡Me muero de la risa cada vez que lo recuerdo! Es que fue tan… humillante para él. Yo estaba en mi habitación con una excusa cualquiera, creo que dije que iba a cambiarme porque el vestido me molestaba, pero da igual eso ahora. Yo fui a mi habitación y, tal y como yo esperaba, se metió él también mientras yo estaba en el baño. Cuando salí lo miré ahí: él ya estaba sin camiseta y con una cara que delataba sus ganas de juerga. Plan A completo, pasando a Plan B.

Él me observaba con esa cara que parece que vea a través de mi ropa. En ese momento yo solo llevaba un pequeñísimo camisón negro (que por cierto, me había regalado él y estaba dispuesta a quemarlo) y una bata de esas translucidas a conjunto. Sonreí interiormente pero poniendo cara de confusa. Fui hasta la cama con toda la intención de provocarle y me quité la bata enfrente casi de sus narices pero de espaldas a él, como con intenciones de acostarme, no se si me explico.

Ahí fue cuando él explotó. Yo me senté, quitándome el reloj con demasiada lentitud para disimular cuando ya noté su boca en mi cuello. ¡Ja! Era tan predecible…

Ahí es cuando entraba lo que tenía que hacer. Claro, tenía que hacerme la remolona al principio, como si no me importara mucho que me besuqueara el cuello, los hombros y la espalda, que en realidad sí que me importaba, porque de lo que tenía ganas era de dejarle sin el título de padre para la posteridad, pero bueno… eso más tarde tal vez lo haga.

Pues tenía que hacerme la remolona y luego fingir que caía rendida a sus pies, o debajo de él… y habría llegado a más si no me hubiera acordado de que el muy hijo de perra, se acostaba con la novia de mi mejor amigo.

Pero vamos por partes. El tío no se resignaba después de un rato intentando¡y le di largas unas cuantas veces! Lo que yo digo, la mente masculina está en la entrepierna, es con eso con lo que piensan los tíos.

O casi todos… porque me sé de uno que es mas listo que… vamos. Pero eso no viene al caso. Lo que importa es que mi "novio" seguía sobándome el cuello, que por mucho que lo niegue lo besa de coña. En un principio representaba que yo tenía que decir algo ingenioso y escaparme dejándolo con tres palmos de narices, pero no se, encontré esto más… excitante.

Pero… ¿Por qué siempre en todos los planes hay un pero? Eso no lo soporto, más que nada porque es cierto. Tuve que recurrir a la ayuda extra –entiéndase por eso como que debía hacer alguna especie de señal para que Harry pudiese intervenir-. Lo cierto es que ese hubiera sido uno de los mejores polvos de mi vida por el cariz que llevaba… pero yo tenía que seguir metiéndome en la cabeza la imagen de la "Furcia number one" haciendo lo mismo que estaba a punto de hacer yo con mi novio, para no acabar haciendo el salvaje durante toda la noche.

Cuando me di cuenta de que si no frenaba al rubito ya no podría hacerlo fue cuando decidí intervenir de una vez y pedir ayuda extraoficial. Os preguntareis ahora como iba a pedirle ayuda a Harry¿no? Claro, estando debajo de un rubio que está tremendamente bueno, que besa tremendamente bien y que "juega" tremendamente genial… ¡Puf! Cualquiera se iría¿no? Pues anda que no me costó salir de esa posición, justo cuando él está en ese momento culminante que, normalmente, tú también estás deseando que pase…

Vale, estaba deseando que pasase porque… joder, una no es de piedra.

Pues lo paré en el momento decisivo. Claro está el me miró con cara de "¿Por qué me paras¿¿POR QUÉ?" Normal… si fuese otro, hubiera sentido lástima… Ahora, recuerdo bien lo que le dije…

-Espera…- ahora es cuando yo me acerqué sutilmente al su oído y empecé a susurrarle en un tono jadeante-. Tengo una idea…

Sin más, salí de debajo de él, dejándolo con la boca completamente abierta, y me fui hacia el comedor-cocina, donde tenía yo mi varita, estratégicamente colocada, por si las moscas. La cogí y, sin decir palabra, invoqué a mi patronus para que informara a Harry de que necesitaba ayuda. Claro, tenía que ganar tiempo, así que cogí una cosa de la cocina y volví a la habitación, donde Draquito parecía estar a punto de tener un gatillazo más grande de la historia de la humanidad. Jejeje.

Cuando le enseñé la cubitera, él no pudo hacer otra cosa que sonreír. Si es que… yo se como se calienta un hombre… como no se le calienta también, es mejor saber hacer las dos cosas, por si pasan cosas como las de entonces.

El muy… mamón, se estiró enseguida, con clarísimas intenciones de dejarse hacer lo que fuese. Pues bien, puse la sonrisa más perversa que podía fingir en ese momento, y me acerqué a él, sentándome a horcajadas encima y poniéndome un cubito de hielo entre los dientes. Malfoy cerró los ojos con placer… el muy cabrón estaba seguro de que ese iba a ser el polvo de su vida, y no pensaba que iba a ser el gatillazo de su vida.

Justo cuando iba a empezar a pasarle el hielo por el pecho, sonó el teléfono móvil. El mío, claro. Lo miré con cara de "tengo que cogerlo, puede ser del trabajo" mientras que él parecía decirme "lo coges y te lo estampo en la pared para que no vuelva a sonar".

Pero claro, era yo la que estaba encima, así que fui yo la más rápida. Me levanté y me puse la bata semitransparente que rato antes me había quitado. Mantuve la expresión de fastidio todo el rato, o al menos eso creo, y fui hasta donde había colocado mi móvil, el cual lo cogí como si no supiera quien era… me acuerdo perfectamente de la conversación. Fue tan divertido hacerle eso a Draco…

-¿Sí?

-¿Necesitas ayuda¿O quieres directamente que le mande una maldición?

-Oh, no. Estaba… estaba en la cama. ¿Por qué lo preguntas?

-¿Preguntar? Espero que el tío ese no se haya salido con la suya, ya sabes que la semana que viene ponemos en marcha la segunda parte del plan…

Cabe decir que, mientras yo hablaba, había caminado hasta la entrada de la habitación, quedándome apoyada en el marco y retorciéndome un mechón de pelo. Así en plan juguetón. Jajajajaja… aún puedo sentir el aura de mal humor creciente en la cama…

-¿Necesitas ayuda?

-¿Está el cabrón ese delante? Me gustan estas conversaciones tontas, te acabas quedando con la gente.

-Jajaja… ¿Tengo que ir?- dios… modestia a parte, creo que hasta me podrían haber dado el premio a la mejor actriz…

-Nena… necesito un masajito en la espalda, una cerveza y partirle las piernas a ese maldito hurón. Me encantaría saber que cara tiene ahora mismo ese pedazo de GILIPOLLAS que tienes por novio. Al menos pronto dejará de serlo.

-Vaaale, ahora voy.

Entonces, después de colgar el teléfono, fui directa a donde mi flamante novio me esperaba para terminar el polvo de su vida… que no tendría. Lo miré con una expresión fastidio cien por cien y le dije que mi jefe me había llamado y que me necesitaba en su oficina de inmediato.

Bueno, la mentira no es que fuera muy buena, pero sabiendo que yo soy auror y que el deber es el deber… pues solo pudo ponerse de morros y hacer como que dormía, como siempre. Yo, simplemente, le dediqué un melodioso, aunque no carente de hastío fingido, "Buenas noches, cielo" con especial énfasis en el apelativo "cielo". Uuh… me da repelús de pensar en la melodía en la voz y el tono meloso, como diciendo que cuando volviera continuarían, creo que tendré un ataque de diabetes.

Me vestí con tranquilidad mientras soltaba algún que otro "Joder" para disimular. Tenía que actuar de manera que pareciera que no pasaba nada, que todo estaba completamente bien, y que me jodía MUCHÍSIMO el tener que irme en ese momento. Lo cierto es que me sorprendo a mi misma cada vez que lo recuerdo, porque creo que llega a estar Steven Spielberg ahí delante y me contrata como protagonista de su siguiente película.

Después de estar debidamente vestida, entiéndase eso como unos tejanos bajos de cadera una pequeña camiseta sin mangas con algo de escote, me puse la capa por encima, pero sin atármela, y me acerqué de nuevo a la cama.

Como no, Draquito estaba tumbado con los ojos cerrados simulando dormir, aunque yo sabía que no. En fin, tenía que hacer lo que antes consideraba normal, así que me agaché y le di un ligero beso en la frente, para después largarme de allí.

Puaj… sabía que tenía que hacerlo porque era lo que yo hacía normalmente y si esa vez no hubiera levantado sospechas y eso no me interesaba. Lo que sí era cierto es que me pasé el recorrido de la habitación hasta la puerta de entrada haciendo muecas tontas y limpiándome la boca.

Os preguntaréis también porqué salí de la casa en vez de aparecerme… bueno, en el ministerio ahora dicen que si se vive en un piso, apartamento o similar se ha de ir a la azotea para menos riesgo de ser visto por muggles. Pues bien, eso es lo que hice.

Después de llegar a la azotea y con un leve movimiento de varita, me desaparecí y aterricé justo frente a Harry. Decir que el aspecto de éste no era muy bueno que digamos.

Cuando toqué suelo firme, noté que tenía enfrente una chimenea. Me di la vuelta y me encontré con un chico desaliñado; medio tumbado en el sofá, con un pié encima de la mesa, la camisa entreabierta y por fuera de los pantalones, sin gafas, el pelo completamente despeinado y, lo mas extraño, un vaso en la mano que, seguramente, contenía alguna sustancia con fuerte grado de alcohol.

Fruncí el ceño y puse mis brazos en jarra y lo miré con desaprobación. El me devolvió la mirada con una expresión traviesa y juguetona en sus brillantes ojos verdes, lo cierto es que no recordaba haberlo visto nunca de esa manera.

-¿Se puede saber que estás haciendo?- le dije mientras caminaba hacia él y miraba alrededor. Que asco de habitación.

-Pues nada… ahogo mis penas en un vaso, y no precisamente de agua. ¿Quieres?

-Uh, no. Eso huele desde aquí y creo que me daría un coma etílico con solo probarlo.

-¿Qué tal con el rubito?

-Pues… creo que le he provocado el mayor gatillazo de su vida. Aunque espero que le haya dolido y que no sea el último que tenga- miré a Harry en su expresión ausente, algo le tenía que haber pasado, y así era-. ¿Qué ocurre Harry?

-¿Ocurrir? Nada…

-Ha pasado algo con Ginny¿no?

¡Bingo! Yo, en ese momento, sabía que algo había ocurrido para que estuviera bebiendo, porque normalmente el único alcohol que bebe es cerveza y cuando la comparte conmigo. Así que me dispuse a que me contara lo ocurrido.

Pero eso es otra historia…

Y así, después de esa y otras cosas, fue como acabé yo aquí, en el piso de mi queridísimo novio. ¿A que es romántica la historia¿No? Pues en esta historia de romanticismos cero. Ahora vendrá la guerra.

Os preguntareis que es lo que tengo que hacer yo aquí en el súper-hiper-mega apartamento de Draco Malfoy ¿no? Tranquilidad… todo a su tiempo.

Primero de todo, voy a tantear el terreno comenzando por… el baño. Sip, mejor eso. Así que me dirijo hasta allí. Una, dos, tres puertas tengo que abrir para llegar a donde quiero, pero por el camino ya le he echado un vistazo a todo y dentro de nada voy a tener una acumulación peligrosa de maldades en la cabeza. Pero eso mejor lo dejo para después.

¡Vaya pedazo de cuarto de baño! La madre que lo parió… si tiene hasta bañera de hidromasaje en la que cabría Hagrid. Maldito egoísta… seguro que la comparte con la furcia esa. En fin… será mejor que la modifique un poquito¿no? Saco mi reluciente varita del bolsillo y, después de una filigrana con los dedos, convierto ese gran jacuzzi en una bañera en la que no quepo ni yo. Diréis, "Bah… no es para tanto, con un golpe de varita se arregla" No es para tanto, no que va… esperad a que abra el grifo cuando está a punto de ducharse a ver que le parece la urticaria general que le provoca el agua…

Bien, ya he hecho una cosa, pero me faltan cientos de ellas. Con lo grande que es el pisito… creo que voy a disfrutar más que Voldemort en el patio de una escuela muggle.

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¡Holaa! Bueno, aquí estoy de nuevo empezando mi "carrera" (por llamarlo de algún modo) como escritora de fics de Harry Potter. Solo había escrito uno antes, para un concurso de Store Weavers, pero ya está. Este resulta ser el 2º que hago de HP y el 2º que hago siendo un POV.

Aviso que este fic va a ser cortito y de capítulos cortos (ya veis, este ocupa 5 páginas de nada). La idea me vino en un ataque de esos de inspiración idiota… porque de momento no es que tenga mucho argumento¿no? Jeje. Bueno, a ver que sale más adelante.

¡Dedico este fic a mi gran familia! (Sika, Nury, Verita, Fany, Nat, Lena, etc, que sino no acabo nunca xD) ¡Os xero nenis!

Bueno, creo que no tengo más que añadir… solo que espero que os guste, y que no seáis muy malos y malas conmigo ¿eh? Y dejadme algún que otro review para saber si debo continuarla o… simplemente dedicarme a otra cosa n.nU

(Nota: la idea de este fic, me vino al ver el vídeo clip de Kelly Clarckson, Since you been gone. La idea principal de lo del piso es de ahí, pero el resto me lo he inventado yo, y he modificado algunas cosas, evidentemente… n.n)

¡Xitos!

-Hikari Katsuragi-

Orgullosa MOS -mano en el pecho, expresión solemne-

Hija de Verita y Sirius Black

Ahijada de James y Lily Potter

Sobrina de Lily, Nury y Fany

Prima de Harry, Lena y Sika

Hermana mayor de Nat

Miembro de las Verduras sin Censuras -Alias P'u'erra-

Aliada de Sika