Gracias a : Sirenitus, Zerohuey y Azaleadm por darle al botoncito de los reviews, sino a estas alturas me estaría deprimiendo porque a nadie le gusta esta historia

3. La Esperanza de un Sueño Imposible

Las risas de los niños se escuchaban por doquier, pero casi todos los estudiantes se concentraban en un círculo en el extremo del Patio de Entrenamientos, para una práctica de combate cuerpo a cuerpo con el mismísimo Kazekage.

Sin problemas, el hombre joven bloqueó el ataque del estudiante, lanzándole varios metros hacia atrás. Esto pareció tomar por sorpresa al chico, que perdió el control en el aire y gritó ante el inminente golpe contra el suelo que le esperaba. Pero el golpe no llegó, una columna de arena se elevó hasta él, atrapándole sin problemas y dejándole en el suelo sin un rasguño. Todos los estudiantes se quedaron con la boca abierta y una aclamación cruzó el Patio, maravillados con el poder de su Kazekage.

-"Os veneran como a un héroe, Kazekage" – quien así habló era una anciana, perteneciente al Consejo, que se había abierto paso entre el circulo de espectadores sin esfuerzo ejerciendo su autoridad.

Gaara se volvió hacia ella y con un gesto dio por terminado el entrenamiento, para desencanto de los estudiantes. Era curioso como habían llegado a esa situación. Empezó entrenando con los hijos de Kankuro, quienes, a pesar de todas las habladurías no tenían ningún miedo ni a su 'tío Gaara', ni a su demonio. Poco a poco, el resto de los niños se había ido uniendo a la práctica, encantados de tener a alguien de semejante poder con el que entrenar. De ahí a pasar todas las tardes por la Academia sólo había habido un paso.

-"No me temen" – respondió Gaara a la anciana cuando se quedaron solos

-"Son muchos los no os temen, pero aún más los que os respetan" – continuó la anciana.

-"No me gustan las palabras vacías Anciana¿qué quiere el Consejo de mí esta vez?" – la anciana torció el gesto ante tan duras palabras pero no le pillaron desprevenida. Después de todo el Kazekage era tan directo con las palabras como con sus ataques de arena

-"El Consejo se ha estado preguntando" – continuó ella con un tono de voz amable y un gesto muy estudiado –"¿por que nuestro Kazekage, siendo tan joven y atractivo, no ha tomado ya una esposa?"

-"Creía que esa era una de las cosas que no se le permitían a alguien como yo" – sus ojos brillaban con resentimiento, pero nada en su gesto o en su voz lo demostraban

-"Nunca antes, alguien como tú había sido un Kazekage tan bueno" – Gaara no pudo evitar soltar una carcajada

-"De modo que me estáis premiando por ser un niño bueno" – levantó la mano para cortar la respuesta de la anciana –"Os habéis estado preguntado qué más podéis obtener de mí. Y dado que yo he conseguido controlar a Shukaku a mi voluntad, queréis saber si mis hijos también heredarían algo del poder de Shukaku o el control sobre la arena." – la anciana bajó la cabeza, avergonzada de que hubiera sido capaz de leer las intenciones del Consejo tan bien

-"El Consejo sólo quiere lo mejor para la Aldea, Kazekage." – respondió la Anciana sin inmutarse –"Daré la orden de que todas las mujeres casaderas se presenten esta tarde en la Casa Principal para que podáis elegir. La hija de..." – la risa de Gaara volvió a interrumpirla

-"¿Tantas ganas tenéis de que la Arena se quede sin mujeres¿Qué os hace pensar que Shukaku no matará a la mujer que se encuentre a mi lado cuando yo pierda el control? No hay una sola mujer en toda la Aldea que pueda estar segura en mi cama, eso os lo puedo asegurar"

-"Seguro que podréis hacerle entender.."

-"Eso no será necesario" – dijo sonriéndole con superioridad y desapareciendo en un torbellino de arena

-"Una compañera...¡crías!" – gritó de alegría Shukaku a su alrededor – "nunca antes se habían atrevido a darme algo así"

-"Una familia...con Ella" – Shukaku asintió -"Ella...o ninguna" – dijeron los dos al unísono


-"Oh, vaya, pero si es Gaara!" – gritó un joven rubio echando a correr calle abajo hasta pararse ante otro, pelirrojo e increíblemente alto –"¿Qué estás haciendo en la puerta de los Hyuuga?"

-"Busco a Hinata Hyuuga" – respondió lacónicamente, pero complacido de ver una vez más al sonriente Naruto

-"Pues no está allí, ven, te llevaré" – dijo echando a andar en otra dirección, con Gaara tras él y empezando un imparable torrente de palabras que iba desde lo convencido que estaba de ser elegido Hokage en cuanto la vieja Tsunade se retirara, hasta cómo había logrado perfeccionar un nuevo ataque –"¿Y tú qué?" – dijo después de largo rato cuando caminaban por un barrio de pequeñas casitas

-"Quiero casarme"

-"Wow" – Gaara sonrió ante la idea de haber dejado a Naruto sin palabras por un momento –" espero que no estés pensando en Sakura. Ella y Sasuke se están tomando demasiado en serio lo de volver a levantar el Clan Uchiha" – Gaara lo miró de reojo como si estuviera loco. Como siempre, Naruto tardaba bastante en sumar dos y dos –"Oh, vaya, Hinata..." – su rostro se ensombreció un poco y Gaara se preocupó

-"¿Ya tiene hombre?" – consiguió decir sin que el pánico afectara a su voz

-"Lo mataremos, es nuestra!" – rugió Shukaku y por un momento Gaara no pudo estar más de acuerdo

-"No... bueno, es algo complicado, mejor que te lo explique ella. Ya hemos llegado" – dijo el rubio parándose frente a una casita pintada de blanco. Gaara se irguió y tomó aire, de pronto se sentía nervioso. Naruto percibió su indecisión y actuó por su cuenta, abriendo de golpe la puerta y gritando a pleno pulmón –"Eh, Hinata, mira quién ha venido a verte!" – después le dirigió un guiño cómplice a su amigo deseándole suerte y salió corriendo de nuevo.

-"Estoy en el patio" – respondió una voz femenina.

Gaara siguió aquella voz como un perro sigue la voz de su amo, atravesando enseguida la pequeña casa hasta llegar al patio. Allí una vez más, como le solía ocurrir cada vez que se encontraban, Gaara se quedó de piedra.

Frente a él, sin lugar a dudas estaba Hinata Hyuuga. Habían pasado diez años desde la última vez que se habían visto, en aquella visita a la Arena. Casi a diario, Gaara había imaginado qué aspecto tendría ella ahora y no había estado muy descaminado. Parecía alta, al menos lo suficiente para llegarle a la altura de los hombros, no podía estar seguro porque ella estaba sentada en el suelo, rodeada de plantas. Su cuerpo de niña se había ido llenando y redondeando justo en las partes que él había soñado y tuvo que apartar la mirada de la privilegiada vista de su escote que le proporcionaba su altura. Se pelo parecía igual, corto, pero enseguida vio que se lo había dejado crecer por detrás, y ahora llegaba al suelo, a su espalda. Pero sin duda, sus ojos se habían fijado sin remedio en el bulto que ella mantenía en su regazo.

Era un bebé Hyuuga, sus ojos blancos lo pregonaban a los cuatro vientos ¿era esto a lo que se refería Naruto?

-"Gaara" – exclamó ella tras recobrarse de la sorpresa, levantándose con gracia y cuidando de no despertar al bebé que tenía en brazos. No se había equivocado, le llegaba a los hombros

-"No tienes marido. Si tanto querías un hijo¿por qué no me lo pediste a mi?" – Hinata abrió mucho los ojos, incapaz de procesar todo lo que él le estaba diciendo en una sola frase, para luego ruborizarse y bajar la cabeza

-"No es mío" – dijo en un hilo de voz, provocando una inmensa sensación de alivio en Gaara –"Es de mi primo Neji y Tenten, están en una misión y yo me encargo del bebé. No quieren que se quede sólo en la Casa Hyuuga"

-"¿Es esta su casa, entonces?"

-"No. Es mía" – y sin más echo a andar hacia la casa, Gaara la siguió y observó en silencio cómo ella acostaba al bebé en su cuna arropándolo con palabras suaves. Después con los ojos fijos en la frente del bebé y una mirada perdida continuó hablando – "Mi hermana Hanabi es ahora la heredera del Clan, ya no pertenezco a la rama principal" – después tomó aire y se volvió a Gaara con una sonrisa que hizo que su corazón empezara a latir sin control –"¿Y qué haces aquí, Hace tiempo que no nos vemos pero oí que eres el nuevo Kazekage de la Arena y que lo estás haciendo muy bien"

-"Quiero tenerte Hinata" – dijo él de golpe, interrumpiendo a la chica. Sabia que o lo decía ahora o se perdería en el sonido de su voz

-"¿Y eso qué significa?" – dijo ella con voz temblorosa, no era la primera vez que malinterpretaba sus palabras

-"No tienes hombre.Quiero serlo yo" – por un momento el rostro de Hinata se iluminó pero luego bajó la cabeza en un gesto de derrota

-"Eso no es tan fácil Gaara. Ya no puedo decidir por mí misma, es el Clan quién decide por mí" – ahogó un sollozo –"Además mi padre me ha prometido a un comerciante que ..."

-"Dame una respuesta, Hinata" – volvió a interrumpirla, su rostro seguía impasible pero sus ojos verdes la miraban suplicantes

-"¿Qué harás si digo que no?"

-"Me marcharé y nunca más volveré a molestarte"

-"NO" – protestó Shukaku –" es nuestra!" – pero Gaara lo ignoró

-"Y ¿si digo que sí?"

-"Entonces vendrás a la Arena conmigo y serás la esposa del Kazekage" – se acercó más a ella –" y nada te apartará de mí así tenga que borrar a todo tu Clan de la faz de la tierra" – y como la primera vez, sus manos volaron alrededor de la frágil garganta de la chica, atrayéndola hacia él y apoderándose de su boca.

Esta vez Hinata no se quedó paralizada sino que sin dudarlo se abrazó a él y devolvió el beso con pasión. Gimió cuando Gaara lamió suavemente su labio inferior, dándole total acceso al interior de su boca. Enseguida fue invadida con avidez, y sus lenguas batallaron dulcemente por un control que ella cedió enseguida con deleite, derritiéndose entre aquellos brazos que la habían abrazado hacia tanto tiempo, sabiéndose propiedad de aquellos labios que la habían besado por primera vez.

De forma tan brusca a como empezó Gaara se apartó de ella. Un solo segundo más y perdería el control. No quería tomarla por la fuerza como insistía Shukaku, aunque sabía que ella no se resistiría a sus avances. Quería que fuera ella quién tomara la decisión, para que en el futuro no tuviera dudas.

-"Mañana, Hinata Hyuuga, tendré mi respuesta"


Tenten le dio unas palmaditas a su bebé en la espalda, antes de dejarlo en la cuna y volver al salón, donde su marido trataba de hacerse a la idea del problema de Hinata.

-"Gaara del Desierto" – repitió una vez más Neji, incrédulo –"Gaara del Desierto quiere casarte contigo"

-"¿Quieres que te lo meta a golpes en la cabeza, a ver si dejas de repetirlo?" – protestó Tenten sentándose a su lado

-"Esto es serio, Tenten. Conozco el poder de ese hombre, es casi invencible, podría acabar con todos nosotros"

-"Oh vamos¿de veras estás pensando en pelear con él?" – casi gritó Tenten mirando a su marido con furia asesina –"¿es que no has escuchado nada de lo que ha dicho Hinata¡Quiere casarse con ella Neji, no secuestrarla!" – Neji bajó la cabeza aguantando el rapapolvo de su mujer –"Lo que nos lleva una vez más a la cuestión principal" – continuó ella más calmada volviéndose a Hinata –"¿Lo quieres?"

-"El Clan decidió matar al padre de Neji antes que permitir que un Hyuuga fuera atrapado"

-"¿Lo quieres?" – repitió Tenten alzando un poco más la voz

-"Mi padre nunca permitiría que la técnica del Ojo Blanco salga de la Hoja"

-"Hinata!" – gritó Tenten

-"PUES CLARO QUE LE QUIERO"- Hinata se echó a llorar, Tenten sonrió satisfecha de obtener una respuesta al fin y Neji se golpeaba una y otra vez la frente con la mesa.

-"Muertos. Estamos muertos. Es el destino"


Gaara se tomaba su tercera taza de café mientras a su lado Naruto engullía su ramen, eso sí poniéndole al corriente de cómo estaban las cosas en el clan Hyuuga entre bocado y bocado.

-"Hinata mejoró muchísimo, es increíble lo que puede llegar a hacer, de veras" – Naruto lamió el bol y pidió otra ración –"Su padre por una vez estaba encantado, pero todo se fue al traste cuando Neji pidió permiso para casarse con Tenten" – suspiró con pesar recordando aquellos días mientras esperaba la comida –"Por supuesto Hiashi se negó, tenía planeado que se casase con Hinata o con Hanabi para dar mayor fuerza a la linea de sangre. ¡Lo único que le importa es su maldita línea de sangre!" – protestó cruzándose de brazos mientras Gaara seguía escuchándole con detenimiento –"Estaban tan desesperados que se lo jugaron todo a una carta con el embarazo de Tenten. Nunca habia visto al Hyuuga tan enfadado y la que se llevó la peor parte al final fue Hinata" – ahora sonrió triste pero orgulloso –"Tuvo las suficientes agallas para enfrentar a su padre y decirle algunas verdades a gritos sobre esa maldita familia. Consiguió el permiso para el matrimonio de Neji pero a cambio ella perdió todos sus privilegios" – Naruto aceptó el nuevo bol de ramen pero se quedó con la vista perdida en él –"Su hermana fue nombrada oficialmente heredera y ella expulsada de la rama principal. Ya no se le permite vivir en la Casa, por eso vive en aquella casita, junto a los miembros de menos rango" – Naruto pareció recordar de pronto que tenía ramen ante él y empezó a comer a toda velocidad. A su lado Gaara meditaba en silencio sobre todo lo que estaba escuchando

-"Dijo que estaba prometida" – comentó cuando Naruto estaba a punto de terminar su comida

-"Sí y creo que para ella eso es lo peor. Su padre la ha tratado como un objeto y ha comerciado con ella. Negocios" – dijo encogiéndose de hombros –"El tipo ni siquiera es un ninja, vive allí"- dijo señalando con el dedo un edificio grande y lujoso –"tiene mucho dinero. A mi modo de ver ha vendido a su hija"

Gaara apretó tanto la taza que saltó echa pedazos. El padre de Hinata le recordaba demasiado al suyo y se le revolvía el estómago al imaginar qué le habría hecho ese hombre a su dulce Hinata.

-"¿Por qué le sigue obedeciendo¿Por qué no se marcha?" – Naruto se echó hacia atrás en la silla con el ceño fruncido

-"Yo también me lo he preguntado muchas veces. Al principio creía que ella sería demasiado débil para poder escapar del Clan o de los Anbu, pero ya no. Ahora estoy convencido de que a pesar de todo, ella quiere a su padre" – suspiró y miró a su amigo a los ojos – "Llévatela Gaara. Sácala de ese infierno y hazla feliz"

Gaara asintió lentamente. Mañana él tendría su respuesta y Shukaku sangre Hyuuga para saciar su sed.