Notas del autor: Hola a todos, ha pasado un largo tiempo desde que haya actualizado y por eso me disculpo. He tenido un par de semanas locas lo que me han evitado escribir este capitulo.
Ademas quisiera pedir disculpas a las personas que hicieron un review y no pude contestar. Sé que prometí responder todos, pero por cosas de la vida no pude hacerlo en un tiempo adecuado. No puedo hacer mas que pedir disculpas.
Por ultimo quisiera agradecer a todos ustedes. Este fic ya alcanzó los 40k visitas.
Bueno sin nada mas, aquí esta el capitulo de unas 10k palabras.
Varios años atrás. Donde el presidente de los Estados Unidos de esa época era el actual expresidente. La casa Loud recibió una nueva integrante en la familia, la bebé Linka. Nadie discutía de que era una bebé linda. Bueno, excepto los niños de la casa. Ya que ella lloraba mucho. Era exagerada la cantidad que lloraba.
Habían pasado un par de semanas desde que Linka había nacido, y los padres Louds estaban haciendo lo imposible para que Linka no llorara. Ya que justo en ese día, la abuela de los niños al fin conocería por segunda vez a Linka. Pero ella quería verla mejor esta vez, ya que la primera vez cuando la conoció, Linka solamente la pasó durmiendo.
Rita estaba en la habitación de Linka tratando de hacer que no llorara, pero sin tener éxito alguno— Vamos Linka, cariño. Puedes hacerme un favor y no llorar. Hazlo por mí— Pero Linka siguió llorando lo qué hizo a Rita tomar medidas más extremas— Vamos. Si no lo haces, jamás volverás a saborear estos pechos. Así es. Sé que te gustan estos pechos.
— ¿En serio que estas chantajeando a una bebé?— Contestó su esposo Lynn
— Lo siento. Es que mi mamá viene hoy y quiero que disfrute su primera nieta. Pero sólo la verá llorando durante toda su visita.
— Vamos sé que ella disfrutará a Linka sin importar que llore o no.
— Tienes razón Lynn. Es que he escuchado que las niñas son más fáciles criar que los niños cuando son bebés, hasta la adolescencia, donde se ponen rebeldes. Si Linka es una pesadilla ahora. No quiero imaginarla cuando sea mayor.
— Cálmate cariño. Ambos sabemos que no todos los bebés son iguales. Sólo tenemos que tranquilizarnos y seguramente terminará igual como sus hermanos— Ambos salieron de la habitación con Linka en sus brazos. Al salir ven que todos sus hijos peleando y haciendo lo mejor que hacen. Mucho ruido— Bueno… quizás salga mejor que sus hermanos.
— ¡Chicos! Necesito que se comporten— dijo su madre a Luke y Lane que estaban peleando.
— ¡TÚ COMPORTATE!— contestó Luke a su madre.
— ¡LUKE!— regañó su madre a su hijo por su falta de respeto.
— Lo siento— respondió Luke con la cabeza agachada— No he dormido bien últimamente.
— Nosotros igual— respondieron Loki, Loni y Lane, todos con una expresión de estar algo cansados.
Lynn que también estaba algo enojado de acercó a su madre y apuntó a Linka que aún seguía llorando— ¡Es por esa cosa! ¡Qué sólo la pasa llorando!
— ¡Lynn! — Esta vez la señora Loud se dirigió hacia Lynn para regañarlo— Ya te hemos dicho no decir cosas malas de tu hermana.
Linka repentinamente comenzó a llorar más fuerte— Es difícil decir algo lindo— dijo sarcásticamente Lynn, luego se fue a jugar a otra parte.
Su madre estaba harta del mal trato de Lynn hacia Linka— En serio que Lynn tiene problemas con Linka.
— Ding Dong— gritó alguien afuera, en vez de tocar el timbre de la casa— ¿Hay alguien en casa?
Todos los niños reconocieron la voz de la persona que estaba afuera— ¡ABUELA HA LLEGADO!— Todos los niños fueron a recibirla dejando a sus padres a solas con la bebé.
— Bueno intentamos todo lo que pudimos— dijo Rita mirando a Linka que seguía llorando.
Mientras que en la entrada de la casa, la abuela de los Louds, Alberta. Estaba saludando a sus nietos— Hola chicos ¿Cómo están?
— ¡Bien abuela!— respondieron todos a la vez.
— ¡Qué bueno! Ahora donde está mi nietecita— Alberta miró que Lynn y Rita estaba bajando con su adorable nieta, Linka. Por instinto de abuela, fue directamente donde estaba la dulce bebita.
Linka al ver su abuela se tranquilizó y dejó de llorar. Se puso muy contenta. Dejando todo en un gran silencio. Algo que no se escuchaba muy a menudo en esa casa, en especial en esa hora del día.
— ¡Oh por Dios! ¡ESTOY SORDO!— gritó Loni
— ¡Qué linda niñita!— decía su abuela y la bebé Linka sólo reía como la dulce bebé que era.
— Cielos. Así es el silencio— se sorprendió Luke al no escuchar lloriqueos de Linka.
— Literalmente puedo escuchar los pájaros cantar.
— Al fin escucho las voces en mi cabeza— dijo Lane.
— Estamos en paraíso— acotó Luke y los todos los niños se relajaron y acabaron en el suelo. Para tener un descanso.
Pasaron las horas. Y todo el mundo estaba feliz. La abuela Loud disfrutando su nieta. Linka sólo se reía. Y el resto de los Louds pudieron descansar después de un gran tiempo.
— Bueno ha sido un gusto verlos. Pero me tengo que ir— dijo la abuela.
— ¡Aww!— se quejaron cada uno de los niños, y también su padre.
— Lo siento chicos. Mi auto está en el taller y pronto perderé el último autobús— Alberta tomó sus pertenencias y su chaqueta. Se despidió de cada niño— Adiós.
— ¡Adiós abuela!— se despidieron todos a la vez.
Al momento que se cerró la puerta. Bebe Linka comenzó a llorar tal como era antes que llegara la abuela.
— Era demasiado hermoso para ser verdad— dijo sarcásticamente Rita.
Su esposo se acercó para confortarla— Lo sé, pero sí miras el lado bueno. Tu madre la disfrutó. Además no es que Linka deje de llorar mágicamente para siempre.
Linka repentinamente dejó de llorar. Todos quedaron mirándola por el repentino cambio de humor. Justo en ese instante la abuela volvió a la casa.
— Disculpen ¿Han visto mi billetera? No lo encuentro.
— No que haya visto. ¿Cómo es?— preguntó Rita.
— Es un rosado oscuro. Algo grande con unos cierre dorado.
— ¡Vaya! Que coincidencia. Linka tiene uno igual a ese— dijo Loni apuntando a Linka. Todos miraron hacia Linka y vieron que tenía la billetera de su abuela.
— Mira tú, pequeña ladronzuela— dijo su abuela mientras que le hacía cosquillas y Linka sólo respondió con dulces risitas— Apuesto que querías que comprara dulces para tus hermanos.
— ¡DULCES!— Respondieron todos a la vez.
— Para la próxima, niños. Bien, como recuperé mi billetera. Me iré— Cerró la puerta y Linka volvió a llorar.
Ambos padres se dieron cuenta de algo importante— ¿No será que?— Ambos corrieron hacia la puerta— Mamá, puedes venir un momento.
Alberta no dudó en volver a la casa— ¿Qué sucede cariño?— Linka dejó de llorar. Cerraron la puerta en la cara de Alberta y Linka volvió a llorar. Abrieron la puerta y no lloraba. Le cerraban nuevamente Linka volvía a llorar.
Ambos padres se acercaron para hablar en secreto— Parece que Linka no llora con tu mamá cerca— dijo Lynn Sr.
— Así parece.
— Bien. Entontes ¿Sabes que tienes que hacer?
Rita abrió la puerta de su casa— Mamá. Creo que no disfrutaste lo suficiente con Linka ¿Por qué no te quedas por más tiempo?
— Me encantaría hacerlo hija. Pero en verdad necesito tomar el autobús.
— ¡Quédate a dormir aquí!— Interrumpió Lynn sr la conversación.
—Bueno… qué más da— respondió la abuela y todos los niños se alegraron.
Pasaron varios días tranquilos en la casa Loud ya que Linka no lloraba y todos estaban felices de que había paz en la casa.
Pero la paz se acabó cuando la abuela decidió que había pasado muchos días en la casa de sus nietos. Escuchar tal noticia puso triste a todos los Louds. A los niños porque su abuela se iba. Y a los padres de que se iba la única persona que hacía que su niña no llorara. Los padres intentaban todo para evitar que se fuera. Incluso usaron a sus hijos para persuadirla. Pero ya le habían usado esa excusa. Y la abuela de verdad necesitaba ir. Incluso su ropa estaba sucia y necesitaba algo diferente.
— En serio que te tienes que ir.
— Si me tengo que ir. No tengo más ropa.
— Pero podemos lavar la ropa que estas usando.
— Gracias, pero no. De verdad quiero usar algo distinto.
Al momento que su abuela se fue Linka comenzó a llorar. Lo que desilusionó a sus padres— Bueno. Ahí se fue nuestra única esperanza para calmar a Linka. Y no hay nadie quién la pueda calmar.
Linka se quedó callada, lo que sorprendió a sus padres por ese repentino cambio de humor. Tocaron la puerta de su casa— Hola, es el repartidor de pizzas. Vengo a dejar su pedido.
Ambos padre se sorprendieron al ver que Linka se callara sólo porque llegó una pizza. Lo que Lynn sr. Se dio cuenta de algo— No será que…
— Linka se comporta con visitas— respondió Rita.
— Invitan a tantas personas puedas.
Al pasar el tiempo. Los padres Louds invitaban a cada amigo, compañero de trabajo, o conocido para calmar a su niña. Y la mejor parte es que funcionaba. Pero al pasar el tiempo se agotaban las opciones y tuvieron que tomaron medidas más drásticas de hacer nuevos amigos solo para que conocieran a su hija. Pero tener visitas en la casa Loud que pudieran soportar el caos de una casa con cinco niños y una bebé no era nada sencilla. Finalmente sólo quedaba una persona en el mundo que invitar. Su vecina, la señora Gruñona. Pero ella fue la que menos duró entre toda los invitados.
— Bien terminamos. No tenemos a quién más invitar— dijo el padre todo desilusionado ya que no podrían estar en calma— si solo pudiéramos secuestrar a personas y tenerlas aquí en contra de su voluntad.
A Rita se le ocurrió algo y se emocionó— Cariño, eso es.
— Lo sabía. Traeré la soga
— No, no, no. Nada de lo que dijiste es a lo que me refería ¿Qué tal si llevamos a Linka donde están las personas? Solo la llevamos al parque, la gente la ve, dicen cosas lindas de ella hasta que se duerma y luego la traemos a casa. Ella no llora. Nosotros no lloramos. Alegramos a la gente con un bebé. Todo el mundo sale ganando.
— Bien ¿Qué estamos esperando? ¡Vamos!— Ambos padres salieron con las cosas de bebés de Linka y con su bebé y no había ninguna falla en su plan. Excepto por un pequeño y minúsculo problema. O mejor dicho, cinco problemas.
Ambos padres volvieron— No podemos dejar a niños pequeños en la casa a solas.
— Sí, podrían destruir la casa.
— O quizás por el hecho que se podrían lastimar y nadie podría verlos.
— También sirve esa excusa. ¡NIÑOS! ¡VAMOS TODOS AL PARQUE!
Todos los Louds volvieron del parque. Y el plan de sus padres fue un éxito. Linka se comportó como una dulce bebé en todo momento. Toda la gente que la veía se alegraba de ver a la dulce niña. Ella no lloraba hasta que volvía a dormir. Todo fue un éxito y los padres no podían estar más felices sobre el asunto.
— Esto es genial ¿Quién diría que es bueno conocer a extraños? — Dijo el señor Lynn— ¿Deberíamos decir nuestros hijos que hablen con extraños en todo momento?
— No veo nada malo en eso. Es decir, nada malo nos ha pasado— respondió su esposa.
— Todo está saliendo bien y podemos controlar a esta niña.
Repentinamente, sonó el teléfono de la casa. Por lo que la señora Loud fue a contestar el teléfono— Hola.
— Hola hija, soy yo.
— Oh, hola mamá. ¿Qué sucede? ¿Acaso quieres venir a visitarnos?
— No exactamente. Te quiero pedir un favor. Es que la última vez que estuve no pude sacar una foto a Linka y quería pedirte que saques una foto a mi adorable nieta. Sólo tengo fotos que está durmiendo.
— Claro— contestó Rita— Pero ahora está durmiendo su siesta. Cuando tenga la foto te lo envió por correo. Nos vemos mamá— Rita colgó el teléfono y fue directamente a buscar una cámara digital para tomar una foto. Cuando al fin encontró una. Lo único que tenía que hacer era esperar que su hija despertara.
Pasaron las horas, Rita esperó a la hora que Linka normalmente despierta de su siesta. Y ella tenía preparada su cámara. Ya que normalmente cuando Linka despierta de su siesta se queda calmada por unos minutos, antes de colocarse a llorar. Entonces Rita usaría esa ventana de dos minutos para sacar la foto a su hija. No sería una tarea complicada, cualquiera podría hacerlo.
El momento de la verdad había llegado, Linka se estaba despertando de a poco de su siesta. Rita vio a Linka, lo cual preparó su cámara. Esperaría que ella mostrara algo lindo para sacar la foto. Linka despertó ambos ojitos. Ahora era un momento de la verdad para Rita, ya que cualquier cosa podría atormentar a su hija. Se preparó para sacar su cámara en cualquier momento, pero había que tener cuidado, ya que cualquier cosa alteraría a su hijita. Rita no se había dado cuenta que había una pequeña mariposa volando por la habitación.
La mariposa fue directamente en la frente de Linka, y la bebita quedó mirando confusa ante el insecto. Cuando Rita vio el insecto se preocupó de que hiciera llorar a Linka. Linka aún estaba confusa mirando el insecto. Ella sonrió y sus ojos se dilataron al ver la bella mariposa.
Rita se sorprendió, era el momento perfecto para tomar la foto a su hija, era imposible que la foto fuera mejor. Y en ese momento un haz de luz entró por la ventana y le llagaba a Linka. Ahora Linka tenía una mariposa en la frente la cual la hacía feliz, un haz de luz que la alumbraba. Parecía algo celestial, era imposible que algo pudiera arruinar esa oportunidad. Rita sacó su cámara, se acercó a Linka. Se preparó para tomar la foto.
Linka que estaba jugando con la mariposa notó a su madre que sacó algo. La señora Loud tomó la foto creando un gran flash que dejo algo confundida a Linka con el resplandor. La señora Loud no podía esperar a ver la foto. Cuando miró la foto y quedó sorprendida de lo que vio. La foto no era lo que esperaba. La foto era de una Linka triste mirando a la cámara.
— ¿Pero qué rayos? — Rita miró a su hija y se veía algo atemorizada al ver la cámara. Luego ocultó la cámara y Linka volvió a ser feliz. Luego lo sacaba y Linka se volvía poner triste— Creo que tenemos un problema
Los siguientes días, los Louds intentaban de sacar una foto a Linka despierta. Pero no había ninguna ocasión que no tuviera cara de bebé triste al apuntarla con una cámara. Incluso trataban de invitar a personas donde Linka se comportaba y apuntarla con una cámara. Pero aun así se ponía triste.
— Esto es una locura. No podemos sacar ninguna foto decente a nuestra hija. Qué clase de madre soy que solo saca fotos de sus hija triste— Rita se preocupó mientras veía las centenares de fotos de Linka, y cada una de ellas era de una bebé triste.
Rita estaba perdiendo las esperanzas de tener una foto perfecta Pero justo en ese momento su esposo vuelve del trabajo con una noticia.
— ¡Cariño! Creo tener la solución de nuestro problema de fotos de Linka.
— Me vas a denunciar a protección infantil por no ser capaz de sacar hermosas fotos de nuestra hija.
— Mucho mejor que eso ¿Recuerdas a Johnson? El que trabaja en contabilidad en el trabajo— Rita estaba quieta, ya que no recordaba de quién hablaba. Su esposo, al notar eso. Trató de refrescarle la memoria— El que vino aquí a ver a Linka con su esposa e hijo bebé— Rita aún no recordaba de quién hablaba. Sólo se quedaba pestañeando en el lugar— El bebé feo que tenía grandes ojos.
— ¡Oh sí! Ese sujeto. Ese niño no era lindo. Sé que dicen que los bebés son lindos. Pero ese niño no lo era.
— Bueno. Estuvimos hablando de sacar fotos a bebés. Y mostró fotos de su bebé— Lynn sr. comenzó a buscar en su billetera la foto. Pero a Rita no entendía como esa historia le ayudaba.
— Cariño no entiendo lo que tratas de hacer. Necesitamos una foto buena de Linka. No una foto de un…— Lynn Sr. mostró la foto a su esposa, y esta última se sorprendió de lo que vio. Que era una bonita foto de un bebé.
— Sorprenderte ¿verdad?
— ¿Estás seguro de que este es el mismo bebé?
— Eso mismo le pregunte, y me dijo que al igual que nosotros. Era difícil de sacar foto a ese niño. Me dijo que lo llevaron a un estudio de fotografía que hay dentro de una juguetería dentro del centro comercial. Ellos sacan las mejores fotos. Y ellos garantizan que serán perfectas. Me dijo que ellos esperan por el momento para la foto perfecta. Él y su esposa se demoraron una hora para obtener esta foto.
— ¿Demoraron una hora para obtener una foto?
— No, demoraron una hora para obtener ESTA foto— dijo Lynn mostrando la foto del bebé— en vez de estas fotos— esta vez mostró las fotos de Linka— ¿Te parece buena idea llevarla?
— Bueno quizás no sea mala idea llevarla a esa juguetería.
— ¡JUGUETERÍA!— todos los niños Louds se formaron en fila para ir a la juguetería, ya que si iban a la juguetería, lo más probable que sus padres le compren algún juguete.
— Como estaba diciendo. Bueno quizás no sea mala idea. Además si lo piensas bien, Linka no tiene ningún juguete que sea suya. Sólo los juguetes de bebés de sus hermanos. Así que podíamos aprovechar de comprar un juguete para ella.
— Bueno. Que es lo peor que podría pasar.
Todos los Louds fueron al centro comercial a comprarle un juguete a Linka. Pero claro que todos los niños Louds tenían otras intenciones como conseguir juguetes para ellos.
— Recuerden niños. Tienen que ver que juguete podría gustarle a su hermana— dijo la señora Loud a cada uno de sus hijos— Y si se portan bien. Quizás le compremos un juguete para ustedes.
— ¡Bien Mamá!— Todos los niños estaban hablando de que posible juguete podría gustar a Linka, pero muchos de esos juguetes era el preferido de ellos.
La señora Loud les quería dar algunas reglas a los niños sobre el juguete que tenían que llevar a su hermana— Sólo hay que asegurar que no sea un juguete peligroso o algo que pueda meter en su boca y tragarlo ¿Verdad cariño?— preguntó la señora Loud a su esposo, pero éste no le respondía— ¿Cariño?
Miró hacia su esposo. Y él estaba paralizado del miedo. Mirando al frente como si hubiera visto un fantasma. Lo único que hizo fue levantar su mano y apuntó hacia adelante. Rita miró donde apuntó hacia adelante y vio el horror.
Rita y Lynn sufrieron un Trastorno por Estrés pos Traumático, algo que sufren los soldados al volver de la guerra. Sólo que era peor, en vez de escuchar los sonidos de balas, granadas explotando y de soldados, civiles y niños gritando por la destrucción. Escuchaban a un demonio. Una criatura que volvería al más sano de los hombres en caer en la locura.
Lo que vieron fue a 'Fenton: el zorro siéntete mejor'. Con ver ese zorro revivieron los peores años de sus vidas. Al escuchar una melodía repetitiva y muy ruidosa. Escuchándola día tras día incluyendo las noches. En verdad era una pesadilla con sólo recordarlo.
— Vámonos tranquilamente antes que los niños vean la tienda de…
— ¡JUGUETES!— Todos los niños salieron corriendo al ver la juguetería. Ya era tarde. Rita y Lynn tendrían que entrar a la madriguera del demonio.
Rita entró en pánico— ¿Qué hacemos ahora?
Su esposo trató de encontrar una solución racional, de acuerdo al problema que se estaban enfrentando— Ya sé. Abandonamos a nuestros hijos. Huyamos y comenzamos una nueva vida en el campo, tal vez abrimos una pequeña librería.
— No te atrevas a tentarme con una librería. Mira, sólo vamos directamente al fondo de la tienda donde sacan fotos. Tomamos una y salgamos lo más antes posible.
La señora Loud cubrió el coche de Linka con una mantita para evitar que viera los ojos del demonio y que su hija termine cautivada por los movimientos seductivos del demonio.
Al entrar fueron corriendo para llegar a sacar la foto de su hija.
Pero tenían una complicación— ¡Encontré el juguete perfecto para Linka!
— Yo encontré algo mejor— gritaron los niños. Por lo que la situación empeoró mucho más.
Ambos padres se asustaron y se miraron entre sí—Sí uno de ellos le trae ese juguete.
— Estaremos perdido. Bien este es el plan. Vamos escondiéndonos. Los niños no sabrán dónde encontrarnos.
— Me parece un buen plan.
Ambos comenzaron a esconderse por detrás de las pilas de juguetes. Si seguían de esa manera, de seguro que sacarían la foto y evitar que sus hijos traigan el juguete. Pero por cosa del destino, había algo que les delataría su posición. Una bebé llorona. Linka comenzó a llorar. Y los niños reaccionaron como murciélagos que habían encontrado su presa a través del sonido.
— ¡Rayos!— contestaron ambos padres y salieron corriendo y tenían que evitar a todos sus hijos.
— ¡Mami!— apareció Lynn Jr. al frente de ellos. Fue tan repentino su aparición que cayeron al suelo— Encontré un juguete para Linka.
— ¡LYNN NO!
Lynn le mostró un mini balón de soccer a Linka. Ambos padres se relajaron al ver que no era tal zorro— Gracias al cielo— Linka tomó el balón, lo examinó y lo tiró a la cara de Lynn ya que no le gustaba el juguete.
— No le gusta los balones— respondió de manera molesta Lynn ya que los balones era lo mejor de la vida— Bebé tonta.
Su madre se molestó— Lynn ya te hemos dicho que no llames así a tu…
— No es hora de regañar— Lynn sr. tomó del brazo a su esposa— Es hora de correr.
Ambos siguieron huyendo para evitar el posible juguete demonio que sus hijos podrían traer.
— ¿Oigan encontraron un juguete?— apareció repentinamente Loni.
— ¡AHHH!— gritaron ambos padres.
— ¡AHHH! A ustedes también. — Dijo Loni— Pero eso no responde mi pregunta. Bueno, traje un amigo zorro para Linka.
Ambos padres entraron en terror y cerraron sus ojos para recibir lo peor. Que la inocencia de Loni sería su perdición. Cuando abrieron los ojos no sabían cómo reaccionar
— Loni. Eso es un zorrillo— La verdad, es que Loni trajo un zorrillo de juguete en vez de Fenton. Aparentemente la inocencia de Loni, los salvó de una bala.
— Papá. Es malo diferenciarlo solo por ser negro— Loni acercó el juguete a Linka, pero a ella no le gustó.
— Sigamos— Volvieron a correr para llegar al fondo de la tienda.
— Encontré esto. Una trompeta de juguete— Luke se lo mostró a Linka, pero a ella no le gustó.
Volvieron a correr para evitar el juguete. Y se encontraron a Lane— Encontré esto. Una flor que lanzaba agua— Lane le pasó la bomba de plástico que dispara el agua para ver si le parecía divertido. Y disparó agua hacia Lane. Pero a ella no le gustó tal juguete y siguió llorando.
Los padres se aliviaron nuevamente por el hecho que sus hijos no trajeran al zorro endemoniado— Que fortuna que ninguno de nuestro hijo trajeron a ese zorro.
— Sí, al parecer estuvimos exagerando.
Pero repentinamente.
Ya bébita sin llorar
a jugar y a regozar
muy contentos tú y yo
ríe ríe ríe.
Miraron hacia atrás y era Loki que había encendido el juguete.
Ya bébita sin llorar
a jugar y a regozar
muy contentos tú y yo
ríe, ríe, ríe.
— Llevaré esto a Linka— pensó en voz alta Loki al ver ese juguete.
Linka repentinamente dejó de llorar. Ambos padres se preocuparon de que la canción del demonio hubiera atrapado a su hija.
— A Linka le gusta ese sonido. Está atrapada como la canción de una sirena.
— ¿Como de sirena? Ojalá fuera como la de una sirena. Al menos las sirenas te matan y terminan tu sufrimiento. La canción de ese zorro te vuelve loco que sólo quieres arrancarte las orejas. Ahora sé lo que sintió Van Gogh.
Ambos padres salieron corriendo como su los cuatro jinetes del Apocalipsis lo estuviera siguiendo. Pero este no era el caso. Era el mismo demonio Satanás que lo estaba siguiendo.
— Yo detendré a Loki. Tú corre— Dijo Lynn sr quedando atrás para enfrentarse al demonio mientras que su esposa siguiera corriendo para sacar la foto a su hijita.
Loki corría para llevarle el juguete a su hermana, pero tuvo que detenerse ya que su padre le estaba bloqueando su camino.
— Papá déjame pasar— decía Loki mientras trataba de pasar a su padre, pero éste se colocaba al frente para que no avanzara.
— Dime Loki. Has pensado que juguete quieres llevar a casa.
— Aún no. Estaba buscando un juguete para Linka.
— ¿Y no te gustaría, no sé…?— su padre tomó el primer objeto que pudo alcanzar— Este palo de golf— su padre le pasó a su hijo el palo pero Loki estaba poco interesado en el momento— Quizás a tu hermana le gusté más.
— No Papá. Le llevaré a Fenton a Linka— Loki trataba de pasar, pero su padre bloqueaba el camino y su hermana se estaba alejando cada vez más. Loki se molestó— No tengo tiempo para esto. ¡TODOS A PAPÁ!
Y en un segundo para otro. Todos los niños Louds salieron de la nada y se lanzaron a su padre tirándolo al suelo.
Loki siguió su cruzada para entregar el juguete a su hermana. Pero su mamá era más rápida que él. Y necesitaba detenerla. Loki miró alrededor y vio una pelota de golf y recordó que su padre le había pasado un palo. Colocó la pelota en el suelo y vio su objetivo, su madre con Linka. Apuntó hacia arriba de ellas y un poco hacia la izquierda y disparó. La pelota salió volando y golpeó un avión a escala que estaba colgado al lado superior izquierdo de ellos. El golpe que el avión se moviera hacia la derecha hacia donde estaba su madre. Y golpeó justo a Rita mandándola directamente al suelo. Rita trató de evitar cualquier golpe a su hija. Llegaron a golpear un estante que estaba lleno de peluches. Había toda clase de peluches, era principalmente animales del bosque. Ositos, renos, un puerco espín, cerditos, etc. El impacto del choque de Rita hizo que todos los peluches cayeran enzima de ella y de Linka.
Rita al recobrar la conciencia fue corriendo a donde sacaban las fotos y justo había un trabajador en el lugar— Hola bienvenidos a…
— ¡SÁCALE UNA FOTO! ¡NO IMPORTA SI LLORA! ¡SÓLO SÁCALE UNA FOTO!— Rita tomó lo primero que encontró en el coche para que el empleado hiciera su trabajo.
El empleado quedó confundido por la reacción de la señora— ¿Quiere que le saqué una foto a un cerdo de peluche?— Preguntó el encargado al ver que Rita colocó un cerdo de felpa, en vez de un bebé.
Se dio cuenta que el coche de Linka estaba llena de peluches. Seguramente cayeron cuando chocaron el estante— Por el amor del cielo— Rita sumergió su mano donde estaban los peluches. Al momento que sintió a Linka la sacó del coche y la colocó para que le saquen una foto. Pero estaba mirando al otro lado que estaba Loki. Y Loki estaba decidido en mostrar a Fenton a Linka. — ¿No está lista la foto?
— En un momento señora. Estoy ajustando la cámara de infantes.
— ¿Cámara de qué?
— Su hijita es una infante. No puede sentarse por su cuenta. Así qué colocare la cámara encima de ella y un fondo sobre la mesa para que se vea adorable.
Loki se acercaba cada segundo. Pero por fortuna se escuchó el sonido de la cámara que había sacado la foto y podrían salir de ese infierno.
Rita fue de inmediato por su bebé— Bien gracias por todo.
— Espere señorita son seis fotos.
— ¿Son seis?
—Sí. Para qué tenga más fotos.
Rita no podía creer la mala fortuna— Bien. Pero que sea rápido.
Rápidamente se tomó la segunda foto. Pero Loki se acercaba como un depredador a una presa atrapada.
Sacaron la tercera foto. Loki estaba cada vez más cerca. Listo para atacar. Rita se aseguró de sacar todos los peluches del coche de Linka para poder salir rápidamente de la madriguera de la bestia.
Sacaron la cuarta foto. Loki estaba llegando al lugar. Pero si el trabajador sacara las fotos al ritmo que lo hacía, tendría la posibilidad de escapar de Loki.
Sacaron la quinta. Rita estaba preparada. En el momento que tome la foto y se imprima. Ella tomara a Linka y saldría corriendo y dejaría el dinero en la mesa, pero no esperaría el recibo ya que había otras prioridades en el momento.
Loki corrió. Pero repentinamente apareció un guardia de seguridad que lo sujeto del hombro— Oye niño ¿Tú hiciste eso?— apuntó al avión caído que Loki había derribado antes.
— Emm ¿Si?— respondió algo nervioso Loki.
— Ven conmigo— comenzó a llevarse a Loki por la fuerza alejando a Loki de Linka.
Rita se relajó. Fue una experiencia desesperante, incluso dar la luz no era tan estresante comparado con esta experiencia— Nos salvamos por un pelo.
— ¡Mamá, ayúdame!— dijo Loki a Rita.
El guardia se detuvo— ¿Mamá?— Se dirigió a Rita— Señora ¿Acaso este niño es suyo?
— Emm… ¿Sí?
— Señora puede venir conmigo.
— Espera que estoy sacando una foto a mi hija.
— Esta todo listo señora— el empleado colocó todas las fotos en un envoltorio de papel y se lo entregó a Rita— Aquí están las fotos de esta angelita.
— Bien— Rita colocó rápidamente a Linka en el coche y siguieron al guardia.
El guardia llevó a Rita y a Loki para regañarlo. Lo cual ambos solo podían estar con la cabeza mirando hacia abajo. Por fortuna para ellos, como nada se rompió no tuvieron que pagar nada. Sólo recibieron una advertencia. Así que salieron de la oficina del guardia que estaba en la juguetería. Se reencontraron con el resto de los miembros de la familia. Rita comenzar a regañar a Loki por lo que había hecho.
— Tienes suerte que ese avión no se rompió. Sino tendríamos que pagarlo.
— Pero yo quería llevar un juguete a Linka y no me dejaron.
— Bueno, no sé si le hubiera gustado— dijo Loni— No le gustó ningunos de los juguetes que le trajimos— Todos los niños hablaban entre ellos sobre los juguetes que llevaron a Linka, pero que no le había gustado y que terminaron siendo suyos. A Loki también le compraron el palo de golf, ya que le empezó a gustar.
Por otra parte Rita estaba un poco triste con todo lo que había pasado. Su esposo se acercó para hablar de como se salvaron del zorro demonio.
— ¡Vaya! Gracias al guardia pudimos salir de esta.
— Sí, pero me siento mal que no pudimos sacar una buena foto a Linka.
— No seas tan negativa. Quizás hay alguna bonita foto o algo— El padre de los Louds comenzó a abrir el envoltorio para ver las fotos que le habían sacado a su hija.
— ¿Cuál es el punto? Seguramente será una foto de Linka triste— respondió toda desilusionada Rita.
Justo cuando salieron de la tienda. Sonó una alarma. Resultó ser la alarma de los detectores que tenía la tienda para evitar que se roben las cosas.
Apareció un guardia que estaba cerca— Señora déjame ver sus cosas.
— Pero es raro si pagamos todo.
El guardia revisó los bolsos, pero no había nada raro. También reviso los juguetes que los niños tenían, pero ninguno tenía algún sensor, significando que los había pagado. Se aseguró que ninguno de los niños se había llevado un juguete, pero ninguno tenía un sensor. Pero aún le faltaba un lugar que revisar. El coche del bebé. Ya que ocasionalmente mujeres usaban coches para robar artículos.
— Señora, ¿Qué significa esto?
Todos vieron y resulta que Linka había sacado un juguete. Era un peluche de un conejo con una camiseta púrpura. Y tenía un sensor en su espalda.
— ¿De dónde sacó ese peluche?— se preguntó Rita, pero ella recordó algo— Debió haber sido cuando chocamos con ese estante— también recordó que no se había fijado en Linka. Ya que estaba preocupada de Loki que llevaba a Fenton— ¡Lo siento de verdad, oficial! De verdad no me fijé.
— Ehh, querida— Lynn mostró la foto que le habían sacado a Linka. Y fue una sorpresa. Linka estaba feliz sujetando a ese peluche de conejo. Y cada una de esas fotos era una dulce foto de una Linka feliz. Era difícil seleccionar cual de todas ellas era la más bella.
— ¡Oh por Dios! ¡Es tan adorable!
— ¡A ver!— cada niño sacó una de la foto y a cada uno le gustó el aspecto feliz de su hermana.
— Es tan tierna.
— Es adorable.
— Esta tan feliz.
Cada uno de sus hermanos la complementó a su hermana bebé. Todos hablaban entre sí y viendo las diferentes fotos. Excepto Lynn, él estuvo viendo su foto de su hermana feliz. Incluso sonrojó un poco de lo linda que se veía su hermanita— Parece que la bebé tonta es algo linda— dijo tratando de no mostrar lo que verdad sentía.
— Parece que encontramos un juguete para Linka.
— Espera un segundo— dijo Lynn Sr.— Puede ser un zorro demonio disfrazado de conejo— le quitó el juguete a Linka y comenzó a inspeccionar el peluche para ver si, en verdad era un juguete normal o un juguete musical. Para así evitar volver a vivir su peor pesadilla. Pero resulta que no era así. Era un peluche normal.
Linka por otra parte, estaba triste ya que le habían quitado su peluche. Loki usó el palo de golf para golpear las piernas de su padre y cayera de rodillas al suelo, Loki le quitó el conejo a su padre para dárselo a Linka. Lo que Linka terminó feliz al recibir ese juguete.
— Al parecer que encontramos un juguete para Linka.
El viaje a casa fue silencioso. Bueno, al menos Linka lo fue. Todo el resto de sus hermanos jugaban. Pero Linka sólo estuvo abrazando a su peluche.
Cuando llegaron a casa. Era la hora de la verdad. Era ver si ese juguete era tan milagroso que haría que Linka dejara de llorar.
Entraron con los ojos cerrados, esperando lo peor. Pero sólo había silencio. Silencio absoluto. Sólo un bebé sujetando a un conejo de peluche. Linka no lloraba para nada, y podían sacar un centenar de fotos sin que se pusiera triste. Era un milagro.
Si los demonios se disfrazaban de zorros. Los ángeles se disfrazaban de conejos. Un conejo con camiseta púrpura y sin pantalones llamado Bun-Bun.
Y así comenzó una amistad entre una niña y peluche. Donde terminarían haciendo todo juntos los dos. Sin duda para los Louds era un verdadero milagro que podían calmar a Linka con un muñeco de felpa.
Pero los milagros no duran para siempre y cuando los ángeles desaparecen de este mundo. Sólo quedan las bestias que actúan con un instinto asesino capaz de eliminar todo en su camino.
Ahora en la actualidad. Donde el presidente era el actual presidente.
Parecía un día normal en la casa Loud. Pero a dentro de la casa había destrucción sin sentido. Marcas de garras en la pared, alfombras rasgadas, muebles destruidos. Como sí un ejército de bestias salvajes hubiera destruido la casa. Pero en verdad, no fueron tantos animales. La verdad es que se podía contar con los dedos de una mano.
Lexx y Leif se estaban ocultos escondiendo de un monstruo. Ellos habían robaron un tesoro, y entre sus peleas rompieron el objeto. Y con eso despertaron al guardián de ese tesoro. El monstruo, al ver que profanaron su territorio. Fue a atacar a todos los que habían destruido el tesoro. Y de todos los que estaban presentes sólo quedaban los gemelos.
— ¡Oh por dios! ¿¡Que hicimos!?
— Hicimos lo que teníamos que hacer.
— Pero dejamos a todos a merced de esa… de esa cosa. Tenemos que volver por ellos.
— ¡Oye! Todos deben estar lastimados o peor. No podemos hacer nada contra esa cosa.
Se escuchaba el respiro fuerte del animal de que los gemelos estaban escondiéndose. De esa criatura tenebrosa sin piedad que no tenía respeto por nada. Claro que le habían destruido su posesión más preciada. Por lo que la bestia sabía que ellos tenían que pagar el precio final. La muerte.
Ambos se escondieron detrás del sofá. Temblando del miedo. Ellos vieron lo que la bestia le hizo a todos los que estaban en ese lugar.
Por suerte, la criatura era fácil de localizar. Primero, usaba una blusa de color naranja. Segundo, respiraba tan fuerte que se podía escuchar cada uno de sus respiros. Finalmente, tenía otra característica que la hacía diferente. Una característica que también explicaría que tal criatura no podría usar la oscuridad para ocultarse. Ya que tenía un cabello largo y de color blanco como la nieve. Su corazón también era como la nieve. Fría y despiadada.
Esa criatura se acercó hacia el sofá. Ya que sería el lugar ideal para buscar. Se subió en tal sofá tratando de ver a sus alrededores para encontrar a esas criaturas que profanaron su tesoro.
Pero mientras buscaba a su alrededor. No se había dado cuenta que esos niños estaba justo por debajo de sus narices. Ellos dos temblaban del miedo, ya que estaba tan cerca de ser descubiertos.
La criatura miraba por todos lados y trató de deducir cualquier lugar que pudieran estar esos mocosos. Pero su furia eliminaba cualquier pensamiento lógico y sólo la guiaba la ira y la sed de venganza.
Decidió alejarse del sofá para seguir buscando a esas dos víctimas que se habían escapado.
Los gemelos se aliviaron cuando la criatura se alejó. Pero repentinamente apareció la mano de ese monstruo, agarró las piernas de ambos niños y los levantó del piso. Ambos niños sabían que era su fin. Ya que Linka los había atrapado. Ella los miró con sus ojos blancos y sin pupila cegado por la venganza. Ahora les iba a dar el golpe de gracia que acabaría con su cruzada de venganza.
— ¡Ustedes robaron mi posesión más valiosa! ¡AHORA PAGARÁN CON SUS VIDAS!
Movió sus manos a sus brazos e hizo algo que ambos niños gritaron sin parar.
— ¡AAAHHHH! ¡POR FAVOR, BASTA!
— ¡NO PUEDO SOPORTARLO MÁS!
Pero sin importar cuanto suplicaban. La bestia, conocida como Linka Loud, no se detenía.
— ¡DETENTE POR FAVOR!
— JAJA ESTOY APUNTÓ DE ORINARME JAJA
—JAJAJAJA
Resulta que Linka estaba haciendo un ataque de cosquillas a los niños, y se escuchaban que no podían aguantarlos más.
Linka sonrió— ¿Se rinden?
— Si nos rendimos— contestaron ambos niños.
— Bien, entonces yo gané el juego.
Resulta que Linka estaba jugando con los gemelos a los exploradores de templos malditos. Donde un grupo de exploradores entraban a un templo maldito, en busca de un tesoro que estaba siendo protegido por una bestia. Lexx y Leif eran los exploradores. Linka era el monstruo. Y algunos juguetes, eran el grupo de excursión o las primeras víctimas del monstruo.
— No es justo ¿Cómo nos encontraste?— se quejó Leif.
— Simple. Ambos apestan— respondió Linka.
— Claro que no. Somos increíbles en esto.
— No me refiero a eso. Lexx apestas a perfume. Leif apestas a basura. Cuando estuve arriba del sofá, sólo seguí el olor y los encontré. Leif por obvias razones tiene ese olor. Pero tú Lexx. Usas mucho perfume.
Lexx comenzó a olerse a sí mismo en varias partes de su cuerpo, pero no sentía ningún olor alguno— Estas loca. Apenas siento el olor.
— Tú apenas sientes el olor ya que te acostumbraste al olor. Pero el resto de nosotros aún no. Por eso te sugiero que no te eches tanto. Ya que tu olor es tan molestoso. Como la de Leif.
Ambos niños se olieron a sí mismo, pero en verdad no encontraban algún olor— De verdad Linka, no siento nada.
— Ni yo— contestó Leif.
Linka suspiró ya que les había dado la explicación— Cada uno, huele al otro.
Ambos gemelos le hicieron caso y comenzaron a olerse entre ellos. Y ambos sintieron el asco de sentir el olor.
— ¡Asqueroso! ¡Báñate, de vez en cuando!
— ¡Y tú deja de oler como gases de príncipe!
Ambos gemelos comenzaron a pelear como siempre lo hacen.
Linka solamente movió su cabeza al ver sus hermanos así. Luego se dirigió al espectador— En una casa con tantas personas. Es imposible aburrirse. Pero cuando no hay muchas personas, puede que sí. Por eso jugué con mis hermanos ya que somos los únicos en casa. Junto con Levi y León, pero a Levi no le gusta jugar y León está un poco sensible con la condición de esta casa. Últimamente ha estado un poco llorón. Se preguntarán por qué la casa se ve un poco destruida— apuntó Linka alrededor, mostrando las paredes con marcas de garras— La verdad es que nuestras mascotas. Charles, Cliff, Walt y Geo, están un poco violentos y provocaron todo este desorden. Así que decidimos colocarlos en sus jaulas.
Linka mostró donde estaban sus mascotas. Charles y Cliff estaban dentro de una jaula plástica de mascotas. Walt estaba en su jaula de ave, con una cerradura. Y Geo estaba dentro de una jaula, que estaba dentro de su bola plástica y que a la vez, estaba dentro de una jaula de acero.
— Entre todos repararemos la casa para el sábado. Mientras hay que sacarle un poco de provecho al lugar. Como jugar a los exploradores con un monstruo que creó toda esta destrucción sin sentido. Yo hago el papel del monstruo. Me llamó Linkviathan Loudcifer. Era parte del círculo de los demonios más poderosos del infierno. Pero me sacaron por ser muy malvada y por hacer cosas horribles. Como no bañarme, orinar en una iglesia, inventar el chocolate sin azúcar, hacer cosas de bravucones. El punto es que soy peor que un demonio.
— Gracias por jugar con nosotros Linka. Haces increíble de monstruo— mencionó Lexx a su hermana.
— Es lo mínimo que puedo hacer por mis hermanitos.
Desde el segundo piso Levi gritó— ¡LINKA! ¡LEÓN SE HIZO POPO! ¡Y NO REQUIERO SUS MUESTRAS FECALES!
— ¡Voy en un segundo Levi!
Linka fue a cambiar los pañales de León— Y todo listo. León quedó como el bebé lindo de siempre.
Levi que estaba usando un traje de anti-radiación para protegerse del olor de los pañales de León— Linka, en verdad no entiendo como soportas cambiar los pañales a León.
— Levi, he cambiado pañales desde que tenía tu edad. Siempre me ha gustado cuidar de mis hermanitos. Es casi un reflejo. Por eso mamá y papá les gusta dejarme a cargo cuando Loki y los demás no están en casa. ¿O prefieres que Loki nos cuide?
— No gracias. No me dejaría trabajar en mi experimento.
— ¿Y en qué estás trabajando?
— Medidas de seguridad en las noches para que no entren nadie desconocido. Como lo que pasó hace unas noches atrás.
— ¡Oh por dios!— Linka y Levi voltearon para ver quién había gritado. Y el responsable fue Lexx— Todavía sigues con la estupidez que un extraño entró. Admite que tuviste una pesadilla y deja esa tonta obsesión.
— ¡No fue una pesadilla! ¡Alguien de verdad entró!
— ¿Y cómo era?
— No llevaba mis gafas. Lo único que vi fue una figura borrosa. Y quería llevarse a León.
— ¡Aww! Y quieres proteger a tu hermanito— dijo Linka a Levi mientras le apretaba sus mejillas.
— No. Quiero protegerme a mí mismo. — dijo sonrojando ya que no quería no quería parecer un niño cursi que se preocupa de bebés como las niñas.
— Lo que tú digas. Pero Levi, no hagas nada peligroso. A Mamá no le gusta que hagas experimentos peligrosos cuando no está en casa, o cuando está en casa. El punto es que no hagas nada peligroso, ¿De acuerdo?
Leif entró a la habitación de los menores— Linka puedo sacar las tijeras de niños grandes de tu habitación.
— ¡Claro que no! Te daré las tijeras, pero no entrarás a mi habitación.
— ¡Por favor! Hace días que no dejas a nadie entrar a tu habitación. Te estás pareciendo a Loki.
— Mira. Es algo temporal. Esta casa no se respeta la privacidad. Acaso no recuerdas el incidente de la ropa interior.
Hace unos días atrás. Todos los hermanos, desde Loki a Lars, estaban buscando calzoncillos limpios, ya que aparentemente no les quedaban.
— ¿Dónde está mi ropa interior?— se preguntaban todos.
Por otra parte Leif estaba usando la ropa interior de cada uno de sus hermanos para hacer partes de su vestimenta ninja. Una máscara, coderas, rodilleras, un cinturón. En resumen estaba usando más ropa interior que ropa— Deberé cumplir mi misión de matar al soldado rosa. Por mi honor ninja.
Todos miraron al escuchar a Leif, lo miraron y a algunos les dio risa de la cosa que había hecho.
— Leif ¿Por qué robaste nuestra ropa interior?— preguntó Loki.
— Quería darle un nuevo uso— respondió el pequeño ninja.
— ¿Huh?— se preguntaron cada uno de sus hermanos a lo que había dicho su hermano menor.
— Mamá les compró nueva ropa interior ayer. Así qué quería darle un nuevo uso antes que tiraran sus ropas interiores viejos.
— ¿Tirarlos? ¡Leif! ¡Las personas usan más que un solo ropa interior!— dijo Loki.
— ¿Lo hacen?— preguntó su hermano, ya que no entendía de porque tener más de un ropa interior.
— Si Leif.
— Entonces voy a tener que pedir toda la ropa que le pase a Lexx— dijo Leif mientras se rascaba la cabeza.
— ¿A Lexx?— preguntaron sus hermanos— El no usaría ropa interior.
— Chicos— gritó Linka desde su habitación— No encuentro mi ropa interior.
— ¿Leif vas a venir a jugar a los ninjas o qué?— Lexx estaba vestido igual que su hermano. Pero estaba usando ropa interior rosada.
Todos comenzaron a reírse de Lexx. Linka fue a ver que era toda la conmoción, y sonrojó al ver a donde había ido su ropa interior.
— No sé de qué te quejas. Leif me dijo que Loni había hecho ropa de ninja— dijo Lexx— Mi cara tocó donde pones tu trasero.
— Bueno ahora mi ropa interior huele a todo el maquillaje que te pones— se quejó Linka.
— Me pongo crema a mi cuerpo.
— Bueno sea lo que sea que te pusiste, está en mi ropa interior y ahora mi trasero esta tan maquillado como la cara de un payaso.
— ¡GRRR!— gruñó Lexx hacia su hermana.
— El punto es que no quiero a nadie cerca de mi habitación ya que aún estoy algo molesta. Y me preocupa que saquen mis cosas sin permiso.
— De acuerdo— se molestaron los hermanos de Linka.
— Bien— Linka miró su reloj para ver la hora— Me preguntó cuándo llegara Loki.
Levi se cuestionó que Linka esperaba a su hermano— ¿Por qué quieres que llegue Loki?
— Es que iré al arcade con Clydia y nuestras amigas. Espero que alguien llegue a cuidarlos. Y por lo que sé, Loki llegaría primero antes que cualquier otro de nuestros hermanos.
Repentinamente Linka recibió una llamada telefónica a su teléfono— Hola… Espera habla más despacio… ¡¿QUÉ ESTAS QUE?!… ¡Oh por dios! ¿Dónde estás… ¡Iré para allá!
Linka fue rápidamente fuera de la casa y tomó su bicicleta. Levi y Lexx la siguieron por detrás.
— Chicos cierren las puertas del frente y no dejen que nadie entre. Saldré por un momento.
— ¿A dónde vas?
— No sé preocupen volveré rápido. Pero en serio. Cierran la puerta. Leif, encargarte de León — Linka fue a su bicicleta y fue a toda velocidad.
Leif salió de la casa— Linka se te olvidó pasar las tijeras ¡Quiero las tijeras de niños grandes!— gritó Leif, pero su hermana ya se había alejado.
— Si tanto quieres esas tijeras. Entremos a su habitación y saquémoslo— Lexx tiró del brazo de su hermano hasta que ambos quedaron a fuera de la habitación de Linka.
— ¿Por qué crees que Linka no quiera que entremos?— preguntó Leif.
Ambos niños pensaron en alguna razón, y a Lexx se le ocurrió una posibilidad— ¡Ya se! Está ocultando nuestro regalo de cumpleaños.
— Nuestro cumpleaños es en seis meses.
— Lo sé. Y lo está guardando ahora. Lo voy a buscar— Lexx entró a la habitación de su hermana y comenzó a buscar en cada una de las cómodas para ver su encontraba su regalo.
Mientras que Lexx aún buscaba su regalo, Leif encontró las tijeras y estaba esperando a su hermano— Lexx ya tengo las tijeras y vámonos.
— Espera un segundo que aún no encuentro mi regalo.
Leif se sentó en la cama de Linka mientras esperaba a Lexx. Pero apareció Levi— Permiso necesito buscar muestras de heces.
— ¿Por qué buscas muestra de heces aquí?
— Nadie en esta familia me deja sacar una muestra de heces. Bueno excepto tú, Leif. Así que he estado sacando muestras de la ropa interior sucia de cada una de ustedes.
Lexx se detuvo en lo que estaba haciendo al escuchar a Levi— ¿Acaso no puedes ser más asqueroso?
— Bueno he sacado muestra de cada uno de ustedes gracias a eso, excepto a mamá y a Linka. Dado que ella y Linka no dejan ninguna muestra en su ropa interior. Al contrario de Leif que siempre tiene muestras, es como sí no se limpiara el trasero después de ir al baño.
— ¿Limpiarme que cosa ahora?
— ¿Dónde están los regalos?— seguía buscando Lexx en las cómodas de Linka.
— Bueno. Mientras estamos aquí— Leif sacó unos trozos de chocolate del compartimiento secreto de Linka.
Mientras los niños estaban haciendo su desorden. León se acercó a la habitación de Linka. Lo mejor de toda esa habitación es que tenía muchos peluches encima de su cama. Pero había uno que le llamó mucho la atención en ese momento. Un cierto peluche con una camiseta púrpura dado que Linka nunca le da permiso para jugar con él. De vez en cuando, uno de sus padres se lo pasa. Pero nunca su hermana. Y en ese momento, de verdad que lo quería.
Dado que todos estaban distraídos. León fue a su cama, pero no podía alcanzar a Bun-Bun, ni subirse a la cama. Pero el agarró de las sábanas, y comenzó a tirarlo. Varios peluches cayeron de su cama, pero sólo había uno que le interesaba a León en ese momento.
— ¿Dónde Linka guardaría mis regalos?
Leif se había acabado con una gran porción del compartimiento secreto de Linka— Aún digo que faltan seis meses para nuestro cumpleaños. Bueno ya me aburrí. Si alguien me busca, estaré afuera en el lodo— Leif se fue de la habitación.
— Rayos, sigo sin tener una muestra de Linka. Bueno a seguir con mí experimento. Lexx, me ayudas con mi experimento.
Lexx se rindió sobre encontrar su regalo de cumpleaños— No tengo nada mejor que hacer— Así que ambos niños fueron a la habitación del genio. Levi le mostró su invento. Que era un robot— ¿Qué se supone que sea esto?
— Es un robot que usa reconocimiento biométrico para saber si eres amigo o enemigo. De esa manera, atacar a los intrusos que entren a mi habitación.
— ¿Y cómo sabe la diferencia?
— La verdad, no sé. Encontré un software que una compañía estaba implementando. Ahora haré las pruebas— Levi se colocó al frente del robot. El robot analizó a Levi para conocer las propiedades esenciales para ver si era un amigo o enemigo.
La conclusión del robot fue— Amigo.
— ¡Vaya, funciona! Aunque, no debería sorprenderme. Ya que fui yo quién lo inventó. Ahora veamos cómo reacciona contigo Lexx. Por favor, da un paso al frente.
Lexx se puso al frente y el robot lo analizó— Amigo.
— ¡Vaya! Tú maquina sabe reconocer cosas buenas— dijo Lexx posando ante la máquina y lo reconocía como amigo.
— Me ayudas a buscar fotos para realizar pruebas.
— Claro.
Luego tomaron varias fotos de conocidos para ver si funcionaba en reconocer amigos y enemigos. Primero pasaron a casa miembro de la familia y cada uno fue reconocido como amigo.
— Esta máquina es increíble. Pero veamos si sabe reconocer al mal— Lexx buscó en su habitación su libro de enemigos y sacó al más despiadado de todos, Ron Santiago. Colocó su foto al frente de la máquina para ver si lo reconocía como un amigo o como el enemigo que era.
La máquina procesó la foto. Después de unos segundos respondió— Amenaza nivel cinco.
— ¡Vaya! Este sensor lo sabe todo— se alegró Lexx, ya que reconoció el verdadero mal y quizás al fin de convencer que Ron era el mal.
Pasaron una de la novia de Loki, Bebe Santiago al robot para que lo reconociera— Amenaza nivel seis.
— ¿Pero qué rayos?
Tomaron fotos de las McBrides. Clydia junto con sus mamás— Dos amenazas encontradas.
— ¡Rayos! Quizás me falta calibrar esto— Levi comenzó a inspeccionar al robot. Lexx comenzó a ver las fotos para ver su había algo en común.
Lexx miró las fotos para ver si había algo en común. Uso excesivo de maquillaje, algún defecto en la cara, alguna arruga. Cualquier cosa que resolviera el detalle del robot. Al cabo de unos segundos, Lexx descubrió el problema.
— Levi. Inventaste un robot racista.
— ¿Por qué dices eso?
— Tu máquina solo concidera amenazas a las personas de color.
— Dudo que sea eso. Puede que tenga un algoritmo extraño que usé alguna característica que presentan cada uno en su rostro facial…— Mientras que Levi hablaba. Lexx sacó una foto del escritorio una foto del mejor amigo de Levi, Darwin Helmandollar. Lo colocó en el sensor de la máquina y respondió:
— Amenaza nivel cuatro.
Levi entró en shock por lo que había hecho— Inventé una máquina racista.
— En serio no puedo creer que inventaras algo así.
— ¡Qué extraño! Fabrique todas las partes. Excepto el sensor de reconocimiento. Esa parte fue diseñada por una empresa.
— ¿Qué clase de empresa era?
— Era una llamada industrias KKK. Bueno tendré que desarmarlo. Qué bueno no hay nadie aquí de color.
— ¿Por qué dices eso?
— Se supone que debe atacar. Pero como sólo le mostraba fotos no lo hacia. Si de verdad veía alguien de color atacaría.
Mientras que Levi trataba de encontrar una solución. El robot miró por la ventana a sus alrededores. Usaba su reconocimiento facial para analizar a cada persona que pasaba por la calle. Pero por fortuna no había personas de color caminando por esa calle en el momento.
— ¡Ven aquí Brincos!— El robot miró de donde venía el ruido. Resulta que Leif estaba jugando en el lodo como suele hacerlo. Leif se restregó el lodo en toda su cara y el robot analizó a Leif. Como Leif tenía toda la cara con lodo, el robot sacó una conclusión.
— Amenaza nivel cuatro. Eliminar— El robot saltó desde la ventana y se puso frente de Leif— Exterminio— Y disparó a Leif. Por fortuna lo esquivó. Pero él estaba asustado por lo ocurrido.
— ¡AHHHH!— gritó y comenzó a correr por su vida— ¡QUÉ ALGUIEN ME AYUDE!— Lexx y Levi escucharon a Leif y vieron que el robot de Levi estaba atacando a Leif.
— Leif. Vamos para allá— Ambos niños salieron de la habitación. A los pocos segundos, León entró a su habitación sosteniendo a Bun-Bun.
Leif estaba corriendo por su vida mientras que el robot le disparaba. Cuando de repente salieron Lexx y Levi de la casa— Leif ¿Estás bien?
— ¡NO! ¡ESTE ROBOT VIAJÓ EN EL TIEMPO PARA MATARME! ¡YA QUE SOY LA ÚNICA ESPERANZA CONTRA LA GUERRA DE HUMANOS CONTRA ROBOTS EN EL FUTURO!
— Claro que no— respondió su gemelo— ¡Es una máquina que inventó Levi! Dispara a gente de color.
Leif se quedó quieto al escuchar lo que era— ¡Oye Levi, eso es racista!— El robot disparó a Leif pero falló. Leif volvió a correr.
— No fue mi intención.
Lexx sabía si el problema era que Leif parecía una persona de color por el lodo en su cara. Sólo había una solución. — Leif. Límpiate la cara.
— No es hora de hacer eso— respondió Leif.
— Te esta disparando porque pareces una persona de color con el lodo en tu cara.
Leif al escuchar eso fue directamente dentro de la casa para ir a limpiarse la cara.
El robot entró por la fuerza y estaba listo para exterminar a Leif. Así que Leif, fue al segundo piso y fue al baño. Justo cuando iba a entrar, el robot disparó a la perilla de la puerta.
Leif no podía entrar al baño y estaba acorralado— ¡CHICOS SALVENME!— Todos los reptiles dé Leif escucharon, y al ver que Leif estaba en peligro fueron a ayudarlo atacando al robot. Leif aprovechó de que el robot estaba distraído y pasó por debajo de las piernas del robot.
Leif miró donde estaban sus reptiles peleando y vio que el robot los había vencido. Ahora iba a atacar a Leif.
— ¡LEIF! ¡VEN!— Gritó Lexx que estaba llamando a Leif desde el cuarto de Levi— Leif sólo fue hacia allá y cerró la puerta.
— ¡SALVENME DE ESE ROBOT ASESINO!
Lexx sólo abrazaba a su hermano para calmarlo— ¡Levi! ¡¿POR QUÉ LE DISTÉ RAYOS LASERS A ESE ROBOT?!
— Simplemente porque podía hacerlo— respondió Levi mientras buscaba algo en su escritorio de trabajo. Levi tenía varias cosas en su escritorio. Fórmulas, tintas, herramientas. Estaba buscando entre sus cosas y tiraba todo lo que no le servía— ¡Aquí esta!
Levi tomó un recipiente con un líquido. Lo aplicó en su mano y lo restregó en toda la cara llena de lodo de Leif.
— Mientras que le limpiaba la cara. El robot entró y fue directamente a Leif. Y apuntó su arma a él.
Levi mostró la cara de Leif, limpia sin ningún rastro de lodo. El robot al notar eso, detuvo su ataque. Todos se aliviaron.
— Te salve por poco.
Lexx fue y tomó el recipiente— ¿Qué rayos es esto?
Levi le respondió— Grasa de animal transformado por saponificación y convertido en líquido.
— ¡Qué asco!— respondió Lexx.
— ¡Genial! — Contestó Leif-
Pero Levi le faltaba explicar un detalle del líquido— Nombre común. Jabón líquido.
— ¿¡El jabón esta hecho de que cosa!?— preguntaron ambos gemelos a la vez.
— Jijiji— se rió alguien. Los tres se sorprendieron al notar que León estaba en la habitación. Junto al escritorio de a Levi.
— Hola León. No te habíamos visto— los niños se aliviaron de que sólo era León, pero notaron que tenía otra cosa con él— ¿Acaso ese es Bun-Bun? Sabes que a Linka no le gusta que toquen a Bun-Bun— los niños le quitaron a Bun-Bun, lo que hizo a León llorar.
El llanto de León reactivó al robot racista de Levi, sin que nadie se diera cuenta.
Los niños al no soportar a León llorando. Le dieron a Bun-Bun para tranquilizarlo. Y funcionó.
— Dejaremos que juegues con Bun-Bun. Pero debes devolverlo antes que llegue Linka— Los tres quedaron mirando a León jugando tranquilamente con Bun-Bun. Pero repentinamente le cayó un líquido negro a León. Resultaba ser una tinta negra que se había caído cuando Levi buscaba el jabón líquido.
— Escaneando— dijo el robot racista de Levi. Los tres niños miraron hacia atrás, asustados que el robot racista se había activado. El robot vio a León cubierta de tinta negra— AMENAZA MAXIMA. Exterminio absoluto.
Los chicos rápidamente tomaron a León y lo sacaron de la habitación para su seguridad.
— Bien chicos. Hay que destruir esa máquina. Listos.
— Listos.
— Analizando— dijo el robot. Todos miraron a quién estaba escaneando el robot. Y era Bun-Bun, y estaba cubierto de tinta negra. Lo que significaba una cosa— Exterminio— El robot sacó su láser y disparó a Bun-Bun en su hombro derecho. Separándolo su cabeza y su brazo, del resto de su cuerpo.
Lexx saltó al hombro del robot y usó un lápiz que había encontrado y lo empuñó en el cuello del robot. Destruyéndolo, de manera que no volvería a funcionar.
Habían destruido al robot racista. Pero al ver el daño que había hecho, habría otro problema. Los niños tomaron distintas partes de Bun-Bun. Su cabeza, su brazo y el resto que quedaba de él. Sólo podían decir una cosa.
— Linka nos va a matar— Y los tres niños comenzaron a entrar en pánico.
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Notas del autor
Bueno aquí esta el inicio de este arco. Y por lo que se ve, no terminó en algo lindo.
Ahora con las preguntas de siempre.
¿Les gustó el capitulo?
¿Qué creen que sucederá ahora?
¿Cómo creen que será la reacción de Linka? Llorará, se enojará, o algun otra reaccion.
¿Qué creen que haran los niños ahora?
¿Qué esperan para la siguiente parte?
Bueno eso seria todo por ahora. Recuerden, dejen sus reviews y les contestare (ahora sí que trataré de hacerlo)
Si tienen idea para un futuro capitulo, dejen su idea en los reviews, o por un PM para hacerlo mas confidencial.
Eso seria todo. Nos vemos, y espero que tengan un buen día.
