5. COMIENZA EL TORNEO MASCULINO.
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Al día siguiente de la final de la femenina, los dos chicos se despertaron a la vez, estaban abrazados, lo hicieron mientras dormían. Se miraron y se sonrieron, ya no tenían vergüenza de dormir juntos, y despertar abrazados.-Hola ¿Cómo estas hoy? - preguntó el chico, preocupado por el estado que quedó su amiga durante el combate.
-Bien, prácticamente no me duele nada. Esa receta que le dio el doctor Tofu a mi hermana, hace años hace milagros. Estoy casi recuperada.
Los chicos se miraron y se preguntaron dónde estaría ese hombre y porque desapareció. Nunca supieron que ese hombre nunca existió. Que era una tapadera, un nombre falso, para escapar de la Yakuza, por unas deudas contraídas por su padre. Nunca supieron que ese hombre que se hizo llamar Tofu, ahora vivía en otra ciudad, bajo otro nombre y otra apariencia.
-Es hora de levantarnos- dijo Akane de mala gana. No quería separarse de Ranma, seguían abrazados.
-Si, es hora le bañarnos y bajar a desayunar, que no dejaran sin comida- estaba disimulando, tampoco quería deshacer su abrazo con Akane.
Después de un rato sin poder separarse. Se levantaron de mala gana. Los dos pensaron en que pasaría cuando volviesen a casa. Después broncas de sus padres, jaleos con rivales. Pero ahora lo que más le preocupaba, era las tristes que serían las noches en sus respectivas habitaciones, sin tener al otro durmiendo a su lado, y los tristes despertares sin estar abrazados por nadie.
Los dos se reprimieron, pero ya solucionarían esos. Ya encontrarían la forma de dormir juntos.
- ¿Cómo estás de tus heridas? - preguntó el joven- los combates de ayer te dejaron tocada.
-Si, mis últimas rivales fueron muy fuertes. Estoy un poco dolorida, pero no me duele mucho mis heridas.
El chico la miró y sonrió. Estaba preocupado por esa chica, sabía que ella la engañaba, que ella todavía se resentía de sus heridas. Pero él no le diría nada, si lo hacía ella se enfadaría, y no quería verla enfadada. Le gustaba verla sonreír, la sonrisa de esa chica le fascinaba.
-Me voy a duchar- dijo el chico- necesito una buena ducha para relajarme.
-No tardes mucho -contestó ella que también quiero ducharme.
El chico entró en el baño y pensó.
-Le podría haber propuesto de bañarnos juntos- se puso colorado y negó con la cabeza- ¡Jamás se lo propondré!, ella me mandaría a volar y se enojaría conmigo y no me volvería a hablar nunca. Y yo tampoco tendré el valor necesario para decírselo.
El chico llenó la bañera, se metió con el agua muy caliente y sonrió, le gustaba ducharse con el agua caliente, y no sólo por su maldición. Su prometida le gustaba el agua más fría. Lo sabía porque él después de ducharse dejaba el agua con el agua casi hirviendo y Akane había entrado después que él y le había echado la bronca.
Se relajó y pensó.
-Llegaré a la final de mi grupo y ganaré, y Akane y yo seremos los campeones de este torneo. Aunque hay cada loco. Vine aquí pensando que no tendríamos problemas, y nos hemos encontrado cada loco. Pero estamos acostumbrados a tratar con lunáticos, y trasnochados- pensó durante un rato- no he bajar la guardia, eso de llegar a la final no es tan claro. Puede haber luchadores muy fuertes. Pero llegaré a la final, no quiero desilusionar a Akane- y pensó con maldad- ni quedar por debajo de ella, o se reirá de mí.
Y se vio caído mientras Akane se reía de él.
Fuera Akane miraba la tele, sólo daban noticias, sólo ocurrían desgracias al mundo. Nunca daban buenas noticias, las buenas noticias no venden, no son de interés. Vio varios programas deportivos, en ellos se hablaba de ella, se estaba volviendo muy famosos.
Y al cambiar de canal, puso la emisora donde trabajaba esa repelente reportera. En un plató había un grupo de tertulianos y entrevistaban a…. sus rivales de Nerima.
Por la boca de esos desgraciados salían las más absolutas tonterías. Ellas reclamaban a Ranma como esposo y a ella como una que se metió por medio. Tatewaki en su locura trataba a Ranma como hechicero, que había embrujado a Akane y a una chica pelirroja, y Mousse declaraba a Shampoo su amor, mientras abrazaba a un tertuliano.
Akane chilló, en cuanto se encontrará con esos cinco los mataría, los destrozaría. Saltaría encima de ellos. Los… si esos les hará… y aquellos también.
Ranma salió corriendo del baño a medio vestir. Con los pantalones, pero sin su camisa china. Estaba asustado por el chillido de Akane.
- ¿Qué te pasa?, ¿te duele algo? - preguntó Ranma.
La chica señaló la tele, y Ranma vio a la entrevista, al oír los comentarios de esos cinco idiotas, se puso blanco, después rojo de vergüenza o ¿era de furia?, no lo supo. Sólo sabía que debía enseñarle a eso cinco una lección. También estaba Nabiki que se presentó como la representante de los dos chicos. Los dos se miraron, ¿Quién la había nombrado su representante? Ellos dos hablarían con la hermana mediana muy seriamente. Y entonces se dio cuenta de algo
- ¿Y el idiota de Ryoga? ¿Cómo que no está ahí?
-Recuerda que ayer se cayó al rio, la corriente puede haberlo llevado a la otra punta de país. O no encontrar el sitio donde se hace esa entrevista.
Desde hacía unos meses la joven sabía el secreto de P-chan. Se enfadó tanto con Ryoga, no quería volverlo a ver, como con Ranma por ocultarlo. Pero se dio cuenta que el chico siempre había querido evitar que ese cerdo durmiese con ella, y ella lo trató a golpes, por lo tanto, ella también tenía parte de culpa. Después de unos días sin hablar a su prometido y una tarde le empezó a hablar, fue sobre una cosa banal de la que ni se acordaba. De ahí pasaron hablar sobre P-chan, él le dijo que se había atado por una promesa, de la que siempre se arrepintió. Ella le contestó que lo debía haber escuchado. Los dos se pidieron perdón. Pero a partir de ese día no podían ni soportar a Ryoga. El joven se llevó algunos golpes de los dos prometidos cuando se cruzaba con unos de ellos.
Pero esos golpes debieron trastocar el ya muy no centrado cerebro de Ryoga, por que seguía persiguiendo a los dos prometidos para separarlos.
Los dos prometidos miraban alucinados esas entrevistas. El presentador del programa, un ser depreciable, le tiraba de la lengua y esos cinco locos soltaban las mil y una gilipolleces, cada una más idiota que la anterior.
En un momento dado, Akane se giró, y se alejó.
-Me voy a dar un baño, muy caliente. Cuando salga no quiero ver ese canal. Como los sigas viendo- amenazó la chica- en lugar de ir al torneo irás a hospital.
Akane furiosa se metió en el baño, y se duchó con agua caliente. No la quería ni fría ni tibia, la quería muy caliente. Para bajar el mal humor que sentía.
-Debería haber propuesto a Ranma habernos bañado juntos- pensó la chica- y no hubiéramos visto a esa entrevista- se lo pensó- si le hubiera dicho a Ranma de bañarnos juntos seguro que se hubiera desmayado, y hubiera pensado que soy como Shampoo. De toda forma nunca se lo diré, no soy tan atrevida. - pensó en como hubiera sido esa ducha con Ranma y se puso roja, al pensar en el cuerpo de su prometido desnudo, se abofeteó. - ¿Qué haces Akane? Pareces una pervertida, no lo eres, pero Ranma puede que si lo sea.
Al cabo de un tiempo ella salió del baño y vio a su prometido viendo un anime que seguía. Ella lo veía muy violento, vio como un ser gigante se comía a un humano. Era esa serie de los titanes.
- ¿Qué serie más violenta? - dijo Akane.
- ¿Qué quiere que vea?, ¿Candy- Candy? O ¿Lady Oscar? - preguntó el chico- están bien. No estoy de humor, necesito ver algo con violencia, no algo romántico o algo divertido como Dr. Slump.
Ella lo miró, el chico estaba furioso, y con ganas de lanzarse sobre sus rivales de Nerima, como en el anime que veía los titanes se lanzaban sobre los humanos. Pensándolo bien ella deseaba hacer lo mismo.
- ¡Cuando volvamos nos reuniremos con esos cinco y con Ryoga y los destrozamos! ¡Yo haré de titan bestia y tu del titán de ataque- dijo Akane!
- ¿Me lo prometes? - preguntó Ranma con el tono de un niño al que su madre le ha prometido una golosina.
- ¡Te lo prometo! - contestó como si fuese esa madre que regalaría ese dulce.
Al chico se le iluminó la cara con una sonrisa, pensando cómo se vengará de esos seis … y de Nabiki, la iban a despedir de su autoproclamado empleo en cuanto se la echaran a la cara.
Salieron de su habitación y se dirigieron al ascensor. El chico la miró.
-Ahora eres una estrella, en cuanto salgamos de ascensor, se abalanzarán sobre ti los periodistas. Ten cuidado con lo que dices. - le advirtió el joven
-Lo sé, pero tú también ten cuidado con lo que dices.
Y la puerta del ascensor se abrió y lo recibieron las luces de flases de las cámaras de fotos y los micrófonos de los periodistas. Los dos chicos se protegieron las caras.
-Señorita Tendo ¿Cómo se siente después de ser la campeona del torneo? - preguntó un periodista.
- ¿Se ve capaz de ganar el torneo nacional? - preguntó otro- ¿sabe que si lo será la representarte japonesa en el torneo mundial?
Los dos chicos se sintieron acorralados, se echaron instintivamente hacía atrás, incluso de forma automática se pusieron en posición de defensa. Ranma delante protegiendo a su prometida, y Akane detrás, pero si relajarse y dispuesta a luchar.
-Nosotros…-dijo la chica- yo…
Akane no sabía que contestar, y Ranma tampoco. Le preguntaron al joven si se sentía capaz de ganar ese torneo como lo hizo su prometida.
-He visto a varios luchadores y parecen capaces de plantarme cara, intentaré ganar-dijo el chico.
Akane lo miró de forma extraña, Ranma no se comportaba de forma normal, se lo veía cohibido, debía ser sentirse le centro de atención y no le gustaba
- ¿Chico qué opina de la entrevista que en estos momentos están dando sus rivales de Nerima? - esa intrigante periodista estaba allí para fastidiarles el día.
- Entre yo y esas tres chicas no hay nada- declaró Ranma- lo que se imaginan ellas no es verdad.
-Ellas dicen lo mismo, pero defiriéndose a la señorita que está a su lado- respondió la periodista.
Ranma se enfureció.
-Mire usted "señorita periodista", - Ranma recalcó en señorita periodista para indicar que no lo era- mi acompañante es la "¡CAMPEONA DE ESTE TRONEO" no se llama señorita, sino Tendo, ¡AKANE TENDO! Téngalo pensante cuando se refiera a ella. Y es mi ¡PROMETIDA!, ¡LA ÚNICA! Y mi ¡nombre es Saotome, ¡Ranma Saotome!, ¡no chico! Las demás sólo son…. ¿amigas? -miró a los periodistas- ¿Alguna pregunta relacionada con el torneo?, si quieren preguntar sobre nuestra vida privada… no tendrán respuesta.
- ¿Y las declaraciones de su manager Nabiki Tendo? -preguntó un periodista- nos ha concedido una entrevista en exclusiva con ustedes.
-Nunca hemos firmado un contrato con esa señorita- dijo Akane, ni se molestó en llamar a Nabiki como su hermana- si ella dice lo contrario miente, y ha falsificado nuestras firmas, no es la primera vez. Recuérdelo, nosotros no firmamos nada, no puede querellarse contra nosotros al no existir un contrato real, si lo quiere hacer contra Nabiki ¡adelante! Y para ella sólo tenemos una repuesta.
- ¡NABIKI ESTÁS DESPEDIDA, AUNQUE NO TE HEMOS CONTRATADO! - gritaron los dos prometidos y añadieron-. Esperemos que te guste el pijama que te vamos a llevar.
- ¡Cuando volvamos a casa tú y nosotros hablaremos seriamente de meterte en nuestras vidas! Vas a desear no meter tu nariz en nuestros asuntos.
- Como no hay nada más que decir nos vamos a comer. Saben que no pueden molestarnos, ni hacernos fotos mientras comemos- dijo Akane- está en el reglamento.
Y los dos chicos se intentaron alejar de los periodistas, pero esto se negaron a dejarlos escapar, hasta que los dos chicos dejaron salir sus auras. Los periodistas retrocedieron espantados, nunca habían visto eso. Esos dos chicos no eran normales.
Ranma y Akane aprovecharon para escapar, pero Reiko Matsumoto los siguió.
-Estamos en directo con el programa Saltarme corazón. Le quieren decir algo al público y a sus amigos que están en el plató.
Ranma la miró.
-Al público nada, a nuestro amigos- se rio con ironía- que no los consideramos nuestros amigos, y que se pueden ir a la mie…- se lo pensó, no diría tal grosería, si lo viese su madre o Kasumi se asustaría-… a tomar viento fresco desnudos en Siberia, o en el Polo Norte, o robar un cohete irse en un viaje sin retorno a Marte .- el chico estaba ya harto de esa imbécil que decía ser periodista-Y como veo que no quiere dejarnos tranquilos le daré una lección.
El chico se acercó al cámara, tocó el aparato de grabación que este llevaba, y el aura del chico se hizo roja. De repente de la cámara empezó a salir humo y empezó arder. El hombre que la levaba la soltó y la miró asustado como ardía.
-Eso sólo es un aviso-dijo Ranma clamado- imagínese eso en una persona- y se rio. - ese truco lo podemos hacer mi prometida y yo. Es muy fácil de hacer para nosotros.
Esso era una amenaza, pero esa insistente periodista no cedería ni un momento, esos dos chicos eran noticia, creía que eran inocentes y se los podía engañar con facilidad, cosa que era verdad. Pero lo que no vio que eran los chicos más peligrosos con quien jamás se había topado.
Los dos chicos se sentaron en una mesa, nadie se le acercó. Todos habían visto como Ranma había destruido el aparato de grabación. Y empezaron a temerlo, no sería un rival fácil de vencer.
Los dos chicos disfrutaron de un tranquilo almuerzo, no como los que hacían en el dojo. Allí era un agobio, por la manía del padre de Ranma de quererle robar la comida, aunque Nodoka lo mantenía a raya. Las apariciones molestas del viejo maestro y sus manías de intentar sobrar a Akane y a Ranma chica. Los intentos de boda. Los chantajes de la futura difunta Nabiki. Lejos de todos esos locos, a los que había que añadir seis moscas cojoneras, los dos chicos estaban muy tranquilos, y sin que tuvieran peleas, no habían tenido una pelea fuerte en días.
Los dos chicos mientras comían se reían y bromeaban como nunca habían hecho, los dos se sentían bien juntos, y esos les alegraba su estancia allí.
Poco después de acabar de comer, el autocar los llevó al torneo. Ese día se harían las clasificaciones del grupo A, Ranma estaba en el B. y sólo iban a observar a los posibles rivales de Ranma si este llegaba a la final.
Los primeros combates fueron muy aburridos para los dos prometidos, los participantes tenían nivel, pero para los dos chicos eran muy flojos.
-Algunos tienen buen nivel- dijo el chico decepcionado.
-Pero solemos enfrentamos a rivales muchos más fuertes.
Eso fue escuchado por alguien.
-Porque no me has visto a mi actuar a mí al gran Tomoe Kenzo- dijo el joven que los molestó el primer día- cuando me veas como gano, aceptareis los dos ser mis novios.
- ¡Aléjate fantasma! -contestó Akane- no queremos mandarte al hospital antes de que actúes.
El joven miró a la chica.
-Soy el mejor artista marcial del mundo mundial. Nadie me puede vencer.
-Pues yo me enfrentado a gente tres veces más fuertes que tú- dijo Ranma.
- ¡Tú sueñas! - dijo Tomoe- cuando esto acabe y yo sea el campeón, vosotros y yo haremos un trio impresionante.
Los dos prometidos se enfurecieron.
- ¡Estás hablando con dos menores!, ¿Qué te piensas? - gritó Akane- le estás haciendo proposiciones deshonestas a dos chicos. ¡Eres un pederasta!, por muy rico que seas no vas salir entero de esta.
-Mi padre me sacara de la cárcel. Y callará a vuestros padres con mucho dinero, no es la primera vez que lo hace- dijo ese chico seguro. Era extremadamente rico, podía silenciar a cualquiera.
-Podrás silenciar a otros- dijo Ranma furioso- pero no a mis puños. Te encontraré en la final, y remacharé tu preciosa cara, eso es si llegas a la final. No nos comprarás con dinero. Tus ofertas no nos interesa- el chico sonrió a parte…
-Debes huir- siguió Akane- Viene tu novia. Os te logras o le ayudamos a que te coja.
Tomoe miró hacia atrás y vio venir a la prometida hacía él. Se asustó, ese día no pudo darle esquinazo. El hombre huyó siendo perseguido por esa mujer.
-No sé si podrá librarse de esa mujer y participar en el torneo-dijo Akane.
-Si podrá. En cuanto ese hombre suba al tatami se habrá librado de esa mujer, pero al bajar, tendrá que volverse a esfumar. En el fondo lo entiendo, tener que huir de una acosadora- suspiró- yo tengo que huir de tres acosadoras, tres locos, una chantajista, un padre y su amigo que quieren que me case contigo, y una madre que espera con ansia que le demos un nieto.
-Te olvidas de mi- dijo su prometida.
-Tú no eres nada de eso, eres una amiga en la que puedo confiar, aunque te metas de cabeza en mis peleas por ayudarme, no me gusta verte en peligro por mi culpa. Eres alguien que no me pide ni exiges nada a cambio. Eres alguien que sé que estará a mi lado cuando te necesite. Ni me acosas ni me persigues. No te echas a mis pies, me contradices, y me llevas la contraría, no como otras que harían sin pensar lo que yo les pidiese. Eres quien me pones lo pies en la tierra, aunque sea a base de golpes- el chico sonrió- eres alguien que me gusta tener a mi lado- el chico se había sonrojado y cada vez hablaba de forma más entrecortada, de repente se calló bajó la cara al suelo y no volvió a decir nada estaba muerto de vergüenza.
La chica lo miró y sonrió.
-Tú también eres especial para mí. Tú fuiste el primero que no me quiso ganar para salir conmigo. Te preocupaste por mí y no por interés. Todo me querían por interés, y en cambio tú me llevaste la contraria. Me insultabas y a la vez me salvaste muchas veces. También me contradices y me plantas cara. Eres insensible, irritante. Pero a la vez eres dulce y cariñoso, aunque lo intentas ocultar. Tienes esas cualidades que intentas que ocultas, pero a mí no me engañas. Me gusta estar a tu lado, sé que tú me protegerás y me cuidarás. Quiero que estés a mi lado, y quiero estar a tu lado. Quiero que seamos uno, y lo quiero que lo estemos para toda la vida- la chica bajó la vista- no sé si tú siente lo mismo que yo. Tal vez he hablado mucho, - estaba a punto de llorar- no sé si tú me quieres.
Ranma la cogió de la cara.
-Yo tenía miedo de que me rechazarás, y mi propia cobardía me impedían decirte nada. Pero ahora que sé que tú… tú. me quieres. Tendré fuerza para seguir adelante. Y no sólo en el torneo, y sino en todo. Contigo seguiré adelante en todo lo que me propongas. Tú y yo seguiremos adelante, seguiremos juntos. Porque nadie podrá con nosotros, porque tú y yo seremos uno, ya lo somos, y nadie podrá separarnos. De ahora en adelante seguiremos el mismo camino,
Los dos chicos se acercaron, se iban a besar, cuando oyeron gritar a alguien. Se giraron hacía el tatami y vieron subir a Tomoe, era es chico quien gritó, para señalar su presencia, como indicando que ganaría.
Los dos prometidos lo miraron y exclamaron.
- ¡Que presuntuoso!
Tomoe miro a su alrededor.
-No hace que nadie suba a combatir conmigo! - dijo con prestación- soy el campeón, y lo soy sin necesidad de luchar. Aquí no hay nadie que pueda conmigo. Caeréis uno tras otro ante mí, retirados y no combatir. Así no recibiréis ningún daño. – y se rio, todos los miraron con odio.
- ¡A ese imbécil hay que ponerle los pies en tierra- dijo Ranma- ya sé que yo soy ególatra y presumido, pero ese idiota me gana por goleada!
-Y será tú quien le dé la lección que merece- dijo la chica riéndose.
-Si, y tanto- contestó el chico.
-Confió en ti, sé que ese chico no es rival para ti- dijo Akane, Ranma la miró sorprendido, era la primera vez que su prometida no lo llamaba presumido por soltar algo así- No me mires con esa cara de desconfianza, espero mucho de ti, no me defraudes- y como lo hagas- y puso un tono siniestro- no te lo perdonaré nunca.
Ranma la miró, iba a decir le algo, algo muy agradable. Pero entonces subió al tatami el rival de Tomoe, y los dos chicos miraron a la zona de combate, los dos sabían que Tomoe no era un mal luchador, sino todo lo contario. Los dos sabían que ese chico tan insoportable ganaría es combate.
El rival de Tomoe era más alto y fornido que él. Parecía que ese joven ricachón iba a tener problemas para deshacerse de él. Los dos rivales se miraron con desprecio, los dos pensaron que les había tocado un rival inferior, y que en menos de treinta segundo se desharían de esa molestia que tenían delante.
-Antes te has proclamado campeón. Dijo el luchador fornido- pero yo te mandaré al hospital en menos de diez segundos.
Tomoe lo miró y bufó con superioridad.
-Serás tú el que caiga en menos de diez segundos.
El tono de superioridad de los dos luchadores irritó a Akane. Ya en el dojo tenía que aguantar ese tono a Ranma… y a Kuno… y a Ryoga cuando se ponía como víctima para culpar a Ranma de sus propias desgracias, pero tenerlo que oír de dos idiotas como los que tenía enfrente la sacaron de quicio. Quería un poco de paz, unos combates tranquilos. No una lucha entre dos pretendidos machos alfas, que en realidad eran machos omegas.
- ¡Ojalá haya un K.O. doble y se eliminen los dos a la vez!, que pierdan los dos, me duele la cabeza de oír tantas tonterías. Si no tuve que aguantar bastante en el torneo femenino, ahora en el masculino hay igual número de locos.
Ranma la miró y sonrió, no quería enfadarla. No quería ser el blanco de la frustración de la joven.
La lucha empezó, el hombretón atacó a Tomoe, pero este ni se inmutó. Ese gigantón atacaba utilizando su gran fuerza.
-Ese hombre es idiota- dijo Ranma- sólo tiene fuerza, y poca técnica, podrá derivar osos y arboles con su fuerza. Pero aquí no le servirá de nada. No ganará a ese Tomoe. Y si lo gana no resistirá otro combate.
-Tienes razón, -contestó Akane- no tiene agilidad. Si le da a su contrario le hará daño, pero no ha podido conectar aun un golpe. Su rival es más ágil.
- ¡Los dos niños hacen pronósticos sobre el combate! - dijo esa tonta periodista que estaba a su lado- dos niños inexpertos hacen juicio sin saber lo que es una lucha de verdad.
- Creo que Tomoe le vencerá de un golpe- profetizó Ranma- cuando ese luchador ataque, Tomoe se apartará y el flaco derecho de ese hombre grande quedará desprotegido y ese idiota le dará un golpe. Ese hombre tan enorme no ha aprendido a defenderse, sólo a pegar golpe sin pensar. Lo ganaría incluso la hermana mayor de mi prometida con una sartén.
Los dos chicos se rieron.
- ¿Pensáis que eso pasará? - pregunto incrédula la periodista- no sois muy expertos, esos dos hombres son los que más opciones tienen de llegar a la final.
Akane se giró.
-Nos gustaría un K.O. doble con los dos eliminándose, los dos son nefastos luchando, pero ganará ese Tomoe, y lo hará como lo ha contado mi amigo.
- ¿Sólo soy tu amigo? - le susurró Ranma en la oreja a su prometida algo enfadado.
- No seas tonto- se puso colorada Akane le contestó susurrándole en la oreja a su prometido - eres algo más que eso, pero esa idiota no tiene por qué saberlo.
La periodista los miró, supo al instante que le ocultaban algo y la insulta baban.
-Esto dos niños han hecho una predicción y fallaran, si aciertan, juro que rebajo mi sueldo a la mitad dos meses.
Un instante después la periodista empalideció. Tomoe ganó como había predicho ese chico que cuyo nombre no quería acordarse. Ahora no sabía cómo iba a pasar dos meses con la mitad del sueldo, aunque esa mitad era casi diez veces el de un oficinista cualquiera.
Los combates se siguieron sucediendo había grandes luchadores, pero uno tras otro iba cayendo. Tomoe a cada combate iba subiendo el nivel. Estaba demostrando que era un buen rival.
Los dos prometidos supieron que iba a ser el rival a batir, que con casi toda posibilidad llegaría a la final de su grupo.
-Aún no ha enseñado todo- dijo Ranma- es un buen luchador, aunque es un idiota integral como Kuno.
-Si te enfrentas a él ten cuidado. Estos días he buscado en internet. A él y a sus hermanas los entrenó un profesor llamado Himura. Era un buen luchador. Se enfrentó a nuestros padres en un torneo y perdió contra mi padre por la mínima. Si ha enseñado a ese engreído bien tendremos problemas.
-También enseñó a sus hermanas y una la venciste tú y otra la falsa Shampoo, no eran gran cosa- contestó Ranma- Puede que este infeliz este a nivel de sus hermanas, o puede que sea fuerte de verdad, no debo confiarme.
Y al final Tomoe llegó a la final. Se enfrentó a un rival bastante fuerte, los dos se daban buenos golpes, al acabar el tiempo el finalista se decidió por puntos, y ese finalista fue Tomoe. La gente protestó, el otro rival lo había hecho algo mejor, y puso una demanda, pero nadie le hizo caso. Tomoe tenía un padre rico, y como dijo alguien, poderoso caballero es don Dinero. Pero prontos esas quejas se callaron, el público sabía que ese combate lo debía ganar Tomoe a cualquier precio, y fue el precio el que reclinó la balanza hacía ese luchador.
-Ahí en el tatami está el futuro campeón de este torneo- dijo la periodista- el gran Tomoe Kenzo- ¿Qué opina de luchador que te ganará niñato? - le preguntó esa mujer a Ranma- eso si llegas a la final.
Ranma se giró y la miró con desprecio.
- ¿Qué opino? Tiene una buena forma de luchar, es muy bueno, tiene buenas técnicas…
- ¿Pero ¿qué? - preguntó la mujer.
-Tienes puntos débiles, sus combates nos han servido para analizarlo. -Contestó Akane- y hemos aprendido sus técnicas, somos especialista en aprender técnica sólo viéndolas una vez. Ranma llegará a la final y lo vencerá de esos no hay duda.
- ¡Sois unos niños!, ¡No tenéis experiencia en combates reales! Vais a aprender lo que es combatir con adultos. No tenéis nada que hacer.
Los dos prometidos la miraron y se rieron.
-Hemos combatido con rivales más fuerte que todos ellos juntos. Hemos sobrevividos a cosas que uno de ellos hubiera caído enseguida. Somos el dragón y la tigresa de Nerima. - contestó Akane- Ranma podía vencerlos a todos con una sola de sus técnicas, que aquí no puede hacer- se refería al ataque de dragón. - no nos subestime no se ha encontrado a nadie como nosotros.
La periodista miró a esos dos chicos, eran unos niños que se creían que estaban en el cuento de la lechera, al final perderían y ella se reiría de ellos. Los avergonzaría en su programa.
-No sabéis nada de lucha- sentenció la periodista- Tomoe te ganará sin necesidad de subir al tatami.
- ¿Cómo usará el dinero de su padre como ha hecho ahora? - contestó con ironía Ranma. Llevándose las manos detrás de la cabeza y sonreía travieso.
-No se merece estar en la final- dijo Akane- por puntos debía haber ganado el otro luchador. El combate ha estado muy igualado, pero el otro lo ha hecho algo mejor.
Ranma vio a esa mujer sonreír, y supo lo que pensaba.
-No despierte al dragón, no sabe cómo domarlo, y si se la comerá en el proceso. - y los dos jóvenes dieron la vuelta y la dejaron sola.
Reiko miró a esos chicos no comprendió lo que quiso decir Ranma con eso del dragón. No conocía como era ese chico cuando se enfurecía. Lo de hacer arder la cámara solo era que esa máquina tuvo un cortocircuito y ardió. Reiko no sabía lo que era ver a los dos jóvenes realmente furioso, si lo supiera… seguiría metiendo sus narices hasta que uno de los dos se las reventase.
Esa mujer que se llamaba experta en artes marciales, y que en realidad era verdulera sin el título de periodista. No sabía nada de las auténticas artes marciales, pero muy pronto vería un repliegue de artes marciales.
El torneo por hoy había acabado, al día siguiente continuaría con el grupo B, donde estaban Ranma y el falso Mousse. Y la gran final. Que enfrentaría a Tomoe con el vencedor del grupo B.
Los dos chicos se giraron y se dirigieron a la entrada. El autocar se había estropeado y tardarían unas dos o tres horas en repararlo o mandar otro. Para hacer algo los dos, se acercaron a un centro comercial y compraron cosas para la familia. Tomaron un par de helados y se compraron ropa ellos. Ranma compró ropa que se alejaba de su look habitual. Unas camisas informales, o unos jerséis y un par de tejanos. Una forma de vestir que se alejaba de su habitual traje chino.
-Para luchar contra esos tres la camisa y el pantalón chino están bien, pero para salir a tomar algo debo ir con algo más presentable. - dijo el chico.
-Entonces ¿irás al Furrina con uniforme? - preguntó riendo la chica.
Ranma la miró y negó con la cabeza.
-Ni muerto, no me voy a dejar dominar por el sistema. El uniforme es un indicativo que todos somos iguales. No quiero ser igual que los demás. ¡soy diferente y único! Como todos los demás. En otros países cada uno va al instituto vistiendo como quiere. Demostrando su propia individualidad.
- ¿Quieres demostrar que no eres un tornillo más en el engranaje? – la chica se lo pensó. Él tenía razón, desde muy pequeños los hacían pensar que eran un grupo, que la individualidad no existía, que el triunfo de uno era el triunfo de todos- yo pienso lo mismo, no quiero ser una más, quiero demostrar que soy diferente. Como cada una de las hermanas Tendo somos diferentes la una de la otra.
Ranma asintió.
-Debemos dejar en claro que seguiremos nuestro camino, sin hacer caso a nadie.
- ¿Y si todo sigue igual? - preguntó ella con temor- ¿y si nuestros padres siguen con sus planes sin pensar en lo que nosotros queremos?, ¿Y si nuestros rivales nos siguen acosando? ¿sin no nos dejan vivir la vida como nosotros queremos?
El chico la miró y sonrió burlón.
-En ese caso tengo un plan. Algo que planee cuando nos fuimos de entrenamiento. Por si las cosas se ponían difíciles de verdad.
Ella lo miró sorprendida, que el chico pensara era algo no habitual, debía sentirse acorralado para tener un plan de emergencia contra su familia y rivales.
- ¿Me lo puedes contar? - preguntó la chica.
-Mejor que por ahora no. Para ponerlo en práctica debemos ganar este torneo los dos. Y mientras menos sepas mejor. – la chica lo miró con cara de enfadada, aunque sabía que en los planes del chico no estaban las otras tres presuntas prometidas, no confiaba en ella- Ranma supo que lo que pensaba Akane- no es que no confié en ti. Pero algo puede salir mal, es habitual que las cosas nos salgan mal por culpa de otros. Por ahora no bueno hacer planes en ese sentido. Cuando llegué el momento, si por desgracia llega, te lo contaré.
Akane miró al chico, Ranma aún mantenía una pequeña confianza de que todo se arreglara cuando volviesen a Nerima. Escasa esperanza, pero todo aun creía que podían tener paz.
- ¿Y si no se arregla nada? - creo que toda ira a peor. Nuestra fuga no dejará a nadie contento.
-Pues lo resolveremos como sea. Sea el plan que tengo en mente, sea de otra forma.
Después de eso hablaron de lo que harían cuando volviesen a Nerima, las salidas que harían. Las citas que tendría, como los mirarían los compañeros. Los que iban a estudiar en la universidad. No lo hicieron como si todo eso fuese una posibilidad, lo decían como si fuese una posibilidad, algo que nadie impediría.
Salieron del centro comercial y cuando se acercaron al autobús se escondieron. Reiko y su panda de secuaces merodeaba alrededor del autocar como una manada de brutos buscando sus presas que eran ellos.
Los dos prometidos se miraron, debían entra en el autocar sin que esa panda de energúmenos los viese. Reiko hablaba con el conductor del autocar, el pobre hombre estaba furioso, esa mujer y sus compañeros le impedían irse. Habían colocado varios coches de su canal de televisión impidiéndole que se fuesen.
- ¡Salgan delante de mí autocar! - gritó el hombre- o me llevaré sus coches por delante.
-En ese caso mi empresa lo denunciará por destrozos- dijo un hombre-. Ranma lo miró ese hombre era el presentador estrella del canal. Un prepotente e idiota que se creía el amo del mundo. Alguien que se merecía una buena lección de humildad, cosa de a que carecía tal ser- si lo hace se verá en la ruina, mi empresa es muy rica, y usted es un muerto de hambre. Con mi sueldo se alimentan cien como usted.
El conductor le subió la sangre a la cabeza.
-Usted con sus vehículos está secuestrando a mis clientes y está impidiendo el paso a los demás conductores- dijo el hombre- si tuviera que pasar una ambulancia, o un camión de bomberos, usted con su arrogancia se lo impediría.
-Lo que pase a los demás me importa un comino. Si viene un coche de bomberos o una ambulancia- bufó con indiferencia- que de media vuelta y coja otro camino, no moveré mis coches de ahí. Entrevistaré a esos dos niñatos imbéciles, todo el país ver mi canal. Todo el país está mirando mi canal. Y ven que un conductor imbécil impide hacer mi trabajo.
-Y un presentador super narcisista impide ver el mío- el conductor lo miró con asco- en mi casa no tenemos sintonizado su canal, y mis amigos y compañeros tampoco lo tienen. Sólo te ven cuatro gatos. Lo dice las cuotas de audiencia- el conductor sonrió- yo también estoy informado.
El presentador lo miró con rabia, y se acercó a ese hombre con ganas de pegarle.
-Pégueme, y como usted dice el país entero verá como un presentador pega a un simple conductor. Si yo me vuelvo será en defensa propia a parte que lo denunciaré por agresión y lo demandaré.
--Esa demanda será menor de lo que yo dejo en propinas, o me gasto en ropa- dijo sonriendo el presentador.
En ese momento algo salió disparado de encima del autocar, era una especie de esfera de energía que impacto con los coches que impedían el paso y estos saltaron en el aire destrozados. El camino quedó libre y los coches al fin pudieron seguir su camino, los conductores de esos vehículos detenido al pasar por al lado del presentador y su equipo lo insultaban y algunos le lanzaron frutas y tomates.
Reiko y sus compañeros miraron asombrados como sus vehículos eran ahora chátara. No sabían que había pasado, hasta que de centro del autocar salió Akane.
-Ya estamos todos- le dijo al conductor- tiene el espacio libre para irnos.
El conductor la miró asombrados. No supo cómo esa chica entró en el autocar. Como tampoco lo sabían los de canal de televisión, habían bloqueado todas las puertas, era imposible que entrase. De repente por una puerta trasera salió volando el presentador que había estado importunando a la pareja, se había colado sin permiso en el autocar, y con su pregunta insolente molestaba a los participantes del torneo. Alguien lo había lanzado fuera con fuerza y sin miramientos, detrás de él salió de la misma forma el cámara, y la cámara de grabación que estalló en pedazo alcanzada por una bola similar a la que destrozó los vehículos.
Todos miraron eso con horror algo más que un conductor se interponía entre ellos y esos dos chicos.
Minutos antes.
Ranma y Akane miraban como entrar en el autocar, no querían conceder ninguna entrevista a ese maldito presentador ni sus secuaces.
-Debemos entrar en el autocar. _-Dijo Ranma- y sin que nos vean esas mierdas.
- No veo como- tiene rodeado ese vehículo- contestó Akane.
- ese autocar tiene una salida de emergencia en el techo- dijo Ranma- sólo debemos llegar a ella sin que nos vean.
- ¿Cómo? - preguntó la chica- no veo cómo hacerlo,
-Nuestro medio de transporte está debajo de ese árbol- señaló el chico sólo debemos llegar sin visto a él y dejarnos caer sobre él.
-No veo como… -decía la chica cuando Ranma la cogió en brazos y saltó a un árbol y de ese a otro, de allí a un balcón de allí a otro árbol, y saltando llegaron al árbol que había al lado del autocar, y de allí saltaron al vehículo sin ser visto. Los dos corrieron a la salida de emergencia del techo, y Ranma la forzó y la abrió.
- ¡Entra! - le dijo a la chica.
- ¿Y tú? Aunque entremos no nos podemos escapar, esos coches impiden nuestro paso- miró hacia atrás- y él de eso coche que no pueden pasar.
Ranma sonrió con maldad.
-No te preocupes, ya me encargo de despejar el paso.
Akane saltó al interior del vehículo, todos la miraron asombrados de cómo había entrado.
Fuera, en el techo, Ranma se movió hasta el principio del autocar. Miró los coches que impedían el paso.
-El moko takabista ¡El ataque del huracán del tigre! - y lo lanzó contra los coches que taponaban la calle, que saltaron en pedazos.
El joven corrió hacía la salida de emergencia, entro por ella la cerró y descubrió que el periodista que se consideraba una belleza y un cámara acosaban a su prometida. Los apartó de ella.
-Avisa al conductor que tenemos el camino libre, yo mientras desalojo la basura del autocar y lanzó de mal forma a los dos periodistas. cogió el aparato de grabación, lo miró y sonrió. Lo tiró fuera y le lanzo otro ataque del tigre. La cámara estalló en pedazos.
El autocar y los demás vehículos detenidos, salieron de allí, dejando a los periodistas asombrados. No sabían cómo unos coches y una cámara habían saltado en pedazos. Pero lo averiguarían pronto.
Los dos prometidos en los asientos de atrás iban hablando y riendo. Se lo habían pasado en grande humillando a esos periodistas.
Mientras los falsos Mousse, Shampoo y Cologne los miraban entre asombrados y asustados.
-Han tenido tratos con alguien de nuestra tribu, - dijo la falsa Cologne. Es mejor no fiarse de ellos, a pesar de ser tan jóvenes, no son unos principiantes.
Los otros dos asintieron. Esos dos chicos jóvenes eran excepcionales. Ni debían fiarse de ellos.
Durante el trayecto al hotel los dos prometidos sintieron una sensación conocida. Se miraron, y miraron por la ventana trasera.
-Nos siguen- confirmó el chico. – después de tantas persecuciones habían desarrollado un sentido que los avisaba cuando los perseguían.
-Deben ser los periodistas de ese maldito canal- contestó ella- no se dejan vencer a la primera.
-No soportan que no les demos una entrevista, son tan agobiantes como todos esos locos que nos acosan en Nerima.
- ¿Y qué vamos hacer? - pregunto ella- en cuanto bajemos se nos echaran encima.
-Tengo una idea- dijo el chico. La cogió por la mano y se dirigió hacia delante, iba a hablar con el conductor. Iban por un camino por medio del bosque - Baje un poco la velocidad, y en cuanto yo se lo diga abra la puerta.
El conductor lo miró como si estuvieran locos.
- ¿No pretendéis bajaros en plena marcha? - preguntó asustado el hombre- os podéis hacer daño. Y si no, estáis a una hora del hotel andando.
-Si, vamos a bajarnos. Vaya lento, en cuanto bajemos recupere la velocidad normal y cierre la puerta.
Ranma cogió a Akane en brazos, y se prepararon para saltar del autocar. Y….
Tomaron una curva, los coches de atrás los perdieron de vista-
- ¡Ahora! - dijo el joven. El conductor abrió la puerta el chico saltó con su prometida en brazos. Tocaron tierra sin problemas y se ocultaron detrás de un árbol.
El autocar recuperó su velocidad. Y la pareja oculta vio como pasaba los coches de ese maldito canal.
-Por ahora los hemos despistado, pero nos esperaran en el hotel.
- Me gustaría ver la cara de esos cuando vean que no vamos en el autocar- dijo Ranma- y cuando lleguemos al hotel ya los despintaremos.
Media hora después llegaron al hotel. Habían atravesado el bosque, A su llegada había coche de policía, que se llevaban detenido a los habían perseguidos. Esos tipejos habían molestado tanto a los participantes, como a los trabajadores del hotel que tuvieron que llamar a la policía.
Los dos chicos aliviados entraron al hotel sin que los molestaran. Sus perseguidores pasarían esa noche en una celda, pero al día siguiente volverían a acosarlos, sólo por ser los más jóvenes y según ellos no merecer participar en un torneo para adultos.
Comieron con tranquilidad, el resto de participantes los miraban asombrados. Los habían dejado a una hora del hotel y esos dos chiquillos hicieron el recorrido en menos de veinte minutos, habían atravesado el bosque a oscuras, esos dos chicos no eran normales,
Al acabar de cenar los dos chicos subieron a su habitación, se habían aburrido, ninguno de los dos había participado en los combates. Sólo miraron las técnicas de los contrarios y posibles rivales. Ese ganador Tomoe podía ser un rival difícil.
Estaban mirando las estrellas cuando se abrió la puerta y entró ese luchador, iba vestido sólo con el pantalón del pijama y una botella de champagne en la mano.
--Ahora vosotros y yo celebraremos mi victoria de hoy, y después tendremos un trio.
Ranma se acercó al invasor.
- ¿Cómo has entrado? - dijo furioso, no aguantaba que lo molestaban, y menos por una idiotez como la que les proponía ese hombre. Ranma no sabía que haría al día siguiente, pero a ese hombre le daría hoy una paliza.
-Con dinero se consigue todo- contestó ese hombre- he sobornado al conserje- se rió- ahora vosotros y yo.
-Ahora nosotros te daremos una lección de vuelo. - dijo Akane que estaba también furiosa, había ese imbécil, los había interrumpido cuando estaban tranquilos, y todo iba bien, ahora es tipo sufriría la furia de los dos chicos.
Abajo en el parque los falsos Shampoo y Mousse tenían una romántica cita. Cuando de la habitación de los dos prometidos vieron salir un objeto que se estrelló a unos metros de ellos. Se acercaron y vieron que era el cuerpo, lleno de golpes, de Tomoe. Ese Mousse lo golpeó con un palo.
-Sigue vivo- dijo- por asombroso que parezca sigue vivo.
- Pues dejarlo ahí tirado y sigamos con lo nuestro- dijo la chica.
Y dejaron a ese pretencioso ahí tumbado, que tardó unas horas en recuperarse.
Mientras los dos prometidos ya en la cama se miraron.
-Mañana debemos castigar al conserje- dijo la chica.
-Si, no volverá a dejar las llaves a quien no debe,
Al caer en los brazos de Morfeo, los chicos pensaron lo mismo.
-Se me olvidó darle un beso de buena noche- fue el último pensamiento que tuvieron los dos.
Notas del autor:.
Hola.
Esta vez no he dejado pasar tanto tiempo para subir un nuevo capítulo. Lo empecé en cuanto acabe el anterior, esperaba que fuera tan largo. Dediqué más tiempo más tiempo a las conversaciones entre ellos que a los combates. La razón es sencilla, no sé plasmar en letras el combate que pienso. Y la segunda razón, Ranma no combate en ese grupo. En el siguiente capítulo le tocará a él combatir. Y ya veremos como le va en esos combates. No porque al final de este capítulo por mandar a volar a Tomoe, si se enfrenta a él en el torneo lo tendrá fácil, en este capitulo ese luchador iba borracho. Cuando se le pase la borrachera puede ser muy peligroso, o ser un inepto como sus hermanas, tiempo al tiempo.
Agradecimientos:
A Wegar82: Me alegra que te gusten mis historias. Como vez he subido otro capítulo en esta historia, no se cuando subiré el siguiente. Ya irás viendo como terminan los nuevos entrometidos. Mas de uno sufrirá por meter sus narices no lo llaman, ya ha habido alguno que ha habido victimas de los dos prometido.
A Ranma84.: En mi primer guion de esta historia, el torneo sólo duraba dos o tres líneas, se comentaban que iban y ganaban. Después…puse una cuantas líneas de lo que hacían después del torneo, eso será desarrollado en próximos capítulos. En cuanto se acabe el torneo seguirá la historia, y como prevén los dos protagonistas sus problemas con sus viejos conocidos no acabaran, se complicaran un poco, y puede que algunos de los pesados que acaben de conocer los sigan. ¿FELICES? Lo intentaran, pero hay demasiada ratas a su alrededor
A todos los que siguen y leenny comentan mis fics muchas gracias.
