6ª. Empieza el torneo de Ranma.

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Ranma se despertó, Akane estaba abrazada a él, y con una pierna por encima de su cuerpo.

El chico la miró.

-Cada vez me lo pones más difícil, como sigas así algún día no voy a poder contenerme y….- murmuró en bajo el joven.

Con cuidado de no despertar la joven se deshizo de su abrazo y le quitó la pierna de encima suyo, la miró unos instante y suspiró.

-Me va se difícil volver a la monotonía. Me estoy acostumbrando mal. Eso de dormir contigo me gusta demasiado para perderlo cuando volvamos a Nerima- el chico sonrió, y acarició la cata de su prometida- no sabes lo tentadora y sexy que estás así durmiendo. Duerme mi ángel que cuando acabe de ducharme te despertaré. Es muy pronto y puedes dormir un poco más. Esta noche será la ultima que podamos dormir juntos. Ojala nos pudiéramos escapar y no volver a casa, pero tenemos obligaciones que cumplir en casa, pero esa obligaciones sólo nos conciernen a ti y a mi.

Se levantó, cogió su ropa y se metió en el baño. No había cerrado la puerta del baño cuando Akane abrió los ojos, estaba despierta de antes que él y oyó todo lo que le dijo. La chica sonrió feliz, ese chico podía ser un egocentristas y presumido, pero también era dulce, sobre todo cuando pensaba que nadie lo escuchaba.

Se levantó, hoy pondría en practica lo que había deseado durante el tiempo que habían pasado juntos en esa habitación. Hoy se bañaría con él, no sabía cuando volvería a tener otra oportunidad de hacerlo.

Cogió su ropa se dirigió al bañó, se paró un instante y entró en el baño.

Ranma se acababa de meter en la bañera. Miró con apatía el agua que lo cubría.

¡Maldita sea!, ¡Maldita sea!- maldijo en voz baja.-Podía haber esperado que Akane se despertara y haberle propuesto que no bañáramos juntos. Soy el tío más idiota del universo. Tener una prometida como Akane, y ser lo bastante cobarde con ella para no pedirle ni un beso, así nuestra relación no a avanzará nunca.

Oyó un ruido y vio a Akane entrar al baño. Ranma se dejó caer en el agua y se tapó la cara. Ahora tendría una pelea con la joven. Pensó en la primera vez que se vieron en el baño, y su cara se sonrojó. No participaría en el torneo Akane acabaría antes con él.

Akane sólo tapándose con una toalla entró en el baño. Sintió como se sonrojaba, tembló de nervios, ahora no estaba tan segura de estar haciendo bien. Él podía ser cruel y reírse de ella. Lo vio mirando el agua, notó que el chico estaba nervioso, tanto o más que ella.

La chica avanzó y se metió en la bañera. Ninguno de los dos se miró directamente, miraban el agua como si fuese lo más atrayente del mundo.

Al final fue él quien rompió el silencio.

-Me pasas el gel- pidió el chico sin levantar la cabeza. El tono del joven era tímido y se le notaba nervioso, jamás había tenido tan cerca una mujer desnuda, y si esa mujer era Akane el nerviosismo aumentaba miles de veces.

- Si claro- dijo Akane, en un tono avergonzado, tampoco lo miró a los ojos.

Los dos chicos estaban sonrojados, sabían que debían levantar la vista y mirarse a los ojos, pero la externa timidez de los dos se lo impidió.

Se ducharon juntos, pero sin mirarse. A los dos les daba vergüenza ver al otro desnudo, aunque no era la primera vez que se veían desnudos. Pudo más la timidez que el deseo de enjabonarse el uno al otro, aunque los dos deseaban eso con ganas. Mantenían un silencio incomodo y procuraron no tocarse ni con los pies. Todo iba mal, esos dos idiotas incapaces de expresar lo que sentían no se atrevían a tocar el cuerpo desnudo del otro, aunque dormían abrazados, eso de tocarse o incluso rozarse, estaba más allá de su posibilidades.

Abrazos si, cogerse de la manos sí, besarse.. bueno a veces si, un beso casto. Pero tocar el cuerpo desnudo del otro… se lo prohibían ellos mismos aunque lo deseaban con deseo.

Era como si un muro hubiera entre los dos, y cuando todo iba a peor, cuando supieron que debían salir de la bañera y vestirse, y mostrarse desnudos delante del otro, sonó el despertador. Era la señal que debían salir de la bañera y vestirse, los dos chicos lo hicieron. Se vistieron a una velocidad increíble. Ninguno se fijo en el otro, o si lo hizo nunca supo lo que vio, fue como si entre los dos hubiera un cristal biselado, que les impidió ver con claridad al otro.

Salieron de la habitación, se metieron en el ascensor. Los dos mirando el suelo sin hablarse. Los dos sonrojados y avergonzados. Y al llegar al comedor la puerta de ascensor se abrió. Y le esperaban los periodistas.

Los periodistas esperaron a los dos jóvenes y cuando la puerta se abrió. Algo que no vieron pasaron entre ellos y descubrieron al ascensor vació y a los dos jóvenes sentados y comiendo. Los dos jóvenes habían pasado entre ellos a una velocidad que no la captó el ojo humano

La periodista Reiko tuvo un ataque, esos dos se les habían vuelto a escapar. Mientras comían no podía entrevistar a esos dos chicos insolentes. Su prepotente y orondo jefe. La había humillado en directo por no haber conseguido una entrevista de los escurridizos jóvenes. Le había dado un ultimátum, o los entrevistaba o volvía a unos de los negocios de su familia. Le tocaría vender pescado.

Los dos jóvenes comían sin mirarse, aún avergonzados por el momento que habían pasado en el baño.

-Al menos no me mandó a volar- pensó el chico. Fue entonces cuando oyó que lo llamaban.

-Ranma, Ranma- decía Akane sin levantar la vista de su plato- podías pasarme el aceite.

El chico sin levantar la vista, cogió un bote y se lo dio a la chica

-Me has dado el azúcar- dijo ella sin enfadarse, lo dijo con timidez.

-Perdona.- contestó con vergüenza el chico.

- No hay nada que perdonar- le contestó ella.

El silencio entre los dos continuó. Los sentían demasiada vergüenza. Se habían bañado juntos, pero no se habían mirado. Ninguno de los dos vio el cuerpo desnudo del otro a pesar de estar a breves centímetros del otro.

Llegó el autocar y montaron, y como siempre a lo último. El silencio de los dos llamó la atención de los demás, esos dos chicos aunque no eran ruidosos al hablar, en los trayectos no paraban da hablar y reír. El comportamiento de esos chicos no era normal.

De repente Ranma vio algo en medio del campo.

-¡Akane! Ese bulto en medio del campo ¿no es Ryoga?

La joven miró donde señalaba el chico.

-Lo parece- los dos chicos miraron, pero con la velocidad del autocar ese bulto desapareció pronto- si lo es vuelve andar perdido.

Los dos se miraron y rieron.

-Debe estar buscándonos- dijo Allane.

-Si, sigue obsesionado con separarnos. Piensa que yo no valgo la pena, que soy poca cosa para ti.

- ¿Quién piensa él que es bueno para mi?- preguntó la joven.

- Él mismo. Ryoga se piensa que es la mejor opción para ti.

Akane lo miró.

-Ryoga no me interesa, es sólo un amigo.

- y ¿Yo que soy?- preguntó el chico, ella notó el miedo en esa pregunta. Ranma temía la respuesta a esa pregunta.

La chica le miró a los ojos, le acarició la cara.

-Tú eres algo más que mi amigo. Eres quien está a mi lado cuando te necesito. Quien comparte mi penas y mis alegrías. Quien me apoya siempre. Con quiero compartir mi vida. Tal vez sea egoísta, pero no quiero que me dejes sola, ¡ Nunca!

Ranma se sonrojó.

-Yo no quiero compartir sólo nuestra vida contigo. Quiero compartir contigo todo, lo bueno, lo malo. Quiero que nadie nos separe. Nadie lo logrará.

-Yo lo haré-los dos levantaron la vista vieron a ese ricachón, Tomoe o como se llamara- el amor como vosotros habéis descrito es sólo un sueño, sólo pasa en las películas o en os libros. Yo os desmotaré que ese a lo que aspiráis no existe. Esta tarde venceré el torneo, y como prometimos seréis mis amantes.- siguió hablando de su retorcido plan.

Los prometidos se miraron y sonrieron. Unos segundos después el silencio reinó de nuevo en el autocar. Tomoe estaba atado a su asiento con cinta americana, incluso tenía la boca tapada con eso.

Ranma en su asiento con un rollo de cinta en la mano y sonriendo.

-Que bueno es el silencio.- dijo el joven- tuviste una buena idea de comprar esto.

- Si, me imaginaba que alguien podía aparecer y era necesario utilizar.

Ranma la miró asustado.

-Espero que no sea yo.

-Pensaba en esa periodista idiota, o con Ryoga. Pero si pierdes el torneo…- y la chica puso una cara traviesa.

-Ten por seguro que ganaré- contestó con seguridad el chico- nos jugamos nuestro futuro en ello.

Akane asintió, no se habían dado cuenta que hacía rato que habían dejado de sentir vergüenza de hablarse y mirarse. Volvían a ser los mismos de siempre.

Llegaron al pabellón y entraron. Los periodistas rodearon a la pareja. Varios periodistas quisieron sacar del medio a ese desconocido que acompañaba a la campeona.

Pero tanto Ranma como Akane a empujones se volvieron a juntar.

-¡Déjenos en paz!- dijo Akane de mala formas.

-¡Váyanse! ¿Nos ven que molestan?- dijo su prometido.

Los periodistas lo miraron mal.

-¡Estamos preguntando a ella!- gritó uno-¡A la campeona del torneo femenino! ¡No aún don nadie que la acompaña!- y puso un tono chulo- tú ya sabes, cuando alguien consigue la fama- esforzó una sonrisa irónica- olvida a su antiguas amistades… no están a su nivel. Disfruta tus últimos segundos con la campeona, que pronto te dejará por..

Los dos jóvenes se fueron enfadando conforme ese imbécil iba hablando. Al final fue Akane quien estalló

-¡Está hablando con el futuro campeón de este torneo!- gritó la chica- Ranma y yo seremos los campeones de este torneo y no nos conformamos sólo con este torneo iremos al torneo internacional- Akane miró al periodista con desafío-de aquí un año nosotros seremos las estrellas mundiales de las artes marciales.

Ranma la miró y sonrió.

-¡Has aprendido de mi!- le dijo en bajo- ¡ Que prepotente!

Akane sonrió.

-He tenido un buen maestro. Y no aguanto a esta gentuza- dijo refiriéndose a los periodistas, estos la miraron mal.

- No es bueno que nos insultes- dijo el periodista de antes- Podemos arruinarte la vida en un momento. O te piensas que eres mas fuerte que nosotros. Ganaremos, la prensa es más fuerte que los músculos.

-Puede- dijo Ranma- pero como hemos dicho anteriormente, somos menores nos ampara la ley. ¿Qué es más fuerte un periodista bocazas o la ley? Todo tiene un límite, incluso la libertad de expresión. Tú libertad acaba donde te metes con la mía.- añadió con maldad-- no todo vale por la audiencia, si lo consideran así… sus programas de televisión son pura basura.

Los periodistas se quedaron callados, ese chaval había insultado tanto a ellos como a donde trabajaban. Algunos bajaron la cabeza avergonzados. Ellos eran periodistas deportivos, no de cotilleos. Pero otros, orgullosos de pertenecer a esa prensa amarilla, reina de los cotilleos fueron a protestar.

-¡Déjalos Ranma!- el torneo va empezar. Y luchas en el primer combate.

Y los dos jóvenes dejando atrás a los periodistas, que le siguieron preguntando siendo ignorados por los dos jóvenes, estos se acercaron al tatami donde se desarrollarían los combates.

Llamaron a Ranma que subió al tatami, lo intranquilizaba sentirse el centro de atención. Como la primera vez que combatió Akane, el publico lo abucheó.

-¡Vete niño! , ¡ Esto es un combate serio no un pelea de niño!, ¡Vete a jugar a los cochecitos!- fue algunas de las pullas que recibió.

-¡Ese hijo de p… se piensa que ganará!- dijo un espectador. Ranma lo miró de reojo.

-¡Te tragarás tus palabra!- juró Ranma por lo bajo.

Akane miró a quien insultó a su prometido.

-¡Que fallo más grande has tenido!, ¡ lo pagarás caro!- dijo la chica refiriéndose a ese espectador.

-¡No veo porque esa persona lo tiene que pagar- Akane ignoró a esa persona que le habló. La joven bufó, esa tonta periodista había vuelto a aparecer- se testigo de como tu amigo cae.

El desprecio con que le hablaba esa mujer ya sobrepasaba un punto. Esa mujer los infravaloraba. La mujer siguió hablando y Akane se hizo la sorda. Una parte de ella deseaba mandarla a volar, pero se contuvo, no era necesario malgastar su fuerza con esa mujer.

- No sabes con quien debe luchar tu amigo, chica si no lo paras, tu amigo no saldrá vivo.

-Ranma vencerá- dijo contúndete Akane.

-Su rival, está a otro nivel. Es un rey de la lucha.

-¡Ranma luchó contra un dios y venció!- le contestó Akane. Se refería a Saffron, pero no dijo que luchó para salvarle la vida a ella.

- Yo de tu amigo me rendiría. No tiene nada que hacer.

Akane la ignoró. Esa mujer se puso delante intentando evitar que la chica viese el combate, detrás de la mujer se colocó el cámara, que sabia que estaban cometiendo un error.

-¡Apartarte!- dijo Akane en tono que no admitía replica.

-¡No quiero!, ¡No quiero!, ¡No quiero- gritó la mujer como si fuera una niña caprichosa.-sólo te dejaré ver el combate si me das una entrevista en exclusiva.

- O te apartas… o te aparto yo- el tono de Akane era una amenaza.

A la periodista le dio igual que esa niña, como ella llamaba, fuese la campeona de ese campeonato. Estaba acostumbrada a conseguir lo que quería, y ahora quería una entrevista con esa chica.

Pero Akane la miraba como un obstáculo. Como un objeto que le tapaba la vista. No estaba dispuesta a que esa mujer la molestara. Y la cogió por el cuello y la lanzó lejos, como quien lanza un saco de azúcar de un kilo.

-Una molestia menos. – dijo la chica y se giró al cámara- ¡ Fuera!- ordenó y el hombre salió de ese sitio por patas.

Mientras en el tatami, Ranma esperó y esperó, hasta que se cansó y se quejó al arbitro.

-El rey hace su ritual, para limpiar su alma antes del combate. Debemos esperar el combate. Pide suerte a los dioses.

Ranma se llevó la mano a la cara otro idiota. Ese torneo era un carnaval, y eso se confirmó cuando apareció el Rey.

El rival de Ranma llevaba una túnica larga y oscura, y algo vieja y gastada, la capucha le tapaba le tapaba la cabeza. Delante del él iban unos personajes que parecían monjes con incensario del que salía un olor aromático. Iba cantando una especie de salmo.

Cuando el que llamaban el Rey de las artes marciales subió al tatami sin quitarse la capucha, ni revelar su rostro miró a Ranma.

-No por ser un niño voy a tener piedad de ti-dijo ese personaje.

Ranma lo miró, ese personaje era mas fuerte de lo que parecía, no debía descuidarse. Pero no contestó.

El Rey fue a los cuatro lados de tatami y pidió ayuda a los cuatros dioses de los puntos cardinales. Después fue al centro del tatami y se quitó la túnica. El hombre era alto y muy delgado, con la cabeza pelada como un monje, era un monje.

¡Pero si parece ese personaje de Street fighter!- dijo Ranma.- el que parece un monje

El hombre lo miró, y sin demostrar ningún sentimiento dijo.

-Me gusta ese personaje. Me he intentado parecerme a él. En antiguos pergaminos he encontrado algunas de sus técnicas. Pero no me he podido poner su nombre, ya sabes por copyright.

-No me importa eso- dijo Ranma fastidiado, el tono falsamente benevolente de ese hombre lo ponía nervioso, oírlo hablar era como arañar con un tenedor un plato.

-Los dioses están conmigo. Hoy perderás y tus padres no te reconocerán del amasijo de carne que dejaré contigo- ese hombre era conocido en como se ensañaba con su rivales, incluso una vez caídos.

-No me importan tus dioses, no me dejaré vencer por ti.

-He sido el campeón de este torneo y el nacional tres años seguidos.

Ranma bufó.

-Pues este año se te acabó la suerte. Hoy perderás.

El hombre lo miró con desconsideración y se sentó en el suelo, y de repente empezó a levitar hasta que alcanzó unos dos metros de altura.

-¡Lo ves! – dijo contenta Reiko, la periodista a Akane, esa loca había vuelto para seguir molestando- tu amigo no alcanzará nunca al Rey.- está a otro nivel.

Akane miró a esa mujer con fastidio y gruñó. Dos metros desde el suelo. Había visto pegar a Ranma saltos más altos, ella también los había pegado.

Y el Rey, como el personaje del juego empezó a alargar los brazos y las piernas y golpear a Ranma que retrocedía.

-Ves no puede nada contra mi- dijo ese hombre con sobrebría .

- Tienes un punto débil dijo Ranma.

-¡Y tanto que lo tiene!- dijo Akane.

- ¿Cuál? No hay puntos débiles en esta técnica- dijeron a la vez el Rey a Ranma, y la periodista a Akane.

- Te crees que de esa altura nadie te puede atacar, que te puedes defender con alargar tu extremidades.- contestó Ranma- pero eres débil en defensa.

Y el chico saltó pasó por encima del hombre que levitaba y dio una voltereta. El Rey no se creyó lo que vio, ese joven saltó sin esfuerzo hasta donde el estaba.

Ranma después de la voltereta quedó detrás del monje y le dio dos patadas. El Rey salió impulsado contra las gradas y se estrelló contra el hombre que insultó a la madre de Ranma.

Ranma cayó con suavidad de pie al suelo del tatami. ¡Había vencido ese combate sin demostrar su fuerza!

Se acercó a Akane y la miró.

-He ganado me queda menos para ser campeón- le dijo joven con prepotencia y una sonrisa de suficiencia.

Ella lo miró y con el puño le dio un golpe flojo en la cabeza.

-Tengo dicho que no seas prepotente. Vuelve a sacar esa parte de ti y te castigaré… sin cenar.

-¡Si mamá!- contesto él con burla. Le guiñó un ojo y miró por un fugaz momento, que sólo vio Akane, a esa periodista tan pesada. Akane supo que Ranma iba a tomarle el pelo a esa idiota- cuando me dijiste que me ibas a castigar pensé en otra cosa.

-¿En que pensantes?- preguntó ella con ignorancia, aunque sabia de que hablaba el chico.

-Bueno hace tiempo que no lo hacemos- contestó el chico- después del torneo podíamos hacer una salida , ir de acampada y después ….- la abrazó y la miró a los ojos.

Akane siguiendo la actuación de su prometido, le paso los brazos por el cuello, y muy insinuante le dijo.

-Yo también deseo hacer eso. Llevamos semanas sin…

-¡Miren los dos niños se están declarando y pidiendo tener….-entonces esa periodista recibió un aviso por el auricular que tenía que dejar de hablar con los dos chicos y entrevistar al ya ex campeón. Así lo comunicó y se fue, dejando tranquilos a los dos chicos.

Ranma y Akane miraron como esa periodista se iba a buscar una nueva víctima. Seguían abrazados.

-Con nuestro teatro nos hemos buscado un jaleo- dijo la chica- cuando volvamos a Nerima van a pensar que tú y yo tenemos relaciones intimas.

-Me refería a ir a la heladería, - el chico sonrió- ¡Ahora la tímida Akane se nos ha vuelto una pervertida.

- Ya sé que hablabas de ir a la heladería. Pero lo hemos dicho de una forma que hace pensar mal.

Ranma sonrió, y la miró. La encontró terriblemente sexy, no podía apartar su mirada de ella. A Akane le pasaba lo mismo. No notaban que sus labios se iban acercando y cuando estaban a breves centímetros de besarse.

-El próximo combate será entre Mousse y El Leñador.

Ranma y Akane se miraron asombrados, ¿Qué habían estado a punto de hacer? Se separaron sonrojados, asustados. Los dos sentían que ya no podían aguantar mucho tiempo lo que sentían por el otro, pero ese sentimiento era tan grande que nada podía detenerlo y que tarde o temprano se dejarían llevar por lo que sentían. Para cambiar de tema empezaron a hablar del próximo combate.

-¿No será verdad que se llama así?- preguntó la joven refiriéndose al rival del falso Mousse.

-En este torneo sólo hay idiotas. Si mi rival se hacía llamar el Rey.

Y al tatami subieron a la vez el falso Mousse con una túnica parecida a la que llevaba el autentico Mousse, y su rival. Un hombre alto y fortachón. Con barba y una gorra en la cabeza. Con botas altas, un gastado pantalón y una camisa roja con cuadros negros.

-¡Pues si parece el típico leñador de folklore americano- dijo Akane.

-Sólo le falta el hacha.-el chico lo miro- es fuerte mira que brazos, hacen dos como los míos. Y me saca casi medio metro de alto.. mira los pectorales, los tiene fuertes, no sentirá ningún golpe fuerte que le den. No se le ve que tenga mucha técnica pero no debemos fiarnos. Aunque no tenga técnica uno de sus puñetazos debe ser demoledor.

-De aquí no sabemos lo rápido y ágil que puede ser. Las aparecías pueden engañar.- comentó su prometida.

EL combate entre el supuesto Mouse y el leñador empezó. Este dio un puñetazo que el chico chino esquivó, le rozó la cabeza. Pero de la potencia de golpe, al falso Mouse le salió una herida. El Leñador no sólo era fuerte, a pesar de su tamaño era muy ágil. Esquivaba los golpes de su rival. Pero cuando el joven chino lograba pegarle.

-Tu golpes no duelen son como picadas de mosquitos- decía ese hombretón.

Ranma miró el combate , algo extraño pasaba. Akane lo miró y se preocupó.

-¿Que pasa? ¡te veo preocupado!

-Este combate no es normal- dijo el chico- Ese joven chino tiene algo que no me gusta. Recuerda es del pueblo de Cologne. Sus golpes…

Akane miró el combate y se dio cuenta que su compañero decía la vedad, los golpes del falso Mousse tenían un algo.

-También ha recibido varios golpes de ese hombre y sigue fresco. Ese Mousse es un rival peligroso.

-Estamos acostumbrados a que nos ataquen rivales fuertes. – le contestó el chico- pero ya no me fío. Saffron aparentaba ser un niño y resultó ser mi peor rival.

-¡Venga Ranma!, ¡Que te conozco mejor que nadie! Estoy segura que ya buscas los puntos débiles de esos dos. Me apuesto un helado que ya has encontrado sus puntos débiles.

-Pues quedarías en empate. Del leñador le he visto sus puntos débiles, pero… el otro… en cuanto descubro uno enseguida lo corrige y ya no existe. Pero algo me dice que no es tan fuerte como el que conocemos.

El combate siguió, unos instantes y de golpe el leñador se quedó blanco y cayó al suelo sin sentido, el arbitro se acercó y descubrió que ese luchador estaba inconsciente. El falso Mousse había ganado. Aunque nadie supo como.

-Le ha ido pegado en los puntos vitales- comentó Akane.

-Si, parecían golpes flojos, pero lo ha hecho perder fuerza a cada golpe, pero no ha demostrado nada.

El falso Mousse pasó por a lado de Ranma y sin detenerse. Le dijo.

-Si te enfrentas conmigo verás el autentico poder de las amazonas. Te dejaré peor que a ese. Me vengaré por lo que tu amiga le hizo a Shampoo.

Ranma lo miró y no le dijo nada. No hacía falta decirle nada.

Los dos prometidos vieron llegar a la periodista, y se escondieron. No querían ser molestados por esa borde. No estaban en Nerima y no querían problemas con los organizadores del evento, ya estaban cansados de esa mujer y lo que podían hacerle les podía traer problemas.

-Ni aquí nos dejan tranquilos. Creía que aquí disfrutaríamos de un poco de paz.

-¡Akane somos un imán para los bichos raros – contestó el chico y los dos rieron. Eso era cierto a su alrededor se cada personaje a cual más estrafalario.

Desde ese sitio podían ver el torneo sin ser molestados. Habían conseguido algo que comer y que beber. Disfrutaban viendo los combates, aunque algunos de ellos les parecieron aburridos y se fue acercando el momento que Ranma volvería a tener que combatir.

Se dirigían al tatami, cuando alguien empujó a Ranma y se puso delante de Akane.

--Permítame bella señorita que yo sea su caballero, -el hombre se arrodilló y cogió una mano de Akane- yo el más galante y servicial la protegeré del mal. Es usted el sol que ilumina mi camino. Camine junto a mi en este camino que es la vida. Juntos los dos viviremos un amor que no se podrá comparar a ninguno y que no tendrá fin. Le haré vivir experiencias que jamás imaginó y que nunca olvidará. Soy el mejor amante del mundo. Usted disfrutará conmigo como no la hará con nadie.

Akane miró a ese don juan, e instantáneamente lo clasificó como lo que era, un gran idiota. Un imbécil dedicado a decir cosas bonitas a las mujeres, y una vez conseguidas y utilizadas dejarlas y buscar otra. Si no tenía bastante con Kuno en Nerima, Tomoe en ese torneo, aparecía este trozo de imbécil.

La chica miró a su prometido y supo que estaba muy enfadado. Ranma se iba a lanzar sobre ese cretino, cuando llegaron dos personas.

-Señor Tanjiro deje de molestar o será expulsado. Nos están llegando quejas en contra suya. Que acosa a la mujeres y golpea a los hombres que le acompañan.

-Me da igual esas quejas- dijo el hombre- las mujeres sólo nacieron para complacerme y los hombres para ser mi saco de arena, sólo sirven para eso para caer bajo mis golpes. Los hombres a los que golpeo deben estar orgullosos de caer molidos por el ser más perfecto de la naturaleza.

Akane se enfureció ante tal prueba de machismo, ¿Machismo? No, eso no era sólo machismo, si no narcicismo. Ese hombre despreciaba tanto a mujeres como hombres. A ella la utilizaba para pasar el tiempo. Y a ellos para demostrar que era el más fuerte. En pocas palabras era un abusón.

-¡¡Oye tú! No vuelvas a tocarme, ni se te ocurra hablarme. Has empujado a mi prometido vuélvelo a hacer- y puso una cara siniestra-y entre él y yo te pegaremos la peor paliza que te nadie te ha dado.

Ese hombre la miró y dijo.

-No es lo que tú deseas, lo que tú quieres es que te haga el…

Akane ya cansada, lo cogió por la solapa del traje de combate.

-Te llaman a combatir, lo harás contra mi prometido.- Lo miró con rabia- el tatami está allí- y lo lanzó volando. El hombre cayó en el tatami y se levantó y se limpió el polvo como si no hubiera pasado nada. Akane miró a su prometido- te doy diez segundos para que acabes con él, si no hoy duermes en el suelo.

-¿Diez?, ¡ Son demasiado! – dijo Ranma, ella sabía que no era una chulería, que Ranma no necesitaba tanto tiempo para acabar con alguien así.

Y el joven subió al tatami. Miró al contario y bufó, analizó al tipejo, como él lo llamó, podría ganarle en pocos segundos, pero en un torneo como ese, en que parecía que valía toda clase de trucos sucios para ganar, lo podían tener difícil.

Tanjiro lo miró con superioridad. Se veía tan superior a ese chico que lo vencería en un instante.

-¡Te haré papilla! Es para lo único que sirven los hombres para dejarlos reducidos a polvo, cada día le doy una paliza a uno o dos, los elijo al azar- Ranma lo miró, ese loco hablaba en serio, ese tío era un psicópata. -Y seduzco a una o dos mujeres, puede que tenga un par de hijos, aunque ya hice abortar a varías de esas mujeres con las que estuve, no quiero que me reclamen nada.

Ranma miró a ese hombre con asco. Era un ser depreciable que miraba a los demás como si fueran objetos.

-Hoy te daré la lección de tu vida. Por cada hombre y mujer que has humillado, por todo el daño que has hecho. No sé como has escapado de la justicia, pero hoy el karma se volverá en tu contra y te hará pagar todo el mal que has hecho.

-¿Tú pegarme a mi?-dijo el hombre con chulería. -Nada de eso, yo seré el futuro campeón y tú esta noche estarás en el deposito de cadáveres.- se rió- ves a aquella niña, la que me ha hecho subir aquí, está noche gozará de mi. Sé recordará de mi con anhelo toda su vida, pero yo la olvidaré cuando deje la habitación donde le haré el amor.

Ranma miró a ese hombre con rabia y cerró el puño. No le diría nada, le contestarían sus puños.

Akane miraba al tatami furiosa, tanto o más que Ranma. El rival de Ranma era despreciable. Se merecía una buena lección, y Ranma se la daría. Estaba metida en sus asuntos que no oyó llegar a alguien.

-¿Aun piensas que tu amiguito ganará? Tanjiro es famoso por reducir a un amasijo de carne a sus contarios.

Akane la miró y no contestó al instante y se giró al tatami.

-Ranma lo vencerá, no necesitará ni diez segundos- dijo confiada. La chica se preguntó desde cuando ella misma se había vuelto tan creída y prepotente, seguro que Ranma la había contagiado en eso. Mentalmente negó con la cabeza, no era eso, era la confianza que tenía en Ranma, la seguridad que tenía en la fuerza del chico.

Ranma furioso esperaba la señal que diese comienzo el combate. Y cuando el arbitro la dio, se lanzó sobre su contario. Este no lo vio venir. La ira de Ranma por lo que ese idiota le insinuó que le haría a Akane, le dio fuerza y velocidad.

Sobre Tanjiro cayó una lluvia de golpes y patadas como no había recibido nunca. Cinco segundos después de empezar el combate Ranma se apartó de su contario que cayó como un saco al suelo.

El árbitro se acercó al caído y comprobó que estaba desmayado, y proclamó vencedor a Ranma. Las gradas enmudecieron, ese chico no era normal.

Akane miró comenzar el combate.

-Cinco, cuatro- contaba la joven. La presentadora la miraba extrañada, preguntándose que contaba la chica, pero miró asombrada como ese niño molía a golpes a Tanjiro, a su lado Akane seguía contando- dos, uno, cero

Y a llegar a cero. Tanjiro besó el suelo. Fue entonces cuando la presentadora supo que esa niña estaba descontando los segundos que duraría ese combate.

Ranma bajó del tatami y se dirigió hacía Akane

-¡Gané!- dijo el chico.

-¡No lo dudé ni un segundo!.

Una nube de periodista asaltó al joven

-Qué piensa después de haber ganado a Tanjiro?, ¿Cómo ha venciendo tan rápido? -Y otras preguntas así, que el chico debido a su timidez contestaba de forma entrecortada. Todo fue bien hasta que Reiko Matsumoto, la presentadora bocazas habló.

-Has tenido suerte niño. La suerte no te acompañará siempre. Dudo que pases de un combate o dos como máximo. Y si de forma improbable llegas a la final allí estará Tomoe Kenzo que te vencerá.

Ranma la miró y sonrió.

-El peor rival no es Tomoe, hay otro peor- dijo el joven- y me enfrentaré a él en la final de este grupo.

-¿Piensa que un niño como tú llegarás a la final?

-¡Su nombre es Ranma Saotome!- gritó Akane- recuerde bien su nombre, por que ganará el campeonato- Akane miró a esa mujer desafiante- somos orgulloso y cumplimos lo que nos proponemos, y este torneo será nuestro.

-¿Y que haréis con el dinero ganado?, ¿compraros juguetes?

Akane y Ranma furiosos la miraron.

-¡Para pagarnos la universidad! Para eso hemos venido, ¡para ganar el dinero para ir a la universidad!- gritaron los dos- por eso combatimos.

-La fama que consigamos aquí nos he indiferente, puede que nos ayude para entrar a una universidad, pero allí necesitaremos comida, ropa, alojamiento, libros.

-Desde el principio hemos venido con ese objetivo. Que este torneo y los que vengan después nos sirvan para pagarnos nuestras carreras en la universidad.

-Tal vez en un futuro, una vez acabada la universidad, esto torneos nos ayuden a proyectarnos en nuestro trabajo, en lo que nos hemos preparado desde niños.

-Pero no siempre las cosas salen como uno espera- dijo Reiko- un pequeño tropezón, y todo lo proyectado se va abajo.

Los dos prometidos como todos los demás captaron la amenaza que había en las palabras de esa chafardera.

-Eso lo tenemos en cuenta- dijo Akane- un día eres una famosa presentadora de cotilleos…

- Y por meter tus narices donde no debes, al día siguiente estás fregando platos en el restaurante de una carretera olvidada.- acabó Ranma- quieres imponente a nosotros, recuerda que somos menores, te puedes buscar un jaleo. No lo olvides tú y tus amiguitos mañana podéis trabajar cuidando cerdos.

-Te lo hemos advertido varias veces, por las malas y por las buenas, aléjate de nosotros, tanto tú como tu canal o emprenderemos acciones legales por acoso.

Y ahí los dos jóvenes dieron por acabada la entrevista. No iban hablar con nadie hasta acabado el torneo.

Los dos estaban de nuevo solos, viendo los combates.

-En Nerima nadie estará de acuerdo con nuestros planes- dijo él- se opondrán todos.

-Eso lo sabemos desde que planeamos esto- contestó ella- ¡estamos decidiendo y defendiendo nuestro futuro!, ¡No queremos la opinión de los demás! ,¡En esto estamos sólo tú y yo y nadie más!

-Y seguiremos adelante cueste lo que cueste y en contra de todos.

Ella asintió.

-¡Por nosotros!- clamor Akane.

-¡Por nuestro futuro!- siguió Ranma.

-¡Juramos que nada y nadie nos detendrá! – juraron los dos.

Y los dos sonrieron.

No sabían que habían sido escuchados.

-¡Y yo Reiko Matsumoto juro que acabaré con vuestros sueños!, no seréis los primeros a los que he destruido, ni seréis los últimos. – se rió- utilizaré todo lo que este a mi alcance para destruiros, ¡ Todo por la audiencia! Mis espectadores están deseando ver como os destruyo.

Ignorantes a esa maquinación los dos jóvenes miraban tranquilos los combates. Ranma fue pasando uno a uno todo los combates. Al igual que Akane en el torneo femenino la gente lo empezó a aclamar, se estaba volviendo el preferido para llegar a la final de ese grupo.

Y llegó a la semifinal de ese grupo y le tocó combatir con un experimentado luchador, campeón de varios torneos ese hombre lo miró y…

-Me rindo- dijo el hombre sin combatir- cuando le preguntaron dijo- no estoy a su nivel. Me vencería de forma deshonrosa para mi. No puedo llevar ese deshonor a mi escuela- miró a los periodistas y siguió- a veces una retirada a tiempo es mejor que una derrota. A parte debo dejar pasar a las nuevas generaciónes- miró a Ranma y Akane- esos dos chicos llegaran a la cima de todo- miró a Reiko- no se dejaran vencer por nadie. Sea quien sea, no intentes destruirlos, por que ellos te destruirán a ti.

Y con eso Ranma llegó a la final y combatiría contra el falso Mousse. Ranma miró a su rival, ese combate sería el peor de todos, no sabía como resultaría, pero no por eso se rendiría. Llegaría a la final y lucharía contra Tomoe, había mucho en juego.

Los dos jóvenes estaban tomando un jugo sentados en una mesa. Ese bar era exclusivo para participantes y entrenadores, no estaba permitida la entrada a periodista, ni patrocinadores. Tampoco estaba permitido acosar al contrario, por eso Tomoe había sido expulsado y negada su entrada al restaurante.

Los dos jóvenes se habían ido ganando el respeto de sus contrarios, quien antes los había visto como unos niños tontos que estaban jugando a juegos de mayores, ahora los miraban con respeto, esos dos niños no eran unos inocentes inexpertos, eran dos consumados maestros. Ninguno quería saber las clases de entrenamientos a los que se habían sometido para llegar a ese nivel a edad tan corta.

Los estaban relajados y hablaban del futuro no inmediato.

-Nos han ofrecido plaza ya en seis universidades, aunque ninguna es la que tú y yo queremos ir.- comentó Akane.- esas seis están demasiado cerca de casa.

- No te preocupes, nos admitirán en esa. No sólo por querer tener a dos estrellas de las artes marciales como tú y yo. Tú tienes buenas notas y yo gracias a ti he mejorado mucho mis notas. Podemos entrar en esa universidad gracias a nuestros logros académicos.

La chica cambió de tema.

-¿Que opinas de esos que dicen ser del pueblo de las amazonas? Parecen auténticas. Yo que lo son.

-No sé, algo me dice que tienen algo en contra del clan de Cologne, si fueran de temer ya tendríamos aquí a nuestras conocidas aquí. La Cologne que conocemos desprecia a este grupo. No le da importancia.

-O quiere resolver esto sin que nadie interfiera. Tal vez una pelea en un callejón.

-Pues conociendo a las amazonas y lo sucio que pelean no quiero estar cerca. No quiero verme metido en un problema entre amazonas- rectificó-no quiero que nos veamos involucrados en sus peleas.

Ella lo miró y sonrió.

-¡No perderás!, ganarás el torneo ¿no? – y con un tono de orgullo- ¿no caerás en uno de los combates que te quedan? Y te dejarás superar por tu prometida fea.

-No me dejaré superar por mi prometida…fea. Ganaré- de nuevo vio en él esa prepotencia y egocentrismo propios de él. Pero entonces le guiñó el ojo- la igualaré y seguiremos adelante con nuestros plan. Aunque ¿Sabes una cosa añoro nuestras peleas?

Ella lo miró y sonrió, ella también las añoraba, en el fondo los dos disfrutaban peleándose.

-No te preocupes cuando volvamos a casa con tantos locos nuestras peleas volverán.

-¡Peleas por tonterías, por que los dos somos tan celosos e inmaduros. Peleas por culpa de otros. Algún día debemos dejar de hacerlo.

-¿Y perder esa parte nuestra? No lo niegues, te lo pasas tan bien peleándote conmigo como yo lo hago.

Ranma la miró y rió

-Tienes razón es divertido pelearme contigo. Eso hace que no seamos la típica y aburrida pareja de prometidos.

Los dos se rieron, en pocas palabras ellos también estaban locos.

Tuvieron que dejar ahí la conversación, se reanudaba los combates y Ranma lucharía contra ese que decía ser Mousse.

Continuará…


Notas del autor:.

Hola después de mucho tiempo subo otro capítulo, en realidad serán dos porque se me hizo muy largo, unas treinta paginas de word y lo dividí en dos partesa.

Dan un paso adelante, ¡Se bañan juntos! Pero como es normal no pasa nada, ni se miran. Y están a punto de besarse, peroi…

Como Akane a Ranma le han tocado rivales locos. El primero de ellos me base en un personaje de street frighter, ese que parece un monje budista. Pero Ranma sabrá como deshacerse de él.

Los dos jóvenes declaran públicamente para que asisten al torneo, el principal objetivo es para pagarse los gatos de la universidad. Muchos de sus conocidos no estarán de acuerdo y se opondrán, pero ya se verá en próximos capítulos.

En el próximo capítulo acabará la competición, y a la parejita le tocara volver a Nerima. Lo subiré pronto, está totalmente acabado.

Agradecimientos:

A los que leen y siguen esta historia

A Werga82: Agradezco que te guste la historia. No me olvido de ella, pero tardo mucho días en hacer un capítulo. Envidio aquellos que suben un capitulo semanal y no te digo de los que suben un capítulo en dos o tres historias.