9ª. Una nueva travesura.

Amaneció, el sol entró por la ventana de la habitación de Akane, y los dos prometidos se despertaron a la vez, se miraron y sonrieron. Abajo reinaba el silencio, eso quería decir que toda la familia y los ocupas seguían durmiendo en el salón. Ranma se fue a su habitación y se cambió de ropa. Cuando salió, Akane lo estaba esperando, bajaron en silencio las escaleras, y en el salón vieron a toda la manada durmiendo. Los dos prometidos se miraron y sonrieron, esa gente se iba despertar de malas formas.

.

Los dos prometidos salieron de la casa en silencio, lo hicieron por la parte de atrás, sabían que delante estaban las camionetas de la gente de la televisión esperando que saliesen.

Saltaron a los tejados y desde allí miraron a la entrada del dojo y vieron a varios coches con las siglas de canales de televisión. Los que más ocupaban eran los del maldito canal de esa periodista cotilla.

-¡Mira ahí esta esa pseudo periodista de Reiko Matsumoto,!, esa loca debe estar exigiendo estar en primera fila.

- Debe pensarse por encima de todos. Que por trabajar en una televisión del corazón le da derecho a todo. Que la privacidad de las personas no existe y que todo debe pasar por su programa.

-Pues de nosotros no sacará nada- Akane estaba furiosa- no te vayas de la lengua.

-Sabes que yo tengo un secreto que no quiero que nadie sepa.

-Como alguien divulgue tu maldición. Mi puño lo maldecirá el resto de su vida.

Y los dos chicos se dirigieron a un supermercado, y entraron con las capuchas puestas, con máscaras como si tuvieran una enfermedad y con gafas de sol.

Tanto los clientes como los empleados los miraron con miedo, parecían ladrones, pero esos dos chicos hicieron la compra, pagaron y se fueron. Lo único que querían esos dos chicos que nadie los desconociera.

Ranma y Akane volvieron de nuevo por los tejados, pero al ir a entrar por la parte trasera se dieron cuenta que el grupo de esa periodista tan pelmaza había puesto vigilancia alrededor de la casa con cámaras que apuntaba en todas direcciones, era imposible entrar sin ser descubiertos. Debían encontrar un punto ciego donde no apuntarse las cámaras.

Después de vigilar un rato.

-No podemos noquearles, -Ranma se había dado cuenta de un detalle-son llamados cada dos minutos, alguien debe haberlos avisado que cuando no quiero problemas con mis acosadores escapo por cualquier punto del muro.

-Me apuesto que ha sido mi hermana- Akane estaba furiosa- no poder ni entrar a casa, y una vez dentro no poder salir, por culpa de una periodista chismosa, sus jefes y una hermana mercenario. A Nabiki debía pasarle como aquel rey del cuento que todo lo que tocaba se volvía oro, incluso los alimentos.

-Entonces sería un peligro, nos volvería a todos en oro, y tú hermana es muy lista, demasiado, encontraría una forma de alimentarse sin tocar la comida.

Los dos jóvenes miraron buscando una forma de entrar. Ranma desesperado exclamó.

-Les hago el ataque del tigre y resuelto.

Akane negó.

-Los técnicos resultarían heridos, eso no es factible, a parte sabían que habríamos sido nosotros. Alguien puede haberles hablado de tus técnicas de lucha.

Ranma asintió, escondido en los tejados donde nadie los veía.

-Ni veinticuatro horas en Nerima y la hemos pasado todas jugando al escondite, es frustrante estoy cansado, necesito relajarme y no puedo por culpa de esa gentuza. Estoy pensando en comprar una casita en medio del bosque e irme allí.

-¿Tú solo? Me dejarás con esas personas, sola ante el peligro- Akane estaba furiosa, lo miraba con odio- debería pegarte con el mazo.

Ranma la miró asustado, ella había entendido mal, en realidad él se había expresado mal.

-¡Nooo! , ¡No te dejaré sola!, ¡ Ahora hay mucha víboras sueltas!- la miró- estoy pensando que deberíamos irnos de casa, estudiar a distancia. Nerima se ha vuelto muy peligroso para nosotros.

-¡Pero aquí tenemos todo!, ¡la familia!, ¡la escuela!, ¡los amigos!- exclamó casi llorando la joven.

-Pero también tenemos nuestros rivales y acosadores, nuestra familia que mete la narices donde no debe, ahora ese canal de televisión que nos quiere ver hundidos a pesar de ser unos niños, ninguno de ellos parará hasta conseguir sus fines, el fin justifica los medios. Nadie nos dejará en paz, nadie nos dejará cumplir con nuestros sueños. Si no paramos esto, no tendremos sueños que cumplir. Olvídate de la uni y del torneo nacional. Hemos llegado muy lejos, no podemos rendirnos ahora.

Akane lo miró, se lo veía tan diferente, tan serio, tan centrado en lo que quería, tan maduro. Sonrió, era el mismo Ranma de siempre. Cuando se sentía amenazado adquiría esa expresión. Sólo parecía maduro cuando alguien se ponía entre él y lo que consideraba su destino.

-No sé cómo vamos a entrar.

Ranma miró al equipo autógeno que alimentaba todas las luces y cámaras. No hacía faltar se un técnico eléctrico para saber que ese equipo estaba sobrecargado. De ese equipo salía un poco de humo y empezaba a oler a quemado.

-¿ Qué miras?- preguntó la joven.

- Mira ese equipo- y lo señaló- le falta poco para que se colapse. Lo hacen trabajar por encima de lo que puede, arderá y dejará sin alimentación las cámaras y luces.

-Pues como tarde mucho. No vamos a poder librarnos de esos seis.

Ranma iba a responderle, cuando en ese callejón apareció el presentador estrella y su segunda, esa repelente de Reiko Matsumoto, los dos prometidos al verlos se pusieron tensos, tuvieron ganas de bajar al suelo y ponerlos en órbita, pero se callaron.

Ese presentador miró al callejón, miró las cámaras.

-¡No hay bastantes!, ¡quiero más!- miró a los tejados- faltan en los tejados, según mi informante, ese chico y su presunta prometida son especialistas escapado por los tejados.

El técnico eléctrico lo miró

-No podemos conectar más al equipo. Ya trabaja al limite, esta a punto de quemarse.

-Me da igual que se queme o no. Te pagamos para que nos des energía y alimentes nuestras cámaras y luces.

-¡Son mis equipos eléctricos!,¡ mis cámaras! y ¡mis luces!. Nos ha contratado para no perder más cámaras a manos de esos dos jóvenes. Esos equipos valen mucho más de lo que nos ha pagado por alquilarlos.

-Lo que valen esos equipos es menos de lo que yo pago en una semana por comer.- dijo el presentador.

El técnico lo miró y se calló, no iba a opinar nada, que era por eso tiene sobrepeso.

-Lo que vale su empresa es lo que me gasto yo en un mes en maquillaje- Reiko rió, ese electricista era un muerto de hambre.

-Pues cambie de maquillaje, se gasta mucho para no conseguir nada- respondió el técnico, la mujer se sintió ofendida.- recuérdenlo sin nosotros los técnicos ustedes no se como harían sus programas de mierda. La electricidad mueve el mundo.

Y entonces ocurrió lo predicho por Ranma y el técnico, el equipo explotó y de dejaron de funcionar las luces y las cámaras.

Todo el equipo de televisión se dedicó a intentar apagar el fuego. El presentador cogió un cubo con agua.

-¡Noo!- gritó el técnico, su aviso llegó muy tarde. Ese energúmeno al rociar con agua ese equipo en llamas sufrió una descarga eléctrica y a parte quedó totalmente carbonizado, pero vivo, en un par de minutos estaría como nuevo.

Los dos chicos al no verse observados, aprovecharon esa distracción para volver a entrar en el dojo sin ser molestados.

Una vez dentro empezarían a preparar las cosas para pegarles a los que dormían en el suelo del salón el susto de su vida. No aprenderían, eso seguro y volverían por más, una y otra vez, pero ya no los perdonarían. Ahora seguirían el rumbo que se habían trazado y nadie y nada lo cambiaría, para ellos el fin justifica los medios.

-¿Preparada?- la sonrisa del chico era la más malvada y traviesa que ella le había visto.

-¡Preparada!- contestó ella, su sonrisa delataba que iba a disfrutar con lo que iba hacer.

Los dos prometidos habían cogido una sartenes grandes y la tiraron al suelo el sonido fue tan grande que medio despertó a los no bellos durmientes. Estos despertados de mala forma no sabían donde estaban, habían dormido tan poco, seguían medios dormidos. No lo sabían, pero Kasumi en la cena les suministró un somnífero y la pareja los despertó cuando sólo habían dormido seis horas de las doce que debían dormir.

Los despertados se vieron rodeados de humo, Ranma y Akane habían puesto en marcha una máquina de humo que habían comprado.

-¡Hay fuego en la casa!- exclamó Soun asustado,- ¡Ayudarme a apagarlo!

En ese momento los dos prometidos encendieron la máquina de espuma que habían comprado y los ocupas se vieron rodeados de espuma.

Sin ver nada, rodeados de espuma y más dormidos que despiertos, esas personas estaban demasiado asustado.

De repente se encendió un gran foco, y se oyó el pitido de un tren y él de un camión. La pareja bromista había conectado a unos altavoces

un despertador con el sonido de un tren y otro con él de un camión. Para los ocupas, los dos patriarcas y Nabiki, medios drogados por el somnífero, en medio de tanto humo y espuma, esos sonidos fueron reales, para ellos, en su imaginación, no estaban en el dojo Tendo, sino en un sitio donde los atropellaría un tren y un camión.

Huyeron en dirección a la puerta y la intentaron abrir, pero la pareja ganadora del campeonato había vuelto con ganas de deshacerse de una vez de esa molestia, y habían cerrado la puerta y habían clavado tablones para que no se pudiera abrir.

Con esa salida cerrada, y las otras también, la locura entró en la cabeza de los que habían dormido en el salón. Y fue entonces cuando Ryoga hizo un agujero y salieron al jardín, y lo encontraron llenos de charcos embarrados, no les importó cruzaron esa zona pantanosa, creada por la pareja, sin importales nada, sólo salvar su pellejo.

Al llegar a la puerta de salida a la calle la abrieron y enfrente se encontraron a Reiko y a su grupo que obstaculizaba la salida. Ese grupo vio con horror como un grupo de jóvenes atemorizados, un hombre de mediana edad y un panda se precipitada contra ellos, no los pudieron evitar y todo el grupo acabó en el suelo. Por la puerta del dojo salió humo y espuma, que los rodeó, del dojo salió el grito de un león y todos los presentes se asustaron. Y entonces en la puerta de dojo aparecieron dos figuras que a esa gente que había dormido poco y mal, o nada en el caso de los periodistas, les pareció real.

Por la puerta salieron un xenofomo de la película Alíen y unos de esos extraterrestres de la película Depredactor, al verlos esos locos, creyeron que eran reales y cada uno huyó para un sitio distinto.

Los dos extraterrestres se miraron y se empezaron a reír, se quitaron las máscaras y rebelaron que tras ella estaban Ranma y Akane.

-Con lo mal hechos que están hechos estos disfraces y esos idiotas se han asustado.

-Por qué son idiotas- contestó Akane.

Los dos estaban cansados, habían tenido que estar huyendo todo el día anterior de esos, y sospechaban que con esa broma no aprenderían y volverían por más. Esa gente quería obligarlos a recorrer un camino distinto al que ellos mismos se habían trazado. Durante mucho tiempo intentaron dominar sus vidas, metiéndose por medio, era hora de dejar claro que ellos serían lo que iban a decidir sobre sus vidas.

Los dos jóvenes disfrazados se dieron la vuelta para entrar en la casa, tenían que quitarse esos aspectos disfraces y limpiar la casa, cuando pararon en seco.

Delante suyo estaban las únicas dos personas que realmente temían. Kasumi y Nodoka los miraban, los prometidos sabían que estaban en un lío, pero no retrocederían ni se arrepentirían de lo hecho.

-Esta vez os habéis pasado. Huir juntos de casa, dormís en la misma habitación, participáis en un torneo sin el consentimiento de vuestros padres. Y cuando volvéis montáis una fiesta con humo y espuma digno de una discoteca. ¡Estáis castigados a limpiar la casa!- Nodoka estaba furiosa- ¿ Tenéis algo que decir? ¿ Os arrepentís de algo?

-¿ Arrepentirnos? ¿De participar en ese torneo, huyendo de casa?- Ranma miró a su madre desafiando- necesitábamos dinero para nuestro futuro que es diferente al futuro que planteáis para nosotros.

-¡ Noo!, no arrepentimos de haberlo hecho - dijo Akane-¿De dormir los dos juntos en la misma habitación?

-¡Nunca!- continuó Ranma-¿ De echar a esos de casa de malas forma?

- Lo teníamos que haber hecho peor.

- Ya estamos hartos que se metan por medio, no lo queremos en nuestra vidas.

- Si vienen como amigos, no tendremos problemas. Pero después de hablar en esos programas de televisión y venderse como unas parejas.

- No se merecen nada de nosotros.

-Si piensan que vamos a seguir su camino, el que ellos nos digan.

Los dos prometidos se los quedaron mirando a Nodoka y a Kasumi.

-¡Lo tienen claro!, ¡ Seguiremos nuestro propio camino!- gritaron los dos a la vez.

Las dos mujeres lo miraron con miedo. No sabían cuando eran peor, si peleándose o unidos peleando juntos por sus derechos.

-Me gusta que os juntéis y os apoyéis. Pero debéis limpiar la casa, y sin pelearos. Y se os buscará un castigo por no hacernos caso

Los dos jóvenes sólo pusieron una pequeña objeción.

-Esos no volverán a entrar en casa, si lo hacen saldrán por las malas- dijo Akane.

-De ahora en adelante no los conocemos. Suficiente problemas hemos tenido por su culpa. Tampoco queremos que entre gente de la televisión, si entran por culpa de Nabiki…

Akane miró a su hermana.

-¡ Tú y yo nos quedaremos huérfana de hermana mediana.

Y los dos prometidos empezaron a limpiar el salón. No había quedado tan sucio. La espuma limpió toda la suciedad que entre los patriarcas, Nabiki y esos seis provocaron durante días de fiesta continúa, lo que no pudieron hacer nada contra lo que habían roto durante esa fiesta.

Acababan de limpiar cuando llegaron los padres y Nabiki, estaban furiosos por el susto que le dieron esa mañana, por irse sin permiso, por no darle ni un solo yen de lo ganado. Y por que Nabiki no ganó nada en ese torneo como supuesta representante suya, aunque pidió la parte que le correspondía según el contacto que firmaron con ella.

-¡ No hemos firmado un contacto contigo¡- dijo Akane.

-¡ Si que lo hicisteis! - contestó la hermana mediana- hace dos años predije que tarde o temprano o uniríais para ir a un torneo, o uno de los dos y entre algunos papeles escolares os hice firmar ese contrato que os unía a mi como representante. Si me despedréis os dejaré sin un yen, está en mi contacto.

Los dos la miraron con odio, esa chica había ganado esa batalla, pero al final ellos ganarían la guerra. Sus padres los castigaron, les prohibieron participar en el torneo nacional.

-Pero allí se decidirá nuestro futuro- suplicó Akane- tenemos una beca, podemos ir a una buena universidad.

- No habrá universidad que valga- dijo Soun golpeando la mesa- en cuanto acabéis el instituto dejareis los estudios y os casarnos y os haréis cargo del dojo.

Akane estaba a punto de llorar, veía todos sus planes destrozados por dos egoístas.

-Habéis olvidado algo. El torneo y el principio de universidad son después del cumpleaños de Akane y el mío, seremos mayores de edad. No os deberemos hacer caso- miró a Nabiki- antes de un mes nuestra sociedad contigo habrá acabado.

-Ni en tus mejores sueños- dijo Nabiki riendo.

-Disfruta ahora que puedes, serás tú la que rompas el contrato y no te pagaremos nada. Recuerda!, vives con nosotros, de ahora en adelante estamos en guerra contra ti. Y no ganarás- el tono con que habló Akane fue siniestro y Nabiki tuvo un escalofrío- Hasta que rompas el contrato tú si vivirás una pesadilla.

Esa chica supo que no pasaría mucho tiempo para dejar de ser la representante de esos dos. Pero antes de eso los llevaría a fiestas, a entrevistas, a la televisión, y con todo ello ella se llevaría un buen pellizco de todo el dinero que esos ganarían.

Pero los dos prometidos conociendo a Nabiki sabrían como la podían atacar.

Pero los dos padres fue distinto, los dos chicos fueron castigados, aunque por poco tiempo aún eran menores. Se habían fugado juntos, habían dormido juntos, y eso lo sabía todo el barrio. Ranma tuvo que jurar casarse con Akane para reparar el mal que había hecho en el honor de la chica.

Si no fueron casados esa noche fue porque Nodoka lo impidió, esa mujer quería que la boda de su único hijo fuese un gran acontecimiento. Pero Ranma puso una condición, serían él y Akane los que decidiesen la fecha del enlace.

-Y por nada del mundo deben enterarse de eso nadie. Y cuando digo nadie, me refiero a esos seis.- advirtió Akane a su hermana- Hazlo y dejarás de ser nuestra representante - y añadió con un tono siniestro- y dejarás de ser mi hermana.

Nabiki comprendió lo que quería decir Akane, pero nadie le impediría informar a esos seis de la boda, si pagaban bien, esos seis al día siguiente sabían la noticia.

Ranma y Akane mirando a Nabiki.

-No podemos fiarnos de tu hermana. Mañana esos idiotas ya sabrán que nos quieren casar.

- Ya saben que dormimos juntos- dijo Akane- mañana los tendremos aquí para ajustarnos las cuentas.

- Pues los estaremos esperando- contestó Ranma.

Habían hablado en murmullos para que nadie los escuchara, Nabiki los miraba, no lograba oírlos, pero no lo logró.

Mientras los padres planeaban la boda. Pero esa noche los dos prometidos se fueron castigados sin cenar, y ese no sería el único castigo que los dos recibirían.

Ranma estaba en su habitación, no podía dormir, se levantó y cogió un manga, no lograba centrase en la historia, cogió un libro de técnicas de artes marciales y lo tuvo que dejar por la misma razón. Se sentó en medio de la habitación, se puso en la posición de loto e intentó meditar, pero no consiguió ni eso. Algo perturbaba su espíritu, y después de mucho moverse se dio cuenta lo que era. Durante el torneo se había acostumbrado a dormir con Akane y ahora al dormir separados, la echaba de menos.

.

En su habitación Akane sufría de insomnio, no podía dormir, se levantó para estudiar y parecía que esos libros en lugar de estar escritos en japonés estaban escritos con caracteres rúnicos, no entendía esa malditas letras, intentó escribir en su diario y parecía escribir con un abecedario extraño en un idioma no humano.

Dejó de escribir y se acostó, fue entonces cuando se dio cuenta que el peor castigo no sería acostarse sin cenar. Ni aguantar a esos seis locos, ni a esa periodista lunática. El peor castigo iba ser dormir sin tener a Ranma a su lado.

Los dos jóvenes se levantaron de donde dormían, o intentaban dormir, esa separación iba a ser traumática. ¡Dormir separados!, ¡ Que suplicio! , ¡Ese era el verdadero castigo!

No tener al otro al

lado, no dormir abrazados, el aroma embriagador del otro entrado por sus fosas nasales. El calor del otro.

Dormir juntos era sentirse, a gusto y protegido. Ahora que tenían que dormir separados se sentían como unos gatos abandonados un día de lluvia y frío refugiados en un frío callejón.

Fue entonces cuando calibraron la verdadera amplitud de la catástrofe, despertar sin el otro al lado, sus conversaciones antes de levantarse, sus roces, pequeños abrazos, que habían tenido en el hotel. Y su libertad, ¡Si, su libertad! La que habían tenido en el hotel lejos de la pandilla de locos que los rodeaban en Nerima, aunque en el torneo habían conocido locos nuevos.

Había pasado un día desde que volvieron a casa y ya deseaban volver a tener esa libertad. Cumplir dieciocho años e irse de casa a la universidad y mandar a todos al infierno.

.

El día llegó y los dos chicos salieron de su habitaciones sin apenas haber dormido, se dirigieron al baño a la vez, y al encontrase se miraron, se sonrojaron, y cuando iban hablar.

-Ranma te llama mi padre y el mío. Quieren que los acompañes a un viaje de entrenamiento- Nabiki apareció sonriente y pasó por delante de ellos dirigiéndose al baño- vístete y baja a la entrada. No hace falta ni que te bañes ni que desayunes.

Los dos prometidos se miraron con desesperación, eso era parte del castigo.

Mientras Nabiki entró en el baño y cerró la puerta. Ranma se giró para irse a su habitación a hacerse la mochila. Cuando Nabiki abrió la puerta del baño.

-No hace falta que hagas la mochila, tu padre y el mío ya la han hecho por ti- la voz sonriente de Nabiki sonó burlona- y recordar os he buscado una entrevista en el programa de Reiko Matsumoto, para el viernes no podéis faltar, me pagan mucho por…

Ranma que se había girado furioso, y andaba para su habitación vio pasar a Nabiki volando, que chocó con la pared.

-Mira lo que me hecho Akane, que poca educación que tiene esa…- No pudo seguir hablando, Ranma le metió una esponja en la boca.

-Calladita estás mejor- dijo el joven-y en cuanto a lo que te ha hecho Akane de lanzarte del baño… añade un anexo a tu contrato. Cuando nos vayamos a bañar, eres la última en hacerlo. Nosotros hacemos ejercicio y necesitamos ducharnos antes que tú. Si te encontramos dentro del baño, cuando entremos, aunque esté ya en la bañera saldrás volando.

-Soy vuestra manager, estoy por encima vuestro, yo decido y vosotros obedecéis.

-Anula esa entrevista, o tendrá problemas, tienes que vivir con nosotros.- El chico rió con malicia- no siempre estarás en guardia. No eres rival para nosotros.

Nabiki trató saliva, eso era una amenaza, pero no se rendirá, si exprimía bien a esos dos chicos se haría de oro.

Ranma llegó a la puerta del dojo, allí estaba Genma y Soun, nadie salió a despedirlo, así lo decidieron los patriarcas, así intentaban castigar al chico. Sabían que le dolería no poder despedirse de Akane. Pero en lugar de eso Ranma prometió vengarse, esos dos se lo pagarían.

-¡Hoy te llevaremos a la montaña!- dijo Genma, no había perdonado que su hijo se fuera al torneo sin él.

-Vas a sufrir para aprender esta técnica. – Soun estaba también furioso, no habían podido disfrutar de los manjares que comieron los dos chicos.

-En pocas palabras, estáis enfadados por no haber venido con nosotros al torneo, y comer gratis- el chico vio como esos dos hombres cerraban y abrían las manos-¡Acepté!, espero un buen entrenamiento y no una tontería como siempre- los miró- debíamos haber traído a Akane con ella si me entrenó de verdad- miró a los dos hombres con desprecio- entrenar con vosotros es una pérdida de tiempo.

-Akane te distrae, no das todo, cuando ella está.

-Todo lo contario, cuando está ella, puedo sacar todo mi potencial, ella es mi pareja de entrenamiento perfecta. Los dos rendimos más cuando entrenamos juntos- con vosotros es como pelear contra aprendices.

Y los tres se dirigieron a la estación. A los dos hombres le tocó llevar las mochilas más pesada. Ranma andaba deprisa haciendo casi correr a los dos hombres.

Una vez montados en el tren, los dos hombres descubrieron que iban en dirección contaría a la que ellos y Nabiki habían pactado.

-Seguro que si hubiese ido donde ellos querían hubieran aparecido las tres que me acosan-pensó Ranma, mirando a los dos hombres dormir- ahora sólo tengo dos opciones. O bajar volver a Nerima y dejarlos que hagan el viaje solos. O llevarlos donde yo quiera y hacer que mi entrenamiento para ellos sea un suplicio… o tal vez tenga otra opción, una mezcla de mis dos opciones.

Y mentalmente se carcajeó.

.

Akane no lo estaba pasando peor. Nabiki le arregló una cita a tres bandas con los tres rivales de Ranma, para el día siguiente. Ella al principio se negó, pero no tuvo más remedio que acudir a esa cita triple.

Durante esa cita no ocultó su disgusto por ser acompañada por esos tres imbéciles. Ranma tenía razón eran inaguantables. Los miró uno a uno y supo por qué su prometido a veces tenía ganas de darles una paliza.

Ellos hablaban, pero la joven los ignoraba, pensaba como castigarlo, usar el mazo y mandarlos a volar o darles una paliza le pareció poco castigo

Pero después de unos minutos se le ocurrió una idea. Utilizaría a esos tres como…

-¡Vamos aquí!- dijo la chica supuestamente emocionada, y entró en una tienda de ropa. Con parte del dinero que ganó en el torneo comenzaría a comprar ropa para ella y Ranma, y otra cosas como unas pesas. Pero lo pensó mejor, no gastaría ese dinero, para ella era sagrado. Pondría las facturas a nombre de …

- ¿Se lo envío a casa?- preguntaban los dependientes.

Akane miraba a los tres chicos que la acompañaban y con una sonrisa maliciosa.

-No hace falta, estos chicos son tan generosos que me ayudarán a llevarlo.

Y los tres rivales de Ranma se convirtieron en animales de carga para los objetos comprados por Akane.

-Estoy actuando como Nabiki- pensó la chica- no solo me ha proporcionado tres idiotas que me lleven la carga, si no que pagará todo lo que he comprado.

Akane había puesto las facturas a nombre de su hermana. A Nabiki le daría un ataque cuando viese la factura, y mentalmente se rió. Su hermana se lo merecía por haber vendido una cita con ella a esos tres.

Cuando llegó al dojo, vio que Ranma llegaba también se miraron.

-¿ y esos tres?- preguntó con desprecio el chico. No le gustaba verla con semejante compañía.

-Nabiki- se explicó ella- me vendió en una cita triple con esos tres. Y yo los he llevado de compras. Me han servido bien de mozos de carga.

-Es para lo único que sirven. Pero se te ha olvidado comprar un piano de cola. Y que lo llevasen esos tres burros.

Los tres chicos miraron con odio al chico, pero al llevar tanto peso, estaban muy cansados y no tenían fuerzas para luchar con él joven de la trenza.

Akane hizo entrar a los tres chicos y los hizo descargar.

-¡Muchas gracias por vuestra ayuda! Os voy a dar algo para comer-y la chica les dio un tenedor de plástico de un solo uso. Esos chicos se alejaron del dojo cansados, tenían ganas de descansar

Ranma miró a su prometida.

-¡ Como te pareces a tu hermana. ¿ si fumasen que le hubiese dicho?

-Tomad para tabaco y le hubiese dado una cerrilla.-Los dos se rieron-¿ y nuestros padres?

-Los llevé en dirección contaría donde planearon llevarme. Esas locas que me acosan, compraron a nuestros padres y a Nabiki, para llevarme a un sitio específico y acosarme para romper contigo. Ahora esas chicas deben estar esperándome, y pueden hacerlo hasta el día del juicio final.

Las carcajadas de los dos prometidos se oyeron por todo el barrio.

-¿Nuestros padres no se dieron cuenta que los engañaste?

-Iban bebidos-contestó Ranma-cuando se dieron cuenta ya habíamos montado el campamento, bueno hice que lo montasen ellos. Esta mañana los echo que levantarse muy temprano y los he enviado por agra, les he dicho que me iba a correr por la montaña y mientras iban por agua he aprovechado para huir y volver.- no le dijo a Akane la verdad, Ranma le dijo a los dos hombres que iba a orinar. Pero eso no se lo podía decir a su prometida, le daba vergüenza decirle eso.

Los dos se volvieron a reír. Nodoka desde una ventana los miró asustada. Cuando se peleaban eran terroríficos, pero cuando se unían para castigar a alguien eran peor.

-Ahora nos toca una pequeña venganza contra nuestra supuesta manager. Debemos hacer que dimita, y sin pagarle indemnización- dijo Ranma.

-Ahora eres tú quien se parece Nabiki .

Los dos se miraron y entraron en el dojo. No lo tendrían fácil, pero al final triunfaría ellos sobre quien se les opusiera.

Cuando entraron en el dojo vieron a las otras tres mujeres, que los miraron con sorpresa.

-¿Cómo ha ido tu cita a tres bandas?- preguntó con maldad Nabiki, esperaba enfurecer a los dos chicos, había escondido cámaras e iba a vender lo que grabarse a ese canal de locos. Necesitaba una buena pelea entre los dos prometidos, con eso se haría de oro, se giró a Ranma-¿Y a ti?, ¿ Te han cuidado bien tus tres prometidas en la montaña?

Los dos chicos sabían que esa mercenaria sólo quería que se enfadasen y se peleasen. Conociendo a Nabiki debía haber puesto cámaras en toda la casa.

-¿Prometidas?, ¿Qué prometidas?- dijo Ranma haciéndose el tonto- Que yo sepa sólo tengo una prometida, tu hermana Akane.

- Pero fuiste a la montaña… mandé a las tres chicas, con ellas irían gente de ese canal para grábate siendo infiel a mi hermana.

- Cambié de idea, fui a otro lugar de entrenamiento. Si a mi me costó llegar, no te diré como llegaron tu padre o a él mío. Me iban a enseñar una técnica que tú hermana y yo ya sabíamos. Los abandoné, querían que enseñarme más técnicas, pero eran tonterías.

-¿La cita con esos tres? De todo menos romántica, son unos aburridos- dijo Akane con apatía.- tuve que tomar la iniciativa y me los llevé de compras, se ofrecieron a llevarme la compra, fue para lo único que sirven, a parte de recibir paliza de Ranma.

Nabiki vio que su negocio había salido fatal, que no ganaría ni un solo yen.

-Desde el primer momento supe que nos seguían los de ese canal de televisión. Ni estaban preparados para llegar a donde fui a entrenar.

-Lo que me seguían a mi fueron expulsados del centro comercial por molestar a los clientes, se pusieron chulos con los de seguridad y llamaron a la policía y se los llevaron- paró un momento de hablar, Akane cogió aliento- los tres que me dejaste para llevar mis compras hicieron bien su trabajo, llevando mis compras.

Nabiki cada vez estaba más asustada, esos dos habían destrozado de forma casi inocente sus planes, pero aún le esperaba lo peor. Ranma y Akane le dieron una facturas.

-y ¿Esto que es?- preguntó teniéndose la respuesta.

-Las facturas del viaje, de lo que he comido, de algunos recuerdos- comentó Ranma.

-Las facturas de todo lo que he comprado.

Nabiki los miró.

-¿Y por que he de pagarlo yo?

-¡Es natural!- dijeron los dos chicos- el manager paga todo. Lo hemos dejado claro, no pagaremos nada. O nos rompes nuestro contacto contigo a cada día recibirás facturas de todo lo que compremos.

Nabiki calibró las posibilidades, o dejar libres a esos chicos o seguir siendo sus manager. No necesitó pensarlo mucho.

-Seguiré siendo vuestro manager, ganaré más dinero del que podáis exprimirme.

Los dos prometidos se miraron.

-Pues vale- dijo Akane- puedes seguir siendo nuestro manager- y sonrió.

-Pero de ahora en adelante vendrás con nosotros a todos sitios.

Nabiki tuvo un escalofrío, algo le decía que esos dos jóvenes planeaban algo que no le gustaría. Pero a ellos les gustaría menos lo que ella había hecho, ese contrato que había firmado con el canal de Reiko Matsumoto no le gustaría a su hermana y al que sería su cuñado, pero con ese contrato ganaría mucho dinero, y en los ojos de esa chica apareció el símbolo del yen. Pero de golpe en su cabeza oyó la marcha fúnebre, y supo iba a tener problemas, tarde temprano le tenía que decir a sus dos empleadores lo que había firmado y ese sería su fin.

.

-Tarda mucho en volver- dijo Genma en medio de la montaña, su hijo hacía horas que había desaparecido.

-Ranma dijo que iba a orinar y volvería enseguida.

-Pues si que tenía ganas de orinar, lleva más de medió día haciéndolo.

Y los dos hombres siguieron esperando que el chico volviese, sin saber que el chico había vuelto al dojo, y los había dejado colgados.

.

Continuará..


Notas del autor:

..

Los dos prometidos se han vengado, de la gente que tanto los fastidia en Nerima.

El castigo de los padres no ha servido para nada. Nabiki ha tendido una trampa a costa de los campeones, sabe que los dos chicos se vengaran.

El trato que ha firmado con Reiko y su canal a espalda de su hermana y el prometido de esta se sabrá en el próximo capítulo. Los dos prometidos pueden que pasen un mal rato.

.

Ha oasado muchon tiempo desde que subí el último capitulo, a partir decahora iré más rápido.

.

Aclaración:

.

A Kris de Andromeda: respondiendo a tu pregunta en "Una Navidad diferente" sobre si tengo otra cuenta, la respuesta es si. Traduzco mis historias al catalán y la subo en esa cuenta bajo el nombre de "marmat f.e.m." Primero lo subo en aquí en español y luego con ayuda de traductor Google la traduzco al catalán, la reviso, por que ese traductor, muchas veces me traduce fatal. Cambio algunas cosas y lo subo como marmat f.e.m. Por ahora en esa cuenta debo traducir y subir esta historia, que me quedé en el capítulo 3 en catalán, aunque allí le cambié el nombre y "unas noches de terror" que sólo traduje el primer capítulo.

A pesar de apoyarme en el traductor de Google debo revisar bien la traducción. Un ejemplo son los nombre de las personas, delante de cada nombre en catalán se pone un artículo o pronombre, Ranma sería "en Ranma", Akane sería "l'Akane", o Nabiki sería, "la Nabiki", pero solo si se habla de alguien en tercera persona. Por ser muy costoso traducirlo estoy dejando esa cuenta un poco de lado, sólo traduzco fic cortos.