13ª. No jugamos, ¡atacamos!.
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El día empezó y Nabiki abrió se despertó, como cada día lo primero que pensó fue en el dinero, bueno cada noche soñaba con dinero, montaña de dinero. Hoy haría negocios con esa tonta de Reiko Matsumoto. Volvería a ganar una fortuna a costa de la inocente de su hermana y el pánfilo de Ranma.
Abrió los ojos y…
-¡Que oscuro estás!- exclamó la chica. Notó que no tenía sábanas, que tenía cruzadas en el pecho y su cama era más estrecha que nunca se movió para la derecha y la izquierda y se notó que literalmente está encajonada.
Sospechando la verdad levantó las manos y notó que había algo encima de ella, supo la verdad al momento, la habían metido en un ataúd , el prometido pijama de madera que le habían dicho que le regalarían Ranma y Akane ya no era una promesa, era una realidad.
Su hermana y Ranma habían cumplido su promesa de regalarle su último pijama. Logró levantar la tapa y se vio en medio de su habitación metida en un ataúd. El ferreteo estaba elevado por una patas metálicas, y en las cuatro esquinas de ataúd había cuatro cirios.
Alguien había vaciado completamente la habitación. Y sólo estaba ese ataúd, unas coronas fúnebres. y de un equipo de música que había en la habitación sonaba un réquiem, música de difuntos.
Nabiki intentó gritar, pero le habían cerrado la boca con cinta americana transparente.
Estaba sentada en ataúd, intentó moverse, pero alguien había pegado los pantalones del pijama al ataúd. No podía salir de allí.
En eso entraron a la habitación Akane y Ranma, vestidos como si fueran a un funeral.
-¡Pobre Nabiki!- dijo Akane con falsa pena- murió durante la noche- la actuación de Akane intentaba ser dramática.
-¡Si!- contestó Ranma -murió por avariciosa. Si hubiera sido menos egoísta estaría viva. Mira que morir de una sobredosis de egoísmo.
-Si, los médicos dijeron que tenía la sangre saturada de avaricia. Más avaricia que glóbulos rojos y blancos.
-Las defensas de su organismo no pudieron hacer frente al virus de la avaricia.
Nabiki oía esta conversación sin poder decir nada. No podía hablar.
Akane se acercó al ataúd y hecho un liquidó en él, su hermana lo identifico, era pegamento instantáneo súper fuerte. Ranma empujó el cuerpo de la joven y Nabiki quedó pegada al fondo de ferreteo.
Nabiki intentó chillar, pero no pudo, esos dos monstruos la intentaban meter en el ataúd.
Akane puso pegamento en el pecho de su hermana y le pegó la manos cruzadas.
Ranma le cerró los aterrorizados ojos, y le puso cinta americana para que no pudiera abrirlos.
En esa ocurrida notó como cerraban la tapa de ferreteo, aseguraban la tapa con clavos. Nabiki supo que entre los dos prometidos cogían lo que ellos llamaban pijama de madera, supo que salieron por la ventana. El estómago le subió a la boca cuando saltaron del tejado al suelo, no vomitó porque tenía la boca taponada.
La chica supo que no habían salido a la calle.
-Aquí entre los dos árboles- oyó decir a Akane- suerte que hicimos ya el agujero.
-Sólo nos queda meter el ataúd en el bujero y enterrarla- Ranma estaba igual de decidido que Akane, los dos querían enterrarla y viva.
Sintió que la bajaban al hoyo, y oyó caer sobre la tapa del ferreteo las primeras paladas, Ranma y Akane realmente la estaban enterrando, ¡ Y viva!
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Al acabar de enterrar a Nabiki, los dos prometidos se limpiaron las manos y golpearon sus manos derechas.
-Nos libramos de esa vampira- dijo Ranma.
-¡Ten en cuenta que es mi hermana!, ¡ Un poco de respeto!- Akane miró a su prometido-¡ Pero sólo un poco. Deberíamos ponerle una lapida.- y los dos rieron.
-Si, y poner. Nabiki Tendo, las víctimas de tus chantajes te olvidaran pronto.
De nuevo rieron los dos
-¿ Qué hacéis aquí?- preguntó Kasumi- es hora de desayunar No veo a Nabiki. ¿ Sabéis dónde está
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Unos minutos después.
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Los dos prometidos estaban frente a sus padres. Estaban recibiendo una reprimenda por haber enterrado a Nabiki.
-¡ Esta vez os habéis pasado con Nabiki!- dijo Soun.
-Me importa poco que sólo la queríais asustar!, ¡ Y sólo la enteraríais dos minutos!, ¡ Hemos sacado a Nabiki muy asustada!- siguió Genma – se lo ha hecho encima.
-¡Nos ha vendido a nuestros rivales y a esa televisión de mierda!, ¡ Esta ganando mucho dinero a nuestra costa, y nosotros no vemos ni un miserable yen- gritó furioso Ranma-¡Queremos que rompa su contrato con nosotros!, ¡Falsificó nuestras firmas!
- ¡Eso no significa que le gastéis una broma tan macabra- dijo Nodoka- estáis castigados.
Akane los miró .
-¿Cuánto?- preguntó la joven.
-¿Cuánto que?- preguntó su padre.
-¿ Qué cuanto os da para que la apoyéis en sus locuras?- Ranma miró a sus mayores serio.
Los dos patriarcas se quedaron blancos, los habían descubierto, iban a justificarse.
-¡Pequeñas alimañas!, ¡Esta me la pagáis!, seréis mis esclavos hasta que…
-Esta vulgar y sucia chantajista que tengo por hermana no aprendido la lección.
-¡Akane es tu hermana!, ¡ Tenerle un poco de respeto!- Soun miró a su hija pequeña enfurecido.
-¡Nos ha vendido!, ¡ Vive de lo que debían ser nuestras ganancias!- no le debo ningún respeto. – Si renuncia a ser nuestra representante tal vez le tenga algo de respeto, si se mantiene alejada de nosotros.
-¡ Nunca!.- Nabiki no los dejaría ir - sois unas fuente de dinero.
-Entonces tendremos que mostrarnos más duros- Ranma miró a Nabiki- te haremos algo peor que enterarte viva.
-No hay nada peor que eso- dijo Nabiki, esa experiencia la había traumatizado.
-¿Qué te apuesta?- dijo Akane riendo.
Y los dos chicos salieron al jardín con un saco, que vaciaron en el foso donde habían enterado a Nabiki, esta al ver el contenido del saco se asustó.
-¡Mi dinero!- gritó. Si ser enterada viva la dejó traumatizada. Ver lo que hicieron los dos prometidos con su dinero casi la mató.
Los dos más jóvenes de la familia le pegaron fuego a ese dinero. Nabiki se quedó sin habla, se convirtió en una estatua, ni respiraba, ni el corazón le latía. Cuando se recuperó gritó de horror, y se desmayó. Había comprendido que si había algo peor que enterrarla viva, ¡ Quemarle el dinero! . Al despertar se desmayó y tuvieron que ingresarla unos día en el hospital, y mantenerla sedada… pero ni por esas aprendió, y siguió haciendo negocios a costa de los dos jóvenes.
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Reiko despertó tarde, tenía mucho frío y su cama era más dura que lo normal. Se dio la vuelta y vio que su lujosa habitación, había cambiado. Ahora era una destartalada habitación sin puertas ni ventanas , dormía en el suelo tapada con una sucia manta.
Su pijama se había transformado en un andrajoso vestido, lleno de agujeros. Ella misma estaba sucia y despeinada. No sabía como llegó allí, sólo que bebió mucho y… ya no recordaba nada, sólo que salió con su jefe del bar, iba a celebrar la victoria anticipada sobre esos dos niños que los pusieron en evidencia ya no recordaba más.
Salió como pudo de la habitación, y miró el pasillo, se dio cuenta que estaba en una casa que había tenido tiempo mejores, debió ser una gran casa de alguien muy rico, pero ahora sólo era una gran ruina. Avanzó por el pasillo, iba descalza y se hacía daño en las plantas de los pies con las maderas rotas del suelo. Llegó a la escalera, vio que se caía a pedazos, esa mujer pensó que era víctima de un programa de cámara oculta.
Miró para todas partes y oyó un ruido extraño a su espalda, se asustó, pero reaccionó rápida.
-No tiene gracia- Reiko realmente le tenía terror a la oscuridad, y a no ser ella quien manejara la situación- os voy a demandar.
Como respuesta oyó el sonido de una puerta oxidada al abrirse, una ventana de guillotina caer y un sonido que parecía de ultratumba. La mujer bajo corriendo esa destartalada escaleras que se rompían a su paso. Antes de llegar abajo, tropezó con ella misma y rodó los últimos escalones de la escalera, cayendo sobre un charco que olía mal. Se levantó y vio la puerta de salida abierta, y corrió hacía ella. Aunque eran pocos metros, para ella fui un camino muy largo, y cuando estaba a punto de llegar a la puerta, esta se cerró de golpe.
La mujer gritó de miedo.
-¡Esto no puede estar pasando!, ¡Es una pesadilla!- después de haber visto lo que eran capaces de hacer los dos prometidos. Después de ir a China y a haber visto allí cosas que no podían explicar científicamente. Esa mujer aún no creía que podían haber cosas en el mundo que no se podían explicar de forma científica.
Se acercó a la puerta de entrada y la intentó abrir, resultado del intento: negativo. La mujer se giró se apoyó en la puerta y suspiró.
-Las casas embrujadas no existen, sólo son leyendas para asustar a los niños, o para una película de terror, estoy en un programa de cámara oculta,- respiró varias veces, estaba asustada, muy asustada. Por primera vez ella era la presa, y no al revés- o estoy en un sueño por lo que he tomado esta noche.
-¿Estás segura?- dijo una voz gutural-No es un sueño.
- Tampoco es un programa de cámara oculta- dijo otra voz que sonaba horrible.
Se giró y golpeó la puerta. Todos los miedos de su niñez, que creía superados se activaron de nuevos.
-¡ Socorro!,¡Sacarme de aquí!- suplicó. Y por primera vez en su vida pidió con sinceridad-¡ Por favor!
-¡No hay piedad para ti!- dijo la primera voz.
-¿A cuantas personas has acosado?, ¿ Cuántas de ellas tan pedido que las dejes en paz?, ¿ A cuantas de ellas le has hecho caso?.
-¡ A ninguna!, todo valía para ti y tú programa, aunque fuese hundir a una persona. ¿ A cuantas personas habéis hundido? Y todo por la audiencia.
- Todo Japón nos ve. Somos el mejor programa de televisión.
- La fama no dura siempre, vez pensando en tu futuro.- esa voz rió siniestra- si tienes un futuro.
-Acabarás limpiando calles, como tus compañeros o peor, ¡ limpiando letrinas! La fama no dura para siempre- y la dos voces se rieron.
En ese momento se abrió el suelo donde estaba Keiko y cayó al sótano, tan lleno de polvo que ella misma se ensució. Al abrir los ojos vio allí muebles y enseres de la casa todos muy viejos y rotos, debían hacer años que no se utilizaban. Pero lo que la atemorizó fue una vieja colección de maniquís. Esos muñecos estaban rotos, algunos les faltaba los brazos, a otros la cabeza, o una piernas, pero los peores eran los que le faltaba un ojo, o tenían la cara quemada.
Reiko huyó despavorida, encontró una escalera, y subió por ellas y al final una puerta, la abrió y se encontró en el jardín, y huyó de esa casa, fue encontrada por la policía que al verla en ese estado la llevó al hospital. Allí se encontró con su jefe que había despertado desnudo en una montaña y varios de sus presentadores, uno despertó en un tatami de lucha libre luchando contra un hombre grande, cayó al primer golpe. Nadie creyó lo que contaron, los análisis demostraron que habían bebido mucho, los informes médicos indicaron que la borrachera que llevaban les hizo tener alucinaciones.
Nunca supieron que le pasó esa noche.
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En la supuesta casa embrujada, de donde huyó Reiko.
Una pareja de jóvenes miró como huía asustada esa periodista, habían sido ellos quienes asustaron a esa mujer.
-No aprenderá- dijo la chica.
-¡No!, igual que tu hermana, tampoco ha aprendido la lección. Ha demostrado que para ella es más importante el dinero que su vida, o las de los demás.
-Pues tendremos que seguir asustándola- contestó Akane.
Miraron como por donde huyó Reiko. Y empezaron andar en dirección al dojo.
-Creo que nos hemos pasado- Akane siempre amable, no le había gustado gastarle esa broma a Reiko.
-Sé que tu también estaba asustada- respondió con sorna Ranma.
-¡No es cierto!- contestó Akane. Mentía, pero no reconocería eso delante de Ranma.
-¿ Y por que ibas todo el tiempo agarrada a mi camisa?- preguntó Ranma con burla.
Akane miró a su prometido.
-¡Sigue con esa broma y te mando a volar!- Akane estaba furiosa.
-¿Volverás sola a casa?, ¿A través de este bosque?, - se oyó a un lobo aullar, la chica pegó un saltó y se agarró al brazo de Ranma, que enrojeció.
-Tú ganas, pero cuando lleguemos a casa, te castigaré.
El joven la miró asustado.
-Nada de golpes con el mazo, que algún día me lesionarás de verdad, o me matarás.
Ella lo miró, el chico tenía razón. Debía de controlar ese genio que tenía, pero cuando se enfadaba no podía controlarse y como último recurso estaba su amigo el mazo.
-Eres el único que me pones en modalidad usar el mazo- contestó ella.
-Tú tampoco te quedas atrás, cuando me insultas me pones en modalidad responder insultos.
Y los dos chicos empezaron a discutirse, no era una pelea salvaje como la que tenían cuando eran más jóvenes, era una pelea amigable. Cada uno ponía los defectos del otro al atacarle y las consecuencias que tenía sobre él.
-Me llamas marimacho, pero cuando tu eres chica tampoco eres muy femenina.
-¡YO… SOY… UN…HOMBRE!- Siempre metiéndote y burlándose de mi maldición- dijo él ofendido.
-Te enfadas por nada, ¿Verdad que te transformas en chica?- él asintió- yo no lo veo tan grave, así ves lo problemas que tenemos las mujeres.
-Si, el acoso de los chicos, el peso de los pechos, que todos los hombre me miren con ganas de…- no pudo continuar- no cambia en nada cuando soy un chico, el acoso de las chicas, que las mujeres me miren con deseo. Y sea chico o chica las locuras de esos seis. No soy un hombre por completo, pero tampoco una mujer,¿ Qué soy realmente?
Ella lo miró. Siempre igual, desde Junsenkyo, el chico caía regularmente esa depresión, era ella quien lo sacaba siempre.
-¡ Eres Ranma!, mi prometido. No importa el aspecto que tengas eres tú mismo.
Él le sonrió con tristeza.-¡Gracias por apoyarme cuando lo necesito! , ¡Gracias por ayudarme sin pedirme nada cambio!.
-¡Para eso están los amigos!- no vio el daño que le hizo su comentario al chico, que bajó la cabeza triste, y pensó que ella sólo estaba a su lado al ser obligada a ser su prometida -¡Para eso soy tu prometida para apoyarte siempre que me necesites! Yo siempre te apoyaré y estaré allí siempre o que me necesites, si es necesario daré mi vida por ti.
Ranma se plantó delante de ella furioso.
-¡No vuelvas a decir eso nunca!, ¡ No quiero volver a oírte decir eso!, ¡ Como hagas eso no te lo perdonaré nunca!.
Ella se enfureció.
-No puedes impedirme que yo me sacrifique por ti.
-Si que puedo.
-¡Haré lo que quiera!- y lo miró desafiante, bajó la cabeza- No quiero vivir en un mundo donde tú no esté, prefiero que vivas tú a qué yo…- y la chica empezó a llorar – prefiero morir para que tú vivas, a estar de nuevo sola.
-¡IDIOTA!- gritó el chico- ¡es mi vida la que no vale nada en comparación con la tuya!, ¡Soy yo él que no puede vivir si tu no estás a mi lado!, ¿ Qué vale vivir en una vida que no estés a mi lado?, yo tampoco quiero vivir una vida sin ti.-El chico también lloraba- no me vuelvas a hacer lo de Jusenkyo, a creerte muerta yo también moría- se abrazó a ella- no sabes el daño que me hizo creerte muerta, no quiero volver a sufrir eso.
Ella le acarició la cabeza. Los dos se miraron, sus cabezas se acercaron y cuando se iban a besar, él se alejó.
-¡ Huele a humedad! Va a caer una tormenta y de las grandes! – la cogió en brazos y salió corriendo hacía el dojo.
Akane acomodó su cabeza en el pecho del chico. Ni en tren, ni en avión, la mejor forma de viajar era en brazos de su prometido. El chico pensó que la mejor forma de ir con Akane no era cogidos de la manos, si no llevándola en brazos, de esa forma podía impregnar su nariz del agradable aroma de su prometida.
Llegaron al dojo pronto, demasiado pronto para el gusto de los prometidos, le hubiese gustado que ese viaje hubiera durado más. Pero nada más entrar en el dojo empezó a llover y se libraron de mojarse, pero de lo que no se libraron de la tormenta que se encontraron dentro del dojo, sus padres enfadados por qué habían salido a la calle estando castigados por ir al torneo y por el susto que le dieron a Nabiki, este ultimo castigo enfado en demasía a los dos prometidos.
-Nabiki falsifica nuestra firma, nos chantajea, nos vende a esa televisión y a nuestros rivales, se auto proclama nuestra representante en contra nuestra voluntad, ¿ Y nos tenemos que callar y hacer lo que ella diga?- chilló Akane.-¡Pues va ser que no!
-¡Habéis mandado a Nabiki al hospital de un susto- Genma miró a su hijo furioso- ¿ No te da vergüenza?, ¡ Yo no te enseñé así.
-¡ Si fuese como tu me enseñarte sería como Nabiki!, pensaría más con el bolsillo o con el estomago que con la cabeza- se acercó a su padre- siempre me has enseñado mal. Me has enseñado a que se debe estafar a la gente. A robar, me has cambiado y alquilado por comida. No me arrepiento de lo que le he hecho a Nabiki,¡ Quiero que rompa el contrato que falsificó con nosotros!.
-No cambies de tema Ranma- dijo Nodoka- hoy os habéis pasado con Nabiki… no es digno de un hombre.
-¿ Y que es digno de un hombre? ¿Qué una aprovechada lo maneje como quiera?, ¿ Qué todo el mundo se aproveche de él?, ¿intentar que sea un títere en manos de otros?- negó con la cabeza.- Me niego a ser esa clase de hombre. Entre Akane y yo haremos que Nabiki rompa el contrato, quiero ser yo quien maneje mi vida y no mi padre, ni Nabiki, ni un estúpido canal de televisión, ni mis rivales o las que se creen mis prometidas.
- Si debemos asustar a Nabiki para lograr que rompa ese falso contrato, lo haremos.
Y los dos chicos se dieron la vuelta para irse.
-No hemos acabado con vosotros- dijo Soun.
-Pues has que tú hija mediana os conceda una entrevista con nosotros, seguro que os venderá la exclusiva. Pero queremos que aparte de lo que paguéis a Nabiki, nos pagaréis el doble a nosotros.
Y los dos chicos salieron dejando a su padres callados.
-Si, le pedimos que Nabiki que nos conceda una entrevista con nuestros hijos nos puede salir por un riñón y el otro riñón para pagar a Ranma y Akane - comentó Genma.
No dirían nada y por ahora callarían. Hablar con sus hijos les iba a resultar muy caro.
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En la cena, Nabiki había vuelto de hospital. Le tuvieron que poner oxígeno, y usar con ella un desfibrilador, ver como ardía su dinero fue algo muy fuerte, del que casi no pudo recuperarse
Al juntarse toda la familia, Nabiki miró con sorna a la pareja.
-No os dejaré ir, seréis míos para siempre.
Los dos prometidos la miraron, se escogieron de hombros y siguieron comiendo ignorando a Nabiki.
De repente la hermana mediana fue a coger un trozo de verdura del plato central, pero Akane fue más rápida y se lo quitó. Nabiki la miró sorprendida. No se rendirá y vio un trozo de carne y cuando fue a cogerlo, fue Ranma quien se lo quitó.
-Es muy grande- dijo el chico, miró a su prometida-¿ quieres la mitad?
-Si, es un buen trozo- Akane lo miró sonriendo.
Y los dos se partieron el trozo en dos partes. Los padres y Kasumi los miraron asustados, si antes cuando se peleaban eran terribles, ahora que cooperaban en contra de Nabiki eran aún peores, y eso que no estaban enfadados.
La cena fue una pesadilla para Nabiki, cuando intentaba coger algo de uno de los platos, uno de los dos jóvenes se lo quitaba, la gota que colmó el vaso fue cuando intentó coger un dulce que preparó Kasumi, sus palillos fue interceptados por los Ranma, y fue aprovechado por Akane para cogerlo y se lo llevó a la boca, Ranma cogió la mitad de los labios de su prometida y se lo comió.
Todos quedaron blancos por la acción de esos chicos, que habían actuado sin darse cuenta de lo que hacían.
-¡Akane!,¿ Cómo puedes quitarme ese dulce?, ¡Era mío!
-No tenía tu nombre, haber sido más rápida, o te vuelves más rápida o pasarás hambre- dijo la hermana menor.-De ahora en adelante deberás ser más, si eres nuestra representarte debés dar ejemplo. Te debes poner en forma.
-¡Ranma!, ¿ Cómo puedes haberle quitado la mitad de mi dulce a Akane de la boca?, eso es un beso indirecto. – Los dos prometidos se sonrojaron y bajaron sus cabezas avergonzados, no comprendían como se habían atrevido a hacerse eso, lo habían hecho con tanta naturalidad, como si fuese algo normal entre ellos - No sólo me quitáis la comida.¡ Si no tenéis un momento tierno y yo sin mi cámara!. ¡ No podréis tener esos momentos si mi consentimiento!
Si antes los dos prometidos bajaron la cara de vergüenza, ahora levantaron la cara de furia.
-¡Creo que mi hermana ha terminado de comer!- dijo furiosa Akane.
- ¡Lo mismo digo!- respondió Ranma.
Los dos miraban a Nabiki furioso, que los miraba con una sonrisa de triunfadora, sonrisa .
-Tengo hambre, mucha hambre, me habéis quitado la comida, hoy acabaré con mi tazón y mañana me comeré vuestra comida. Me la entregaréis, soy vuestra representante.
En ese momento Ranma golpeó la mesa y el tazón de Nabiki salió disparado hacía Ranma que lo cogió en el aire, y repitió el contenido entre él y Akane.
-¿ Cómo os habéis atrevido a quitarme la comida?- gritó Nabiki.
-No estás en forma- dijo Akane- si eres nuestra representante debe estar en forma como nosotros. Comes mucho y no haces ejercicio estás gorda, no queremos una representante gorda.
Nabiki la miró.
-¿ Qué te propone? Si quieres que deje de ser vuestra representante lo tienes claro, no renunciaré.
-No durarán ni tres días- dijo Ranma- ya estamos hartos de que juegues con nosotros.
Los dos prometidos se levantaron, pero antes de salir.
-Nada de hacerle nada a la habitación de Nabiki, ni quemarse vestidos, tenéis prohibidos entrar en su habitación- ordenó Nodoka.
- De acuerdo- dijeron los dos jóvenes. No protestaron, y que no lo hicieran era algo preocupante.
Y salieron del comedor
Esa noche Nabiki acostada en su cama no podía dormir, sentía un hambre atroz, prácticamente no había cenado, por culpa de Ranma y Akane. Decidió bajar a la cocina y comer algo. Y cuando llegó a la cocina, vio la puerta cerrada con un cerrojo y un candado.
Esos dos chicos no habían hecho nada a su habitación, pero evitaron que entrara a la cocina. Esos dos monstruos la dejaron sin dinero, sin posibilidad de entrar a la cocina.
-Buenos por una noche sin comer no pasa nada.
Pero ese día no fue la única vez que no comió. De ese momento en adelante, los dos prometidos se encargaron que no probase bocado. No aguantaría mucho.
-Si quieres volver a comer, deja tu cargo de representante, para siempre.- Le dijeron los dos chicos.
Pero Nabiki se negó y su castigo continuó.
Si los padres querían castigarlos ellos decían que hablasen con su supuesta representante, y Nabiki les quería cobrar por solucionar su problema. Y si ella les pedía ayuda a sus padres eran ellos los que les pedían dinero por ayudarla.
Pero los dos jóvenes no hacían caso a nadie, y miraban al futuro, a un momento en que al ser mayores de edad se podrían labrar de todos los problemas.
Todo siguió igual hasta el sábado, el día que debían ir a la fiesta que les programó Nabiki. Esa fiesta a la que tuvieron que ir y no quisieron. Esa fiesta cambiaría todo…
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Continuará…
Notas del autor:
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Las cosas han cambiado para los dos prometidos desde que volvieron del torneo, se han vuelto más cercanos, por esos tienen menos peleas, y se unen para que los dejen en paz.
No van a tener un camino de rosas para lograr librarse de todos aquellos que los persiguen. Nabiki esta sufriendo las iras de los dos prometidos, pero se agarrará a una moneda al rojo vivo y no romperá ese falso contrato.
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Agradecimientos:
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A Arianne Luna: Seguiré la historia hasta el final, aunque no sé cuanto capítulos serán. Ya no me atrevo a vaticinar si serán dos o tren o más, por que siempre me equivoco y son más.
A Iliana fajardo: Dejé esta historia en reposo durante un tiempo, ahora intentaré subir un capítulo por semana. Me alegra que te guste.
A todos los que leen y siguen esta historia muchas gracias.
