Perdonen la demora! No pensé que iba a demorarme! Tratare que sean 2 capítulos más rápidos.
Capitulo 3
Ranma despertó, su cabeza le dolía ¿era de mañana? ¿Cuánto tiempo había dormido? Recordaba que la noche anterior había salido ¿a donde? Había salido tras una discusión con Akane, ¿pero adonde había salido?. Lentamente su cerebro comenzó a funcionar, pero, lo único que recordaba era que había estado con el Doctor Tofu. Se levantó.
Caminó por los pasillos del dojo, no había nadie, miró el reloj de la pared.
- -son las 10 de la mañana, je, por eso nadie se ha levantado.- Al mirarse en un vidrio vio que tenia una venda en la cabeza ¿se había golpeado?. Entonces lo mas seguro es que fue a ver a Tofu por una consulta medica ¿pero por que de noche?
- -Ah, veo que despertaste.- Kazumi se había asomado de la cocina y vio a Ranma mirándose en el vidrio – El Doctor Tofu te trajo anoche, al parecer te habías tropezado de algo alto y te golpeaste, suerte que se encontraron para que él curara tus heridas.-
Así que era eso, aunque sentía
que algo andaba mal, no le dio mas importancia y se sentó en
la mesa, tenia hambre y que mejor que un buen desayuno preparado por
Kazumi.
Y no quería preocuparse de nada en ese momento.
Consulta del Doctor Tofu en ese mismo momento.
-
-Alo? ¿Papa? Soy yo, Tofu. Tenemos un pequeño
problema por estos lados y creo que necesitaré apoyo. Si sé,
no me recrimines por no haber entrado en el negocio, yo soy feliz
siendo medico pero esto me supera y te pido que vengas lo antes
posible, si, es de esa magnitud. Si, si, ok, esperare entonces.
Adiós.- Tofu colgó el teléfono, hacia rato que
no estaba seguro si llamar a su padre, pero como estaban las cosas
parecía que sí.
Se sentó lentamente a mirar
el gran sol de la mañana, pronto llegaría el invierno y
el ver esas nubes negras que se acercaban amenazadora y lentamente
sentía que algo malo habría ¿Por qué
ahora? No mentía cuando decía que la medicina era su
pasión. Se había instalado en Nerima cuando era joven,
mas que nada por alejarse de su familia y aparte por que ahí
vivía la mujer de sus sueños: Kazumi Tendo. Sus lentes
se comenzaban a apañar cuando la recordó, pero al
relajarse volvió a la normalidad. ¿Por que siempre era
así frente a ella? ¿Por que se comportaba como un
estúpido? ¿Por que no podía decirle... que la
amaba?.
-Necesito una tasa de Café.-
Hora de almuerzo en el Dojo Tendo.
Akane se encontraba practicando antes de almorzar, los adultos jugaban ajedrez, Nabiki había salido con unas amigas, Kazumi terminaba de poner la mesa. Solo Ranma estaba pensativo en su habitación. Aun estaba con las dudas de la mañana, sabia que algo faltaba pero no sabia que. Si, recordaba haber estado con Tofu, pero estaba seguro que no fue por el golpe en su cabeza, diablos, le dolía pensar.
-Familia, a almorzar!.- la suave voz de Kazumi lo despertó, su estomago rugía, realmente tenia hambre. Mas tarde se dedicaría a pensar mas en el asunto.
En alguna parte del centro de Tokio – NerimaY ahí estaba Tofu, caminando
con un sándwich en una mano y un café en la otra.
Últimamente no habían muchos pacientes en su consulta
así que no estaba mal tomarse un día libre de ves en
cuando, además, tan mal no estaba con la clínica.
Se
detuvo en unas librerías que estaban por ahí, hacia
tiempo que no leía un libro y tenia actualmente el suficiente
tiempo para hacerlo.
Al mirar la vitrina sintió un leve
escalofrío, ¿alguien lo observaba? Se dio vuelta pero
no encontró a nadie, aun así sentía que alguien
lo miraba, lo vigilaba, observaba cada paso.
-Vamos
Tofu, estas delirando, creo que el café nos hace realmente
mal- hablaba consigo mismo intentando sonreír nervioso. No,
esto era en serio, sentía la energía de alguien que se
posaba en él. Era algo parecido a lo que había atacado
a Ranma la noche anterior.
¿Pero por que no lo veía?
Habían probabilidades que supiera esconder su forma física,
algo así había aprendido hace años atrás,
pero ya había pasado mucho y olvidado gran parte.
Decidió volver a su consulta.
Centro de Tokio ya atardeciendo.
- Por fin llegamos ¿cierto? No sabía que en los últimos años la población había crecido considerablemente, siempre Tokio me ha sorprendido y ahora más al ver a toda la gente. Debo admitir, Arthur, que extraño la amabilidad de los antiguos japoneses, ahora nadie se detiene a preguntar, todos caminan como si el mundo se fuera a acabar.-
- ¿Ya habías estado aquí antes? –
- Pues si, pero de eso hace bastante tiempo, creo que la ultima ves que vine fue unos meses antes de pasar al "otro lado". –
Arthur y Alfred ya habían llegado finalmente a Tokio, mientras conversaban, ambos tenían sus sentidos alértas en caso que algo extraño sucediera. No les preocupaba estar sentados en una mesa de cafetería, fácilmente podían pasar desapercibidos si querían. Además el sol ya se estaba poniendo y ellos tenían la habilidad suficiente para no quemarse con el sol del atardecer.
- Arthur, ¿me estas escuchando?- Alfred se dio cuenta que su amigo miraba fijamente hacia un sector de entre toda la gente.
- Lo siento, pero creo que hay alguien que nos esta observando, lo cual es improbable que un ser humano ordinario tenga esa capacidad, a menos que... –
- A menos que sea alguien entrenado, lo sé, también siento esa energía y aunque no sea sobrenatural es extraño que en estos días aun queden humanos con esa habilidad.-
- No sé si sea extraño, estamos en Japón, ¿recuerdas? Supongo que sabes que en el Oriente las personas tienen grandes capacidades que nosotros, los occidentales no tenemos, Alfred. –
- Ya di con él, no lo mires fijamente, trata que parezca accidental, ¿ves a un hombre de gabardina oscura, cabellos café y unos lentes oscuros? –
- Si, pero sus trajes parecen viejos, gastados, de aspecto mayor, yo creo que tiene unos 45 años de edad, y sí, no está mirando desde la acera de enfrente.-
Efectivamente, al otro lado de la acera había un hombre que los miraba fijamente, al rato les sonríe, les manda un saludo con la mano y ante la sorpresa de los dos Vampiros desaparece ante la multitud.
- Debo admitir viejo amigo.- Alfred se queda mirando un rato hacia donde había estado el extraño antes de posar su vista en Arthur – Que este misterio se pone más interesante.-
- Es posible, pero no podemos quedarnos sentados, te recomiendo que nos separemos y nos encontremos a tal hora para poder buscar pistas.-
- Tu siempre tan serio, eres aburrido, si quieres ve, yo me quedare un rato aquí sentado, hace años que no vengo y no quiero comenzar de inmediato, me entretiene observar.-
Dicho eso, Arthur se levantó y de un saltó llegó al tejado de la cafetería. El Sol ya estaba desapareciendo.
Dojo Tendo
- Kazumi, ¿vas de compras a esta hora?-
- Si Akane, es que olvide comprar algo esta mañana y el mercado nocturno abre a esta hora.-
- Si quieres te acompaño, Ranma esta estudiando y no estoy para entrenar esta noche.-
Las dos hermanas se encaminaron hacia el mercado, era una noche tranquila y no había mucho que hacer, además, hacia tiempo que no compartían una salida juntas, solo ellas dos, y aunque fuese por algo simple, mejor que nada.
No tardaron mucho en dar con las cosas que Kazumi quería comprar, volviendo entonces mas temprano de lo esperado.
- Akane, tu vuelve a casa, yo tengo que ir a entregarle unas cosas a Tofu.-
- Bien, pero no te demores ¿vale?.-
- Tranquila Akane, que pareces mas preocupada de lo normal.-
- Lo siento Kazumi – sonrojándose – es simplemente el hecho de que todo es tan extraño estos últimos días.-
- ¿A que te refieres?.-
- Nada, no me hagas caso, después hablamos, ahora ve.-
Mientras Akane se alejaba, Kazumi se preocupó, si, de verdad ahora las cosas estaban diferentes, había algo que estaba mal pero ni ella sabia qué, entonces no podía reprochar a su hermana que se preocupara por ella.
Caminó tranquilamente por los
pasajes antes de llegar al consultorio del Doctor, le era divertido
ver como él se comportaba como un payaso, aunque habían
veces que deseaba que fuera más serio con ella, había
cosas que tenían que hablar, seriamente.
Un ruido la
distrajo de sus pensamientos, al mirar atrás vio que alguien
la seguía, la manera de caminar era extraña, como
tambaleante ¿un ebrio? Tal ves, pero no quería quedarse
a investigar. Apuró el paso para que no la viera, pero al cabo
de unos segundos apareció otro tipo, Kazumi alcanzó a
distinguir que los ojos de aquel hombre estaban idos, y estaba
balbuceando, caía saliva de su boca, su piel era pálida.
Ya había razón para asustarse por que ahora no eran
solo dos, al cabo de unos segundos aparecieron más.
¿Cómo combatir? Ella no
era una artemarcialista, ni una súper técnica y no
sabía de posiciones de defensa, si tan solo hubiese entrenado
junto con su padre cuando era niña, pero siempre quiso
dedicarse a otras cosas, las artes marciales no eran lo suyo.
Ahora
sí, tenia miedo.
Corrió como pudo, hasta perderse en una calle que nunca había estado, al mirar atrás vio que los "zombies" la tenían rodeada y se preparaban a atacarla.
- Akane... Ranma... alguien.-
Y de la nada, mejor dicho, desde el cielo alguien saltó delante de ella, a gran velocidad los golpeó haciendo que chocaran contra un muro quedándose estancados ahí para luego desintegrar a cada uno aplastando la cabeza, todo a una velocidad que una asustada Kazumi no podía ver.
Las cosas se calmaron unos segundos después, la persona que la había salvado estaba frente a ella, las calles iluminadas dejaban ver su apariencia, sus ojos eran verdes pero brillantes, su piel no se distinguía bien, pero gracias a la iluminación pudo ver su cabello rubio y largo. Vestía una chaqueta negra y larga. Le tendió la mano para ayudarla a levantarse. Kazumi notó que su piel estaba helada, pero no le dijo nada, estaba agradecida por la ayuda.
- ¿Cómo te llamas?-
El extraño no le respondió de inmediato, observó que no hubiese nadie y luego la miró.
- Arthur Bradbury de Berlión, pero puedes llamarme solo Arthur y debo decirte que en estos momentos hay peligro, te recomiendo que... -
- SUELTALA VAMPIRO –
Un enojado Doctor Tofu Ono hacia repentina aparición detrás de Arthur.
CONTINUARA.
Uf... ya veremos como se desenvuelve todo esto, estoy escribiendo todo lo que puedo por que mi meta era escribir un poco más para que conocieran lo que esta pasando. Espero que les halla gustado este capitulo, veremos que pasara en el próximo ya que se sabrá quien es realmente Tofu Ono.
