Dark: Es un placer presentarles ...pom, pom, Pom (redoble dramático)

Nico: El capitulo ocho!

Dark: sí...oye espera! Esa era mi línea!

Nico: uy...que pena n.n... Dark Janubis no es dueña de Yugioh! Ni de ninguno de sus personajes!...

Dark: ¬¬

Nico: n.n U

Dark: Ni modo...u .u empecemos con el fic!

Buscando elegidos

Los muchachos siguieron a Bakura hasta su humilde morada o como a muchos les gusta decir, una ruina desolada. Al ingresar vieron los escombros en el suelo, las maderas podridas y telarañas en el techo. Bakura caminó entre todas estas cosas como si fuera lo habitual y viendo el estado de la casa lo más probable es que así fuese.

-Sean Bienvenidos a mi acogedora guarida, pero no se queden de pie, por favor, tomen asiento!- dijo señalando a unas viejas sillas alrededor de una mesa a la que le faltaba una pata.

Sin ánimos de ofender al entusiasta ladrón, Yugi se aventuro a tomar asiento en una de las sillas; al principió creyó que esta se rompería, pero soportó su peso. Por otra parte, Joey y Tristan no quisieron tomar asiento, preferían estar de pie, así podrían vigilar al dueño de casa.

Bakura ignoró la actitud de los dos jóvenes y se dejó caer en una de las cuatro sillas. Levantó la mirada y con una expresión graciosa dijo:

-De haber sabido que tendría visitas habría limpiado un poco, jajajaja

Yugi se rió con él pero los otros dos se pusieron molestos.

-Oye! Qué tu nunca limpias aquí?-preguntó Tristan.

-Sí hombre! Este lugar es una pocilga!-añadió Joey.

Bakura se puso de pie, caminó hacia ellos y con un movimiento rápido los sujetó a los dos del cuello y gruñó.

-No suelo estar mucho tiempo en casa, de acuerdo?-dijo muy furioso-creen que el aseo es una prioridad cuando no tienes nada que comer en todo el día? Eh?

-Oye ...suelta-decía Joey tratando de respirar.

-Arg...-gruñía

-Bakura!-gritó Yugi preocupado-por favor, bájalos...ellos...no suelen pensar mucho en lo que dicen-dijo tratando de justificar la falta de tacto de sus amigos.

Bakura miro un instante a Yugi. El chico se veía preocupado por el bienestar de sus amigos. Bakura le sonrío y soltó al par de muchachos que cayeron al suelo.

-De acuerdo-dijo acercándose a la mesa y colocándole un brazo en el hombro al pequeño Yugi-Oye...para tan chiquito, tienes agallas-dijo dandole una amistosa sacudida.

-Oye tú! Deja a mi hermano en paz!-grito Joey.

-Si, metete con uno de tu tamaño!-apoyó Tristan.

-Em...chicos...este...-Yugi se sentía algo avergonzado por la actitud de sus amigos.

-Hum...-mencionó Bakura mirándolos, aun sosteniendo a Yugi-tienes razón, realmente no piensan lo que dicen, jajaja

-Oye! Como te atreves-gritaron los dos al mismo tiempo.

-SI yo fuera tu, me quedaría calladito, tu amiguito te salvo de que te estrangulase una vez, por favor, no me permitas tomarme ese placer!-les gruñó histéricamente causando que ambos se quedaran calladitos-Así esta mejor...vaya con la gente en estos días...siempre andan criticando a uno por ser ladrón! Jajaja

-Jajaja-río Yugi junto a Bakura.

-Oye, entiendes la broma-preguntó Tristan.

-No lo sé, pero sí Yugi se ríe debe de ser algo gracioso.

-Oye, eres bastante agradable pequeño-dijo Bakura frotándole juguetonamente el cabello-eres un niño bastante agradable!

Ante esto Yugi se puso molesto. Joey y Tristan se alejaron un poquito sabiendo lo que venía.

-n...ni...niño?-empezó a murmurar con rabia-A QUIÉN LLAMAS NIÑO?-gritó furioso-PARA TU INFORMACIÓN YA TENGO QUINCE AÑOS, NO SOY UN NIÑO, Y SI ME LLAMAS NIÑO SOLO POR MI APARIENCIA ENTONCES TU ERES UN ANCIANO POR ESE CABELLO!-su grito fue tan histérico y tan potente que Bakura se cayó de la silla donde se sentaba.

Luego de un instante, Yugi logró recobrar su autocontrol. Normalmente, no había nada que molestara al joven muchacho, pero uno vez que cumples los trece y aun creen que eres un mocoso de nueve, te empiezas a frustrar. Y más aun teniendo quince años!

Bakura se pusó de pie y miró sorprendido al chico. Ahora, su normal reacción habría sido golpear a cualquiera que se atreviese a gritarle, pero, el impacto de que un chico con esa apariencia le gritase, parecía que le hacía agradarle más.

-um...m...Jajajajaja-empezó a reír Bakura-Lo lamento! Jajaja...creí por un instantes...que...que eras un mocoso de once, jajaja-dijo dandole unas palmaditas en la cabeza a Yugi, consiguiendo que éste le soltara un suave gruñido-Bueno...ja...que uno no se puede equivocar o qué?-preguntó con una sonrisa-además, lo máximo que puedes pedir de mí es que me disculpe...si no basta para remediar mi error, entonces no sé que será suficiente!

Yugi levantó la vista y se puso a reír con él.

-Lamento el grito... es solo que después de tantas confusiones, bueno, uno se frustra un poquito...jajaja

-SI eso es un poquito, me muero por ver cuanto sería mucho!

Después de que los dos se calmaron, Yugi recordó el porqué de su visita.

-Bakura, dijiste que nos podrías ayudar a encontrar a las personas que buscamos, verdad?

-A sí...para eso los traje aquí...bueno...pero antes-dijo volteando a ver a los otros dos que aun estaba de pie-sería mucho pedir que ustedes dos dejaran de verme con esa cara y tomaran asiento?-dijo algo irritado.

-Bueno...este..

-Joey, por favor, recuerda que esto es importante, podrías?-preguntó Yugi.

-Joey?-preguntó Tristan-qué hacemos?

-Oigan, yo no pienso morderlos saben?-dijo Bakura- es más, me quitaré esto para que estén tranquilos-dijo sacando un daga de su cinturón y arrojándola.

-Seguro que no tienes más armas ladrón?-preguntó nerviosamente Joey.

-Oh! De acuerdo!-gruñó Bakura. Con eso saco dos cuchillas de su capa, una navaja de su zapato, tres púas de sus mangas y otra daga de su cinturón.

Ambos chicos estaban algo alterados.

-Ya esta, ahora sí-dijo levantando sus manos-estoy limpio!

-De...de...de acuerdo-dijo Joey, mientras él y Tristan tomaban lentamente asiento. Joey se le acercó al oído a Yugi y le susurró-cómo podías estar tan tranquilo si estaba tan armado?

-Es que, sinceramente, considero le considero igual de peligroso, armado que no armado-dijo en susurros.

-Muy bien, entonces, me van a decir lo que buscan o tengo que averiguarlo?-preguntó sentándose de nuevo.

-De acuerdo-dijo Yugi- esto puede sonar muy extraño...pero buscamos, específicamente a tres personas...más o menos...

-Cómo son?-preguntó Bakura.

-No sabemos-dijo Joey.

-EN qué trabajan?

-Tampoco sabemos-dijo Tristan.

-¡¿Sus nombres!

-Ni idea-completo Yugi.

Bakura los miró como si le estuvieran tratando de tomar el pelo.

-Si no saben nada, entonces ¡¿cómo rayos esperaban encontrarlos!-gritó.

-Tenemos algunos datos...-dijo Yugi-tal vez basten para dar con ellos...

-Bueno en ese caso, hablen!

-Sabemos que deben tener más o menos quince años-dijo Joey.

-Muy bien quince años...hay muchos así...

-También deben ser huérfanos-dijo Tristan.

-Huérfanos...eso cierra un poco más el grupo...

-Y debieron haber sido adoptados por alguna familia cuando eran bebés.

-Quince años...huérfanos...adoptados...

-Sí...conoces a alguien con esa descripción?-preguntó Joey con emoción.

-Si...si conozco a alguien-respondió Bakura.

-A quién? donde esta?- preguntó Yugi.

-Esta aquí-dijo Bakura.

-En dónde?-dijo Tristan.

-Servidor-respondió levantando la mano.

-¡TU?-fue la reacción de todos.

-Bueno, tengo quince años, soy huérfano, y fui adoptado cuando era un bebé, o al menos eso me dijeron-respondió.

-Así?...te importaría contarnos un poco más acerca de eso?-preguntó Joey.

-Seguros que no son espías?

-Si-afirmaron juntos.

-De acuerdo...pero no es muy fácil...bueno...todo sucedió así...

En esta casa tan derruida, una vez vivió una pareja de ancianos. Un día, mientras el hombre arreglaba algunos muebles y la mujer cocinaba, un hombre encapuchado llegó hasta su puerta. Ambos lo iban a echar hasta que oyeron al niño que estaba envuelto en mantas que estaba en sus brazos...

-Tu?-dijo Tristan.

-Pues claro tonto... ahora, como decía antes de ser interrumpido... el hombre se les acercó y les dijo que por favor cuidasen al niño que llevaba consigo, que sus padres habían perecido y que necesitaba un lugar donde poder crecer a salvo. Ambos ancianos aceptaron gozosos, siempre habían deseado un hijo y ahora lo tendría, aunque no era propio. Fue así que llegue hasta esa pareja...

-Qué más?-preguntó Yugi.

-Bueno...yo fui creciendo y los dos amables señores me enseñaron todo lo que pudieron. El hombre me enseñó el trabajo en madera y los negocios; la mujer me enseñó a cocinar y a coser, dijo que quizá algún día lo necesitaría...En sí todo estuvo bien hasta ese día... El anciano a quién yo había conocido como padre, sufrió un fuerte accidente cerca del río. Su cuerpo se lastimó tanto que luego de dos días, falleció...no sin antes pedirme que cuidará a mi madre...

-Estás bien?-preguntó Joey, viendo que esto era algo difícil de contar para el ladrón.

-Si...estoy bien-Bakura dijo mientras recobraba la compostura- Una vez muerto el hombre de la casa, su esposa, a quien yo llamaba madre, se puso muy triste. Y, no se si fue para evitarme el dolor de la pérdida o fue para auto compadecerse, pero ese día ella me contó que yo no era su hijo y me contó como había llegado hasta ellos. En un principio me confundió...pero extrañamente, una vez que lo supe me sentí...no sé como explicarlo...como...como...

-Como si todo tuviera sentido?-preguntó Yugi.

-Si, exacto! Saber que no era hijo de ellos ponía todo más claro para mí. Sin embargo no deje de querer a esa mujer como mi madre. Pero, dos años después...cuando cumplí los doce, ella contrajo una grave enfermedad. Antes de morir, me dijo que me cuidara y que ella sabía que un día haría algo de lo cual estaría orgullosa, ella y papá...en ese instante me quedé solo...

-Vaya...eso...eso debió ser duro-dijo Tristan algo cabizbajo.

-Eso no fue nada comparado a lo que pasó después!-respondió con rabia- aparentemente, como yo no era un ciudadano económicamente activo, era por decreto del faraón que yo pagase un impuesto extra al normal, para así remendar mi ineficiencia!

-Qué?

-Lo que oyeron...pero como yo no tenía dinero...ellos...ellos...-mientras hablaba sus manos se presionaban en puños- Esas rata vinieron aquí y tomaron todo, absolutamente todo lo que pudieron. La ropa de mis padres, los adornos de la pared...los utensilios, las cortinas...es más, miren los agujeros en las esquinas, se llevaron las molduras a mano que mi padre les había incrustado!-dijo señalando los lugares-un poco más y se hubieran llevado mi túnica, y eso, sólo porque estaba rota y vieja!

-Eso es injusto-gritó Joey-como pudieron hacer algo así!

-Son el gobierno, hacen lo que quieren...bueno...en ese punto me encontré hasta el fondo de la sociedad. Por un instante creí que moriría, pero fue entonces que recordé lo que papá decía... "Si no hay caminos, entonces hay que forjarlos!"y lo que mi madre me decía siempre "Todo conocimiento sirve en algún momento!"...sí, esas frases me mantuvieron vivo... pronto hube perfeccionado mis técnicas de robo...aprendí a comer a lo grande donde solo había poco...ciertamente el saber de madera te ayuda a forzar un seguro de las puertas... les debo mi vida ese par de ancianos...

Los muchachos se quedaron mudos, estaban asombrados con la historia.

-Bueno, ya es dije lo que querían saber...ahora, antes de que me arrepienta de lo que conté ¿Serían tan amables de explicarme para qué necesitaban saber eso?-preguntó tranquilamente.

-O...sí claro...-dijo Tristan recobrando el habla.

Con ellos los chicos procedieron a contarle al ladrón lo que sabían. Cuando hubieron terminado, fue el turno de Bakura de quedar sorprendido.

-¡Hij...Hij...Hijo del antiguo faraón?-balbuceo por la sorpresa- Esperen, quieren decir que yo podría ser el hijo de tan alto personaje?-dijo nerviosamente.

-Si, tu o cualquiera de los presentes o de los que aun no lo esta-dijo Yugi con su clásica sonrisa.

-vaya...imaginen todo lo que yo podría hacer como faraón!-dijo emocionado-adiós a las preocupaciones!

-Oye, lamento bajarte de tu nube, pero necesitamos aun encontrar a los otros prospectos a príncipes y luego averiguar quien es el verdadero!-dijo Joey poniéndose de pie.

-Qué?

-Bakura, concéntrate por favor...no conoces a otras personas que tengan tu misma descripción?-preguntó Yugi.

Bakura se detuvo en seco y se puso a pensar por un instante.

-Ahora que lo mencionas, si conozco a otra persona...

-Qué bien!

-Pero no creo que sea buena idea...

-Qué, por qué?-pregunto Tristan.

-Por qué...él...bueno...esta...loco!

-Oye, si no te agrada esta bien, pero no hay porqué acusar a alguien de loco!-dijo Joey algo molesto.

-NO, yo me refiero a que el sujeto está literalmente LOCO!-gritó enfatizando Loco.

-Por qué lo dices Bakura?-preguntó Yugi.

-Bueno...verán. Hace como dos años, él solía ser mi amigo. Me había ayudado mucho con mis problemas, su nombre era Jineru y solía vivir cerca de aquí con sus padres...pero un día...hubo una horrible sacudida en toda Nefer-Asen. Muchas casas se vinieron abajo. Una de ellas fue la suya. El pobre tipo pasó atrapado bajo los escombro durante un día y medio antes de que lográramos sacarlo...pero lo peor no fue eso...

-Entonces?-preguntó asustado Yugi.

-Cuando lo sacamos estaba bañado en sangre, pero no era la suya, sino la de sus padres, los cuales habían fallecido al ser aplastados por el techo!

-Ahhh!-dijeron todos.

-Eso mismo dije yo-afirmó Bakura-Y como se habrán dado cuanta, eso le dejo un severo trauma...cuando despertó dos días después de ser rescatado, el pobre tipo no dejaba de gritar que el techo de la casa se le caería en la cabeza. Salió corriendo y cada vez que se chocaba con una casa, gritaba como loco "Los techos no quiere muertos, Auxilio!"

-Wow...eso si es estar loco...-afirmó Joey.

-Oye, pero no se le ha quitado hasta ahora?-preguntó Tristan.

-No lo creo, lo vi hace como una semana y estaba mucho peor..

-Qué tanto?-dijo Yugi.

-Bueno, dijo que no solo lo techos no iban a matar, sino que el cielo se estaba cayendo!

-Oh...-dijeron todos.

-Si de alguna forma, ese sería el faraón, creo que prefiero que Serket siga siendo faraón!

-Supongo que en eso concuerdo-dijo Joey.

-Eso nos quita una persona...pero...Bakura no conoces a otro que pueda ser?-preguntó Yugi amablemente.

-Bueno...ahora que lo mencionas sí conozco a alguien...

-Quién?

-Bueno...es un amigo mío...se llama...

Ooo

-MARIK!-gruñó una fuerte voz-¡te lo advierto! Soy muy generoso al darte alimento, casa y estudios, como para que te atrevas a faltarme el respeto! Ahora...FUERA DE MI VISTA!

Un enojado Marik salió de la cámara donde el y su padre estuvieron discutiendo sobre los impuestos, y como siempre, Marik sugirió una baja y toda una pelea se desató.

-Algún día...algún día, te haré tragarte esas palabras anciano-dijo Enojado mientras regresaba a su habitación.

Ooo

Dark: Espero que les gustara...

Nico: Sip, bueno, ya es tarde, Dark ven a dormir!

Dark: Rayos, te crees mi madre?

Nico: Nop...y gracias al cielo que no soy tu mamá!

Dark: ¬¬''

Nico: n . n

Dark/Nico: Hasta la próxima!

R&R