"Aclaraciones"
Por un momento vio su muñeca, aún seguía roja, sabía que eso pasaría, pero aun no entiende porque Reborn decide ser tan brusco con él.
Ah, está cansado de todo eso…
—Es bueno ver otro rostro conocido, ¿no crees, Tsuna? —Comento tranquilamente una nueva presencia.
El nombrado se tensó un poco, pero asintió levemente. Trato de caminar un poco más rápido, no deseaba que Yamamoto lo viera como una mala persona, pero quería llegar al lado de su hermano que probablemente se encuentre asustado por toda la escena que acaba de ocurrir.
Enma, notando que el castaño venia masajeándose su muñeca corrió a él, espera que cualquiera que fuese el daño que le hizo el compañero del castaño no sea algo malo.
—Tsuna, déjame ver tu mano… —Suplico en un susurro.
Sawada no dijo nada, solo extendió su mano con la esperanza de que su nuevo amigo no se realice un drama por una cosa tan pequeña. Enma frunció el ceño al poder admirar la horrible marca que dejo el de ojos ónix.
—No es nada serio… No te preo… preocupes —Tartamudeo, mentalmente se golpeó, no se suponía que haría eso, inevitablemente miro unos segundos a Yamamoto. Este mantuvo su distancia al ver como el pelirrojo se acercaba a él.
Kotazo no entendía porque lo volvió hacer: tartamudeo, entonces lo noto, a la otra persona que había entrado también. Su ceño se profundizo aún más al notar como Tsuna miraba levemente al más alto, como si tuviera miedo...
Pequeños pasos se escucharon, todos voltearon a la dirección de donde provenían, el pequeño se estremeció al sentir todas las miradas, sin embargo, no retrocedió, está preocupado por su hermano y quiere saber si se encuentra bien.
—Tsuna, ¿te encuentras bien? —Cuestiono con miedo evidente, no quería perderlo, se acercó un poco más y lo jalo del pantalón, como siempre su hermano mayor estiro sus brazos para cargarlo. Recargo su cabeza en su pecho, temiendo que algo malo le pasara a su hermano en su ausencia.
—Por supuesto. —Afirmo alegre, el nerviosismo lo encerró en su corazón otra vez.
—El idiota de Reborn no te hizo nada malo, ¿verdad? —El miedo era evidente, evitaba cualquier contacto visual mientras abrazaba con más fuerza a su hermano.
—Ya te dije que no lo llames así. —El castaño se rio con nerviosismo—. No, él jamás trataría de hacerme algún tipo de daño. Así que no te preocupes.
El castaño comenzó a caminar lentamente a otra parte de la biblioteca, tarareaba alguna canción infantil con la intensión de calmar a su hermano. Agradeció mentalmente que aquellos dos no lo siguieron.
El paso lento y la dulce voz de Tsunayoshi le ayudo bastante, sus parpados volvieron a sentirse pesados, nuevamente se durmió.
Sin mucha preocupación comenzó a caminar de regreso al sitio donde se encuentra Adelheid y el resto. Cuando se estaba acercando más logro escuchar a Enma y Yamamoto hablar tranquilamente, eso de alguna manera lo tranquilizo un poco.
Con mucho cuidado se sentó a un lado de Enma, este solo le sonrió un poco en el momento en que cruzaron miradas.
—Tsuna, toma. —Yamamoto se estiro a él, le extendió una pequeña cobija.
Desde su perspectiva era raro que una persona con la cual nunca cruzo una sola palabra antes de que todo esto pasara le hablara con normalidad, como si fueran amigos desde hace mucho tiempo atrás.
—Gracias, pero no es necesario… —Negó lo más amable que le fue posible.
—Por favor, tómalo, en las madrugadas baja la temperatura, la necesitaras. —Termino con una sonrisa.
Por unos instantes miro de reojo a Enma, este fingió demencia y comenzó a ver a otro lado. El castaño sonrió levemente mientras la aceptaba y con su ayuda se la colocaba a Lambo.
—Entonces, ¿ya se conocían? —Interrogo con inocencia el pelirrojo, tenía curiosidad por la frase que dijo el castaño cuando ellos llegaron.
—En realidad… —El castaño quería decir la verdad, más fue en vano, lo interrumpieron.
—Ambos fuimos a la misma escuela, de hecho éramos compañeros de clase. —Soltó una pequeña risa y cerró los ojos, probablemente se estaba perdiendo en sus propios recuerdos—. Para ser honesto, no te reconocí hasta que te vi más de cerca. ¿Sabes? Por un momento me sorprendí de que estuvieras vivo, ya sabes, por tu apodo de 'dame'…
Tsunayoshi se tensó, ya no le gustaba esa conversación, ah, quizás nunca debió interferir, pero su otro "yo" prácticamente lo obligo a que detuviera a Reborn.
—Yo también tenía un apodo similar… Era 'perdedor-Enma'. —Comento nervioso, quería eliminar la tensión que se comenzó a formar después de aquellas palabras de Takeshi—. Eso fue debido a mi mala suerte —Dejo escapar una pequeña carcajada de nerviosismo.
Tsuna le dio una mueca de felicidad, sin embargo, carecía de esta, era una mueca vacía.
Cerró la puerta de aquella oficina una vez que entro. Era raro volver a encontrarse con el mejor asesino del mundo, sobre todo porque este perdió su antigua forma de bebé.
—¿Cómo le hiciste para llegar hasta aquí? Lo última noticia que obtuve de ti es que tomaste un vuelo equivocado y terminaste aterrizando en otro lugar. —Medito un poco sus propias palabras mientras tomaba asiento en el escritorio. El pelo plateado mantuvo su distancia todo el tiempo—. Además. ¿Qué le paso a tu ojo?
La afilada mirada del asesino provoco que temblara levemente, no podía mentir. Mejor dicho su instinto de supervivencia le gritaba que mentir no era una opción, que solo decir la verdad lo va a salvar.
—Yo… Soy un hibrido ahora, de alguna manera logre controlar la 'enfermedad'… —Comenzó con calma, sus manos estaban hechos puños debido a la impotencia de ser tan débil como para que la horrible enfermedad se manifestara en él—. Es por eso que utilizo un vendaje en mi ojo, para que nadie vea el monstruoso cambio que dejo en mi la 'maldición', —sus manos se aflojaron y una de ellas llevo se encamino hasta tocar su venda. Suspiro levemente—. Mi esclerótica* se tiño de un color negro y el iris cambio a un color rojo… —El asesino asintió levemente, el ya conocía ese cambio, lo vio en persona y también elimino a la persona y elimino—. Reborn, si pierdo el control, ¿me podrías eliminar? No quiero ser una carga…
Aquella frase, ¿por qué le fue tan dolorosamente familiar?
El nombrado asintió, no era momento de perderse en sus recuerdos.
—Descuida, no te pasara nada malo… —Trato de tranquilizarlo, de hacerle saber que nada malo le pasaría.
Que hipócrita está siendo.
—Oh, también llegue hasta aquí con la ayuda del otro chico, Takeshi, el quería venir hasta aquí por algún extraño motivo. —Reborn tarareo en respuesta—. Hoy en la tarde llegamos a un centro comercial donde nos encontramos con el chico que también está aquí, creo que se llamaba Enma. Supongo que gracias a él fue que te encontramos…
Ah, ¿Por qué todo se tenía que unir?
—Por cierto, Reborn, ¿Quién es el otro chico que te detuvo…? —Dudo un momento al preguntar eso, desconocía como reaccionaria el asesino ante aquel comentario inofensivo.
—Él es Sawada Tsunayoshi, el Futuro Decimo Vongola… —Respondió sin mucho rodeo, de alguna extraña manera su voz salió más amarga de lo usual.
—¿Quieres decir que él…? —Decir que estaba sorprendido era poco, "aquel castaño que se ve tan frágil… Era imposible que el fuera…" Detuvo su tren de pensamientos con una nueva respuesta del mayor.
—Si… Él será… —Detestaba esa idea con todo su ser. Quería evitar aquel destino a cualquier costo, pero jamás se lo diría a nadie a menos de ser necesario.
