"Confianza"


Camino de un lado a otro, su ansiedad a cada segundo aumenta junto a su ritmo cardiaco. ¿Qué clase de amigo se supone que es si no fue capaz de notar la intención de su mejor amigo y no hizo nada por ayudarlo? Uno bueno no cree. Tal vez ni siquiera se pueda considerar que es un amigo.

¿O será porque en realidad no ha tenido ninguno en toda su vida y por eso no sabe cómo actuar? Quizás debió hablar con él un poco más, de haberlo hecho quizás todavía estuviera con ellos…

Sin embargo, está siendo egoísta, si hubiera obligado a Enma a quedarse probablemente Adelheid ya no estuviera viva…

Lambo no comprendía porque su hermano mayor se encontraba tan preocupado o mejor dicho, no entiende porque camina de un lado a otro como si tuviera ganas de ir al baño.

—Tsunayoshi, caminando de un lado a otro no vas a cambiar la realidad. —Comento con cierto enfado el adulto.

El nombrado se detuvo, tanto Hayato y Takeshi se sorprendieron por su acción, no esperaron que el castaño fuera tan ¿dramático? ¿Alguien que se preocupa demasiado…?

—¡Tu no entiendes Reborn! —Exclamo irritado Sawada—. ¿Y si algo malo le sucede y no estoy para ayudarlo?

—¿Y si estuvieras con el cual sería la diferencia, Tsunayoshi? —Frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos.

El castaño se estremeció ante la gélida mirada del mayor.

Cierto. ¿Cuál sería la diferencia? Lo único que lo ha salvado es su suerte…

¡Necesita ser más fuerte!

—Bueno, tal vez Enma no se hubiera marchado solo si tu no lo hubieras amenazado en primer lugar… —Reclamo con una mueca de disgusto, su mirada no vacilo al momento de chocar con la ónix.

Todos guardaron silencio, incluso Lambo se encontraba sorprendido por el repentino valor que tuvo su hermano. Pero una parte de él tenía miedo, la última vez que su hermano lo hizo… Negó levemente, ese no era un buen recuerdo.

Esto no pasó desapercibido para una persona en primer lugar.

Reborn gruño, nada contento con Tsunayoshi y sus repentinos cambios de rebeldía. Justo cuando planeaba contestarle alguien se adelantó.

—Tsunayoshi, si se siente más cómodo puedo ir en su búsqueda. —Propuso con cierto sonrojo el de pelo plateado y dio un paso adelante.

—Gokudera… —Sawada no espero que aquel extranjero se ofrecería para hacer algo por él. Su ceño cambio a uno más relajado y después negó levemente—. N… No… Es ne… necesario…

¿Por qué tartamudea? No comprende esa acción.

—Lo es, es lo mínimo que puedo hacer por compensar el hecho de que me salvo la vida. —Respondió con seguridad mientras su mano se posaba en su pecho, no planea retroceder con su palabra.

Una pequeña parte de Tsunayoshi le decía que eso puede ser una cruel y piadosa mentira.

—Oh, eso es bueno Tsuna. —Comento tranquilamente Takeshi mientras colocaba una mano en el hombro del de menor estatura.

—¿Takeshi? —Miro con duda al más alto de los adolescentes.

—Hayato quiere hacer algo por ti. —Sonrió un poco. Ignorando por completo la mirada de incertidumbre del castaño.

Sawada tuvo que respirar varias veces para calmar el repentino sentimiento de que algo no está bien con eso.

—Bien, parece que la situación ya se resolvió. Ya no tienes que preocupar, Tsuna. —La voz tranquila y burlo de Reborn le provoco cierta incomodidad al nombrado.

—No. Yo lo traeré de vuelta. —Esta vez fue el turno de que el asesino frunciera el ceño, otra vez.

—No. —Reborn camino hasta quedar frente al menor.

Esta acción ocasiono que el más pequeño de todos corriera aferrarse de la pierna del castaño, mocos y lágrimas amenazaban con salir.

—No te preocupes, Tsuna, yo lo traeré, además tú tienes que cuidar a tu hermanito. —Una tímida sonrisa decoro su neutra expresión.

—Goku…

—Hayato. Dime Hayato, por favor. —Su mirada se encontró con la chocolate—. Y no te preocupes decim… —Guardo silencio ante la feroz mirada que el asesino le mando—.Traeré de vuelta a Enma y a la otra chica. Así que no te preocupes Tsuna.

El nombrado no sabía que responder por varios motivos: el primero es que el adolescente rebelde le dio permiso de llamarlo por su apellido; el segundo es que lo mira con una gran confianza y admiración, las cuales aún desconoce el motivo; la tercera es que le iba a llamar "decimo", justo como la primera vez que lo llamo Reborn cuando se encontraron, pero después de aquella vez jamás lo volvió a llamar así.

No entendía nada, su corazón aun desconfiaba de aquel adolescente, sin embargo, otra parte de él confiaba en sus palabras, está seguro de que él será capaz de traer de nuevo a su mejor amigo.

Reborn frunció el ceño, esa no era buena señal.

—Gracias, Hayato… —Las mejillas del menor se tiñeron de carmín. Realmente ha conocido a buenas personas después de una mala experiencia.

El nombrado sonrió aún más, Sawada Tsunayoshi es en verdad un gran cielo.

Quiere quedarse y servirle solo a él.

Y quizás más adelante le cuente su extraña condición.

Está seguro de que el cielo lo recibirá y aceptara sin ningún probable.