Warning: Shonen ai, yaoi, (NC-17, próximamente, no os desesperéis).

Disclaimer: Saint Seiya no me pertenece, ok? Este fic es una adaptación del manga: Wild Kiss, por Hisaya Nakajo.

Parejas: MiloxCamus

Wild Kiss
By: Konoto-chan

Chapter II: Homeless

--Vives solo?.-preguntó Milo sacando de sus cavilaciones al francés, sentándose a la mesa que estaba en la cocina.

--Mmmm... si, por un tiempo, por la situación de mi familia.-respondió distraídamente, mientras tomaba asiento junto al moreno.-Es mejor así... Ahora, de qué querías hablar?.-preguntó mirando inquisidoramente al otro con sus ojos azules, esperando una respuesta por parte del otro joven.

--Esta es la primera vez que le digo esto a otra persona...-dijo con semblante muy serio, mirando fijamente los ojos azules de Camus.- Soy un vampiro.-dijo Milo.

--No puede ser.-dijo Camus riendo a carcajadas.- Eso no puede ser... verdad?.-preguntó entre risas.

--Nop...-dijo el otro sin cambiar su expresión.-Es cierto.-declaró.

--Dios!... nunca vi eso venir... es que acaso es un lunático?.-se preguntó el francés al tiempo que abría ampliamente sus ojos azules.

--Aah... Tengo que ir a mi trabajo de medio tiempo en un minuto y...-dijo el francés.

--Mi familia viene de ese origen...-le cortó.- Mi madre fue una persona ordinaria, pero mi padre siempre estuvo relacionado con la sangre...-dijo mirando un punto muerto en el piso.-No es como has visto en libros o películas, nosotros no nos transformamos ni morimos al estar expuestos a la luz del sol.-continuó.-Pero... los hábitos nunca cambian... no podemos dejar de beber sangre humana.-dijo sonriendo ligeramente.

--Si no bebes sangre humana, no deberías morir?.-preguntó el ojiazul.-Tienes que beber la sangre pura de chicas bonitas cada noche también?.-cuestionó.

--No, no es así.-habló el peliazul.-Todavía no soy completamente un vampiro, aún... Eso es por que... No puedo beber la sangre de cualquier humano...-dijo clavando sus ojos turquesa en las orbes del otro.-Nosotros los vampiros estamos atados por el pacto de sangre con un solo humano, por el resto de nuestras vidas... Entonces no es sólo vivir de la sangre de otro...-

--Esa cosa de la sangre... si tu no la bebes, qué pasará?.-preguntó Camus.

--Me convertiré en un monstruo vagando para saciar su sed de sangre...-dijo quedamente.-Camus... pronto se acabara el tiempo para conseguir mi propio pacto de sangre... si mi tiempo se acaba, necesitaré sangre constantemente. La sed de sangre me vencerá, y mi forma real saldrá a la luz... No podré ser capaz de detenerme, sólo mi compañero podrá hacerlo.-continuó.-Camus...Quiero que tú seas mi compañero de sangre.-dijo casi en un susurro acercándose lentamente al francés.

--No, no, no, no.. de ninguna manera!.-dijo negando con su cabeza y alejándose de Milo.-Eso... tú bebiendo mi sangre y... eso no pasará!... Porqué debo ser yo, No quiero...!.-dijo alterado.

--Yo tampoco lo sé.-dijo interrumpiendo al menor.-Te escogí por instinto... Pero cómo y porqué... Absolutamente no lo sé!.-exclamó, provocando un respingo en el francés.

Ninguno de los dos jóvenes vió la sombra que apareció en la ventana, escuchando y viendo todo.

--Cam, hola, llegas tarde.-saludó Aioria.-Llegué a casa mas rápido que tú, qué estabas haciendo?.-preguntó.

--Eh?.-sólo dijo, no muy seguro de qué responder.

--Y porqué está aquí Yoshida-kun también?.-preguntó.-Ah, Ah!... no me digas... Ya son buenos amigos?.-preguntó sonriendo.

--Cómo demonios vamos a serlo!.-exclamó.- L-lo siento, jefe, llegué un poco tarde.-se excusó, retirándose a hacer sus labores.-Quítate, estás en mi camino!.-dijo con voz irritada a Milo.-Estoy ocupado, ve a casa!.

--Oh, eres alto!.-dijo un hombre de cabellos castaños al igual que Aioria.- Estas en el mismo grado que Aioria y Camus?.-preguntó el hombre recibiendo un asentimiento por parte de Milo.-Cam, deberías tomar a tus amigos como ejemplo, por que eres muy pequeño...-dijo sonriendo grandemente.

--Mi tamaño es asunto mío!.-dijo irritado.

--Bien, tengo que salir un momento, te quedas a cargo.-dijo el hombre.

--Esta bien.-respondió el otro.

--Hey, hey, Yoshida-kun, podrías ayudarme con el problema numero tres.-pidió amablemente el ojiverde.

--Claro.-aceptó Milo.

--Oi, Aioria, no...-trató de hablar.

--Pero Yoshida-kun es inteligente... O puedes ayudarme tú, Cam, vamos adentro, Yoshida-kun.-dijo el castaño.

--Después de todos estos años de amistad, lo arruinas todo por un poco de tarea!.-exclamó.

--Cam y yo sólo somos amigos.-dijo distraídamente mientras escribía.-Desde primer grado secundaría.

--Eh?.-preguntó confuso, ante la fija mirada del castaño.

--Tengo la sensación de que Yoshida-kun quiere saber...-comentó mientras recargaba su cabeza en sus manos y sonreía.-Bien, ahora la tienda y ésta casa están conectadas, pero hace tres antes estaban separadas, y desde ese tiempo Cam vive sólo.-comentó.

--Ah! porqué?.-preguntó el peliazul, curioso.

--No lo sabes?.-preguntó, recibiendo una negación por parte del otro.-Verás, actualmente, la familia de Camus está...-pero un golpe en su cabeza lo hizo callar, Camus lo había golpeado con el cuaderno en el que había estado escribiendo, que rápido y silencioso, ni siquiera lo vió venir.

--Hey, porqué estas hablando de la vida de los demás?.-preguntó irritado el francés.-Chismoso.-le recriminó dejando el cuaderno en la mesa.

-- Ouch!... Lo siento-se disculpó el ojiverde sobándose la cabeza.

--Mi casa está llena de gente.. con mis tres hermanos, mis abuelos y las constantes visitas de mis tíos y tías... no había espacio así que me decidí a vivir solo.-Dijo cerrando sus ojos.

--No eres el mejor hermano del mundo?.-preguntó Aioria sonriendo alegremente.

--Cállate.-dijo el ojiazul.

--Hmph.-Milo sonrió ligeramente.

--Ah!... Yoshida-kun esta riendo, vaya, es la primera vez que lo veo.-dijo el castaño señalando al chico.

--Tu bastardo!... De qué te estas riendo?.-preguntó el francés.

--Cam!... Camus!.-llamó.

--Qué pasa, papá?.-preguntó el ojiverde al ver tan agitado al hombre.

--Camus, vuelve a tu casa, ahora!.-habló jadeando el hombre.

--Pasa algo malo?.-preguntó el ojiazul.

--Tu casa esta en llamas!.-exclamó.

Fue lo mas rápido que pudo, pero ya era tarde, no quedaba nada, excepto los cimientos. Escuchaba lejanamente los murmullos de las personas que estaban allí: 'Gracias a Dios que nadie resultó herido', había dicho una mujer mayor a otra, 'Los bomberos dijeron que el fuego fue provocado', dijo otra. Esto debía ser una broma, verdad?... una broma de muy mal gusto. Primero, la confesión de amor de un chico que decía ser un vampiro... ahora esto... acaso era un mal día?.

--Qué vas a hacer, Cam?.-preguntó Aioria, mirando al chico.

--Ahhh... eh?... bueno, creo que iré a casa algunos días.-dijo sonriendo falsamente.

--Estas seguro?.-preguntó Milo.

--Si, creo que podré hacerme algo de espacio allá.-dijo restándole importancia.

--Creo que volveré a casa ahora, adiós, chicos.-dijo el castaño despidiéndose.

--Debí adivinar que habría mucho agua...-dijo el francés al entrar al inmueble.

--Qué estas haciendo?.-preguntó Milo.-Dijiste que irías a la casa de tu familia.
--Ah, bueno... mi llegada causará un poco de problemas, así que me quedaré con Aioria unos días.-dijo distraídamente.-Ugh, my cuarto esta totalmente quemado y mojado...

--Quisieras ir a mi casa?.-preguntó Milo.

Estaba en un grave problema... pero no tenía otra opción. La casa era bastante grande y oscura, daba miedo.

--Por aquí.-indicó el mayor.

--Porqué me pasa esto a mi?.- se preguntó el francés

--No se molestará tu familia, por que me quede aquí?.-preguntó el ojiazul.

--No... Mis padres murieron hace mucho.-dijo el peliazul.-Siéntete como en tu casa.-dijo al abrir la puerta.

--Lo lamento.-se disculpó.

--No importa... pasó hace mucho tiempo, esta bien. Pero...-dijo deteniéndose.- Hay otro ocupante.-informó.

--Otro ocupante?.-preguntó confundido.

--Estoy en casa, Vincent.-dijo el joven cerrando la puerta tras de sí.

--Es... un lobo?.-preguntó asombrado, cuando vió al animal caminar hacia ellos lentamente.-Nunca pensé que fueran así de grandes.-dijo el ojiazul.

--Bienvenido a casa, Milo-sama.-dijo el lobo con voz profunda.

--E-esta hablando?.-preguntó con voz sorprendida.

--Vincent es el espíritu de un lobo, ha estado en mi familia por mucho tiempo.-dijo tranquilamente el peliazul acariciando al animal detrás de las orejas puntiagudas.

--Ya veo.-dijo el francés.

--Vincent, él es Camus, se quedará con nosotros por un tiempo.-dijo el chico señalando a Camus.

El animal se acercó al francés lentamente, su pelaje blanco y plateado relucía a la luz, mirando con sus penetrantes ojos amarillos al chico que estaba parado junto a Milo. El lobo avanzó hasta quedar a los pies de Camus.

--Agáchate.-dijo Milo.

--Eh?.-preguntó el ojiazul, confuso.

--Quiere que te agaches.-le indicó.

El francés obedeció poniéndose de rodillas frente al animal, el cual miró fijamente los ojos azules del chico, para seguidamente cerrar sus ojos ámbares y restregar su rostro contra la mejilla del ojiazul cariñosamente.

--Me gusta...-dijo el lobo suavemente.

Camus cerró sus ojos, y Milo sólo sonrió ante la escena.

To Be Continue

KkKkKkKkKkKkKkKkKk KkKkKkKkKkKkKkKkKk KkKkKkKkKkKkKkKkKk

Ok, otro capítulo mas, espero que haya sido de vuestro agrado, mis mas sinceros agradecimientos a aquellas personas que han estado leyendo, y hasta la próxima.

†... Y saber que todo dura sólo un ínfimo instante... entonces, por que seguir aquí, si mi instante ya a pasado?... Y hace cuanto!... †