DIOS! NO ME MATEIS! Lo siento jejejee por el retraso... en serio, pero esque este capitulo me ha costado la misma vida, para salir la porqueria que ha salido. Bueno, pero no vayais a pensar que lo iba a dejar sin continuar :P:P con lo bien que va... semanas... pero lo acabe! Ademas, he tenido exámenes, vacaciones (eso conlleva salir todos los dias...), se me rompio mi ordenata de uevo (JEJE ... me rio por no llorar) y bastantes cosas mas (como falta de inspiración) que han imposibilitado que siguiera escribiendo el fic :P:P Bueno, espero que os guste el mierda capitulo, porque la verdad esque no vale mucho, pero vamos... y dejarme reviews por fissssssssss :D:D:D:D un beso a tos! Y gracias por seguir ahí aguantando mis tardanzas :P
15.-¿Que pasa?
Los cuatro días pasaron mucho más rápido de lo que Ginny esperaba. El tiempo para estar con el rubio se agotaba, y una tremenda tristeza se apoderaba de su ser. La conversación pendiente para explicarle el 'problema', había quedado suspendida, Ginny alegando que era una tontería y que ya se lo contaría. Por supuesto, el rubio se había cabreado mucho, y Ginny tuvo que recurrir a todas sus 'armas de mujer' para calmarlo.
Se encontraba sentada en la sala común, sabiendo que dentro de un par de horas, volvería a su cuerpo. Estaba cansada, de tantas mentiras, tanta falsedad, pero le daba tanta pena abandonar el cuerpo que había sido, durante poco mas de una semana, suyo.
Y parecía mentira, que se pudiera enamorar en tan poco tiempo del chico que había odiado durante muchos años.
Cerró los ojos para evitar llorar, ya que la sala común estaba bastante concurrida, y acto seguido suspiró hondo.
"¿Algún problema?" Dijo Draco, levantando su mirada del libro que leía. Se quitó las gafas un momento y se frotó los ojos "Has estado muy rara estos días"
Ginny tragó saliva.
"Lo siento" murmuró.
"No, simplemente me gustaría saber que pasa por tu cabeza"
Ginny se encogió de hombros.
"Sé que lo que no me quieres contar, no es una tontería... En fin¿qué se le va a hacer?" Dijo el chico, mientras volvía a ponerse las gafas y desviaba la mirada hacia las páginas del libro.
"Lo siento"
"Deja de decir lo siento. Es ridículo. Si tanto lo sientes deberías de contarlo y así acabaríamos antes"
"No podrías entenderlo"
"Me subestimas"
"No. No es que no lo entenderías, sino que me odiarías..."
"No creo que pueda ser tan malo"
Ginny se encogió de hombros y quitó las piernas de encima del chico. Cambió de postura, y se recostó en el pecho del chico, mirando el libro también.
"¿Me quieres?" Preguntó la chica, mientras seguía mirando el libro.
"¿Qué?" Dijo el chico.
"·¿No me quieres?"
"¡Claro que sí!" Dijo él, indignado. "Sabes que me cuesta decirlo..."
Ginny le dio un beso en la mejilla y se levantó.
"Voy a tomar un poco el aire. Estaré en el lago"
"¿Desde cuando te gusta el lago?"
"Desde siempre" dijo Ginny, encogiéndose de hombros, como si Draco hubiera hecho la pregunta más absurda del mundo. El rubio frunció el ceño y se encogió de hombros también.
"Si tú lo dices" dijo desviando la mirada de nuevo hacia el libro.
Ginny sonrió ladeando la cabeza y se echó el pelo hacia atrás de una forma muy curiosa y sobre todo, muy suya.
Draco levantó inmediatamente la mirada.
"Ese gesto..."
"¿Qué pasa?" dijo Ginny, poniéndose muy recta al instante "Me ha dado por hacerlo"
Draco volvió a fruncir el entrecejo y después se encogió de hombros de nuevo.
Pasó por detrás de el y le tocó la cabeza, despeinándolo en el acto, cosa que el rubio odiaba.
"La próxima vez que me hagas eso te vo-..." su tono se iba haciendo menor a medida que Ginny se alejaba de el, y la pelirroja pensó que tendría muy pocas ocasiones para volver a hacérselo.
Cualquier otra persona hubiera aprovechado el tiempo al máximo, pero ella no, ella no quería hacerlo más difícil, más difícil de lo que ya sería.
Salió a los jardines y enfrente vio el lago. Andó con calma hacia allí y se sentó observándolo. El aire hacía surgir pequeñas olas que llegaban suavemente a la orilla y de vez en cuando la pata del calamar gigante sobresalía en la superficie.
Ginny se tumbó en la hierba mientras el aire la acariciaba con suavidad, mientras el murmullo del agua se transformaba en una nana, pensando en el rubio, en la plata que inundaba sus ojos, que la hipnotizaban, que...
Pansy estaba radiante. Los cuatro días, a pesar de haber pasado lentos, habían sido de lo mejor. Cada día, sentía que le quedaba menos para regresar a su cuerpo, y al estar tan contenta, disfrutaba al máximo de la vida de la pelirroja. A pesar de tener que aguantar al empalagoso de Harry, fingía muy bien el papel y sabía exactamente como huir de él y como tratarle para no hacerle enfadar.
El último día, se despertó con una sonrisa. En su mente no rondaba más que la imagen de Blaise y después de vestirse con prisa, bajó al Gran Comedor a desayunar.
Harry parecía estar contento también y Luna se acercó a la mesa de Gryffindor y se sentó al lado de la "pelirroja".
"Hoy es el día ¿no?" Dijo la rubia sonriéndole a la chica y después desviando la mirada al moreno, a quien miró con un poco de tristeza.
Pansy sonrió, satisfecha, ajena a la tristeza de Luna, y después se encogió de hombros.
"Estoy súper feliz, apuesto a que Ginny debe de estar igual"
Las miradas de las dos chicas se desviaron hacia la mesa de Slytherin, en la que divisaron con rapidez a la rubia y se quedaron contemplándola.
El plato de Ginny tenía algo de comida, la cual la pelirroja revolvía sin muchas ganas de comer, y estaba demacrada, mirando a un punto fijo en la nada, y los ojos rojos, parece ser de llorar. Vieron como desviaba la mirada hacia Draco, quien hablaba animadamente con un chico de Slytherin, y su mirada no reflejo mas que tristeza.
Pansy volvió a mirar a Luna y se encogió de hombros.
"Hombre, pues muy feliz no parece..." dijo Luna mientras miraba a Ginny de nuevo.
"Bueno, será que esta nerviosa, por lo de Harry y demás..." dijo Pansy.
Luna miró de nuevo a su mejor amiga. Había algo en su mirada cuando desvió la vista hacia Draco tan diferente... tan diferente a como había mirado a Harry anteriormente.
Y mientras Pansy seguía hablando sobre lo contenta que estaba y lo bien que había salido todo, la cabeza de Luna se volvió a desviar hacia la de la pelirroja, la cual la miraba de vuelta, y una lagrima cayó por el rostro de Ginny.
No, definitivamente, Luna sabía que algo no iba bien.
Ginny se despertó con un sobresalto. Miró el reloj y supo a que se debía. Era la hora. Se acabó la farsa y ya al menos no tendría que mentir nunca más. Quizás se arrepentiría toda su vida de no haber dicho la verdad... Siempre dicen aquello de arrepiéntete de las locuras que no cometas, no de las que cometas.
Quizás debería de haber hecho caso a aquello.
De todas maneras ya no tenía nada que hacer. Se levantó, sacudiéndose un poco la túnica y se puso la capucha. No le apetecía que nadie la viese, ya que tenía muy mala cara, y el pelo revuelto y echó a andar hacia el colegio.
Entró por la puerta y vio al rubio. Venía andando con prisa hacia fuera y pasó por su lado tan solo dirigiéndole una mirada.
Iría a buscarla al lago, dándose cuenta de que ya allí ya no estaba, y a pesar, aunque el no lo pudiera saber a ciencia cierta, sabría que no volvería más. Que esa "pansy" de la que el se había enamorado, no volvería más a el... Eran tan triste. Ginny podría haber parado a Draco, podría haberle dado el último beso... ¿Habría dolido más así?
Siguió andando hacía delante, inspirando con rapidez el aire que se había impregnado de la fragancia del chico y cuando escuchó que el chico había salido del edificio, echó a correr, mientras no podía retener las lagrimas que caían de sus ojos.
Pansy daba pequeñas pataditas nerviosamente en el suelo, esperando a la pelirroja, hasta que entró.
Vio su imagen reflejada y la chica cerró la puerta detrás de ella.
Se quitó la capucha, y Pansy notó que no tenía muy buena cara.
"¿Te pasa algo?" Preguntó Pansy antes de que Ginny pudiera decir nada.
La pelirroja negó con la cabeza "Acabemos con esto cuanto antes"
Pansy asintió y fue a por el caldero.
La superficie rebosaba levemente y soltaba un extraño olor.
Ginny sacó los dos vasos que había traído y se los paso a Pansy, ésta llenándolos hasta arriba.
Cada chica se arrancó un pelo, echándolo en el vaso contrario y cada una cogió su parte de poción.
"A la de tres" dijo Pansy, mientras Ginny asentía "Una, dos, y tres"
Ambas chicas bebieron el contenido de sus vasos con rapidez y prisa, deseando que aquel infierno de una semana pasara cuanto antes, y los vasos cayeron al suelo a la vez, habiendo comenzado la transformación.
Ginny notó como el pelo le crecía en unos segundos, como sus brazos y piernas se alargaban y notó todo su cuerpo encogerse un poco.
Al cabo de unos minutos todo pareció calmarse y Ginny abrió los ojos. Pansy la miraba de vuelta, en su cuerpo. La pelirroja, subió las manos y se tocó los pechos.
"Si, soy yo" dijo mientras ambas chicas reían.
"Gracias a Dios" respondió Pansy corriendo a un espejo y mirándose.
La rubia podría haber llorado en ese momento de felicidad cuando se vio reflejada en el espejo. Su pelo, sus ojos, su boca, su... todo. Era genial verse de nuevo a sí misma, en su propio cuerpo.
Ginny se sentó en el sofá y esperó a que Pansy volviera a ella. Estaba más triste de lo que pensaba. Había pensado, que quizás, cuando recuperara su cuerpo toda esa tontería de Draco se le pasaría, estaría feliz con Harry, con Luna, con sus amigos, pero de una manera extraña, como si hubiera estado viviendo con el toda la vida, necesitaba a Draco, lo echaba de menos con toda su alma, y un tremendo nudo comenzaba a formarse en su garganta.
Pansy llegó corriendo, y se sentó a su lado.
"¿Estas... bien?" Le preguntó la rubia, dándose cuenta del estado de Ginny.
La pelirroja se encogió de hombros "Claro" respondió indiferentemente.
"Ehh... Ginny, quería que supieras, que... eres mi amiga, en serio, aunque tengamos que esconderlo, bueno me da igual que la gente lo sepa, quiero decir, que no me avergüenzo de tenerte como amiga, es más, eres genial... la única amiga que he tenido" digo sonrojándose un poco y Ginny se acercó a ella y la abrazó. Era lo más cercano que la unía a Draco en estos momentos.
"Por supuesto, podrás contar conmigo siempre"
"Gracias" dijo Pansy mientras se separaba de ella y se levantaba. "Ya hablaremos"
Ginny asintió.
La rubia andó hacia la puerta y la abrió, saliendo por ella. Cuando Ginny pensó que estaba sola, la cabeza de Pansy se asomó por el hueco que aun quedaba abierto y le sonrió.
"Que sepas que Harry esta loquito por tus huesos" dijo Pansy soltando una risotada y cerrando la puerta.
Ginny miró al hueco donde había estado la cabeza de Pansy hasta hacía un momento y de un momento a otro, se echó en el sofá, llorando como una niña pequeña cuando le quitan un caramelo... SU caramelo...
Quizás era el color del cielo, o el olor de la piel de los sofás, o poder andar como ella lo hacía o quizás era simplemente que estaba de nuevo en su cuerpo, pero para Pansy, ese era el día más feliz de su vida hasta el momento.
Andó paseando entre los sofás de la sala común de las serpientes y vio a gente de Slytherin, pero no precisamente a quien ella buscaba.
Corrió al pasillo de las habitaciones y buscó la de Blaise. Suspiró hondo y entró, encontrando al chico cambiándose.
"¡Ginny!" dijo el chico, mientras sonreía "Pensaba que estabas coladita por Draco y no por mí..."
"¿Qué?" Dijo Pansy.
"Bah, era broma, no te lo vayas a tomar tan en ser-..."
Pero la chica lo cortó dándole un beso.
"¿Pansy?" Dijo el chico separándose de ella.
La rubia rió "¡SI¿Cómo lo has sabido?" Dijo ella sonriendo.
El chico la abrazó y se encogió de hombros.
"Simplemente se nota"
"Hmm..." dijo Pansy mientras se separaba de el y se alejaba para verlo. "Te he echado de menos..." dijo con un tono meloso.
"¿Ah si?" Dijo el chico corriendo de nuevo hacia ella y la besó.
La rubia le pasó los brazos por detrás de la cabeza y se juntó mas a el.
Empezaron a andar pegados hacia la cama, mientras el chico no le quitaba las manos de la cintura ni ella de la nuca.
Cuando estaban llegando, la puerta del cuarto se abrió y ambos se separaron completamente.
Draco, más pálido que nunca, y con los ojos desorbitados los miraba con perplejidad.
"¿Qué coño esta pasando aquí?" Dijo el chico, mientras cerraba la puerta tras él y se disponía a enterarse de todo, y esta vez, si que lo iba a hacer.
