BUENO BUENO BUENO! Lo sientooo muchísimo por la espera pero miradd que largo y sobre todo... me ha costado la misma vida acabarlo xDDDDDD jajaja en serioooo escribí el final unas 3 veces y no me gustaba ninguna ! Y me cabreaba y cerraba el documento y asi continuamente xDDDD Bueno, una cosita... que eso es el final... pero publicare algo mas en un tiempecillo explicando muchas cosas y para que sepais como queda todo al final...
OTRA COSA: Quería agradecerle a Andrea que me haya ayudado para acabar este capitulo, y bueno, el fic en general porque esque sin ella no se me habría ocurrido! Bueno y muchas graciass por leer una y otra vez los capítulos y por decirme sigue escribiendo y mass xDDD En general, que muchísimas gracias por soportarme y que este capitulo y el final del fic va dedicado en especial a ti :D
UNA PEQUEÑA ACLARACIÓN: El veritaserum , en mi fic, a parte de obligarte a decir la verdad, te impulsa a hacer cosas que sientes, aunque no esteis muy seguros...bueno, ya me entendereis xD
Bueno, muchísimas gracias a todos los que habeis seguido este fic, los que me habeis dejado reviews y los que no, a todos los que lo habeis ledio, porque en serio, aporta un apoyo enorme que dan ganas de escribir... Un beso a todos, y muchísimas gracias de nuevo!
16.-Asuntos pendientes
Ginny lloró y lloró en aquella sala transformada a su antojo. Ahora, el cuarto de los requerimientos, estaba llena de paquetes de pañuelos (que deseó para sonarse los mocos), almohadas blanditas, mantitas, y sobre todo, cuadros y fotos de Draco.
Estaba tirada en aquel sofá mullido, tapada hasta la frente con una de esas mantas calientitas, abrazada a una almohada blandita, y la otra mano aguantaba un pañuelo. Se destapó un poco, lo necesario para que su vista alcanzase a ver de nuevo otra foto de Draco y comenzara a llorar de nuevo.
Soltó un berrido tremendo y se incorporó, quedándose sentada.
En este momento, sabía que ofrecía una imagen ridícula, infantil, estúpida y patética. Pero le daba igual. Estaba tan arrepentida, decepcionada, y sobretodo, enamorada que ya le daba completamente igual lo que la gente pensara, o dejase de pensar de ella.
Se sonó los mocos haciendo un ruido tremendo y después respiró hondo.
"Vamos Ginny, tranquilízate. No quieres verle" se dijo a sí misma, y a continuación, todas las fotos del rubio desaparecieron. Sonrió un poco y se levantó. Se puso los zapatos, se arregló un poco el pelo y secándose las lágrimas salió por la puerta.
"¿Qué coño esta pasando aquí?" Dijo Draco, cerrando la puerta tras de sí y observando a Pansy y Blaise juntos.
El moreno y la rubia lo miraban de vuelta, ambos perplejos, y la mente de Pansy maquinaba mil y una excusas y respuestas para aquella pregunta. Sabría que no sería fácil calmarlo con ninguna, así que dijo lo primero que se le vino a la mente.
"Draco, tenemos que acabar con esto ahora mismo. Estoy enamorada de Blaise"
Draco abrió mucho los ojos y comenzó a reírse.
"No, no... Pansy, sabes que no me gustan las bromas, y menos éstas tan pesadas..."
"No Draco, esto es verdad"
"¿Blaise?" Dijo el rubio, buscando alguna risa o alguna mirada que le demostrara que todo aquello era mentira. Pero Blaise se limitó a mirarlo.
"No... esto no es verdad... ¿y porque me has mentido¿POR QUÉ¡YO TE QUIERO¡CÓMO PUEDES SER TAN CRUEL...¡NO me lo creo!... Estas mintiéndome... solo quieres hacerme daño..."
"Draco" lo interrumpió Pansy "No te quiero, es más, nunca lo he hecho" replicó la rubia. Lo dijo tan cruelmente, tan fríamente, que Draco pudo sentir como su corazón se rompía en mil pedacitos, como si la sangre se le congelara en las venas.
Y en ese momento, lo comprendió. Ella había desaparecido. Lo había dejado solo. Le había hecho vivir un pequeño sueño, y había acabado de la misma manera con la que había empezado: Pansy. Se había enamorado de un fantasma, algo irreal, o quizás real, pero aun no lo sabía. Ella no era Pansy, pero la de ahora sí. La mirada cálida que había estado recibiendo los últimos días se había evaporado, dejándolo sin protección, sin calma... y esos gestos, esa sonrisa, esa manera de hablar... ya no estaba ahí y nunca mas estaría.
"¿DÓNDE ESTÁ?" Gritó el chico, acercándose a Pansy y cogiéndola por el brazo.
Blaise intentó separarlo, pero Pansy negó con la cabeza y miró a Draco impasible, aunque un poco asustada. La mirada del chico la turbaba, una mirada asustada, furiosa, pero sobre todo enamorada.
"¿La quieres?" Soltó Pansy, sin siquiera pensarlo.
Draco la soltó y se dio la vuelta.
"¿Quién es?" Dijo Draco, calmándose un poco, dándose cuenta de que no se estaba volviendo loco.
"¿La quieres?"
Tragó saliva. Le daba pánico admitirlo... Enamorarse de alguien que no sabía ni quien era.
Asintió con la cabeza.
"¿Quién es?" Preguntó el rubio de nuevo, sin obtener respuesta alguna. Se dio la vuelta y miró a Pansy furioso. "¡Joder Pansy¡Dímelo!"
Sabía que no lo haría.
La rubia negó con la cabeza "No puedo... LO siento"
Draco suspiró, y pensó mucho antes de hablar.
"Te odio" dijo antes de salir por la puerta.
Ginny se quedó parada en medio del pasillo.
¿Adónde iba¿Qué iba a hacer¿Qué le diría a Harry¿Y Luna¿Y Ron¿Habrían notado algo?
Quizás estaba más sola de lo que pensaba... Quizás nadie la conocía verdaderamente, quizás solo Draco, y ni él. La verdad es que con Draco no había mantenido nunca una conversación profunda... ¿Por qué se habían enamorado pues?
No lo sabía, ni ella misma lo sabía. Pero en esa guerra de miradas, había algo, algo que había hecho que Ginny tuviera otra concepción totalmente diferente de él. Le daba pena no poder descubrir la excelente persona que cubría ese cuerpo tan perfecto, le daba pena no saber más de el, pero sabía, que pasara lo que pasase... nunca mas pensaría mal de él.
Echó a andar por un pasillo, dejando que sus pies la guiaran. Iba mirando al suelo, mirando cada losa de mármol. Mármol blanco. Le recordaba a Draco en cierto modo. Frío, duro, pálido, pero bonito, elegante, suave a la vez. Antes de comenzar a llorar de nuevo, se llevó las manos a la cara y empezó a frot-...
¡PLAS!
Se había chocado con algo o alguien y ahora su cabeza daba vueltas. Dio un paso hacia atrás y abrió los ojos llenos de lagrima, enfocando la persona que tenía delante suyo.
Draco la miraba enfadado, con los ojos rabiosos, tristes, los puños cerrados, y unos pequeños circulitos rojos encendidos en las mejillas.
"Jod-..."
"Lo siento Draco" murmuró Ginny sin dejar al chico hablar.
Draco la miró con los ojos muy abiertos.
¿Draco?
Ginny iba a decir Malfoy, pero decidió dejarlo pasar como si el chico lo hubiera imaginado.
La miró de manera muy rara, y se quedaron un rato en silencio, mirándose con ahínco.
"Ten mas cuidado, Weasley" dijo el rubio, cortando el silencio al fin y echó a andar.
Ginny andó hacia atrás, apoyándose a la pared, y se dejó arrastrar por ella, mientras esta vez, no hizo esfuerzo para parar de llorar.
Draco llevaba por lo menos media hora tumbado en aquella posición.
En su cuarto, con las cortinas cerradas, la puerta cerrada, sin que la luz entrara en ningún sitio.
Ofrecía una imagen bastante patética, con la camisa por fuera del pantalón, los pantalones arrugados, el pelo revuelto, y los ojos rojos. De llorar.
SI. Draco Malfoy había llorado. Por segunda vez, por ella. Pero entre las razones por las que lloraba, quizás la principal no era por amor. La principal era ese sentimiento de impotencia.
Impotencia ante aquella situación tan ridícula. Porque lo era... ¡Enamorarse de alguien en el cuerpo de otra persona¡Por Dios!
Suspiró.
Se dio la vuelta, quedándose bocabajo, y a pesar de los continuos porrazos que alguien emitía sobre su puerta, posiblemente Pansy o Blaise, se quedó dormido, pensando en ella. Pero no en ella en el cuerpo de Pansy, sino en ella cuando lo besaba, cuando lo tocaba, cuando él tenía los ojos cerrados, y entonces, verdaderamente la sentía.
Ginny llegó como un huracán a la sala común, revoloteándolo todo a su paso. El cuadro de la Señora Gorda la dejó paso sin siquiera decirle nada sobre su mala cara, y una vez dentro, alguien se le tiró encima, dándole un beso.
Ginny abrió los ojos, viendo la cara del pelinegro delante suya, y poniéndole las manos en el pecho, lo empujó hacia atrás.
"¿Ginny?" Dijo Harry mirándola extrañamente. "Te he echado de menos... ¿Dónde te has metido todo el día?"
"Ehh..."
"¿Qué te pasa? Te veo un poco roja... ¿Tienes calor?"
"¿CALOR¿ROJA¡HARRY¡ESTO SE LLAMA LLORAR!" Gritó Ginny, no pudiendo creer lo que oía. Estaba más que claro que había llorado, y el chico simplemente le preguntaba si tenía calor.
"¿Llorado¿Por qué?"
Ginny resopló. "Ni lo sabes, ni te lo imaginas, ni lo sabrás, la principal razón es porque no lo comprenderías..." dijo la pelirroja mientras echaba a andar hacia su dormitorio.
Harry la agarró del brazo e impidió que huyera
"¿Qué?" Dijo el pelinegro. A estas alturas, los alumnos que se encontraban en la sala común los miraban entre divertidos, atentos y curiosos.
Ginny intentó soltarse, pero el chico la agarraba con fuerza.
"Harry, no te quiero. Tenemos que cortar"
"¿Cómo?"
"Lo que has oído"
"No, no... ¿por qué?"
"¿Cómo que por que¡Porque te quiero!"
"¡Ginny! Si estábamos bien... no puedes dejar de quererme de un día a otro"
"Harry, no te he dejado de querer, es que me he dado cuenta de que nunca te he querido" dijo casi en un susurro. "Nunca supe lo que era enamorarse hasta que lo hice, y no de ti, Harry. Lo siento muchísimo por lo que te he hecho pasar, y se que me estoy portando mal, y no es justo, y miles de cosas más. Pero no te voy a engañar"
El moreno le soltó el brazo abatido y la miró disgustado.
"Tu empezaste todo esto"
"Eso no cambia las cosas"
"¡Tu me hiciste enamorarme de ti!"
"Sabes que no es verdad. Me siento lo suficientemente culpable por lo que siento como para que tu sigas echándome cosas en cara que no tienen ni son ni ton"
El chico la miró y Ginny pudo distinguir un reflejo de enfado y odio.
"Lo siento" dijo Ginny, que olvidando que tenia pensado ir a su cuarto, salió por el retrato de la sala común, a algún sitio donde nadie la molestara.
El rubio no dejaba de pensar en ella. Esa "ella" que no conocía ni el nombre, ni como era físicamente... Y quizás no conociera como era realmente.
Quizás no fuera una persona...
Mientras poco a poco perdía las esperanzas de verdaderamente saber quien era ella, su mente empezó a recordarla de nuevo la última vez que la había visto.
No había parado de mirarle en todo el rato, y luego, de un momento a otro, se había puesto en pie, había hecho ese gesto tan raro, y había sentenciado que su lugar favorito era el lago.
¡Claro¡El lago!
¿Cómo no había ido antes a buscarla ahí?
Se levantó corriendo de la cama y poniéndose los zapatos salió corriendo de la sala común.
Mientras corría por los pasillos un extraño sentimiento de nerviosismo y esperanza le inundó el pecho.
Al fin salió por las puertas y corrió hacia el lago, divisando a alguien allí.
El corazón se le paró un instante y siguió corriendo para distinguir con claridad.
Rojo. Veía rojo... pelo rojo... Pálida, delgada, cubierta de pecas... esa mirada triste con la que se había encontrado hacía un par de horas...
¡Weasley!
¡No! Esa no podía ser ella...
Era el lago, un sitio al que iba mucha gente... No era necesario que la pelirroja fuera ella.
Se quedó ahí quieto observándola, porque aunque se negaba a creer que era ella la chica de la que se había enamorado, una pequeña parte de su cabeza le decía que todo podía ser.
Una ráfaga de viento revoloteó el pelo de Ginny, y la pelirroja se lo colocó bien, haciendo ese gesto que Draco tanto recordaba.
Era ella. Ella... Ginny Weasley.
¿Pero como era posible?
Entonces, la mirada de la chica se clavó en el y esa sensación que últimamente había experimentado tan a menudo, de calidez, volvió a el.
Draco dio un paso hacia atrás y la miró asustado.
No, no podía ser ella.
No podía ser.
Se dio la vuelta, y salió corriendo, con una idea fija: tenía que sacárselo a Pansy, y si no era por las buenas, sería por las malas.
Draco daba vueltas por su habitación como ausente. Tenía la mirada fija en un punto perdido y mientras andaba hacia delante y hacia atrás su mente rondaba una y otra vez el mismo tema.
Tenía que saberlo. Saber si era la Weasley esa chica de la que no podía dejar de pensar... Y Pansy no soltaba palabra... voluntariamente.
Quizás, obligada si lo hiciera.
¿Pero como obligarla?
Mientras no paraba de maquinar, el rubio se sentó en el pequeño banco que había a los pies de su cama, dispuesto a saber de una vez por todas quien se escondía detrás de la falsa Pansy.
¡VERITASERUM!
¡Claro¿Cómo no se le había ocurrido?
Mientras una sonrisita de triunfo aparecía en su rostro, Draco se dirigió a su armario corriendo.
Su afición a las pociones había hecho que el chico dispusiera de un pequeño repertorio con las pociones más extrañas y también las más comunes.
Abrió las puertas del mueble y revolviendo los pequeños tarritos con rapidez, sus dedos llegaron a un pequeño frasco, con un liquido transparente parecido al agua en su interior y con una pequeña etiqueta en la que ponía escrito con su letra elegante y estirada : veritaserum.
Cogió el tarro y salió corriendo por la puerta.
Andó con rapidez por el pasillo, yendo directamente al cuarto de la rubia y cuando entró, tuvo suerte de ver que el moreno no estaba con ella.
La chica, que estaba de pie delante de su armario, a medio vestir, lo miró y levantó las cejas.
"Draco, fuera"
"No Pansy. Me vas a decir quien es"
Pansy lo miró, dejando sus pensamientos sobre que ropa ponerse a un lado, y levantó los hombros mientras negaba con la cabeza.
"No, Draco. Olvídala¿de acuerdo? Créeme... no puede ser..."
Las sospechas de que era Ginny, aumentaban, y una pequeña parte de su cuerpo seguía negándolo.
"Me da igual. Solo quiero ver si puede ser..."
"¿De verdad la quieres tanto?"
"Pansy, si no me lo dices por las buenas, lo harás por las malas" dijo el rubio amenazándola "Y será mucho peor"
"Ohhh... Draco, sabes que no me asustas" dijo Pansy, sonriendo.
"Esta bien, veo que has decidido por las malas"
El rubio andó hacia ella y Pansy ni se movió, dispuesta a hacerse la dura.
Entonces de un momento a otro, Draco la cogió por la mandíbula, sujetándola fuertemente, y Pansy comenzó a reaccionar.
Mientras intentaba soltarse de el, Draco abría la botellita, pero el problema vino cuando se dio cuenta de que solo tenía una mano libre, y era la que estaba utilizando para sujetar el tarrito. Llegó a la conclusión de que tendría que quitar el taponcito con la boca con mucho cuidado.
Se llevó la botella a la boca, y atrapando el tapón de corcho con los dientes comenzó a jalar. Mientras, Pansy no hacía mas que moverse pegándole para separarse. El chico intentaba mantenerse lo mas separado posible de ella, para que la chica no tirara la botellita.
Entonces, Draco consiguió quitar totalmente el tapón, y lo escupió, alzando la botella un poco ante el, con tal mala suerte, que Pansy le dio un pequeño golpe, haciendo que se derramara un poco, y fuera directo a la boca de Draco. El chico hizo lo primero que se le vino a la mente: escupir. Escupía y escupía, intentando echar hasta la ultima gotita que quedara en su boca, pero sabía que no sería suficiente. Mientras, tenía que aguantar la cara de Pansy, para evitar que saliera corriendo, la botellita en posición vertical, y seguir escupiendo.
Cuando supo que no había vuelta atrás, se enfadó aun más con Pansy por haber provocado que el también tomara la poción y se preparó para dársela a Pansy. Se acercó a ella, ganándose todo tipo de patadas y puñetazos, pero el no dejaba de apretar. Pansy soltó un pequeño grito, sabía que le estaba haciendo daño, pero todo acabaría pronto.
Pansy comenzó a mover la cabeza, sabiendo perfectamente el liquido que contenía la botella, y a Draco le costaba mucho acertar.
Por fin consiguió verter un poco en la boca de Pansy y echándole la cabeza hacia tras, impidió que escupiera la mayoría.
La soltó y Pansy se llevó las manos a las mejillas, arrodillándose al lado de la cama.
Draco se quedó allí de pie, con el pelo revuelto, la ropa aún peor, y la botellita en posición horizontal en una mano, el líquido cayendo directamente al suelo de mármol blanco.
"No hacía falta que apretaras tanto" consiguió articular Pansy tras un breve silencio.
"SI no te hubieras movido tanto..."
"Tenía que evitarlo..."
"...y yo que conseguirlo"
Pansy se levantó y se sentó en la cama.
"¿Quién es?" Preguntó Draco. Respiró hondo. Sabría la verdad, en unos momentos descubriría si la pelirroja era ella.
Pansy se tapó la boca, pero esa sensación de que tenías que decir la verdad, la inundaba, pero consiguió contestar con otra pregunta.
"¿Quién es quien?"
"La chica de la que estoy enamorado"
Mierda. El veritaserum también había hecho efecto en él.
Pansy seguía callada, mordiéndose los labios, mientras emitía unos extraños ruidos.
"Mas claro¿Quién es la que estaba en tu cuerpo?"
Pansy seguía mordiéndose el labio. NO podía fallarle a Ginny de nuevo, pero no podía hacer otra cosa. Por mucho que lo intentara, al final acabaría diciéndolo.
Notaba como el labio empezaba a abrirse bajo sus dientes, y saboreo un poco de sangre.
'No Pansy... aguanta...'
"¿QUIÉN?" Preguntó Draco de nuevo.
"¡Ginny¡Ginny¡Ginny Weasley! Pelirroja, pobre, hermana de Ron Weasley, mejor amigo de Harry Potter¡Ya esta!" Expulsó de una vez. Miró hacia abajo totalmente arrepentida, pero no había sido culpa suya.
Draco abrió los ojos de par en par y dio un par de pasos hacia atrás.
"Lo sabía... lo sabía..." susurró "¿Cómo... ¿Qué pasó...?" Murmuraba preguntas sin cesar mientras miles de imágenes rondaban su cabeza.
Y todo empezó a encajarle.
Hoy cuando se había chocado con ella, esa mirada, le sonaba tanto, le recordaba tanto... y lo había llamado Draco. Y tenía la pinta de haber llorado. Y después en el lago: su sitio favorito, esa mirada de nuevo... el gesto del pelo. Y entonces supo que era verdad.
Esa mirada...
"¡Sí Draco sí! Es ella... a pesar de que no quieras creerlo, a pesar de que creas que no esta a tu altura, es ella. Ginny Weasley"
Draco se apoyó en la pared y se dejó caer por ella hasta el suelo.
"¿Pero que pasó...¿Porqué¿Dónde estabas tú?"
"Un fallo en la poción multijugos... Yo estaba en su cuerpo. Pensamos que sería mejor quedarnos así antes de que se enterara todo el colegio entero pero ya veo que las cosas no han acabado muy bien..."
Draco negó con la cabeza.
"Pe-pe-pero..." el chico no conseguía articular palabra y no sabía como reaccionar. Miles de preguntabas se le amontonaban en la cabeza, y sentía unos enormes deseos (por culpa del veritaserum) de confesarle a la pelirroja sus sentimientos.
"¿LA quieres, Draco?" le preguntó Pansy, sabiendo que esta contestación sería la mas sincera en mucho tiempo.
Draco miró hacia al lado, y respondió un breve 'si', que sonó avergonzado. Era extraño admitir que la quería... El nunca había dicho nada parecido, y además...¡era una Weasley!
"¿Porqué?" Dijo Pansy levantándose de la cama "¿Porqué la quieres¿Qué tiene que yo no tengo, que nunca tuve¿Qué te ha dicho¿Qué te ha hecho¡Si no sabías quien era!" Empezó a decir la chica. Intentaba callarse, pero notaba como el pecho se le abría, y palabras, frases, sentimientos, pensamientos que había estado ocultando durante mucho tiempo. A pesar de ya no sentir nada especial por Draco, todas esas preguntas le habían rondado la mente desde que se había enterado, y también, cuando estaba con él, de porqué no la quería.
Quizás, si las cosas con el rubio hubieran sido diferentes, ahora ella no estaría con Blaise, sino con él, y no se habría enamorado de Ginny.
Pero ya era tarde para pensar en los 'quizás', ella quería a Blaise.
Draco la miraba entre atemorizado y sorprendido, mientras veía como la chica andaba hacia él gritando todas esas cosas, y pregunta a pregunta, Draco sentía la necesidad de hablar, pero podía controlarse hasta que la chica acabara.
"¡Eh Draco¡Contéstame!"
"¡No sé porque la quiero¿Esta bien? Tiene algo, que tu no tienes, que nadie tiene. Quizás es porque me mira como nadie me ha mirado nunca; o porque a pesar de haber hablado poquísimo conmigo sabe perfectamente como soy; por esos gestos que hace; por como habla, como toca... Por todo. Por ser ella, a pesar de no saber quien era..." se quedó un rato en silencio, mirando el suelo, notando la respiración agitada de la rubia de pie ante él, y su mirada clavada en su pelo rubio. "¿Y tu quieres a Blaise¿Cuánto tiempo lleváis juntos¿Cuánto tiempo engañándome¿Por qué¿Por qué no estabas con él, y ya esta?"
"¡Yo si quiero a Blaise! Y llevamos juntos antes incluso de que empezara a salir contigo. Vamos Draco, no seas cínico¡no me preguntes por qué! Tu me ignorabas, solo me querías para acostarte conmigo; no nos engañemos. No estaba con él, porque estaba encaprichada de ti, ciega por ti... Créeme que me arrepiento de haberte chupado tanto el culo"
Draco se levantó y la miró mientras la chica se daba la vuelta y se dirigía hacia la cama de nuevo.
El rubio se dirigió a la puerta y la abrió.
"¿Adónde vas?" Se aligeró a preguntar Pansy antes de que el chico saliera por la puerta.
"A buscarla" respondió sinceramente.
"¿Estas seguro?"
"Si, y aunque no lo estuviera, con esta maldita poción no me quedaría mas remedio"
Pansy soltó una pequeña risotada.
"Adiós"
"Suerte" le dijo la chica.
Draco se giró "Gracias" dijo con una sonrisa sincera y acto seguido salió por la puerta.
La noticia de la ruptura de Harry Potter y Ginny Weasley se había propagado como una enfermedad contagiosa, y a la hora del suceso, ya se barajaban rumores de todo tipo.
Estaban las feministas ante todo, que defendían a Ginny a capa y espada, acusando a Harry de no saber tratar bien a su chica, y de no estar atento a ella.
Estaban las enamoradas de Harry, que, por envidia a Ginny, la ponían a parir, y por supuesto, considerada como única causante de la tragedia.
Después estaban los tíos, que como no, tienen que defender a los de su mismo sexo, y por supuesto, argumentaban que las chicas eran "muy difíciles".
Se encontraba el grupo de los malpensados / as, que hablaban de que ambos se habían puesto los cuernos, y, para acabar, estaban los que se mantenían a un lado del asunto, diciendo que a ellos les importaba un bledo la vida de los demás.
Harry ya estaba harto de escuchar preguntas, ya que ni el mismo sabía lo que verdaderamente había pasado, y ahora lo único que necesitaba era alguien que simplemente escuchara como se sentía.
Ron, no le servía, pues era su hermano, y dijo que tenía que hablar con la pelirroja antes de enfadarse por nada, pero que lo pagaría muy caro si le había hecho daño a Ginny. Había estado hablando un rato también con Hermione, pero no le sirvió para mucho tampoco, ya que la morena no conocía muy a fondo a Ginny.
Mientras estaba ahí sentado en la sala común, ahora casi desierta, pues todo el mundo estaba cenando, su mente daba vueltas a todo lo ocurrido ¿Qué había pasado realmente? Necesitaba respuestas, y sabia que alguien se las podía dar: Luna.
Como telepáticamente, el retrato de la sala común dejó paso a una muchacha alta, delgada, y con el pelo rubio ondulado por la cintura. Sus ojos azules grandes lo miraban fijamente y mientras andaba hacia el Harry sintió una sensación de calidez recorrerle el cuerpo.
La chica se sentó a su lado y esperó en silenció.
Eso era algo que a Harry le gustaba de Luna. Ella no preguntaba nada, esperaba en silencio hasta que estuvieses preparado para hablarle y una vez que lo hacías, de una manera u otra, te acababa comprendiendo, y no te echaba nada en cara, y no se enfadaba... y... era genial.
"¿Tu sabes algo?" Fue lo primero que preguntó Harry clavando la mirada en la celeste de Luna.
La rubia asintió silenciosamente y Harry levantó las cejas.
"Sabes que eso te lo tiene que decir ella" dijo la chica tranquilamente.
"Pero... Luna... hazlo por mí..."
"No puedo Harry"
El chico resopló y miró de nuevo a la chimenea. "¿Lo hará?"
"No lo sé"
"¿Prometes contármelo si no lo hace... ?"
"No lo sé"
"¿Me quería Luna?"
"Has dicho bien, te quería"
"¿Y sabes porque ya no?"
"Eso sí que no"
El chico volvió a resoplar y la miró. "Todo me sale mal..."
"No digas eso, sabes que no es verdad. Te salen muchas cosas bien. Eres bueno al quidditch, tienes unos amigos maravillosos que te apoyan ante todo, no eres del todo malo en los estudios" soltó una risilla "Sabes que es verdad lo que digo"
"Pero nadie me quiere"
"¿Cómo que no? Si tienes un millón de fans, y todos tus amigos y-..."
"No me refiero a ese tipo de querer..."
"Ah... mmm..." Luna se mordió el labio "Quizás ahí también te equivocas..." murmuró, siendo apenas audible.
"¿Cómo?" dijo Harry, aunque le había parecido escuchar correctamente. "¿A que te refieres?"
"A que... bueno... Mmm... Joder, es difícil" resopló "Harry tu me gustas" dijo sin dudar.
El pelinegro se quedó atónito, mientras miraba a Luna sin cesar.
"Luna" dijo mientras la agarraba de la barbilla, haciéndole que le mirara. "No te avergüences... Eso... eso... es genial" dijo sonriendo.
"Pero tu... tu... Ginny..."
El chico se precipitó, y mientras la agarraba suavemente por detrás del cuello, la besó.
Luna no hizo el más mínimo intento de separarse, pues era lo que deseaba desde hacía mucho tiempo y disfrutó cada momento el beso hasta que terminó.
"Ya, ya sé que yo con Ginny... pero eso acabó. La sigo teniendo ahí¿pero quien mejor que tú para hacer que la olvide?"
Luna sonrió y mientras se abrazaba a Harry, sintió un sentimiento de satisfacción y felicidad que nada nunca le había provocado.
Draco llegó al lago sin aliento y localizó a la chica inmediatamente. Estaba tirada en la hierba, y desde lejos, no podía apreciar muy bien si tenía los ojos cerrados o abiertos.
Empezaba a oscurecer, y tenía que acabar con esto antes de que el efecto del veritaserum acabara. No es que quisiera, pero sabría que sería lo mejor decirlo todo sin tapujos y a la primera.
Ando hacia allí a paso ligero, y se paró a unos metros de la pelirroja.
Ginny, que estaba con los ojos cerrados, los abrió rápidamente y se incorporó enseguida. Se le quedó mirando unos segundos y acto seguido se levantó.
"Malfoy..." dijo en un susurró. No volvería a cometer el mismo error.
"¿Por qué me miras así?" Preguntó el chico. Ahora estaba seguro de que era ella. Esa mirada se lo decía todo. Lo miraba como aquella noche en la clase, de la manera que nadie nunca lo miraba, ni siquiera Pansy lo había mirado así. Con esas ganas de besarlo que eran imposibles de ocultar...
"¿Cómo?" Dijo Ginny, en el mismo tono de voz que el chico. Se comenzaba a poner nerviosa¿a qué venía esa pregunta que ya le había hecho una vez?
Draco andó hacia ella sin dejar de mirarla directamente a los ojos y se paró a tan solo unos centímetros de ella.
Ginny echó la cabeza un poco hacia atrás y mirando un poco hacia arriba para no estar tan cerca de el y lo miró cuestionándolo.
Cada segundo que pasaba se encontraba más nerviosa. Quizás por la proximidad del chico, quizás porque aun ni siquiera había dicho ni 'Weasley' ni 'pobretona' o por el simple hecho de que Pansy le podía haber dicho toda la verdad.
"Como si yo fuera especial"
Y entonces Ginny se dio cuenta. Lo sabía. Lo sabía perfectamente. El rubio le pasó las manos por la nuca y la observó mientras la mantenía cerca de el.
"Draco..." susurró Ginny y el rubio no esperó mas para besarle.
Mientras Ginny se abrazaba a el como si se fuera a morir, Draco sonrió sobre sus labios.
"Te quiero" le susurró el rubio mientras se separaba de ella.
"Y yo, y yo, y yo..." respondió Ginny, hundiendo su cara en el cuello del chico.
"Creo que tenemos muchas cosas que acl-..."
"Shhhh" dijo Ginny mientras se separaba de el, y lo cogía por la mano, y comenzando a andar "Lo estropearas todo"
Estuvieron un rato andando en silencio, internandose en el bosque, y de vez en cuando se miraban un tanto avergonzados.
Por fin Ginny paró en un pequeño prado verde, donde la hierba estaba cortita, y muy verde, como una alfombra.
Los árboles rodeaban el espacio circular dándole un aspecto casi mágico y Draco supuso que allí, de noche se podría ver el cielo cuajado de estrellas.
"¿Qué hacemos aquí?" Preguntó el rubio y Ginny se abalanzó sobre él, haciendo que ambos cayeran al suelo riéndose a carcajadas.
Ginny estaba encima de el y lo miró un segundo antes de quitarse la camiseta, y el chico la miró con los ojos un poco entornados, aunque cuando Ginny se echó hacia delante para besarlo, sonrió.
"Creo que antes de hablar sobre todo lo que ha pasado, tenemos algo pendiente..." susurró la pelirroja antes de besarlo de nuevo.
