Capítulo 13.
Rato después, y percatándose que nadie las siguiera, las 3 muchachas salieron con rumbo a una discoteca. Una vez allí se sentaron en una mesa, completamente aburridas, hasta que por fin se animaron a invitarlas a bailar y a eso se dedicaron un buen rato. Sin embargo, y como era la idea principal, Paola y Lily se pusieron a beber de más, recordando cada una el motivo aquél que querían olvidar al menos por esa noche. Rika las veía preocupada, sin saber qué hacer, mientras ellas se la pasaban "divertidas" con un par de tipos de buena pinta pero de sospechosa reputación. Y fue cuando Rika vio a su prima bailar de los más emocionada temas de Britney Spears, cuando se dio cuenta que era hora de llamar a la caballería, pero...¿a quién? El primer pensamiento fue para Taro, pero una extraña punzada en el estómago le hizo notar que no sería buena idea, ¿celos, quizá? Y luego se le ocurrió Kazuki, porque era evidente su gran amistad con Paola, pero no sabía cómo ubicarlo y al complejo no podía llamar. Se estaba desesperando al ver que ambas seguían con su embate alcohólico, y que en su borrachera hasta brindaron.
-Por el idiota de tu primo –brindó Lily, hipando- Porque besa tan bien que no he podido sacarlo de mi mente, ni con sus estúpidas escenas de celos...
-Por Karl –brindó Paola sonriendo mientras, contrastando, una lágrima se deslizaba por su mejilla derecha- Porque prefirió el maldito fútbol y a la maldita rusa ¡salud!
-¡Salud! –contestó su amiga
-Oigan, ya párenle –les pidió Rika preocupada
-¡Paola! –dijo Lily casi gritando (como que los ebrios no se percatan de su volumen de voz XD)- Aquí cerca hay un lugar donde Edna me recomendó ir alguna vez
-Por mi no hay problema, mientras no haya alemanes –respondió Paola, saliendo con su amiga, e ignorando sin querer a Rika, que recogió sus sacos y salió, agradeciendo no tener que pagar la cuenta, que ya habían cancelado los tipos con los que habían estado bailando
Iban de salida cuando en el ingreso se toparon con una escena que a Paola casi la sacó de su estado etílico: allí, de lo más sonriente, estaba Fernando, tomado de la mano con una muchacha de cabello negro y algo más bajita que él.
-Ups –alcanzó a decir Lily, algo más consciente- Mejor vámonos amiga
-¿No quieres acercarte a saludar al "doctor"? –se burló Paola sin dejar de mirarlos
-Nop, en nuestro estado no sería adecuado –reconoció Lily, sonriendo divertida
-Todos los hombres son iguales –alcanzó a decir Paola, antes de ser sacada del lugar de un jalón por parte de su amiga- Y que esta vez no diga que es su hermana...
Calles un poco más allá llegaron a un antro de lo más extraño, antes de entrar Rika se quedó boquiabierta y decidió que lo mejor era llamar a quien sea para que acudan en su ayuda. Agarró su celular y buscó en el directorio, así que llamó al primero que se le ocurrió.
En el campamento, Genzo y Ken estaban en el gimnasio practicando horas extra (se obsesionaron, ¿ok? Es la única explicación razonable XD) y comentando la extraña presencia de los europeos en Japón. De pronto el celular del primero sonó.
-¿Rika? –dijo extrañado, mirando la pantalla- ¿Aló?
Rika habló tan rápido que Genzo casi no entendió, pero cuando escuchó "Lily y Paola" supuso (el mal pensado) que tendrían que haberse metido en problemas, así que colgó y salió.
-¿A dónde se supone que vas? –preguntó Ken extrañado
-A enmendar, como ya estaba acostumbrado, las metidas de pata de mi prima –contó Genzo, saliendo apresurado
-Ja, esto será digno de verse –murmuró Ken, siguiéndolo
Se subieron a un taxi y llegaron al lugar que Rika les había indicado.
-¿Seguro que es aquí? –preguntó Ken extrañado, viendo el cartel luminoso
-Eh, eso me dijo Rika –contestó Genzo boquiabierto
-¿Entramos?
-Supongo...
Ambos porteros ingresaron en el lugar algo cohibidos y avergonzados, una vez adentro se percataron que efectivamente el lugar era lo que decía su cartel...era un bar de stripers. Buscaron con la mirada a las muchachas, hasta que encontraron a Rika. Se acercaron a ella, y la muchacha los recibió con un gran abrazo de conformidad, señalando luego muy apenada a sus amigas, que estaban cerca de una pista gritando como locas frente a un semi-encuerado XD.
-¿Están ebrias, cierto? –preguntó Genzo incrédulo
-Más que ebrias –contestó Rika- Ni tomaron mucho, no sé qué les pasa
-Será mejor sacarlas de aquí –propuso Ken seriamente, dirigiéndose a ellas
De pronto vieron a Paola subirse al escenario, aplaudida por una emocionada Lily que reía como desaforada y que sin pensarlo más, la secundó XD. Genzo y Ken corrieron a tratar de sacarlas, pero desde donde estaban, o sea fuera del escenario, no era cosa fácil. Ambas empezaron por sacarse los zapatos y estaban desabrochándose las blusas cuando la "caballería" no aguantó más y subieron al escenario. Las muchachas sonreían divertidas, parecían no reconocer a los chicos. Entonces, para horror de ellos, la gente comenzó a gritar "mucha ropa!" y unas chicas semidesnudas se les acercaron para bailar con ellos. Ambos tenían cara de susto, y no sabían cómo salir de allí, con varios pares de manos tratando de sacarles la camiseta y los pantalones. Rika no sabía si reír, llorar o desmayarse, mientras Paola y Lily, una vez más parte del público aplaudían emocionadas.
-¡Oigan ustedes! ¡ayúdenlos! –les exigió Rika, fuera de sí
-¿Por qué? Yo quiero verlos –se quejó Lily
-Recrea tu pupila Rika –aconsejó Paola- No seas mojigata
Finalmente, Genzo con un zapato menos y Ken sin su chaqueta, lograron bajar del escenario.
-Nos vamos ¡ahora! –dijo Genzo enojado, tomando a Lily y Paola de un brazo, seguido por Ken y Rika
-¡Suéltame! –exigió Paola una vez afuera, zafándose de Genzo- ¡Me lastimas, animal!
-Creo que ya te reconoció –bromeó Ken
-¡Cómo pudieron venir a un lugar como éste y ponerse en semejante estado!
-¡Fue por tu culpa! –exclamó Lily desvergonzada- ¡Tú tienes la culpa!
-¿Qué? –preguntó Genzo desconcertado
-La lastimaste –canturreó Paola divertida, tomando del brazo a Ken
-Mejor vámonos ya –les pidió Rika, haciendo parar un taxi
-Adelántense, yo necesito hablar con Lily –les pidió Genzo, Rika asintió y se subió al automóvil, mientras Ken tuvo que lidiar con Paola y subirla al taxi mientras insultaba a su primo
-¡Eres un desgraciado, mereces la horca! –gritaba Paola
-Paola, ya cálmate –le pidió Ken entre divertido y avergonzado
-¡Quedarte solterón será tu castigo, mal hombre!
Felizmente, para Genzo, el taxi partió, escuchándose en la lejanía la voz de Paola XD. Algo decepcionado, el portero japonés no dejaba de mirar a Lily.
-¿Por qué lo hiciste?
-No será por ti –se burló Lily, sonriendo irónica
-¿Por qué dices que fue mi culpa?
-¿Eso dije? No me acuerdo –mintió Lily, como siendo consciente otra vez
-¿Qué querían lograr Paola y tú con esto?
-Divertirnos un rato –contestó la mexicana descaradamente- ¿O acaso no podemos? Al menos yo no le debo explicaciones a nadie
-Eso no las justifica...
-No, si no queremos justificarnos, al menos espero que... –siguió Lily, recordando en su estado el plan de su amiga- Que esto no arruine su relación
-Qué relación –preguntó Genzo confundido
-Cómo que cuál, no te hagas el desentendido –bromeó Lily, dándole un golpecito amistoso en el hombro- A la relación de Paola y su novio
-¿Cuál novio?
-¿No te imaginas cuál? –preguntó Lily, mirando pícaramente en dirección a la avenida por donde había desaparecido el taxi llevándose a sus amigos
-¡¡Qué!
-Touché –pensó Lily conforme
-¡De qué estás hablando! –exclamó Genzo, zarandeándola
-Ya párale o tu camiseta recibirá todo lo que tiene mi estómago –le pidió Lily, con muchas naúseas
-Lo siento –se disculpó el muchacho- ¡Pero no puede ser! Paola no puede estar saliendo con Ken
-No le veo lo malo –contestó Lily, tiritando de frío- Ninguno de los dos está comprometido
-Aun así... –dijo Genzo como resignado, sacándose la chaqueta y poniéndosela a la joven
-Perdóname –alcanzó a decir la mexicana, sintiéndose culpable por haberse metido en el plan de Paola- No debí habértelo dicho
-Gracias por contármelo, sé que de otro modo no me hubiera enterado –respondió el japonés con una media sonrisa- Pero aun no me dijiste por qué tomaste esta actitud tan extraña
-Bueno, viéndolo así, tomé tanto que hasta actitudes me debieron dar –bromeó Lily- Pero...no lo sé, quizá estaba muy estresada
-Así no solucionas nada
-No, pero al menos logré que vinieras –confesó Lily sonriendo, cada vez menos ebria
-Y mira el lugar al que me hicieron venir
-¿No quieres volver? Mira que aun nos debes el otro zapato y toda tu ropa
-Eh, mejor no –contestó Genzo sonrojado
-Te ves muy lindo cuando te sonrojas –comentó la joven, viéndolo encantada (fuchi, diría yo)
-Y tú hasta ebria eres linda
Lily miró fijamente a los ojos de Genzo y no supo cuándo le dio el impulso, pero en pocos segundos estaba abrazada del cuello del muchacho, dándole un apasionado beso, que fue correspondido por él. Un sentimiento sublime comenzó a dar calidez en el corazón de la mexicana, un sentimiento que hace mucho tiempo había sentido, y que renacía en ella con mayor fuerza. Después de un rato, se separó lentamente sin dejar de abrazarlo.
-Te quiero mucho...Taro –murmuró Lily obnubilada, dejando a Genzo perplejo y desilusionado
Mientras, los otros tres llegaban al campamento, Rika se fue a su habitación dándole aun a Ken las gracias por haberlas ayudado. El muchacho se ofreció, dadas las malas condiciones de Paola para mantenerse en pie, de llevarla a su dormitorio. Iban llegando, cuando Paola se detuvo en seco.
-¡Momento! –dijo la muchacha viéndolo detenidamente- Tú no eres Karl...
-Nop –contestó Ken extrañado
-Menos mal –concluyó Paola, continuando con su camino XD
-Bueno, llegamos –hizo notar el joven cuando se detuvieron frente a la puerta
-Espera, espera, no te vayas –le pidió Paola, aun algo ebria- Tú eres el muchacho del otro día, en Urgencias
-Así es –le siguió la corriente el portero japonés
-Ja, tú sacaste del quicio a mi Nanito...
-¿TU Nanito? –preguntó Ken enarcando una ceja
-Ah, una larga historia que no viene al caso –aceptó Paola, abriendo la puerta- ¿Quieres entrar?
-No, gracias, es tarde, mejor me voy...
Y antes que diga nada más, Paola se acercó y le dio un breve beso en los labios.
-Gracias por todo –dijo la muchacha sonriendo- Porque así como me ves, sé que me ayudaste
-Po...por nada –titubeó Ken sorprendido
-Espero que no seas como él –murmuró Paola conmovida- Sería una gran desilusión...
Ken, que ya había dado unos pasos pero escuchó a la joven, iba a preguntar de quién hablaba, pero la puerta se cerró, quitando a Paola de su vista.
Momentos después Genzo y Lily llegaron frente a la puerta de la habitación de ésta última, que por cierto estaba de lo más feliz tomada del brazo de Genzo que no tenía una cara muy radiante que digamos (nunca la ha tenido, francamente XD).
-Llegamos –murmuró Genzo de malas pulgas
-Humm, síp –dijo Lily suspirando y soltándole el brazo- Gracias por todo Genzo
-Por nada, buenas noches –respondió él secamente, decidido a irse
-¿No me darás un beso de despedida? –pidió la joven pícaramente, señalándole una mejilla
-Eh...mejor eso se lo dejo al adecuado, que a estas horas debe estar durmiendo, así que...pídeselo mañana –concluyó el japonés con sarcasmo, marchándose, dejando a Lily con cara de "hello con su hello"
Entró en su habitación bastante pensativa y sobria, y casi se cae de la risa al ver a Paola luchando por ponerse el pijama (quería meter la cabeza por una de las mangas) y cantando (claro, adaptanto SU letra al ritmo de la canción) "estoy ebria/ni siquiera me puedo parar/ tengo naúseas/ cualquier rato voy a vomitar/ todo es culpa/ de ese nazi que se llama Karl/ me las va a pagar..." (de OV7- Enloquéceme XD).
-Jajaja, Paola ¿qué intentas hacer? –preguntó Lily, acercándose a ayudar a su amiga
-¿Lilyta? ¿eres tú amiga? –preguntó Paola, moviendo la cabeza a todos lados, con el pijama que le impedía ver- ¡Esta cosa se me trabó!
-Jajaja, deja y te ayudo...
-Gracias, eres una santa, lo único malo en ti son tus gustos, jaja –bromeó Paola- ¡Ouch!
-Ay, lo siento –ironizó Lily- Te jalé un mechón de pelo sin querer
-Sí, claro –respondió la Wakabayashi, sobándose la cabeza, libre al fin del pijama
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A la mañana siguiente, con cara de zombies, ambas muchachas evitaron tener que ir al comedor para que no las vean y se fueron a la cancha a esperar sentadas en un banquillo a todos.
-La cabeza me va a reventar –murmuró Lily, acomodando sus lentes negros
-Shhh, habla más bajo –le pidió Paola, que traía consigo una bolsa de hielo
De pronto un pitazo dado por el señor Gamo les hizo saber que el entrenamiento ya debía iniciarse, ambas se taparon los oídos desesperadas por el ruido. Poco a poco los jugadores de la selección fueron llegando.
-No sé si fue buena idea ésta de estar todo el día aquí –opinó Paola
-El doctor Nakata convenció al doctor Mizutani –respondió Lily, sintiendo malestar
-¡Hola Lily! –la saludó Levin sonriendo
-Vaya, qué mono tu amigo –comentó Paola forzando una sonrisa- ¡Pero podrías pedirle que baje la voz!
-Mal día para saludar a Paolita a voz en cuello –comentó Karl, acercándose- Hola Lily
-Eh...hola chicos –saludó Lily contrariada al ver a su amiga con cara de "trágame tierra"
-Ups, olvidé que olvidé algo en enfermería –dijo la Wakabayashi, poniéndose de pie- Vuelvo después
-Ella siempre tan directa –se burló el alemán, viendo a la germano-japonesa irse
-¿Tú la conocías, no es cierto? –se atrevió a preguntar Lily
-Se podría decir que sí
-¿De veras? –preguntó Levin curioso- ¿Fue por eso que te molestó verla con el japonés, no es así?
-Stefan...olvídalo –le pidió Karl impaciente, yendo tras Paola
-¡Cuidado! –gritó de pronto la mexicana, al ver aproximarse un balón a toda velocidad, "extrañamente" en dirección a la cabeza de Levin XD
-¡Lo siento, hoy amanecí chueco –se disculpó Taro con una de "ésas" sonrisas, recogiendo su balón- ¿Estás bien Levin?
-Sí, pero ten más cuidado Misaki –respondió el sueco, desconfiado- Si la doctora Del Valle no me avisaba, créeme que terminaba con la marca del balón en la cabeza
-¿Verdad que tienes mucha suerte de estar con Lily? –dijo Taro, entre dientes, fingiendo una sonrisa, regresando al campo de juego
La mexicana no se la creía, veía a Taro con cara de "¿y ahora a éste qué le pasa?", cara que la mayoría de sus compañeros también puso con semejante tiro, porque sabían que lo que menos era Taro era ser impreciso con sus tiros; claro que entre todos ellos, sólo Genzo atinó a mover la cabeza en desaprobación, con una media sonrisa de amargura en el rostro.
Lily, un tanto avergonzada porque sospechaba de la razón del casi balonazo, dirigió sin querer su mirada hacia Genzo, que se estaba acomodando la gorra y esperaba impaciente a que lleguen a su portería, provocando que la muchacha suspire profundamente.
-¡Vaya! A qué se debe ese gran suspiro –preguntó Levin divertido
-A nada –contestó Lily pensativa, volviendo a suspirar
-¿Sabías que un suspiro es aire que se pierde por alguien que falta?
-Eso te salió...discúlpame, pero bastante cursi
-Bueno, quizá tengas razón –aceptó el sueco, con una media sonrisa- Es que yo solía creerlo cuando...cuando perdí a Karen
-¿Karen? ¿era tu madre?
-No, era mi novia –contó Levin nostálgico- Cuando ella murió me la pasaba de malas y muchas veces suspirando sin poder evitarlo, fue entonces que Larsson, un compañero mío, me dijo aquello que te acabo de decir
-¿La extrañas aun?
-Siempre voy a extrañarla, nunca voy a conformarme con su pérdida
Lily miró al muchacho con pena y prefirió callar, mientras veía cómo Genzo regañaba a Ryo por haber perdido un balón, digamos que parecía que ese día estaba particularmente de muy mal humor; y eso fue más obvio cuando increpó a Taro por no realizar un pase a Izawa, que por cierto tenía el marcaje de dos.
Mientras Lily contemplaba (pobre de ella) al SGGK, Paola iba casi corriendo a la enfermería, profiriendo una serie de insultos en alemán, japonés y todos los idiomas que pudo XD.
-¡¡Kuso, ausscheidung! Por qué tuvo que volver –exclamó, descargando su coraje sobre el escritorio de enfermería, apretando los puños- ¡Maldita sea!
-Si sigues así vas a tener que pagar el mobiliario que destroces –comentó Karl, apoyándose en el marco de la puerta
-Qué quieres –preguntó Paola secamente, sin voltear a verlo- Haz el favor y lárgate de aquí
-Das Ächzen, rect –dijo Karl con cierta ternura en la voz
-¡¡Ich hasse zu Ihnen! –exclamó la muchacha mirándolo con odio y acercándose a darle una sonora bofetada
-Me lo merezco –reconoció el alemán con tristeza- No debí herirte como lo hice
-¡¡Y todavía lo admites! –estalló Paola, dándole de golpes en el pecho, tratando de no llorar- ¡Te odio, te odio!
-¡No puedes odiar algo que aun amas! –respondió Karl, tomándola de las muñecas- Paola, sé que me equivoqué, pero...yo te amo, Ich liebe zu Ihnen...
-Dumm...qué te hace creer que yo te quiero –murmuró la joven, con lágrimas en los ojos
-Tu actitud
-Olvídalo –concluyó la Wakabayashi, zafándose- Después de todo es parte del pasado
-Tú nunca serás parte del pasado
-¡Pues tú sí! Encontré un nuevo camino, mi vida tiene otros objetivos y qué crees, tu no estás dentro de ellos
-¿Es por el japonés? –preguntó Karl con amargura
-¿Cuál jap..? ah, Ken –recordó la muchacha algo confundida- Pues sí, es por él
-Tú no lo quieres, eso es evidente
-¿Por qué piensas que me conoces tan bien?
-Porque te conozco
-Ja, estúpido –murmuró Paola con sorna- Vete con la rusa y a mi déjame en paz; es más, ni sé qué haces aquí
-Vine de vacaciones, precisamente evitando a Katrina
-Qué ¿ahora la evitas? Muy raro, si hasta donde recuerdo te gustaba tenerla bien, pero bien cerquita –se burló la germano-japonesa, acercando la palma de una mano a pocos centímetros de su boca
-Fue un error
-Como todo en tu vida..., la verdad lamento que Marie tenga semejante ejemplo a seguir
-Mi hermana también te extraña
-Fue una buena amiga, y comprendió lo incómodo que sería tratar con ella estando tú por ahí
-Paola, escúchame...
-No –respondió muy segura- Bastante te escuché hace 3 años, ¿lo recuerdas? Mejor me voy
-Mein lieber Freund, meine zutreffende Liebe (mi querida amiga, mi verdadero amor)
Sin decir más Paola salió de la enfermería lo más rápido que pudo, evitando mirar atrás, porque sabía que si volvía a fijarse en esos ojos azules podía flaquear, y no se perdonaría nuevamente un error así, sabiendo además que para mal de males, aun sentía algo por el Kaiser.
Ya en el almuerzo (ja, se la pasan en el comedor, de veritas), Paola entró y vio que Lily mantenía una acalorada, pero bien disimulada, discusión con Taro. Y como los había conocido últimamente, creyó que estaban bromeando, así que buscó a Kazuki con la mirada, cuando lo encontró fue a su encuentro y lo primero que hizo fue abrazarlo tan fuerte que casi lo deja sin aire; sin embargo el muchacho ni se quejó y comprendió que su amiga por alguna razón estaba triste.
-Ya basta Taro –murmuró Lily entre dientes, mirando su plato avergonzada
-Oh, vamos, vamos Li-chan –insistía Taro tercamente- Cuéntame qué tal tu cita con Levin
-No fue una cita
-Ayer cenaron solitos y no fue una cita...no te creo
-Estábamos aquí en el comedor, ¿o no lo notaste?
-Pero la esencia de cita se mantiene
-¿Qué te pasa hoy que estás tan fastidioso? –preguntó Lily impaciente- Ya no es graciosa tu actitud
-Vaya, ¿te enojaste por querer saber más de tus nuevas relaciones amorosas? –ironizó sutilmente el delantero japonés
-¿Nuevas? Porqué la pluralidad –se indignó la mexicana
-Veamos... –analizó Taro, enumerando con los dedos- Jun, Genzo y ahora Levin, ¡bien por ti!
-¿Estás celoso? –preguntó Lily divertida
-¿Yo? Claro que no –aseguró el muchacho, haciendo un puchero- Si me olvidaste tan fácilmente, yo haré lo mismo contigo
-Oh, vamos Tarito, no te me enojes –le pidió Lily, apretándole los cachetes- Además, ¿quién te dijo que te olvidé?
-¿Perdón? –preguntó Taro sorprendido
-Eh...ah...nada –se apresuró a mentir Lily, habiendo metido la pata, soltando a Taro
-¿No me olvidaste, Li-chan? –preguntó Taro, entrecerrando los ojos
-Cómo voy a olvidarte –contestó la muchacha esbozando sonrisa de Barbie (o sea, bien fingida pues)- Aun me acuerdo que te llamas Taro Misaki ¿o no?
-Bien hecho doctora –la felicitó Mamoru, mientras pasaba cerca de su mesa
-Sí, bien hecho –apoyó Kisugi, guiñándole un ojo- Felicidades Taro
-Je, gracias –contestó Lily, agradecida por ser salvada- Pero no sé a qué se refieren
-Yo tampoco –dijo Taro confundido
Lily notó entonces que todas las miradas se dirigían hacia donde estaban ella y Taro; y que Jito estaba de lo más petulante, chismoseando con un grupo de compañeros suyos, entre ellos figuraba Genzo, que miró a ambos con ojos de pistola (como dice Lily) y salió precipitadamente del comedor.
-¿Es cierto eso? –preguntó Jun curioso, con el ceño fruncido
-Qué cosa –se atrevió a preguntar Lily, como sospechando que no quería conocer la respuesta
-Que ayer Aoi vio salir a Taro de tu dormitorio con la ropa totalmente desarreglada
-¡¡QUÉ! –exclamaron ambos rojos como tomates
-Momento –analizó Lily- Ayer...Aoi...y entonces Paola...¡¡Paola Shinobara ven inmediatamente!
-Dime que no dijo mi nombre –le pidió Paola a Kazuki, sin soltarlo
-Eh...creo que sí lo dijo –contestó su amigo
Como Paola no se inmutaba, Lily se paró cual fiera y fue en su busca.
-Cómo es eso que Taro y yo...¡explícame! –le exigió, apretando los dientes
-Ah, eso... –la despreocupó Paola, frotándose rápidamente los ojos y soltando a Kazuki- Yo lo explico...¡Muchachos, compañeros, solicito vuestra atención! –dijo Paola, parándose en su silla- Por ahí ha corrido un horrible rumor iniciado por el compañero Jito y que, me parece, involucra a mi colega Del Valle, según...el pequeño Aoi (Aoi saludó a todos con una sonrisa muy orgulloso de que lo nombren XD)
-Deja el teatro –la regañó Lily enojada
-¡Así que espero me permitan arreglar tal malentendido! Ayer, efectivamente Taro fue a nuestra habitación acompañado de...Wakashimazu, y jugamos ¡Twister! Y como Ken y yo les ganamos, pues ambos tenían esa facha de losers
-¿Yo? –preguntó Ken extrañado, una mesa más allá
-Y cuando salí a despedirlos la verdad fue horrible ver al pobre Aoi pasando frío, sentadito fuera de nuestra habitación, contándonos que Jito lo había amenazado para que se quede ahí, cuidando de nosotras, evitando así la visita de "cualquier pervertido" –siguió Paola- Por eso, compañeros, quiero agradecer al compañero Hiroshi por su buena voluntad, pero la verdad, no es necesaria ¡gracias Jito! Y a ustedes...en otra no sean tan mal pensados
-Je, eh...de nada –murmuró Jito apenado
-Además –continuó la germano-japonesa acercándose a Ken- Quiero agradecerle a mi compañero de juego por ser tan buen apoyo, ¡gracias Ken! –y sin más, lo abrazó frente a todos
-Qué estás haciendo –murmuró Ken extrañado
-Abrazándote, ¿qué, no se nota?
-Voy a matarte Paola Wakabayashi –murmuró Lily enojada- De ésta no te salvas
-Muy lindo cuadro, sin embargo me parece que poco apropiado en el momento –comentó Karl seriamente
-Oh...es el amigo alemán que está de visita –dijo Paola burlona- Bienvenido seas...
-Bien, ¡gracias por la explicación Paola! –exclamó Lily fingiendo sonreír- Ni yo misma lo hubiera contado mejor, pero creo que es hora de irnos, los vemos en la tarde...
-Adiosín...
-Apresúrate –le dijo Lily con voz amenazadora
-Oh, oh, no me gusta ese tono de voz OOU
-Y menos te va a gustar el que te espera...¬¬
Lily jaló, literalmente, a Paola hasta que quedaron a distancia prudente del comedor y de oídos curiosos. Comenzó a rayársela a voz en cuello y tan rápidamente que Paola la veía con cara de interrogación porque no le entendía nada de nada XD.
-No te entendí nada –reconoció Paola tranquilamente mientras Lily recuperaba el aliento
-¡¡Cínica!
-Nada de cínica –se defendió su amiga- Tenía que vengarme del idiota depravado de Jito
-Vaya venganza ridícula –protestó Lily- ¡Yo fui la más afectada! ¡Yo y Taro!
-La burra por delante...
-¡Taro y yo!
-Vamos Lily, si bien que te gustó la carota de fusil humano que puso Genzo, jaja –se burló Paola, recordando a su primo
-Eh...bueno, y eso qué
-Cómo que qué –replicó la germano-japonesa- Mira, si quieres te pago el numerito que armé, anda, pídeme algo ¿quieres entrar furtivamente en la habitación de Genzo? ¡yo te ayudo, ¿quieres quedarte a solas con él toda la noche? ¡yo te ayudo, ¿quieres abusarlo? Eh...yo paso
-¡Paola! Deja de hablar tantas tonterías –le pidió Lily avergonzada por las ideas (que bien que le estaban gustando XD)
-Vamos, acepta, quiero que no te enojes conmigo por la broma aquella
-Sólo prométeme que no volverás a incluirme en ningún otro plan que se te ocurra
-¿Ni siquiera si tiene que ver con Genzo?
-¡Menos!
-Ok, ok...lo prometo –ofreció Paola resignada, levantando la mano derecha- ¿Algo más, jefa?
-Nada más
-Oye Shinobara –las interrumpió Ken apareciendo de pronto- ¿Puedo hablar contigo?
-¿Hablar? –se burló Lily sarcástica- Si lo único que escucho de ti son ladridos
-Lily... –dijo Paola en voz amenazadora
-Lo siento, se me fue –se disculpó la mexicana con una sonrisa socarrona, marchándose lentamente- Te veo al rato
Lily se marchaba murmurando burlas en contra de Ken (¬¬U) cuando se encontró de repente con Genzo, que colgaba su celular (por cierto no de una rama), y tenía cara de haber recibido una no muy grata noticia.
-¡Ah! Hola Genzo –saludó Lily con una sonrisa
-Hola –contestó él secamente, pasando de largo
-O...oye, sobre anoche...
-Ahá, qué –preguntó él, deteniéndose un momento
-Gracias otra vez por habernos ayudado –continuó la mexicana, tratando de ignorar el mal humor del japonés- Y no se me olvida que me debías algo –añadió inocente, señalando una mejilla
-¡Pero claro! Tienes razón –respondió Genzo sarcástico- No te muevas, espérame aquí
Lily vio a Genzo confundida, y tal como se lo había pedido, lo esperó unos minutos; después de los cuales lo volvió a ver aparecer acompañado de Taro.
-Pero Genzo, no entiendo –replicaba Taro extrañado
-La doctora Del Valle tiene algo que pedirte –contó Genzo con malicia- Adelante, los dejo solos...
Y sin más, el SGGK los dejó a ambos mirándolo con cara de "hello con su hello" OOU.
-¿Tenías que pedirme algo? –preguntó Taro curioso
-Eh...no, la verdad no –contestó Lily entristecida, suspirando
-Por el suspirito que acabas de echar, puedo adivinar que era algo referido a Genzo –dijo el muchacho algo molesto- Bueno, perdona por interrumpir...
Y nuevamente Lily quedó sola, viendo a Taro marcharse.
-¿Por qué a mi? –pensó Lily enojada- ¿Yo qué hice?
-¿Qué haces aquí sola? –le preguntó Rika viéndola extrañada
-Metiéndome en problemas sin saberlo
-¿Problemas con testosterona? –se burló su prima
-No es gracioso Rika –se defendió la mexicana- Ya no entiendo a los hombres
-¿Y cuándo pudiste? Siempre has tenido conflictos en la rama
-Claro, habla la maestra en el tema hombres –se mofó Lily
-Pues no soy maestra, pero al menos me defiendo mejor que tú –alegó Rika en tono triunfal
-Es fácil decirlo cuando no tienes un chico imposible como amor platónico
-¿Y tú cómo sabes eso?
-¿Acaso sí lo tienes? –preguntó Lily curiosa- ¡Dime cómo se llama!
-Ah, no –se negó Rika apenada- No lo haré, porque luego te burlarás
-¿Está en la selección japonesa?
-Eh... –dudó la muchacha, ruborizándose
-¡Ja! Lo sabía, ¡es uno de ellos!
-¡Lily! No te atrevas a ...
-No te preocupes, no te insistiré, pero averiguaré quién es ¡y te ayudaré a conquistarlo!
-No es buena idea –aconsejó Rika, pensando que no le gustaría enterarse que era Taro
-¿Por qué no? o...¿o acaso se trata de Genzo? –preguntó Lily con cara de horror OoO
-No, no es él
-Menos mal –suspiró Lily- Bueno, en ese caso te ayudaré sin conflictos, a menos que se trate del lavacoches, porque entonces tendría que hacerte una sesión de psicoterapia...
-¿De quién?
-No importa –la despreocupó la mexicana sonriendo divertida- Mientras no sea un portero, todo va diez puntos
-No, no es portero –admitió Rika sintiendo algo de culpa aun
-¡Genial! Bueno, entonces me voy, como el entrenamiento hoy se iniciará más temprano... ¡nos vemos en la cancha!
-Claro adiós –murmuró Rika, viéndola irse- Ay no, ojalá no te enteres que se trata de Taro...
