Capítulo 14.

Paola y Ken caminaron unos metros más y se detuvieron a conversar.

-Qué fue... –dijo Paola de lo más natural, sonriendo

-Qué fue, te pregunto yo a ti –respondió Ken intrigado- ¿Por qué me metiste en el lío aquél de Jito y Del Valle?

-Ah, eso...pues porque no se me ocurrió nadie más –contestó la muchacha tranquilamente- Además finges ser mi novio ¿no?

-Eso sólo para fastidiar a Genzo, porque ambos sabemos algo: si algún dirigente o entrenador se entera de esta falsa relación, nos perjudicaremos los dos; además mis amigos notaron la mentira, sabían que yo no estaba contigo ayer por la tarde...

-¿Siempre eres tan aburrido? –se fastidió Paola- Pero ya entendí, nadie excepto Genzo debe saber de "nuestra relación"

-Relación sin derechos –aclaró el portero

-Claro –coincidió Paola seriamente- Sin derechos...

El entrenamiento de la tarde transcurrió sin mayores sorpresas, salvo que Genzo, sin algún motivo aparente al menos para sus compañeros, fue muy hostil con Taro XD, quien tampoco se encontraba de buen humor, y para horror de muchos, respondió al portero con la misma hostilidad.

-¡Por qué no detuviste el pase que te di! –reclamó Genzo airadamente al delantero

-¡Porque no estaba veinte metros más allá de donde llegó tu balón! –contestó Taro, dejando atónitos a todos por su reacción

-Por favor muchachos, basta –les pidió Ozora con paciencia

-Ja, desde cuándo se pelean estos dos –murmuró Kojiro divertido

-Hoy estás muy desconcentrado –comentó Genzo apretando los dientes

-Por cierto no más que tú... –devolvió Taro hiriente

-¡¡Ya basta! –se enojó Gamo sorprendido como los demás- ¿Qué demonios les pasa a ustedes dos?

-Si esto sigue así, Tsubasa es capaz de ponerse a llorar –se burló Ken con Kazuki, aguantando la risa

-Sus dos mejores amigos a punto de agarrarse a golpes... –continuó Kazuki divertido

-...y todo por una mujer, jajaja –dijeron ambos al unísono, echándose a reír

Cuando el entrenamiento concluyó Gamo castigó a Taro y Genzo, por obvias y hostiles razones, así que tuvieron que quedarse una hora más que los demás practicando tiros a la portería, ambos en el más absoluto silencio: Taro tirando con toda la fuerza que tenía y Genzo haciendo hasta lo imposible para detener sus tiros.

-Ahummm –bostezó Paola aburrida, aun sentada en el banquillo de suplentes- Con el sueño que me cargo y todavía tener que quedarme aquí

-Tenemos que estar vigilantes ante cualquier contratiempo que surja –la concientizó Lily, observando atenta

-Sí claro, hoy en día para chequear bombonsotes se pone de excusa hasta la ética médica -se burló su amiga

-¡No es cierto! –se defendió la mexicana- Y deja de quejarte que me debes una

-¡Vaya! ¿Acaso no puedo exponer mis demandas? –dramatizó Paola- Además lo tuyo es exceso de ética médica o culpa...

-Y culpa por qué

-Porque sabes muy bien la razón por la cual esos dos están castigados

-Porque se pelearon horrible en el entrenamiento –contestó Lily fingiendo demencia

-Ja, entrenamiento... quisieran tener los dos ¡pero contigo, jaja –rió Paola

-¡¡Paola! –la regañó Lily muy colorada- Ya te dije que dejes de inventar cosas

-Como sea...pero sabes que los dos están picaditos por algo –razonó la Wakabayashi

-Pues por mi no lo creo, porque hoy por la tarde ambos se fueron enojados conmigo ¡y no tengo la más mínima idea de por qué!

-Bueno, uno porque es un tímido baboso y el otro, porque ya nació así..., y por cierto que con tímido me refiero a Taro

-Gracias por la explicación –respondió Lily con ironía- ¿Y qué hablaste con tu "novio"? O debo llamarle "tu peor es nada"

-Peor que nada es estar babeando por uno que no vale la pena y de paso fingir demencia cuando te abordan el tema –se defendió Paola indignada

-Hola –saludó Genzo, acercándose mientras se limpiaba el sudor con una toalla que tenía en el cuello

-Hola Genzo –murmuró Lily entre dientes, aun molesta por la actitud del muchacho- ¡Taro! –saludó con alegría desmedida cuando vio al delantero salir de la cancha

-Eh...hola Li-chan –contestó Taro algo extrañado

-Ridícula... –murmuró Paola, mirando al cielo, recibiendo como respuesta una mirada de fuego de su amiga

-Paola, tenemos que hablar –le dijo su primo seriamente, ignorando que Lily lo ignoraba XD

-Qué ¿vas a terminar con ella? –dijo Lily con sarcasmo

-Lily, deja a Anya fuera de esto –le pidió Paola molesta

-Como sea...¿vamos a cenar Tarito? –preguntó la mexicana sonriente

-Bueno, pero primero permíteme darme una ducha –le pidió el muchacho con aquél tono de voz tan sencillo que lo caracteriza, olvidando su mal humor

-Pídele a Lily que te enjabone la espalda –comentó Paola burlona

-¡Paola! –exclamaron al unísono Lily y Genzo, provocando que Taro los mire con reproche

-¡Ay pues! Ataquen de a uno...

Lily se fue abrazando a Taro muy melosamente, mientras Genzo apretaba los puños tratando de ignorarlos.

-Qué quieres, mister... –preguntó Paola con tono aburrido

-Deja las burlas

-Cuáles burlas, y ya, vé al punto

-Necesito que me acompañes al aeropuerto

-Psss –bufó Paola indignada, poniendo esa pose de Timón del Rey León, con las manos en la cintura- ¿Y yo por qué?

-Porque te lo estoy pidiendo educadamente, porque eres una Wakabayashi, porque eres mi prima pequeña ¡y porque si no lo haces me vas a conocer enojado!

-¿Algo más? –preguntó Paola poniendo cara de inocencia

-¡Irás conmigo!

-Oblígame –lo retó Paola, cruzándose de brazos

Genzo, como lo poco paciente que es, cargó a su prima con un brazo y se la llevó profiriendo toda clase de insultos contra él XD. La subió a un taxi y se fueron al aeropuerto.

-¡Fuchi! Por lo menos te hubieras bañado –comentó Paola exagerando, abriendo la ventanilla del automóvil e inspirando profundamente- Ahhhhh...

-No exageres –le pidió Genzo apenado porque el conductor los veía por el retrovisor

-¿Y a qué me llevas al aeropuerto? Mira que no podrás meterme en una caja con destino a Katmandú sin que te dé lucha –dijo su prima, mirándose las uñas

-¿Cómo es eso que eres novia de Wakashimazu? –preguntó Genzo seriamente

-Ah, era eso...

-Te advertí que no te metieras con él

-Y yo te advierto que no te metas conmigo –amenazó Paola, acercando su dedo índice al rostro de su primo- Yo decido qué hacer con mi vida, ¿estamos? Ya no soy una niña chiquita

-¿Crees saber lo que haces con tu vida? –preguntó el muchacho irónico- ¡Claro! Como cuando me retaste y te involucraste con Schneider ¿no?

-Golpe bajo Genzo –reconoció Paola algo dolida

-Paola, sólo quiero que te evites algo así nuevamente

-Mira, no necesito tus consejos, tus buenas intenciones ni tus reclamos; en síntesis... no te necesito, gracias –contestó ella hiriente- Todo lo que necesitaría de un hermano lo tengo de sobra en Touya, que no se te olvide

Y sin acotar más, Paola se cruzó de brazos y estuvo así el resto del viaje, mirando el paisaje; mientras su primo la observaba en silencio, ciertamente dolido por el comentario. Cuando llegaron Paola siguió a Genzo hasta la zona de desembarque.

-¿Esperas a tu novia o algún amigo? –preguntó Paola en tono aburrido

-¡¡Genzo! –exclamó una voz femenina al reconocer al muchacho

-Yahoo...mi prima –comentó Paola con sarcasmo, sacando una pequeña banderita de quién sabe dónde y moviéndola con desgano (qué esperaban, aun esto es un fic de animé XD)

-Hola Paola –saludó una voz con acento peculiar

-¡Marie Schneider! –exclamó Paola sonriente, abrazando a la rubia alemana- No sabía que vendrías

-Ahora sabes por qué te traje –comentó Genzo, saludando luego con una media sonrisa- Hola Marie ¿cómo estuvo el viaje?

-Algo cansador, pero al fin estamos aquí –respondió Marie sonriendo con un brillo especial en los ojos

-¿Qué haces tú aquí? –preguntó Hana con desprecio

-Ah...oh... –dijo Paola, mirando a todos lados- ¿Me hablas a mi?

-¡Claro! –contestó la otra Wakabayashi (le pondremos "la Wakabayashi-2" porque apareció después de Paola, al menos en esta historia XD)- ¿Por qué la trajiste Genzo? Es más ¿cómo es que estás con ella?

-Me raptó –contó Paola tranquilamente

-Paola hace sus prácticas de Medicina en el lugar donde yo entreno –contó su hermano sin inmutarse

-A mi también me da gusto volverte a ver "prima" –ironizó Paola- ¿Pero cómo has estado Marie?

-Bien ¿y tú?

-Aquí, aguantando a mi primo...

-Paola... –advirtió Genzo mirándola de reojo

-Jajaja, ustedes siempre tan graciosos –recordó la alemana divertida

-No, si yo a éste cara de payasito siempre le vi –añadió Paola evitando la risa

-No insultes a mi hermano –amenazó Hana de pocas pulgas- ¿Oíste SHINOBARA?

-Claro WAKABAYASHI, fuerte y claro, como que sorda no estoy...

-¿Y cómo está tu hermano? –preguntó Marie, dando luego un respingo al recordar el problema familiar de los Wakabayashi

-MI HERMANO –puntualizó Paola- Está muy bien, gracias. Y no me creas grosera si no pregunto por el tuyo...

-Pero claro –dijo Hana burlona, mientras Genzo subía las maletas a un taxi- Tú y Karl tuvieron un affair con mal final ¿no?

-Affair, así como affair, no fue –aclaró Paola irónica- Fue una relación de verdad, no como las que tú acostumbras...

-Suban por favor –les pidió Genzo, evitando así que ambas Wakabayashi se agarren de los pelos XD

-¡Voy adelante! –se ofreció Paola, sacándole la lengua a Hana, cosa que indignó mucho a su prima

-Pasa por favor –le dijo Genzo a Marie, abriéndole la puerta

-Gracias... –contestó ella sonriendo

-Oh, oh –pensó Paola viéndolos por el retrovisor- Esto no va a gustarle a Lily-chan

Rato más tarde llegaron a un hotel donde dejaron a las nuevas llegadas, despidiéndose pronto porque ya se hacía tarde y debían retornar al campamento. Cuando llegaron al lugar, Paola dio un gran bostezo y se despidió de su primo con un "ahí te ves" y se fue a su habitación, sin agradecerle el gesto de llevarla consigo para recibir a Marie, que se había hecho amiga suya en Alemania (cosa que sólo verán en este fic XD). Genzo esbozó una sonrisa divertido y se marchó a dormir.

-¿Dónde estabas? –preguntó Lily, dejando el libro de Cirugía General que tenía en las manos

-En el aeropuerto –contestó Paola, entrando al baño, evitando así mayores indagaciones

Cuando la Wakabayashi salió, Lily ya estaba echada de costado, aparentemente durmiendo. Ella se vistió con su pijama y se acostó, quedándose un rato pensativa mirando el techo en medio de la oscuridad.

-Oye Lily, ¡Lily!

-Hummm ¡qué! –preguntó la mexicana, medio dormida

-¿Tú estás segurita que no quieres nada con Genzo, no?

-Ya te dije que no Paola –contestó su amiga, tapándose la cara con una almohada

-¿Tú estás clavadita con Taro, no?

-Ahá... –murmuró Lily, en un estado entre la vigilia y el sueño

-O quizá quieras algo con Misugi o Levin

-Ahá...

-Entonces, ¿estás de acuerdo en que yo te ayude a que Genzo deje de molestarte?

-Ahá...

-¿Segura?

-Ahá...

-¿Y no te molestaría si alguien más sale con Genzo, no?

-No...

-¡Menos mal! Gracias amiga –finalizó Paola más tranquila, cerrando los ojos y durmiendo profundamente (y claro, si ya tenía sueño)

-Momento –analizó Lily destapándose la cara- ¿Qué me estabas diciendo sobre Genzo? Paola...¡Paola! Demonios, duerme como tronco, y bueno...mañana le pregunto

La mexicana acomodó bien su almohada y se echó a dormir con el cansancio acumulado entre el trabajo del día y la resaca que aun le provocaba dolor de cabeza. A la mañana siguiente, lo primero que hizo fue preguntarle a Paola que qué demonios había dicho la noche anterior.

-¿Qué ya no te acuerdas?.- preguntó divertida Paola.

-No, ya estaba dormida… .- gruñó Lily.- Sabes que tengo esa costumbre.

-Ya.- sonrió Paola, malévolamente.- Pues firmaste tu sentencia de muerte…

-¿Qué? ¿Por qué?.- gritó Lily, pero Paola no le hizo caso.- ¡Paola!

Paola salió de la habitación que compartían para irse a desayunar (qué novedad ¬¬). Lily se fue tras ella, y al llegar al comedor medio le cayó el veinte de lo que Paola le había tratado de decir: Genzo Wakabayashi estaba desayunando muy tranquilamente con una chica rubia de ojos azules que lo miraba embobada. Lily sintió que el estómago casi se le deshacía del coraje que le dio.

-Te lo dije, amigocha.- se burló Paola.- Te pregunté que si querías que te ayudara a que Genzo dejara de molestarte y me dijiste que sí.

-¿Te referías a… A eso?.- Lily señaló con un gesto casi obsceno a la chica rubia.

-¡Ey! No la llames así, tiene su nombre.- dijo Paola.- Se llama Marie. Marie Schneider.

-¿Schneider? No me digas que es pariente de tu… .- comenzó a decir Lily.

-Cállate, babosa.- la cortó Paola, enojada.- Sí, es su hermana.

-Malditos Schneider… .- murmuró Lily.

Paola supo que Lily estaba en verdad enojada, porque no le contestó su insulto "babosa" con "babosa tu cola", como la mexicana solía hacer. Lily caminó muy digna hacia una mesa vacía, aunque desgraciadamente tuvo que pasar a un lado de en donde se encontraban Genzo y Marie.

-Me da tanto gusto el volverte a ver, Genzo.- decía Marie.- Ya te extrañaba.

-También yo.- respondió él, con un tono de voz que delataba su venganza consumada.- No sabes el gusto que me da que hayas venido a Japón…

Lily, del coraje, se tropezó con una silla y casi le echa su charola encima a Genzo, pero Misugi alcanzó a detenerla con la mano (la charola). La mexicana se dio un buen golpe contra el costado de la mesa.

-¿Estás bien?.- preguntó Jun inmediatamente, soltando la bandeja sobre la mesa y corriendo a auxiliar a Lily.

-Sí.- Lily estaba sin aliento.- Solo me golpeé las costillas…

-A ver, déjame revisarte.- pidió Jun, palpando con cuidado el costado de la mexicana, muy cerca del busto.

-¡Ey! No seas aprovechado, Misugi.- dijo Hiroshi son sorna.- O al menos no lo hagas enfrente de todos…

-Solo quiero asegurarme de que no se haya fracturado algo.- replicó Jun, coloradísimo como tomate, al igual que Lily y Genzo, aunque la primera lo estaba por vergüenza y el segundo por coraje.

-¿Por qué no le pide a Misugi que le ponga un vendaje como el que usted le estaba poniendo el otro día a Misaki?.- inquirió Genzo, con rabia contenida.- Yo sé bien que disfrutará tener tan cerca a mi compañero.

-¿Y por qué usted no se larga a otra parte a fastidiar con su amiguita alemana?.- replicó Lily, más enojada aun.

-Quizás lo haga.- respondió Genzo.

-Pues qué bien.

-Lo mismo digo.

Marie notó el intercambio de miradas que se dio entre Lily y Genzo. Jun se llevó a Lily con él para evitar que ella y Genzo siguieran discutiendo. Genzo los miró alejarse con odio.

-Creí que me habías dicho que no tenías novia.- comentó Marie, como quien no quiere la cosa.

-No la tengo.- gruñó Genzo.

-¿Seguro?

-Claro que estoy seguro.- gritó él, enojado.- ¿Crees que no lo voy a saber?

-Ya, no te enojes.- lo calmó Marie.- Eso me tranquiliza, significa que tengo la vía libre contigo.

Y al decir esto, Marie se recargó en el hombro de Genzo, haciendo que a Lily le entraran ganas de golpearla con la bandeja. Paola, quien había observado todo esto, se reía a grandes carcajadas en compañía de su inseparable Kazuki, aunque la risa se le acabó cuando vio entrar a su prima del brazo de Ken.

-¿Qué hace esa aquí?.- Paola casi se atraganta.

-¿Quién es?.- preguntó Kazuki, interesado.- Es linda…

-¡Claro que no lo es!.- gritó Paola, casi histérica.- ¡Esa desgraciada no tiene nada de linda!

-Tranquilízate.- pidió Kazuki.- Fue un comentario inocente… ¿De dónde la conoces?

-Es mi prima.- gruñó Paola.

Ésta tenía ganas de preguntar: "¿Qué rayos está haciendo con Ken?", pero se contuvo. No quería parecer demasiado interesada en él. Hana y Ken se dirigieron hacia donde estaban Marie y Genzo. Éste los miró con cara de pocos amigos.

-Primero mi prima y ahora mi hermana… .- murmuró Genzo.

-¿Qué dijiste?.- inquirió Marie.

-Nada…

-Hola, hermanito.- sonrió Hana.- ¿Podemos sentarnos con ustedes?

-Adelante.- respondió Genzo.

-Te voy a colgar, hermanito.- gruñó Hana, cuando ella y Ken se sentaron.

-¿Por qué?

-Porque no me dijiste que conocías al guapísimo portero karateca (guácala, no tiene nada de guapo ¬¬).- contestó Hana.

-Sabías que él también era seleccionado… .- gruñó Genzo.- Debiste habértelo imaginado…

-Tu hermana es muy simpática, Wakabayashi.- admitió Ken.- ¿En dónde la tenías escondida?

-¿En dónde la tenías escondida?.- arremedó Paola.- Pues en el zoológico, ¿en dónde más?

-¿Qué?.- se sorprendió Kazuki.

-Nada…

Hana, Ken, Marie y Genzo (horrible escena) definitivamente sí, horrible escena Oo platicaron mucho rato. Hana no dejaba de colgarse del cuello de Ken, mientras que Marie no dejaba de abrazar a Genzo. Tanto Lily como Paola querían arrojar a esas dos por un barranco. Ambas internas agradecieron cuando por fin acabaron sus desayunos y pudieron largarse de ese lugar. Ambas chicas se fueron a sus consultorios a prepararse para el día. Paola no dejaba de refunfuñar.

-¿Viste lo odiosa que es Hana?.- decía.- Te voy a colgar, hermanito, ¿por qué no me dijiste que conocías al guapísimo portero karateca?

-Ya, no te pongas así.- suspiró Lily.- Ella lo acosa. ¿Y qué? Yo creí que era imposible pero hay dos personas en este planeta a quienes les gusta Ken… Un nuevo récord…

-Y el otro baboso diciendo: ¿En dónde la tenías escondida?.- continuó refunfuñando Paola, sin hacer caso de Lily.

-Mi querida amiga, creo que estás celosa, si me permites decírtelo.- dijo Lily, muy seria.

-¡Ja! ¡Mira quién lo dice!.- gritó Paola, enojada.- ¡El burro hablando de orejas! ¡El que tú estés celosita del baboso de mi primo no significa que yo también esté celosa de Ken!

-Como quieras… .- Lily se encogió de hombros.

-O sea que sí estás celosa por mi primo…

-Cállate.

Paola volvió a atacar a Hana. La tachó de inmadura, resbalosa, mosca muerta y quien sabe cuantos adjetivos más. Lily ni caso le hacía, pues seguía recordando la escena en donde Marie abrazó a Genzo. Paola no tardó en encerrarse en su consultorio, sin dejar de despotricar. Lily dejó abierta la puerta del suyo, para que entrara más aire. De pronto, Hana llegó se asomó con cierta duda.

-¿Disculpe?.- preguntó.- ¿Está aquí la doctora Paola?

-No.- respondió Lily.- Está en el consultorio de al lado.

-Perfecto.- Hana sonrió.- ¿Podría atenderme usted? Temo que si le pido un favor a mi prima me vaya a dar cianuro en vez de lo que necesito.

-Paola no es tan mala.- Lily soltó una risilla.- Nomás un poquitín enojona…

-Claro. Ella es un poquitín enojona así como las cataratas del Niágara son un poco húmedas.- se burló Hana.

-¿En qué te puedo ayudar?.- Lily cambió el tema.

-Es que… Tengo cólico… .- musitó Hana.

-¿Qué comiste?

-No, es por… Ya sabes…

-¡Ah! Ya veo. Entonces quieres algo para el dolor…

-Si no es mucha molestia...

-Claro que no lo es.- Lily sonrió.- ¿Prefieres una inyección o una pastilla?

-Lo que me haga efecto más rápido.- pidió Hana.

-Una inyección entonces.- Lily preparó la jeringa.- ¿Te duele mucho? Hace rato te veías de lo más tranquila.

-Es que estando al lado de Ken Wakashimazu se me olvida todo.- suspiró Hana.

-Si tú lo dices… .- Lily puso cara de "hello con tu hello".

Lily le pidió a Hana que se acostara sobre la camilla de exploración para inyectarle el medicamento en la pompa. Hana apretó los dientes y agarró las sábanas, pero se sorprendió mucho cuando Lily dijo "¡Listo!".

-¿Ya tan pronto?.- inquirió Hana.- Ni lo sentí…

-Si nada más era una.- se burló Lily.

-Tienes la mano suave.- sonrió Hana.- Ya sé con quién venir cuando me vuelva a sentir mal…

-Claro. De lo contrario Paola te matará.- respondió Lily.

Ambas chicas soltaron una carcajada. Pronto se hizo evidente que Hana no tenía nada mejor que hacer, porque comenzó a sacarle plática a Lily, primero sobre lo que era ser médico, después sobre lo que se sentía trabajar en un campamento de jugadores de fútbol y al final terminaron hablando de las películas de Harry Potter. Lily había escuchado más de una vez a Paola hablar mal de su prima, cosa que le había creado a Lily una imagen desfavorable de Hana, aunque ahora que platicaba con ella se daba cuenta de que en realidad la chica no era tan mala como Paola le había hecho creer… Quizás simplemente Hana y Paola no se llevaban bien. (En realidad, Paola no se llevaba bien con casi nadie de su familia ¬¬). La mexicana y la japonesa pasaron tanto tiempo hablando que Paola tuvo que ir a sacar a su amiga del consultorio.

-Lily, no quisiera interrumpirte pero tenemos trabajo.- gruñó Paola.- Y date prisa, que aquí apesta a cañería…

-Será porque no te bañaste.- replicó Hana, mordaz.

Lily suspiró. Ella se peleaba igual con su hermana Lara… Con Rika, curiosamente, nunca había sido así…

-Te espero afuera.- bufó Paola.

-Ya voy.- suspiró Lily.- Bueno, tengo que irme. Fue un placer conocerte.

-Gracias por el medicamento.- sonrió Hana.

-No hay de qué.

Lily salió y alcanzó a Paola, quien ya había comenzado a caminar. Ésta estaba de lo más enfurruñada y cuando Lily la alcanzó la miró con verdadero odio.

-Traidora.- gruñó.

-¿Por qué?.- exclamó Lily.

-Mira que hacer migas con ésa… Ésa…

-¿Qué tiene de malo?

-¿Cómo que qué tiene de malo? ¡Se suponía que eras mi amiga!.- gritó Paola.

-¿Y eso qué?.- replicó Lily.- Sigo siendo tu amiga. No te he traicionado solo porque charlé un poco con Hana. A ver, es como si te molestaras porque me llegara a gustar Genzo…

-¡Ja! ¿Porque te llegara a gustar?.- se mofó Paola.- ¡Si ya estás que te babeas por él!

-Cállate.

-No es lo mismo. Genzo es hombre, o bueno, aparenta serlo (mugre Paola ¬¬). En cambio, Hana es mujer…

-¿Y eso qué?

-¿Cómo que qué? ¿No entiendes?

-No… Y además, ¿tú eres amiga de Marie Schneider, no?

-Sí. ¿Y eso qué?

-Ahí está. Yo no me enojo porque seas amiga de ella… .- mintió Lily.

-¡Ja! Eso a ti te molestaría en el caso de que te gustara Genzo… .- Paola soltó una risilla malévola.- Entonces estaríamos en igualdad de condiciones.

-¿Quieres decir con eso que a ti te gusta Ken?.- remató Lily.- ¿Y que por eso estás celosa de Hana?

Paola no contestó, pero no volvió a quejarse sobre Hana. Sin embargo, al llegar al campo de juego, la germano-japonesa se acercó a la mexicana y le susurró unas palabras al oído.

-Si me entero que le ayudas a Hana con Ken, te cuelgo.- dijo.

-Y si yo me entero de que le ayudas a Marie con Genzo, te arrojo por un barranco.- respondió Lily.