Capítulo 16.
Y sin decir nada más, Ken salió en busca de Paola, dejando a Hana haciendo un puchero. Paola no se fijaba ni por dónde iba, ya estaba harta de los hombres, todos eran exactamente iguales, una bola de patanes burros en primavera que lo único que querían era coquetear con cuanta chica bonita se les pusiera en frente…
-Paola, espera.- Ken la llamó, pero ella no se detuvo.
-Lárgate, no te quiero ver.- contestó Paola, ácidamente.
-Por favor, no seas así.- pidió Ken.- Tenemos que hablar.
-No tenemos nada de qué hablar.- negó Paola.
-Yo creo que sí.- Ken la tomó del brazo y la detuvo junto a él.- ¿Qué fue toda esa escenita?
-¿Cómo que qué fue? Corté contigo para que no haya impedimentos para que tú y esa resbalosa sean felices.- contestó Paola, queriendo abofetear al portero karateca.
-¿Qué dijiste?
-Lo que escuchaste. Hana te gusta, ¿no? Pues bien, demos por terminado aquí nuestro estúpido pacto, para que te puedas ir con ella y le pidas que sea tu novia.- refunfuñó Paola.
-Es que… ¿Acaso estás celosa?.- inquirió Ken, con una sonrisilla tonta. (Si él ni sabe ¬¬)
-¿Qué? ¿Estás loco? ¡Claro que no!.- gritó la chica.- ¡Cómo se te ocurre!
Paola, indignadísima, comenzó a alejarse, pero Ken la detuvo por el brazo, la atrajo hacia él y le plantó tremendo beso en la boca que momentáneamente dejó a la chica en estado de shock, aunque poco a poco fue cayendo en el calor de esos labios…
A pocos metros de ahí, Schneider los observaba. Apretó mucho los puños cuando Ken besó a Paola…
"Esto no lo voy a seguir tolerando", pensó él, con toda la intención de ir a interrumpir a los enamorados…
Mientras tanto (lo que pase con Karl, Paola y Ken se lo dejo a Tsuki XD), a Lily le comenzó a dar hambre. Decidió aventurarse a ir al comedor sola, sin importarle que muy probablemente Genzo estaría ahí en compañía de Marie. Se puso un traje deportivo color azul cielo que la hacían verse muy linda, se cepilló el cabello y salió. Iba un tanto feliz por haberse liberado al fin de su secreto, por lo que iba silbando una alegre tonada. Sin embargo, cuando llegó al comedor por un momento la detuvo el temor… Sin embargo, tomó aire y entró al lugar. Sorprendentemente, solo había dos personas ahí, una de las cuales era Genzo y el otro era Tsubasa… Lily respiró aliviada. Al menos Marie no estaba con Genzo… La mexicana recogió su bandeja y se disponía a cenar ella sola cuando Tsubasa la llamó.
-¡Doctora Del Valle!.- gritó Tsubasa.- ¿No preferiría comer con nosotros?
Genzo miró a su amigo con ojos de pistola, pero no dijo nada. Lily dudó, pero apenas y estaba pensando en una negativa cuando Tsubasa ya había ido por ella para ayudarle con la charola.
-Es muy triste comer solo, ¿no cree usted?.- dijo Tsubasa, sonriente.
-A veces es mejor solo que mal acompañado.- gruñeron Lily y Genzo, al mismo tiempo.
-¿Perdón?
-Nada…
Tsubasa hablaba y hablaba de sóccer, sin notar que el ambiente estaba algo tenso por el intercambio de miradas de fuego que había entre Genzo y Lily.
-¿Y cómo se ha sentido usted aquí, doctora?.- inquirió Tsubasa.- Espero que no la hayamos hecho sentir que no son bienvenidas aquí, usted y su compañera.
-Para nada.- negó Lily, sonriente.- Todo lo contrario.
-Si se nota que hay muchas personas que se han esforzado por hacerla sentir "bienvenida".- terció Genzo, sarcástico.- ¿No es verdad, doctora Del Valle?
-Incluyéndolo a usted.- Lily miró a Genzo tan profundamente que éste terminó por sentirse avergonzado y desvió la mirada.
-Pues me alegra, porque es la primera vez que tenemos doctoras aquí y… .- de repente, Tsubasa se interrumpió a media frase porque su celular comenzó a sonar.- ¡Ah! Es Sanae. Discúlpenme, por favor.
Y el joven se levantó, dejando solos a Lily y a Genzo.
-¡Espera, Tsubasa!.- gritó Genzo, pero no pudo levantarse ya que él aun no terminaba de cenar.
-Ya se fue.- respondió Lily.- No te oyó…
-Ya lo noté…
Lily se dedicaba a juguetear con la gelatina que le habían dado de postre. Genzo comía con la mirada fija en un punto distante. Repentinamente, Lily levantó la mirada y se dio cuenta de que Genzo la veía fijamente. Ambos se pusieron colorados.
-Esto es ridículo.- gruñó genzo.- Que comamos juntos y no podamos decirnos ni una palabra…
-La culpa es tuya.- replicó Lily, enojada.- Por ser tan idiota.
-¿Perdón? Creo que la culpa es tuya por ser tan… Ofrecida.
-¡No me insultes!
-¡Tú empezaste!
Ambos jóvenes volvieron a mirarse fijamente. Lily volvió a jugar con la gelatina y Genzo siguió masticando un pedazo de papaya.
-Yo no entiendo por qué tienes que ser así.- gruñó Lily, molesta.
-¿Así cómo?
-Así tan idiota. ¿Qué rayos te pasa?
-¿Qué rayos te pasa a ti?.- contratacó Genzo.- ¿Por qué tienes que andar siempre detrás de todos?
-¿Detrás de todos?.- Lily se indignó.- ¿Cuáles todos?
-Bien que sabes.- gruñó Genzo.- Levin, Misaki, Misugi…
-O sea.- Lily miró a Genzo con cara de "hello con tu hello".- Taro es mi ex, eso ya lo sabes, y solo somos amigos ahora…
-Sí, como no.- replicó Genzo, sarcásticamente.
-Jun y yo nos llevamos muy bien porque los dos somos médicos…
-¿Y la vez que los encontramos dormidos en la misma cama?
-¿Sabes por qué fue eso?.- Lily casi gritó.- Fue la vez que me pasó aquel caso tan terrible en el hospital. Estaba muy deprimida, Jun llegó a consolarme y nos quedamos dormidos. Yo estaba muy cansada por la guardia hospitalaria y él por el entrenamiento…
-Vaya consuelo que te dio.- bufó Genzo, aunque estaba más tranquilo.
-Y para que lo sepas, Levin solo es un buen amigo.- continuó Lily.- Me agrada, me llevo bien con él y ya, pero apenas acabo de conocerlo.
-Puede que te crea todo.- ahora era Genzo quien jugaba con la gelatina.- Menos lo de Misaki.
-¿Por qué no?.- inquirió Lily, sorprendida.
-Porque sé que aun lo quieres… Y que él te quiere a ti… .- respondió Genzo, desviando la mirada.
-¿En qué te basas para decir semejante burrada?.- gritó Lily.
(Tsuki, sé que te encantaría poner una nota sarcástica aquí ¬¬, lástima que soy yo quien escribe esta parte del fic XD)
-Lo sé por la forma en la que se comportan.- contestó Genzo, sorprendentemente calmado.- Por la manera en como se miran, sus actitudes, las cosas que ambos han hecho…
-Ya te dije que no.- negó Lily.- Taro es solo mi amigo. Ya te lo dije. Esas miradas, actitudes y demás que dices son solo el producto del recuerdo aunado a una buena amistad.
-No lo creo.
-¿Por qué eres tan terco?
-¿Quieres que te lo diga?
-¡Sí!
Genzo se acercó a Lily lo más que pudo, hasta que sus rostros quedaron a tan solo unos centímetros y él bajó el volumen de su voz hasta hacerla un susurro.
-Porque la vez que te emborrachaste con Paola me besaste.- dijo Genzo.- Y después de hacerlo me dijiste: "Te quiero mucho… Taro".
Lily vio en los ojos de Genzo el dolor y la desilusión reflejados. Y también pudo ver su propia sorpresa…
-¿Yo dije eso?.- Lily estaba confundida.- ¿De verdad?
-Claro, ahora no lo recuerdas.- Genzo se hizo para atrás.- Así que ya perdí toda esperanza de lograr algo contigo. No puedo hacer nada, si aun estás enamorada de Misaki…
Genzo se levantó, tomó su bandeja y la dejó para después marcharse. Lily estaba sorprendidísima y en estado de shock. No podía creer que ella hubiese dicho eso… ¿Eso significaba que aun sentía algo por Taro?
No. Su corazón se lo dijo inmediatamente. Y el corazón nunca fallaba… ¿Entonces por qué le había dicho eso a Genzo cuando la besó? Quién sabe. Quizás fue el alcohol, quizás fue por el recuerdo, quizás era porque quiso mucho a Taro en su momento… Y mientras Lily pensaba todo esto, otra voz en su interior le señaló algo muy importante…
"¿Te diste cuenta de que Genzo te acaba de decir que ya perdió toda esperanza contigo?", dijo la voz. "¡Eso significa que siente algo por ti!".
Lily se levantó, arrojó la charola como pudo y salió corriendo detrás del japonés. Genzo ya iba bastante adelantado, a medio pasillo, por el cual venían, a lo lejos Jitto y Sano (¬¬).
-¡Genzo, espera!.- gritó Lily.
-¿Se le ofrece algo más, doctora?.- preguntó él, fríamente, sin detenerse.
-¡Sí! ¡Quiero informarte que estás equivocado, ya no siento nada por Taro que no sea amistad!
-¿Por qué habría de creerle, doctora?.- inquirió Genzo, deteniéndose pero sin dejar de darle la espalda a Lily.
-¡Porque a ti es a quien quiero, grandísimo idiota!.- gritó Lily, haciendo que Jitto y Sano se quedaran con la boca abierta.- ¡Por eso debes de creerme! ¡Estoy más que segura que a ti es a quien quiero! ¡Siempre fuiste mi amor platónico!
Genzo se quedó inmóvil por unos instantes. Y Lily ya se había arrepentido de haber hablado cuando el portero se dio la vuelta, tomó a Lily entre sus brazos y le dio un beso tan apasionado que a Jitto y a Sano casi se les cae la baba al suelo. Lily, ni tarda ni perezosa, correspondió a ese beso extirpador de amígdalas, poniendo en él todos sus sentimientos…
-Me cae que la doctora Del Valle queda descartada de nuestra lista de conquistas –murmuró Sano aun estupefacto
-¿Por qué siempre se quedan con las buenas? –reclamó Jito lloroso- ¡Pero aun está la doctora Shinobara y las asistentes del entrenador!
-Hablando del entrenador... –comentó su compañero preocupado
Ambos vieron alternativamente la escena entre Lily y Genzo, que por cierto continuaba, y a pocos metros de ellos, bueno, dando la vuelta la esquina, el señor Gamo se acercaba.
-Oh, oh, si los vé los mata –dedujo Hiroshi pensativo- ¡Hazte el desmayado!
-Que ¿qué?
-¡Te digo que finjas desmayarte! –ordenó el gran excapitán del Hirado, cargando en sus brazos a Sano que pensaba que se había vuelto loco al fin- ¡Doctora Del Valle, doctora Del Valle!
Jito gritaba conforme se acercaba a la pareja, que con el grito se había separado bruscamente y se encontraban muy nerviosos. En eso apareció el señor Gamo.
-¿Pero qué está pasando aquí? –preguntó el entrenador, confundido
-Oh, entrenador...gracias Genzo –dramatizó el defensor japonés- Sano y yo salimos a buscar unas bebidas y de pronto se desvaneció, Genzo nos encontró y yo le pedí que buscara a la doctora mientras me quedaba con mi pequeño amigo...
-¿Qué? –volvió a preguntar Gamo, viendo en Genzo y Lily la cara de ¿hello?
-Entonces me desesperé y traje a Mitsuru en brazos, felizmente los encontré aquí –continuó Jito, sorbiendo lágrimas que ni brotaban
-Eh...claro –dudó Genzo mirando a Lily- Aquí está Sano doctora, ¿podría revisarlo?
-Claro, claro –les siguió el juego la mexicana, acercándose a Mitsuru que estaba a punto de reír- Probablemente es un caso de hipoglicemia, por favor llévalo a mi consultorio
-¡Gracias, gracias! –exageró Jito, llevándose a su amigo XD
-No se preocupe entrenador –le dijo Lily diplomáticamente- No es nada grave, voy a ponerle un suero glucosado y con eso estará mucho mejor
-¡Que va a ponerme qué! –murmuró Sano asustado
-Shhh –lo calló Jito
-Bien, entonces espero que luego me informes del caso Genzo –pidió el señor Gamo, despidiéndose y marchándose
Lily y Genzo asintieron y fueron caminando lentamente hasta quedar fuera de la vista del entrenador japonés. Se detuvieron repentinamente, se miraron confundidos e instantáneamente se echaron a reír con ganas. En eso, Jito y Sano se acercaron.
-Jajaja, ¿qué fue eso? –les preguntó Genzo divertido
-Y todavía preguntas –se indignó su pequeño compañero- ¡Si van a demostrarse amor abiertamente...no lo hagan en lugar tan público!
-Si Gamo los veía, ambos estaban en graves problemas –sentenció Jito severamente- Recuerda que nos advirtió sobre no involucrarnos con las doctoras
-Yo... –trató de excusarse Lily apenada
-¡No me importa! –exclamó Genzo, rodeando con un brazo a la futura médico- ¡Yo conocí a Lily antes que ella ingrese al campamento!
-A ti quizá te valga corcho –lo regañó Mitsuru- Pero si los descubren será a ella a quien expulsen y de quien reclamen, con tal, a ti sólo te darán un sermón por ser un mujeriego
-¿Mujeriego por qué? –reclamó el portero indignado
-¡Porque también has estado pretendiendo a la doctora Shinobara, desvergonzado! –estalló Jito- ¿Crees que no dos dimos cuenta? Somos unos ases en el tema mujeres como para pasarlo por alto
-¿Qué? ¿que Paola y yo? –preguntó Genzo incrédulo, mientras Lily se aguantaba la risa
-¡Cínico! –le gritaron ambos muchachos
-Primero, no soy un mujeriego; segundo, no acostumbro involucrarme con mujeres de mi familia y tercero... ¡no te atrevas a reírte Lily!
-Está bien, lo siento, lo siento... –se disculpó la mexicana, aclarando la garganta
-Cuál familia...
-MI familia, obviamente –aclaró Genzo impaciente- No quería que nadie se entere, bueno, no yo, sino ella, pero...Paola es mi prima hermana
-¡Ja! Y todavía incesto, el desgraciado –dijo Sano indignadísimo, desatando la risa de Lily
-¡Entiendan, Paola y yo no tenemos relación amorosa alguna! –explicó Genzo exasperado
-Me consta –añadió Lily divertida- Ellos no pueden verse...ni en foto
-Vaya, frase de Paola –recordó Genzo
-¿Entonces tú sólo con la doctora aquí presente? –preguntó Jito extrañado
-Si no nos interrumpían, en eso estábamos –reclamó Lily sin darse cuenta de lo que decía, por un momento la miraron sorprendidos luego se echaron a reír y Genzo estaba colorado de vergüenza- ¡No sean mal pensados! Quiero decir que...
-Sabemos lo que quiere decir doctora –la despreocupó Sano con una mirada pícara mientras le daba unas palmaditas en el hombro
-Mejor los dejamos solos, ¡adiós! –se despidió Jito con una amplia ronisa, mientras él y Sano agitaban una mano
-No los regañes, tú lo dijiste... –murmuró Genzo divertido
-Genzo... –reclamó Lily haciendo un puchero
-¿Segura que quieres estar conmigo y no con Taro...ni todos los demás? –preguntó Genzo pensativo (raro para ser él XD)
-Mira Wakabayashi –lo amenazó Lily acercándose más a él- Una más de ésas y te juro que...
Pero la mexicana no pudo concluir, porque una nueva sesión de besos con su amor platónico se había iniciado.
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Y mientras Lily había estado involucrada en todo el lío con Jito y Sano; otro dilema envolvía a Paola.
-¿Ya no estás enojada? –le preguntó Ken sonriéndole después del beso que le plantó
-¿Ah? –preguntó Paola embobada, luego reaccionó- ¡Eres un aprovechado!
-Ah no, no volverás a golpearme –le dijo el muchacho, deteniendo su mano
-¿Por qué hiciste eso? –le preguntó ella confundida, zafándose
-¿Detener tu golpe? ¡Porque duele! ¿sabes? No creas que cacheteas como manita de princesa...
-No eso –aclaró Paola seriamente- ¿Por qué me besaste? Mira, si quieres provocarle celos a Hana no voy a prestarme a otro jueguito tuyo con los Wakabayashi
-¿Por qué te es tan difícil creer que pude haberlo hecho porque me nació, y ya?
-Mira... –iba a alegar la germano-japonesa, pero el Kaiser se acercó con furia evidente y los interrumpió
-Paola...¿qué haces con él? –preguntó el alemán
-¿Acaso no te dijo ya que soy su novio? –contestó Ken con aire autosuficiente
-Le pregunté a ella, no a ti...
-EX - novio –aclaró Hana, que apareció de repente- Vaya, por suerte te alcancé Ken
-Hana... –murmuró Karl sorprendido
-Hola Karl, ¿cómo has estado? –preguntó ella, luego miró a su prima y agregó con malicia- ¿Y Katrina?
Paola miraba a los tres alternativamente, mientras se frotaba la sien con los dedos como si tuviera jaqueca.
-Dijiste que aclararías algo, que no era como yo creía –continuó Hana curiosa- Que quizás después de eso podríamos entablar una relación
-Yo no dije... –trató de aclarar el karate keeper
-¿Qué tienes que aclarar? –interrumpió Karl desconfiado
-¿Quieren saber qué hay que aclarar? –les dijo Paola tranquilamente, con un dejo de tristeza- Yo les cuento: en realidad Wakashimazu y yo jamás fuimos nada, todo lo planeamos para fastidiar a Genzo
-¿Qué? –preguntaron Karl y Hana incrédulos
-Él y yo planeamos fingir una relación SIN derechos ¿recuerdas Wakashimazu? Bueno, creo que ambos tenemos nuevos intereses, así que el pacto queda oficialmente disuelto –continuó Paola evitando la mirada del mencionado- Felicidades Hana, en verdad él es un buen muchacho cuando quiere, pero ojalá no sea otra de tus relaciones fugaces
-Claro que no –aseguró su prima, prendiéndose al brazo de Ken
-Buenas noches –se despidió la Wakabayashi, alejándose
-Paola, espera –alcanzó a decir el portero japonés sorprendido- Yo...
-No te preocupes, todo está bien –respondió la aludida, sin voltear- Y en cuanto a Genzo, yo aclararé las cosas con él...
Paola se fue, seguida por Karl y la mirada desilusionada de Ken, a quien Hana le decía una serie de cosas a las que ni le prestó atención.
-Paola, ¿podemos hablar? –le preguntó Karl
-Ah... –suspiró ella profundamente, deteniéndose- ¿De qué Karl? Creí que ya te había dicho todo fuerte y claro
-Pero no me permitiste hablar –alegó el alemán, sonriéndole con ternura
-No hagas eso –le pidió la muchacha exasperada, a punto de perder la paciencia, su cabeza estaba a punto de estallar
-¿Hacer qué? –le preguntó el Kaiser preocupado
-Hacer como si nada malo hubiera pasado entre nosotros, como si fuéramos los mismos de siempre y que yo soy la idiota que siempre te creía si le hablabas sonriendo...así...
-Discúlpame...
-¡Ya deja de disculparte! –estalló Paola, con lágrimas en los ojos- Ya dejen de verme la cara de imbécil...¿disfrutan viéndome llorar? ¡Pues lo siento, porque esta vez no lo lograrán!
Agobiada, la muchacha bajó la cabeza, mientras el alemán no sabía qué decir. Sólo atinó a acercarse y abrazarla.
-¿Por qué...Karl? –preguntó Paola sollozando, correspondiendo al abrazo (menuda aprovechada me resultó ¬¬)
-No sé por qué aceptaste una idiotez como la que ése japonés te planteó –se sinceró el joven- Pero supongo que así eres tú...y además, yo no vine a reclamarte por nada de eso, quiero hablar contigo, sobre nosotros
-¿Nosotros? –preguntó Paola confundida, separándose de él- ¿No lo entiendes? Yo...te guardo un rencor muy grande
-No lo creo –contestó Karl muy seguro- Lo veo en tus ojos...
-Karl...
-No digas nada más –le pidió él- Dame sólo una oportunidad, y te prometo que no te defraudaré
-Pero...
-Regresa conmigo a Alemania, por favor... –dijo Karl, abrazando a Paola con cariño
-No puedo
-No te pido que lo hagas ahora, pero al menos dame la oportunidad de volver a acercarme a ti
-¿Y Katrina? –preguntó Paola, logrando con esto que el alemán la suelte
-Katrina y yo ya quedamos que una relación entre ambos resulta un infierno –contó el Kaiser- ¿Aceptas?
Paola miraba los profundos ojos azules de aquél que estaba parado frente a ella y a quien un día quiso mucho, lo malo era que no sabía cuán alejado estaba "ese" día de ella, o si ése día aun duraba hasta entonces... Por otra parte, analizó, escarbar más sus sentimientos no le traerían nada bueno y más cuando era consciente que la escena de celos que le había armado a Ken era un mal augurio para ella, porque no quería salir otra vez herida, y porque habían sido celos genuinos, que le carcomían por dentro aun más si pensaba al muchacho junto a su odiosa prima.
-Sabía que caería si lo volvía a mirar a los ojos –pensó Paola, decepcionada de sí misma con una sonrisa amarga, luego dijo- Bien, pero dame tiempo...
-Hecho –contestó Karl sonriente, dándole un beso en la mejilla
Después de despedirse del alemán, Paola se fue hacia su habitación aun con rabia contenida en su interior al recordar el mal rato con Hana. Ya se acercaba a la puerta cuando vio una escena que la dejó perpleja y luego la obligó a un gesto de asco.
-¡Yak! Qué asco –dijo sin pelos en la lengua al ver a Genzo y Lily besándose- ¡Búsquense un motel!
-Je, a mi también me da gusto verte "primita" –se burló Genzo, separándose lentamente de Lily
-No exageres Paola –le reclamó Lily, avergonzada
-No, si no exagero, poco más y se tiraban en el piso –siguió Paola sorprendida y con sarcasmo- No sean puerquitos XD
-¡Paola! –advirtieron ambos
-Bueno, bueno, qué se le va a hacer –les dijo, abrazándolos a ambos- Lily, tus gustos son un asco...Genzo, tienes suerte...
Y sin decir más, entró en su habitación, dejando a la pareja mirándola perplejos.
-Je, mejor entro –propuso Lily divertida- Nos vemos mañana...
-Hasta mañana –se despidió Genzo, besando a la mexicana (cómo estarás disfrutando esto, Lily XD)- Buenas noches Paola...
Genzo sonrió y se fue, sólo entonces Lily notó que su amiga aun los espiaba por la puerta entreabierta.
-No voy a matarte ahorita, porque estoy muy contenta –alegó Lily, echándose en su cama con aire de ensueño
-Quería verificar si era Genzo –admitió Paola desanimada- Aun tenía la esperanza de ver a Stefan, Jun o mínimo a Taro...
-Ja, ja
-Entonces ¿ya le mostraste el color de tus chones? –preguntó seriamente, recibiendo como respuesta un almohadazo XD
-Paola, nada de lo que me digas me va a aguar mi noche –respondió Lily- ¡Estoy feliz porque estoy enamorada y él de mi!
-¿Quién él?
-Cómo quién, ¡pues Genzo!
-¿Genzo? –preguntó Paola sorprendida- O sea...jajajaja
-Cuál es el chiste ¬¬
-Vamos Lily, ambos son unos calenturientos oportunistas, ya verás que mañana se les pasa...-auguró Paola, consiguiendo una mirada de fuego de su amiga
-¡No seas amargueta! Si a ti no te va bien en el tema ¡no me fastidies a mi! –exclamó Lily burlona, más como uno de sus cotidianos chistes con la Wakabayashi
-Tienes razón –reconoció Paola entristecida- Soy una mier...en este tema, porque no confío en nadie
-¿Qué? –preguntó la mexicana extrañada por el repentino cambio de humor de Paola
-Lo lamento Lily, espero que mi primo y tú hagan una gran pareja –y dicho esto, con ropa y todo, la germano-japonesa se encamó y se puso de costado para no tener que ver a Lily
-¿Paola? –dijo Lily preocupada, acercándose a su amiga y zarandeándola un poco- Lo siento, no me fijé que no venías bien ¿te pasa algo?
-Nada
-¡No me digas que el lavacoches te insultó! Porque si es así... –amenazó Lily, levantando un puño
-No, yo no tengo ya nada que ver con Ken –contestó su amiga
-¿Entonces fue Karl? –inquirió Lily curiosa- ¿Matsuyama? ¿¡Kazuki?
-Lily...buenas noches –concluyó Paola, no dejándole otro remedio a la mexicana que dormirse, porque sabía que a su compañera no le gustaba que la interroguen
Pese a la preocupación que Paola le había causado, Lily sonrió ampliamente, murmuró un "buenas noches Genzo" (cursi ¬¬) y después de un gran suspiro, se durmió.
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Al día siguiente Lily fue la primera en aparecerse en el comedor, estaba de lo más campante esperando a los demás, cuando una voz le susurró tras ella.
-Veo que tuviste la misma idea que yo –le dijo Genzo sonriendo- Venir temprano para guardar un asiento...para Taro
-¿Qué? –refunfuñó Lily
-Jaja, era broma –aclaró el muchacho divertido, dándole un fugaz beso y sentándose junto a ella- ¿Cómo dormiste?
-Así –se burló Lily, cerrando los ojos y fingiendo roncar XD
-¡Lily! Ya empiezas a parecerte a la mordaz Paola –se quejó Genzo divertido
-Imitada, nunca igualada –aclaró la mexicana sonriendo- Por cierto, y aunque sé que va a matarme por contarte esto, "la mordaz" está triste por algo
-¿Wakashimazu? –preguntó el japonés rápidamente, frunciendo el ceño
-No sé, no quiso decirme...
Iban a continuar con su charla cuando entraron Tsubasa y Taro, éste último los vio con cara de marcianos.
-Buen día –saludó Tsubasa contento
-Hola Tsubasa –contestaron ambos, evitando la mirada inquisitiva de Taro
-Hola Tarito –saludó Lily, sonriente
-Hola Li-chan, Genzo... –contestó él, sentándose frente a ellos
-Me alegra que hayan hecho las paces –comentó Tsubasa, poniéndole sal a sus huevos revueltos (jajaja, yo y mi mente chueca, jaja XD)
-Limamos asperezas –contó Lily tranquilamente
-Menos mal, así espero que Genzo deje sus escenitas de celos –comentó Taro más para sí mismo
-Mira Taro... –iba a replicar el portero, pero recibió un pisotón de la muchacha que lo hizo callar
-¿Me pasas la sal, Tarito? –pidió Lily esforzando una super sonrisa Colgate
Como siempre Tsubasa se puso a hablar y hablar y hablar de fútbol, tema felizmente compartido por sus amigos. En eso vieron entrar a Jito y Sano con aires de superioridad, quienes al pasar junto a la mesa de la recién conformada pareja, les dedicaron un guiño tan evidente que los aludidos pedían se los tragara la tierra, y más cuando Taro los miró con desconfianza.
-Recuérdame ponerle a ambos un enema –susurró Lily apenada
De pronto escucharon barullo en la puerta del comedor. Los jugadores que allí estaban salieron curiosos, curiosidad que terminó por vencer a Genzo y los demás. Una vez afuera Lily se quedó de piedra cuando descubrió que se había armado una pelea "cuerpo a cuerpo" y que uno de los combatientes era nada más y nada menos que...Paola OOU. Ella y Hana se estaban agarrando de los cabellos, literalmente, y gritaban una serie de cosas que nadie entendía, por lo que Lily supuso que eran en alemán XD. Karl y Levin trataban de separarlas, hasta que lo lograron, aunque ambas querían zafarse.
-¡Qué demonios está pasando aquí! –intervino Genzo enfurecido, mientras los demás veían divertidos
-Paola, cálmate –le pidió Karl, abrazándola con fuerza
-¡Suéltame, ésta golfa va a saber con quién se metió! –amenazó Paola
Hana iba a responder, pero al ver a Genzo puso cara de sufrida, se calmó y se fue a abrazar a su hermano.
-Hermanito –dijo llorosa, con rasguños en la cara y muy despeinada- Mira lo que me hizo ése...monstruo
-¡Tú me provocaste! –se defendió Paola
-¿Qué creen que están haciendo? ¿ambas se creen un dueto de mujeres callejeras? –las regañó Genzo avergonzado y tan enojado que su gesto intimidante hizo callar los cuchicheos de sus compañeros
-¿Paola? ¿Hana? –murmuró Ken incrédulo al acercarse a la multitud
-¡Ken! –exclamó Hana llorosa, colgándose de su cuello- Mira lo que me hizo Paola...
-¿Por qué lo hiciste Paola? –le preguntó Genzo
-No puedo creerlo –dijo el karate keeper desilusionado- Lastimaste a Hana
Paola vio alternativamente a Genzo, a Ken, al grupo de curiosos; quería decir algo, pero su voz se ahogó y se fue corriendo, seguida por Karl.
-Paola...-dijo Lily preocupada, con un hilo de voz
-Por favor entren muchachos, ya no hay nada que ver –les pidió Genzo, logrando que sus compañeros obedezcan
-Fueron injustos con ella –les reclamó Levin decepcionado- ¿Por qué no les cuentas Hana? Diles quién empezó todo...
-Fue Paola... –se defendió Hana indignada
-No lo creo –afirmó Lily muy segura- La conozco, ella no sería capaz de reaccionar así a menos que realmente le lleguen al tuétano
-Tú no la conoces –alegó Genzo
-La conozco y mejor de lo que ustedes creen –se defendió la mexicana enojada- Sé de los problemas que tiene con ustedes y sé que sólo cuenta con Touya, además sé que tiene un gran corazón y que es una buena persona, incapaz de lastimar a nadie aunque lo haya amenazado...
-La doctora Del Valle tiene razón –la apoyó Levin- Ella no es una mala persona, y lo sé porque yo estaba presente cuando la pelea se inició, ella sólo se defendió, ahora la cuestión sería que averigüen con Hana qué fue lo que pasó...
Sin decir más Levin entró al comedor.
-Genzo, no puedes creer que Paola haya hecho esto sin motivo –alegó Lily casi suplicante
-¡Paola me lastimó! –argumentó Hana llorando- ¡Mira mi rostro!
-Cálmate Hana –le pidió Ken- Ven, necesitas tomar un té
-No me extrañaría que todo esto haya sido culpa tuya –escupió Lily con odio hacia el karate keeper
-¿Y culpa mía por qué? –preguntó el aludido intrigado
-¡Bien que sabes! Involucraste a Paola en uno de tus "planes" para fastidiar a Genzo y ahora que llega Hana y tienes más chance de fregarlo decides cambiar de rumbos ¿no?
-¿De qué hablas Lily? –le preguntó Genzo incrédulo
-¡Que te lo cuente él! Al fin que fue su plan, plan que no me agradó desde el principio...
-A mi no me importa –dijo Hana resuelta- Ken me contó lo que él y Paola hicieron ¡pero él me dijo que conmigo no sería igual!
-Cómo te atreviste... –dijo Genzo amenazante, siendo detenido por Lily para evitar otra agresión
-Como sea, la bromita acabó –contó Ken con amargura
-¡Sabías que ella era mi prima!
-Sip, si no la broma no tenía sentido –contestó el karate keeper con cinismo
-¡Eres...eres de lo peor! –exclamó Genzo furioso, aun siendo detenido por su amiga con derechos
-Ja, lo mismo le dije a Paola, pero no me hizo caso –alegó Lily mirándolo con odio
Genzo miró con decepción a Hana y Ken y se fue a buscar a su prima.
-No te la mereces –añadió Lily decepcionada- Hubo un momento de estupidez mía en la que creí que podía ser feliz contigo...¡qué idiota fui!
Ken miraba a Genzo y Lily marcharse con un mar de confusiones en su interior.
-No les hagas caso, es puro teatro –le dijo Hana- Ella terminará nuevamente con Karl ¡y asunto arreglado! No sé para qué tanto drama
-¿Con quién? –preguntó Ken curioso
-Con Karl –contó Hana tranquilamente- ¿Schneider? ¿su ex novio? O es que no te lo dijo
-No...
-Vaya, por qué no me sorprende. El caso es que Karl es su ex novio, y él vino aquí por ella, así que mínimo reiniciarán su relación
-¿Por qué?
-Psss...porque ella también lo quiere... –concluyó la Wakabayashi-2, jalando a Ken hacia el comedor
