Capítulo 17.

Cerca de la cancha de entrenamiento Karl dio alcance a Paola.

-Paola, espera...

-Déjame...

-Escucha –le dijo, deteniéndola por un brazo- Sabemos cuál fue el motivo de la pelea, ya no importa...

-¡Sí que importa! Ésa maldita me inculpó –se quejó Paola a punto de llorar

-No llores –le pidió Karl conmovido- Por favor, no llores

-Karl...detesto a Hana, detesto a Genzo...detesto a Wakashimazu –murmuró Paola sollozando

El alemán la miró con tristeza y sólo atinó a abrazarla y después darle un beso en los labios. Paola lo miró extrañada y luego fue ella quien lo besó.

-Paola... –murmuró Genzo, interrumpiéndolos, mientras Lily la veía con cara de "hello con tu hello"- Tengo que hablar contigo

-Pues yo no quiero –afirmó su prima decidida

-Paola, escúchalo –le pidió Lily

-Claro, ahora como novia oficial tienes que andar apoyando sus idioteces –reclamó la Wakabayashi

-¡No me ofendas! –se indignó Lily- Además Genzo reconoció que se equivocó y por eso quiere hablarte

-Qué fue lo que pasó –inquirió Genzo sintiéndose culpable

-No pienso decírtelo...

-Paola, dícelo –la animó Karl

-No, no se lo merece

-¡Entonces dímelo a mi! –le pidió Lily

-No, porque luego tú se lo dirás a él –concluyó Paola desconfiada

-¿Me crees capaz de algo así? ¡Sabes bien que no te haría tal cosa!

Paola miró a su amiga, dudó, luego ablandó el gesto.

-Bueno, pero vamos al consultorio SOLAS –puntualizó, marchándose

-Te veo después –le dijo Karl, marchándose por el lado opuesto

-No te preocupes, yo hablaré con ella –le dijo Lily a Genzo, sonriéndole y siguiendo a su amiga

Una vez en el consultorio Paola se sentó tras su escritorio y Lily frente a ella.

-¿Y bien? Qué fue lo que pasó –inquirió Lily

-¿Tú crees que tuve la culpa?

-¿Bromeas? La única vez que casi, y mira que digo CASI, te veo golpear a alguien fue a ése cretino que le provocó el aborto a su esposa

-Ni siquiera intenté golpear a Nanito por tener novia –añadió Paola tranquilamente- Aun recuerdo eso de nuestra noche de borrachera

-Entonces dime ¿por qué atacaste a Hana?

-Estaba por entrar al comedor cuando me encontré con Hana, en eso aparecieron Karl y Stefan –empezó a contar Paola con melancolía- Yo no dije nada, pero ella empezó a decirme que Wakashimazu le había contado del plan en contra de Genzo y que de seguro yo lo había ideado porque tengo "mente criminal"; y que por eso yo le daba asco a él, y que por eso mi familia estaba avergonzada de mi, que sólo Touya me aceptaba porque éramos la misma escoria –detuvo el relato para tomar aire- Le dijo a Karl que había hecho bien en dejarme por Katrina porque era muy poca cosa, que nunca nadie querría estar conmigo por ser como era...

-¿Hana te dijo todo eso? –preguntó Lily incrédula- Pero, ¿la golpeaste por eso?

-Claro que no, esa imbécil no había llegado al punto culminante hasta...hasta que me dijo que yo era una pobre huérfana cuyo padre loco le había dado el apellido sólo por vengarse de su atribulada familia, sabiendo que no teníamos lazo alguno ¡¡entonces no me contuve y le salté encima porque se atrevió a insultar a mi abuelo!

Lily no supo qué decir, no podía creer que aquellas palabras salieran de la misma amable persona que ella había conocido recientemente.

-Ya ni modo –suspiró Paola pensativa- La cretina está picada porque está celosa, porque ayer Ken la dejó plantada por seguirme

-Entonces en realidad ése idiota sí está involucrado

-No más, no te preocupes –contestó su amiga segura- He decidido curar heridas y volver a intentar una relación con Karl

-¿Estás segura?

-Sí, lo estoy

-Entonces no me queda más que...felicitarte, supongo

-Yo soy la que debo felicitarte –alegó Paola más animada- ¿No que no con Genzo?

-Pues ya ves...se dio y no se evitó

-Espero que no te lastime

-No lo creo, confío en él plenamente

-¿Y Taro?

-Qué pasa con él

-¿Cómo se lo dirás? No creo que lo tome muy bien

-¿Y por qué no? Si es mi amigo solamente –fingió Lily, cayéndole el veinte que no sería nada fácil la confesión

-Si tú lo dices...

-¡Paola! Cómo estás amiga –las interrumpió Marie, entrando muy preocupada

-Psss, para variar, ésta –bufó Lily en español, de malas pulgas

-Mientras yo hablo con Marie, te aconsejaría que vayas con Taro –aconsejó Paola, saliendo con la alemana, que le dedicó una mirada de pistola a Lily y se fue con la Wakabayashi

-Aparentemente la antipatía es mutua –murmuró Lily divertida- Espero que Genzo le haya puesto los puntos en las íes...

Lily se dirigió hacia la cancha de entrenamiento, donde ya se encontraban todos los jugadores. Y pese a que en el partido de práctica el balón se encontraba hacia el arco norte, Lily suspiraba mirando hacia el arco sur...donde defendía Genzo XD; aun incrédula por lo ocurrido la noche anterior.

-Das pena –escuchó comentar a Paola con burla

-¿A qué hora llegaste?

-Hace 10 minutos, los más babeados de tu historia...

-Deja de burlarte –se indignó la mexicana- ¿Y? Qué hablaron con la nazi...

-MARIE se enteró de lo que había pasado con Hana, Karl se lo contó –puntualizó su amiga

-¿Sabe algo...? –dudó Lily curiosa

-¿De Genzo y tú? –preguntó Paola mirándola de reojo- No lo creo, aun está muy ilusionada con él

-¡Pues que se le acaben sus absurdas ilusiones! –exclamó Lily molesta- Genzo está conmigo y con nadie más...

-¿Te lo pidió de la forma legal?

-¿Cómo dices?

-Que si te pidió formalmente que seas su novia...

-Paola, hoy en día no son necesarias esas precisas palabras –alegó Lily con autosuficiencia

-Ahá, como sea, pero deberías hacerme caso, con el sonso de mi primo nunca se sabe –respondió Paola, acercándose luego a auxiliar a Sano que había salido mal parado de una entrada algo violenta de Taki para arrebatarle el balón

-No es sonso... –defendió Lily en voz baja, pensativa

-¡Eh, doctora Del Valle! –escuchó llamar Lily desde la portería sur, reaccionó y se fue rápidamente hacia esa dirección- Creo que me lastimé la mano

-A ver... –respondió Lily concentrada, revisando la mano afectada, esbozando una sonrisa

-¿Almorzamos juntos? –murmuró Genzo, fingiendo dolor

-Aunque no queramos siempre lo hacemos –aclaró la doctora, mirándolo

-No me dejaste acabar –se quejó el portero- FUERA de aquí, o sea, en un lugar algo más privado

-¿Más privado? Genzo, me sorprendes –bromeó Lily- ¿Ni siquiera soy tu novia oficial y quieres algo más privado conmigo?

-Creí que era obvio –contestó el muchacho seriamente

-Paola dice que sin la pregunta oficial, no vale...

-Señorita, o perdón...doctora Del Valle ¿quiere usted ser mi novia? –preguntó Genzo sonriendo

-Hummm, déjeme pensarlo hasta el almuerzo –contestó Lily, guiñándole un ojo y retirándose de la cancha

-Es usted muy cruel conmigo –murmuró el japonés divertido

-Lily –llamó Taro seriamente, cuando su amiga se acercaba a la línea lateral- ¿Puedo hablar contigo después? Digamos...¿en el almuerzo?

-Eh...en el almuerzo no puedo Tarito –respondió Lily- ¿Te parece en la cena o mejor después del entrenamiento de la tarde?

-Sí, está bien...

Mientras ambos hablaban, Rika los miraba detenidamente.

-Deja de poner esa cara de tristeza cada vez que Taro y Lily hablan –le dijo Youko

-No puedo Youko –contestó Rika- Siento que entre ellos aun hay algo

-Claro que sí, una gran y sincera amistad...

-De Lily quizá, pero Taro...se pone tan celoso cuando ella está con Genzo

-Tal vez sólo está confundido, ¿o acaso no me dijiste que el día que fueron al cine la pasaron muy bien juntos?

-Sí, pero sólo como amigos

-Algo es algo, además tu prima te lo confirmó, a ella le gusta Wakabayashi –argumentó Youko segura de sus palabras

-Sí, pero...

-Pero nada, date una oportunidad y no te amargues antes de tiempo

Rika sonrió y siguió apuntando en sus hojas. Lily y Paola continuaban viendo el entrenamiento, la primera con la misma cara de ensueño que la abordaba desde la noche anterior, la segunda tan pensativa como desde que Karl había llegado.

-¡Doctoras! –llamó su atención Sawada, preocupado

Ambas muchachas reaccionaron y notaron que el que necesitaba ser atendido era Ken, y se miraron con cara de "no iré yo".

-Enfréntalo –la animó Lily, aunque más parecía que no movería ni medio dedo por el karate keeper que por solidaridad hacia su amiga XD

-¡En qué estabas pensando! –escuchó Paola reclamar al portero- ¡Se supone que eres parte de mi defensa!

-Lo siento, no te vi venir –se excusó Hikaru, con un tono tan falso, que era evidente la mentira

-Vaya codazo que le diste –comentó Soda, divertido

-Se lo merece, créeme –escuchó la interna murmurar a Hikaru, cuando pasó por su lado- ¿Estás bien, Paola?

-¿Eh? Ah, sí, gracias Hikaru –contestó ella sonriendo levemente

Paola, sin decir nada, se acercó a Ken que sangraba por la nariz, saliendo ambos por detrás de la portería mientras Yuzo tomaba su lugar. La joven abrió su maletita de mano y sacó una pinza, un algodón y vaselina. Mientras preparaba su tapón, Ken no dejaba de mirarla.

-No me comentaste que el Kaiser era conocido tuyo –dijo algo irónico

-No tendría por qué –alegó Paola despreocupadamente

-¿Estás molesta conmigo? –le preguntó, sentándose sobre el césped

-Nop –contestó ella, poniéndose de rodillas a un lado del portero, terminando de confeccionar su tapón

-¿Es cierto que Schneider vino por ti?

-Mira, no creo que eso te incumba –aclaró Paola aburrida- Inclina la cabeza hacia atrás

-Lamento lo que pasó hoy con Hana –siguió Ken, obedeciéndola y sintiendo picor en la nariz al sentir el algodón

-¿Cuál Hana? ¡Ah! La idiotita de mi prima...no importa –respondió la Wakabayashi, concentrándose en ingresar bien el tapón

-Me gusta tenerte así de cerca –murmuró el japonés, más para sí

-Listo –concluyó la muchacha diplomáticamente, evitando como pudo el sonrojarse- Si mancha mucho tendremos que cambiarte el tapón

-Paola, en verdad lo siento –se disculpó Ken cuando ella guardaba todo en la maletita- Luego me di cuenta que no lastimarías a Hana intencionalmente

-¿Por qué, eh? ¿crees acaso que me conoces tan bien? –lo increpó ella- ¿Sabes? Disfruté tanto golpeando a mi prima...es como una terapia, debería hacerlo más seguido

-De verdad esto no significó nada para ti ¿eh? –preguntó el portero, decepcionado

-¿Atacar a Hana? –preguntó Paola fingiendo demencia, poniéndose de pie

-No, la relación que entablamos tú y yo

-Nop, porque suelo jugar con fuego...y no quemarme –concluyó Paola sonriendo triunfal

-Yo era igual, pero esta vez lastimosamente me quemé –confesó Ken mirándola con tristeza y retomando su lugar

Paola se quedó en el mismo sitio, en shock, por unos segundos. Luego reaccionó, sonrió con amargura y se fue nuevamente con Lily.

-Yo que tú no le ponía vaselina al tapón –comentó Lily maliciosamente cuando su amiga llegó junto a ella

-Lily, prométeme que hoy en la noche me inyectarás potasio en la vena –murmuró Paola desganada

-Na...estaré ocupada ¿qué tal mañana?

-No creo tener mañana –contestó Paola- Si el doctor Nakata se entera de la pelea, seguro me expulsa

-Entonces hacemos huelga, porque no fue culpa tuya

-A ver, mírame ¿ves algún rasguño?

-Nop

-¡Ajá! Pues cuando mires a Hana me cuentas cómo la dejé y deduces por qué me hallarán culpable

-Bah...pero dime, ¿qué te dijo Matsuyama? –preguntó Lily con picardía

-Que si estaba bien –respondió Paola tranquilamente- Y ni pongas esa cara, porque no sabes lo que me pasó ayer ¡qué vergüenza!

En un pequeño resumen Paola le contó a Lily el acontecimiento entre ella, Matsuyama y Yoshiko.

-Jajaja, ¿en serio te pusiste roja?

-No te rías –amenazó Paola de pocas pulgas- ¡Y Kazuki que le seguía metiendo leña al fuego!

-Por eso me cae bien –admitió Lily divertida- ¿Y Hikaru se fue así, sin más?

-Sí, ¿qué esperabas? Es "su verdadero amor" –arremedó Paola fastidiada

-Por cierto, hoy no voy a estar en el almuerzo –confesó la mexicana ruborizada

-¿Por?

-Voy a almorzar fuera del complejo...

-¿Puedo preguntar con quién? O ya de plano pienso mal –dijo Paola sonriendo divertida

-Con mi amor platónico

-¡Ah! No sabía que Johnny Deep había llegado a la ciudad –dedujo su amiga seriamente

-¡Paola!

-Qué, si ése es un bombonazo. Diferente a tener cara de bombón aplastado...como Genzo, jajaja

-Pues te guste o no, voy a ir con él –advirtió Lily molesta

-No se me enoje, no se me enoje –pidió Paola haciendo un puchero- Sabes que me gusta bromear

-Oh, oh, mejor te dejo, te veo después –le dijo su amiga, guiñándole un ojo y marchándose- Hola Karl

-Cómo estás Lily –saludó el alemán cortésmente- Buenos días Paola

-Casi tardes –corrigió ella, viendo su reloj

-Hermann y Dieter te mandan saludos

-Gracias ¿cómo están?

-Aparentemente bien, ayer se dieron una farra de los mil demonios y hoy no aguantan su cabeza sobre el cuello, jaja

Lily se retiró lentamente a su consultorio. Una vez allí notó que Hana la estaba esperando.

-Buenos días Lily –saludó Hana

-Hola Hana –contestó ella, tratando de mantener su tono neutral- ¿Te puedo ayudar en algo?

-¿Podrías curarme las heridas de la cara? –le pidió con un gesto de dolor

-Claro, pasa –le pidió la mexicana

Una vez adentro sacó un equipo de curación estéril, algo de solución fisiológica, unas cuantas torundas de gasa y se dispuso a curar las heridas de Hana, en el más absoluto silencio.

-Seguro Paola te contó lo que pasó –aseguró Hana irritada- Pero no le creas del todo

-Ése es un asunto entre ustedes dos –la cortó Lily- Yo soy su amiga, y ahora contigo cumplo el papel de médico, así que no puedo opinar

Minutos después Lily concluyó con su labor y se dispuso a colocar todo en su lugar después de lavar el material.

-Gracias por todo –le dijo Hana, saliendo

Cuando la Wakabayashi-2 estuvo fuera Lily no pudo evitar echarse a reír al recordar el trocito de cuero cabelludo sin pelos que había descubierto mientras la atendía.

-¡Ay Paola! –pensó divertida y salió del consultorio

Iba en dirección a la puerta principal tarareando entretenida una canción, cuando descubrió a Genzo y Marie discutiendo. La muchacha se encontraba sollozando, mientras él trataba de consolarla. Se quedó ahí, mirándolos, hasta que Marie volteó y se fue; sólo entonces se acercó lentamente a Genzo, que seguía en su lugar.

-Hola... –murmuró Lily con precaución

-Lily... –dijo él, dedicándole una sonrisa- Ya te estaba esperando

-¿Está todo bien con Marie? –preguntó ella, sin poder evitarlo

-Sí, hablé con ella y le conté sobre tú y yo

-¿De veras? –inquirió ella, no pudiendo disimular su alegría

-Ahá, no lo tomó muy bien, pero tenía que ser sincero

-¿Nos vamos ya? –preguntó Lily, evitando el tema

-Claro, vamos –le dijo él saliendo como si fueran buenos amigos que "casualmente" coincidieron al salida del campamento

Se fueron caminando así hasta unas dos cuadras más allá, después de las cuales automáticamente se tomaron de la mano y continuaron con su caminata.

En el campamento ya todos se encontraban en el comedor almorzando. Paola estaba con Kazuki, esperando ansiosa que Gamo o el doctor Nakata la llamen y la expulsen definitivamente.

-Ya cálmate –le pidió Kazuki preocupado

-En cualquier momento me llaman ¡y au revoir Paola Shinobara! –se lamentó su mejor amiga

-No lo creo –comentó Karl sonriente, sentándose junto a ella- Hablé con Marie, y Hana le dijo que no va a denunciarte por nada

-¿Debo agradecérselo? –ironizó Paola- Además ella no me preocupa, de alguna manera pudieron enterarse

-Míralo de esta forma –la consoló Sorimachi- Si lo hubieran sabido hace rato que te hubieran llamado

-Él tiene razón –corroboró el alemán

-Voy a envejecer con esta preocupación

-No hay nada que la cirugía plástica no solucione hoy en día –analizó Kazuki, robándole a su amiga una sonrisa, que repentinamente desapareció cuando vio aparecer a Hana que la fulminaba con la mirada

-Tienes suerte –murmuró Hana amenazante- Ken me pidió que no te denunciara

-Pues tú y él pueden meterse su favorcito por donde mejor les quepa –contestó Paola maliciosamente

Karl le dijo a Hana algo en alemán que la puso de mal humor y con un ¡¡Du Arschloch! (fuck you, eso quiere decir XD), se fue a sentar junto con Ken y Kojiro, unas mesas más allá.

-¿Qué le dijiste? –preguntó Kazuki intrigado

-Algo que no puedo repetir por educación –contestó Karl divertido, mientras Paola se carcajeaba de lo lindo (imagínense la cosa más apropiada, grosera y divertida que el Kaiser pudo haberle dicho a Marie)

Después de un divertido almuerzo entre los tres, y posterior al cual Kazuki repetía una y otra vez "Mein schöner Mond, Mein schöner Mond, Mein schöner Mond..." (mi luna preciosa), frase enseñada recientemente por Karl, se decidieron a salir.

-¡Ya Kazuki! –exclamó Paola exasperada

-Mein schöner Mond... –alcanzó a decir Sorimachi antes de ser perseguido por su amiga

-¡Oye Schneider! –lo llamó Ken, saliendo tras él, cuando Paola y Kazuki seguían dando vueltas alrededor del comedor- Necesito hablar contigo

-Ahá, ¿y de qué? –preguntó Karl con fastidio

-Supongo que te lo imaginas

-Si capto tu indirecta, y mira que tengo buena imaginación...no tengo nada que hablar contigo –concluyó el alemán, marchándose

-Hoy, después del entrenamiento –lo citó Wakashimazu, marchándose por el lado contrario

Mientras tanto, Lily y Genzo habían llegado a un pequeño restaurante localizado a pocas cuadras del campamento. Una vez allí, ambos jóvenes escogieron un lugar apartado y privado.

-Ya estoy harto de tener que comer frente a las miradas de todos y fingir que no me interesas en lo más mínimo.- musitó Genzo.

-Y yo estaba harta de tratar de controlar mis nervios.- musitó Lily.

-¿Por Misaki?

-¡Por ti! ¡Deja ya de decir eso!

-Me encanta hacerte rabiar.- confesó Genzo, sonriendo.- Te ves más linda así.

-Mentiroso.- Lily le sacó la lengua.- Lo que pasa es que te quieres vengar por todas las que te hice. Es más, creo que te las cobraste con Marie...

-¡Jajaja! ¿Eso crees?

-Sí.

Genzo se acercó a Lily y le dio un beso suave en los labios.

-Si serás tonta.- murmuró él.- No hay mujer que pueda compararse contigo... Tú eres la única que me interesa.

Lily sonrió. La mesera llegó a tomarles la orden, mirándolos con disimulo. Parecía que en cualquier momento le pediría a Genzo un autógrafo.

-¿Y bien?.- preguntó Genzo, una vez que la camarera se marchó.- ¿Ya se lo dijiste a Taro?

-No. ¿Le has dicho algo tú?.- inquirió Lily.

-No me dejaste decírselo en la mañana.- respondió Genzo, sonriendo levemente.- No sé por qué te pusiste tan nerviosa...

-Te voy a confesar que no va a ser nada fácil el decírselo.- reconoció Lily.- Y no quería que Taro se enterara en frente de todos...

-¿Te preocupa que él se entere de lo que sentimos?.- Genzo se puso serio.

-Sí, pero no por lo que crees.- contestó Lily.- Tú sabes que él fue mi primer novio y ahora que me lo he vuelto a encontrar se ha convertido en mi mejor amigo, por lo que no será nada fácil... Más con las actitudes que ha estado tomando estos días...

-Está celoso.- dijo Genzo.- Aun siente algo por ti.

-Yo creo que más bien está confundido.- negó Lily.- Se está dejando llevar por el recuerdo.

La mesera les llevó la comida. Genzo estaba algo serio y Lily comprendió que era por Taro.

-¿Sigues sin creer que te amo a ti?.- preguntó Lily, con suavidad.

-No es eso.- Genzo esbozó su característica media sonrisa.- Es solo que Misaki siempre ha sido uno de mis más cercanos amigos y de verdad que me da algo de tristeza todo esto... Sobre todo la actitud tan infantil que tomé con él el otro día...

-¿Cuándo los castigaron a los dos?.- preguntó Lily.

-Sí. Creo que ambos estábamos indirectamente peleando por ti...

Lily no dijo nada. Paola le había insinuado lo mismo, pero la mexicana había optado por no hacerle caso.

-En fin... Reconozco que fui un idiota.- continuó Genzo.- Pero de verdad creía que querías a Taro y eso me hizo actuar así...

-Si estuviera Paola presente, te diría que tú siempre actúas como idiota.- Lily soltó una risilla.

-Has pasado demasiado tiempo con ella.- bufó Genzo.- Aunque creo que eres igual de mula que ella. Dios las hace y ellos se juntan...

-Mira tú.- gruñó Lily.

-Por cierto... ¿Ya me va a decir, doctora Del Valle, si aceptará ser mi novia?.- Genzo habló con un tonito seductor.- Y déjeme decirle que no acepto un no como respuesta.

Lily sonrió, coqueta. Se inclinó hacia delante para besar a Genzo.

-Tú ya sabes que sí.- murmuró ella, cuando se separaron.- Quiero ser tu novia...

El resto del almuerzo transcurrió con tranquilidad. Ambos jóvenes se sentían como si ya llevaran de ser novios varios años y no unas cuantas horas... Al salir del restaurante, Genzo volvió a tomar a Lily de la mano. De pronto, Genzo recordó algo.

-¿Dijiste en algún momento que yo soy tu amor platónico o fue idea mía?.- le preguntó a Lily.

-Fue idea tuya.- Lily casi se atraganta con su propia saliva.

-Claro que lo dijiste.- Genzo sonrió.- ¿Por qué era tu amor platónico?

-Porque me gustaste desde que te vi en la televisión.-confesó Lily, poniéndose colorada.- Siempre leía las revistas que hablaban de ti e incluso conservo los recortes de periódico...

-Vaya, vaya, vaya.- Genzo abrazó a Lily por la cintura.- Quién lo diría...

-No te vanaglories ni te creas tanto.- gruñó Lily.

Genzo le dio otro beso. Lily le correspondió aunque después se separó bruscamente cuando sintió que una lluvia de flashes caía sobre ellos. Genzo y Lily miraron, sorprendidos, a los dos reporteros que aparecieron frente a ellos.

-¡Wakabayashi!.- gritó uno de ellos.- ¡Preséntanos a tu novia!

-Con su permiso, no tengo nada que decir.- Genzo tomó a Lily de la mano y comenzó a caminar rápidamente.

-¿En dónde la conociste?.- preguntó el otro reportero, al tiempo que seguía tomando fotos.

-¿Cuánto tiempo llevan de novios?

-¿Planeas casarte con ella?

-¿Lo saben ya tus fans?

-¡Señorita! ¿En dónde trabaja?.- al ver que Genzo no contestaba, el otro reportero atacó a Lily.

-¿Qué se siente ser la pareja de un jugador famoso?

-¿En dónde se conocieron, señorita?

Genzo, quien ya estaba acostumbrado a esta clase de escenas, evadió con facilidad sorprendente a los reporteros. Lily se sentía ofuscada.

-¿Cómo te acostumbraste a esto?.- farfulló ella, cuando ambos llegaban al campamento.

-Es cuestión de tiempo.- admitió Genzo.- Aunque debo reconocer que nunca me habían pescado con ninguna chica...

-¿Ni siquiera con Marie?.- inquirió Lily, suspicaz.

-Ni siquiera con ella.- Genzo le guiñó el ojo.- Además, debo confesarte que es la primera vez que le pido a una mujer que sea mi novia, con la pregunta "oficial".

-¡Qué afortunada soy!.- se burló Lily.

Genzo y Lily se volvieron a besar. En ese momento, Rika iba pasando por ahí y se quedó con la boca abierta al ver la escena.

-Ay, válgame.- musitó ella.- No pensé que vería algo así... Nomás que Taro se entere...