Capítulo 19.

Pronto, varios asistentes entraron al campo con una camilla, en donde pusieron a Wakabayashi y lo sacaron del campo de juego. Lily lo acompañó en todo el trayecto. El entrenador Gamo dio por terminado el entrenamiento. Ya en los consultorios, el doctor Nakata le ordenó una radiografía del pecho a Genzo, para descartar alguna fractura, después de haberlo explorado (en presencia de Lily) y haber descartado, por clínica, alguna lesión grave...

-Inyéctele por favor un diclofenaco.- ordenó el doctor Nakata a la enfemera.- Y después quiero que me muestres la placa cuando esté lista, Lily.

-Si, doctor.- asintió la chica.

El doctor salió del consultorio. La enfermera preparó el medicamento, pero en vez de inyectárselo a Genzo, le tendió la jeringa a Lily.

-¿Quiere inyectarlo usted, doctora?.- sonrió la enfermera, con picardía.

-Gracias.- Lily supuso que la mujer ya había leído también la reseña del periódico.

Lily aceptó la jeringa y esperó a que la enfermera también salió para inyectarle el medicamento a Genzo en la pompa (¡¡¡Mira tú, que aprovechada!).

-Esto quizás te duela.- dijo Lily, al tiempo que clavaba la aguja en el bien proporcionado trasero de Genzo.- Aunque dudo mucho que lo sientas...

-¿Por qué lo dices?.- Genzo apretó levemente la mandíbula, ya que el medicamento dolía un poco.

-Porque tienes mucho colchón.- respondió Lily, con una risilla traviesa

-Mira quien habla... .- murmuró Genzo.

-¿Qué quieres decir?

-Que para buenas partes traseras, solo tú sabes de eso.- dijo Genzo, sonriéndole a la chica con malicia.

-¿Y tú como sabes eso?.- Lily se puso colorada.

-No soy ciego, ¿sabes?.- rió Genzo.

-Depravado.- murmuró Lily.- Pervertido.

-Pero así te gusto.

Genzo besó a Lily, pero ésta se separó pronto.

-Mejor no.- dijo ella.- Ya viste todo el lío que se creó por culpa del periódico...

--Naaa. Si bien sé que entraste conmigo para poder manosearme sin camisa.- replicó Genzo.

-Cállate. No me pongas en evidencia... .- rió Lily.

Mientras tanto, Hana estaba preocupadísima por su hermano. Ella había visto cómo lo habían sacado en camilla de la cancha. Ken trataba de consolarla.

-Él está bien.- decía él.- Ya lo conoces como es de testarudo. De seguro pronto saldrá.

-Sí, tienes razón.- hipó Hana.

Paola llegó en esos momentos, acompañada por Sorimachi. Hana le lanzó una mirada que era vidrio líquido (¿cómo será eso?)

-¿Qué haces aquí?.- gritó Hana, enojada.

-Ésta es mi área de trabajo.- replicó Paola, enojada también.- Y de paso vengo a ver si el tarado de Genzo no se rompió algo.

- ¡No le llames así!.- gritó Hana.- Sé muy bien que nos odias a morir, pero eso no te da derecho a venir a regodearte con nuestro sufrimiento.

-Ni quien esté haciendo eso.- replicó Paola, tratando de mantener la calma.

Ken y Kazuki temían una nueva pelea, pero en ese momento salió Lily y las miró a ambas como si fueran animales en peligro de extinción.

-¿Qué hacen?.- preguntó.

-Solo vengo a mi consultorio.- contestó Paola, enojada.

-Y yo quiero saber cómo está mi hermano.- dijo Hana.

-Tu hermano está bien.- respondió Lily.- Y puedes pasar a tu consultorio, Paola.

En esos momentos el doctor Nakata regresó, acompañado por Taro.

-¿Cómo está el paciente, doctora Del Valle?.- preguntó.

-Mucho mejor.- respondió Lily.- Ya está lista la radiografía.

-La veré en un instante.- el doctor Nakata se detuvo.- Doctoras Shinobara y Del Valle: necesito hablar con ustedes. Hoy al final del entrenamiento vespertino.

-Sí, doctor.- respondieron ambas chicas, intercambiando miradas.

El doctor Nakata entró al consultorio. Paola entró al suyo. Taro miró a Lily con arrepentimiento.

-Espero, sinceramente, que Genzo esté bien.- musitó.

-Yo también lo espero.- replicó Lily, con frialdad.

-¿Me darías la oportunidad de hablar contigo?.- pidió él, poniendo su cara de niño tierno.

Lily suspiró. Cuando Misaki la veía de esa manera ella no podía negarse a nada.

-En la noche.- dijo ella.- Después de la cena.

-De acuerdo.- Taro sonrió levemente.- Gracias.

Lily se dio la vuelta y entró al consultorio, no sin antes decirle a Hana que le daría informes completos sobre la salud de su hermano cuanto antes.

-Por favor dime que se rompió algo –suplicó Paola cuando su amiga retornó al sector de los consultorios

-Paola... –amenazó Lily enojada

-Era broma, era broma, después de todo ya parece que tuviera secuelas de TEC, así que una fracturilla costal más no hace gran diferencia...

-¡Paola!

-Déjala, después de todo jamás esperaría algo amable de su parte –se entrometió Genzo seriamente al haberla escuchado

-Vaya, no sabía que estabas ahí –comentó su prima con aburrimiento- ¿Viste Lily? Para que veas con qué tipo de gusano te metiste, ¡tiene un gran concepto de mi! –agregó hiriente, entrando en su consultorio

Genzo esperaba que Lily le reclamara a su amiga, pero no escuchó nada de ella. A pesar de querer mucho al SGGK (aunque yo le doy otra sigla XD), la mexicana se dio cuenta que el muchacho había sido injusto, porque aunque empezó bromeando, sabía que Paola había entrado a preguntar por su primo, lo que denotaba que no le era tan indiferente esa familia que constantemente rechazaba. El muchacho comprendió el silencio de Lily y prefirió no decir nada más al respecto.

-¿El doctor Nakata ya vio la placa? –le preguntó como si nada hubiera pasado

-No, aun no –contestó Lily tranquilamente- Pero por como te encuentro, no creo que tengas fractura alguna

-¿Te sientes bien? Pareces preocupada

-El doctor Nakata quiere hablar con Paola y conmigo –alcanzó a contar la muchacha antes que el mentado doctor ingresara en el consultorio y los viera alternativamente a ambos algo sorprendido

-Felizmente no hay fractura Genzo –dijo el galeno repentinamente- Sólo fue la contusión

-Menos mal, gracias doctor –respondió Genzo evitando ponerse nervioso

-Sólo necesitarás tomar algunos analgésicos –continuó el médico- Por lo pronto, tendrás que descansar durante la tarde

-Está bien doctor –aceptó Genzo irremediablemente, no queriendo contradecir al doctor Nakata para no incrementar el mal humor que de seguro ya tenía en contra de él y Lily

-Doctora Del Valle, por favor dígale a la enfermera que prepare 8 tabletas de Ibuprofeno y que se las entregue al joven Wakabayashi –pidió, sin mirar a la Interna

-Sí señor –contestó ella cabizbaja, saliendo del consultorio

Cuando estaba buscando a la enfermera, Hana la interceptó.

-¿El doctor ya vio la radiografía? –le preguntó preocupada

-Sí y felizmente no hay fractura –respondió Lily, aguantándose las ganas de sacarle la lengua a Ken, que estaba junto a la hermana de su novio- Ahora, si me permites...

Lily los evadió a ambos y fue a dar encuentro a la enfermera para darle el recado del doctor Nakata. Cuando regresaba a su consultorio Genzo ya iba de salida.

-Eh...gracias por todo doctora –dijo el muchacho gentilmente

-No tiene por qué –contestó ella sonriendo

Wakabayashi le respondió con una media sonrisa y se fue, con Hana que lo agarró de un brazo y no dejaba de hacerle preguntas sobre su estado. Ken, como intuyendo la mala onda del otro portero, prefirió quedar rezagado y marcharse luego. Lily fingió no verlo y volvió a entrar en su consultorio.

-Oye Lily... –la llamó Paola al creer que su amiga seguía en el descanso que había entre las puertas de ambos consultorios, se sorprendió al ver a Ken frente a ella, que se había quedado mirándola, pero segundos después y sin decirle nada, se marchó seguido por la mirada entristecida de la joven

Para el almuerzo ambas muchachas decidieron quedarse en su dormitorio y no asistir al comedor para no tener que enfrentar las burlas de los jugadores hacia Lily.

-Debiste ir a almorzar –le dijo la mexicana a su amiga, cuando ambas se encontraban echadas boca arriba en distintas direcciones en la cama de Paola, mirando al techo

-Nop...no pienso dejarte sola ¿quieres un Snickers? –respondió Paola, alcanzándole un chocolate que había sacado de su mesita de noche

-Gracias

Ambas se pusieron a comer su chocolate en silencio.

-He estado pensando –comentó Paola, y Lily se atragantó por querer reír- ¡No te burles! Si seré Wakabayashi, pero no me llamo Genzo...

-Ok, ya entendí ¬¬

-Creo que pese a todo, fui algo dura con Wakashimazu –reconoció la germano-japonesa, acongojada- Sé que fue muy injusto al creerme totalmente culpable de la pelea con Hana, pero...no debí tratarlo tan mal

-¿Por qué estás claudicando? –le preguntó Lily sorprendida- Ése cretino te utilizó para molestar a Genzo y de paso se hace el defensor de las masas acusándote de haber lastimado a Hana

-Pero yo...

-Pero tú hiciste lo que te nació porque expresaste lo que sentías, además ¿por qué quieres disculparte? Tú jamás te has disculpado con nadie

-Ya sé

-A menos que... –dedujo Lily, incorporándose precipitadamente- ¡A menos que te importe mucho el haberlo herido!

-Claro que no –alegó Paola cruzándose de brazos

-¿O quieres tener una excusa para hablar con él? –insistió la mexicana incrédula- Paola ya deja ese asunto, ¿acaso no estás feliz con Karl?

-¿Quién te dijo que habíamos formalizado? Sólo le pedí tiempo

-Pero después del beso que se estamparon ayer... –recordó Lily divertida

-Karl sigue siendo un tema complejo para mi

-¿Y Wakashimazu no lo es peor?

-No lo sé Lily, estoy muy confundida...

-Paolita, él te utilizó...

-Y yo a él, si te das cuenta, ambos queríamos fastidiar a Genzo

-¡Pero él fue el de la idea!

-¡Pero yo la acepté, él no me obligó! –alegó Paola a la defensiva

Lily la contempló por un rato incrédula, luego abrió los ojos desmesuradamente y se llevó las manos a la boca, para luego balbucear.

-¡Te lo advertí! –exclamó, poniéndose de pie mientras señalaba a su amiga acusadoramente con lo que quedaba de su Snickers- ¡Te advertí que no jugaras con fuego!

-No te entiendo –dijo Paola fastidiada, haciendo bolita el envoltorio de su chocolate

-¿No es obvio acaso? ¡¡sin darte cuenta te enamoraste del lavacoches! –gritó Lily, tapándose nuevamente la boca como si hubiera dicho un sacrilegio XD

-¡Estás loca o qué! –se defendió Paola avergonzada, sentándose- ¡Yo no estoy enamorada de nadie!

-¡Entonces por qué lo defiendes! ¡Tú jamás defiendes a nadie!

-A ver, a ver: yo nunca me disculpo, yo nunca defiendo...¡también me ves como un ser sin sentimientos!

-No es eso –trató de calmarse Lily- Pero ésos comportamientos tuyos son tan raros y particulares que sólo puedes mostrarlos por alguien que realmente quieres

-Lily...

-No sé tú, pero ya te di mi veredicto –sentenció la mexicana seriamente, sentándose en su cama- Así que o te sinceras o te sinceras...

-¡En lugar de preocuparnos en eso deberíamos preocuparnos por lo que nos dirá el doctor Nakata! –cambió de tema la Wakabayashi para no tener que analizar los puntos que su amiga le había planteado

-Claro, cámbiame el tema –se indignó Lily- Pero tienes razón...

Ambas llegaron al entrenamiento vespertino como si estuvieran yendo al cadalso: arrastrando los pies y con caras de susto XD. El señor Gamo las ignoró, aunque no sabían si era realmente así o sólo producto de su gran imaginación. El doctor Nakata no se hizo presente durante la tarde, lo que las puso más nerviosas. Para empeorar la Lily-situación, la ausencia de Genzo la ponía más triste, más aun sabiendo que ahora no podría ir a verlo con excusa alguna sin despertar rumores o malas interpretaciones. Podía pedirle a Paola el favor, pero sabía que su amiga tenía sus propios problemas y no quería agobiarla pidiéndole ir a ver a su odiado primo, así que no le dijo nada.

-Doctoras –las llamó la enfermera al culminar el entrenamiento, cuando ambas sudaban la gota gorda por el nerviosismo- El doctor Nakata llamó y dejó indicado que no vendrá hasta mañana, así que por favor a primera hora tienen que esperarlo en su oficina

-Gracias Togi (¡vaya nombres que invento! XD de todos modos togienfermera XD) –respondió Lily- ¿Oíste Paola? O sigues en piloto automático

-¿Crees que las oraciones dieron su efecto? –dijo Paola mirando absorta la cancha vacía

-No sé, pero tenemos esta noche para escapar o prepararnos para la regañiza de mañana

Ambas lanzaron un suspiro de alivio temporal y se dirigieron a su habitación.

-¿No irás a cenar? –le preguntó Paola a su amiga, que salía de la ducha

-No sé ¿y tú? –inquirió Lily, secándose el cabello

-No tengo hambre...

-Tengo que hablar con Taro –contó Lily preocupada

-Sólo dile la verdad y ya, después de todo es Taro...entiende hasta el conflicto más grande ¿no? –trató de animarla su amiga

-Sí, pero su humor se ha modificado un poquitín últimamente –ironizó la mexicana

-Aun así te escuchará, él te quiere mucho

-¿Y Karl? Creí que saldrías con él –cambió de tema Lily para no aumentar el nerviosismo que ya la carcomía

-Nop, tenía que ir a resolver no sé qué problemas –respondió Paola aburrida- Se fue con Stefan

-O sea que ninguno de esos bombonazos estará en la cena

-Vieja verde –se burló Paola sonriendo- Con novio y todavía adulando a otros tipos

-¡Qué! Seré novia de Genzo pero no estoy ciega –alegó Lily divertida

-Yo que tú diría "estoy ciega, por eso soy novia de Genzo", jaja

-Chistosa –se molestó Lily, dándole un almohadazo

Minutos después Lily se dispuso a salir.

-¿De verdad no piensas salir?

-Nop, me quedaré aquí hasta estar tan arrugada como mi primo –contestó Paola mirando el techo

-Eres tan chistoreta... –comentó Lily de mala gana girando los ojos, cerrando luego la puerta tras ella

Repentinamente la Wakabayashi se sentó como impulsada por un resorte y salió de su habitación. Caminó hacia el comedor a cierta distancia de su amiga, quien entró y no se percató que Paola la seguía. Esta última se quedó a unos metros del ingreso al comedor, de pronto escuchó unas voces, una de ellas muy familiar para ella.

-¿De veras no quieres cenar con nosotros? –preguntó Ken

-No, quedé en cenar con Marie –respondió Hana, que iba de su brazo

-Bueno, entonces te veo mañana –se despidió el muchacho con una sonrisa

Hana le devolvió la sonrisa y sin previo aviso, lo besó en los labios. Paola sintió una terrible opresión en el pecho e instintivamente bajó la mirada para no continuar observando esa escena. Cuando volvió a mirar, Hana ya se iba.

-Oye, espera –alcanzó a decir antes que Ken entrara en el comedor

El muchacho se sorprendió por la presencia de Paola, pero disimuló y tomó una actitud desinteresada.

-Ah, eres tú –murmuró aburrido- ¿Se te perdió algo?

-Quería...quería decirte que... –dudó Paola apenada

-¿Viniste a contarme de tu lindo noviazgo con el alemán? Francamente no me interesa...

-Claro que no

-¿Entonces? Mira, apúrate que tengo cosas más interesantes que hacer que perder mi tiempo contigo

-¿Te encuentras mejor? –soltó Paola rápidamente

-Como si le importara "doctora" –puntualizó hiriente

-Lamento lo que dije –admitió Paola cabizbaja

-No la entiendo

-No debí tratarse así, lo siento... –se disculpó afligida

-Jajaja, no puedo creerlo, la gran y orgullosa doctora Paola WAKABAYASHI ¿pidiéndome disculpas, a mi? –se burló el karate keeper

-No debí venir –murmuró Paola dolida, dando media vuelta

-No, espera –le pidió el muchacho, poniéndose delante de ella- Ahora que estás aquí debo decirte algo ¡yo gané!

-¿Ganaste qué? –preguntó ella decepcionada

-Fastidié a Genzo...y te fastidié a ti

-¿Cómo? No entiendo

-Antes de empezar el pacto, me propuse fastidiar a Genzo y vengarme de ti por tus desplantes –contó Ken con malicia- Y lo logré, acabé con ambos Wakabayashi de una sola vez

-Eres un estúpido –escupió Paola con lágrimas en los ojos, tratando de irse

-Me preguntaba cuánto debía poseer yo para "estar a tu nivel" –continuó el portero japonés, agarrándola por un brazo para que no se fuera- Y me di cuenta que no importara cuánto tenga, tú no valías la pena para el esfuerzo

-¡Suéltame! –exigió Paola tratando de zafarse

-Eres demasiado interesada, frívola y materialista, una muñeca sin alma...

-¡Déjame!

-¿Creíste que tus palabras me hirieron? ¡Pues no! Todo lo que tú me dices me importa tan poco...como tú, para mi no vales nada

-¡Basta! –gritó Paola con dolor, zafándose y mirándolo con rabia a través de sus ojos llorosos- Basta... –murmuró casi en súplica, dejando estupefacto a Ken

-Yo...

-¡Ya no quiero oír tus insultos! No sé para qué vine a buscarte, si Lily me lo advirtió –exclamó Paola arrepentida, limpiándose las lágrimas- Te felicito por "tu triunfo", de verdad. Caí como una estúpida, creí...creí que...

-¿Qué creíste? ¡vamos, dímelo! –la retó Ken desafiante

-No sabes cómo te detesto –concluyó Paola mirándolo con odio, marchándose rápidamente de allí

-Qué le hiciste –escuchó murmurar amenazadoramente- ¡Qué le hiciste!

-¿Kazuki?

-¡Cómo te atreves a hacer llorar a Paola! –exclamó Kazuki con mucha rabia, tomándolo de la camisa- ¡Esto no se va a quedar así!

-Suéltalo Kazuki –ordenó Kojiro tranquilamente

-¡No voy a perdonarte ésta! –advirtió Sorimachi soltándolo violentamente

-Ella no merece que la defiendas –alegó Ken arreglándose la camisa

-¡Tú no sabes nada porque tú no la conoces!

-¡Oíste lo que me dijo hoy! –se defendió el karate keeper indignado- ¡Para ella no tengo importancia!

-¡Y ahora la tendrás menos! Cómo pudiste tratarla así...

-Coincido con Eirina –acotó Kojiro como si nada del otro mundo hubiera pasado- Creo que te excediste

-¿Por qué la lastiman? –dijo Kazuki entristecido- ¿Qué ganan con herirla así?

-Ella empezó primero

-Date cuenta lo que hiciste Ken, fuiste muy cruel con ella

-¡Pero se lo merecía, ella me trató peor!

-¡Sólo se estaba defendiendo! Estaba dolida porque la acusaste de lastimar a Hana ¿o no te das cuenta?

-¡Darme cuenta de qué!

-¡Que te quiere y que por eso le dolió tu desconfianza! –estalló Kazuki impaciente, dejando a sus amigos boquiabiertos- Jamás la vi comportarse así, jamás la vi celar a nadie. Creí que su juego se convertiría en una relación de verdad...pero lo arruinaste, la lastimaste en serio

Kazuki miró a Ken con desaprobación y luego se fue en busca de Paola.

Mientras todo esto ocurría, Lily ya se encontraba cenando tranquilamente junto a Jun y Nitta. Ambos muchachos resultaron ser bastante caballerosos y no indagaron acerca del tema Genzo, así que la mexicana no sufrió mayores vergüenzas al respecto (aunque ya de hecho Genzo es una vergüenza XD), el resto de jugadores aparentemente se había calmado y ya no la molestaban como ella esperaba. Cuando terminó de cenar, agradeció y retiró su bandeja. Se armó de coraje y se dirigió a la puerta de salida, donde casi impacta contra Taro, que estaba entrando.

-¡Vaya! Pensé que no te alcanzaría –le comentó Taro sonriendo- Tsubasa y yo nos quedamos charlando con Genzo y se nos pasó la hora

-¿Con Genzo? –preguntó Lily sorprendida OO

-Ahá...¿nos vamos?

-Vamos